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Full text of "Comedias de Don Pedro Calderon de la Barca. Coleccion mas completa que todas las anteriores, hecha é ilustrada por Don Juan Eugenio Hartzenbusch .."

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BIBLIOTECA 


DE 


AUTORES  ESPAÑOLES. 


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BIBLIOTECA 


DE 


AUTORES  ESPAÑOLES 


5 


DESDE  LA  FORMACIÓN  DEL  LENGUAJE  HASTA  NUESTROS  DÍAS. 


COMEDIAS 


DK 


DON   PEDRO  CALDERÓN   DE  LA    BARCA. 

Colección  mas  coplela  que  todas  las  anler.cre', 

> 

HECHA   É   ILUSTRADA 

POR  DON  JlAX  EUGENIO  HARTZKNBl SCH. 


TOMO  TERCERO. 


MADRID, 

H.  RIVADENEYRA  —  IMPRESOR  —  EDITOR. 

SALO*  DEL  PRADO,  8. 

«       1 85G-. 


\ 


ÍNDICE. 


9  Flanus. 

Castos  y  disoltos  snn  no  m*s  que  Imsfinadon 1 

La  Hija  del  aire,  parle  primera ••••••  ti 

La  Hija  del  aire,  parte  segunda.  • •••  45 

El  Alcalde  de  Zalamea.  .    .    • 67 

Los  hijos  de  la  Fortuna  ,Tcá| enes  y  Carteles •  81 

El  encanto  sin  encanto 111 

• 

Darlo  todo  y  no  dar  nada 137 

Para  t eneer  i  amor,  querer  vencerte.   • 1GT. 

Las  armas  do  la  hermosura. •   •  187 

Amado  y  aborrecido. ti ' 

Los  dos  amantes  del  cielo. 235 

Basta  callar. 255 

Las  manos  blsneas  no  ofenden 579 

Fuego  de  Dios  en  el  querer  bien 307 

Los  tres  afectos  de  amor :  piedad ,  desmayo  y  valor.  ...  333 

El  José  de  las  mujeres..  t   ,   ,   •  • 357 


Monus. 

Un  eastlf  o  en  tre s  ▼tngsntas. 377 

Las  tifa  justicias  en  ana: : 397  — " 

El  conde  Lucanor 417  ^ 

Cada  uno  para  al 415 

Celos  sun  del  aire  matan - 471 

Céfalo  y  Pócris * 487 

Dar  tiempo  al  tiempo 507 

Laa  cadenas  del  demonio 831^ 

Antes  que  lodo  es  mi  dsms 319 

Mujer,  llora  y  vencerás 573 

Dicha  y  desdicha  del  nombre. .    . W 

Aarlstcla  y  Lisidsnte. <&7 

Ni  Amor  se  libra  de  amor. ...  657 

Amar  después  do  a  maerte. <*i 

La  estatua  de  Prometeo ^ 

fil  condenado  do  amor.  •• ,,#,719 


NOTA. 

En  b  página  S ,  segunda  colon»» ,  bórrese  la  llamada  que  uay  en  la  linea  sétima ,  y  la  nota  puesta  al  pié  de  dicka 
coliuuuu 


T.IO» 


17 


^ 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  SON  NO  MAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


i  -  ■  *  ■"  ■*■ 


DON  PEDRO,  rey  de  Aragón. 
EL  CONDE  MpNFOHT£. 
DON  GUILLhN. 
DON  VIGENTE. 


PERSONAS. 

CHOCOLATE ,  gracioso. 
LA  REINA  DORA  MARÍA. 
VIOLANTE,  dama. 
ELVIRA,  dama. 


LEONOR,  dueña. 
Cria  nos. 

AOOMPANlMtEKTO. 

Música. 


U  etccno  es  en  Zaragoza  y  en  una  quima  d  orillas  del  Ebro. 


JORNADA  PRIMERA.        i  Donde  sus  primores  lee 
—  i  Sabia  la  naturaleza? 


Jardín  de  una  qtiata  real* 
ESCENA   PRIMERA. 

EL  CONDE,  VIOLANTE,  t  acompaña- 
miento; ELVIRA,  que  lestatealen- 
cuentro;  LA  REINA,  dornuda,  en  un 
cenador. 

ELVIBA. 

Tened ,  no  paséis  de  aquí, 
Señor  Conde ,  porque  en  esta 
Florida  estancia,  que  el  mayo   . 
Fabricó  á  la  primavera , 
Andando  ahora  con  las  damas 
La  majestad  de  la  Reina, 
Mi  señora,  divirliendo 
La  pasión  de  su  tristeza , 
Se  rindió  al  sueño  en  aquel 
Cenador,  cuya  eminencia 
Es  verde  cielo ,  á  quien  sirven 
Plantas  y  flores  de  estrellas. 
Sola  yo ,  que  soy  de  guarda , 
Me  be  quedado  :  y  asi,  es  fuerza 

?ue  yo ,  señor,  oh  dé  el  orden, 
que  con  él  os  detenga. 

CONDE. 

Cuando  yo,  Elvira  divina, 

Que  es  paraíso  no  viera 

Esta  mansión,  la  juzgara, 

Coa  tal  ángel  a  sus  puertas. 

Acompañando  á  Violante, 

Mi  bija  (que  humilde  espera 

Eu  este  hermoso  reliro 

Besar  la  mano  á  su  Alteza),     , 

Entré  hasta  aquí ;  pero  ya 

Que  con  vos ,  señora ,  queda , 

Me  iré ,  envidiando  sus  dichas.— 

Caballeros,  vamos  fuera. 

(Vanse  el  Conde  y  el  acompañamiento.) 


VIOLANTE,  ELVIRA;  LA  REINA, 
dormida. 

violante. 

Dame,  bellísima  Elvira, 
Los  brazos. 

ELVIBA. 

Y  el  alma»  en  maestras 
De  la  amistad. 

VIOLANTE. 

No  bagas  ya 
Obligación  to  que  es  deuda. 
iCómo  está  su  Majestad , 
Después  que  á  aliviar  sus  penas , 
Dejando  la  corte,  vino 
A  MtravaHe,  esta  amena 
Quinta,  que  á  orillas  del  Ebro 
Es  doctísima  academia, 

T.   XII. 


ELVIBA. 

Su  grande  melancolía 
En  la  soledad  no  cesa. 

VIOLANTE. 

No  me  espanto  de  que  asi 
Llore ,  Elvira ,  y  se  entristezca, 
Mirándose  aborrecida 
Del  Rey.  ¡Que  su  gran  belleza 
Con  la  maje*ta!i  no  basten 
A  contrastar  úua  estrella! 
Mas  la  condición  del  Rey 
Es  terrible  :  lodos  cuentan 
Crueldades  suyas :  parece 
Que  el  nombre  de  Pedro  lleva 
Estas  desdichas  tras  Sí, 
Pues  tres  Pedros... 

ELVIBA. 

Tente,  espera, 
Y  habla.  Violante,  mas  quedo; 
Que  habernos  llegado  cerca 
De  donde  duerme. 

VIOLANTE. 

¡Qué  hermosa 
Está  dormida  é  inquieta ! 

reina.  {Como  entre  sueños.) 
Mi  Re\\  mi  señor,  mi  esposo, 
Haga  ésta  felice  prenda 
Paces  entre...  Mas  ¡ay  triste ! 

(Despierta.) 
¡Qué  vana  es  y  qué  tijera 
La  dicha  del  desdichado. 
Pues  solo  el  sueño  la  engendra !  — 
¿Quién  está  aquí? 

VIOLANTE. 

Quien  humilde 
A  tus  pies ,  tus  manos  besa. 

ELVIBA. 

Es  Violante  de  Cardona. 

beiXa. 
Violante,  estés  norabuena. 

VIOLANTE. 

De  tus  tristezas,  señora, 
Preguntaba  á  Elvira  bella 
El  estado,  cuando  el  sueño 
Tuyo  me  dio  la  respuesta, 
Pues  que  tan  sobresaltada, 

Y  dando  voces  despiertas. 
beina. 

Si  soñaba  una  ventura , 

Y  me  hallo  adora  sin  ella , 
¿Qué  mucho,  Violante  hermosa, 
Que  haber  despertado  sienta? 

violantk. 
Ya  que  le  debes  al  sueño 
Esa  lisonja  pequeña, 
Dilátala  con  contarla , 
Porque  un  rato  la  diviertas. 


BEINA. 

Soñaba,  amigas...  ¿Quién  duda 
Que  soñaba ,  puesto  que  era 
Tan  gran  dicha  como  hallarme 
Del  Rey  adorada?  Desta 
Novedad  (tau  novedad , 
Que  no  espero  que  acontezca) 
Era  el  medianero  un  hijo 
Que  Dios  me  daba ,  de  prendas 
Tan  generosas ,  de  tantas 
Virtudes,  untas  grandezas, 
Que  ceñido  de  laureles 
En  las  moriscas  fronteras 
De  Aragón,  restituía 
A  su  corona  á  Valencia; 
Tauto,  que  le  apellidaba. 
Llena  de  plumas  y  lenguas, 
Don  Jaime  el  Conquistador* 
La  fama  por  excelencia* 
Este  imaginado  parto 
Mudaba  al  Rey  de  manara» 
Que  enamorado  de  mí, 
Trocaba  sus  asperezas 
En  amorosos  halagos, . 
Dichosa ,  alegre  y  contenta 
Estaba,  cuando  oel  sueño  r 
Desperté  :  mirad  si  es  fuerza , 
Que  llore  haber  despertado , 
Pues  veo  por  experiencia 
Que  me  hallé  alegre  dormida, 
Y  me  hallo  triste  despierta. 

VIOLANTE. 

El  cielo  te  cumplirá 

El  sneño ,  para  que  tengas 

El  contento  sucedido. 

REINA. 

Es  tan  ingrata  mí  estrella ,  . 
Que  aborrecida  del  Rey, 
Me  quito  de  su  presencia 
Sin  lograr  del  Rey  un  hijo  : 
Pues  ¿cómo  quieres  que  crea 
En  sueños?... 

(Ruido  dentro.) 


ESCENA  m. 

EL  REY,  DON  VICENTE.  DON  GUI- 
LLEN, CHOCOLATE.— LA  REI1U, 
VIOLANTE,  ELVIRA. 

bet.  (Dentro.) 
¡  Jesús  mil  veces ! 

BEINA. 

¿Qué  ruido,  qué  grita  es  esta? 

VIOLANTE. 

En  este  cercano  bosque... 

don  tícente.  (Dentro.) 
¡Qué  desdicha! 

don  guillen.  (Dentro.) 
¡Qué  tragedia! 
(Sale  Chocolate.) 

1 


COMEDIAS  DE  DON  PEDHO  CALDERÓN  DE  LA  BARGA. 


CHOCOLATE. 

Ta|  que,  sea  donde  fuere, 
Befa  entrarme,  por  do  feria. 

ELVIRA. 

Hidalgo,  ¿cómo  hasta  aquí 
Us  entráis  desta  manera  Y 

CHOCOLATE. 

Menos  un  perro  es  que  yo, 

Y  mus  que  esto  es  una  iglesia , 

Y  se  entra  en  la  iglesia  el  perro, 
Porque  la  puerta  baila  abierta. 

ELVIRA. 

Salid  de  aquí. 

CHOCOLATE. 

He  de  seguir 
La  metáfora ,  pues  muestra 
El  tal  aquí  que  hemos  sido 
Yo  el  perro  y  vos  la  perrera. 

REINA. 

No  os  vais,  deteuéos,  hidalgo. 

CHOCOLATE.  (Ap.) 

¡Vive  el  cielo,  que  es  la  Heina , 
Godo  quien  no  dice  nada? 

REINA, 

¿Qué  voces  han  sido  estas? 

.     CHOCOLATE. 

j Oh  mi  señora!...  si  ya 
Acertará  á  hablar  mi  lengua; 
.Que  un  tapaboca  real    • 
enmudecerá  á  una  dueña... 
El  caso  fué  pues,  que  andando 
A  caza  por  estas  selvas 
De  Lates  el  Rey.  siguiendo 
De  un  jabalí  la  fiereza , 
Desbocándose  el  caballo , 
Negó  toda  la  obediencia 
A  la  ley  del  acicale 

Y  al  consejo  de  la  rienda. 
Desesperado  se  entró 

A  la  intrincada  maleza 
Dése  monte,  donde  al  valle 
Despeñado... 

REINA. 

¡Jesús!  cesa, 
Villano,  que... 

ESCENA  IV. 

DON  GUILLEN,  DON  VICENTE  t  EL 
CONDE ,  que  traen  ai  REY  desma- 
yado ,  y  le  tientan  en  una  tilla.— 
LA  REINA,  VIOLANTE,  ELVIRA, 
CHOCOLATE. 

DON  COILLER. 

Entremos  dentro, 
Pues  quiso  Dios  que  tan  cerca 
Hubiese  donde  albergarle. 

-  DO*  VICENTE. 

¡Cuánto,  señora,  me  pesa 
De  traer  esta  desgracia 
A  tus  ojos !  pues  es  fuerza 
No  excusarte  del  pesar, 
Porque  algún  remedio  tenga. 

con DE. 

Por  no  haberme  hallado  aquí, 
La  vida  y  el  alma  diera. 

REINA. 

Mi  Rey,  mi  señor,  mi  esposo, 
¿Qué  desdicha  ha  sido  esta? 
Mas  no  merecía  vo 
Llegar  á  veros  sin  ella , 
Porque  al  veros  y  no  veros 
Sienta  yo  pena  igual. 

violante. 

Deja 
Que  den  lugar  los  extremos , 


Para  que  se  le  prevenga 
Donde  esté  su  Majestad. 

reina. 
En  nada  el  dolor  acierta. 

don  vigente.  (Ap.  A  ella.) 

¡Qué  piadosa  estás ,  Violante ! 

VIOLANTE. 

Piadosa  no ,  sino  cuerda. 

REINA. 

Entra  tú. 

REY. 

¡Válgame  Dios! 

VIOLANTE. 

Ya  vuelve  en  si. 

REINA. 

Alma,  ¿qué  esperas, 
Que  no  te  das  en  albricias? 

REY. 

¿Dónde  estoy? 

REINA. 

Donde  os  desean 
Mas  vida  que  os  deseáis  : 
Goceisla  edades  eternas. 

REY.  (Ap.) 

¡  Qué  es  lo  que  miro !  No  puede 
Haber  sido  dicha  esta ,  *. 
Puesto  que  be  llegado  Üonde 
Lo  que  mas  me  causa  vea. 

VIOLANTE. 

Entre  vuestra  Majestad 
Adonde  descansar  pueda. 

REY. 

Ya  no  puede  ser  desdicha 

La  raía,  puesto  que  llega... 

(Ap.  d  ¿//a.  Donde  tu  crueldad, Violante, 

De  mi  mal  se  compadezca.) 

REINA. 

¿Cómo  os  sentís  ? 

RBY. 

Ya  tan  bueno ,  - 
Después  que  vi  á  vuestra  Alteza-, 
Que  puedo ,  sin  riesgo  alguno, 
Dar  á  la  Corte  la  vuelta.— 
Don  Guillen,  dadme  un  caballo, 
O  el  mismo,  porque  no  entiendan  ■ 
Que  á  mi  me  puede  poner 
Temor  uinguua  soberbia. 

REINA. 

Mire  vuestra  Majestad 
Cuánto  Su  salud  arriesga , 
Y  déme,  como  á  su  esclava , 
Para  curarle  licencia. 

REY. 

Tengo  que  hacer  en  la  corte. 

VIOLANTE, 

Vuestra  Majestad  advierta... 

REY. 

No  me  he  de  quedar,  Violante... 
(Ap.  d  ella.  Adonde  tú  no  te  quedas.) 

CONDE. 

Mira ,  gran  señor,  que  ha  sido 

La  caída  de  manera , 

Que  peligra  iu  salud 

En  no  hacer  mas  caso  de  ella 

TODOS, 

Señor... 

REY. 

Todos  me  cansáis. 
¿No  sabéis  ya  cuanto  es  fuerza 
No  replicar?... 

REINA. 

Pues,  señor, 
Ya  que  la  ocasión  desprecia 
De  asegurar  su  salud 


r  Vuestra  Majestad  ,?aüenda ; 
1  Que  no  quiero  despreciarla 

i  Virtud  o  modestia  sea ) ; 

Que  es  muy  desaprovechada 

Virtud  tal  vez  con  modestia. 

Cuando  Aragón  y  Navarra 

En  duras  lides  sangrientas 

Aventuraban  las  dos 

Coronas,  fué  conveniencia 

Del  coude  de  Mompeller, 

Mi  padre... 

REY. 

Si  acaso  intenta  ' 
Vuestra  Majestad  que  escuche 
( Pues  esta  ocasiou  lo  acuerda) 
El  que  es  hija  de  un  vasallo... 

REINA. 

Por  ser  vasallo,  ¿qué?..» 

REY. 

Adviert 
Que  habla  aquí  del  y  conmigo. 

REINA. 

Yo  cumpliré  tan  atenta 
Con  los  dos,  que  satisfaga 
De  hija  y  de  esposa  la  deuda. 
Vasallo  mi  padre  fué ; 
Pero  de  tanta  nobleza , 
De  tanto  honor,  tanta  (ama , 
Tanto  lustre,  tantas  fuerzas, 
Que  si  hubiera  otro  en  el  mundo 
Mejor  qu«  vos,  cosa  es  cierta 
Que  con  vos  no  me  casara  : 
Mirad  si  es  digna  respuesta,  * 
Pues  honro  á  padre  y  esposo 
Con  sola  una  razón  ntesma. 

Y  volviendo  á  mi  discurso, 
Digo  que  fué  conveniencia 
Del  conde  de  Mompeller, 

Mi  padre  (que  en  esta  guerra 
Arbitro  neutral ,  podria 
Dar  la  victoria  i  cualquiera), 
Que  vos  casaseis  conmigo, 

Y  que  entonces  su  pradeticia 
Aseguraría  las  paces. 
Quísós  cumplir  la  promesa , 
Casasteis  coumigo  pues , 

Y  desde  la  hora  primera 

Que  en  vuestra  corle  me  visteis 

(O  fué  rigor  de  mi  estrella , 

O  fué  envidia  de  mis  dichas, 

O  fué  de  mis  hados  fuerza ) 

Me  aborrecisteis  de  suerte , 

Que  pienso  que  si  boy  me  viera  . 

hn  ocasión  donde  hablaros 

Sin  los  decoros  de  reina , 

No  me  conocierais ,  pues 

Me  visteis  con  tanta  priesa ,  ' 

Que  percibir  no  pudisteis 

Las  especies  en  la  idea , 

Ni  del  metal  de  mí  voz , 

Ni  de  mi  rostro  las  señal.. 

Con  esta  desconfianza 

Viví ,  porque  mi  •  paciencia 

Presumía  resistirla, 

Ya ,  señor,  que  uo  vencerla. 

Mas  cuando  ( ¡  ay !  ¡  y  cuan  en  vano 

Con  mis  desdichas  forceja 

Mi  amor!),  mas  cuando  os  escucbo, 

En  ocasión  que  pudiera 

Haceros  de  algún  villano 

Huésped  ( porque  la  grandeza 

De  los  acasos  se  mide 

Del  hado  en  la  contingencia), 

Que  aun  no  queréis  serlo  mío, 

Ya  del  todo  desespera 

Mi  amor  de  que  habrá  ocasión 

De  que  un  agrado  os  merezca. 

(Híncate  de  rodillat 

Y  asi ,  señor,  os  suplico, 

A  esas  reates  plantas  puesta. 


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) 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  SON  NO  HAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


goe  me  deis  para  vivir 
n  un  convenio  Ucencia. 
Alli  entre  cuatro  paredes 
Viviré  alegre  y  contenta , 
Pidiendo,  señor,  al  cielo 
La  salad  y  vida  vuestra. 

REY. 

A  una  reina  de  Aragón 
Venderle  estrecha  una  celda. 
buen  convento  es  Hiravalle. 
Guarde  el  cielo  a  vuestra  Alteza.— 
Todos  os  quedad,  y  solo 
Don  Guillen  conmigo  venga. 

don  guilles.  (Ap.  ai  Rey.) 

Bien  has  hecho,  porque  tengo 
De  qué  darte  aviso,  cerca 
De  que  ya  con  la  criada 
Hecha  está  la  diligencia. 

bey.  (Ap.) 
¡Ab  bellisima  Violante, 
Qué  de  pesares  me  cuestas ! 
Pero  pues  mi  amor  no  basta. 
Yo  me  valdré  de  la  fuerza. 

{Yante  el  Rey  y  Den  Guültn.) 

KP.IKA. 

Tampoco  me  acompañéis 
A  mi,  que  os  tengo  vergüenza, 
Testigos  de  mis  desaires. 
¡  Denme  los  cielos  paciencia  1 
(Vau  een  Elvira.) 

ESCENA  Y. 

EL  CONDE ,  VIOLANTE ,  DON  VICEff 
TE ,  CHOCOLATE. 

don  vigente.  {Ap.  á  Violante.) 
Estaras  cou  (os  extrenlos 
Del  Rey  muy  vana  y  soberbia. 

VIOLANTE» 

Quien  no  me  ve  cuando  puede  f 
No  me  hable  cuando  se  arriesga. 

CONDE. 

Vamos  á  casa ,  Violante. 

violante..    . 
¡  Nunca  esta  tarde  viniera 
A  ver  la  Reina!  porqué 
Para  mi  ha  sido  tristeza 
Toda. 

BOX  VICENTE.  {Ap.) 

Amor,  disimulemos. 

CONDE., 

¿Dónde  vais  desta  manera 
Vos,  Don  Vicente T 

DON  VICENTE. 

Seiier, 
Sirviendo* ,  porque  esto  es  deuda 
De  mi  sangre ;  que  una  cosa 
Es  en  nuestras  competencias 
Ser  enemigos,  y  otra 
Ser  caballeros;  que  Ibera 
Muy  grosera  bizarría 
Que  el  enojo  se  entendiera 
Con  la  señora  Violante; 
Que  nunca  en  los  nobles  llega 
El  disgusto  A  lo  sagrado 
Del  respeto  y  la  belleza. 

CONDE. 

Decfe  bien;  pero  quedaos; 
Que  aunque  son  bizarrías  estas 
Hijas  de  vuestro  valor, 
Tengo  por  opinión  cuerda , 
Sin  que  puedan  confundirse 
En  ningún  tiempo  las  señas, 
Que  el  amigo  y  enemigo 
Lo  sean ,  y  lo  parezcan. 

{Vate  een  Violante.) 


ESCENA  VI. 

DON  VICENTE,  CHOCOLATE. 

D0!f  VICENTE. 

j  Ay,  Chocolate ,  qué  en  vano 
Solicitan  mis  finezas 
Vencer  tantos  imposibles 
Gomo  i  mis  desdichas  cercan ! 
El  Rey  á  Violante  adora  : 
La  causa  ¡  ay  Dios !  es  aquesta 
Por  quien  habrá  tantos  días 
Que  nizo  de  su  casa  ausencia. 

Y  aunque  es  verdad  que  Violante 
Es  mia ,  por  tantas  prendas 
Como  tú  sabes  que  nay 

Kulre  los  dos,  no  me  deja 

Declarar,  la  enemistad 

Que  ha  habido  en  las  casas  nuestras. 

CHOCOLATE. 

¿Qué  importa  (si  cada  noche 
Que  quieres  estás  eon  ella , 
Teniendo  para  este  efecto 
Llave  en  traiciones  maestra) 
Que  de  tu  Rey  y  su  padre , 
Uno  ame  y  otro  aborrezca? 

DON  VICENTE. 

Mucho,  pues  me  agravia  el  uno 
Sin  que  el  otro  me  consienta 
Poner  reparo  al  agravio 
Con  mi  honor  ó  con  mi  auseucía. 

chocolate. 

En  efecto ,  ¡  no  ha  de  haber 
Amor  que,  como  en  comedia, 
Lances  de  celos  y  honor 
A  cada  paso  no  tenga! 
¡  Bieu  haya  yo  que  en  mi  vida 
Quise  bien ! 

DON  VICENTE. 

¿Que  tal  couüesas? 

CHOCOLATE. 

Sí;  mas  na  es  todo  virtud. 
don  Vicente: 
Pues  ¿quesera? 

CHOCOLATE. 

Conveniencia, 
Porque  cualquiera  mujer 
Tiene  mil  impertinencias. 
Si  es  hermosa ,  yo  no  puedo 
Sufrirla  por  su  soberbia ; 

Y  ella  no  puede  sufrirme 
Por  la  mia,  si  es  que  es  fea. 
Entre  si  es  puerca  6  si  es  limpia, 
Hay  la  misma  controversia; 
Pues  si  es  limpia ,  tiene  asco 

De  mí;  de  ella  yo,  si  es  puerca. 

Y  con  si  es  discreta  ó  boba, 
En  pié  la  duda  se  queda , 
Señor ;  que  si  es  boba ,  es  boba; 

Y  si  es  discreta,  es  discreta. 

Y  en  efecto,  en  las  mujeres. 
Que  sepan  ó  que  no  sepau, 
Si  piden ,  hacienda  no  hay 
Con  que  tenerlas  conteotas  ; 

Y  si  no ,  porque  no  piden , 
Para  darlas  no  hay  hacienda. 
8i  da  ( ;  raro  contingente  I 
Que  estas  son  pocas  y  viejas)  r 
Con  un  lienzo  entiende  que 
No  regala ,  sino  merca. 

Si  guarda  fe,  es  perdurable  i 
No  hay  sino  salirse  afuera ; 
Si  no  la  guarda  también  % 
Que  á  nadie  ofendido  deja. 
Si  es  doncella  es  un  delito 
En  que  no  vale  la  Iglesia ; 
Pues  antes  la  Iglesia  es 
Tribunal  de  su  sentencia. 
SÍ  es  casada  y  el  marido 
Es  duro,  todo  es  pendencia ; 


Sí  es  blando,  todo  regalo, 
Pues  han  de  comer  él  y  ella. 
Si  es  viuda,  á  cualquiera  riña, 
Del  malogrado  se  acuerda : 
Si  es  soltera ,  no  es  segura , 
Porque  en  efecto  es  soltera. 
Si  es  mujer  de  obligaciones, 
Quiere  que  yo  se  las  tenga, 

Y  lo  que  hace  por  su  gusto, 
Me  lo  pone  á  mí  á  la  cuenta  : 
Si  no  lo  es ,  á  cualquier  ¿orna 
Me  da  un  pesar;  y  es  bajeza 
Que  no  valga  mas  mi  gusto 
Que  lo  que  al  otro  le  cuesta. 
Sea  en  nu  fea  ó  hermosa , 
Puerca  ó  limpia,  aguda  ó  necia, 
Pida  ó  no  pida ,  dé  ó  tome , 
Fiel  á  mi  o  fácil  ofenda , 

Sea  en  ^efecto  casada , 
Soltera,  viuda,  doncella. 
Todas  traen  su  inconveniente  : 

Y  asi ,  en  las  cartas  primeras 
De  todas  me  voy,  porqué 

No  hay  alguna  que  me  venga. 

DON  VICENTE. 

¡Quién  tuviera  tus  cuidados! 

CHOCOLATE.  '  ' 

¡Quién  los  tuyos  no  tuviera  1 

DON  VICENTE. 

¿Tülosmios?  •* 

CHOCOLATE. 

Señor,  si ; 
Que  en  esta  amorosa  feria , 
Soy  ganapán  de  tu  amor, 
Pues  de  Violante  en  la  tienda, 
Tú  los  conciertas  y  pagas, 

Y  yo  te  los  llevo  á  cuestas. 

DON  VICENTE. 

Deja  locuras,  y  vamos. 

CHOCOLATE. 

¿Adonde  hemos  de  ir? 

DON  VICENTE. 

A  verla; 
ue  ya  no  tienen  mis  ansias 
alor  para  tal  ausencia.  (VaxMt*. ) 

Sala  ea  Zaragoza ,  en  casa  del  Conüc. 

ESCENA  VIL 

LEONOR. 

Yo  estoy  en  notable  aprieto, 
Pues  sola  me  vengo  á  ver, 

Y  un  soliloquio  be  de  baeer 
O  be  de  decir  un  soueto. 
¿Que  escogeré  de  los  dos  ? 
Al  soliloquio  me  fio. 
Ahora  bieu ,  discurso  mió, 
Solos  estamos  yo  y  vos  : 
Hablemos  claro.— Mi  ama, 
Tan  coustaute  como  bella , 
Ama  á  Don  Vicente;  á  ella 
El  rey  Don  Pedro  la  ama  : 
Don  Vicente  es  caballero 
Muy  noble  y  muy  principal; 
Pero  tiene  el  mucho  mal , 
Que  tiene  poco  dinero. 
Dos  anos  há  que  he  velado 
De  balde  las  noches  frías ; 

Y  el  Rey  en  solos  dos  dias , 
Dos  mil  escudos  me  ha  dado. 
Pues  ¡  aqui  del  discurrir! 

¿No  es  mejor  (¿quién  lo  dado  Y) 

Dormir  y  tomar,  que  no 

No  tomar  y  no  dormir? 

Uno  vela  y  olro  acuña ; 

¿Pues  quién  es  bien  que  preflera? 

Cuenta  es  esta  que  la  hiciera 


Q 
v 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA, 


Ü 


Cualquier  zángano  en  It  una. 

Y  asi ,  resuelta  á  medrar, 
Al  Rey  tengo  de  servir. 
Este  balcón  be  de  abrir, 

Y  aquesta  cuerda  be  de  atar, 

(Abre  un  balcón  y  echa  una  cuerda 
por  él.) 

Sue  es  el  orden  que  me  dio 
I  que  me  trajo  el  dinero ; 

Y  pues  há  ya  un  siglo  entero 
Que  Don  Vicente  dejó 

De  ver  á  mi  .ama,  movido 
De  recios  celos ,  bien  puedo 
Sin  escrúpulo  y  sin  miedo 
Hacer  lo  que  me  ha  pedido 
En  falso  cierro  el  balcón  : 
Nadie  lo  puede  advertir. 
¡Oh !  qué  gran  gusto  es  cumplir 
una  con  su  obligación  ! 
De  luz  y  ruido  se  inüere 
Que  ya  mi  ama  llegó, 
lisio  es  hecho:  medre  yo, 

Y  venga  lo  que  viniere. 

ESCEHÁ  VPL 

EL  CONDE,  VIOLANTE.— LEONOR. 

corroí. 
De  qué  con  tanta  tristeza 
lenes,  Violante? 

violante. 
Señor, 
Pienso  que  el  mortal  rigor 
Con  que  hoy  he  visto  á  su  Alteza , 
De  ferie  se  me  ha  pegado; 
Que  el  sentir  y  el  padecer 
Contagio  debe  de  ser. 

coxde. 
Yo  también  vengo  enfadado, 
Ño  de  sus  penas,  aunque 
Las  siento  como  es  razón , 
Sino  de  la  presunción 

Y  la  vanidad,  con  une. 
Muy  preciado  de  galante 
Cortesano  y  muy  prudente, 
Mi  enemigo  Don  Vicente 
De  Fox,  se  puso  delante 
De  ti  para  acompañarte. 
¡Vive  Dios ,  que  si  no  fuera 
Por  ser  en  Palacio ,  hiciera 

§ue  aun  ni  á  verte  en  esta  parte 
e  atreviera ! 

VIOLANTE. 

Cortesías 
Fueron. 

CORDS» 

Por  eso  lo  digo; 
Que  no  ha  de  tener  coamigo 
Mi  enemigo  bizarrías. 
Mió  su  padre  lo  fué , 
Porque  en  la  composición 
De  Navarra  y  Aragón 
Siempre  mi  opuesto  le  hallé ; 

Y  siendo  asá  que  él  es  quien 
Heredó  rencor  igual. 
Quiero,  pues  lé  quiero  mal , 
Que  no  ande  conmigo  bien. 

violante. 

Bien  pudiera  responder 
Que  no  siempre  ha  de  durar 
La  enemistad  :  perdonar 
Al  contrario  suele  ser 
La  mayor  victoria:  y  mas 
Cuando  él  rindiéndose  viene , 

Y  á  servirte  se  previene. 

CON»E. 

¡Qué  necia,  Violante,  estás! 

Y  solamente  te  digo, 
Para  que  de  aquí  adelante 


No  el  disculpes ,  Violante , 
Que  sepas  que  es  mi  enemigo. 
Éntrate  en  mi  cuarto  luego : 
Conmigo  en  él  cenarás.  (Vate.) 

ESCENA  IX. 

VIOLANTE,  LEONOR. 

VIOLARTE. 

¿Hay  mas  desdichas,  hay  mas 
Pesares,  que  á  tener  liego? 
No  ,  que  solamente  en  mi 
Tantos  aunarse  pudieron , 
Solamente  en  mi  cupieron, 
Pues  tan  infeliz  naci. 
¿Que  Dou  Vicente  (que  ha  sido 
El  que  yo  mas  he  estimado) 
Es  ei  que  con  tanto  enfado 
Mi  padre  le  ha  aborrecido? 

Y  aun  no  para  aqui  el  dolor 
De  mis  sentimientos,  pues 
Aun  quedan  otros  después 
Que  averiguar  cou  amor. 
Don  Vicente,  por  los  celos 
Que  de  mi  sin  causa  tiene » 
Há  mil  días  que  no  viene 

A  verme  :  de  suerte  \  cielos ! 
Que  hoy  me  hallo  temerosa 
De  mi  padre ,  convencida 
De  mi  amor,  del  Rey  querida , 

Y  de  mi  amante  quejosa. 

Y  si  hubiera  de  decir 

De  todo  lo  que  mas  siente 
Mi  pecho,  es  que  Don  Vicente 
Sin  mi  ha  podido  vivir 
Tanto  tiempo.—  Leonor,  di , 
¿  Ha  por  ventura  pasado 
Siquiera  solo  un  criado 
Por  aquesta  caite? 

ESCENA  X. 

DON  VICENTE,  CHOCOLATE.-* VIO- 
LANTE, LEONOR. 

DOX  VICENTE. 

si, 

Que  ya  es  Justo  responder 
Por  ella ;  que  aunque  venia 
(Tan  harta  la  pena  mia 
De  sentir  y  padecer) 
A  darte  quejas  y  hacer 
Alarde  de  su  tormento, 
Ha  sido  tanto  el  contento 
De  escucharle  de  mi  hablar, 
Que  no  ha  dejado  lugar 
Donde  quepa  el  sentimiento. 
Por  esta  calle  he  pasado 
Una  y  mil  veces ,  Violante ; 
Solo  he  falladoel  instante 
Que  allá  con  el  Rey  be  estado» 

Y  esto  no  hubiera  faltado, 
A  no  verle  mis  desvelos 

A  mi  lado ;  pues  los  cielos 
Saben  .que  si  allí  vftia, 
Era  porque  allá  tenia 
Conmigo  todos  mis  celos. 
Todos  dije,  y  diiebien, 
Pues  porque  nada  fallara, 
1  Hasta  tu  belleza  rara 
Se  apareció  allá  también. 
No  pude  allí  en  ei  desden 
De  mis  desdichas  hablar ; 
Aqui  vengo  á  descansar, 

Y  tampoco  puedo  aqui : 
¿Adonde  pues  quieres,  di , 
Que  me  vaya  yo  á  quejar? 

LEONOR.  (Ap.) 
¿Hay  pena  mas  inhumana? 

VIOLANTE. 

Leonor,  á  esta  puerta  espera 


LEONOR.  {Ap.) 


;  Ay  Dios !  ¡  quién  quitar  pudiera 
La  cuerda  de  la  ventana ! 


(Apártate.) 


VIOLANTE. 

Don  Vicente ,  mi  tirana 
Pena ,  mi  fiero  pesar, 
Muy  otro  se  vieue  á  hallar 
Hoy  del  tuyo ;  pues  si  á  ti 
Te  quita  la  voz ,  á  mi 
Me  da  aliento  para  hablar. 
No  discurramos  aqui : 
Calla  tú ,  que  yo  hablaré , 

Y  pues  mia  la  acción  fué 
De  poderte  hablar  asi  < 
Es  justo  dejarme  á  mi 
Hablar  :  á  hablar  me  acomodo. 
No  extrañes  estilo  y  modo; 
Que  opuesto  nuestro  sentir* 
Pues  que  todo  lo  has  de  oir, 
Tengo  de  decirlo  todo. 

— Una  apacible  mañana 
De  abril ,  a  la  feliz  hora 
Que  sale  la  blanca  aurora 
Vestida  de  nieve  y  grana , 
A  divertir,  la  villana 
Pasión ,  que  con  mil  rigores 
Todo  era  en  mi  pecho  horrores , 
Al  campo  sola  sali. 

DON  VICENTE. 

Es  verdad ,  que  yo  te  vi 
En  el  campo  entre  las  flores. 

VIOLANTE. 

Había  por  la  ribera 
Vacadas ,  porque  otro  dia 
Fiestas  la  ciudad  hacia ; 

Y  una  desmandada  fiera, 
A  la  querencia  primera 
Volviendo,  me  aló  cuidado  : 
Tú  en  mi  defensa  empeñado, 
La  resististe  brioso , 

Tan  valiente  como  airoso, 

Y  tan  diestro  como  osado* 
Por  asegurar  mi  vida. 
Quedé ,  si  no  declarada, 
Desde  luego  enamorada. 
Festejada  y  asistida 
...*.*«*> 
Me  vi  de  tus  atenciones... 
Mas  ahorremos  de  razona* 
Pues  lloran  tantas  bellezas 
Cuantos  consiguen  finezas 
Quizá  por  obugackmes . 

Lo  que  embarazar  podía 
A  mi  ciega  voluntad, 
Que  era  aquesta^enemlstad 
Que  entre  nuestra  sangre  habla , 
Fué  medio  desde  aquel  diá 
Que  facilitó  el  favor; 
Porque  como  es  rayo  amor, 
Para  mostrar  su  rfoltocto, 
En  la  mayor  resistencia 
Hace  el  efecto  mayor. 
Correspondite  en  efeto ; 
Pero  no  ignoras  til  ignoro 
Cuánto  fui  atenta  al  decoro 
De  mi  honor  y  mí  respeto ; 
Pues  casada  de  secreto 
Me  vi ,  antes  que  tu  porfía , 
Venciendo  la  altivez  mia , 
A  pesar  del  rubio  coche , 
De  los  hurtos  de  la  noche 
Hiciese  cómplice  al  dia. 
Desta  maurra ,  esperando 
Confusa  nuestra  pasión 
De  declararse  ocasión , 
Gustosos  vivimos ,  cuando 
El  Rey  me  vio ;  y  procurando 
Dar  á  entender  sus  desvelos, 
Sus  ansias  y  sus  recelos... 

«  Falta  un  verso  á  esta  décima. 


J 


GUSTOS  Y.  DISGUSTOS  SON  NO  MAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


POS  VICENTE. 

Eso  diré  yo  mejor; 
Que  ai  callé  con  amor, 
No  puedo  callar  cou  celos. 
Viste  al  Rey... 

violante. 

Sin  que  prosigas 
Has ,  di  si  es  cordura  ó  no 
Que  siendo  tu  esposa  yo, 
Que  tienes  celos  me  digas. 

BOU  VICENTE. 

No  lo  es ;  pero  tú  roe  obligas 
A  estas  colpas  que  en  mí  están. 

VIOLASTE. 

¿Yo? 

DON  VICENTE.- 

Si ,  porque  si  me  dan 
Oculto  el  bien  merecido, 
No  soy  del  todo  marido» 

Y  soy  del  todo  «alan. 

Y  así,  divina  Violante, 
No  yerro  en  bablar  celoso, 
Pues  he  entrado  á  ser  tu  esposo 
Sin  salir  de  ser  tu  amante. 

Mi  corasen ,  no  te  espante 
Si  boy  como  dama  te  ama ; 
Que  no  se  ofende  tu  fama, 
Pues  entre  amar  y  temer, 
Llegaste  a  ser  mi  mujer, 
Sin  dejar  de  ser  mi  dama. 
Luego... 

ESCENA  XI. 

EL  CONDE.  —  Dichos. 

cosas.  {Dentro.) 
Violante. 

LEONOR. 

Señora, 
Mi  señor  llama. 

VIOLANTE. 

¡Ay  de  mi! 

LEONOR. 

Te ,  no  salga. 

VIOLANTE. 

Espera  atrai. 

LEONOR. 

Mejor  es  irte. 

VIOLANTE. 

Leonora , 
Quita  esas  luces. 

PON  VICENTE. 

Agora , 
Pues  te  turban  tus  rigores, 
No  será  justo  que  ignores 
Que  tiene  en  ules  desvelos        » 
Licencia  de  pedir  celos 
Marido  que  da  temores. 
(Y mué  Violante  y  Leonor,  y  llevante 
las  luces,) 

ESCENA  SU. 

DON  VICENTE,  CHOCOLATE. 

*  CHOCOLATE. 

¡frenos  y  a  oscuras  quedamos ! 

DON  VICENTE. 

Yo  poco  en  las  luces  llego 
A  perder,  porque  estoy  ciego. 

CHOCOLATE. 

Los  dos  pienso  que  lo  estamos, 
Pues  ni  vemos  ni  miramos 
Del  dafio  la  contingencia 
Ove  trae  tal  correspondencia , 
Yes... 

{Ruido  en  el  balcón.) 

DON  VICENTE. 

No  bagas  ruido 


Yo. 


CHOCOLATE, 

No  he  sido 


DON  VICENTE. 

Luego  otro  hace  este  ruido. 

CHOCOLATE. 

Concedo  la  consecuencia f. 

DON  VICENTE. 

Ya  es  mayor  mi  confusión. 

CHOCOLATE. 

Harto  grande  era  la  mia : 
Necesidad  no  tenia' 
De  crecer. 

DON  VICENTE, 

¡  Fiera  pasión ! 
¿No  ves  abrir  el  balcón? 

CHOCOLATE. 

.Si ,  que  como  oscuro  está , 

Y  abrieron  el  balcón ,  ya 
La  luz  se  ve. 

DON  VICENTE. 

¡  Hado  cruel ! 
Un  hombre  ¿  no  entra  por  él  ? 

CHOCOLATE. 

Y  grande. 

DON  VICENTE. 

¿Qué  espero  ya, 
Sin  que  aquí?..  Pero  ¿qué  intento? 
Callar  y  hablar  es  error. 

ESCENA  XH1. 

EL  REY,  por  el  balcón.— Dichos. 

ret. 
No  diga  que  tiene  amor 
Quien  no  tiene  atrevimiento. 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

Pero  ¿  tendré  sufrimiento 
Para  hallarme  en  semejante 
Ocasión ,  sin  que  constante 
Me  atreva  á  morir? 

CHOCOLATE. 

Detente. 
he?.  (Ap.) 
Todo  á  obscuras  y  sin  gente 
Está  el  cuarto  de  Violante. 
Habré  de  esperar  aouí 
A  que  venga  la  criada , 
Pues  de  todo  está  avisada. 

CHOCOLATE.  (Ap,  á  SM  OMO.) 

No  te  despeñes  asi, 
Sin  advertir  que  por  tf 
Puede  arriesgarse  el  honor 
De  Violante ,  y  es  rigor 
No  mirar... 

DON  VICENTE. 

(Fiero  castigo! 

CHOCOLATE. 

Que  es  casa  de  tu  enemigo. 

DON  VICENTE* 

No  detiene  mi  furor 
Eso ;  que  en  tan  triste  suerte, 
Si  me  suspendo,  sabrás 
Que  es  porque  fee  temido  mas 
Mis  desdichas  que  mi  muerte. 
El  Rey  será  ( ¡  dolor  fuerte ! ), 

Y  asi,  el  temor  de  si  es  él 
Me  fuerza  ( ¡  pena  cruel ! ), 

Y  el  ansia  de  saber  yo 

La  ocasión  que  ella  le  dio. 
Detras  de  aqueste  cancel 
Escondidos  nos  pongamos ; 
Que  aunque  ella  sabe  que  aqui 
Estoy,  él  no,  y  podrá  asi... 

*  Verso  suelto  entre  dos  décimas. 


¡  CHOCOLATE. 

i  Ya  en  escondernos  tardamos , 
Que  traen  luz. 

DON  VICENTE. 

Honor,  suframos 
Un  instante ;  que  no  quiero 
(Si  infeliz  me  considero) 
Crérlo  sin  mirarlo,  pues 
Aun  lo  dudaré  después 
De  haberlo  visto  primero. 
(Escóndense  Don  Vicente  y  Chocolate.) 

s 

ESCENA  XIV. 

VIOLANTE ;  LEONOR ,  con  luets.- EL 
REY;  DON  VICENTE  t  CHOCÓLA» 
TE,  ocultos. 

Ret.  (Ap.) 

Ruido  he  sentido  hacia  allí; 
Pero  de  quien  trae  será 
La  luz,  pues  se  acerca  ya. 

Lftomm.  (Ap.)» 

¡Oh  cuan  infeliz  nací , 
Pues  para  volver  aqui 
Aun  no  me  dieron  lugar, 
Eu  que  pudiese  quitar 
La  cuerda ! 

YIOLANTE. 

Deja,  Leonora, 
Aquesas  luces,  y  ahora 
Vuelve  allá  dentro  á  avisar 
Si  mi  padre  se  levanta. 

(Vase  Leonor.) 

BBV.  (Ap.) 


l  Quién  creta  que  mi  valor 
Tiene á  una  mujer  temor? 


VIOLANTE. 

Yaque...  jAy cielos! 

axi. 

«Qué  os  espanta? 

VIOLANTE. 

Señor,  yo... 

RET. 

No  os  turbéis :  tanta 
Es ,  Violante ,  mi  locura , 
Como  fué  vuestra  hermosura  : 
Della  aborrecido,  intento 
Saber  si  al  atrevimiento 
Se  le  sigue  la  ventura. 

violante. 
Cómo!  ¿  Vuestra  Majestad 
Ap.  ¿Qué  es  aquesto?  ¡Muerta  estoy!) 
la  venido  aqui?... 

RET. 

Yo  soy, 
Porque  vuestra  gran  beldad 
Persuadió  á  mi  voluntad 
Estos  empeños,  y  no 
Volveré  atrás,  porque  yo 
Soy  á  un  tiempo  rey  y  amante. 

VIOLANTE. 

Í  (Ap.  ¿Quién  vio  empeño  semejante? 
Qoiéu  mayor  desdicha  vio, 
Pues  no  sé  si  Don  Vicente 
Lo  oye?  Mas  iqué  desconfio , 
Si  siempre  mí  honor  es  mió. 
Que  esté  presente  ó  ausente  ?) 
vuestro  amor,  señor,  no  intente 
Con  ciega  resolución 
Profanar  de  mi  opinión  • 

La  deidad  que  vive  en  mi , 
Pues  sabe  que  no  le  di 
Ni  aun  la  mas  leve  ocasión. 
Atienda  de  mi  uobleta 
Al  heredado  respeto; 
Que  soy  quien  soy  en  efelo 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


I 


A  los  pies  de  vuestra  Alteza 
Esto}... 

REY. 

Con  mayor  belleza 
Después  que  turbada  os  vi. 
Nada  os  defiende  de  mí ; 
Que  do  importa... 

VIOLANTE. 

¡Ay  de  mi  vida ! 
rey. 

Que  asi  estéis  mas  defendida , 
Si  estáis  mas  Hermosa  asi. 

DON  VICENTE,  (hp.) 

¡Cielos !  no  se  dé  á  partido 
Mi  honor. 

REY. 

¿Quién  podrá  estorbar 
MI  ventura  y  tu  pesar? 

E0CENA  XV. 

DON  VICENTE;  CHOCOLATE,  que  se 
queda  al  paña.  — EL  REY,  VIO- 
LANTE. 

DON  VICENTE. 

El  que  fuere  su  marido  ; 
Que  ya  habiendo  vos  sabido 
Que  lo  soy,  vuestro  poder 
No  ha  de  quererme  ofender ; 
Que  el  amor  es  diferente 
A  una  mujer  solamente, 
Que  á  una  mujer  mi  mujer. 
De  secreto  estoy  casado 
Con  Violante ,  y  soy  su  esposo  : 
Pues  me  hizo  el  cielo  dichoso. 
No  me  bagáis  vos  desdichado, 
Y  perdonadme ,  si  osado 
Anduve;  que  mas  errara 
Si  al  ver  mi  afrenta,  callara ; 
Que  desaires  del  honor 
Son  muy  terribles ,  señor, 
Para  vistos  cara  á  cara, 

REY. 

'  No  sé  cómo  mi  valor 
Ha  tenido  sufrimiento 
Para  tanto  atrevimiento, 
Sin  castigar  mi  furor 
Tu  osadia  y  tu  rigor. 
(Saca  la  daga,  arrodíllame  los  dos ,  y 
detiene  Violante  al  Rey.) 

DOIf  VICENTE. 

A  tus  plantas  estoy  puesto. 
(Ap.  Asi  estorbaré  dispuesto 
Esa  especie  de  crueldad.) 

REY. 

¿Tú  le  guardas? 

VIOLANTE. 

Es  piedad. 

DOW  VICENTE. 

Es  ley, 

REY. 

£s  amor. 

ESCENA  XVI. 

EL  QQNDE.  —  Dichos. 

CONDE. 

¿Qué  es  esto? 
J&brense  les  rostros  el  Rey  y  Don 
™  Vicente.) 

VIOLANTE.  (Ap,) 

Llenóse  el  número  ¡  cielos ! 
De  mi  mal. 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

¡Qué  infeliz  luí ! 


REY.  (Ap.) 

¡Oh !  ¡  quiera  el  amor  que  aqui 
No  me  descubran  mis  celos! 

conde.  (Ap.) 

¡Dos  hombres  fueron,  recelos, 
Adonde  Violante  está ! 

violante.  (Ap.) 

Pues  estoy  perdida ,  y? 
Descubrir  es  importante 
Al  Rey. 

CONDE. 

¿Qué  es  eso,  Violante? 

VIOLANTE. 

Su  Majestad  lo  dirá. 

(Vate.  —  Descúbrese  el  Hey.) 

CONDE. 

¡Vuestra  Majestad,  señor, 
En  mi  casa  y  á  esta  hora, 
Rebozado!  ¿Quién  ignora 
Que  corra  riesgo  mi  uouoi:  ? 
¿Es  este  de  mi  valor 
El  premio  i  ay  Dios !  que  me  da  ? 
¿Es  este  el  lauro  que  está 
Para  mis  sienes  dispuesto? 
¿Qué  es  esto,  señor,  qué  es  esto  ? 

REV. 

Don  Vicente  os  lo  dirá.  ( Vate. 

CONDE. 

¡Don  Vicente !  ¡ Otro  castigo ! 
Pues  cuando  con  josta  ley, 
Voy  de  mi  hija  á  mi  Hey, 
De  mi  Hey  á  mi  enemigo. 
Para  escucharte  me  obligo, 
Pues  el  Rey  la  ley  te  da. 
Di,  ¿qué  es  esto? 

chocolate.  (Ap,) 
¿Cuánto  va , 
Según  lo  que  boy  estoy  viendo, 
Que  se  va  mi  amo,  diciendo 
Chocolate  lo  dirá?  (  Y  "te 

ESCENA  XVII. 

EL  CONDE ,  DON  VICENTE. 

DON  VICENTE, 

Generoso  Don  Ramón 
Conde  de  Monforte  invicto , 
Cuya  memoria  la  fama 
Ha  de  negar  al  olvido, 
Don  Vicente  soy  de  Fox , 
Si  noble,  ilustre  y  antiguo, 
TÉ  lo  sabrás ,  pues  me  das 
El  nombre  de  tu  enemigo. 
Si  te  he  dicho  mi  nobleza , 
No  sin  causa  le  la  he  dicho, 
Pues  de  uu  enemigo  ha  Itecho 
La  fortuna  en  mil  peligros 
Uu  amigo;  de  un  \ ¡llano 
Un  noble;  y  asi  yo  fío 
Mi  esperanza  en  mi  nobleza , 
pues  lo  difícil  no  pido» 
Sino  lo  fácil ,  supuesto 
Que  ya  que  noble  me  hizo 
Mi  fortuna,  hacerme  puede 
De  tu  enemigo  tu  amigo. 
La  bellísima  Violante 
Es ,  señor,  á  quien  previno 
El  cielo  por... 

CONDE. 

No  prosigas ; 
Que  va  de  verte,  adivino, 
Apadrinado  del  Rey 
En  mi  casa ,  cuál  ha  sido 
El  intento  que  á  los  dos 
A  estas  horas  ha  traído 
Para  concertar  con  ella 
Lo  que  no  podréis  conmigo; 


) 


) 


Pues  aunque  lo  mande  el  Rey 

Y  sea  el  tercero  mismo, 
No  te  daré  yo  á  Violante. 

DON  VICENTE. 

Ni  yo,  señor,  te  la  pido, 
Porque  en  mi  vida  pedí 
A  ninguno  lo  que  es  mió, 
Porque  es  Violante  mi  esposa. 

conde. 

Primero  este  acero  limpio 
Eu  tu  pecho.,. 

DON  VICENTE. 

No  tan  presto 
Colérico  y  vengaiivo 
Te  empeñes  eu  la  primera 
Pesadumbre  qne  te  digo; 
Que  faltan  muchas  que  oigas , 
Pues  nunca  uua  sola  viuo. 

CONDE. 

Pues  dilas  todas ,  verás 
Que  auu  á  todas  no  me  rindo. 

DON  VICENTE. 

Violante  es  mi  esposa  :  el  cielo 
Este  casamiento  hizo. 
El  suceso,  el  modo...  ahora 
No  apuremos  sus  designios. 
De  secreto  desposados 
Dos  años  há  que  vivimos , 
Siendo  el  silencio  y  la  noche... 

CONDg. 

No  sé  cómo  me  reprimo, 

|}0N  VICENTE. 

Aun  no  es  esto  lo  peor  : 
Guarda  los  templados  bríos 
Para  ocasión  mas  forzosa ; 
Pues  cuanto  hasta  aqui  has  oido 
Toca  solo  á  las  razones 
De  estado  de  tus  designios , 
Que  es  nuestras  enemistades ; 
Pero  no  toca  eu  lo  vivo 
De  tu  honor,  que  adoleciendo 
Esta  de  mayor  peligro. 
qoNDE. 
¡Mi  honor ! 

DON  VICENTE. 

Tu  honor  y  mi  honor ; 
Mira  si  hacerte  es  preciso 
De  parte  ya  de  mis  ansias , 
Pues  en  un  proprio  navio 
Corriendo  tormenta  están 
Juntos  hoy  tu  honor  y  el  mío ; 

Y  no  has  de  escapar  el  tuyo 
Del  no  esperado  bajío 

Sin  el  mió,  pues  ya  soq 

Mi  honor  y  el  tuyo  uno  mismo. 

conde. 

(Ap.  Ya  es  de  otra  materia  esto. 
Adiós,  reucores  antiguos; 
Que  con  el  honor  no  na  y  temas, 

Y  él  ha  de  ser  preferido.) 
Prosigue,  no  temas,  di, 

Habla  claro,  pues :  ¿qué  ha  habido? 

DQN  VICENTE. 

De  Violante  enamorado 
El  Rey... 

CONDE.  (Ap.) 

Pendiente  de  no  hilo 
El  alma  tengo. 

DON  VICENTE. 

Escaló 
El  sacro  homenaje  antiguo 
De  tu  casa ,  y  por  aqueste 
Balcón... 

conde.  (Ap.) 

No  sé  cómo  vivo. 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  SON  NO  MAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


DON  VICENTE. 

Entró  aquesta  noche. 

CONDE. 

¿Dando 
Violante  ocasión? 

DON  VICENTE. 

•  •     Si  á  oirlo 
Ni  á  preguntarlo  llegara 
De  otro  que  de  ti ,  imagino 
Que  por  las  bocas  del  pecho 
Acabara  de  decirlo , 
Porque  quien  pregunta ,  duda ; 

Y  de  honor  tan  claro  y  limpio» 
Aun  es  la  pregüuta  ofensa , 
Por  ser  de  la  duda  indicio. 

conde.  (Ap.) 

No  me  Ya  desagradando 
Para  yerno  el  enemigo. 

DON  VICENTE. 

No  le  dio  ocasión  Violante; 
El  sin  avisar  se  vino ; 

8ue  como  es  rayo  el  poder, 
iere  aun  antes  del  aviso. 
Estaba  yo  en  esta  cuadra , 
Mientras  Violante  contigo, 
Coando  por  ese  balcón 
Entrar  rebozado  miro 
Un  hombre :  reconocerte 
Quiero,  y  no  me  determino ; 
No  tanto  porque  me  hiciese 
Cobarde  a  mi  mi  delito, 
Cuanto  por  averiguar 
Si  era  llamado  ó  venido. 
Volvió  Violante,  y  adonde 
Me  dejó,  allí  en  improviso 
Halló  al  Rey ;  que  siempre  amor 
Tales  tropelías  hizo. 
Turbóse  Violante ,  el  Rey 
Se  disculpa,  yo  me  animo 
Con  el  desengaño...  Ella 
Confusa  y  turbada,  él  fino, 
Ella  cobarde,  yo  triste 

Y  él  despechado,  estuvimos, 
Hasta  que  pasando.  ~ 

CONDE. 

D¡. 
DO*  VICENTE. 

Persuasiones  de  rendido 
A  fuerzas  de  poderoso, 
A  salir  me  determino 
A  embarazar  con  mi  muerte 
Mi  muerte ,  iticieodo  altivo 
Que  era  mi  esposa  Violante. 

CONDE. 

Fué  bien  hecho  y  fué  bien  dicho. 

DON  VICENTE. 

Al  ruido... 

CONDE. 

No  digas  mas : 
Todo  lo  sé  desde  el  ruido, 
Cuyo  escándalo  es  forzoso 
Atajar  en  los  principios  t 
Porgue  do  suene  en  la  calle , 
Ya  que  en  mi  casa  se  hizo. 
El  modo  para  atajarlo 
Es  menester  prevenirlo; 

Y  solamente  de  plazo 

De  aquí  i  mañana  te  pido. 
En  la  cámara  del  Rey, 

Y  delante  del  Rey  mismo, 
He  de -darle  la  respuesta. 

DON  VICENTE. 

Tanto  de  tu  valor  fio 
Que  espero  pondrás  al  daño 
Reparo,  y  no  precipicio, 
One  con  ser  mi  obligación 
Hoy,  4  todo  trance  mió, 


1  Poner  en  salvo  á  Violante, 
No  lo  inteulo. 

«CONDE. 

Has  discurrido 
Cuerdamente;  qué  segura 
Queda  ella ,  pues  yo  vivo. 

DON  VICENTE. 

Eres  prudente. 

CONDE. 

Soy  padre , 

Y  ya,  el  daño  sucedido, 
Solicito  deshacerle, 

No  aumentarle  solicito. 
{Ap.  Pues  aunque  sienta  casarla 
Con  el  que  fue  mi  enemigo, 
Sintiera  mas  ver  mi  honor 
Amancillado  y  perdido ; 

Y  en  dos  peligros  forzosos, 
Cordura  y  prudencia  ha  sido 
Con  el  peligro  menor, 
Vencer  el  mayor  peligro. ) 


EET. 


J- 


JORNADA  SEGUNDA. 


Sala  del  real  alcázar. 

ESCENA    PRIMERA. 

EL  REY,  DON  GUILLEN. 

DON  CHILLEN. 

presto  te  has  levantado. 

be't. 

Nunca  mas  tarde  despertó  el  cuidado; 

Que  como  es  jornalero 

De  tan  grandes  tareas ,  el  primero 

Del  mundo  se  levanta 

Para  acudir  a  todos. 

DON  GUILLEN. 

No  me  espanta 

8ue  el  lance  sucedido 
esvelado,  señor,  te  haya  tenido. 
Yo,  que  en  la- calle  estaba , 

Y  que  el  paso  y  la  calle  le  guardaba , 
Cuando  vi  que  salías 

Por  la  puerta,  y  en  día  ruido  bacías 

Sin  recalarle  nada , 

Muerto  quedé,  teniendo  imaginada 

Auu  menos  importante 

Pesadumbre  en  bis  iras  de  Violante  : 

Mira  lo  que  seria 

Cuando  oyó  de  lu  voz  la  atención  mía 

Lo  que  te  había  pasado. 

Siendo  empeño  tan  grande  y  tan  pesado 

Como  hallarte  presente 

En  aquella  ocasión  á  Don  Vicente 

Y  después  del  al  Conde. 

EET. 

Mi  dolor  á  esas  causas  corresponde , 

Y  entre  tantos  desvelos, 

Con  ser  tanto  mi  amor,  tantos  mis  ce- 
Si  de  todo  pudiera  [los, 
Enmendar  algo  al  lance ,  solo  fuera 
El  haberme  ausentado 
De  allá ,  sin  que  quedara  efectuado 
El  casamiento,  y  paz  de  Don- Vicente 
Con  el  Conde;  que  fué  muy  imprudente 
Acción  dejar  allí  dos  enemigos 
Sin  terceros  ni  medios  ni  testigos , 
Tan  ciegos,  tan  confusos,  tan  turbados, 

Y  en  un  lance  de  amor  tan  empelados. 
Mas  ¿ quién,  Don  Guillen ,  fuera 

Tan  cabal ,  tan  atento,  que  tuviera 

En  tales  ocasiones 

Prontas  á  lo  mejor  las  atenciones? 

Yo  lo  erré  en  auseutarme ; 

Pueda  hoy  el  conocerme  disculparme. 

DON  CDILLEN. 

Digno  es  de  tu  atención  ese  cuidado. 


Muerto  estoy  por  saber  en  qué  ha  para- 
De  los  dos  el  empefio.  (do 

DON  GUILLEN. 

No  ha  sido  tan  pequeño 

Que  pueda  discurrirse 

E1  fin;  pero  si  debe  prevenirse 

Alguno,  es  que  habrá  andado 

El  Conde  muy  átenlo  y  reportado; 

Pues  basta  que  se  vea 

Introducido  en  él  /para  que  sea 

Cuerda  resolución  la  que  tomase. 

Porque  á  evidencia  pas% 

Este  discurso  mió, 

Juntos  vienen  los  dos,  de  que  conffo 

Que  paz  habrán  ya  hecho. 

EET. 

El  corazón  no  cabe  ya  en  el  pecho. 

ESCENA*  IL 

EL  CONDE ,  DON  VICENTE.  — 
Dichos. 

DON  VICENTE.  (Ap.  OÍ  Conde.) 

Esperando  en  aquesta 
Sala ,  señor,  estaba  la  respuesta 
Que  anoche  me  ofreciste 
Dar  detente  del  Rey/ 

CONDE. 

Muy  bien  hiciste 
En  no  verle  la  cara , 
A  ntes  que  yo  contigo  á  bablatieentrara ; 
Que  importa  que  convengas 
En  cuanto  yo  le  diga. 

DON  TÍCENTE. 

Auuque  prevengas 
A  sus  ojos  mi  muerte, 
Eu  todo  estoy  dispuesto  á  obedecerte. 

CONDE. 

(Ap.  ¿Que  contra  mi  deseo , 

Mi  venganza  i  mi  cólera,  me  veo 

Determinado  á  hacerme 

De  pane  de  mis  ansias,  á  ponerme 

Aliada  de  mi  pena?  (na 

Pero  fuerza  ha  de  ser,  puesque  lo  orae- 

Mi  honor  asi ;  que  hacer  es  grao  cordura 

A  viólenlo  dolor,  violenta  cura.) 

A  tus  pies,  gran  señor,  vengo  rendido. 

eet.  {Ap.) 
De  nada  me  daré  por  entendido 
Miéulras  no  se  declare. 

son  VICENTE.  (Ap.) 

¡Piedad,  cielo, 
En  tanta  confusión ! 

EET. 

Alzad  del  suelo, 
Conde :  ¿qué  pretendéis? 

CONDE. 

Arrepentido 
Del  tiempo  que  tus  reinos  he  tenido 
Alterados ,  señor ,  con  novedades 
Que  causaron  las  dos  parcialidades 
De  la  casa  de  Foz  y  de  la  mia , 
Paces  con  Don  Vicente  hice  este  dia; 
Y  para  que  se  vea 

Que  esta  amistad  eterna  A  los  dos  sea, 
Sin  que  a  borrarla  nada  sea  bastante, 
Por  fiador  ha  salido... 

EET. 

¿Quién  ? 

CONDE. 

í  Violante , 

|  Mi  bija,  que  por  esposa  se  la  be  dado. 

1  Tu  ucencia  me  falta;  y  no  he  dudado 

Tenerla,  porque  intento  que  es  tan  justo 

La  trae  anticipada.  Y  que  es  tu  gusto 


COMEDIAS  D£  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  U  BARCA. 


Lo  sé  ya ,  |>ues  tú  minuto  roe  dijiste 
(Alguna  vez  que  en  confusión  me  vu}to 
Sobre  lo  que  en  aquesto  hacer  debía) 

?ue  Don  V  icen  le  4  mi  me  lo  diría ; 
hallo,  señor,  que  es  esto  conveniente 
A  lo  que  a  mi  me  ha  dicho  Don  Vicente. 

REY. 

Está  bien  entendido ; 

Muy  cnerdo  habéis  andado  y  advertido. 

Estimo,  como  es  justo,  la  prudencia; 

Y  si  no  fftlta  mas  do  mi  licencia, 
Ya  la  teoeis. 

DOffwiQEjrrc. 

Dame  á  besar  la  mano, 
Pues  boy  pop  ti  tanto  imposible  gano, 
Como  verme  seguro 
En  las  felicidades  que  procuro , 
Siendo  Violante  quien  las  paces  fía , 
Tu  esclava,  hija  delCoude  y  mujer  mia. 

RKY. 

Bien  dices,  está  bien ,  sea  norabuena. 
iAp.  \  Que  yo  dé  parabienes  i  mi  •pena! 
Mas  reportaos ,  desvelos , 
No  reventéis  la  mina  do  mis  celos.) 
Para  gustos  de  amor  aun  luego  es  tarde: 
No  esperéis  mas. 

CONDE, 

Tu  vida  el  cielo  guarde 
La  edad  del  fénix.  —  Esta 
Ib  sido,  Don  Vicente,  la  respuesta 
Qué  daros  lie  ofrecido. 
Vuestra  es  Violante. 

DON  VICENTE. 

A  vuestros  pies  rendido , 
SeSor,  responda  mudo 
El  corazón  lo  que  explicar  no  pudo 
La  lengua ;  solo  os  digo  [migo. 

Que  un  esclavo  hacéis  hoy  de  un  ene- 
Aonaue  no  es  novedad  lo  que  yo  alabo. 
¿Qué  enemigo  rendido  no  es  esclavo  ? 

COXDE. 

No,  no  «©agradezcáis  hoy,  Don  Vicente, 
Lo  que  no  hice  por  vos,  pues  claramente 
Se  sabe- «i  eJ  agrado  que  hoy  os  mués  - 

[tro 
Que  nada  as  doy,  pues  todo  era  ya  vues» 

( Vemee  el  Gante  y  DottVioente.)  ("tro. 

ESCENA  ni. 
EL  REY  ,  DON  GUILLEN. 

DON  GUILLEN.  [do! 

('Qué  cuerdamente  el  Conde  haprocedi- 

KEY. 

¿  Hanse  ido  ? 

DOX  GUILLEN. 

Sí  ,  ya ,  gran  señor,  se  han  ido. 

MT. 

Pues  estoy  solo  contigo , 

Y  sin  escrúpulo  y  miedo 
De  mis  vanidades,  puedo 
Hacerle,  Guillen .  lesiigo 
De  tan  Justo  sentimiento, 
Salgan  del  pecho  veloces 
Poblando  quejas  y  voces 
La  región  alta  del  viento. 

DON  GUILLEN. 

Pu« ,  i  qraé  novedad ,  señor  , 
Ahora  tales  desvelos 
Te  ocasiona  ? 

BUY. 

Amor  y  celos; 

Y  «i  fué  bastante  amor 
A  verme  como  me  vi , 
Advierte  lo  que  será 
Amor  une  con  celos  ya 
be  conjura  contra  mi. 


DON  G0ILLEH. 

Si  tú  mismo  ahora  decias 
Que  allí  haber  hecho  quisieras 
Esta  paz ,  y  consideras 
Lo  mismo  que  pveteudias; 
Que  no  .te  queda,  sospecho, . 
Que  sentir  nuevo  rigor , 
Pues  miras  hecho,  señor, 
Lo  que  quisiste  haber  hecho. 

rsy. 

De  hacer  algún  bien ,  es  tal 
La  alabanza ,  Don  Guillen , 
Que  haciendo  uno  ajeno  búnu 
No  siente  su  propio  mal ; 
Pues  por  consuelo  le  queda 
Lo  bien  que  procede  allí : 
Luego  en  este  caso,  á  mi 
No  hay  elección  mia  que  pueda 
Dejarme  á  mi  satisfecho 
De  que  yo  lo  hice ,  pues 
Ellos  lo'ban  hecho ,  y  no  es 
Consuelo  el  verlo  yo  hecho  : 

Y  asi ,  postrado  y  rendido , 
No  bailo  medio  a  mi  dolor, 

DON  GUILLES. 

El  olvido  es  el  mejor. 

REY. 

¿Dónde  se  vende  el  olvido! 
¿Esa  es  cosa  que  la  halla 
Algún  tesoro  á  comprar? 

DON  GUILLEN. 

No ,  mas  el  quererla  hallar. 

REY. 

No  digas  tal ,  calla ,  calla ; 
Que  si  olvido  se  pudiera 
Hallar,  ¿quién  no  le  buscara? 
Antes  al  revés ,  repara 
En  que  no  hay  nadie  que  quiera 
Del  olvido  hallar  la  gloria, 
Que  no  se  dé  por  vencido , 
Pues  a  comprar  el  olvido 
Va  cargado  de  memoria; 

Y  yo ,  en  Gn,  desesperado 
De  no  bailarle,  be  de  buscar 
Cuantos  medios  pueda  hallar 
Mi  desvelo  y  mi  cuidado , 
Para  conseguir,  Guillen, 
De  mi  esperanza  ei  empleo ; 

Y  uno  que  be  pensado ,  creo 
Que  es  el  que  me  esta  mas  bien. 

DON  GUILLE*. 

¿Qqerr&s,  señor,  escuchar 
Un  consejo  ? 

REY. 

Si  querré ; 
pero  no  le  lomaré. 

DON  GUILLEN. 

Pues  no  te  le  quiero  dar ; 
Que  será  segundo  error 
Despreciarle. 

REY. 

Y  haces  bien. 
¿Por  qué  imaginas ,  Guillen , 
Que  los  gentiles  á  Amor 
Dios  y  no  rey  le  aclamaron , 
Siendo  asi  que  los  demás 
Dioses ,  provincias  verás 
Que  como  reyes  mandaron? 

DON  GUILLEN. 

Nuevo  ha  de  ser  el  conecto . 
Dile. 

REY. 

Pues  sabrás  que  fué 
Porque  el  amor  no  se  ve 
A  otro  parecer  sujeto. 
Consejos  por  justa  ley 
Tiene  el  rey ;  pero  Dios  no  : 

Y  así ,  el  Amor  se  llamo 


Siempre  dios,  y  nunca  rey. 
Dando  á  entender  en  bosquejo» 

Y  sombras ,  que  ha  de  tener 
Amor,  como  dios,  poder, 

Y  no,  como  rey,  consejos.      (Van$e.) 

Sala  en  casa  del  Conde. 

ESCENA  nr. 
VIOLANTE,  LEONOU. 

LEONOR. 

Si  desla  suerte ,  señora , 
Con  los  extremos  que  haces, 
Das  lugar  á  la  pasión , 
Podrás  resistirla  tarde. 

VIOLANTE. 

Si  yo  llegara,  Leonor, 
A  oir  consuelo  semejante 
De  otra  como  yo,  pudiera 
Ser  que  llegara  á  estimarle : 
Pero  á  ti ,  ¿cómo  es  posible 
Que  te  agradezca  el  que  trates 
De  consolarme ,  sabiendo 
Yo  que  tú  la  causa  sabes? 

LEONOR. 

8ue  la  sé  es  verdad ;  mas  como 
e  sido  participante 
Della ,  lo  quisiera  ser 
Del  consuelo. 

VIOLANTE. 

Pues  mal  fcaoes 
En  deshacer  el  dolor , 
Si  pretendes  aliviarle. 
No  es  consuelo  de  desdichas , 
Es  otra  desdicha  aparte 
Querer,  á  quien  las  padece, 
Persuadir  que  no  son  tales. 
Si  sabes  lo  que  buboauooba 
En  esta  casa ;  si  sabes 
Que  después  que  Dou  Vicente 
Solo  quedó  con  mi  padre , 
Después  de  varios  dUonrsos, 
Que  no  pude  «cuchar  nadie , 
Mi  padre  le  dejó  ir, 

Y  sin  verme  á  mi  ni  hablarme, 
En  su  cuarto  se  encerró; 

Si  sabes,  al  lin,  que  sale 
j  De  casa  aquesta  mañana 

Con  aquel  mismo  semblante 
i  Que  si  no  hubiese  pasado 

Por  él  tan  estrecho  lauce , 

¿Cómo  dudas  que  habrá  ido 

A  buscar ,  para  vengarse , 

Varios  medios,  y  que  yo 

Estoy  eu  riesgo  notable , 

De  su  valor  y  mi  muerte» 

Esperando  por  insumes 

La  resolución?  porqué 

El  que  disimulos  hace 

A  su  enojo,  y  no  le  riñe, 

Es  que  trata  de  vengarle. 

ESCENA   V. 

CHOCOLATE.-  VIOLANTE,  LEOftOH. 

CHOCOLATE. 

Con  mas  miedo  que  vergüenza, 
Si  bien  no  son  novedades 
No  leuer  vergüenza  yo , 

Y  tener  miedo,  entro  á  hablarte. 

VIOLANTE. 

Chocolate ,  ¿  cómo  asi 
Entras?  ¿No  ves?... 

CHOCOLATE. 

No  te  espante ; 
Que  por  la  mañana  puede 
bntrar  cualquier  chocolate 
A  visitar  una  dama. 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  $ON  NO  MAS  QU&  IMAGINACIÓN. 


VIOLARTE. 

I A  qué  vienes  aquí?' 

CHOCOLATE, 

A  darle 
Un  recado  de  mi  amo , 

Y  á  saber  de  ti. 

VIOLANTE. 

¿Y  qué  hace? 

CHOCOLATE. 

Toda  la  noche  se  estovo 
Clavado  en  estos  umbrales , 
Serenttisao  señor , 
Sin  ser  príncipe  ni  infante , 
Prevenido  por  si  fuese 
En  tu  socorro  importante; 

Y  basta  ahora  se  estuviera , 
Si  el  sol ,  celoso  y  amante , 
A  cuchilladas  de  luces 
No  le  echara  de  la  calle. 
A  easa  se  fué ,  y  al  ponto 
Della  salió :  hacia  qué  parte 
No  sé,  por  i  me  me  mandó 
Que  yo  viuiese  á  informarme 
De  si  había  novedad 
Alguna  en  tu  casa.  Un  paje 
Dijo  que  estaba  en  Palacio 
El  Conde,  y  me  atreví  á  entrarme 
Hasta  aqnl ,  adonde  tú  ahora 
Lo  has  oído  de  mi  lenguaje. 
Di  qué  quieres  qne  le  diga , 

Y  aea  algo  que  aliviarle 
Pueda ;  que  esté  el  pobre  Jóvén 
Tan  confuso,  tu  ti  cobarde , 
Tan  desesperado ,  tan 
Postrado,  tan  miserable, 
Tan  aburrido,  que  temo... 

VIOLANTE. 

¿Q«é? 

CHOCOLATE. 

Siie  ha  de  meterse  frene, 
revé  la  respuesta : 
No  venga  el  Conde  y  me  beMe; 
Que  en  gramáticas  de  amor 
Los  sirvientes  mas  leales 
personas  que  padecen , 
ser  personas  que  hacen. 

VIOLARTE. 

Di  á  Don  Vicente  que  yo 
Estoy... 

ESCOTA  VI. 

EL  CONDE.  —  Dichos. 

conos.  {Dentro.) 

Esperad,  que  entes 

8oe  vos  entréis,  solicito 
ablarlayo, 

LEONOR, 

De  tu  padre 
Es  esta  voz. 

CHOCOLATE. 

No  se  dijo 
Por  ella  la  voz  del  ángel. 

VIOUNTE. 

¿Que  aun  este  pequeño  a«ar" 
No  ha  querido  perdonarme 
Mi  fortuna? 

chocolate.  (Alzándola  voz  á  pr#pá$Ífo.) 
Yo  he  de  entrar, 
{Sale  el  Conde.) 

cosos. 
¿Adonde? 

CHOCOLATE. 

Adonde  gustare 
Yuesefioría ,  porqué 
Soy  tan  cortés  y  galante . 
Que  en  mi  vida  entré  si  no 
Donde  los  condes  me  manden. 


CONDE. 

Parece  que  tenéis  miedo. 

VIOLANTE.  {Ap.) 

¡  Hay  desdicha  semejante ! 

Leonor.  {Ap.) 
El  le  mata. 

CONDE. 

¿Qué  buscáis? 

CHOCOLATE. 

Nada. 

CONDE. 

¿Quién  sois  vos? 

CHOCOLATE, 

¿Yo?  nadie. 

CONDE. 

En  tanto  que  me  habéis  dicho 
Todos  estos  disparates , 
He  estado  haciendo  memoria 
Yo  de  que  os  conozco  entes 
De  ahora. 

chocolate. 
Pues  no  lo  crea ; 
Que  hay  mil  memorias  locales. 

CONDE. 

De  Don  Vicenta  de  Fox* 
¿No  sois  criado? 


VIOLANTE. 


¿Hay  tan  grande 
Testimonio?   • 

CONDE. 

Deiloseres. 

CHOCOLATE. 

¡Un  conde  tan  venerable, 
De  la  mosa  de  Pílelos 
Ha  de  aprender  el  lenguaje. 
Y  decir  :  Tu  e*  ittés  ett 

CONDE. 

Ahora  bien ,  ya  llega  tarde 
Mi  enojo  :  ¿  todos  comprenden 
Los  perdones  generales. 
Idos  con  Dios. 

CHOCOLATE.     . 

Yo  estoy  tal , 
Señor,  que  en  aqueste  instante 
Aun  con  el  diablo  me  fuera. 

CONDE. 

Idos  presto. 

CHOCOLATE. 

Que  me  place.       (Vase,) 

VIOLANTE.  {Ap.) 

Tantos  disimulos  ¡  cielos  1 
¿  Eu  qué  han  de  parar  ?  . 

CONDE. 

Violante» 
¿Estés  sola? 

VIOLANTE, 

Sola  esté 
Leonor  conmigo. 

conde. 

AHnstaute 
Salte,  Leonor,  aliMuen. 

LFONOR.  {Ap.) 

Aquf  es  requiescat  in  pace.      {Vate.) 

,    EMBVAVn. 

DON  VICENTE,  al  paño.— EL  CONDE, 
VIOLANTE. 

DON  VICENTE.  {Ap.) 

No  me  sufre  el  corazón 
Dejar  (desde  aquesta  parte 
Donde  el  Conde  me  ha  dejado) 
De  ver  qué  dice  ó  qné  hace. 

CONDE. 

Violante,  yo  he  pretendido... 


Detente,  seftor;  no  pases 

(Si  es  que  has  de  darme  la  muerte) 

Con  el  discurso  adelante , 

Sin  conceder  é  mis  ansias 

Tiempo  para  disculparme. 

Sabe  el  cielo... 

CONDE* 

No  prosigas 
En  tus  disculpas;  que  en  balde 
Son  ya ,  pues  para  conmigo 
Llepau  ociosas  y  tarde. 
Nada  de  lo  que  Imaginas 
Es  en  lo  que  vengo  á  hablarte» 
Con  mi  gusto  (va  lo  es) 
Estés  casada,  Violante.  . 

VIOLARTE* 

¿  Casada ,  y  con  gusto  tuyo? 

conde. 
Si. 

VIOLANTE.  {Ap.) 

Mis  infelicidades , 
¿Qué  esperan  ?  pues  no  serán 
Bodas  que  su  gusto  hace , 
Con  su  enemigo. 

CONDE. 

¿De  qué 
Tan  nuevos  extremos  haces  ? 

VIOLANTE. 

Estoy  pensando ,  señor, 
Que  si  esto  es  asegurarte 
De  las  sospechas  que  anoche 
En  tí  introdujo  aquel  lance , 
No  haces  bien ,  pues  esto  es 
Dncifle»  y  no  remediarle. 

CONDE. 

¿Y  si  fuese  Don  Vicente 
El  que  yo  pretendo  darte 
Por  esposo  ? 

violante.  (Ap,) 

.  El  solicita 
Con  este  engaño  informarse 
De  la  verdad  de  mi  amor, 

Y  le  ha  de  salir  en  balde. 

don  vigente.  {Ap.) 

Ahora  es  cuando  le  agradece 
El  que  conmigo  la  case. 

violante. 
A  Don  Vicente  le  diera 
Méqps  M  mano  que  á  nadie, 
Por  no  hacer  en  tiempo  alguno 
De  las  sospechas  verdades ; 

Y  asi ,  yp  con  Don  Vicente 
No  casaré,  aunque  me  mates. 

DON  VICENTE.  {Ap.) 

i  Cielos !  ¿qué  es  esto  que  escudo? 

CONDE. 

Cuando  pensé  que  te  echases 
A  mis  pies  agradecida , 
¡  Cou  esos  extremos  sales T 
{Ap.  ¿Qué  fuera  que  Don  Vicente 
A  mi  anoche  me  engañase 
Por  librarse  y  conseguir 
Con  este  medio  mis  paces? 
Mal  hice  en  hablar  al  Rey, 
Sin  haber  hablado  antes 
Con  Violante.  ¡  Oh  cielos ,  cuántas 
Penas  de  una  pena  nacen ! 
Mas  si  lo  erré ,  ya  es  forzoso 
Llevar  el  yerro  adelante.) 
Violante ,  que  tus  extremos 
Sean  mentiras  ó  verdades , 
Ya  estés  casada.  Yo  quise. 
Primero  .que  á  verte  entrase, 
Prevenirte  de  mi  intente, 

Y  decirte  que  mirases 
La  obligación  en  que  hoy 


10 


(Ap.  ¿Quién  vio  extremos  semeii 
¡Añora  él  triste,  ella  suspensa! 


Te  pongo ;  no  pienso  hablarte 
Nada ;  y  porque  veas  cuan  poco 
Plazo  el  desengaño  trae , 
Eutrad,  señor  Don  Vicente, 
Que  ya  os  espera  Violante. 

(Sale  Don  Vicente  muy  triste.) 

violante.  (Ap.) 
Cielos !  ¿  es  esto  verdad  ? 

CONDE.    , 

Ni  rehuses  ni  dilates. 
Viólame ,  lo  que  le  mando. 

VIOLANTE.  (Ap.) 

¿Hay  cosa  como  rogarme 
Lo  mismo  que  yo  deseo  ? 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

i  Hay  cosa  como  mirarme 
Yo  en  tantas  dichas  dudoso  ? 

CONSE. 

jantes? 
iAuura  ei  irisie,  eirá  suspens 
Mi  honor  de  todo  me  saque.) 
Violaute,  dale  la  mano. 

VIOLANTE. 

Basta  que  tú  me  lo  mandes. 

CONDE. 

Eres  tú  muy  obediente.  — 
Llegad  :  ¿de  qué  os  turbáis? 

DON  VICENTE. 

Naceu 
Mis  turbaciones  de  verme 
Dueño  de  dicha  tan  grande. 

conde. 
Pues  no  os  turbéis;  que  aunque  novio. 
Es  para  turbaros  Urde. 
Ya  estáis  casados  los  dos, 
Y  ya  que  en  aquesta  parte 
Yo  mi  obligación  cumplí, 
Venciendo  dificultades, 
Cumpla  cada  uno  las  suyas  : 
Después  no  se  quejé  nadie. 

violante. 
Esa  palabra  te  doy... 

(Vate  el  Conde.) 

ESCENA  VkU. 

VIOLANTE,  DON  VICENTE. 

VIOLANTE. 

Pues  ya  no  hay  de  qué  quejarme; 
Que  con  una  dicha  sola , 
Que  boy  la  rortuoa  me  trae , 
Ku  paz  se  ha  puesto  conmigo : 
Y  auuque  de  untos  pesares 
He  fué  deudora,  con  este 
Bien  le  perdono  el  alcance. 

DON  VICENTE. 

Yo  no  daré  esa  palabra ; 
Que  aunque  tantas  dichas  gane 
Como  haberme  declarado 
Dueño  tuyo ,  bien  Un  grande 
Me  da  con  tanta  pensión 

t*  Ay  de  mi !  como  mirarte 
orzada  para  ser  mia. 
Hermosísima  Violante, 
¿Que  hubo  menester  hacer   . 
Tantos  esfuerzos  tu  padre? 

violante. 
He  visto  Un  pocas  veces 
A  la  fortuna  el  semblante, 

§ue  desconocí  las  señas , 
pensé  que  me  engañase, 
Por  apurar  la  verdad 
De  mi  amor. 

DON  TÍCENTE. 

Aquesto  baste. 
No  digas  mas,  pues  á  quien  I 


COMEDIAS  ÜE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Desea  desengañarse, 
A  muchas  penas  sola  una 
Satisfacción  es  bastante. 
Dame  mil  veces  los  brazos; 
Que  deseo  asegurarme 
De  que  son  míos ,  y  dar 
Al  sol  de  mis  dichas  parte  : 
Sepa  el  dia  mi  ventura , 
Pues  ya  la  noche  la  sabe. 

ESCENA  IX. 

LEONOR  t  CHOCOLATE,  que  salen 
cada  uno  por  su  puerta.— VIOLAN- 
TE, DON  VICENTE. 

leonor. 
De  lo  que  supe  allá  afuera... 

chocolate. 
De  lo  que  supe  en  la  calle..* 

LEONOR. 

A  darte  mil  parabienes... 

chocolate. 

Mil  parabienes  á  darte... 

LEONOR. 

Vengo. 

CHOCOLATE. 

Yo  Umbien ,  y  tengo 
De  hablar,  dueña  honrada ,  antes 
Que  vos. 

LEONOR. 

Pues  ¿de  cuándo  acá 
Lacayos  parangón  hacen 
Con  las  dueñas? 

chocolate. 

Yo  no  entiendo 
Parangónicos  lenguajes; 
Solo  sé  que  los  lacayos 
Jurisdicción  inviolable 
Tenemos  sobre  Jas  dueñas. 

LEONOR. 

¿Cómo? 

chocolate. 
El  argumento  es  fácil 
En  la  casa  de  un  señor 
El  lacayo  niéuos  grave 
Sobre  el  mas  grave  animal 
Tiene  dominio  bastante. 
La  dueña  no  es  mujer  ni  hombre,, 
Sino  otro  animal  aparte  : 
Luego  mandará  en  las  dueñas 
Quien  manda  en  los  animales. 

LEONOR. 

Es  sofistico  argumento. 

DOS  VICENTE. 

Dejad  los  dps  disparates, 
Y  de  mis  dichas  ios  dos 
Dadme  parabienes. 

violante. 

Dadme 
Los  parabienes  á  mi , 
Pues  mas  feliz... 

ESCfcftA  X. 
DON  GUILLEN.  —  Dichos. 

DON  GUILLEN. 

Perdonadme, 
Si  antes  de  pedir  licencia 
Entro  hasta  aqui ;  que  quien  trae 
Buenas  nnevas,  por  cortés 
No  es  justo  que  (as  dilate. 
El  Rey,  mi  señor,  haciendo 
De  si  generoso  alarde, 
Hoy  quiere  honrar  á  los  dos. 
De  las  mercedes  que  os  hace, 
Los  Ututos  traigo. 

non  vicekte. 

El  cielo  ^-   -  ^Yo... 


Mil  siglos  su  vida  guarde. 
Dos  cartas  vienen  aqui , 

Y  una  es  para  ti ,  Violante 

VIOLANTE.  | 

Ábrela  tú,  porque  della 
Quien  es  todo  tenga  parte. 

don  vigente.  (Lee.) 

Doña  Violante  de  Cardona :  atente  á 
los  muchos  servicios  del  Conde  vuestro 
padre ,  os  hago  merced  de  la  villa  de 
Castellón,  con  Mulo  de  marquesa, 
para  ayuda  d  vuestro  dote, 

VIOLANTE. 

A  su  Majestad  mil  veces 
Beso  la  mano ,  por  tales 
Honras  y  mercedes  como 
A  esta  esclava  suya  hace. 

DON  VICENTE.  .     , 

(Ap.  Cuidado,  penas,  que  viene 
Envuelto  en  flores  el  áspid.) 
Esu  es  para  mi. 

VIOLANTE. 

¿  Qué  esperas? 
Con  igual  gusto  la  abre. 

don  Vicente.  (Lee.) 

Don  Vicente  de  Fox :  d  mi  servicio 
conviene  que  hoy  salgáis  de  Zaragoza 
con  la  gente  que  en  ella  está  alistada, 
y  que  vengáis  la  vuelta  de  Mallorca, 
donde  con  el  titulo  de  maestre  de  cam- 
po sirváis  aquesta  campaña ,  y  no  os 
vengáis  hasta  que  esté  acabada* 

VIOLANTE. 

¡Qué  escucho! 

DON  VICENTE. 

La  merced  mia 
No  es  menor.  (Ap.  Penas,  dejadme, 

Y  lo  que  la  voz  no  dice, 
Haced  que  el  color  lo  caHe.) 
Por  una  y  otra  merced , 
Don  Guillen ,  iré  á  besarle 
La  mano. 

DON  GUILLEN. 

Quedad  con  Dios.(Vo#*.) 

DON  VICENTE. 

El  vuestra  persona  guarde. 

VIOLANTE. 

¿  Merced  de  ausencia  recibes 
Con  contento  semejante  ? 

DON  VICENTE. 

Si,  que  ausencia,  dueño  mió, 
Que  mas  ilustre  me  hace , 
Es  para  hacerme  mas  tuyo» 

VIOLANTE. 

¿Y  piensas  irte? 

DON  VICENTE. 

Al  instante. 

VIOLANTE. 

Idos  los  dos  allá  fuera. 

LEONOR.  (Ap.  d  M.) 
¿Qué  es  aquesto,  Chocolate r 

CHOCOLATE. 

Allá  lo  murmuraremos. 

(Vanee  tos  dos  criados.) 


ESCENA  XI. 

VIOLANTE ,  DON  VICENTE. 

DON  VICENTE. 

Pues  ¿qué  quieres? 

VIOLANTE. 

Preguntarte 


4 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  SON  «O  MAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


11 


Di. 


MR  VICENTE. 


VIOLANTE. 

¿  Dónde  be  de  quedar? 

DON  VICENTE. 

En  la  casa  cou  tu  padre. 

VIOLANTE. 

¿Sabes  que  eu  ella  hay?... 

RON  TÍCENTE. 

Sisé, 
-Obligaciones  y  partes 
Tan  ilustres... 

VIOLANTE. 

¿No  te  acuerdas?... 

SOK  TÍCENTE. 

No  tengo  de  qué  acordarme. 

TIOLANTE. 

¿No  será  bien?... 

PON  VICENTE. 

No,  señora* 

TIOLANTE. 

;  Respondes  sin  escucharme ! 

DON  VICENTE. 

Si,  porque  no  se  han  de  nacer 
Las  menores  novedades. 

TIOLANTE. 

La  Reina  rae  honra ,  y  con  ella... 

DON  VICENTE. 

Tu  haz  lo  que  tú  mandares ; 
Que  de  mi  no  ha  de  salir 
Medio  alguno. 

VIOLANTE. 

Aquesto  baste. 
Solo  licencia  te  pido 
Para  verla  agesta  tarde. 

DON  VICENTE* 

Ks  muy  justo  que  la  des 
De  tu  nuevo  estado  parte. 

VIOLANTE. 

Si  me  quedare  con  ella , 
Mientras  tu  ausencia  durare , 
¿Disgustaraste? 

RON  VICENTE. 

¿  Por  qué 
De  aqueso  he  de  disgustarme  ? 

TIOLANTE. 

¿Agradecerás  lo? 

DON  VICENTE. 

No, 
Pues  por  tu  gusto  lo  baces. 

VIOLANTE. 

:  Anoche  tantos  temores , 

Y  hoy  tantas  seguridades ! 

DON  VICENTE. 

Si,  que  anoche  amante  era , 

Y  boy  soy  esposo  y  amante. 

VIOLANTE. 

Pues  adiós,  que  yo  sé  bieq 
Lo  que  be  de  hacer. 

RON  TÍCENTE. 

Si  lo  sabes. 
Pero  mira,  si  dieres 
A  I*  Reina  que  quedarte 
Quieres  con  ella  en  mi  ausencia , 
Echa  la  culpa  a  tu  padre , 
Diciendo  que  está  de  ti 
Qoeioso ,  porque  obligarle 
Pudiste  a  que,  á  su  disgusto, 
Con  so  enemigo  te  case  : 

Y  no  te  acneroes  de  mi 

En  esto ,  asi  Dios  te  guarde; 
Que  en  eslo  solo ,  mi  bieu , 
fe  perdono  el  no  acordarte. 


VIOLANTE. 

Cuerdo  eres.  Adiós ,  Vicente. 

DON  VICENTE. 

Noble  eres.  Adiós ,  Violante.'  {Yante.) 

Jardín  é*  la  {ateta. 

ESCENA  XIL 

LA  REINA,  ELVIRA. 

REINA. 

Grande  novedad  ha  sido. 
¿Quién,  Elvira,  lo  ha  contado? 

ELVIRA. 

De  mis  padres  un  criado, 
Que  a  Miravaile  ha  venido. 

REINA. 

¿  Y  qué  le  pudo  obligar 
Hoy  al  conde  Don  Ramón , 
Con  tanta  resolución 
Y  tanta  priesa,  á  casar 
Su  hija  con  su  enemigo? 
¿Lo  que  en  tanlo  tiempo  no 
Acabo  el  ruego,  acabó 
El  despecho? 

ELVIRA. 

Solo  digo 
Lo  que  al  criado  escuché. 
La  causa... 


Di. 

ELVIRA. 

No  quisiera 
Que  murmurar  pareciera. 

REINA» 

Prosigue. 

ELVIRA. 

Dicen  que  fué 
Haber  el  Conde  sabido 
Que  de  secreto  se  amaban , 
Se  escribían  y  se  hablaban , 

Y  sintiéndose  ofendido , 

Con  acuerdo  y  con  prudencia , 
Que  es  el  ejemplo  mas  justo, 
Hizo  de  la  ofensa  gusto 

Y  del  daño  conveniencia. 

REINA. 

j  Dichosos  ellos,  Elvira, 
Si  es  que  se  quisieron  bien , 

Y  desdichada  de  quien 
Aborrecida  se  mira 
De  su  esposo ! 

ELVIRA. 

¿  No  ha  de  haber 
Cosa  que  uo  venga  á  dar 
Luego  al  punto  á  tu  pesar? 

REINA. 

¿Cómo,  Elvira,  puede  ser. 
Si  es  punto  fijo  a  que  van. 
Todas  las  lineas  derechas? 

el  vía  a. 
Tus  temores  y  sospechas 
Estos  recelos  te  dan  : 
Trata,  pues,  de  divertir 
Tus  sentimientos. 

REINA. 

No  fueran 
Sentimientos,  si  pudieran 
Divertirse. 

ELVIRA. 

Yo  ol  decir 
Un  dia,  señora,  que  era 
Enfermedad  el  pesar : 
Luego  débese  curar. 

REINA. 

Di  cómo. 

ELVIRA. 

Desu  manera: 


No  quedándote  Jamas 
Sola  conuco,  porqué 
La  soledad  siempre  fué 
Lo  que  al  triste  aflige  mas. 
Mil  damas  tieues,  señora, 
Tan  discretas  como  bellas: 
Habla  y  conversa  con  ellas, 
Pues  tu  mal  ninguna  ignora. 
Ten  música,  haz  algún  juego 
Que  te  entretenga;  y  eu  fin, 
Baja,  señora,  al  jardín , 
Academia  del  dios  ciego, 
Donde  entre  fuentes  y  flores 
Divertirás  tu  dolor ; 
Que  es  enfermedad  amor 
Que  se  cura  oyendo  amores. 

REINA. 

Porque  no  parezca,  Elvira , 
Que  en  mi  esta  necia  pasión 
lis  ya  desesperación, 
Aunque  el  pensarlo  me  admira, 
Me  reduciré.  Di  á  cuantas 
He  sirven  oue  al  jardín  voy, 

Y  que  á  él  najen. 

{Yate  Elutr*.) 

ESCENA  XIII. 
VIOLANTE,  «ou  sumí*.— LA  REISfA. 

VIOLANTE. 

Felis  soy, 
Pues  he  llegado  a  tus  plantas , 
Puerto,  esfera  y  centro  en  quien 
Descausa  la  suerte  mía. 

REINA. 

;  Oh  amiga !  deseo  tenia 

be  darle  va  un  parabién, 

Si  es  verdad  lo  que  be  escuchado. 

VIOLANTE. 

Verdad  mi  ventura  fué ; 
Pero  el  parabién  oiré 
De  un  pesar  acompañado. 

REINA. 

¿Cómo? 

VIOLANTE. 

Como  á  Don  Vicente 
El  Rey  a  Mallorca  envía , 

Y  en  el  término  de  un  dia 

Le  amo  esposo  y  lloro  ausente. 
A  darte  de  todo  parte  t 
Como  a  mi  Reina  y  Señora , 
Vengo  a  Miravaile  ahora, 

Y  aun  longo  que  suplicarle 
Una  merced. 

REINA. 

Pues  comiensa 
A  decirla,  que  ya  está 
Concedida. 

VIOLANTE. 

SI  me  da 
Osadia  la  vergüenza, 
Lo  diré.  Habiendo  sabido 
Mi  padre  que  me  servia 
Don  Vicente,  y  que  vivia 
De  mi  amor  favorecido. 
Aseguró  su  cuidado 
De  suerte,  que  hoy  le  ha  elegido 
El  Conde  por  mi  marido, 

Y  el  Rey  para  su  soldado. 
Hoy  se  casa  y  boy  se  ausenta. 
Mi  padre,  aunque  muestra  gusto 
De  casamiento  tan  justo, 

No  es  posible  que  no  sienta 
Ver  que  le  ha  sido  forzoso 
El  hacer  esta  elección ; 

Y  yo  quedo,  en  conclusión , 
Con  mi  padre  y  sin  mi  esposo. 

Y  asi,  señora,  quisiera , 
Por  el  temor  que  me  da 
Vivir  con  mi  padre  ya , 


4» 


COMEDIAS  DE  DON  PUDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Que  tu  Majestad  me  hiciera 
Merced  de  mandar  que  aquí 
Hoy  contigo  me  quedase, 
Mientras  ue  ni  padre  pase 
El  desabrí  mi  en  lo. 

REINA. 

A  mi 
Me  está.  Violante,  tan  bien 
El  que  me  bagas  compañía , 
Que  por  conveniencia  mia 
Me  doy  á  mi  el  parabién. 

VIOLANTE. 

Beso  mil  veces  lü  mano ; 
Y  pues  mi  padre  bá  venido 
Conmigo  basta  aquí,  te  pido 
Por  favor  mas  soberano , 
Tú  se  lo  mandes. 

reina. 
I  Pues  no? 
Ojie  que  entre  á  este  verjel. 

VIOLANTE.  ' 

Mira  que  no  entienda  él 
Que  te  lo  be  pedido  yo. 
{Llega  Violante  á  la  puerta ,  y  sale  el 
Conde.) 

ESCENA  XXT. 

BL  CONDE.  —  Dichas. 

CONDE. 

Ya  os  habrá  dicho»  6eñora , 
El  nuevo  estado  que  tiene 
Violante. . 

•UNA. 

A  mí  me  conviene 
Agradeceros  ahora 
Tan  justa  elección  á  vos, 
Tan  cuerda  y  tan  acertada , 
Como,  en  fin ,  interesada 
En  las  dichas  de  los  dos; 
Sí  bien  de  aqueste  contento 
Mucha  parte  ba  deslucido 
Ver  que  tan  presto  ba  seguido 
Al  placer  el  sentimiento. 
A  Violante  la  decía 
Que  conmigo  se  quedara , 
Porque  esta  ausencia  pasara 
Mejor  en  mi  compañía. 
Ella,  sin  vuestra  licencia , 
No  se  determina ;  y  pues 
Vivir  con  un  triste  es 
De  otro  triste  conveniencia , 
Conmigo  estará.  Prudente 
Sois,  Conde;  y  asi,  no  os  digo 
Mas  de  que  queda  conmigo 
Hasta  venir  Don  Vicente, 

conde. 
i  Dichosa  ella  que  ha  podido 
Merecer  tanto  fu? or  * 

(V ai? se  las  do¡s.) 
¡Y  desdichado  mi  honor. 
Pues  á  término  ha  venido, 
Que  la  Reina ,  sospechosa 
Del  Rey  y  Violante  bella, 
Quiera  asegurarse  della , 
Honrándola  de  celosa! 
Mas  ¿no  puede -ser  que  sea 
Esto  acaso  y  sin  cuidado  ? 
¡Qué  proprio  es  de  un  desdichado 
Que  lo  peor  siempre  crea !       ( Vate.) 

Vista  exterior  da  la  qaiUa. 

ESCENA  XV. 

EL  REY  y  DON  GUILLE^  en  traje 
de  noche. 

bey. 
En  esta  parle  el  caballo 
Oculto,  Don  Guillen,  quede, 


Porque  si  algo  nos  sucede, 
Sea  fácil  encontrado ; 
Que  pues  anochece  ya , 
Mas  desconocido  á  pié 
A  Violante  esperare 
Al  paso. 

Mil  GQIULIM, 

Presto  saldrá 
De  la  visita ;  que  no 
Querrá  volverse  mas  noche* 

REY. 

Un  hombre  se  acerca  al  coche  » 
Que  de  la  quinta  salid. 

DON  GUILLEN. 

Y  puesto  en  él,  ha  partido 
A  la  corle  sin  Violante. 

REY. 

En  ocasión  semejante , 
¿  Qué  podrá  haber  sucedido 
Para  que  el  coche  sin  ella 
Se  vaya  ? 

DON  GUILLEN. 

De  algún  criado 
Presto  volveré  informado 
Qué  ha  sido.  {Vate.) 

REY. 

¡Ay,  Violante  bella  t 
¡Cuan  postrado  mi  valor, 
Cuan  altivo  tu  desden, 
A  un  mismo  tiempo  se  ven 
Batallando  con  mi  «mor ! 

{Vuelve  Dou  Guillen.) 

DON  GUILLEN. 

Preguntando  á  un  escudero 
Cómo  el  coche  se  volvia 
Siii  Violante  y  sin  el  día 
Que  babia  traído  primero, 
Respondió  que  se  quedaba 
A  vivir  ya  desde  ahora 
Con  la  Rema  mi  señora , 
Porque  su  Alteza  gustaba 
De  que  pasase  con  ella 
La  ausencia  de  su  marido  : 
De  que  claro  he  conocido 
Que  está  de  Violante  bella 
La  Reina  celosa,  ó  que 
Recalada  y  temerosa 
De  ü  está  Violante  hermosa ; 

Y  de  cualquiera  que  fué 
La  acción,  todos  tus  desvelos 
Vencidos,  señor,  se  ven  : 
Si  es  Violante,  con  desden ; 

Y  si  es  la  Reinal,  con  celos. 

REY. 

¿Habrá  alguna  acción  que  pueda 
Yo  estimar  á  la  fortuna  Y 
Habrá,  Guillen,  cosa  alguna 
Que  á  mi  gusto  me  suceda  ? 
¿Quién  en  el  mundo  jamas 
Vio  juntas,  como  yo  ahora , 
La  cosa  que  mas  adora , 

Y  la  que  aborrece  mas? 
Llegue  á  su  fin  el  tormento 
De  mi  amor,  llegue  á  su  tío, 

{Suenan  dentro  instrumentos.) 
Pues...  Mas  ¿ qué  oigo  ? 

DON  GUILLEN. 

En  el  jardín 
Han  tocado  un  instrumento. 
Quizá  su  pena  cruel 
Suele  divertir  así. 

REY. 

Abierta,  Guillen,  allí 
Está  una  ventana  del, 
Por  donde  el  aire  veloz 
Trae  mas  distinto  el  apealo. 


DON  GUILLES. 

Escucha,  que  al  instrumento 
Acompaña  alguna  voz. 

{Cantan  dentro,  y  tale  Violante  d  una 
reja  baja  del  jardín.) 

ESCENA  XVI. 

VIOLANTE,  música.  ~  EL  REY,  DON 
GUILLEN. 

vusica.  {Dentro.) 

Arded,  corazon>  arded; 
Que  yo  no  os  puedo  valer. 

violante.  {Para  si.) 

Después  que  se  despidió 
Mi  esposo  de  mt,  y  después 
Que  salió  de  Zaragoza, 
Ya  despedido  del  Rey, 
Me  envió  desde  el  camino 
Con  Chocolate  un  papel , 
Diciéndome  que  al  terrero 
De  la  quiau  vendría  á  ver 
Si  en  la  quinta  me  quedaba 
Con  la  Reina  '-  pues  se  ve 
Con  sus  damas  divertida 
En  la  paz  deste  verjel , 
Quiero  desde  esta  ventana 
El  sitio  reconocer, 
Porque  sepa  que  aquí  estoy, 
Si  acaso  viniere  á  él. 

rey.  {Ap.  embozándose.) 

A  la  ventana  ha  salido 
Una  dama  :  llegaré 
A  hablarla,  por  si  por  dicha 
Alguna  puedo  tener. 

.     VIOLARTE,,  {Ap.) 

Un  bombre  bácia  la  ventana 
Se  llega :  sin  dada  es  él ; 
Pero  no  le  quiero  hablar, 
Antes  de  reconocer 
La  voz.  ' 

REY. 

Puesto  que  no  es  culpa 
Osadía  tan  corles, 
Bien  podra  un  triste,  señora , 
Que  a  aquestas  horas  se  ve 
A  esta  reja ,  preguntaros 
Si  es  amor  la  oausa  que 
Os  tiene  tan  desvelada , 
Por  consolarse  con  ver 
Que  hay  quien  padezca  en  el  mundo 
Las  mismas  desdichas  que  él. 

violante. 

(Ap.  No  es  la  voz  de  Don  Vicente, 
Ni  conozco  cuya  es ; 
Pero  donde  hay  tantas  damas , 
Es  fuerza  que  haya  de  haber 
Galanes.  Desengañarle 
Quiero,  por  quedar  sin  él.) 
Caballero  rebozado. 
Que  á  estos  umbrales  os  veis, 
Buscando  de  amor  consuelo 
Que  en  amor  no  puede  haber, 
No  soy  yo  la  que  buscáis , 
Y  asi,  idos  con  Dios. 

REY. 

¿Sabéis 
A  quién  puedo  esperar  yo? 

VIOLANTE. 

No ;  mas  yo  no  puedo  ser, 
Porque  soy  tan  nueva  aquí , 
Que  esta  es  la  primera  vez 

§ue  he  llegado  á  esta  ventana ; 
si  en  ella  estar  soléis, 
No  puede  ser  por  mi  hoy, 
Porque  no  estaba  aquí  ayer. 

REY. 

Por  las  señas  que  me  dais,  . 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  60N  NO  MAS  QUE.  IMAGINACIÓN. 


15 


He  dais,  sefiora,  á  entender 
Que  sois  vos  la  que  yo  basco ; 
Que  es  la  primer  vez  también 
Que  llego  aquí,  y  la  primera, 
Si  á  mi  dicha  te  de  creer, 
Que  en  la  casa  del  pesar 
Esta  por  guarda  el  placer. 
¿No  sois  la  hermosa  Violante? 

VIOLANTE. 

ÍAp.  Sin  duda  criado  es 
i  amigo  de  Don  Vicente , 
Que  á  disculparse  por  él 
Eovia,  por  no  venir , 
Quiza  por  mas  no  poder; 
Que  no  supiera  que  habia 
De  estar  yo  aquí ,  a  no  tener 
Estas  noticias  del  mismo.) 
Violante  soy,  ¿quién  sois? 


REY. 


Quien 


Es  tan  feliz,  que  buscando 
Gusto,  viene  a  dar  con  él. 

VIOLANTE. 

No  es  eso  lo  que  os  pregante* 
Si  el  nombre  no  respondéis « 
Dejaré  la  reja. 

REY. 

Soy 

(Pues  que  lo  queréis  saber, 

Dándós  por  desentendida 

De  la  mas  constante  fe 

Que  el  triunfo  miró  de  amor) 

El...  Mas  luego  os  lo  diré ; 

Que  viene  «ente,  v  es  fuerza 

Retirarme  basta  después.  (Apártase.) 

—  No  vean  estos  que  aquí  estamos  : 

Demos  la  vuelta,  Guilleu. 

(Sites  Don  Vicente  y  Chocolate,  de  ca- 
mino ,  por  un  lado ,  y  el  Rey  y  Don 
Guillen  te  retiran  por  el  otro.) 

ESCENA  XVIL 

DON  VICENTE,  CHOCOLATE.  — 
VIOLANTE,  á  la  reja. 

VIOLANTE. 

El  Rey  es  este ;  que  abora 
Le  couoci.  Dejaré 
La  veutaoa,  y  aunque  venga 
Mi  esposo,  no  le  veré ;  . 

8ue  menos  importará 
I  dejar  de  hablar  con  él , 
Qne  no  bailarme. en  la  ventana, 
Estando  en  la  calle  el  Rey.       (Va$e.) 

Aon  rtctsrra* 

¿  No  le  diste  el  papel  ? 

CHOCOLATE. 

Sí, 

Y  leyó  lodo  el  papel. 

DON  VICENTE. 

Luego  ya  avisada,  es  fuerza 
Que  en  alguna  reja  esté, 
Si  en  la  quinta  se  quedó 
Con  la  Reine. 

CHOCOLATE. 

No  sé  quién 
Se  vuelve  desde  el  camino 
A  ver  su  propia  mujer. 

AON  VICENTE. 

En  ninguna  reja  bay  gente. 

CHOCOLATE. 

Pues  parado  aquí  no  estés ; 
Que  en  hombres  parados  mas 
se  repara. 

DON  VICENTE. 

Dices  bien, 

Y  pues  aqui  ni  hacer  senas 


Ni  pararse  puede  ser, 
Demos  la  vuelta  á  la  quinta. 

CHOCOLATE. 

Dime,  ¿suele  suceder, 
De  quintas  en  los  terreros, 
Dará  uno  con  algof 

DON  VICENTE. 

Ven,     . 
No  preguntes  disparates.        (Vanie.) 

ESCENA  XVHI. 

Sale  LA  REINA  d  la  miamawentana con 
ELVIRA»  y  vuelven  por  otra  parte 
EL  RUY  v  DON  GUILLEN. 

•EINA. 

Ya  que  a  este  jardín  bajé  v 
Gozar  quiero,  Elvira  hermosa* 
Todas  las  delicias  del. 
Di  a  las  damas  que  á  esta  reja 
Gozando  con  mas  placer 
El  fresco  estoy. 

ELVIRA. 

A  decirlo 
Voy,  seSora.  (?•***.) 

GUILLEN. 


Corresponder  á  quien  soy, 
No  ba  sido  olvidar  quién  es* 


La  gente. 


Ya  se  fué 


REY» 


Alguien  que  pasaba 
Acaso  debió  ue  ser. 
Retírate  á  aquella  parte ; 
Que  todavía  se  ve 
Violante  á  la  reja,  donde, 
Cuando  me  fui,  la  dejé. 

reina.  (Ap\) 

Un  hombre  llega  a  la  reja  : 
La  voz  disimularé , 
Para  averiguar  si  acaso 
Alguna  dama  tal  vez 
Suele  hablar,  y  no  habrá  sido 
Estar  aquí  en  vano. 

REY. 

Pues 
No  babeis  dejado,  señora , 
La  ventanal  pensaré 
(Y  no  sin  razón)  que  na  sido 
Curiosidad  de  saber 
Quién  isoy,  Qué  es  doiidé  quedó 
La  conversación ;  si  bien 
Se  quejaron  mis  linazas 
De  que  la  noticia  os  dé 
La  vuz,  pudiendo.  Violante , 
Della  saberlo  mas  bien* 
Mirad  si  queréis  que  os  diga 
Mas  claro  que  soy  el  Rey» 

REINA.   (Ap.) 

¡Válgame  el  cteló !  ¿  qué  éstíUCbo  ? 
A  mi  fortuna  cruel 
Solo  celos  le  faltaban 
De  sentir  y  padecer  : 
Ya  está  canal  el  dolor. 

REY. 

¿Quién,  sino  yo,  fuera  quien 
Tuviera  por  centro  suyo 
Donde  quiera  que  os  halléis? 

REINA. 

(Ap.  De  confusa  y  de  turbada 
No  le  acierto  á  responder. 
Pero  pues  de  mi  voz  tiene 
Tan  poca  noticia,  haré 
Esfuerzo,  disimulando , 
Para  llegar  á  saber 
El  fondo  de  mis  desdichas.) 
Con  poca  razón  se  ve 
Vuestra  Majestad  quejoso 
De  mi,  señor,  puesto  que   . 


REY. 

SI  ha  sido;  pues  en  el  dia 
De  hoy  os  llego  á  perder 
Dos  veces,  casada  una , 

Y  retirada  después. 

REINA. 

No  me  juzgúete  tan  ingrata, 
Tan  esquiva  y  tan  cruel ; 
Que  no  es  ser  croel  y  esquiva 
El  ser  noble  una  mujer. 
Basta  decir  que  si  fuera 
Justo  el  declararme,  sé 
Que  estáis  hablando,  señor* 
Con  quien  os  trajere  muy  bien; 
Pero  su  estrella  ha  impedido 
El  logro  de  Unta  fe. 

REY. 

No  bay  estrella  donde  hay  gusto 

REINA» 

Si  hay;  que  si  la  estrella  es 
Arbitro  de  la  fortuna , 

Y  desde  ese  azul  dosel, 
Repitiendo  los  influjos 
Con  soberano  poder, 

A  mi  me  hizo  esclava  vuestra, 

Y  á  vos  os  hizo  ndi  Rey, 

Mi  estrella  es  b  que  me  aparta 
De  vos;  que  no  puede  haber 
Proporción  en  la  distancia 
Que  bay  de  una  flor  á  un  clavel. 

REY. 

Sobre  esos  influjos  üene 
El  albedrio  poder. 

REINA. 

Para  vencer  sí,  mas  too 
Para  dejarse  vencer. 

REY. 

Si  hermosa  os  amé.  Violante, 
Discreta  os  adoraré ; 
Que  esa  hermosura  del  alma 
Me  rinde  segunda  vea. 

*      DON  GUILLEN.    (Ap.) 

Entre  estos  desnudos 
Dos  bultos  se  dejan  ver  : 
Yo  me  quiero  retirar 
Adonde  a  la  mira  esté , 
Para  atender  sus  acciones , 
Sin  darle  cuidado  al  Rey. 


<V«w.) 


DON  VICENTE ,  CHOCOLATE.  —  Rt 
REY,  LA  REINA. 

don  Vicente.  {Ap.  8  Chocolate.) 

Un  hombre  á  la  reja  está. 

chocolate. 

Penante  debe  de  ser 

De  una  de  tantas  mondongas , 

Que  hacen  rastró  á  este  verjel, 

DON  VICENTE, 

Retírate  tú  de  aquí ; 

8ue  solo  podré  mas  bien 
cuitarme,  y  ver  si  saje 
Violante. 

chocolate. 

Allí  me  estaré. 
Rogando  á  amor  que  salgamos 
Desta  aventura  con  bien.         (Ve«¿.) 

DON  VICENTE.  {Ap.) 

Para  apurar  sin  testigos 
Mis  sospechas,  le  envié. 
;Qué  fuera,  válgame  el  délo. 
Que  este  nombre  Atase  el  Rey! 


14 


COMEDÍAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


REINA. 

No  mi  ingenio  encarezcáis 
Tanto. 

REY. 

¿  Por  qué  do  ,  si  en  él 
Está  de  mas  el  hablar, 

Y  de  mas  el  parecer? 

ESCENA  XX. 

ELVIRA ,  dentro  del  jardín.— Lh  REI- 
NA, d  la  reja ;  EL  REY,  fuera;  y  des- 
pués, DON  GUILLEN.  DON  VICEN- 
TE,* tu»  tafo. 

elvira.  (Ap.  d  la  Reina.) 

Todas  las  damas,  señora, 
Buscándote  vienen. 

REINA.  (Ap.) 

Pues 
Quitarme  de  aquí  es  forzoso , 
No  se  llegue  esto  á  entender ; 
Que  pretendo  proseguir 
Él  engaño,  basta  saber 
Todos  mis  celos;  que  en  fin. 
Soy,  aunque  reina,  mujer. 
(Sale  Don  Guillen.) 

DON  GUILLEN. 

Señor,  la  Reina  be  sentido 
Hablar  por  aquesta  red , 

Y  es  fuerza  que  te  retires.  (Retirase  ¿l.) 

RET. 

¿Cuando  no  ha  sido  cruel 
Para  mi  esta  fiera? 

reina.  (Ap.). 
Ahora. 

REY. 

Dadme  Ucencia. 

reina. 

¿De  qué? 

RET. 

De  hablaros  aqui. 

REINA. 

Si  doy : 
De  noche  venir  podréis. 

REY. 

¡Oh  si  nunca  hubiera  dial 

elyira.  (Ap.  d  la  Reina,) 
¿Qué  es  aquesto? 

REINA. 

¿Qué  ha  de  ser? 
Apurar  una  desdicha. 
Veo,  que  yo  te  lo  diré. 

(Vanee  las  dos.) 
don  tícente.  (Ap.) 

El  hombre  se  va  :  de  cuanto 
Hablaron,  nada  escuché. 

(Llega  Don  Vicente  al  Rey.) 

rey.  (A  Don  Vicente.) 

Dichoso  yo,  que  ya  be  visto 
Un  agrado,  Don  Guillen , 
En  esta  ingrata  :  mañana 
Me  manda  la  veuga  á  ver. 

DON  VICENTE. 

¡Válgame  el  cielo ! 

Rter. 

(Ap.  En  la  voz 
Desconozco  á  quién  hablé.) 
i  Quién  eres,  hombre,  á  quien  dije 
Mi  secreto? 

DON  VICENTE. 

No  sé  quién ; 
Mas  soy  quien  sabrá  guardarle. 


1  rey. 

¡Vive  Dios ,  que  be  de  saber 
Quién  eres ! 

DON  VICENTE. 

Es  imposible 
El  dejarme  conocer : 
Basta  que  sepa  quién  eres , 
Sin  que  tú  sepas  también 
Quíeu  soytyo. 

RET. 

Pues  ¿de  qué  modo , 
Dime,  te  has  de  defender? 

DON  VICENTE. 

Desta  suerte,  pues  no  hay  otras 
Armas,  señor,  contra  un  rey. 

(Vase  retirando.) 

REY. 

Seguiré!»,  aunque  volando 
Vayas. 


DON  GUILLEN.  —  EL  REY,  DON  VI- 
CENTE. 

DON  GUILLEN. 

¿Qué  es  esto? 

REY. 

Guillen, 
A  aquel  hombre  he  de  alcanzar. 

DON  GUILLEN. 

Pues  vamos  los  dos  tras  del. 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

Si  el  mas  acerado  estoque 
Es  de  cera  contra  un  rey, 
Y  la  mayor  valentía 
Volverle  la  espalda  es, 
Retirarme  quiero  ahora. 
Corazón,  no  hay  que  temer:    • 
Quitaréme  de  delante , 
Porque  el  que  alcanza  mi  fe , 
Diga  que  consigo  lauros 
De  valiente  y  de  cortés. 


JORNADA  TERCERA. 


ESCENA   PRIMERA. 

EL  REY  t  DON  GUILLEN,  con 
de  noche. 

RET. 

Pues  la  noche  obscura  y  fría 
Es  á  mi  dulce  querella 
Más  que  el  dia  hermosa  y  bella. 
Mas  que  nunca  venga  el  dia . 
Deje  ya  que  en  tal  porfía 
El  mas.  trémulo  farol 
Venza  su  rubio  arrebol , 
Sin  que  de  la  luz  se  valga , 

Y  como  la  luna  salga, 
Mas  que  nunca  salga  el  sol. 
A  despecho  y  á  pesar 

Del  oficio  que  le  han  dado , 
i  Duerma  una  vez  sin  cuidado 
Quien  tiene  a  qué  madrugar; 
Que  menos  no  le  han  de  echar 
Desde  el  lilio  al  girasol 
Las  flores ;  que  otro  arrebol    . 
Es  á  ilustrarlas  bastante ; 

Y  como  salga  Violante , 
Mas  que  nunca  salga  el  sol. 

DON    GUILLEN. 

Con  mudo  silencio  atento 
Estoy  oyendo,  señor, 
Por  no  estorbar  á  tu  amor 
Las  muestras  de  tu  contento. 


capas 


|  RET. 

¿Ves  cuánto  encarecimiento 

Hoy  á  repetir  me  obligo? 

Pues  del  sujeto  que  sigo , 

El  mérito  menos  grave, 

Ka  lo  que  digo  no  cabe, 

Ni  aun  cabe  en  lo  que  no  digo; 

Porque  cuanta  perfección 

Puso  el  cielo  en  su  hermosura, 

Es  pequeña  cifra  obscura 

De  su  mucha  discreción. 

Todo  causa  admiración  ; 

Los  ojos  allí  rendidos 

Al  verla  yo,  y  repetidos 

Al  oiría  mis  enojos, 

Se  están  muriendo  mis  ojos 

De  envidia  de  mis  oidos. 

Yo  culpé  toda  mi  vida 

A  quíeu  fea  enamoró ; 

Mas  ya  le  disculpo  yo, 

Si  la  fea  es  entendida. 

Y  aunque  haya  causa  que  impida 

Mis  dichas,  siempre  diré 

Que  feliz  mil  veces  fué 

La  primer  noche  que  aqui 

Vine,  Guillen,  y  la  oí 

Agradecida  á  mi  fe ; 

Pues  desde  ella  continuado 

Siempre  gocé  este  tavor. 

DON    GUILLEN. 

Bien  presumí  yo,  señor, 
Que  esta  noche  hubiera  dado 
Antes  que  placer,  enfado , 
Por  el  nombre  que  seguimos. 

RET. 

Nunca  quién  era  supimos; 
Mas  puesto  que  no  volvió 
Otra  noche,  aunque  iü  y  yo 
Tanta  diligencia  hicimos 
De  examinar  con  cuidado 
El  puesto,  por  si  volvia , 
No  he  dudado  que  seria 
Algún  hombre,  que  parado 
Estaba  acaso,  y  turbado 
Huyó  al  conocerme  á  mi. 
Mas  ¿  no  abren  la  reja  ? 

DON  GUILLEN. 

Si. 

RET. 

Bien  le  puedes  retirar 
Donde  sueles  esperar. 


RON  GUILLEN. 

No  me  quitaré  de  allí.  (Vase. 

ESCENA  II. 

LA  REINA,  d  ¡a  reja.  —  EL  REY. 

REINA. 

Estará  de  mi  tardanza 
Vuestra  Majestad,  señor, 
Quejoso. 

RET. 

En  mi  fuera  error, 
Estando  con  esperanza ; 
Que  si  esperando  se  alcanza 
El  bien  de  veros  aqui , 
Dichoso  aquel  tiempo  fui 
Que  esperé ,  pues  que  troqué 
La  pena  con  que  esperé 
Eu  la  gloria  con  que  os  vi. 

REINA. 

Si  tan  bien  entretenido 

Aquí  ,  señor,  os  juzgara 

Con  la  esperanza ,  tardara 
,  Mas  en  haber  respondido ; 
!  Porgue  si  el  despique  ha  sido 

De  la  pena  que  pasáis 

Ver  la  gloria  que  buscáis, 

No  siendo  la  gloría  yo , 


n* 


GUSTOS 

Mal  hice  en  venir,  pues  no 
Os  traigo  lo  que  esperáis. 

BEY. 

Eso  conocer  oo  quiero , 
Pues  sabe  Amor,  ciego  dios , 
Que  viene,  Violante,  en  vos 
Toda  la  gloria  que  espero. 

BEMA. 

No  será  estilo  grosero 
Que  crédito  no  baya  dado, 
Aunque  ese  nombre  he  escuchado... 

bey. 
Desconfianzas  dejemos; 
Que  por  ahora  tenemos 
Que  hablar  en  mayor  cuidado. 

BEINA. 

¿En  cuidado  mayor? 

BEY. 

Sí, 
Aunque  distinto  en  los  dos ; 
Que  es  de  placer  para  vos, 

Y  de  pesar  para  mi. 

bejha* 
¿  Cómo  puede  ser  asi? 

BET. 

Gomo  es  que  ya  de  volver 
Trata  Don  Vicente  á  os  ver, 

Y  que  con  vos  be  de  hablar 
Yo,  pues  tengo  por  pesar 
Daros  nuevas  de  placer. 
De  Don  Vicente  be  sabido 
Que  al  campo  apenas  llegó, 
Cuando  el  moró  ejecutó 
Las  treguas  con  el  partido 
Que  yo  Te  tengo  pedido : 
De  suerte  que  concluida 
La  campaña,  y  despedida 
Del  ejército  la  gente , 
Estará  aquí  brevemente. 
Bien  podéis,  de  agradecida 
A  nueva  tan  lisonjera. 

Dar  á  mi  desconfianza 
De  albricias  una  esperanza; 
Pues  si  uo  me  persuadiera 
A  que  viniendo  éí,  me  espera 
La  dicha  de  poder  veros 
En  vuestra  casa,  y  deberos 
Mas  de  cerca  este  favor, 
Me  hubiera  muerto  el  dolor. 

bema. 
A  dos  cosas  responderos, 
Señor,  me  ha  tocado  .*  ooa, 
Eo  cuanto  á  lo  que  decís 
De  mi  gusto ,  pues  pools  •     - 

Albricias  a  mi  fortuna : 
A  esta  digo  que  importuna 
Para  mi  esta  nueva  ha  sido 
Tanto,  que  no  os  be  debido 
Las  albricias ,  pues  jamas 
He  sentido  cosa  mas , 
Que  su  venida  he  sentido.' 
La  otra ,  en  cnanto  á  consolaros 
De  que  venga;  que  en  pensar 

?ue  en  mi  casa  mas  lugar 
endré  de  veros  y  hablaros , 
También  me  da  el  escucharos 

8ue  sentir,  porque  no  es 
stilo  noble  y  cortes, 
Digno  de  vos ,  que  los  cielos 
Traigan  antes  los  consuelos 
Librados  para  después. 
Y  asi ,  de  vos  ofendida , 
Por  veros  tan  consolado, 
Aun  desto  que  aquí  os  he  hablado , 
No  be  de  acordarme  en  mi  vida  : 
Si  me  habláis,  desentendida 
Me  hallaréis  siempre,  porqué 
Jamas  os  confesare 


Y  DISGUSTOS  SON  NO  MAS  QUE  IMAGINACIÓN. 

Que  os  hablé ,  señor,  ni  os  vi. 
(Apf  ¡Quién  de  dos  pudiera  asi 
Desesperar  una  fe !) 

REY. 

Si  yo,  á  precio  de  lograr 

Mi  esperanza ,  dispusiera 

De  ajeno  dueño,  ó  quisiera 

Otro,  debierais  culpar 

Mi  consuelo  en  mi  pesar, 

Siendo  logro ,  aunque  importuno ; 

Pero  ya ,  si  sois  de  uno , 

No  podra  el  vendado  dios 

Que  seamos  dichosos  dos. 

BEMA. 

Fuera  no  serlo  ninguno, 
Porque  el  querer  y  el  reinar 
No  ha  de  partirse. 

BEY. 

Si  en  mi... 
(Cuchilladas  dentro.) 


15 


ESCENA  IIX 

DON  GUILLEN,  CHOCOLATE.  —  El 
REY,  LA  REINA. 

don  cyiLLBji.  (Dentro.) 
No  habéis  de  pasar  de  aquí. 

chocolate.  (Dentro.) 
¿Habrá  mas  de  no  pasar? 

doh  uoiller.  (Dentro.) 

Más ;  que  tengo  de  apurar 
Quién  sois. 

CHOCOLATE.  (DtnlTO.) 

.    Ese  es  caso  tuerte. 

BET. 

Ruido  oigo. 

BETHA. 

¡Tirana  suerte ! 

BET. 

Retiraos,  que  á  saber  voy... 

BEINA. 

¡Mi  Rey!  ¡Señor!  ¡Muerta soy!  (Vate*) 

DON  GUILLEN.  (DeMÍTO.) 

Aunque  me  rinda  á  la  muerte, 
Tengo  de  saber  quién  eres. 

ESCENA  IV. 

EL  REY  Y  DON  GUILLEN,  que  salen 
can  las  espadas  desnudas. 

BET. 

Yo  te  ayudaré. 

non  OOf  LLEN. 

Di  el  nombre. 

BET. 

Don  Guillen ,  yo  soy,  detente.     ,     i , . 

DON  GOILUU. 

Embarazado  contigo, 
Ya  el  otro  se  desparece. 

REY. 

¿Qué  ha  sido  esto? 

MI  GUILLEN.  . 

Retirado, 

Señor,  estaba  en  las  redes , 
Que  guarnición  de  esmeralda 
Copado»  álamos  tejen , 
Cuando  entre  las  pardas  calles 
De  sus  laberintos  verdes, 
Vi  dos  hombres  que  seguían 
El  margen  de  tas  paredes. 
Como  vi  que  se  acercaban 
Donde  hablabas t  recéleme; 
Y  pretendiendo  estorbarles 


'  A  nn  tiempo  y  reconocerles  : 
t  No  habéis  de  pasar  de  aquí » , 
Les  dije,  cuando  valiente 
El  uno  y  cobarde  el  otro, 
Uno  huyó ,  y  otro  acomete. 
Yo,  partido  en  dos  mitades 
De  acciones  tan  diferentes , 
No  pude  seguir  á  aquel, 
Todo  ocupado  con  este. 
Al  ruido  veniste  tú , 
Y  él  en  viniendo  mas  gente , 
Se  retiró,  sin  volver 
La  espaldar  bien  como  suele 
El  león ,  que  despreciando 
Aun  á  los  misinos  que  teme. 
Huye  con  valor;  que  huyendo 
Hay  quien  el  áuinio  muestre. 

BEY. 

Sin  duda  que  es  aquel  mismo 
Que  yo  hallé  :  el  cuidado  vuelve 
A  ser  dos  veces  mayor, 
Ya  repetido  dos  veces. 
Diera  por  saber  quién  es 
Este  hombre... 

ESCENA  V. 

I  CHOCOLATE.— Dichos. 

!  chocolate.  (Dentro ,  como  cayendo  cfó 

•  i  una  altura.) 

i  ¡Jesús  mil  veces! 

DON  GUILLEN. 

Uno  desde  aquel  ribazo 
Cayó. 

•  ¡  bey. 

1  Sin  duda  que  es  este. 

!  DON  GUILLEN. 

Muchos  pensando  que  huyen 
El  riesgo,  al  riesgo  se  vuelven. 
(Saie  Chocolate.) 

CHOCOLATE. 

(Vait.)   jQué  digan  que  es  saludable 

DON  6ÜILLBH. 

Hombre ,  detente. 

CHOCOLATE. 

Mas  dificultoso  fuera 
El  decirme  que  anduviese, 
Cuando,  á  tener  ocho  piernas, 
Me  hubiera  quebrado  nueve. 

BET. 

Dlme  quién  eres ,  ó  aqui 
Hoy  á  morir  te  resuelve. 

CHOCOLATE. 


Siempre  que  á  escoger  me  dan , 
Lo  mejor  elijo  siempre. 

BIT. 

Pues  muere,  si  es  lo  mejor 
El  ostentarte  valiente. 

CHOCOLATE. 

El  ostentarme  gallina 
Es  lo  mejor. 

rey. 

Pues  ¿quién  eres? 

CHOCOLATE. 

Un  Chocolate ,  que  ahora 
Todo  es  cacao  cuanto  tiene. 

BEY. 

¿Qué  hadas  aqui? 

CHOCOLATE. 

Con  un  nombre, 
De  quien  soy  leal  sirviente , 
Vine...  que  nunca  viniera. 


tu 


COMEDIAS  DE  DON  PBDftO  CALDERO*  Dti  LA  BARCA . 


REY. 

Y  él  6  quiénes? 

CHOCOLATE. 

♦    El  comunmente 
Doq  Vicente  rara- iodos , 
Para  ni  Pero- Vicente. 

REY. 

¿  Don  Vicente  de  Fox  ? 

CHOCOLATE. 

SI. 

REY. 

?ues¿ está  aquí? 

CHOCOLATE. 

De  fas  Yeinte 
Necedades  españolas , 
Esa  es  la  necedad  siete. 
¿  Si  no  estuviese  a(|oi  ,  oómo 
Querías  que  aquí  estuviese  ? 

REY. 

¿No  esuba  en  Mallorca? 

CHOCOLATE. 

.  Estafan? 
Pero  como  ya  se  vuelve, 
Después  de  la  tregua  hecha ,  ' 
A  Zaragoza  la  gente. 
Se  adelantó  dos  jornadas , 
Por  solo  ver  si  pudiese 
Ver  á  su  mujer  primero 
Que  al  Rey ;  que  es  tan  imprudente, 
Que  á  ver  su  propia  mujer, 
Corriendo  postas,  se  viene. 

?uiso  llegar  á  estas  rejas, 
un  gigaute,  descendiente 
De  Galafre',  él  que  guardaba 
Un  tiempo  á  Mantible  el  puente , 
Al  paso  se  puso;  y  yo, 
Que  de.los.  estilos  siempre    . 
Marciales,  me  apiado  mas 
Del  satírico  que  el  fuerte , 
Me  entré  á  este  bosque  huyendo, 
Si  be  de  hablar  cristfftnatneiite, 
Donde  tahúr  de  mi  mismo, 
Paré,  perdiendo  la  suerte 

?ue  corría  en  mi  favor, 
me  he  quebrado  los  dientes, 
Las  narices  y  las  piernas  : 

Y  porque  nada  me  quede 
Sano,  diré  que  han  querido 
Que  la  cabe?.*  me  quiebre , 
Contándoles  mi  tragedia. 

Si  otra  cosa  no  me  quieren , 
Yo  si,  y  es  que  cutre  los  dos 
Un  rato  á  cuestas  me  lleven 
A  un  algebrista  de  viejo, 
Que  este  cuerpo  me  remiende. 

rey.  (Ap.  d  bon  Cuiten.)  . 

Esto  está  peor  qué  esuba, 
Don  Guillen,  pues  Don  Vicente 
Fué  el  que  Vo  aquí  la  primera 
Noche  bable. 

DOW  GUILLE*. 

Claro  se  infiere 
Que  se  detendría  al  partirse , 
Quien  se  adelanta  si  volverse. 

REY. 

Dar  cuenta  á  Violante  importa 
De  todo,  para  que  piense, 
Avisada  del  suceso , 
Lo  que  ha  de  hacer. 

son  GUILLEN. 

Un  billete 
La  escribiré. 

1IT. 

A  tamo  empeño , 


Es  muy  tibio  medio  ese. 
Yo  he  de  hablarla. 

non  GUILLEN. 

¿Cómo  piensas 
Disponerlo? 

rey. 

Desla  6Uérter. 

CHOCOLATE.  (4f>«> 

¿Cuánto  va  que  están  pensando 
til  modo  de  darme  muerte  1 

REY. 

Iré  á  la  quinta  diciendo 
Que  sali  á  ca/.a  por  efcte 
Monte ,  y  que  e\  sol  me  obHgó 
Con  su  safia  á  recogerme. 
El  cuarto  está  de  Violante «. 
De  la  Reina  al  cuarto  enfrente; 
En  él  me  entraré  primero, 
Como  que  acaso  sucede 
El  yerro  de  entrarme  en  él; 
Que  no  será  inconveniente , 
Pues  la  Reina  deete  amor 
Tan  poca  noticia  tiene. 

Y  aun  á  mas  ha  de  pasar 

El  lance  á  que  he  de  atreverme, 

Porque  una  ▼**  dentro ,  tengo 

De  procurar  esconderá** 

En  el  aposento  de  uno 

De  sus  jardineros ;  que  este 

Medio  no  será  dffiólt 

Con  despedirme  y  .volverme  * 

Teniéndole  tu  avisado. 

Y  como  yo  allá  me  quede , 
Haciendo  tú  aquesta  noche 
La  seña  como  otras  teces , 
Al  salir  Viciante  á  hablarme, 
Con  el  seguro  que,  suele , 

De  que  en  la  calle  estoy,  tengo 
De  lograr  mi  intento* 

non  guille*. 

Advierte 
Que  á  mucho  te  atreves. 

REY. 

No  es 
Amante  el  qoe  no  se  atreve. 
Vamos  allá y  pues. 

SON  GUILLEN. 

£  No  miras 
Oue  si  el  sol  ha  de  ofrecerte 
La  disculpa ,  énu  es  do  noche  ? 

REY. 

Dices  bien  :  fuerza  es  que  espere 
A  estar  bien  entrado  el  día, 

CHOCOLATE.  {Ap<) 

¿Qué  hablan  estos  «are  dientes? 

HET. 

Hombre ,  el  dejarte  een  vida 
A  mi  piedad  agraden*.  • 

CHOCÓLA**. 

Seré  de  tan  gran  seno* 
Escarpín  eternamente. 

rey.  {Ap.) 

¡  Ay,  bellísima  Violante , 
Qué  de  pesares  me  debes ! 

(Yanté  ti  fUjr  y  Don  Guillen,) 

CBOCOLVfB. 

Yo  hombres  corteses  he  visto» 
Pero  no  hombres  mas  corteses. 
¡Qué  blandura  de  señores  1 
En  sabiendo  lo  que  quieren, 
No  hablarán  una  palabra 
Descompuesta,  aunque  los  tuesten. 


T¡ 


¡  ESCENA  VL 

j      DON  VICENTE.— CHOCOLATE. 

I  don  vicewtt.  iPatú  ti.) 

i  Ha  estado  mi  honor  buscando 
•  Si  aquí  Chocolate  vuelve, 
i  Porque  no  encuentren  con  él, 

Y  quien  soy  á  nadie  cuente. 

I  CHOCOLATE. 

,  Preguntadores  señores. 
Si  es  que  arrepentidos  vienen 
1  De  haberme  dejado  irivo, 
ue  uo  lo  estoy  consideren 
anto  como  ustedes  piensan. 

BON  TÍCENTE. 

¿Chocolate? 

CHOCOLATE. 

Sí :  ¿quién  eres? 

DOH  VICENTE. 

Yo  soy. 

CHOCOLATE. 

¿Quién? 

DOIf  VICENTE. 

I  No  me  conoces , 
Necio ,  que  soy  Don  Vicente  ? 

CHOCOLATE. 

¡Don  Vicente!  No  lo  creo. 

DON  VICENTE. 

¿Adonde  vas? 

CHOCOLATE. 

Para  verte, 
Por  una  luz. 

DOS  VICENTE. 

Dune  ahora , 
¿Qué  le  ha  sucedido  ? 

CHOCOLATE. 

Atiende. 
Cuando  sacaste  la  espada , 
Sentí  á  las  espaldas  gente , 

Y  porque  no  nos  malaseu 
Siu  defensa... 

DON  VICENTE. 

¿Qué? 

CHOCOLATE. 

Déjete, 

Y  á  detener  i  los  otros 
Me  fui  animoso  y  wliente. 
La  fortuna  (qne  la  tiesta 
Guarda  de  los  Inocentes) 
Me  dio  tal  valor,  que  todos 
A  cuchilladas  se  vuelven. 

DOW  VfCEWTBi 

Pues  ¿cómo  dijiste  aquí 
Ahora  llegando  á  verme  i 
t  Preguntadores  tenores?  » 
De  que  infiere  claramente 
Que  te  preguntaron  algo. 

chocolate. 

Pues  si  no  dejas  qne  llegue 
Al  lia  con  el  caso. 

OON  VICENTE. 

Di. 

CHOCOLATE. 

Quedando  solo,  arrímeme 
A  descansar,  y  de  una 
Puerta  salió  entonces  gente. 

DOS  VICENTE. 

Pues  ¿había  puerta  en  el  bosque? 

CHOCOLATE. 

Supongo  yo  que  la  hubiese, 

Y  llamo  puerta  á  un  portillo , 
Que  hacían  los  ramos.  Hálleme, 


i 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  SON  NO  MAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


17 


En  fin,  de  dos  abrasado, 
Y  en  el  pecho  nn  pistolete. 
«¿Quién  eres?»  me  preguntó 
Uno  de  ellos.  Yo  prudente 
l>ye :  «  No  lo  be  de  decir, 
Aunque  me  deis  dos  mil  muertes.  — 
¿Que  hacen  aquí?  dijo  otro.— 
Espulgarme  a  obscuras.—  Mientes. 
— Espulgóme  á  obscuras  yo , 
Cono  otros  pintan  al  temple.— 
¿  Quién  es  este  que  acompañas?— 
Yo  no  acompaño. »  Y  en  este 
Punto  disparó  cruel 
El  de  la  pistola... 

DON  VICENTE. 

Tente. 
¿Cómo  no  se  oyó  del  fuego 
Respuesta? 

CHOCOLATE. 

Como  sin  lente 
No  era,  no  era  respondón 
El  fuego ;  y  el  caso  es  ese, 
Que  uo  dio  lombre ;  y  pasando 
Al  acero  su  inclemente 
Furor,  una  puñalada , 
Que  no  paso  del  piquete , 
Me  tiró  otro,  c  Muerto  soy,  ■ 
Dije ,  y  lacayo  de  réquiem  % 
Me  tendí  en  el  suelo ;  y  ellos , 
Que  ya  por  muerto  me  tienen , 
Se  van  presto.  Del  hallarme 
Tú ,  presumo  que  ellos  vuelven , 

Y  digo  cpreguntadores,» 
Por  Tos  dimes  y  diretes. 

DON  VICENTE. 

En  lln,  ¿de  tí  no  supieron 
Que  fuese  yo,  ni  quién  fuese? 

CHOCOLATE. 

¡  Eso  hablan  de  saber 
De  mi  boca  I 

DON  VICENTE. 

¡Qué  leal  eres ! 

CHOCOLATE. 

Aun  ai  lo  supieras  bien, 
No  dudo  que  lo  dijeses. 

SON  VICENTE. 

Por  lo  menos,  si  lo  hubieras 
Dicho ,  lo  erraras  dos  veces 
Kn  no  avisarme,  porqué 
Hecho  el  daño,  lo  remedie. 

CHOCOLATE. 

Digo  que  sj  hallares  nunca 

Sne  yo  tu  nombre  dijese , 
e  mates.  (Ap.  Mucho  sintiera 
Que  la  palabra  me  acepte.) 

DON  VICENTE. 

(A».;Yálgame  Dios!  ¿qué  be  de  hacer, 

Cercado  de  tan  crueles 

Imaginaciones  locas 

Como  á  mi  discurso  ofenden? 

La  noche  que  volví  aquí , 

Por  si  aquí  saber  pudieso 

Si  con  la  Reina  quedaba 

Violante  ( i  cielos ,  valedme ! ), 

Bailé  en  la  ventana  al  Rey ; 

Y  presumiendo  que  fuese 
Yo  Dou  Guillen,  me  contó 
Gotoso,  ulano  y  alegre, 
Que  estaba  favorecido 

De  una  ingrata  beldad.  (Llegue 
Mi  muerte  antes  que  otra  vez 
Mi  discurso  me  w  acuerde.) 
Desconocióme  antes  que 
La  nombrase ;  yo  prudente 
Di  a  la  fuga  en  confianza 
Los  riesgos  de  conocerme. 
Abrevióse  la  jornada 

t.  ni. 


s 


A  que  fui ;  v  cuando  pretendett 
Mis  ansias  desengañarme, 
Mis  penas  satisfacerme, 
Volviendo  mas  por  üneza , 
Que  por...  (¡  Ay  lengua !  detente, 
No  digas  celos ;  que  uo  nombre 
No  es  justo  que  lo  confiese.) 
Por  finexa  solo  digo, 
A  ver  aquella  que  hoy  tiene , 
Arbitro  de  mi  fortuna, 
Todos  mis  males  y  bienes; 
En  el  mismo  punto  hallo 
A  Don  Guillen ,  porque  aumente 
Fuerzas  á  fuerzas  la  duda, 
Visio  el  indicio  dos  veces. 
Mas  i  qué  digo  indicio?  Miento; 
Que  aun  el  indicio  mas  leve 
No  ha  llegado  a  mi  noticia. 
Miente  mí  discurso ,  miente 
Mi  imaginación ,  supuesto 
Que  tantos  descargos  tiene 
En  la  razón  apurados, 

Y  en  la  verdad  evidentes. 
A  buscarlos  voy,  Violante  : 
iPlegue  á  Dios  qne  los  encuentre! 
Dejo  aparte  los  abonos 

De  ser  quien  soy  y  quien  eres  : 
Haz ,  honor,  que  aquesta  loca 
Imaginación  me  deje.) 
Chocolate,  á  mi  me  importa» 
Supuesto  que  ya  amanece 

Y  á  ver  a  Violante  vine , 

?ue  ahora  en  la  quinta  entres» 
la  digas  a  Violante 
8ue  pues  que  su  cuarto  tiene 
na  ouerta  a  los  jardines, 
La  abra ,  y  yo  secretamente 
Entraré  á  verla  primero 
ue  k  noticia  del  Rey  llegue 
ue  me  be  adelantado. 

CHOCOLATE. 

Iré 
Cuidadoso  y  diligente. 

DON  VICENTE. 

Escucha ,  pues  tan  bien  sabes 
Callar,  cuando  á  verla  entres , 
No  digas  lo  que  ha  pasado. 

CHOCOLATE. 

Callarélo ,  aunque  reviente.      ( Vase.) 

DON  VICENTE. 

A  disimular,  desdichas, 

Vamos.  Haced  que  no  llegue, , 

Cielos ,  Violante,  a  saber 

Que  en  mi  cupo  la  mas  leve 

Desconfianza ,  porqué 

Propias  y  atentas  mujeres, 

Es  decirlas  que  se  atrevan 

El  decirlas  que  las  temen.        {Vase.) 

Paso  al  Jardín  entre  la  habitación  de  la  Reina 
y  la  de  Violante. 

ESCENA  VIL 

LA  REINA,  ELVIRA. 

REINA. 

No  he  podido  sosegar, 
Vacilando  y  discurriendo 
En  qué  ha  podido  parar 
De  aquella  pendencia  el  riesgo. 

ELVIRA. 

Ya  se  dijera,  si  hubiera 
Novedad. 

REINA. 

Estoy  muriendo. 

ELVIRA. 

Siempre  estuve  mal ,  señora, 


Yo  con  este  Ungimiento. 
Muchas  veces  lo  escuché, 

Y  aunque  nunca  quise  verlo, 
Tus  temores  no  euteodi.  . 

REINA. 

Pues  tanto  me  apuras ,  quiero 

8ue  sepas  cuántas  razones 
oy  en  mi  disculpa  tengo. 
Yo  adoro  al  Rey  de  la  suerte 
Que  él  me  aborrece;  que  opuestos 
Nuestros  dos  hados,  tomaron 
En  la  partición  que  hicieron 
Del  patrimonio  de  estrellas , 
Los  dos  contrarios  extremos; 
Todo  el  amor  uno,  y  otro 
Todo  el  aborrecimiento. 
Esto  asentado,  y  también 
Asentado  qne  tenemos 
Nuestras  pasiones  los  reyes, 
Al  primer  discurso  vuelvo. 
Acaso  llegué  á  una  reja 
Del  jardín...  Ya  sabes  esto : 
Que  me  habló  el  Rey  por  Violante ; 
Que  yo  curiosa,  queriendo 
Apurar  el  desengaño, 
Fingí  la  voz;  aunque  es  cierto 
Que  no  había  para  qué,  ni  hube 
Menester  Ungirla ,  puesto 
Que  della  tenían  tan  muertas 
Las  noticias  sus  despegos. 
Luego  si  yo  con  fingir 
Que  soy  la  que  adora ,  tengo 
Su  imaginación  burlada. 
Parado  su  pensamiento, 
Mi  respeto  asegurado, 
Pacíficos  mis  recelos , 
No  ha  sido  culpable,  Elvira, 
Del  lodo  mi  fingimiento. 
¿Tan  poca  victoria  ha  sido 
Traerle  a  este  rendimiento? 
Pues  cuando  se  desengañe , 
Conocerá ,  por  lo  menos , 
Que  vista  sin  ceño ,  partes 
Para  ser  querida  tengo. 

Y  aun  no  sé,  Elvira,  no  sé 
Si  diga  (súplame  esto 

Mi  modestia)  que  be  pensado      v 

Desengañarle  ♦  creyendo 

Que  por  aqueste  camino 

Me  ha  de  hacer  merced  el  cielo 

De  cumplirme  una  palabra , 

Que  aunque  me  la  ha  dado  en  sueños. 

Para  que  el  cielo  la  cumpla , 

Basta  ser  suya  en  efecto. 

ELVIRA. 

Aunque  no  hallen  hoy,  señora, 
Conveniencia  tus  deseos 
En  el  desengaño,  ya 
Fuerza  ha  de  ser,  pues  yo  creo 
Que  ha  de  venir  Don  Vicente, 
Según  tú  dices,  muy  presto; 

Y  en  faltando  desta  quinta 
Violante,  será  muy  cierto 
Que  allá  la  busque,  y  que  allá 
de  desengañe. 

REINA. 

Primero 
Pensaré  yo  el  mejor  modo 
De  declararme. 

ELVIRA. 

Habla  quedo, 
Que  sale  al  jardín  Violante. 

REINA. 

Pues  vente  conmigo ,  haciendo 
Que  no  la  ves;  que  aunque  ella 
No  es  culpa  de  mi  tormento,  . 
Es  de  mi  tormento  causa, 

Y  como  tal ,  verla  siento.        (Fsnw.) 

2 


tí 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARGA. 


ESCENA  vin. 


VIOLANTE ,  LEONOR. 

VIOLANTE. 

¿Abriste  la  puerta? 

LEONOR. 

Sí. 

VIOLANTE. 

Pues  «I  jardín  recorriendo 

Anda ,  uo  le  vean  entrar.  ( Vate  Leonor.) 

I  Gracias  al.  amor,  que  llego 

A  ver  tan  felice  día  l 

Dos  dichas  á  un  tiempo  tengo: 

Una  el  venir  Don  Vicente , 

Y  otra  el  venir  de  secreto, 
Haciendo  fineta  el  verme. 
Loca  me  tiene  el  contento ; 

Y  mas  cuando  sus  pesares 
Tan  pacíficos  y  quietos 

Ha  de  bailar,  pues  en  su  ausencia 
Aun  sola  una  acción  no  ba  hecho 
El  Rey  de  amor,  que  le  4ó 
Un  cuidadoso  recelo. 

ESCENA  EL 

DON  VIGENTE,   CHOCOLATE.-» 
VIOLANTE. 

CHOCOLATE. 

A  la  puerta  de  su  cuarto 
Te  espera. 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

Cobarde  llego, 
Porque  no  sé  si  sabré 
Disimular  nú  tormeoto. 

VIOLANTE. 

Apenas  Chocolate 
Habló  aquí  con  Leonora , 
Que  es  quieu  me  asiste  ahora , 
Cuando  sin  que  dilate 
Uu  solo  instante  el  verte , 
A  recibirte  salgo  desta  suerte. 
Mi  bieo,  seSor,  esposo, 
Seas  tan  bien  venido, 
Como  esperado  has  sido 
Deste  pecho  amoroso , 
Que  cou  amantes  lazos 
beliz  te  espera  en  sus  dichosos Drazos. 
(Abrazante.) 

DON  VICENTE. 

Tú  seas,  dueño  mío, 

Mil  veces  bien  hallada, 

Como  has  sido  deseada 

De  este  preso  albedrío, 

Que  en  alas  ha  volado 

De  amor,  por  llegar  presto  y  abrasado. 

Apenas,  acabadas 

Las  treguas  de  la  guerra , 

Pisé  la  amada  tierra , 

Cuando  á  largas  jornadas, 

Fino  amante  y  sujeto , 

A  verte  me  adelanto  de  secreto. 

VIOLANTE. 

Aunque  esté  á  la  fineza 
Con  que  á  verme  has  venido 
Mi  pecho  agradecido, 
,  No  sé  con  qué  tibieza 
Me  hablas,  me  oyes ,  me  miras, 

Y  hacia  ti  deutro  con  temor  suspiras , 
Que  das  al  pensamiento-, 

<aiando  mas  se  aconseja , 

Causa  de  que  haya  queja 

Del  agradecimiento. 

¿Cotí  qué  cuidado  vienes  ?        [tienes  ? 

Mi  bien ,  ¿  qué  traes  ?  Di ,  mi  bien ,  ¿qué 

DON  VICENTE. 

(Ap.  ¿Pudieran  ser  fingidos 


tan  bien  dichos  enojos? 

Nada  habéis  .visto,  ojos : 

Mucho  escucháis ,  oídos. 

No  pueda  en  mi  confuso  devaneo 

Lo  que  imagino  mas  que  lo  que  veo.) 

Del  camino  cansado , 

Y  no  bueno  he  venido : 
Esta  la  causa  ha  sido ; 
No  ba  sido  desagrado , 
Señora ,  el  suspenderme. 

VIOLANTE. 

Lo  peor  es  que  pudiste  responderme ; 

Porque  cuando  trajeras 

Algunas  pesadumbres, 

Del  tiempo  á  las  costumbres 

Dejara  las  vencieras: 

Esto  yo  te  lo  fio; 

Mas  la  salud  no  puedo,  dueño  mío. 

¡  Pluguiera  a  Dios,  pluguiera 

Que  a  costa  de  la  mía ! 

Que  hasta  el  alma  este  dia 

En  albricias  te  diera ; 

Y  díganlo  mis  ojos. 

Que  lágrimas  te  ofrecen  por  despojos. 

DON  VICENTE. 

{Ap.  Ahora  es  tiempo ,  ahora , 

Ilusión  mal  nacida 

De  darte  por  vencida. 

Violante  es  la  que  llora :  [do?) 

No  dirás  mas  verdad  (¿qué  estoy  dudan- 

Imaginando  tú ,  que  ella  llorando.) 

Bella  Violante  mía , 

Cuando  muerto  viniera , 

Solo  el  verte  me  diera 

Mas  vida ,  mas  placer,  mas  alegría 

Que  desearme  puedes : 

Todo  en  solo  ese  llanto  lo  concedes. 

Dame  otra  vez  los  brazos. 

VIOLANTE. 

Pues  que  mi  llanto  pudo 

Estrechar  deste  nudo 

Los  amorosos  lazos , 

Ya  será  agradecida 

La  continua  tarea  de  la  vida : 

Ni  cesará  un  instante 

De  llorar  mi  fortuna. 

DON  VICENTE. 

No  habrá  risa  ninguna, 
Bellísima  Violante, 
Si  el  sol  continuo  llora. 


ESCENA  X. 

LEONOR.  —  Dichos. 

LEONOR. 
DON  VICENTE. 


Salió... 


LEONOR. 


Señor... 
Di. 


El  Rey.. 


La  voz! 


LEONOR. 

Vengo  muerta. 

VIOLANTE. 

¿Qué  hay,  Leonora? 

'LEONOR. 
VIOLANTE. 

¿Qué? 

DON  VICENTE. 

¡  Qué  mal  concierta 


Di. 


Asi  lo  oí. 


VIOLANTE. 
LEONOR. 

Aquesta  mañana*.. 


DON  VICENTE. 

No  te  turbes. 


DON  VICENTE. 

¿Qué  dudas? 

LEONOR. 

A  caza. 

DON  VICENTE. 

Pues  ¿qué  ha  sucedido? 

LEONOR. 

Qne 
Huyendo  del  sol  la  saña , 
Contra  el  rigor  de  sus  rayos, 
De  aquesta  quinta  se  ampara , 

Y  en  ella  ha  entrado. 

DON  VICENTE. 

Pues  bien , 
¿Qué  novedad  es  extraña 
Que  el  Rey  entre  en  esta  quinta, 
Siendo  esta  quinta  su  casa  ? 
Si  es  temor  de  que  me  vea 
Eu  su  cuarto,  mas  guardada 
Mi  persona  estará  en  este. 

LEONOR. 

Si  él  en  su  cuarto  se  entrara , 
Aunque  fuera  novedad , 
Lo  fuera  sin  circunstancia ; 
Pero  antes  que  hacia  el  cuarto 
De  la  Reina... 

DON  VICENTE. 

Dilo. 

VIOLANTE. 

Acaba. 

LEONOR. 

Viene  á  este  cuarto. 

DON  VICENTE. 

¡Qué  dices ! 

VIOLANTE. 

Pues  ¿de  qué>  señor,  te  espantas? 
Si  viene  huyendo  del  sol , 
¿Qué  mucho  (Ap.  Alentemos,  alma.) 
Que  por  uo  ver  á  la  Reina , 
Aquí  se  entre  ? 

DON  VICENTE. 

Pues  no  extrañas 
Tan  gran  visita,  no  dudo 
Que  esto  muchas  veces  pasa» 

VIOLANTE. 

No  solo  pasó  otra  vez €, 
Mas  no  le  he  visto  la  cara 
Desde  que  tú  te  ausentaste, 
Ni  le  be  hablado  una  palabra, 

Y  asi,  no  presumas... 

DON  VICENTE. 

Tente, 
Porque  no  presumo  nada: 

8ue  si  algún  extremo  ha  hecho 
ecio  el  color  de  mi  cara , 
Es ,  señora ,  de  temer 
Que  me  baile  aquí  (¡pena  rara!) 
Antes  de  haberle  besado 
La  mano ,  y  de  mi  jornada 
Dádole  cuenta,  trayendo 
La  gente  que  se  me  encarga. 

VIOLARTE. 

Pues  retírate  de  aquí ; 

8ue  es  su  condición  extraña  : 
o  te  diga  algún  desaire. 

DON  VICENTE. 

Fuerza  será  que  lo  haga... 
(Ap.  No  tanto  por  eso,  como 
Porque  otro  indicio  no  haya 
Contra  mí,  de  que  yo  he  sido 
El  de  las  uoches  pasadas.) 

i  No  solo  uo  paso"  otra  vez. 


GUSTOS  Y  DISGUSTOS  SON  NO  HAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


II 


LEONOR. 

Ea,  presto,  que  ya  llega. 

DON  VICENTE.  (Ap.  del.) 

Chocolate,  aqui  te  aparta, 
Porque  podra,  si  te  ve , 
Discurrir  coa  justa  causa 
Ser  el  criado  de  anoche. 

CHOCOLATE. 

Si  jo  no  bable  una  palabra , 
Y  era  á  obscuras... 

DO»  TÍCENTE. 

Ven  conmigo. 
(Ap.  Cielos,  fa  suerte  está  echada; 
Tened  lastima  de  mi; 
Que  va  en  perderla  ó  ganarla... 
Mas  poco  diré,  aunque  diga 
Fama ,  honor,  ser,  vida  y  alma.) 
(Escóndeme  los  dos.) 

VIOLANTE.      '. 

No  me  pesa  (aunque  es  tan  grande 
£1  empeño  que  me  aguarda) 
Que  esté  Don  Vicente  donde 
Pueda  las  verdades  claras 
Oír  de  mi  amor,  pues  verá , 
En  lo  que  aqui  el  Rey  me  habla, 
Que  desesperado  6  cuerda, 
Pío  me  ha  hablado  una*  palabra. 


EL  RE  Y.— VIOLANTE,  LEONOR;  DON 
VICENTE  y  CHOCOLATE,  escon- 
dido*. 

REY. 

Tendréis  á  gran  novedad , 
Violante  hermosa ,  que  baga 
Estos  extremos  de  amor. 

VIOLANTE* 

Si ,  gran  señor,  y  admirada 
Estoy  de  que  entréis  aquí , 
Cosa  4  vos  tan  poco  usada , 

Y  en  mi  tan  poco  advertida; 

Y  cualquiera  acción  se  extraña 
La  primera  vez  que  ocurre. 

BEY. 

Decís  bien... 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

Albricias ,  alma , 
Que  entra  bien  el  desengaño : 
Quiera  Dios  que  tan  bien  salga. 

REY. 

Pero  las  leyes  se  rompen , 
Cuando  es  precisa  la  causa; 

Y  la  que  boy  me  arroja  á  entrar 
Aqui ,  sin  mirar  en  nada , 

Ea  tal  que  no  me  es  posible. 
Bella  Violante,  excusaría; 
Que  donde  tu  vida  importa , 
¿Qué  extremo  habrá  que  no  baga? 

VIOLANTE. 

¡Hi  vida ,  señor! 

REY. 

Tu  «ida; 

Y  ante»  que  digas  palabra, 
Dime,  ¿has  visto  á  Don  Vicente? 

VIOLANTE.    (Ap.) 

El  con  colera  y  con  rabia 
Le  busca,  y  por  eso  dice 
Que  me  va  la  vida. 

REY. 

Habla. 
¿Hásle  visto? 

VIOLANTE. 

No,  señor. 

REY. 

Con  eso  esta  confirmada 


Mi  sospecha  y  tu  peligro  : 
Oye ,  y  sabrás  lo  que  me  pasa. 
Anoche,  cuando  á  la  reja 
Hablando  contigo  estaba... 

VIOLANTE. 

¡Conmigo  anoche  á  la  reja ! 
Ya  mas  desdichas  me  aguardan. 

REY. 

No  te  hagas  desentendida ; 

8ue  aunque  juraste  enojada 
egar  siempre  los  favores 
Que  te  debieron  mis  ansias, 
No  es  tiempo  de  que  lo  cumplas. 

VIOLANTE. 

¿Yo? ¿Cómo...  cuándo  (¡turbada 
Estoy !  )bablé  ó  juré  ?  ¿  Cuándo  ?..* 

REY. 

Ya  los  disimulos  bastan ; 
Mas  diga  yo  á  lo  que  vengo,  , 

Y  tú ,  sabiendo  la  causa , 
Verás  si  te  está  mejor 
Negarla  que  confirmarla. 

DON  VICENTE.  {Ap.) 

¿Hay  mas  pena? 

violante.  (Ap¿) 

¿Hay  mas  desdicha? 

REY. 

Anoche  pues,  cuando  hablaba 
Por  esta  reja  contigo, 

Y  al  ruido  de  cuchilladas... 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

¿Hay  hombre  mas  infeliz  ? 

VIOLANTE.  (Ap.) 

¿Hay  mujer  mas  desdichada? 

REY. 

A  saberlo  que  era  fui, 
VI  á  Don  Guiñen,  que  intentaba 
Conocer  i  un  hombre,  como 
La  primera  vez  que  human? 
Me  escuchaste. 

VIOLANTE. 

Yo,  señor. 
Jamas  te  escuché. 

RON  VICENTE.  {Ap.) 

¡AL  ingrata  í 

REY. 

El  hombre  se  nos  perdió 
Entre  las  sombras  y  rama»; 
Pero  hallamos  un  criado... 

CHOCOLATE.  (Ap.) 

Ahora  entro  yo  en  la  danza. 

REY. 

Que  djjo  que  Don  Vicente 
Aqui  de  secreto  estaba... 

don  vicente.  {Ap.  d  Checolate.) 

Tú  me  has  vendido. 

CHOCOLATE. 

Ño  he  hecho; 
Que  por  ti  no  dieron  blanca. 

REY. 

Que  habia  venido  á  verte, 
Dijo,  y  pues  de  verte  falta , a 
Sus  recelos  le  han  traído  : 
Yo,  temiendo  tu  desgracia  * 
Te  vengo  á  ofrecer... 

ESCENA  XII. 

DON  GUILLEN ,  turbado.  —  Dichos 

DON  GUILLEN. 

Señor, 
Haciendo  lo  que  me  mandas 
Con  el  jardinero,  he  visto 


i 


£ 


V 


Desde  aquella  verde  estancia 
Que  la  Reina  mi  señora  < 
De  que  aqui  estás  informada , 
Ha  salido  de  su  cuarto* 

Y  á  verte  á  este  cuarto  pasa. 

REY.  (Af.) 

Que  aun  para  hablar  en  desdichas 
o  dé  tiempo  esta  tirana? 

violante.  (Ap.)  ' 

oe  aun  para  satisfacer 
Ó  den  lugar  mis  desgracias? 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

¿Que  aun  pata  matar,  no  apuren 
Todo  el  veneno  mis  ansias?* 

CHOCOLATE.  (Ap.) 

¿Que  aún  para  mentir,  no  tenga 
Yo  ni  ventura  ni  gracia? 

ESCENA  XIII. 

LA  REINA.  —  Dichos. 

reina. 

Ap.  Ya  del  riesgo  de  la  noche, 
iendo  al  Rey,  asegurada , 
Habré  de  fingir  de  dia, 
Pues  la  noche  no  me  basta.) 
Vuestra  Majestad ,  señor, 
Una  vez  que  acaso  pasa 
Los  umbrales  desta  quinta , 
¡Tanto  en  dejarse  ver  tarda  l 

Rey. 

Por  este  monte  salí 
A  caza  aquesta  mañana; 
Hizome  el  sol  retirar, 

Y  imaginando  que  estaba 
En  este  cuarto  tu  Alteza, 
Entré  en  él  por  ignorancia. 

reina. 

No  me  espanto  que  ignoréis 
Las  viviendas  desta  casa, 

?ue  las  visitáis  muy  poco ; 
ya,  señor,  que  os  engaña 
La  imaginación,  pues  oiega 
A  unas  busca  y  á  otras  halla ; 
Por  si  acaso  os  sucediera 
Otra  vez,  sabed  la  casa. 
Este  cuarto  es  de  Violante, 
Que  estos  dias  me  acompaña  : 
Venid,  y  sabréis  el  mió. 

REY. 

Ap.  Fuerza  es  ene  coa  eHa  vaya 

or  no  confesarlo  todo.) 
Aunque  declina  y  desmaya 
El  sol  ya,  y  be  de  Volverme 
Luego,  haré  lo  que  me  manda 
Vuestra  Alteza. 

REINA.  (Ap.) 

¡Quién  creyera 
Que  una  imaghraciqu  haga 
Que  se  aborrezca  de  dia 
Lo  que  de  noche  se  ama ! 

rey-  (Ap.  d  él.) 

Don  Guillen,  díte  á  Violante 
Que  si  ha  fingido,  por  causa 
Del  enojo,  ó  cíe  guardarse 
De  una  de  aquellas  criadas, 
Que  no  deje  aquesta  noche 
De  hablarme  donde  me  babm. 

RR1NA. 

¿No  venís,  señor? 

REY. 

Ya  voy. 

REINA.  (Ap.) 

r  Ni  aun  Don  Guillen  ha  de  hablarla. 


fí 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


UT.  (Áp.) 

¿Quién  pudiera  hacer ,  Violante, 
Que  la  Reina  <  ¡  pena  extraña ! ) 
Tuviera  tu  discreción , 
Ya  que  la  beldad  le  falta ! 

violante.  (Áp.) 

¿Quién  en  el  mundo  se  ha  visto 
En  igual  riesgo  empeñada? 

DON  VICENTE. 

Ya  que  de  imaginación 

Mi  pena  a-evidencia  pasa, 

Saldré  y  la  daré  muerte. 

Ya  que  ha  vuelto  el  Rey  la  espalda. 

(Y ame  entrando^  y  deede  la  puerta  ¡a 
Reina  vuelve  á  llamar  á  Violante , 
tetando  Den  Vicente  con  la  daga  em- 
puñada.) 

BBIXA. 

Violante. 

VIOLARTE* 

Señora. 

REINA. 

Ven 
Conmigo. 

VIOLASTE. 

Pues  ¿qué  me  mandas? 

feEINA. 

Tengo  que  hablarte :  no  quedes 
Sola,  hasta  que  el  Rey  se  vaya. 

VIOLANTE. 

Siempre  yo  he  de  obedecerte.    * 

LEONOR.  {Ap.) 

Y  nunca  de  mejor  gana. 

violante.  (Ap.) 
Suspendióse  mi  desdicha. 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

Dilatóse  mi  venganza. 

CHOCOLATE.    • 

¡Qué  diera  ahora  yo  por 

Que  la  Reina  me  llamara 

A  mi  también  I 

(Vate  la  Reina,  y  con  eUa  Violante.) 

ESCENA  xnr. 

DON  VICENTE,  CHOCOLATE, 
LEONOR. 

DON  VICENTE. 

Tú,  villano, 
Has  sido  de  todo  causa. 

CHOCOLATE. 

¿Pues  soy  yo  el  Rey,  ó  Violante , 
O  la  Reina,  ó  la  ventana, 
O  la  noche  del  jardín  ? 

DON  VICENTE. 

Malaréte  a  puñaladas. 

chocolate. 

No  me  puedo  deleitar 

A  recibirlas ,  que  llama 

La  Reina.  (Vate.) 

DON  VICENTE. 

Salir  no  puedo 
Tras  él :  tú,  Leonor,  aguarda. 

LEONOB. 

ÍNo  ves  que  siempre  me  toca 
7A  ir  donde  va  mi  ama  ?         (Vente. ) 

ESCENA  XV. 

DON  VICENTE. 

Solo  me  han  dejado. ;  Cielos ! 
¿Qué  haré  cercado  de  tantas 
Penas  y  desdichas  juntas  ? 


Mas  no  hay  que  pensar  en  nada , 

Vacilar  ni  discurrir. 

Violante  y  el  Rey  me  agravian  \ 

Y  pues  «o  puedo  tomar 
Mas  que  la  media  venganza , 
Muera  Violante,  el  Rey  viva. 
A  lo  que  desde  aquí  alcanza 
Mi  vista,  ya  el  Rey  se  va. 
No  dudo  que  esta  tirana 

En  el  cuarto  de  la  Reina 
Se  esconda,  evidencia  es  clara ; 
Porque  no  ha  de  osar  teñir 
Donde  la  muerte  la  aguarda. 
Pues  ¿qué  be  de  bacer  ?  Ya  lo  sé. 
En  las  ruinas  derribadas, 
Que  parle  de  este  jardín 
Tiene,  he  de  ocultarme,  hasta 
Que  la  noche  dé  ocasión 
Para  salir  á  lograrla. 
Para  que  a  este  cuarto  vuelva» 
Abriré  esta  puerta  falsa , 

Y  entrando  eu  él  esta  noche 
Por  una  de  sus  ventanas, 
La  daré  la  muerte.  Ahora, 
Caducas  piedras  y  ramas. 
Dadme  sepulcro  vosotras; 
Que  no  será  acción  tirana 
Sepultarme  vivo,  puesto 

Que  voy  cadáver  con  alma.      {Vate.) 


Sala  de  la  habitación  de  la  Reina. 

ESCENA  XVL 

VIOLANTE. 

Fuese  el  Rey,  y  retirada 

La  Reina  á  su  cuarto,  yo 

Sola  be  quedado.  ¿Nació 

Alguna  mas  desdichada? 

No,  porque  la  roas  airada 

Suerte  que  el  hado  contiene , 

Rigor  que  el  cielo  previene, 

Desdicha  que  el  tiempo  ordena, 

Es  que  uno  tenga  la  pena 

De  la  culpa  que  no  tiene. 

Mas  digo  mal,  pues  prevengo 

Yo  de  mi  estrella  en  disculpa 

El  ver  que  uo  tengo  culpa 

De  la  pena  ( ¡  ay  Dios ! )  que  tengo. 

Eu  esto  solo  a  hallar  vengo 

Consuelo  :  de  que  inferí 

Nuevo  tormento,  pues  vi 

Que  lo  que  por  tantos  modos 

Es  despecho  para  todos , 

Es  consuelo  para  mi. 

Honor,  ¿qué  he  de  hacer?  Si  intento 

Volver  a  mi  cuarto  hoy, 

Dispuesta  a  mi  muerte  voy ; 

Si  temerosa  me  ausento, 

Añado  otro  fundamento. 

Ir  es  desesperación; 

No  ir,  confirmar  traición. 

Razón  tengo...  no  equivale; 

Pues  si  no  hay  cosa  que  iguale , 

¿Qué  i  mporta  tener  razón  ? 

:Ay  esposo!  si  mi  vida 

Remedio  á  tu  daño  diera , 

Contenta  yo  a  morir  fuera  < 

Sacrificada  y  rendida ; 

Pero  que  mf  muerte  impida 

Me  dice  á  voces  mi  honor , 

Porque  á  ti  te  está  mejor, 

Hasta  que  tengas  bastante 

Desengaño... 


ESCENA  XV1X 

%L  CONDE.  —  VIOLANTE. 

CONDE. 

¿Qué  hay,  Violante? 
¿Por  qué  das  toces? 

VIOLANTE. 

Señor... 

GONMC. 

¿Qué  tienes? 

VIOLANTE. 

Un  dolor  fiero. 

CONDE. 

Pues  ¿de  qué  nace? 

VIOLANTE. 

•  No  sé. 

CONDE. 

Cuéntamele. 

VIOLARTE. 

No  podré. 

CONDE. 

¿Porqué? 

VIOLANTE. 

Porque  muda  muero. 

GONftE. 

Remedio  habrá. 

VIOLANTE. 

No  le  espero. 

CONDE. 

¿Cómo? 

VIOLANTE. 

Como  estoy  sintiendo... 

CONDE. 

¿Qué  es? 

VIOLANTE. 

Absorta  me  suspendo. 

CONDE. 

¿Qué  es  esto? 

VIOLANTE. 

Estrella  inconstante* 

CONDE. . 

No  te  entiendo. 

VIOLANTE. 

No  le  espante ; 
Que  yo  tampoco  me  enlieudo. 

CONDE. 

Yendo á  tu  cuarto  á  buscarte, 
Abierto  y  solo  le  vi , 
Y  viniendo  á  verte  aqui , 
Quisiera  irme  sin  hablarte ; 
Porque  llegando  á  mirarte 
Con  tan  grande  turbaciou , 
No  quisiera  la  ocasión 
Apurar,  por  no  saber 
Si  te  puede  suceder 
Una  desesperación. 
Al  Rey  en  el  bosque  via, 
Sin  que  me  viese  :  advertí 
Que  hacia  la  quinta  ¡ay  de  mi! 
Segunda  vez  se  volvía. 
No  discurro  en  qué  seria 
La  causa.— Llegando  á  verte, 
Violante ,  así  desla  suerte, 
Temo  cualquiera  desdicha. 
Pues  en  nada  tengo  dicha , 

>gue  ya  el  fin  de 
Habíame  claro. 


Llegue  ya  el  fin  dé  mi  muerte. 


VIOLANTE. 

Señor, 
¿Tú  no  eres  mi  padre? 

CONDE. 

Si. 


VIOLANTE. 


,  GUSTOS  Y  DISGUSTOS  SON  NO  MAS  QUE  IMAGINACIÓN. 


n: 


VIOLANTE. 

¿Crérás  que  heredé  de  ti 
Sangre  Ilustre,  ser  y  honor? 

CONDE.  • 

Siempre  eréré  to  mejor. 

VIOLANTE. 

Pees  yo  soy  tan  desdichada 
Que,  de  una  colpa  imputada. 
Mi  muerte  tengo  presente. 
Si  asi  teme  una  inocente, 
¿Cómo  teme  nna  culpada? 
Sabe  el  cíelo  que  no  he  dado 
A  mi  desdicha  ocasión 
Con  la  mas  pequeña  acción  : 
Ella  se  ha  facilitado. 
Don  Vicente,  que  ha  llegado 
De  secreto,  ha  presumido... 
Pero  duro  mal :  ha  oido 
Qne  voTe  puedo  ofender. 
¿Quién  podra  satisfacer 
Cara  á  cara  á  un  ofendido. 
Que  contra  si  mismo  piensa 
Con  razón  ó  sin  razón , 
Pues  darle  satisfacción, 
Es  acordarle  la  ofensa? 
Mi  confusión  es  inmensa, 
Poraue  aunque  mi  gran  lealtad 
Verdad  es ,  es  la  crueldad 
Del  lance  tal,  que  en  favor 
Mió  dos  veces,  señor, 
Es  desnuda  mi  verdad. 
Si  yo  alcanzara  ó  supiera 
Por  dónde  me  viene  el  daño» 
A  buscar  el  desengaño 
Por  los  mismos  pasos  fuera ; 
Pero  viene  ée  manera 
Oculto  y  disimulado, 
Que  ni  ñor  donde  ha  pasado 
Aun  la  nuella  se  divisa. 
Tan  liieramente  pisa 
El  ladrón  de  mi  cuidado. 

CONDE. 

Violante»  á  mi  me  está  bien 
Creer  tus  satisfacciones ; 
Pero  al  riesgo  á  que  te  pones  , 
Has  de  creer  tu  también. 
Si  no  estas  culpada,  en  quien 
Tu  desdicha  ocasionó 
Yo  me  vengaré; mas  no 
Si  lo  estas. 

VIOLANTE. 

Lo  mismo  dice 
Mi  vos  :  muera  de  infeKce, 
Y  no  de  culpada  ye* 

CONDE. 

¿Dónde  Don  Vicente  esta* 

VIOLARTE. 

En  mi  cuarto  le  dejó, 
coicas. 
Solo  y  abierto  le  hallé; 

?ne  del  se  ha  ausentado  ya. 
amos  a  él  los  dos. 

VIOLANTE. 

¿Yo  allá? 

CONDE* 

Sí,  ¿qué  temes? 

VIOLARTE. 

No  el  castigo. 
La  violencia» 

CONDE. 

Yo  me  obligo 
A  parar  esa  violencia. 
¿Ya  contiga  tu  inaceneia? 

VIOLANTE. 

81. 

CORDE. 

Pues  ven  ahora  conmigo.    (Vanse.) 


Jardia. 

ESCENA  XVUI. 

Salen  por  distintos  lados,  sin  verse  el 
uno  al  otro,  EL  REY  y  DON  VICEN- 
TE, uno  muy  triste,  y  otro  muy  ale- 
ore. 

DON  VICENTE. 

Ya  que  la  noche  ha  bajado 
Llena  de  sombras  y  horror... 

1ET. 

Ya  que  enamorado  del, 
Se  va  tras  el  dia  el  sol... 

DON  VICENTE. 

Atreverme  á  salir  quiero 
Desta  parte  adonde  estoy. 

#  het. 

Del  pobre  albergue  saldré , 
Que  un  jardinero  me  dio. 

DON  VICENTE. 

¿Habrá  hombre  mas  infeliz 
En  todo  el  mundo  que  yo  ? 

BEY. 

¿Habrá  mas  dichoso  hombre, 
Si  logro  aquesta  ocasión? 

DON  VICENTE. 

Ya  Violante  habrá  á  su  cuarto 
Vuelto,  viendo  que  faltó 
Mi  persona  del. 

■ET. 

Ya  presto 
Don  Guillen  (pues  me  dejó 
A  este  efecto  en  el  jardín) 
Vendrá  á  hacer  la  seña. 

DON  VICENTE. 

Hoy 
Mi  honor  tengo  de  vengar... 

hev. 

Hoy  lograré  su  favor... 

DON  VICENTE. 

2ue  aunque  el  cuarto  está  cerrado, 
ntraré  por  un  balcón. 

REY. 

8ue  aunque  tan  desentendida 
oy  en  su  cuarto  me  habló, 
Quizá  de  alguna  criada 
Entonces  se  recató, 

Y  no  dudo  que  veudrá. 

DON  VICENTE. 

A  morir  matando  voy ; 
Mas  si  una  ves  entro  dentro, 
Con  despecho  en  el  valor... 

BEY. 

Y  si  aqui  una  vea  la  veo , 
Confiado  en  la  traición... 

DON  VICENTE. 

La  tengo  de  dar  la  muerte. 

BEY. 

La  be  de  rendir  á  mi  amor., 
(Seña  dentro.) 

DON  VICENTE. 

La  seña  en  la  reja  han  hecho, 
Qne  es  la  de  aquel  mirador, 
Que  al  terrero  cae. 

BEY. 

Ya  hizo 
Guillen  la  seña. 

DON  VICENTE. 

Mejor 
Me  sucede,  pues  si  ella 


A  esta  seña  que  llame» 
Responde ,  dará  en  mis  manos. ; 

BEY. 

¡Ob,  quiera  el  vendado  dios, 
ue  respondiendo  á  la  seña , 
é  en  mauos  de  mi  afición ! 
(Vuelve  cada  uno  por  su  lado.) 


¡ 


LA  REINA,  ELVIRA.  —  EL  REY  y 
DON  VICENTE,  retirados  en  para- 
jes  opuestos. 

BE1NA. 

¿Hicieron  la  sena? 

ELVttU. 

Si. 

REINA. 

Pues  que  ya  resuelta  estoy  ' 

A  declararme ,  y  espera 
El  Rey  adonde  me  habló, 
Tú  ( por  lo  que  sucediere) 
Con  toda  la  prevención 
De  luz  y  gente  estarás, 
Y  sal,  si  oyeres  mi  voz. 
(Vasa  Elvira,  y  la  Reina  se  acerca 
como  d  oscuras  i  la  reja.)     •  •' 
¿Quién ,  cielos ,  crérá  en  el  mundo 
De  mi ,  que  siendo  quien  soy, 
En  aquestos  pasos  ande? 
Mas  ¿qué  digo  ?  que  es  error; 
Pues  cuantas  á  sus  esposos 
Los  quisieren  como  yo, 
Procurarán  divertirles. 
De  cualquier  ajeno  amor. 
El  ser  reina  en  este  caso 
Será  pequeña  objeción ;  •  i 

Que  amor  es  alma,  y  las  asnas 
Reinas .  no  vasallas  son* 
Créalo  la  que  lo  hiciere , 
Cuando  lea  mi  pasión , 
Por  historia  celebrada 
De  las  victorias  de  amor. 

DON  VICENTE.  {Ap.) 

Ya  á  la  ventana  se  acerca 
Mi  enemiga.  ¡Qué  rigor! 

BEY.  (Ap.) 

Ya  viene  bada  la  ventana. 
¡Qué  dicha ! 

(Seña  otra  tus.) 

beina.  (Ap.) 

¡Turbada  estoy ! 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

¿Quién  mayor  disgusto  tuvo? 

bey.  (Ap.) 
¿Quién  tuvo  gusto  mayor? 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

¿Qué  espero?  Voy  á  matarla. 

bey.  (Ap.) 
¿Qué  aguardo?  A  abrazarla  voy. 

DON  VICENTE.  (Ap.) 

Esta  vez,  Violante  ingrata... 

bey.  (Ap.) 

Esta  vez... 

(Llegan  los  dos;  y  viéndose  el  uno  al 
otro,  se  apartan ,  y  sacan  las  espa- 
das, y  el  Rey  se  pone  delante  de  la 
Reina.) 

BEINA. 

¡Válgame  Dios! 
Hombres,  ¿quién  sois?  ¡Ay  de  mi! 

DON  VICENTE. 

Quien  te  dará  muerte  hoy. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARGA. 


REY. 

Yo  quien  te  dará  la  vida. 

REMA. 

¿Cómo  estáis  aqui  los  dos9 

DO»  VICENTE, 

Como  yo  vengó  á  lomar 
De  mi  honor  satisfacción. 

.  rey, 

Y  yo  vengo  a  defenderte. 

apa  vigente. 
No  podrás... 

reina.  (Ap.) 

¡  Qué  confusión ! 

BOU  VICENTE. 

Porque  es  un  rayo  mj  espada,. 

rex. 
¿Hásme  conocido? 

DON  VICENTE^ 

No. 

RET. 

Huélgome,  porque  el  respeto, 
No  haga  lo  que  hará  el  dolor. 

RON  VICENTE. 

Mi  obligación  ea  morir, 

Campando  mi  obligación.. 

Sed  testigos.,  cielos,  que 

Tiro  á  Violante ,  al  Rey  no.     (Riñfn.) 

reina.  (Ap.) 
¡  Muerta  estoy !  No  sé  qué  hacer. 

ESCENA  XX. 

DON  GUILLEN  v  ELVIRA,  dentro; 
después,  EL  CONDE,  VIOLANTE  Y, 
acompañamiento. —  Dichos. 

DON  GUILLEN.  (tijMtXl-X 

Ruido  en  el  Jardín  se  oyó. 
elvira.  (Dentro.) 

Aunque  la  Reina  no  llame , 
Sacad  luces,  que  hay  traición. 
¿Salen  Elvira  y  acompañamiento  con 
x  luces,  Don  Guillen  ¡el  Conde  y  Vio- 
lante.) 

REY.  (Ap.) 

¿Qué miro?  -.Válgame  el  cielo! 
¿Qué  veo?  ¡Válgame  Dios.! 

DON  VICENTE. 

¿Vos  sois  con  quien  yo  reñía,? 
i  Y  por  quien  refila  sois  vos? 
•.Quién  muchas  vidas  tuviera 
Que  dar  en  satisfacción 


Peste  ciego  atrevimiento! 
Una  tengo,  aquesta  os  doy. 
(Arrodillase,  y  arroja  la  espada.) 

REY. 

¡Cómo!  ¿Vuestra  Alteza  es.  quien   ; 
Aqui  estaba? 

REINA. 

Sí ,  yo  soy 

^a  que  partiendo  su  suerte 
ntre  la  luna  y  el  sol , 
De  vos  adorada  vive , 

Y  aborrecida  de  vos; 

Con  el  nombre  de  Violante 
Os  hablé  por  el  balcón : 
De  mi  estáis  enamorado 
De  noche ,  si  de  día  no. 
Pues  nna  mentira  x  Rey, 
Tanta  pasión  os  debió, 
¿Por  qué  una  verdad  no  puede 
Deber  la  misma  pasión?  • 

Mirad  que  será  defecto 
De  una  real  condición , 
El  que  pueda  la  mentira 
Mas  que  la  verdad  con  vos. 
Violante  me  imaginasteis : 
Aunque  veis  que  no  lo  soy, 
Amad ,  señor,  por  acierto 
Lo  que  amasteis  por  error. 
En  publicar  este  engaño 
No  se  embaraza  mi  voz , 
Porque  tiene  por  disculpa 
El  ser  nacido  de  amor.  ' 
Si  una  imaginación  sola 
Finezas  os  mereció, 

Y  esa  misma  á  Don  Vicente 
Tantos  pesares  costó, 
Haga  caso  aquesta  vez, 

Con  que  me  bailaréis ,  señor* 
Olvidada  de  mi  estrella, 
Asunto  digno  de  vos, 

Y  él  en  su  esposa  hallará 
Desengaño  de  su  honor, 
Para  que  conozca  el  mundo 
En  la  historia  de  loados, 
Que  el  gusto  y  disgusto, 

De  esta  vida  son 
No  mas  que  una  leve 
Imaginación. 

REY. 

(Ap.  Aunque  pudiera  ofenderme 
Ueste  padecido  error, 
Con  la  que  hablé  se  halla  ya 
Empeñada  mi  pasión : 

Y  ademas  desto,  pendiente 
De  Violante  está  el  honor, 
De  Don  Vicente  y  el  Conde  : 
Justo  es  dar  satisfacción. 
Pues  acudamos  á  todo; 
Que  yo  valgo,  mas  que  yo,) 


Alzad,  señora,  del  suelo) 
Que  solo  corrido  estoy 
De  que  por  otra  os  amé , 
Mereciéndolo  por  vos. 
Del  engaño  que  "me  hicisteis, 
Mi  abrazo  os  dará  el  perdón ; 

Y  á  vos  también,  Don  Vicente, 
Del  desacierto  os  le  doy ; 

Que  si  lo  que  imacioasteis 
A.  este  lance  os  obturó; 

Y  lo  que  yo  imagine 

También  me  empeñó  ¿  este  acción, 

Vuestro  gusto  y  mi  disgusto, 

Puesto  que  tan  unos  son , 

Es  bieu  que  se  d£n  las  manos, 

Publicando  en  alta  voz 

Que  el  gusto  ¡l  disgusta 

Desta  vida  son 

fio  mas  que  una  leve 

imaginación, 

DON  VICENTE. 

■ 

Dame  mil  veces  los  pies,-. 

Y  tú,  Violante,  mi  error 
Perdona. 

,  violante. 

¡Gracias  al  cielo, 
Que  te  miro  sin  temor! 

CONDE. 

Dicha  fué  que  me  quedara 
Contigo  esta  noche  yo, 
Porque  no  se  dilatase 
Ese  gusto  á  mi  alicion. 

REY. 

En  la  corte,  Don  Vicente, 
Donde  con  la  Reina  voy, 
Me  cootaréis  la  jornada. 

REINA. 

;  Dichosa  mil  veces  yo ! 

CHOCOLATE. 

Esta  es  verdadera  historia , 
De  que  saque  el  pío  lector 
Que  se  estime  lo  que  es  propio ; 
Que  lo  ajeno  no  es  mejor  : 
Pues  como  imagine  un  hombre, 
Que  todas  mujeres  son , 

Y  que  no  es  mejor  alguna , 
Porque  cualquiera  es  peor, 
Con  la  suya  vivirá 
Contento.  Pues  lo  enseñó 
La  comedia,  imaginad, 
Si  os  dio  disgusto,  que  os  dio 
Gusto;  y  con  esto  dirá 
Agradecido  el  autor 
Que  el  gusto  y  disgusto 
Desta  vida  son 
No  mas  que  una  leve 
Imaginación* 


LA  HIJA  DEL  AIRE. 


PARTE  PRIUBRA. 


'         '"      I 


uVENOX ,  general. 

NIÑO ,  rey  de  Siria. 

LIDOIIQ,  rey  de  Lidia ,  con.  nombre 

de  ÁBSIDAS. 
LISIAS,  gobernador. 
TIRESIAS,  sacerdote  viejp. 


PERSONAS. 

FLORO,  soldado. 

LIBIO,  criado. 

CHATO ,  villano ,  gracioso. 

SEMÍRAMIS. 

IRENE,  infanta. 

SILVIA,  criada. 


S1RENE ,  villana. 

M  tísicos. 

Damas. 

Acompañamiento. 

Soldados. 

Gente. 


La  escena  es  en  escalón,  en  Ntnivety  en  las  inmediaciones  de  ambas  ciudades* 


JORNADA  PIUMERA. 


Monte :  á  I*  ízguierda  ana  gruta  con  puerta. 

ESCENA   PRIMEBA. 

MBNON,  LISIAS,  SEMIRAMIS  t músi- 
ca ,  todos  dentro,  (locan  cajas.) 

menon.  (Dentro.) 

Haced  alto  en  esta  parte , 
Y  ea  uno  y  otro  escuadrón 
Divididos,  saludad 
Con  salva  al  Rey  mi  señor. 

(Tocan  otra  vez  ) 

lisías.  (Dentro ,  al  otro  lado.) 

Cantad  aquí,  mientras  llega 
El  Rey  á  estos  raoutes  hoy, 
Porque  a  las  salvas  de  Marte 
Sucedan  las  del  Amor. 

Mrisic*.  (Dentro.) 

Coronado  ds  trofeos, 
Lleno  de  faena  y  de  honor y 
Vuelva  el  valeroso  Niño 
A  los  montea  de  Ascalon. 

semíramis  (Dentro  de  la  gruta.) 

Tirésías ,  abre  esta  puerta , 
0  á  manos  de  mi  furor, 
Muerte  me  dará  el  verdugo 
De  mi  desesperación. 


TIRESIAS,  vestido  como  sacerdote  an- 
tigua. —Dichos,  dentro. 

TIRESIAS. 

Allí  trompetas  y  cajas , 
Re  Marte  bélico  horror, 
Y  alli  voces  é  ins tramemos , 
Dulces  lisonjas  de  amor, 
Escucho;  y  cuando  informado 
De  tan  desconforme  unión 
De  músicas ,  á  admirarme 
En  la  causa  deltas  voy, 
Estos  golpes  que  á  esta  puerta 
Se  dan ,  y  en  mi  corazón 
A  un  tiempo,  me  han  detenido. 
Confuso  y  medroso  estoy. 

menor.  (Dentro.) 
Haced  salva;  que  ya  el  Rey 
Desde  aqut  se  descubrió. 
(Cajas.) 

usías.  (Dentro.) 
Vuelva  la  música  á  dar 
Al  aire  su  dulce  voz. 


uú&ica.  (Dentro,) 
A  tanta  adnwmeion^ 
Suspenso  queda  en  su  cofrera  el  sol. 
(Semíramis  vuelve  d  dar  golpes  dentro. 

semíramis.  (Dentro.) 
Tirésias ,  si  hoy  no  dispensas 
Las  leyes  desta  prisión 
Donde  sepultada  vivo, 
La  muerte  me  daré  hoy. 

TIRESIAS. 

Del  acero  de  mi  vida 
Ya  tres  los  imanes  son. 
Este  llama  con  mas  fuerza  : 
A  responder  i  este  voy. 
¿Qué  das  voces  ?        (Abre  la  puerta. 
(Sale  Semíramis  vestida  de  pieles.) 

SEMÍRAMIS. 

Dos  acentos , 
Que  a  un  tiempo  el  aire  veloz 
Pronuncia ,  dando  á  mi  oído 
Ambos  equivocación, 
Por  no  haberlos  escuchado 
Jamas  (que  jamas  llegó 
A  mi  noticia  el  ruidoso 
Aparato  de  su  voz), 
La  cárcel  romper  intentan 
Donde  aprisionada  estoy 
Desde  que  naci ;  porqué 
Confusamente  los  dos 
Me  elevan  y  me  arrebatan  : 
Este,  que  dulce  sonó, 
Con  dulces  halagos ,  hijos 
De  su  misma  suspensión; 
Este ,  que  horrible,  con  Ceros 
Impulsos,  tras  quien  me  voy, 
Sin  saber  dónde ;  que  iguales 
Me  arrancan  el  corazón 
Blandura  y  Gereza ,  agrado 
E  ira ,  lisonja  y  horror ; 
Cuándo  uu  estruendo  á  esta  pane , 
Cuándo  á  esta  una  admiración ; 
Esta  adormece  el  sentido, 
Esta  despierta  al  valor, 
Repitiéndome  los  ecos 
Del  bronce  y  de  la  canción... 
(Dentro,  las  cafas  y  la  musita  á.uu 
tiempo ) 

MÚSICA. 

A  tanta  admiración , 

Suspenso  queda  en  su  carrera  el  sol. 

tirésias. 
No  en  vano  yo  receló 
Que  fuese  despertador 
Del  letargo  de  tu  vida 
Ese  confuso  reloj 
De  los  vientos ,  que  boy  ba  hecho 
Desacordado  el  rumor. 


Hablarte  quise,  porqué 
Esas  novedades  dos 
Temí  siempre  que  engendrasen 
\   En  tu  altiva  condición 
Nuevos  deseos  de  ver 
A  quien  las  ocasionó. 

Y  asi,  quiero  prevenirte 
De  lo  que  es,  para  que  no 
Te  desespere  tu  vida, 

Y  el  influjo  superior. 
Que ,  á  voluntad  de  los  dioses , 
Te  tiene  en  esta  prjsion , 
La  facilite»  sin  que 
Baste  á  embarazarlo,  yo. 
Sabrás  pues ,  que  Niño »  rey 

)    De  Siria,  ya  vencedor 
De  las  bárbaras  naciones 
Del  Oriente,  vuelve  hoy 
A  Ninive,  corle  suya  ; 
Por  aquf  pasa  ,  y  al  son 
De  sus  cajas  y  trompetas , 
Lenguas  del  sangriento  dios. 
Los  rústicos  moradores 
De  los  montes  de  Ascalon 

4  Le  aclaman ;  y  pues  que  ya 
Sabes  toda  la  ocasión 
Del  militar  aparato 

Y  la  dulce  elevación , 
Sosiégate,  j  vuelve,  vuelve 
A  la  estancia  que  te  dio  / 
Por  cuna  y  sepulcro  el  cielo ;*  y 
Que  me  está  dando  temor 
Pensar  que  el  sol  te  ve,  y  que 
Sabe  enamorarse  el  sol. 

SEMÍttAMIS. 

En  vano,  Tirésias,  quieres 
Que  ya  te  obedezca ;  que  hoy 
La  margen  de  tus  preceptos 
Ha  de  romper  mi  ambición. 
Yo  no  he  de  volver  alli, 
Si  tu  sañudo  furor 
Me  hiciese  dos  mil  pedazos, 

TMBSIA8. 

Mira... 

SEMÍRAMIS. 

Suelta. 

.  TIRESIAS. 

¿Ya  olvidó 
Tu  memoria,  cuan  infausto 
Fué  tu  nacimiento? 

SEMÍRAMIS. 

No: 
Bien  lo  sé  de  tí ,  que  fuiste 
Segundo  padre,  á  quien  yo 
Debí  la  vida. 

TIRESIAS. 

¿Pues  cómo 
No  me  obedece  tu  amor? 


Í4 


SEMÍRAM1S. 

Como  mi  obediencia  ya 
La  última  linea  locó 
Del  sufrimiento,  alentado 
Del  discurso  y  la  razón. . 

TIRESIAS. 

¿Te  acordarás  que  te  dije?... 

SEIÍ&ÁMIS. 

Si,  que  Vénns  te  anunció, 
Atenta  al  provecho  mió, 
Que  había  de  ser  horror 
Del  mundo,  y  que  por  mi  habría , 
En  cuanto  ilumina  el  sol, 
Tragedias,  muertes,  insultos, 
Ira ,  llanto  y  confusión. 
tisesias. 
¿No  te  dije  mas? 

SEMÍRAJI18. 

Que  á  un  rey 
Glorioso,  le  haría  mi  amor 
Tirano,  y  que  al  fin  vendría 
A  darle  la  muerte  yo. 

TIRESIAS. 

Pues  si  eso  sabes  de  ti , 

Y  el  fin  que  el  hado  antevio 
A  tu  vida ,  ¿por  qué  quieres 
Buscarle  ¥ 

sehíbajns. 

Porque  es  error 
Temerle :  dudarle  basta. 
¿Qué  importa  que  mi  ambición 
IHga  que  ha  de  despenarme 
Del  lugar  mas  superior, 
Si  para  \eucerla  á  ella 
Tengo  entendimiento  yo? 

Y  si  ya  me  mata  el  verme 
Desta  suerte,  ¿no  es  mejor 
Que  me  mate  la  verdad , 
Que  no  la  imaginación? 
Si;  que  es  dos  veces  cobarde 
Kl  que  por  vivir  murió; 
Pues  no  pudiera  hacer  mas 
El  contrario  mas  atroz, 

«ue  matarle ,  y  eso  mismo 
izo  su  mismo  temor. 

Y  asi  yo  no  be  de  volver 
A  esta  lóbrega  mansión ; 
Que  quiero  morir  del  rayo , 

Y  de  solo  el  trueno  no. 

tibésias. 

Pues  antes  que  te  resuelvas 
A  tan  temeraria  acción 
Como  darte  á  conocer, 
Sabré  embarazarlo  yo. 
(Dentro  las  caja*  y  la  música  á  un 
tiempo.) 

seuIras». 

¿  Dé  qué  suerte ,  si  ya  vuelven 
A  alentar  mi  presunción 
Estas  voces? 

TlftHStAS» 

Desta  sqerte.-TT 
¡  Guardas  del  monte ! 

escena  m. 

Dos  soldados.— SKMIRAMIS,  TIRK-» 

SIAS, 

soldado  i* 

Señor.» 

Tin¿SIAS. 

Pues  vosotros  sois  á  quien 
Este  prodigio  fió 
Mi  confianza ,  sin  que 
El  rostro  viese  a  los  dos , 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

Esa  fiera  racional 
Reducid  á  su  prisión. 

SEBÍRAMIS. 

Tened,  no  lleguéis,  villanos; 

Que  no  quiere  mi  valor 

Darse  apartido;  y  asi. 

Para  que  no  quedéis  boy 

Vanos  de  haberme  vencido, 

Tengo  de  vencerme  yo. — 

Mira ,  Tirésias ,  á  cuánto 

Se  extiende  mi  presunción ; 

Pues  |K>rque  nadie  me  Tuerce, 

Voluntariamente  voy 

A  sepultarme  yo  misma 

En  esta  obscura  estación 

De  mi  vida...  de  mi  muerte 

Tumba,  dijera  mejor.  {Vate  álagruta,) 

tirésias. 

Cerraré  la  poer» a.— Grande 
Júpiter,  dame  favor, 
Para  que  embarace  tanto 
Asombro  como  antevio 
Venus,  prevenido  en  este 
Haro  prodigio  de  amor. 


mito. 


(Vente,) 


Plaza  de  Ascalon. 
ESCENA  IV. 


Puesto  que  ya  mi  gente 

Las  fértiles  provincias  del  Oriente 

Discurrió  numerosa , 

Con  un  graudes  conquistas  victoriosa, 

Pues  á  sus  armas  yace  la  Fenicia , 

La  Bitinia,  la  Siria ,  la  Cilicia , 

La  Propóntida,  Lidia,  Egipto  y  Caria, 

Donde  apenas  quedó  nación  contraria 

Que  no  me  obedeciese 

Desde  el  Tánais  al  Nilo,  cese,  cese 

El  militar  acento 

De  estremecer  al  sol ,  de  herir  al  viento. 

Turbar  el  mar  y  fatigar  la  tierra , 

Y  hoy  á  la  blanda  paz  ceda  la  guerra. 

Desde  hoy  vivir  en  ella  determiuo 

En  la  ciudad,  que  de  mi  nombre  Niño, 

Ninive  se  ba  llamado, 

A  quien  yo  por  grandeza  he  edificado. 

Tu ,  Menon ,  que  valiente 

Los  sagrados  laureles  de  mí  frente 

Tanto  has  facilitado , 

Que  á  ti  el  mirarme  dellos  coronado 

Confesaré  que  debo, 

Si  bien  bien  á  pagártelo  me  atrevo , 

Hoy  con  la  gente  en  Ascalon  te  queda, 

Donde  á  tu  orden  disponerse  pueda 

Ese  despojo  todo ; 

Y  en  su  distribución  dispon  el  modo 

De  suerte,  que  el  mas  mísero  soldado 

No  vuelva  sin  que  vuelva  coronado 


«-  —  ..#-  Con  trofeos  marciales 

Tocan  cajas,  y  salen  por  una  porte  A   .  ar  de  su  ^  |os  umbrales. 

soldados  y  gektk ,  el  rey  NIMV u *. -  Y  porque  a  (jar  hoy  enseñado  vivas , 

NON ,  general ,  la  infanta  1KLNL  y  0¿ier¿  que  anles  reciba» ; 

damas  con  espadas  y  plumas;  u  pur  porque  ü0  saDe  cuánto  es  lisonjero 

otra  parte  los  mcsicos, .  miHom  ae  n  £       {  quepr¡roero 

villanos t  LISIAS,  CHA10  Y  Sl»^-  I  So  supo  cuanto  fué,  M 


Nti;  y  vuelven  á  catúar  la  primera 

copla. 

usías. 

Vuelvas  felicemente, 

De  laureles  ceñida  la  alta  frente , 

A  ver,  de  tan  extraños  horizontes,  [tes 

JIoy.gran  señor,  aquestos  patrios  mon- 

Que  ausente  te  han  tenido  edades  tantas. 

*  chato. 

Y  á  todos  su  merced  nos  dé  las  plantas , 
Pues  de  crér  es  que  para  Ules  fines 
Todos  los  reyes  traigan  escarpines ; 

Y  déselas  también  aquí  á  Sirene, 
Mi  mujer,  que  á  besárselas  boy  viene, 

Y  se  tas  besará  con  alegría , 
por  besar  una  cosa  que  no  es  mía. 

SIRENE. 

¿Que  luego  hobiese ,  Chato, 

l>«  ver  el  Rey  que  sos  un  mentecato  i 

KfflO. 

Alzad  todos  del  suelo.— 
Yo ,  Lisias,  estimo  el  noble  celo 
;  Con  que  Ascalou  recibe  mi  persona, 

lisías. 

Vuestra  grandeza  mi  humildad  abono; 
Oue,  aunque  es  verdad  que  yo  la  he  go- 
H  [bernado, 

Este  amor  no  se  debe  á  mi  cuidado, 
Sinoá  su  gran  lealtad,— Y  vos,  señora, 

(A  Irene.) 
De  unto  humano  sol  divina  aurora , 
A  todos  dad  la  mano. 

CHATO. 

Sino  á  Sirene,  mi  mujer;  que  es  llano, 
Que  si  llega  en  sus  labios  á  ponella , 
De  asco  en  un  mes  no  comeréis  con  ella- 

SIREHE. 

Para  esta,  picarote, 

Que  los  huespedes  idos ,  baya  escote. 


,  Menon,  penoso 

Que  liberal  no  fuera  un  poderoso : 

Quiero  que  en  este  punto 

El  dar  y  el  recibir  lo  aprendas  Junto. 

Esa  provincia  bella  [della. 

Con  cuanto  en  sí  contiene,  htaebe  y  es 

Es  luya  :  de  Ascalon  eres  ya  dueño , 

Aunque  triunfo  pequeño 

A  tus  grandes  servicios.      m 

Pero  estos  no  son  premiosa  no  indicios 

De  mi  amor.— No  le  ofrezcas 

A  mis  pies,  ni  eso  poco  me  agradezcas. 

Toma  la  posesión,  paga  la  gente, 

Y  todo  esto  sea  brevemente ; 

Porque  tu  aviso  creo 

Que  te  le  esta  notando  mi  deseo ; 

Que  yo  oon  la  diviua  y  soberana 

Beldad  de  Irene,  mi  gallarda  hermana, 

A  quien ,  la  Pilas  siendo  deste  Marte, 

Mis  aplausos  debieron  tanu  parte , 

Ir  á  Ninive  quiero  : 

En  ella  pues  te  espero, 

Para  partir  contigo 

Mi  cetro  y  mi  corona.  El  sol  testigo 

Será  de  una  privanza , 

A  quien  nunca  se  siga  la  mudanza. 

■EH02f. 

Invictísimo  ióven,  cuva  frente 

No  solo  de  los  rayos  del  Oriente 

Inmortal  se  corona, 

Pero  de  zona  trasoendiendo  en  zona , 

De  hemisferio  pasando  en  hemisferio, 

HasU  el  ocaso  extenderá  su  imperio  : 

Yo  estoy  de  ti  premiado 

Solo  con  ver,  señor,  que  hayas  llegado 

A  dejarte  pagar  de  mis  deseos; 

Que  nadie  es  acrédor  de  tus  trofeos 

Sino  tu  aliento  solo, 

Marte  en  la  guerra,  y  en  la  paz  Apolo. 

mno. 

Menon,  dame  tus  brazos, 
Y  eré  que  aquestos  lazos 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  PtUMHRA  PARTE. 


25 


Nado  serán  un  fuerte , 
Que  solo  le  denle... 

UElfOfl. 

¿Quién? 

hbio. 

La  muerte. 

{V*se 1 1 c*n ello* 9oldad4>$ ,  l*  genis 
y  máiica.) 

ESCENA  V. 
IRENE,  MENON,  LISIAS,  CHATO, 

SIRENE,  DAMAS. 

imenc 

De  mil  contentos  llena , 

No  á  dar,  a  recibir  la  norabuena 

Me  ofrezco  yo,Menon;  porque  á  ninguna 

Persona  loca  mas  vuestra  fortuna. 

MEHON. 

En  eso  no  hacéis  nada ; 

Que  sois  en  ella  muy  interesada; 

pues  cuanto  yo  valiere , 

Roes  mas  que  un  corto  don  que  darme 

El  cielo ,  porque  tenga  [quiere 

Un  sacrlilcio  mas  que  se  prevenga 

Llegar  con  mudo  ejemplo 

Al  no  piadoso  umbral  de  vuestro  tem- 

Dadme  á  besar  la  mano ,  [pío. 

Si  ineresco  favor  tan  soberano 

Eu  esta  despedida. 

«UNE. 

La  mano  no,  los  brazos,  y  aun  la  vida 
Os  doy,  Meoon,  en  ellos. 

MENOR. 

¡Oh  si  como  adorallos ,  merecellos 
Hoy  mi  humildad  pudiera! 

1REHE. 

Haced  breve  esta  ausencia. 

(Vo*j,  iconcüaloi  domcf.) 

HENOS!. 

Feliz  fuera 
Amante,  que  adorar  un  sol  se  atreve, 
Si  él  a  la  ausencia  hacer  pudiera  breve. 

ESCENA  TL 
MENON,  USÍAS,  CHATO,  StRENE. 

LISIAS. 

(4fp.  Aunque  el  ver  he  sentido 

Que  mi  patria  boy  á  ser  haya  venido 

Vasalla  del  vasallo. 

Callaré ,  pues  no  puedo  remediatlo.) 

La  merced  que  os  ha  hecho 

El  Rey,  Henon  invicto ,  ya  mi  pecho 

Por  propia  reconoce : 

Largas  edades  vuestra  edad  la  goce. 

MEKOS. 

No  dudo  yo.  Lisias, 

Tendréis porvuestras las  venturas mias; 

Mas  lo  que  á  vos  y  á  todos  justos  digo 

Es  que  en  mi ,  no  señor,  tendréis  amigo 

Que  i  todos  os  estime, 

V  solo  a  honraros  el  poder  me  anime. 

ciato. 

Pues  si  hoy  amigo,  y  no  señor,  tenemos. 
Insto  es  que  como  amigos  nos  tratemos. 

ÍCéaao  estáis?  Y  pues  es  cosa  asentada 
(ue  á  un  amigo  no  se  ha  de  callar  nada, 
r  mas  cosas  de  nena  y  de  cuidado , 
Sabed  que  cou  Sirena  estoy  casado. — 
alegad  acá,  verá  mi  amigo  ahora 

(A  Sirene.) 
Cou  qué  cara  tuiauraco  cada  aurora, 


¿Eslavuesamijor? 

CHATO. 

No ;  mas  la  mía 
No  es  mi  mujer. 

MEAOS. 

Dejad  para  otro  día 
El  gusto  de  escucharos.— 
Lisias ,  boy  fiaros 
De  mi  cuidado  espero 
La  parte  principal :  venid ,  que  quiero 

Sue  me  advirtáis  en  todo 
I  estilo  y  el  modo 
De  alojar,miéntras  pago  aquesta  gente; 

Y  quiero  juntamente 

?ue  noticias  me  déís  de  aquesta  tierra, 
qué  es  loque  en  sus  términos  encierra. 

luías. 

En  todo  he  de  serviros. 

MEHON.  (Ap.) 

Viento,  llévale  á  Irene  estos  suspiros, 

Y  lú,  diosa  Fortuna, 
Condicional  imagen  de  la  luna , 
Estáte  un  punto  queda  : 
Diviértela  lú,  Amor,  para  su  rueda, 
Para  que  sean  testigos 

Los  cielos,que  una  vez  han  sido  amigos. 
(Vause  Menon  y  Luios.) 

ESCEHAVIL 

CHATO,  SIRENE. 

«RENE. 

Bien  veis  cuan  desvergonzado , 
Siu  Dios,  sin  justicia  y  ley, 
Delante  del  propio  Rey 
Hoy  conmigo  habéis  andado, 
Diciendo  males  de  mi. 

chato. 

No  os  cause  aqueso  inquietud; 
Que  peusé  que  era  virtud. 


LComo? 


CHATO. 


A  un  sacerdote  oí 
Del  dios  Baco  el  otro  día 
(Que  los  sacerdotes  son 
Con  quien  tengo  devoción). 
Que  hace  mal  el  que  decía 
De  sus  propias  cosas  bien; 

Y  como  sos  propia  cosa 

Vos,  puesto  que  sos  mi  esposa, 
Dije  mal,  para  hacer  bien. 

BIHEltE. 

¿Pues  cómo  dicen  de  mi, 
Cuantos  de  fuera  me  ven , 
Siempre  muchísimo  bien? 

CHATO. 

Como  os  ven  de  fuera  :  oi f . 
Sale  al  templo  una  mujer, 

Y  como  no  na  de  reñir 
Con  los  dioses ,  venia  ir 
Tan  devota ,  al  parecer, 

Y  dicen  todos  :  •  ¡  Qué  santa 
Es  fulana  ! »  y  es  porqué 
Dentro  en  casa  nadie  ve 

La  condición  coo  que  espanta. 
Sale  luego  á  uua  risita , 

Y  como  allá  no  ha  de  dar 
En  casa  aleña  pesar, 

Dicen  delta  :  « ¡  Una  angeKta 
Es,  por  cierto! »— Mentecato, 
Vive  con  ella  ocho  dias ,     , 
Verás  esas  aogelias 

t  Olforrid. 


Demonias  cada  rato. 
Venia  en  la  reja  tocada , 

Y  dicen  que  es  muy  hermosa.— 
Tonto ,  ese  jazmín  y  rosa 

Es  retama ,  deslocada. 
Sale  á  la  calle  prendida, 

Y  dicen  :  « ¡Qué  limpia  es!  »— 
Bruto ,  ¿  no  ves  que  no  ves 

La  pala  que  está  escondida? 
Si  la  vieras  descalzada. 
Sin  inedias  y  sin  zapatos. 
Dedos  con  mas  garabatos 
Que  una  letra  procesada. 
Nunca  que  es  limpia  dijeras. 
¿Pues  qué  habiendo  de  asistir 
Al  desnudar  y  vestir? 

Y  mas  si  tal  vez  la  vieras, 
Por  los  hombros  un  manteo, 
En  chapines  ir  andando, 

Con  los  pies  de  águila ,  cuando 
Es  necesario  el  deseo, 
Llegaras  á  conocer 
Que  tú  mirándola  estás 
Como  una  mujer  no  mas, 

Y  yo  como  mi  mujer. 

SlftEKE. 

Todo  aqueso  no  es  disculpa , 

Y  bien  que  llegamos  ya 
A  casa ,  y  que  sabré  allá 
Absolveros  desa  culpa 
Con  la  Iranca  de  la  puerta* 

• 

ESGEHA   VHL 

FLORO.-CHATO ,  SIRENE. 

rtoao. 
Uua ,  dos ,  tres  :  aquí  es. 

CHATO. 

¿Qué  es  aquí  una ,  dos  y  tres? 

PLORO. 

La  casa  en  que  se  concierta 
Mi  alojamiento. 

en ATO. 

¿Pues  qué?... 
rumo. 
¿Sois  vos  á  quien  llaman  Chato? 

chato. 
Yo  no. 

siasüi. 

Si  es  tal. 

FLORO. 

Mentecato, 
¿Por  qué  lo  negáis? 

CHATO. 

Porqué 
Me  da  á  mí  tanto  pesar 
Soldado  huésped  tener. 
Como  á  mi  mujer  pracer, 

Y  asi  quijera  negar 
Quién  soy  y  la  casa  mia. 

fLoao. 
Léd  esta  boleta, 

CHATO. 

No 
Leo  bien  veletas  yo ; 
Mi  mujer  si. 

SISEAS. 

¡  Qué  porfla ! 
¿Aquí  hay  mas  que  vos ,  señor, 
Por  huésped  nos  neis  caído? 
Pues  seáis  muy  hieti  venido , 
Donde  os  sirvamos  los  dos. 

rumo. 

Cese  ya  vuestra  porfia ; 


Que  dar  yo  pesar  no  talento 
Jamas  con  mi  alojamiento. 

CHATO. 

Pues  esta  es  mi  alojería. 

8IREHB. 

Sos  villano  malicioso. 
Entrad  presto  á  prevenir 
Vos  adonde  ba  de  asistir. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BANCA. 


Yavo. 


CHATO. 


ESCENA  IX. 

FLORO,  SIRENE. 

FLORO. 

Mil  veces  dichoso 
He  sido  en  haber  venido 
A  conocer  la  piedad 
Vuestra  y  la  gran  voluntad 
Con  que  me  habéis  recibido. 

SIRBICB. 

En  viendo  un  soldado  yo , 
Se  me  quitan  los  enojos : 
Tras  él  se  me  vau  los  ojos. 

FLORO. 

Ya  con  aqueso  me  dio 
Vuestra  hermosura  licencia 
Para  un  abrazo  que  os  pido. 

sirekb.     . 

A  ningún  reeien  venido 
Fuera  el  negarlo  decencia. 
Pero  esto  es  eu  cortesía. 

floro. 

¿Quién  vio  tan  villano  agrado  i 

ESCENA  X. 
CHATO.— SIRENE,  FLORO 

CHATO. 

¡Velamos  Dios,  seor  soldado ! 
¿  Pues  tanta  prisa  corría , 
Que  no  esperarais  á  entrar 
fcu  casa?  Venid,  por  Dios  : 
No  deis  que  decir  de  vos 
En  la  calle. 

FLORO. 

Maliciar... 

CHATO. 

¿Yo  malicio? 

FLORO. 

Es  muy  mal  vicio. 
En  cortesía  me  dio 
Este  abrazo ;  y  así  no , 
No  maliciéis. 

CHATO. 

¿Yo  malicio  ? 
Ya  sé  yo  que  «s  muy  cortés 
Siretie,  y  esto  advertí, 
Que  está  muy  segura  en  mi. 
No  os  enojéis:  entrad  pues, 
En  hora  buena ,  señor. 

FLORO. 

Pues  que  es  mas  vuestra  que  mia , 
Venid  acá  en  cortesía. 

(Lleva  de  la  mano  á  Sirene.) 


Y  de  bronce  ó  mármol  no , 
¿Qué  hay  que  esperar,  si  me  ven 
Quebrar  al  primero  tri? 
—  ¿  Eso  dices ,  honor  ?  Sí  f 
Juro  á  Sos  que  dices  bien. 
¿Qué  pié  ó  brazo  me  ha  quebrado 
Su  abrazo ?  ¿De  qué  me  asusto? 
Fuera  que  el  sentir  el  gusto 
Del  prójimo  es  gran  pecado. 

Y  entre  estas  y  estotras  yo, 
(Yau  \  \  Por  atarme  discurriendo , 
1        '  j  Ano  estorbar  no  pretendo. 

;  ¿Quién  igual  venganza  vio? 


CHATO. 

Ya  estamos  solos,  honor  : 
¿Qué  hemos  de  hacer?— ¡Qué  sé  yo? 
Si  el  mundo  bajo  me  hizo 
De  barro  tan  quebradizo-, 


UB10  T  ARSIDAS,  que  detienen  4 
CHATO. 

LIBIO. 

¡  Ah  villano ,  deteneos ! 

CHATO. 

Tengo  un  poco  que  estorbar, 
Y  por  ahora  no  hay  lugar. 

arsídas. 

Responded  á  mis  deseos. 
Decidme,  ¿el  rey  Niño,  cuándo 
A  esta  provincia  llegó  ? 

CHATO. 

Hoy  llegó,  y  hoy  se  ausentó. 

ARSÍDAS. 

¿Y  bacía  dónde  va  marchando? 

CHATO. 

Hacia  Nínive. 

ARSÍDAS. 

Y  decid , 
¿Qué  tanto  Nínive  está 
De  Ascalon? 

CHATO. 

Pienso  que  habrá 
Cien  millas. 

arsídas. 
¿Por  dónde?...  Oíd. 

CHATO. 

Todo  eso  es  cosa  perdida. 

Si  es  que  á  mi  huésped  buscáis, 

Y  por  ahora  me  estáis 
Dando  con  la  entretenida, 
No  hay  para  qué  :  entrad  los  dos 

Y  en  amor  compaña  acá 
Habrarémos.  (Vate.) 

ARSÍDAS. 

Idos  ya , 
Que  no  quiero  mas.  Adiós. 

ESCENA  XIII. 

ARSÍDAS,  LIBIO. 

LIBIO. 

Di ,  ¿  qué  pretendes  hacer? 
Que  buscar  al  que  venció 
Tu  reino,  y  te  despojó, 
Da  que  dudar  y  temer. 

ARSÍDAS. 

Lidoro,  rey  de  Lidia  desdichado 
Soy ;  pues  sin  ver  jamas  victoria  alguna, 
Siempre,  Libio,  ojeriza  fui  del  hado, 
Siempre  cólera  fui  de  la  fortuna. 
Niño ,  de  Siria  el  mas  afortunado 
Rey  que  vio  el  sol  debajo  de  la  luna , 
De  mi  Estado  y  mi  patria  me  destierra ; 
Que  estos  son  los  estragos  de  la  guerra. 
Con  el  último  encuentro  espiró  el  dia, 
Y  en  un  bruto ,  veloz  Belerofonte , 
Me  salí  huyendo  de  la  hueste  mia 
A  las  piedades  rústicas  dej.  monte. 


Ni  mus  destino  ni  elección  tenia, 

?ue  las  lineas  locar  de  otro  horizonte; 
así  dejé  el  caballo  á  su  albedrio, 
Si  el  suyo  era  mejor  que  lo  era  el  mió. 
Después  de  haber  gran  rato  caminado, 
Cuando  lejos  del  campo  eslar  juzgaba, 
Viendo  el  Imito  del  peso  fatigado  Iba?), 
f¿  Mas  qué  mucho  si  huyendo  me  lleva- 
De  una  áspera  montada  en  lo  intrincado 
Me  apeé,  y  en  un  tronco  que  allí  estaba 
Le  arriendo,  pues  á  ver  su  Jaliga  tomen  - 

fsa 
No  es  poco  don  el  ocio  en  recompensa! 
Arrojóme  en  et  suelo,  y  suspirando, 

8ue  es  el  mejor  Idioma  de  la  queja, 
erca  de  mi,  la  estancia  examinando. 
Oigo  una  voz  que  mísera  se  queja. 
Por  entre  la  espesura  caminando 
Voy,  por  si  acaso  descubrir  se  deja, 

Y  un  bulto  veo  agonizando  en  una 
Maleza,  á  los  cambiantes  de  la  luna. 
Acercóme  con  ánimo  piadoso, 

Casi  ya  en  mis  desdichas  consolado ; 
Que  un  desdichado  juzga  que  esdichoso 
bn  hallando  otro  que  es  mas  desdichado. 
Ella,  con  un  suspiro  lastimoso, 
Al  verme  dijo  :  «Pues llegáis,  soldada, 
A  socorrerme  con  piedad  humana 
Sabed  que  Irene  soy,  de  Niño  hermana. 
En  este  último  encuentro  mi  caballo 
Perdí,  y  como  la  noche  oscura  y  fría 
Cerró,  sola  y  herida  y  á  pié  me  hallo» 
Sin  gente,  sin  favor,  sin  compañía.  * 
En  mis  hombros  la  puse  al  escuchallo. 
Sin  acordarme  de  la  pena  mia, 

Y  piadoso  con  ella,  cruel  conmigo , 
En  el  cuartel  me  entré  de  mí  enemigo. 
A  este  tiempo  (que  ser  antes  no  pudo) 
Ya  su  gente  la  había  echado  méuos, 

Y  con  trémula  voz  y  dolor  mudo 
Ya  se  miraban  de  esperanza  ajenos. 
Yo,  que  poblados  de  esplendor  no  dudo 
De  la  noche  los  páramos  amenos, 
Doy  voces;  llegan,  y  ella  agradecida. 
Con  este  anillo  me  pagó  la  vida. 
Vilaá  la  luz,  y  vi  de  la  hermosura 

El  milagro  mayor,  y  en  un  instante 
Su  betüad  adoré.  ¡Mas  qué  locura?» 
¡El  dia  que  fui  pobre,  ser  amante! 
Pero  como  la  vi  en  la  noche  obscura 
Jurisdicción  de  estrellas,  no  te  espante 
Que  á  amarla  me  obligase  y  á  querella, 
Pues  á  todo  presente  está  mi  estrella. 
Lleváronla  a  la  tienda  sus  soldados 

Y  yo,  por  no  ser  dellos  conocido , 

Me  quedé,  viendo  ya  de  mis  cuidados. 
Con  amor,  todo  el  número  cumplido. 
El  infeliz  influjo  de  mis  hados 
A  Batria  me  llevó,  donde  admitido 
De  Estórbalo,  viví  en  confusa  llama; 
Queen  fin  descausa  mal  el  que  bien  ama. 

(Vattse.) 
Monte. 


ESCENA  XIV. 

MENON  T  LISIAS. 

VEHOIf. 

De  todas  cuantas  grandezas 
Desta  provincia  me  has  dicho , 
Esta  que  buscando  vengo 
Solamente  es  la  que  admiro ; 
Y  asi ,  mientras  que  llegamos 
A  tocar  el  primer  friso 
De  aqueste  rustico  templo , 
Tarde  de  los  hombres  visto, 
Vuelve  otra  vez  á  contarlo ; 
Que  quiero  otra  vez  oírlo, 
Porque  se  informe  mejor 
Mi  ardimiento  de  tu  atito. 


Yace,  señor,  en  la  laida 

De  aquel  eminente  risco, 

Una  laguna,  pedazo 

Del  Leteo,  oscurecido 

De  Aqueronte,  pues  sos  ondas. , 

En  siempre  lóbregos  giros , 

Infunden  á  quien  las  bebe, 

Sueño,  pereza  y  olvido. 

Bo  una  islela  que  hay 

En  medio  de  sn  distrito, 

Hay  una  ninfa  de  mármol , 

Sin  que  hasta  hoy  se  baya  sabido , 

De  tres  lustros  á  esta  parte, 

Ni  á  quién,  ni  por  quién  se  hizo. 

De  estotra  parte  del  lago 

Hay  un  rpstico  edificio, 

Templo  donde  Venus  n6 

Hacerse  sus  sacrificios 

Bien  poco  ha ;  pero  cesaron, 

Porque  Tirésias  nos  dijo , 

Sn  sacerdote,  que  nadie 

Pisase  en  todo  este  sitio, 

Ni  examinase  ni  viese 

Lo  que  en  él  está  escondido; 

Que  es  cada  tronco  un  horror, 

Gada  peñasco  nn  castigo, 

Un  asombro  cada  piedra 

Y  cada  planta  un  peligro. 
Con  esto,  y  con  añadirse 

A  esto  que  algunos  vecinos 
Desloe  montes,  que  tal  vez 
Se  hallaron  en  él  perdidos , 
Han  escuchado  en  el  templo 
Mil  veces  roncos  gemidos , 
Lamentos  desesperados 

Y  lastimosos  suspiros, 

Ha  crecido  en  todos  tanto 
El  pavor,  que  nadie  ha  habido 
Que  se  atreva  á  examinar 
La  causa.  Y  asi  te  pido 
Te  vuelvas,  señor,  sin  que 
Profanes  los  vaticinios. 

BXNOft. 

Dar  un  corazón,  Lisias , 
A  admiraciones,  rendida 
A  los  hechos  de  los  dioses, 
Mas  tiene  de  sacrificio 
Que  de  irreverencia.  Ven 
Talando  lo  entretejido 
Desús  peñas  y  estos  ramos. 
No  temas,  pues  vas  conmigo. 

USÍAS. 

No  temo  ya;  mas  sécelo, 

Y  uno  de  otro  es  muy  distinto. 

Y  aun  no  recelo  tampoco 
Los  riesgos  a  que  me  animo, 
Tanto  como  &  esta  maleza 
No  saber  bien  el  camino; 

Y  asi  de  aquesos  villanos, 
Para  esto  solo  venidos, 
Permite,  señor,  que  llame 
Alguno. 


Que  Uanaes,  digo, 
Al  mas  experto  en  el  monte* 

us^as. 

Este,  dicen  que  lo  ha  sido,. 
Por  haberse  en  él  criado.-* 
Uega,  Chato. 

S8CENAXV. 

GRATO.  -  MENON,  LISIAR 

CHATO. 

„      _     ¿Qué  hay,  amigo  1 
un  soldado  me  enviasteis 
A.  un*  casa,  er  mas  bonita : 


LA  HIJA  W£L  AIRE.  PRIMERA  PARTE. 

Tan  hallado  en  ella  está , 
Que  parece  nuestro  hijo. 

MENOR. 

Dinie,  ¿sabes  bien  el  monte? 

CHATO. 

Sabíale;  mas  magino 

Que  no  le  sabré,  después 

Que  hay  encantos  y  hay  hechizos. 

■ENOlt. 

Guíame  al  templo  de  Venus. 

chato. 

:  Ay,  señor!  Un  desatino 
Tamaño  como  este  puño 
Sn  merced  ahora  dijo. 
¿Al  templo  de  Venus  yo, 
Habiendo  Tijeras  dicho 
Que  allá  no  vamos,  porqué 
Hay  portentos  y  prodigios? 

MKttOX. 

Si,  villano  :  guia  presto. 

CHATO. 

SI  ha  de  ser,  venid  conmigo , 

Que  por  aquí  es.  {Yante.) 


27 


Otro  panto  del  monte  :  é  nn  lado  la  gruta 
donde  esta  encerrada  Seminaria. 

ESCENA  XWI. 

MENON,  LISIAS,  CHATO;  SEMIRA- 
MIS,  en  la  gruta. 

me  no*. 

Nunca  vi 
Tan  confuso  laberinto 
De  bien  marañadas  ramas  . 
Y  de  mal  compuestos  xiscos. 

semíramis.  {Dentro.) 
¡  Ay  ¡nfelice  de  mi ! 

CHATO. 

¡Ay  de  mi ! 

■EHOlf. 

¿  No  habéis  oido 
Una  voz  ? 

CHATO. 

¡Pluguiera  á  Baco?... 
usías. 
¡  Que  temeroso  suspiro ! 

'      HENO*. 

Oigamos,  por  si  otra  vez 
!  Se  oye  el  eco  mas  distinto. 

semíramis.  (Dentro.) 

¡Oh  monstruo  de  la  fortuna ! 
¿  Dónde  vas  sin  luz  ni  aviso? 
Si  el  fin  es  morir,  ¿por  croé 
Andas  rodeando  el  camino  ? 

usías. 

Mujer  es  que  se  lamenta 
De  la  fortuna. 

CHATO. 

Un  hechizo 
Tiene,  que  se  entra  en  el  alma. 

HENOII. 

¿Con  quién  hablará  ? 

semíramis.  {Dentro.) 

Contigo , 
Contigo,  fortuna,  hablo. 

MEltOJI. 

Ya  me  equivocó  el  aviso. 

semíramis.  {Dentro,) 
Pero  no  me  has  de  vencer ; 


Que  yo  con  valiente  brío 
Sabré  quebrarte  los  ojos. 
mehon. 

Sin  luz  quedaron  los  míos 
Al  oirlo  :  rayo  fué 
Esta  voz,  que  mis  sentidos 
Frías  cenizas  ha  hecho 
Acá  dentro  de  mi  mismo. 
¡  Qué  frenesí !  ¡  qué  locura! 
¡  Qué  letargo  I  \  qué  delirio ! 

usías. 
Vuélvete, 

HKHON. 

¿Volverme  yo 
Sin  haberlo  todo  visto? 
Entra  eu  lo  mas  intrincado. 

CHATO. 

No  puedo,  porque  me  intrinco 
Yo  también. 

ESCENA  XVII. 

TIRÉSIAS.  —  Dichos. 

tirésias. 

Deten  el  pase, 
O  ignorante  peregrino , 
Que  deste  sagrado  coto 
Osas  penetrar  el  sitio. 


chato. 


Este  es  Tijeras. 

'     MENOR. 

Llamado 
De  mi  valor  he  venido , 
Aquí,  Tirésias,  no  á  hacer 
Sacrilegos  desperdicios 
De  las  leyes  de  los  dioses, 
Sino  como  su  ministro 
Yo  también,  pues  soy  señor 
Desta  provincia,  á  cumplirlos. 
Y  asi  vengo  á  que  me  des 
Parte  de  aqueste  prodigio 
Que  guardas ,  para  saber* 
Si  la  causa  que  has  tenido 
Para  alterar  esta  tierra, 
Es  religión  ó  delito. 

TIRÉSIAS. 

En  vano  lo  has  intentado. 
Porque  yo  no  he  de  decirlo. 

HBHOlf. 

i  Qué  mujer  es  la  que  llora 
De  la  fortuna  castigos? 

tirésias. 

No  sé  de  ninguna  yo, 
Ni  la  he  hablado  ni  visto. 

semíramis.  {Dentro.) 
i  Ay  infelice  de  mi ! 

MENOR. 

Aqui  dentro  es  el  gemido. 
Negarlo  todo  ya  es 
De  tu  culpa  grave  indicio. 
Abre  esa  puerta. 

TIRÉSIAS. 

Primero 
Que  las  llaves,  que  conmigo 
Están,  á  hombre  humano  entregue, 
Cumpliendo  los  vaticinios 
De  mi  diosa,  me  daré 
La  muerte;  y  asi,  atrevido, 
Ese  lago  á  mi  cadáver 
Dará  sepulcro  de  vidrio.  (Va**.) 

usías. 
En  el  lago  se  arrojó. 

CHATO. 

La  ultima  necedad  hizo. 


28 


COMEDIAS  DB  ÜOM  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


VEKON. 

Nada  me  cansa  pavor. 

A  romper  me  determino 

Las  puertas.  —  Horrible  monstruo, 

(Fuerza  la  puerta.) 
Que  aquí  encerrado  has  vivido, 
Sal  á  ver  el  sol. 

ESCENA  XVIII, 

SEMIRAMIS,  qué  tale  de  la  eruto.  — 
MENON,  LISIAS,  CHATO. 

SBHÍRAHI8. 

¿Quién  llama? 

MEHOH. 

Mejor  dijera,  divino 
Monstruo,  pues  traecas  las  señas 
De  lo  rústico  en  lo  lindo , 
De  lo  bárbaro  en  lo  hermoso , 
De  lo  inculto  en  lo  pulido, 
Lo  silvestre  en  lo  labrado , 
Lo  miserable  en  lo  rico. 

sbmíramis. 

No  menos  me  admira  á  mí 
Confundir,  cuando  te  admiro, 
Las  equivocadas  senas 
De  lo  piadoso  y  lo  altivo , 
De  lo  gallardo  y  lo  fuerte, 
De  lo  amable  y  de  lo  esquivo. 

chato.  {Áp.) 

Si  todos  los  monstruos  son 
Como  aqueste  monstruocico, 
Yo  pienso  llevarme  uno , 
Dos  ó  tres,  ó  cuatro  6  cinco. 

■ENON. 

¿  Quién  eres  ?  Cómo  ó  por  qué 
Aqui  encerrada  has  vivido, 
Me  cuenta. 

SSMÍRAM1S. 

Lo  que  de  mi 
Sé ,  por  lo  que  otro  me  dijo , 
Escucha,  bizarro  joven , 
A  quien  con  vergüenza  miro, 
Porque  el  segundo  hombre  eres 
Que  liasta  boy  cara  a  cara  be  visto 
Árcela,  una  ninfa  bella , 
Que  en  estos  campos  floridos 
Fué  consagrada  6  Diana,  % 
En  todos  sus  ejercicios 
Festejada  de  un  amante 
Fué,  pagando  con  desvíos 
Las  Anexas;  que  lo  ingrato 
Solo  en  la  mujer  no  es  vicio* 
El  á  este  templo  de  Venus 
Una  y  muchas  veces  vino , 
Como  era  madre  de  Amor, 
A  rendirla  sacrificios. 
Venus,  del  culto  obligada , 
Ya  que  quererle  no  hizo , 
Hizo  que  hallarla  pudiese 
En  el  despoblado  sitio 
Deste  monte,  donde  necio 
Hizo  el  mérito  delito. 
Ralo  género  de  amor 
Debe  de  ser  en  los  ritos 
Suyos  (que  yo  hasta  ahora  ignoro) 
La  violencia,  si  imagino 
Que  no  quiso  como  noble , 
Quien  como  tirano  quiso ; 
Pues  no  es  victoria  del  alma 
Aquella  que  yo  consigo 
Sin  la  voluntad  de  quien 
No  me  la  dé  por  mi  mismo. 
Desta  especie  de  bastardo 
Amor,  de  amor  mal  nacido, 
Fui  concepto.  ¿Cuál  será 
Mi  ün,  si  este  es  mi  principio? 


Mañosamente  quejosa 
Árcela  se  satisfizo 
De  sus  disculpas,  bien  como 
La  serpiente  que  con  silbos 
Halaga  para  morder ; 

Y  fue  asi.  pues  divertido 
Le  aseguro  con  blanduras , 
Hasta  que  rosas  y  lirios 
Que  él  hizo  tálamo  torpe» 
Torpe  túmulo  ella  hizo. 
Dióíe  muerte  con  su  acero, 

Y  pasando  los  preciso* 
Términos  que  estableció 
Naturaleza  consigo , 
Llegó  severo,  el  infausto, 
El  infeliz,  el  impio 

Día  de  su  parlo,  en  tal 
Horóscopo,  según  dijo 
Tirésias,  que  estaba  todo 
Ese  globo  cristalino 
( Por  uu  comunero  eclipse. 
Que  al  sol  desposarle  quiso 
Del  imperio  dé  los  dias ) 
Parcial,  turbado  y  diviso, 
Tanto,  que  entre  si  lidiaron 
Sobre  campadas  de  vidrio 
Las  tropas  de  las  estrellas , 
Las  escuadras  de  los  signos, 
Acometiéndose  á  rayos , 

Y  ensangrentándose  á  visos. 
En  civil  guerra  los  dioses 
Vieron  ese  azul  zafiro 

En  sus  ejes  titubeando , 
Desplomado  de  sus  quicios. 
Árcela,  temiendo  mas 
Su  opinión  que  su  peligro, 
Sola  al  monte  se  salió , 

Y  en  el  mas  hondo  retiro 
Llamó  á  Lucina ,  que  al  parto 
Vino  tarde,  ó  nunca  vino; 
Pues  víbora  humana  yo, 
Rompí  aquel  seno  nativo , 
Cosiéndole  al  cielo  ya 

Mi  vida  dos  homicidios. 
Aqui  fué  donde  Tirésias 
Me  contó,  mas  indeciso, 
De  la  suerte  que  me  halló. 
¡  Quién  supiera  repetirlo ! 
A  ios  últimos  alientos 
De  Árcela  y  á  mis  gemidos 
Acudieron  cuantas  fieras 
Contiene  el  monte  en  su  asilo, 

Y  cuantas  aves  el  viento; 
Pero  con  fines  distintos , 
Porque  las  fieras  quisieron 
Despedazarnos  y  herirnos, 

Y  las  aves  defenderlo, 
Estorbarlo  y  resistirlo. 
En  esta  lid  nos  halló 
Tirésias,  que  habia  salido 
A  hacer  del  mortal  eclipse 
No  sé  qué  astrólogo  juicio ; 

Y  viendo  de  brutos  y  aves, 
En  dos  bandos  divididos, 
Un  duelo  tan  desusado, 
Un  tan  nuevo  desafio, 
Llegó  al  lugar,  vióme  en  él, 

Y  llevándome  consigo, 

Vio  que  le  seguían  Tas  aves, 
Llevando  en  garras  y  en  picos 
De  las  rústicas  majadas 
Hurtados  los  lacticinios, 
Que  ser  pudiesen  entonces 
Primero  alimento  mío. 
A  tanto  portento  absorto , 
Fué  á  consultar  el  divino 
Oráculo  de  su  Venus, 
Que  desta  suerte  le  dijo  : 
«  Esa  infanta  alumna  es  mía, 

Y  como  siempre  vivimos 
Opuestas  Diana  y  yo , 

La  ofende  ella,  y  yo  la  libro. 


Corrida  de  ver  violada   * 
Una  ninfa  suya,  quiso 

8ue  las  fieras  la  ocultasen 
oy  en  los  sepulcros  vivos 
De  sus  vientres ;  pero  yo , 
Que  á  defenderla  me  animo , 
Porque  fui  primera  causa 
Que  alma  y  vida  la  dedico , 
Las  aves,  como  en  efecto 
Diosa  del  aire,  la  envió 
A  que  la  defiendan  :  ellas , 
A  ley  de  preceptos  míos , 
Serán  desde  boy  sus  nutrices, 
Trayéndola  á  aqueste  sitio 
Cada  dia  su  alimento, 
Rien  que  á  costa  del  aviso 
Que  no  sepan  nunca  della 
Los  hombres ;  porque  he  temido 

8ue  Diana  ha  de  vengarse 
e  mi  en  ella,  y  con  prodigios 
Ha  de  alterar  todo  el  orbe , 
Haciendo  que  sea  el  peligro 
Mas  general  su  hermosura, 
Que  es  el  don  que  tiene  mío. 
Excusa  pues  los  insultos, 
Los  escándalos,  los  vicios , 
Los  alborotos,  las  ruinas , 
Las  muertes  y  los  delitos 

8ue  han  de  suceder  por  ella, 
asta  que  al  rey  mas  invicto 
Haga  lírano,  hasta  que 
Muera  en  fatal  precipicio.» 
Dijo  la  diosa,  añadiendo 
Que  al  yerto  cadáver  fría 
De  Árcela  le  colocase , 
Ya  en  un  mármol  convertido, 
En  medio  desa  laguna. 
Todo  Tirésias  lo  hizo, 

Y  asi  en  aquesta  prisión 
Tantos  anos  me  ha  tenido. 
Sin  que  sepa  mas  de  aquello 
Solo  que  enseñarme  quiso ; 

Y  como  en  la  lengua  siria , 

guien  dijo  pájaro,  dijo 
emiramis,  este  nombre 
Me  puso ,  por  haber  sido 
Hija  del  aire  y  las  aves, 
Que  son  los  tutores  raios. 
Pues  que  tú,  gallardo  joven, 
Hoy  la  cárcel  ñas  rompido 
Que  fué  mi  centro,  te  ruego 
Que  allá  me  lleves  contigo, 
Donde  yo,  núes  advertida 
Voy  ya  de  ios  hados  mios , 
Sabré  vencerlos;  pues  sé. 
Aunque  sé  poco,  que  implo 
El  cielo  no  avasalló 
La  elección  de  nuestro  juicio. 
Esto  postrada  te  ruego, 
Esto  humillada  te  pido. 
Como  mujer  te  lo  mando , 
Como  esclava  lo  suplico; 
Porque,  si  hoy  la  ocasión  pierdt 
De  verme  libre ,  mi  brío 
Desesperado  sabrá 
Darse  la  muerte  á  si  mismo, 
Donde  la  misma  rasou 
De  excusar  mi  precipicio 
Será  la  que  le  apresure; 
Pues  nada  se  vio  cumplido 
Mas  presto  que  lo  que  el  hombre , 
Que  no  fuese  presto,  quiso. 

■ENON. 

Alza,  Seml ramis  bella , 
Del  suelo,  porque  es  indigno 
Que  esté  en  el  suelo  postrado 
Todo  el  cielo  que  en  ti  he  visto. 
Prodigiosamente  hermosa 
Eres ;  y  aunque  en  ü  previno 
El  hado  tantos  sucesos , 
Ya  tú  doctamente  has  dicho 


LA  HIJA  MfL  AIRE.  PRIMERA  PARTE. 


Que  puede  el  joW©  enmendarlos : 
¡Dichoso  el  que  llega  á  oírlos! 
Y  asi,  Semiramis,  boy 
He  de  llevarte  conmigo, 
Donde  tu  hermosura  sea , 
Aun  mas  que  escándalo,  alivio 
De  los  mortales. 

SBMÍSAMIS. 

Adiós, 
Tenebroso  centro  mío; 

?oe  voy  á  ser  racional , 
a  que  basta  aqni  bruto  he  sido. 

nsnoii.  (A  Chato.) 

Ea,  vuelve  tú  A  guiarnos. 

CHATO. 

Yo  era  un  tonto,  y  lo  que  he  visto 
Me  ha  hecho  dos  tontos.  No  sé 
Si  he  de  acertar  el  cambio. 

usías. 

¿Contigo  la  llevas? 

MENOS, 

Si. 

USÍAS. 

¡Plegué  A  Júpiter... 


i  Qué!  dito. 

usías. 

Que,  gusano  humano,  no 
Labres  tu  muerte  tú  mismo  i 


JORNADA  SEGUNDA. 


Sala  de  una  quinta  cercana  á  Ninive. 

ESCENA   PRIMEBA. 

MKNON ;  SEMIRAMIS,  de  villana. 

MENOR. 

En  esta  apacible  quinta , 
Adonde  el  mayo  gentil 
Los  países  que  elabril 
Dejó  bosquejados,  pinta , 
Aunque  es  esfera  sucinta 
Para  el  sol  de  tu  hermosura , 
Cuya  luz  ardíeute  y  pura 
Vence  al  rosicler  del  día , 
Bella  Semiramis  mia , 
Es  donde  estarás  segura , 
Bn  tanto ¡  ay  de  mi !  que  yo 
Vuelvo  A  la  corle  A  asistir. 

SEMÍRAMIS. 

¿Luego  no  tengo  de  ir 
Contigo  A  la  corle  ? 

MBNON. 

No. 
Mi  amor  tus  bados  temió, 

Y  asi  aqui  A  vivir  disponte , 
Pues  este  florido  monte , 
Verde  emulación  de  Allante, 
No  estA  dos  millas  distante 
De  Nfoive,  su  horizonte. 

Y  asi,  sin  que  los  divida 
Mas  que  esta  punta  elevada. 
Que  estA  de  nubes  tocada 

i  de  flores  guarnecida, 

En  ese  traje  vestida 

Por  sus  campos  te  divierte ; 

Se  yo,  mi  bien,  vendré  A  verte 
da  noche. 

scnfiAHis. 

Bien,  Menon, 
Muestras  asi  cuánto  son 
Los  acasos  de  mi  suerte 


Vasallo  de  tu  albedrto; 
Pues  el  mió  en  este  dia 
Solo  hacerme  compañía 
Es  lo  que  tiene  de  mió. 

MENOff. 

Bien  de  tus  finezas  fio 
Todo  aquese  rendimiento, 

Y  bien  de  mi  pensamiento 
Fio  que  te  le  merece , 
Pues  solo  A  vivir  se  ofrece 
A  tanta  hermosura  atento. 
Tú  A  mi  amparo  agradecida 

Y  con  mi  amor  enojada, 

Mi  amparo  te  halló  obligada 

Y  mi  amor  te  halló  ofendida. 
Dijfsteme  que  tu  vida 

Hija  de  un  delito  era 

De  amor,  y  que  asi  no  era 

Posible  tener  amor 

A  quien  primero  tu  honor, 

Que  su  gusto,  no  quisiera. 

Palabra  de  ser  tu  esposo 

Te  ofrecí,  con  quien  no  alcanza 

Mi  fe  mas  que  la  esperanza 

De  que  seré  tan  dichoso. 

Si  en  este  estado  amoroso 

Hoy  á  la  corte  me  voy, 

Y  deio  tu  beldad  hoy 
Aquí,  bien  me  ha  disculpado 
El  ver  cuan  amenazado 

De  tus  Influjos  estoy. 
Yo  no  me  puedo  casar 
(Que  esto  es  obediencia  y  ley) 
Sin  dar  cuenta  dello  al  Rey. 
Mientras  lo  voy  A  tratar 

Y  lo  vuelvo  A  efectuar, 
Que  en  esta  quinta  te  eslés , 
Prevención,  no  prisión  es ; 
Aunque  todo  lo  es,  señora ; 
Que  no  be  de  negarte  abora 
Lo  que  has  de  saber  después. 
Pues  si  ocultarte  pudiera, 
Tanto  mi  amor  te  ocultara , 
Que  ni  el  sol  viera  tu  cara , 
Ni  el  aire  de  tí  supiera. 

Si  hacerla  pudiera,  hiciera 
Una  torre  de  diamante , 

Y  para  que  mas  constante 
Fuese,  Semiramis  bella , 
A  todas  las  llaves  della 
Quebrara  luego  al  instante. 
Pero  esto  es  encarecer 
Mis  afectos,  y  no  mas; 
Que  dueño,  mi  bien,  serás. 
Llegando  mi  esposa  A  ser. 
De  alma,  vida,  bonor  v  ser; 
Que  mal  boy  de  tu  lealtad , 
Para  mi  seguridad , 

Yo,  Semiramis,  pretendo 
Tener  las  llaves,  teniendo 
Tú  las  de  mi  libertad. 

SEMÍRAHftL 

Tan  sagrado  es  el  preceto 
Tuyo,  que  humilde  v  postrada, 
Vivir  del  sol  ignorada , 

Y  aun  de  mi  misma  prometo. 
Yo  de  mí  misma  A  este  efeto 
No  sabré ;  porque  si  A  mi 

Yo  me  pregunto  quién  tai, 
Yo  á  mí  me  responderé 
Que  yo  uo  lo  sé,  é  iré 
A  preguntártelo  A  tí. 

MENO*. 

Los  villanos  que  vinieron 
De  Ascalon  para  servirte, 
Aquí  podran  divertirte , 
Pues  tanto  gusto  te  dieron. 

semísamis. 
Es  verdad,  porque  ellos  fueron 


En  quien  lisonja  baBé  alguna, 
Guantas  veces  importuna 
Atormenta  mis  cuidados 
La  tormenta  de  mis  hados 

Y  el  rigor  de  mi  fortuna. 

E8CEHA  IX 

LISIAS.-  SEMIRAMIS,  MENON. 

USÍAS. 

Ya,  señor,  la  gente  espera 
Que  contigo  ba  de  partir. 

MENON. 

¡Oh  quién  se  pudiera  ir 
De  suerte  que  no  se  fuera ! 
Adiós,  dueño  mió,  y  espera , 
Que  presto  A  verte  venará 
Quien  sin  ti  y  sin  alma  va , 
Aunque  siempre  será  tarde. 

SEHÍBAMIS. 

Júpiter  tn  vida  guarde. 

MESÓN. 

Y  la  tuya  aumente. 

(Yante  Mena*  y  ¿feto*.) 

ESCENA  III. 

SEMIRAMIS. 

Grande  pensamiento  mío, 

Que  estemos  solos  los  dos, 

Hablemos  claro  yo  y  vos , 

Pues  solo  de  vos  confio. 

Mi  albedrío  ¿es  albedrio 

Libre  ó  esclavo?  ¿  Qué  acción , 

O  qué  dominio  elección 

Tiene  sobre  mi  fortuna , 

Que  solo  me  saca  de  una 

Para  darme  otra  prisión? 

Gonlieso  que  agradecida 

A  Menon  mi  voluntad 

Está ;  pero  ¿qué  piedad 

Debe  á  su  valor  mi  vida , 

De  un  monte  á  otro  reducida? 

Aunque  si  bien  lo  sospecho, 

La  causa  es  que  de  mi  pecho 

Tan  grande  es  el  coraxon, 
>ue  teme,  no  sin  razón , 
ue  el  mundo  le  viene  estrecho, 
buye  de  mí.  En  fin  i  jamas 

Mas  que  un  bruto  no  ne  de  ser.? 

¡Cielos !  ¿no  tengo  de  ver, 

Sino  imaginar  no  mas , 

Cómo  es  el  vivir? 

BKEHA  IV. 

CHATO,  SIRENE.  -  SEMIRAMIS. 

chato.  (Dentre.) 
Si  harás. 

8KMÍ1AWS. 

¿  Quién  me  ha  respondido? 

smofB.  (Dentro.) 

Dios 
Vive,  que  el  mundo  A  los  dos 
OirA. 

chato.  {Dentro.) 

SioirA;queyasé... 
suJuams. 
Si  hablas  conmigo ,  di ,  ¿  qué  ? 
chato.  (Dentro.) 

8ue  todo  el  mondo  con  vos 
o  se  podrá  averiguar. 
Porque  sos  una  atrevida; 
Pero  costaráos  la  vida. 


30 


COMEDIAS  OS  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


seh4ramis. 

Ya  me  deja  este  pesar 
Que  temer  y  que  dudar. 

sirehe.  {Dentro.) 

El  mismo  Rey  sabrá  presto 
Quiéu  sois. 

SEHÍRAM1S. 

Eiv  duda  me  ha  puesto 
Un  acaso. 

chato.  (Dentro,) 

Claro  está ; 
Pero  á  alguno  pesara 
Mas  que  a  mí. 

sirene.  (Dentro.) 

¡Áy  de  mi! 
(Sale  Sir ene  huyendo,  y  Chato  tras  ella.) 

semírahis. 

¿Qué  es  esto? 

CHATO. 

Un  poco  es. 

sehíramis. 

Mirad  que  yo 
Estoy  aquí. 

CHATO. 

Y  auu  por  eso , 
Si  la  verdad  os  confieso , 
Quijera  que  ahora  no 
Os  vais,  cuando  á  agarrar  llego 
El  garrote. 

SEHÍRAMIS. 

¿No  os  tenéis? 

CHATO. 

Dejadla  pegar,  veréis 
Con  la  gracia  que  ia  pego. 

si  RENE. 

Tenle,  señora. 

SBHÍRAinS. 

Mirad... 

CHATO. 

Este  ya  está  levantado , 

Y  ba  de  caer  hacia  algún  lado  : 

Porque  no  os  coja,  apartad ; 

?ue  asi  quedarme  no  es  bien 
oda  mi  vida,  señora. 

SEHÍRAHIS. 

Pues  ¿por  qué  reñís  ahora  ? 

símeme. 
Yo  lo  diré. 

CHATO. 

Yo  también. 

SIRENE. 

No  lo  habéis  toa  de  decir, 
Porque  sos  un  embustero. 

CHATO. 

Yo  me  quedo  á  vos  zaguero 
En  materia  de  embustir. 

SJRENE. 

Yo  babraré. 

CHATO. 

No,  sino  yo. 

SIREHE. 

No  conviene. 

CHATO. 

Si  conviene. 

SEMÍRAHIS. 

Decid  vos  :  c  Callad ,  Sirene. » 

CHATO. 

Oid  si  tengo  causa  6  no. 
Finalmente  quijo  Dios, 
Como  digo  de  mi  cuento , 
Si  no  lo  habéis  por  enojo , 


8ue  al  vivir  en  nueso  puebro, 
uando  allí  estuvo  el  rey  Niño, 
Le  dieron  alojamiento 
En  nuesa  casa  á  un  soldado» 
Cariñoso  por  extremo; 
Pues  désele  el  primer  instante 
Que  entró,  nos  vino  diciendo 
Que  abrazaba  en  cortesía , 
Si  en  ella  se  abraza  recio. 
Hé  aquí  que  Menon  se  estuvo 
Algunos  días,  primero 
Que  despachase  la  gente; 
Hé  aqui  que  el  soldado  nueso 
También  se  estuvo ;  llegó 
De  la  despedida  el  tiempo ; 
Fuéronse  todos,  y  á  él  solo 
Le  pareció  que  era  presto. 
Estúvose  un  poco  mas 
Que  los  otros ;  que  en  efecto, 
Quien  no  hace  mas  que  otro ,  mas 
No  vale ,  dice  un  proverbio. 
Mostrábale  mala  cara 
Yo  (bastaba  la  que  tengo) , 

Y  buena  Sirene,  si  es 
Que  la  suya  puede  serlo. 

El ,  que  no  estaba  muy  ducho 
En  entender  bien  á  gestos, 
El  de  Sirene  entendía', 

Y  no  el  mió.  Con  aquesto 
Comia  como  no  descosido; 

8ue  es  poco  como  un  hambriento, 
arto  ya ,  ó  por  no  hacer  falla 
En  la  guerra ,  trató  luego 
De  partirse ;  mas  mando 
Que  le  vengamos  sirviendo. 
Bien  pensé  yo  (y  pensé  mal) 
Que  fuera  la  ausencia  medio 
Para  que  el  señor  soldado 
Mos  dejara  :  pues  fué  yerro ; 

Sue  entrando  á  comer  ahora, 
e  le  hallé  en  casa  diciendo  : 
«¿Era  hora  de  venir, 
Amigo?  Un  siglo  há  que  espero. 
No  habré  palabra ;  que  diz 
Que  el  reñir  no  es  buen  acuerdo 
A  las  horas  del  comer. 
Comimos,  y  él  muy  contento 
Se  fué  hasta  hora  de  cenar 
A  pasear  por  esos  cerros. 
Yo,  en  viéndome  solo,  dije  : 
« i  Ab ,  Sirene !  ¿cómo  es  esto  ? 
Fuera  de  las  cinco  leguas, 

1  Tiene  aqueste  alojamiento 
urísdiccionTi  Ella  entonces 
Me  dijo  que  si  la  aprieto , 
Se  ha  de  huir  de  mi.  —  •  Sí  harás ,  i 
La  dije  un  poco  mas  recio ; 

Y  aqui  comenzó  el  amago. 
Viole,  y  dijo  :  c Sobre  eso 
El  muudo  nos  ba  de  oir. — 

Si  oirá  (dfje) ,  porque  es  cierto 
Que  no  se  ba  de  averiguar 
Con  vos  todo  el  mundo  entero. 
Porque  sos  una  atrevida.  — 
El  rey  (dijo)  ha  de  saberlo.— 
Si  sabrá  (la  respondí ) ; 
Pero  pesarále  dello 
Mas  á  otro;»  —  y  calló  ef  amago. 
Dio  gritos ,  vino  corriendo , 
Llegasteis  vos,  y  quedóse 
Por  hoy  remitido  el  pleito, 
Hasta  que  el  señor  soldado 
Venga  y  diga  qué  hay  en  esto. 

sehírahis  (Ap.) 

¡Cuánto,  si  ahora  estuvieran 

Con  gusto  mis  pensamientos, 

De  aquesta  simplicidad 

Me  riera !  mas  no  puedo ; 

Que  fuera  hacer  de  la  risa 

Desaire  á  mis  sentimientos.      (Vose.) 


ESCENA  V. 

CHATO ,  SIRENE. 

CHATO. 

Fuese  sin  habrar  palabra. 
¿Si  es  el  soldado  su  deudo? 

.  sirehe. 

¿Qué  había  de  babrar  á  un  hombre 
Que  tiene  tan  mal  perjeio , 
Que  hace  de  su  mujer  propia 
Que  sea  malo  lo  que  es  bueno? 

CHATO. 

¿  Pues  es  bueno  que  otro  coma , 

Y  yo  calle  ? 

SIREHE. 

Deteneos. 
Si  este  es  un  pobre  soldado , 
¿No  ba  de  bascar  su  remedio? 

CHATO. 

¿Digo  vo  que  no  le  busque f 
Mas  busquele  en  el  infierno. 

SIREHE. 

i  Por  qué  no  le  decis  vos 
Que  se  vaya? 

CHATO. 

No  me  atrevo. 

SIREHE. 

Pues  si  vos  no  os  atrevéis , 
¿  Qué  puedo  hacer  yo  T 

CHATO. 

Atreveros , 

Y  decirle  que  se  vaya ; 

Que  por  vos  lo  hará  mas  presto. 

SIREHE. 

¿Yo  decirle  tal?  ¡Mal  año!       {Vate.) 

CHATO. 

Será  por  tenerle  bueno. 

¿Qué  haré  yo  deste  soldado  ? 

Vulcano,  á  ti  me  encomiendo  : 

Dimelo  tú ,  pues  que  tú 

Eres  dios  que  entiendes  desto.  (Va?e.) 

Palacio  real  de  Níaive. 

ESCENA  VI. 

MENON ,  NIÑO ,  acompañamiento. 

MENON. 

Hasta  llegar  á  tus  plantas . 
Que  son  mi  centro  y  mi  esfera, 
Violento  diré  qtte  estuve. 

HIÑO. 

Con  bien,  noble  Menon,  vengas. 
Alza  del  suelo  :  á  mis  brazos, 
Que  son  cenCro  tuyo ,  llega. 
:Ob  cuántas  veces  mi  amor 
Te  ba  culpado  tanta  ausencia! 

MERO*. 

¿Cómo en  Ninhre  te  hallas? 

NIÑO. 

Muy  mal  hallado  se  muestra 
Mi  corazón  en  el  blando 
Ocio  que  en  la  paz  se  engendra. 
Por  ser  imagen  la  caza 
De  la  guerra ,  salgo  á  ella ; 

Y  asi  para  aquesta  larde 
Los  monteros  se  preveugan. 
¿Cómo  la  gente  partió? 

MENON. 

Rica ,  señor ,  y  contenta. 


LA  BÚA  DEL  AIRE.  PRIMERA  PARTE. 


SI 


MIRO. 

Y  dime,  Ascalon ,  ¿no  es 
Una  proviucia  muy  bella? 

MENON. 

Es  dádiva  de  la  mano  : 

No  hay  mas  con  que  la  encarezca. 

Fuera  de  que ,  cuando  no 

Fuese  fértil  Y  opulenta 

De  cuantos  dones  reparte 

Pródiga  naturaleza, 

Todo  lo  fuera ,  señor  , 

Por  un  tesoro  que  en  ella 

He  descubierto,  que  á  U 

Traición  negártele  fuera. 

RIRO. 

¿Qué  tesoro? 

MENON. 

Una  mujer 
Prodigiosa. 

rimo. 

¿  Y  bay  quien  tenga 
Una  mujer  por  tesoro? 

MENOS. 

SI  ,  señor. 

RIBO. 

Por  mas  que  sea 
Bella  y  sabia ,  que  son  parles 
Que  hacerla  pueden  perfecta , 
¿Será  mas  de  una  mujer? 

MENOR. 

Ñas  será. 

NIRO. 

¿De  qué  manera? 

MEROH. 

Siendo  un  asombro,  un  prodigio. 

Y  asi  me  bas  de  dar  licencia 
Para  pintártela ,  siendo 
Hoy  el  lienzo  tus  orejas, 
Mis  palabras  los  matices 

Y  los  pinceles  mi  lengua. 
— Estaba  de  toscas  pieles... 

una  voz.  {Dentro.) 
¡Plaza  «plaza! 

RIRO. 

Tente,  espera: 
No  prosigas  la  pintura , 
Hasta  que  quién  causa  sepas 
Ese  rumor  que  be  sentido. 

MEROR. 

Mi  señora  la  Princesa 
De  su  cuarto  pasa  al  tuyo, 

Y  ja  en  esta  sala  entra. 

ESCENA  VU. 

IRENE,  SILVIA.  —  Dicaos. 

IRENE. 

A  daros  la  bien  venida, 
O  recibiros  pudiera'... 

MENOR. 

Guárdeos  el  cielo ,  aunque  ya 
Tarde  lo  uno  y  lo  otro  sea. 

IRENE. 

Daufe ,  gran  señor ,  tu  mano. 

NIRO. 

¡Oh  Irene  divina  y  bella! 
Neo  este  Javor  merece 
Mi  amor. 


No  me  lo  agradezcas; 
Que  una  pretensión  me  trae. 

unto. 
¿Qué  habrá  que  negarte  pueda? 

*  Partee  que  falta  algo  después  de  estos 
tersos. 


Sin  saberla,  la  concedo. 
Di  ahora  pues. 

IRENE. . 

Ya  te  acuerdas 
Que  en  la  batalla  de  Lidia 
~>uedé  en  el  campo  por  muerta , 
|ue  me  dio  vida  un  soldado 
me  llevó  basta  mi  tienda. 
Pues  este  soldado  ahora, 
Por  no  volverse  á  su  tierra 
Sin  que  el  socorro  le  pague , 
Me  ha  hecho  contigo  tercera 
De  su  pretensión. 

RIRO. 

¿Qué  ha  sido? 

IRENE. 

Servirte,  señor ,  intenta 
En  la  corle. 

riño.  (A  Menon.) 

Tú  después 
Infórmate  de  quién  sea , 
Y,  conforme  á  su  persona, 
OGcio  en  mi  casa  tenga. 

IRENE* 

¡Silvia! 

SILVIA. 

Señora... 

IRENE. 

A  un  criado 
Di  que  le  dé  la  respuesta.— 

(Vase  Sttmé.) 
Con  esto,  señor,  si  estás 
Divertido  en  tus  diversas 
Obligaciones,  no  es  justo 
Que  estorbe  :  dame  licencia. 

NIRO. 

Nunca  tú,  Irene,  bas  podido 
Estorbar,  y  mas  en  esta 
Ocasión  ,  donde  no  son 
Los  despachos  la  materia 

gue  se  trata ;  antes  ahora 
stimo  que  á  tiempo  vengas. 
En  que,  escuchando  a  Menon , 
Algún  rato  te  diviertas. 
Porque  pintándome  esta 
Una  divina  belleza. 
No  perturbemos  ahora 
Al  gusto  con  que  lo  cuenta.  — 
Prosigue  desa  hermosura    (A  Menon.) 
Muy  por  extenso  las  señas. 

HIERE. 

Si ,  Menon ;  que  yo  también 
Me  holgaré  ya  de  saberlas» 

MENOR. 

Ya  no  podré  yo  decirlas; 
Que  retórica  muy  necia 
Será,  habiendo  vos  llegado , 
Que  otra  hermosura  encarezca. 

RIMO. 

La  que  es  deidad,  no  es  mujer, 
Ni  hace  numero  con  ellas. 
Irene  es  deidad ,  Menon. 
Di  lo  que  dices ,  y  piensa 

Eue  será  ofenderla  mas 
b  atención  de  no  ofenderla. 

IRENE. 

SI  no  os  riñera  mi  hermano, 
Yo  de  otra  suerte  os  riñera. 
Decid ;  que  yo  ser  no  puedo 
Paramada  consecuencia. 

MENON. 

Si  haré.  (Ap.¿Qué  temo,  si  ya 
Poco  importa  que  se  ofenda?  ) 
Digo ,  señor ,  que  en  el  centro 
Hallé  de  una  obscura  cueva 


Bruto  el  mas  bello  diamante , 
Bastarda  la  mejor  perla, 
Tibio  el  mas  ardiente  rayo ,  * 

Y  la  mas  viva  luz  muerta. 
Estaba  de  toscas  pieles 
Vestida,  para  que  hicieran 

Lo  inculto  y  florido  á  un  tiempo 

Armonía  mas  perfecta ; 

Bien  como  un  bello  jardín 

En  una  rústica  selva, 

Mas  bello  está  cuanto  está 

De  la  oposición  mas  cerca. 

Suelto  el  cabello  tenia. 

Que  en  dos  bien  partidas  crenchas. 

Golfo  de  rayos ,  al  cuello 

Inundaba ;  y  de  manera 

Con  la  libertad  vivia 

Tanta  república  de  hebras 

Ufana ,  que  inobediente 

A  la  mano  que  las  peina, 

Daba  á  entender  que  el  precepto 

A  la  hermosura  no  aumenta, 

Pues  todo  aquel  pueblo  estaba 

Hermoso  sin  obediencia. 

Ni  bien  rubio,  ni  bien  negro 

Su  variado  color  era , 

Sino  un  medio  entre  los  dos : 

Como  en  la  estación  primera 

Del  dia  luces  y  sombras 

Confusamente  se  mezclan , 

Que  ni  bien  sombras  ni  luces 

Se  distinguen;  asi,  hecha 

Del  azabache  y  del  oro 

Una  mal  distinta  mezcla. 

Crepúsculo  era  el  cabello, 

Siendo  sus  neutrales  trenzas , 

Para  ser  negras ,  muy  rubias , 

Para  ser  rubias ,  muy  negras. 

No  de  espaciosa  te  alabo 

La  frente;  que  antes  en  esta 

Parte  solo ,  anduvo  avara 

La  siempre  liberal  maestra ; 

Y  fué  sin  duda  porqué 
Queriendo,  señor,  hacerla 
De  una  nieve  que  hubo  acaso, 
La  hubo  de  dejar  pequeña , 
Porque  no  le  rae  posible 
Que  entre  la  mas  pura  y  tersa 
Se  baílase  ya  un  poco  mas 
De  una  nieve  como  aquella. 
Usurpábale  el  cabello 

Su  imperio  á  la  frente,  y  era 
Que  á  las  cejas  apechaba , 
Como  diciendo  :  •  Estas  cejas 
Hijas  son  de  mi  color , 

Y  quiero  bajar  por  ellas. 
Porque  el  amor  no  se  alabe 
De  que  las  llevó  por  muestra. » 
Los  ojos  negros  tenia : 
¿Quién  pensara,  quién  creyera 
Que  reinasen  en  ios  Alpes 
Los  etiopes?  Pues  piensa 

8ue  allí  se  vio ,  pues  se  vieron 
e  tanta  nevada  esfera 
Reyes  dos  negros  bozales , 

Y  tan  bozales,  que  apenas 
Política  conocían. 

Su  barbaridad  se  muestra 
En  que  mataban  no  mas 
Que  por  matar,  sin  que  fuera 
Por  rencor ,  sino  por  uso 
De  sus  disparadas  flechas. 
Para  que  no  se  abrasasen 
Los  dos  en  civiles  guerras , 
Su  jurisdicción  partía. 
Proporcionada  y  bien  hecha, 
Una  valla  de  cristal , 
Sin  que  zozobrase  en  ella 
La  perfección ,  siendo  asi 
Que  la  nariz  mas  perfecta , 
bn  el  mar  de  las  facciones, 
Escollo  es,  donde  las  velas 


I» 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Del  bajel  de  U  hermosura 
Corren  la  mayor  tormenta. 
De  sus  mejillas  la  tez 
Era  otra  unión  de  diversas 
Colores.  ¿Viste  la  rosa 
Mas  encendida  y  sangrienta 
En  la  parpara  de  Adonis? 
¿La  azucena  viste  en  ella 
Con  el  candor  de  la  aurora  ? 
Pues  tú  allá  te  considera 
Esa  azucena ,  esa  rosa, 
Ajadas  entre  si  mesmas, 

Y  sus  mejillas  veras 
Al  mismo  instante  que  veas 
A  la  rosa  desteñida  , 
O  teñida  la  azucena. 
La  boca ,  corle  del  alma, 
Donde  la  hermosura  reina , 
Ya  severamente  grave , 
Ya  dulcemente  risueña , 
Era  ,  no  digo  ana  joya 

De  corales  y  de  perlas 
(Que  esta  alabanza  común 
Ya  es  particular  ofensa) , 
Sino  un  archivo  de  todo 
Cuanto  la  naturaleza 
Pudo  atesorar ;  y  asi 
Grande  hubo  de  ser  por  fuerza. 
El  cuello,  blanca  coluna 

8ue  este  ediGcio  sustenta, 
ra  de  marfil  al  torno  : 
De  cuya  hermosa  materia 
Sobró  para  hacer  las  manos, 
A  emulación  de  si  mesma. 
Este  pues  monstruo  divino, 
Venus  mandó  que  estuviera 
Oculto,  porque  Diana 
Le  amenazó  con  tragedias. 
Nació  de  una  ninfa  suya ; 

Y  entregándola  a  las  fieras , 
La  defendieron  las  aves , 

De  quien  el  nombre  conserva . 
Pues  Semiramls  se  llama , 
Que  quiere  en  la  siria  lengua 
Decir,  la  hija  éel  aire. 
Este  es  su  nombre  y  sus  señas. 

NIÑO. 

Tú  la  has  pintado  de  suerte, 

Y  de  suerte  encarecerla 
Has  sabido ,  que  ya  al  mas 
Dormido  afecto  despiertas 
Para  que  verla  desee ; 

Y  en  mi  es  esto  de  manera , 
Menon ,  que  deseo  tanto 

El  verla,  que  no  he  de  verla; 

Porque  quiero  hacer  por  U 

Una  tan  grande  fineza, 

Como  el  excusar,  Menon, 

Que  tan  bien  no  me  parezca. 

El  primor  de  la  pintura 

Quiero  pagártele  á  renta  : 

Veinte  talentos  te  doy , 

Que  á  ella  en  mi  nombre  la  ofrezcas. 

Pero  quiérote  advertir 

Que  en  tu  vida  no  encarezcas 

Hermosura  á  poderoso, 

Si  enamorado  estás  della ; 

Porque  quizá  no  hallarás 

Otro  que  vencerse  sepa. 

Y  alabar  lo  que  se  ama, 
Puede  ser  que  sea  fineza; 
Pero  no  puede  dejar 

De  ser  fineza  muy  necia. 

(\ ase  y  el  acompañamiento.) 


ESCENA  VIII. 

IRENE ,  MENON ,  SILVIA. 

IBENE. 

Qué  retórico  orador , 
ué  enamorado  poeta 


Os  dio  para  esa  pintura 
Tantas  rosas  y  azucenas. 
Tanto  oro ,  tanto  marfil , 
Tanta  nieve,  tantas  perlas? 


Todo  esto  Alé  desvelar, 
Llegando  vos ,  la  sospecha 
Del  Rey. 


Y  antes  que  llegase, 
i  Por  qué  fué  el  encarecerla 
Tanto,  que  ya  la  atención 
A  oir  estaba  dispuesta  t 


MBIfOIf. 


Porque  el  modo  del  hallarla , 
Que  no  oísteis,  le  hizo  fuer/.a 
Para  que  se  la  pintara. 


¡  Buena  disculpa ! 

MENON. 

¿No  es  buena? 


Q 


SI  debe  de  serle;  pero 
Aunque  yo  quiera  creerla, 
No  puedo. 

«non. 

¿Porqué? 

IBENE. 

Porqué 
Acción,  semblante,  ni  lengua 
No  os  disculpa  como  á  quien 
Tiene  gana  que  le  crean, 
Sino  como  á  quien  no  importa; 
Y  para  mi  mejor  fuera 
No  disculparos ,  que  no 
Disculparos  con  tibiezas. 

MENON. 

¡  Vos  desconfianza ! 

IBENE. 

¿Quién 
Os  dijo  que  yo  la  tenga? 

■BNON. 

Los  celos  que... 

IBENE. 

¿Qué  son  celos? 
Callad ;  que  es  segunda  ofensa. 
Una  llave  que  tenéis 
De  mis  jardines ,  ¿  qué  es  della  ? 

MENON. 

Yo  os  la  volveré ,  y  estimo 
De  miraros  tan  exenta 
De  los  celos  >  pues  con  eso 
Podré... 

IBENE. 

Ño  podréis.  La  lengua 
Tened ,  porque  habrá  sin  mí 
Quien  castigue  esa  soberbia. 

MENON. 

¿Sin  vos? 

IBENE. 

Si. 

MENON. 

¿Pues  puede  haber 
Quien  sin  vos  á  mi  me  ofenda? 


AUSIDAS.  -  IRENE,  MENON , 
SILVIA. 

arsídas. 

Yo,  Menon,  vengo  buscándoos, 
Por  ser  vos  á  quien  apelan 


Mis  fortunas  del  piadoso 
Tribunal  de  Irene  bella. 


En  mala  ocasión  venis; 
Después  podréis  dar  la  vuelta. 

IBENE. 

Haced  lo  que  el  Rey  os  manda ; 
Que  no  viene  sino  en  buena. 


Yo  lo  haré :  venid  conmigo. 

IBENE. 

Ved  que  es  mia  esta  encomienda. 

MENON.  (Ap.) 

¡Cuánto  hay  en  una  hermosura 

De  quererla  á  no  quererla !      (Vate.) 

IBENE.  (Áp.) 

¡Ah  vil !  ¡  ah  traidor !  ¡  qué  mal 
Me  pagas  lo  que  me  cuestas ! 
(Yate  y  SWa  con  ella.) 

ÁBSIDAS. 

¿Qué  es  esto,  cielos?  Mas  no 

Es  tiempo  de  que  me  atreva , 

Ni  aun  a  pensarlo ;  porqué 

El  que  se  toma  licencia 

Para  quejarse  shi  tiempo. 

Pierde  el  respeto  á  la  queja, 

Y  es  el  tenería  desdicha , 

Sin  mérito  de  tenerla.  ( Vate.) 

Sala  d«  la  qiinu  de  Meaoa. 


FLORO,  SIRENE ;  detpuet,  CHATO. 

FLORO. 

¿Eso  pasó  mientras  yo 
Al  monte  sali  un  momento? 

SIBENE. 

Si ,  Floro  del  alma  mía ; 
Y  así,  buscándote  vengo 
Para  decirte  que ,  aunque 
El  con  enojo  o  con  ruego 
Que  te  vayas  diga ,  no 
Te  vayas. 

FLORO. 

Ya  te  obedezco. 

SIBENE. 

Por  eso  te  doy  los  brazos. 
{Sale  Chalo.) 

CHATO. 

¡Que  siempre  llego  á  mal  tiempo! 

FLORO. 

Tropezó,  y  llegué  á  tenerla. 

CHATO. 

Claro  está,  que  en  el  tropiezo 
Suyo  habla  de  estar. 

SIBENE. 

Yo... 

CHATO. 

No  os  disculpéis ;  yo  me  huelgo 
Que  os  abrace;  porque  si 
Cuando  vino  hizo  lo  meamo, 
Es  señal  de  que  se  va. 
Dadle  otro  abrazo  á  ese 'precio. 

FLORO. 

Antes  llegué  á  preguntarla , 
Qué  para  cenar  teuemos. 

CHATO. 

¿Quién  os  mete  en  pescudallo, 
Si  vos  no  habéis  de  mello? 


Y  ya  que  en  aquesto  nábramos, 
Decidme ,  asi  os  guarde  el  cielo  : 
¿Es  la  boleta  perpetua , 
0  al  quitar,  la  que  allá  os  dieron» 

FLOJIO. 

Aquí  está ,  y  ella  no  dice 
Basta  cuándo. 

CHATO. 

Soy  un  necio. 
Penseque  si. 

FLORO. 

No  os  merece 
Mi  trato  esa  duda.  Cierto 
Que  sois  desagradecido» 
Pues  cuando  un  hombre  está  haciendo 
Por  vos  todo  lo  que  puede , 
Le  tratáis  con  tai  despego. 

chato. 

Pues  tos,  ¿qué  hacéis  por  mi? 

floro. 

Honraros, 
En  vuestra  casa  teniendo 
Un  soldado  que  en  la  Batria , 
La  Siria ,  el  Peloponeso , 
La  Propootida  y  la  Lidia 
Tantas  hazañas  ha  hecho.  — 
Venid,  Sirene,  no  hagáis 
Caso  deste  majadero.  (Vate.) 

CHATO. 

Ella  os  obedecerá, 

0  la  mataré  sobre  eso.— 
Id ,  uo  hagáis  caso  de  mi, 
Pues  el  señor  hazañero 

Lo  manda ,  habiendo  hecho  hazañas 
Kn  la  Sucia ,  Pieldequeso , 
En  Proponiente  y  Galicia. 

SIRENE. 

Si  vos  no  tenéis  esfuerzo 
Para  decir  que  se  vaya , 
¿Tengo  yo  culpa? 

CHATO. 

No,  cierto; 
Yo  la  tengo ,  claro  está. 

ESCENA  XI. 

SEMIRAMIS;  de$pue$.  NIÑO,  MENON, 
IRENE  ygknte.-CHATO,  SIRENE. 

sehírahis. 
¿Siempre  habéis  de  estar  riñen  do? 

CHATO. 

No  hay  otra  cosa  que  hacer. 
voces.  (Dentro.) 

1  Qué  desdicha ! 

SEHÍRAHIS. 

¿Qué  es  aquello? 

meso*.  (Dentro.) 

En  lo  intrincado  del  monte 
Se  ha  metido. 

niño.  (Dentro.) 

¡Piedad,  cielos! 

CHATO. 

Yo  no  lo  sé;  pero  «NI 
Entre  la  maleza  veo 
Venir  corriendo  un  caballo. 

SEHÍRAHIS. 

Yolando  es,  que  no  corriendo. 

hehok.  (Dentro.) 
¡  Corred  iodos! 

unos.  (Dentro.) 
i  Qué  tragedia ! 

T    III. 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  PRIMERA  PARTE. 

oraos.  (Dentro.) 
¡  Qué  desdicha ! 

irene.  (Dentro.) 
¡  Acudid  presto ! 

SEHÍRAHIS. 


Nadie  le  alcauza;  ¿qué  mucho 

Si  se  deja  atrás  el  viento  ? 

¿Cómo  pudiera  el  valor 

Que  esta  brotando  en  mi  pecho 

Dar  vida  al  gallardo  joven 

Que  se  despena?  Mas  esto 

No  quiere  pensarse.— Suelta  (A  Chato.) 

Estebastou. 

CHATO. 

Ya  le  suelto. 
(Quitóte  á  Chato  el  bastón  t  y  vate.) 

SIRBHH. 

¿Qué  intentará? 

CHATO. 

!  ¿Qué  sé  yo? 

Pero  si  sé,  pues  que  veo 
Que  al  encuentro  le  ha  salido 
veloz ,  y  enredando  luego 
Kntre  los  pies  del  caballo 
Mi  garrote,  dar  le  ba  hecho 
De  ojos;  con  que  finalmente 
O  ya  el  choque  6  ya  el  despeño 
Se  ha  trocado  á  una  caída. 

SIKENE. 

¿Hay  tai  marimacha? 

CHATO. 

Luego 
Que  de  pellejos  cargada 
La  vi  en  el  lance  primero, 
Dije  :  «Aquesta  tiene  cara 
De  echar  caballos  al  suelo. » 

hiño.  (Dentro.) 

¡  Válgame  Júpiter  santo ! 

SIRENE. 

El  Rey  es. 

chato. 

Pues  á  escondernos; 
Que  haberle  visto  caer 
Quizá  será  sacrilegio. 

S1RENB. 

Vamos  de  aquí  huyendo. 

CHATO. 

Vamos.  (Yante.) 
Campo  inmediato  á  Ii  aointa. 


NIÑO,  SEMIRAm 

KUtO. 

¿Quién  eres ,  prodigio  bello, 
De  amor  divino  milagro? 
Mas  en  dudarlo  te  ofendo  : 
No  me  lo  digas ;  que  ya 
Tu  beldad  me  está  diciendo 
Que  eres  deidad  destos  montes  : 
Cuál  deltas,  dudo :  di  presto. 

SEHÍRAHIS. 

Ni  sé  quién  soy ,  ni  es  posible 
Decírtelo ,  porque  tengo 
Aprisionada  la  voz 
En  la  cárcel  del  silencio. 
Basta  saber  que  soy  una 
Mujer  tan  feliz,  que  puedo 
Haberte  dado  la  vida , 
O  generoso  mancebo, 
Cuyo  semblante,  no  sé 
Por  qué  secreto  misterio, 


55 

A  amor  y  á  veneración 

Me  está  provocando  á  un  tiempo. 

siso. 
Espera  pues. 

SEHÍRAHIS. 

Aventuro 
Mucho  si  aquí  me  detengo. 

NIÑO. 

¿Pues  en  qué? 

SEHÍRAHIS. 

En  que  me  conozcan...  • 

henon.  (Dentro.) 

Hacia  esta  parte  fué. 

irehe.  (Dentro ) 

Preslo 
Lleguemos  donde  se  oculta , 
Por  si  peligra. 

SEHÍRAHIS. 

Y  en  que  esos 
Que  os  siguen  me  vean. 

hiro. 

¿Porqué? 

SEHÍRAHI8. 

Poroue  licencia  no  tengo 
De  dejarme  ver. 

>  KINO. 

¿  Quién  puso 
A  la  hermosura  preceptos, 
Siendo  asi  que  la  hermosura 
Siempre  es  libre  y  sin  imperio? 

SEHÍRAHIS. 

Nada  os  puedo  responder. 

ÍAp.  Huiré  al  monte ;  que  no  quiero 
fue  entienda  Me  non  jamas 
De  mi  que  no  le  obedezco.)      (Vate.) 

NIÑO. 

Espera,  detente ,  aguarda , 
Prodigioso  monstruo  bello ; 
Que  tras  tí... 

BBGENA  YH1. 

MENON,  LISIAS,  ARSIDAS,  IRENE, 
SILVIA.  -  NIÑO. 

ARSÍPAS. 

Señor... 

USÍAS. 

Señor... 

HENON. 

Perdona  a  nuestros  deseos 
Haber  tan  larde  llegado, 
Donde  nunca  fuera  presto. 

IRENE. 

En  albricias  de  tu  vida 
Mi  vida  y  alma  te  ofrezco 
¿Cómo  te  sientes? 

puso. 
No  sé, 
No  sé  ¡  ay  de  mi !  lo  que  siento. 
No  el  polpe  de  la  caída 
Me  aflige ;  otro  mas  violento 
Es  el  que  siento  en  el  alma ; 
Porque  es  un  ardiente  fuego , 
Es  un  abrasado  rayo, 
Que,  sin  tocar  en  el  cuerpo, 
Ha  convertido  en  cenizas 
El  corazón  acá  dentro. 
No  os  admire  de  que  pase 
De  un  despeño  á  otro  despeño 
Tan  aprisa :  amor  es  dios, 
Y  en  oíos  nunca  se  da  tiempo. 
Discurrid  de  aqueste  monte 
Los  enmarañados  senos; 
Que  al  que  una  deidad  humana 


Si 

En  él  hallare  primero 

Y  la  traiga  4  mi  presencia , 
Grandes  mercedes  le  ofrezco. 
Porque  no  dudéis  las  señas, 
Villano  es  el  traje,  pero 
Tan  noblemeute  villano, 
Que  su  rey  le  rinde  el  pecho. 
¿Pero  para  qué  ¡  ay  de  mí ! 
En  pintarla  me  detengo» 
Si,  en  viéndola ,  diréis  todos  : 
«  Este  es  el  hermoso  Incendio 
Que  abrasó  al  Rey?»  Mas  ¿qué  mucho, 
Si  es  destas  selvas  la  Venus, 
La  Diana  destos  bosques, 
La  Amallea  destos  puertos , 
La  Aretusa  destas  fuentes , 

Y  la  ella  de  todos  ellos  ? 

§ue  basta  que  dije  lo  mas, 
odo  lo  demás  es  menos. 
Busquémosla  divididos; 
Que  yo  be  de  ser  el  primero 

Í[ue  estas  ásperas  montañas 
Examine  fresno  a  fresno  > 
Hoja  á  hoja  y  piedra  a  piedra. 
Mas  mirad  lo  que  os  advierto : 
Que ,  aunque  sintáis  abrasaros 
Al  mirarla,  mis  deseos 
Licencia  os  dan  de  morir, 
Mas  no  de  morir  contentos.       {Vate) 

IRENE. 

Yo  la  segunda  seré 

Que  desta  montaña  el  centro 

Discurra  en  alcance  suyo.        {Yate.) 

SILVIA. 

Todas  haremos  lo  mesmo.        ( Vase>) 

tmos.  (Dentro.) 
I Al  monte ! 

otros.  (Venir o.) 

¡A  la  selva! 
otros.  {Dentro.) 

¡Al  llano! 

AR8ÍDA8. 

¡Oh  si  quisiesen  los  cielos , 
Pues  ya  besé  al  Rey  la  mano, 
Honrado  en  uu  noble  puesto, 
Que  hoy  empezase  obligando, 
Pues  hoy  empecé  sirviendo!      (Vate.) 

unos.  (Dentro.) 
¡  Al  valle ! 

otros.  (Dentro.) 

¡  A  la  selva ! 

otros.  (Dentro.) 

¡  Al  llano  * 

otros.  (Dentro.) 

¡Por  acá,  por  acá! 

HENOlf. 

(Ap.  Celos, 
¿Qué  efecto  haréis  sucedidos, 
Si  pensados  matáis,  celos?) 
¿Quién  dijera  si  fué  ella  ? 

USÍAS. 

Yo  te  lo  diré  bien  presto.         (Vate.) 

.MENOR. 

i  Ay  de  mi !  que  de  pensarlo , 
A  dar  un  paso  no  acierto. 

ESCENA  XIV. 

CHATO.— MENON. 

chato. 

Consejo  muda  el  prudente , 
Oi  decir  á  un  discreto; 
Pues  que  ya  prudente  soy, 
Quiero  mudar  de  consejo , 
Y  no  huir  del  Rey;  mas  antes 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Pedirle  he  que  me  dé  premio ,  ¡ 

Pues  era  mió  el  garrote 

Con  que  á  su  Jam  estad  dieron 

La  vicia.— ¡  Amigo! 

UENON. 

Hacia  aquí 
Ruido  entre  estas  hojas  siento.— 
;  Chalo ! 

CHATO. 

¡Señor! 

HEKOH. 

¿Sabes  dónde 
Semiramis  está? 

CHATO. 

Eso... 

Seismaravedís,  no  sé 
Adoude  fué.  ' 

MEltOH. 

¡  Ay  de  mi ! 

CHATO* 

Empero 
Bien ,  señor,  me  podréis  dar 
Albricias  de  lo  que  ha  hecho , 
Si  la  queréis  bien ;  porque  ella 

Y  yo  somos,  si  por  cierto, 
Los  que  al  Rey  la  vida  dimos « 
Yo  mi  garrote  poñendo, 

Y  ella  su  manontura. 

HE1IOH. 

Calla,  calla  que  me  has  muerto. 
(Al  exclamar,  da  una  novatada 
á  Chalé.) 

CHATO. 

¿Yo  os  he  muerto,  ó  vos  á  mi  ? 
¿No  sabéis  qué  parece  esto? 
Cuando  uno  pisa  -un  pié  á  otro, 

Y  se  queja  él  el  primero. 

HENON. 

Ya  á  mí  buscarla  me  toca 
Mas  que  á  todos ;  que  si  llego 
A  hallarla  antes ,  yo  sabré 
Ocultársela  al  deseo 
Del  Rey.  Ea ,  corazón ,  pues 
De  ti  mil  sabios  dijeron 
Que  sabes  aslrologia 

Y  adivinar,  yo  te  dejo 
La  elección  de  mis  acciones. 
Llévame  tú  donde  ¡  ah  cielos ! 
MI  bien  está;  que  los  pasos 
Tú  los  das ,  y  yo  me  muevo.     (Vate.) 

CHATO. 

¡  Cielos !  ¿  qué  habrá  en  este  moHle, 
Que  todos  andan  revueltos? 


ESCENA  XV. 
SEMIRAMIS.— CHATO. 

sehírahis. 

Ocultarme  por  aquí 
De  tanta  gente  quisiera , 
Para  que  nunca  pudiera 
Quejarse  Menon  de  mi.— 
Chato... 

CHATO. 

Señora... 
sehírahis. 

¿Sabrás» 
Si  la  gente  se  ausentó , 
Que  andaba  en  el  monte? 

CHATO. 

No, 
Antes  pienso  que  ahora  hay  mas. 

SEHÍRAHIS. 

|  No  digas  que  por  aqui 
,  Me  viste ,  á  nadie ,  pasar. 


ESCENA  XVI. 


MENON ,  y  luego  ARSIDAS.  —  SEMI- 
RAMIS, CHATO. 

HEHON. 

Por  aqui  la  he  de  buscar, 
Por  si  la  hallase...  ¡  Ay  de  mi  1 
Pero  ¡  cielos !  ¿  no  es  aquella? 
Aseguróme  mis  celos. 

(Sale  Anidas.) 

ARSÍDAS. 

¿Pero  no  es  aquella  ¡cielos! 
Si  advierto  en  las  señas  della? 


Advierte... 


SEHÍRAHIS. 


Di. 


CHATO. 


SEHÍRAHIS. 

Ahora  mi  suerte 
Me  esconde  en  aquesta  parte. 

CHATO. 

Ya  es  imposible  ocultarte , 
Porque  ya  han  llegado  á  verte. 

HBRON. 

¡Arsidas! 

ARSÍDAS. 

¡  Menon ! 

HEKOH.  (Ap.) 

I  Oh  impío 
Cielo! 

CHATO.  (Ap.) 

i  De  qué  este  soldado 
Tanto  a  Menon  ha  turbado? 
Debe  de  ser  como  el  mío. 


¿Adonde  vais  por  aqui? 

ARSÍDAS. 

Buscando  esa  deidad  veogo... 

chato.  (Ap.) 
¿No  lo  digo  yo? 

ARSÍDAS. 

Pues  tengo 
Las  señas  que  en  ella  vi. 

HENO*. 

Yo ,  supuesto  croe  aquí  habernos 
Llegado  á  un  tiempo  los  dos , 
Se  Ja  llevaré:  id  con  Dios. 

ARSÍDAS. 

Los  que  servimos  tenemos , 
Y  mas  con  obligación , 
Obligación  de  buscar 
Ocasiones  de  agradar. 
Yo  be  de  llevaría,  Menon. 

CHATO. 

Llévesela. 

HtHON. 

Si  he  llegado 
Yo,  ¿no  son  vanos  desvelos? 

sshíhahis. 

¿Qué  soldado  es  este,  cíelos? 

CHATO. 

Otro  como  mi  soldado. 

HEHON. 

¿Pues  á  competir,  conmigo 
Vuestra  arrogancia  se  atreve  ? 

chato.  {A  Menon.) 

Déjala  que  se  la  lleve, 
Pues  no  va  á  comer  contigo.  - 

ARSÍDAS. 

El  Rey  el  justo  poder 


Me  dio;  y  pues  la  pode  bailar, 
Conmigo  la  he  de  llevar. 

MElfOff. 

Y  yo  4a  he  de  defender. 

seuíramis. 

Mi  bien  v  roí  señor,  mi  dueño  , 
¿Qué  es  esto? 

ar&Ídas. 

De  tn  intención 
Ya  aquestos  cariños  son 
Otro  indicio  no  pequeño. 

NEROH. 

Y  yo  la  muerte  os  daré, 
Porque  ya  que  lo  escucháis 
Nunca  decirlo  podáis. 

8E*ÍftAMtS 

;Ay  de  mí  infeliz! 

ABSÍftAS. 

Sabré 
También  defenderme  yo 

menon. 

Huye  i  Semf ramfs  bella. 

SEMÍRAMIS. 

¿Qué  es  huir  mi  altiva  estrella  1 

chato. 
¿Quién  mayor  necedad  vio? 

ESCENA  XVII- 

MNO ,  IRENE,  SILVIA , geitk.- 
Dichos. 

niño.  (Dentro.) 
A  aquel  ruido  acudid  presto. 
iuchb.  (Dtnlro.) 

Ilácia  allí  las  voces,  son. 
{Salen  Niño,  Irene,  Silvio  y  gente.) 

■ENOft. 

¡Qué  horror ! 

NRfO. 

¿Qué  es  esto,  Menon? 

ARSÍuAS. 

¡Qué  dicha! 

IRENE.    . 

Arsidas,  ¿  qué  es  esto  ? 

AftSÍDAS. 

Esta  difiua  hermosura... 

MENON. 

Esta  divina  belleza... 

arsJdas. 
ttsUé  yo  en  esta  aspereza. 

■nvon. 
Ti  al  pié  desta  pefia  dura. 

AlSiOAS. 

Para  lograr  mi  ventura.*. 

MENON. 

Para  estorbar  tu  apetito... 

absídas. 
Llevártela  solicito , 
Donde  mi  lealtad  me  muere; 

MENON. 

Y  yo,  que  no  te  la  Heve, 
W  i  consiento  ui  permito. 

NfNO. 

Tres  cosas  estoy  mirando, 
Tres  acciones  estoy  viendo». 
Que  cuando  mas  las  entiendo  * 
Aun  mas  las  estoy  dudando. 
Tú ,  Meno»  v  con  quien  el  mando 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  PRIMERA  PARTE. 

De  mi  laurel  be  partido, 

Tú  confiesas  atrevido 

Que  el  mayor  triunfo  me  quitas ; 

'I  ú ,  Arsidas ,  lo  solicitas , 

De  boy  á  mi  casa  venido; 

Y  tú,  criada  entre  Üeras  (A  Semiramis.) 
Rudas,  das  de  huir  indicio 
Cuando  haces  un  beneficio, 
Como  si  un  agravio  hicieras. 
Rescatad  de  tan  severas 
Confusiones  mi  sentido. 
A  los  tres  ¿qué  os  ha  movido 
Para  estar  ¡  suerte  penosa ! 
Tú  turbado ,  tú  medrosa , 

Y  tú  desagradecido? 


ahsíoas. 

Mi  turbación  bien ,  señor, 
Fácil  está  de  entender, 
Llegándole  yo  á  deber 
Tanto. 

'  SBUflIAWS. 

Esto  en  mi  no  es  temor; 
Que  fuera  decirlo  error. 

■EKON. 

Mi  ingratitud  ( ¡  ay  de  mí ! ) 
Es  lealtad. 

xnro. 

¿  Pues  cómo  asi , 
Opouiéndote  á  mi  gusto  ? 

MENON. 

Como  tu  gusto  no  es  justo. 

KIAO. 

¿De  qué  suerte? 

MENON. 

Escucha. 


NWO. 


MEMO*. 


Dí. 


Aquella  hermosa  pintura 
Que  boy  has  visto  imaginada , 
Es  esta  que  miras  viva 
Puesta  conmigo  á  tus  plantas. 
Seiniramis  es,  señor; 

Y  si  pretendí  guardarla 

De  ti,  fué  porque  tú  mismo 
Advertiste  á  mi  ignorancia1 
Que  aun  pintada  no  llevase 
A  un  poderoso  mi  dama , 
Porque  era  necia  fineza. 
Ser  consejo  tuyo  basta 
Para  ser  disculpa  mia; 
Pues  mal  bidera  en  llevar»  , 
Viva  al  mismo  que  afeo 
El  llevársela  pintada. 
Bien  pudiera  ahora  decir 
Que,  porque  nadie  llegara 
A  ganar  con  tu  deseo 
De  haberla  hallado  las  gracias, 
Defendi  que  la  trajese 
Otro ;  bien  pudiera  darla 
Otro  nombre  ahora ,  y  despuea 
Con  industrias  y  con  trazas 
Entreteniendo  tu  amor, 
Asegurar  mi  esperauza. 
No ,  señor  :  cansado  está- 
El  mundo  de  ver  en  farsas 
La  competencia  de  un  rey. 
De  un  valido  y  de  una  dama. 
Saquemos  boy  del  antiguo 
Estilo  aquesta  ignorancia, 

Y  en  el  empeño  primero 
A  luz  los  afectos  salgan. 

El  fin  desto  siempre  tea  sido, 
Después  de  enredos,  marañas, 
Sospechas,  amores,  celos. 
Gustos,  glorias,  quejas,  ansias, 
Generosamente  noble 


Vencerse  el  que  hace  el  monarca. 
Pues  si  esto  ha  de  ser  después, 
Mejor  es  ahora  :  no  haga 
Pasos  tantas  veces  vistos.— 
Dame  tú  esa  mano.      (A  Semiramis.) 

N1X0. 

Aguarda ; 
Que  para  lo  que  yo  teiioo 


De  hacer,  ahora  me . 

Informarme  del  estado 
En  que  con  ella  te  hallas. 

IRENE,  (Ap.) 

Mucho  harán  mis  sentimientos 
¡  Cielos!  si  hoy  no  se  declaran. 

SEUÍRAMIS. 

Eso  he  de  decirlo  yo ; 
Que  á  mi  decoro,  á  mi  fama, 
A  mi  altivez ,  mi  soberbia , 
Mi  ambición  y  mi  arrogancia 
Conviene  que  sepan  todo» 
Que  antes  de  ver  que  me  llama 
Menon  su  esposa ,  no  tuvo 
De  roí  mas  que  confianza 
De  que ,  en  siéndolo,  seria 
Suya ;  pues  aunque  me  saca 
Su  valor  de  una  prisión 
besas  nósticas  montañas ; 
Aunque  en  su  poder  me  tuvo, 
El  salie  de  mi  constancia 
Que  no  me  debió  jamas 
Sino  sola  la  esperanza, 
Hasta  que  ya  como  esposa, 
La  mano  le  doy. 

MKO. 

Aguarda 
Tú  también ;  que  eso  sabido. 
No  está  bien,  ya  que  se  casan 
Dama  á  quien  debo  la  vida , 
Y  amante  que  es  mi  privanza , 
Ser  en  un  monte  y  acaso. 
A  ti ,  Menon ,  debo  cuantas 
Victorias  boy  me  coronan 
De  la  siempre  verde  rama. 
De  laurel ;  á  tí ,  divino 
Pasmo  de  aquestas  montañas, 
La  vida  debo.  Y  así 
Con  demostraciones  Varias 
Honrar  á  los  dos  pretendo , 
A  cuyo  efecto  la  fama 
Quiero  que  convide  á  cuantos 
Principes  contiene  el  Asta 
A  estas  bodas,  y  que  en  ellas 
Públicas  fiestas  se  hagan  , 
Que  mis  grandezas  publiquen... 
(Ap.  Y  que  dilaten  mis  ansias.) 

mesón. 

Señor,  aunque  generoso 
A  tus  hechuras  ensalzas , 
Para  un  amante  no  hay  fiestas 
Como  que  fiestas  no  hagan. 

8EMÜUM». 

¿Por  qué?  Si  el  Rey  quiere  honramos, 
Menon,  con  mercedes  tantas, 
No  á  mi  presunción  le  quites 
La  vanidad  de  lograrlas. 

ireni. 

Dice  Semiramis  bien. 
(Ap.  ¡  Oh  sf  pudieseu  mis  ansias 
Dar  término,  cielos,  entre 
Mi  deseo  y  mi  venganza !) 

NIÑO. 

Pues  lú,  bellísima  Irene, 
A  Semiramis  gallarda 
Contigo  á  Nínive  lleva. 
Por  sus  calles  y  sus  plazas 
En  tu  real  carro,  vestida 
De  plumas ,  joyas  y  galas , 


56 

Triunfe ,  y  como  á  mí  se.humillon : 
Que  á  su  beldad  soberana 
Su  Rey  le  debe  la  vida , 
Y  solicita  pagarla. 

IRENE.      , 

Ven ,  Semíramis ,  conmigo ; 

Que  yo  haré  lo  que  el  Rey  manda. 

(Ap.  Y  aun  lo  que  el  Rey  no  mandare; 

Pues  haré  que  tu  esperanza 

En  el  horror  de  mis  celos 

Tropiece,  ya  que  no  caiga.) 

HIÑO. 

Acompañad  á  las  dos 

Todos. 

semíramis.  {Ap.) 

Alüva  arrogancia* 
Ambicioso  pensamiento 
De  mi  espirita,  descansa 
De  la  imaginación .  pues 
Realmente  á  ver  alcanzas 
Lo  que  imaginaste ;  pero 
Aun  lodo  esto  no  basta ; 
Que  para  llenar  mi  idea 
Mayores  triunfos  me  faltan. 
( Vanee  Irene,  Semíramis,  Anides, 
Silvia  y  gente.) 

CHATO. 

¡  Han  visto  y  qué  tiesa  va ! 

Apenas  volvió  la  cara. 

¡  Ay,  ton  lilla,  que  no  en  vano 

Hija  del  viento  te  llamas !         (  Vate.) 

ESCENA  XVllL 

NIÑO,  MENON. 

WNO. 

Menon... 

MENON. 

Señor. 

RIÑO. 

No  las  sigas 
Tu,  detente. 

MENON. 

¿Qué  me  mandas? 

NIÑO. 

¿Estamos  solos? 

MENON. 

Testigos 
Son  los  troncos  y  las  ramas. 

NIÑO. 

Mi  amigo  eres* 

MINON. 

Tú  mi  Rey. 

NIÑO. 

¿Qué  me  debes  ? 

«ENON. 

Honras  altas. 

NIÑO. 

¿  Puedo  hacer  por  tí  mas? 

MENON. 

No, 

NIÑO. 

¿Tienes  qué  pedirme? 

MENON. 

Nada. 

NIÑO. 

¿Qné  harás  tú  por  mi  ? 

'    MENON. 

Mi  vida 
Pondré ,  señor,  á  tns  plantas. 

NIÑO. 

Menos  quiero,  pues  ponqué 
No  diga  jamas  la  fama 
Que  Niño  quitó  á  Menon 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Su  esposa,  quiero  que  haga 
La  amistad ,  y  no  el  poder,. 
Una  conveniencia  extraña ; 

Y  es ,  que ,  esto  asentado,  ahora 
Volvamos  á  la  pasada 
Metáfora.  ¿No  dijiste 

Que  esta  verdadera  farsa 
Tenia  una  novedad, 
Que  era  fácil  desatarla? 
Pues  yo  quiero  que  sean  <toft , 

Y  que  en  el  fin  también  baya 
Nuevo  estilo.  Esto  ha  de  ser, 
Ya  que  introducidos  se  hallan 
Aquí  rey,  dama  y  valido, 
Vencerte  tú ,  porque  salga 
De  andar  en  duelos  de  amor 
La  majestad  :  desalada 

Una ,  otra  es  desde  boy 
Amarla  yo ,  y  tú  olvidarla. 

MENON. 

Señor,  vencerse  á  si  mismo 
Un  hombre  es  tan  grande  hazaña, 
Que  solo  el  que  es  grande  puede 
Atreverse  á  ejecutarla. 
Tú  eres  rey,  vasallo  soy. 

NIÑO. 

¿Pues  qué  mayor  alabanza 

Que  bacer  tú  una  acción  que  fuese 

Grande  para  mi  ? 

MENON. 

No  se  halla 
Con  tanto  valor  mi  pqcho. 

NIÑO. 

Pues  tú  me  has  de  dar  palabra 
De  olvidarla. 

MENON. 

No  podré ; 
De  morir,  sí,  en  esa  instancia 
Te  la  doy ;  que  esto  está  en  mí , 

Y  no  está  en  mi  el  olvidarla. 

NIÑO. 

Pues  si  olvidarla  no  puedes, 
Puedes  darlo  á  entender  :  traza 

?ue  ella  entienda  que  la  olvidas , 
que  mi  amor  no  lo  manda. 

MENON. 

Ni  aqueso  puedo  tampoco ; 
Que  fuera  acción  muy  villana 
Dar  yo  á  partido  mis  celos. 
Tercero  de  mis  desgracias , 
Daré  á  entender  que  la  olvido , 

Y  lo  haré  desde  mañana; 
Mas  dando  á  entender  también 
Que  eres  tú  quien  me  lo  manda. 

NfNO. 

¿No  te  la  puedo  quitar? 

MENON. 

Ya  si ,  señor;  mas  repara 

?ue  esa  es  violencia  forzosa , 
esta  es  ruindad  voluntaria. 
En  quitármela  tú ,  harás 
Una  tiranía ;  en  dejarla 
Yo  una  infamia;  y  al  contrario , 
Tú  una  grandeza  en  no  amarla , 
Yo  una  uneza  en  quererla. 
Mira  ahora  las  distancias 
Que  hay  de  Urania  á  grandeza , 

Y  que  hay  de  fineza  á  infamia. 

NIÑO. 

¿  Pues  qué  te  vengo  á  deber 
Yo  en  aquesta  parte? 

MENON. 

Nada, 
Sino  el  consejo  de  .que 
Me  la  quites ;  que  si  aguardas 
Hallar  conveniencia  en  ini , 


En  mi,  señor»  no  has  de  hallarla, 
Ni  es  posible. 

NIÑO. 

¿Cómo? 

MENON. 

Escucha. 
En  nuestro  cuerpo  está  el  auna, 
Sin  tener  determinado 
Lugar :  si  muevo  la  planta , 
Alma  hay  alli ,  alma  también 
Hay  en  la  mano  al  mandarla. 
Sucede  pues,  que  me  corte 
La  planta  ó  la  mano,  ¿falta 
Con  la  porción  de  aquel  cuerpo 
Aquella  porción  que  estaba 
Del  alma  allí?  No.  ¿Qué  se  hace? 
A  su  estado  á  incorporarla 
Se  reduce.  Alma  es  en  mi 
Mi  amor,  lugar  no  se  halla 
Donde  no  esté ;  y  asi ,  aunque  hoy 
A  pedazos  le  deshaga , 
Corlándome  las  acciones 
De  verla,  oiría  y  hablarla, 
En  la  razón  queme  queda, 
A  la  imitación  del  alma, 
Siempre  se  ha  de  hallar  mi  amor 
Tan  cabal  como  se  estaba. 

NIÑO. 

¡Qué  cansados  argumentos ! 
Ser  mi  gusto  ¿no Instaba? 

MENON. 

No ,  señor. 

NIÑO. 

Calla ,  villano ; 
Desagradecido ,  calla ; 
Calla ,  ingrato ;  que  yo  tuve 
La  culpa  de  darte  tantas 
Alas ,  para  que  al  sol  mismo 
Te  opongas.  Pero  la  saña 
Del  sol ,  que  te  las  .crió , 
Sabrá  quitarte  las  alas. 

MENON. 

Señor... 

mito, 
lío  mas. 

MENON. 

No  de  un  soplo 
Asi  tu  hechura  deshagas. 

NIÑO. 

No  me  desbaga  mi  hechura 
Un  rayo  á  mi,  siendo  ingrata. 

MENON. 

Yo  no  puedo... 

NIÑO. 

Yo  tampoco. 


Ofrecer  mas  de  que... 

niño. 

Basta. 
menon.  * 

¿Que  soy  tu  privanza  olvidas? 

NIÑO. 

Donde  hay  celos,  no  hay  privanza. 

Y  puesto  que  esto  ha  de  ser, 

Yo  he  de  decir  que  se  haga 

La  boda ,  y  tú  has  de  decir 

Que  á  tu  disgusto  te  casas, 

Sin  que  á  mirarla  te  atrevas 

Desde  este  instante.  Repara 

Que  te  quebraré  los  ojos 

SI  te  atreves  á  mirarla.  (v<**e) 

MENON. 

¡  A  y  Semíramis  divina ! 
;  Ay  hermosa ,  ay  soberana 
Hija  del  aire  1  ¡  llevóse 
Tu  nombre  mis  esperanzas ! 


LA  BÚA  DEL  AIRE.  PEINERA  PARTE. 


37 


JORNADA  TERCERA. 


Pilado  real  en  Nínite. 

ESCENA  MORtENA. 

Suenan  ckkHmia* ,  y  taien  NIÑO,  AR 
SIDAS,  CHATO  t  soldados.  Gente 
dentro. 

unos.  {Dentro.) 
¡Viva  Senuramis  bella  ! 

ortos.  (Dentro.) 
¡Viva  del  Asta  el  asombro! 

Toaos.  (Dentro.) 

¡Viva  la  que  dio  la  vida 
A  nuestro  Rey  generoso ! 

arsídaa. 

Ya  Semiramis  é  Irene 
Vuelven  á  palacio. 

KUio. 

Loco 
De  contento  estoy  al  ver 
Su  nombre  aplaudido. 

chato. 

Todos 
Estamos  acá,  par  diez. 

soldado  1.° 

¡Toólo!  ¿Cómo  dése  modo?... 

CHATO. 

Pues  para  entrar  dimde  quiera , 
¿Qué  mas  hay  que  hacerse  tonto? 
Criado  de  Semiramis  (A  Niño.) 

So.  y  sabiendo  que  vos  propio 
Acá  mi  ama  os  traéis , 
Tengo,  voy,  y  ¿qué  hago?  torno 

Y  vengóme  acá  también, 
O  por  esto  ó  por  estotro. 

mito. 

Este  es  un  simple  tutano 
Que  desde  Ascalon  conozco  : 
Pues  que  Semiramis  del 
Guau,  mandaras,  Andronio, 

ue  le  vistan  de  otra  suerte. 

¡o  ande  aqui  en  traje  tan  tosco. 

CHATO. 

Vestida  tengas  el  alma 
A  penas  del  purgatorio.-— 
Entra,  Madroño,  a  vestirme 
Desoldado. 

SOLDADO  !.° 

De  aqui  á  un  poco. 

gente.  (Dentro.) 

i  VWa  la  que  dio  la  vida 
A  nuestro  Rey  generoso ! 

AatlDAS. 

Ya  la  música  otra  vez 
Suena,  y  ya  se  apeno. 

{Vuelven  é  tocar.) 

ESCENA  n. 

SEMIRAMIS  á  IRENE ,  con  mucha  ga- 
ta ,  y  damas.— Dichos. 

ÍUNO. 

.    .     Dichoso 
Yo ,  que  merecí  adorar 
Dos  beldades  en  un  sobo, 
Dos  soles  en  una  esfera 

Y  dos  dioses  en  un  trono» 

SBUlHAHlS. 

Mas  dichosa  es  quien  de  vos 
Tuto  aplausos  un  heroicos. 


I 


CHATO.  (Ap.) 

¿Quién  no  dirá  que  mi  ama 
Siempre  trajo  aquel  adorno? 
Pnes  yo  me  acuerdo  de  cuando 
Eran  pellejos  de  un  lobo. 
Pero  como  esas  pellejas 
Vemos  hoy  cubiertas  de  oro. 

MICO. 

¿Qué  te  ha  parecido,  hermosa 
Semiramis ,  bello  monstruo 
De  Asia ,  á  cuyos  rayos  son 
Tibios  ios  rayos  de  Apolo, 
De  la  famosa  ciudad 
De  Ninive,  del  adorno 
De  sus  muros  y  sus  calles , 
Y  comercio  populoso  ? 

skuíramis. 

Si  es  justo,  señor,  y  tengo 

De  decir  la  verdad ,  todo 

Cuanto  hasta  ahora  be  visto  en  ella... 


¿Qué? 


NIÑO. 
SEUÍHAHIS. 


Me  ha  parecido  poco. 
Mas  no  me  espanto,  porqué 
Objeto  es  mas  anchuroso 
El  déla  imaginación, 
Que  el  objeto  de  los  ojos. 
Imaginaba  yo  que  eran 
Los  muros  mas  suntuosos, 
Los  edificios  mas  grandes , 
Los  palacios  mas  heroicos. 
Los  templos  mas  eminentes 

Y  lodo,  en  fin,  mas  famoso. 

chato.  (Ap.) 

Tan  loco  nos  venga  el  alio , 
Cuando  siembre  mis  rastrojos. 

IRENE. 

En  las  entrañas  nacida 
De  un  monte ,  en  el  seno  bronco 
De  unos  peñascos  criada, 
¡  Animo  tan  generoso 

Y  espíritu  tan  altivo 
Engendraste ! 

SEHÍRAMIS. 

«  .     .         Sít  <Pie  como 
Pude  allí  discurrir  mucho. 

No  me  contenté  con  poco. 

RENE. 

Entra  pues  en  mis  jardines, 
A  ver,  si  ufanos  y  hermosos 
Te  agradan  mas.  (Ap.  ¡  Qué  cansada 
Voy,  no  de  mis  celos  solos , 
Sino  de  haber  oído  tantos 
Desvanecimientos  locos  ?) 

(Vanu  ¡rene  y  loe  dama».) 

sEHnuvis.  (Ap.) 

¿Cómo  en  tan  célebre  dia 

Menon  falta  de  mis  ojos? 

¿Mas  para' qué  le  echo  menos , 

Si  tantos  aplausos  logro 

Sin  él?  Como  estos  no  falten , 

Lo  demás  importa  poco.  ( Vate.) 

HIÑO. 

Recatad ,  afectos  mios , 

La  dulce  llama  que  escondo ; 

Que  aun  no  es  tiempo  que  sopladas 

Sus  cenizas  del  favonio 

De  amor,  el  fuego  descubran, 

Que  arde  ocultamente  sordo. 

CHATO. 

Señor  Madroño,  ¿es  ya  hora 
De  que  nos  vamos  nosotros? 


f  soldado  i.° 

Vos  sabéis  ¿qué  hora  es ? 

CHATO. 

La  propia 
De  haber  de  vestirse  un  roto. 
(Vanu  Chato  y  el  soldado.) 

ESCENA  UX 
MENON,  con  una  corta.— NIÑO,  AR 

SIDAS,  SOLDADOS. 
MEROS. 

De  Siria  el  gobernador 
Esta  envía  con  un  propio. 
absídas.  (Ap.) 
í  Ay,  perdida  prenda  mia! 

nmo. 
Será  bien... 

«enor.  (Ap.) 
;  Ay,  duefio  hermoso! 
niño. 

Sue  antes  otra  cosa  sepa. 
1  olvido  que  os  propongo. 
Quiero  saber  en  qué  estado 
Está.  H 

■EHON. 

En  el  que  estaba  propio. 

nmo. 
¿Qué  es? 

MENOR. 

Que  haré  cuanto  pudiere ; 
Mas  juzgo  que  podré  poco. 

HIÑO. 

Pues  habéis  de  poder  mucho. 
Dad  la  carta  á  Arsfdas  :  todos 
Los  despachos  por  su  mano 
Lleguen  á  mi ;  que  ya  él  solo 
Me  acierta  á  servir. 

arsídas. 

Ma  .    ..  Tus  plantas 

Me  da  á  besar. 


No  lo  ignoro : 
Pero  mandaisle  á  él  lo  fácil , 
Y  á  mi  lo  dificultoso. 


NIÑO. 


Venid  conmigo  á  saber 
Si  lo  es  ó  no.—  Cuidadoso  (A  Ar sidos.) 
Vos  leedla ,  y  vedme.  ( Ap.  Asi 
Cualquiera  despecho  estorbo.) 


Tomad;  y  si  acaso  puede 
Un  desdichado  á  un  dichoso 
Dar  algo ,  sea  un  consejo; 
Y  es,  que  atento,  cuerdo  y  pronto 
Sirváis,  sin  enamoraros, 
Porque  lo  perderéis  todo. 
(Vanee  Niño ,  Menon  y  ¡os  Moldados.) 

escena  nr. 

ARSIDAS. 

Bueno  es  el  consejo;  pero 

Ya  es  muy  tarde  cuando  le  oigo, 

Pues  yo  solamente  sirvo 

Porque  otra  hermosura  adoro. 

¡Con  qué  de  temores  dudo  1 

Oh  pliego,  tu  nema  rompo.     [Batria, 

(Lee.)  «Gran  señor :  Estórbalo,  rey  de 

«Viendo  que  á  los  umbrales  de  su  patria 

•Victorioso  llegaste , 

»  Y  que  aquella  conquista  perdonaste , 

•Soberbio  ba  presumido 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


•Que  sea  temor  lo  que  omisión  ha  sido. 
»Coo  esto  y  con  que  i  él  se  pasó  huyendo 
»Lidoro ,  rey  de  Lidia ;  pretendiendo 
■El  uno  de  su  imperio  apoderarse 
» Segunda  vez,  y  el  otro  en-  Siria  enlrar- 
lEjércilos  previenen ,  [se, 

»Y  como  eu  tal  confianza  se  maulieuen 
«Todos  los  naturales, 
»  Di  visos  y  parciales 
»A  su  rey  esperando, 
«Sospechosos  están ,  y  yo  aguardando 
•La  invasión:  pocas  son  las  fuerzas  mías, 
•Si  tú,  señor ,  socorro  no  me  envias. » 
¿Quién  se  habrá  visto  jamas 
tan  confuso  y  Un  dudoso, 
pues  vengo  á  ser  hoy  conmigo 
Secretario  de  mi  propio? 
Como  á  la  Batria  pasé 
Deshecho,  vencido  y  roto, 
Habrá  corrido  esta  voz, 
Que  con  Estórbalo  torno. 
¿Qué  haré  ?  ¿  Diré  al  Rey  quién  soy  ? 
No;  que  de  mi  sospechoso , 
Querrá  asegurar  conmigo 
Aqueste  nuevo  alboroto. 
Callaré  oculto ,  hasta  que 
La  ocasión  descubra  el  modo 
Que  mejor  me  esté.  ¡Oh  Irene! 
por  ti ; en  qué  empeños  me  pongo! 

{Vate.) 

Jardín. 

ESCEFf A  V. 

IRENE ,  SEMIRAMIS,  mamas. 

IRENE. 

¿Eu  lili,  que  nada  le  agrada 
De  uu  sitio  Van  deleitoso? 

SEMIRAMIS. 

(5s  el  desvanecimiento 
Tal  que  eu  estas  cosas  pougo , 
Que  pienso  nacerlas  mayores 
En  sieudo  Meuon  mi  esposo. 

IRENE. 

¿  Estás  muy  enamorada 
Dél,Semiramis? 

semíramis.' 

Conozco 
Que  debo  á  Menon,  señora , 
Todas  las  dichas  que  go/.o ; 

Y  como  de  agradecida 
Aay  un  término  tan  corto 
A  enamoradla ,  decir 

Que  lo  estoy  será  forzoso ; 
¡>i  bien  es  mi  presunción 
Tal,  que... 

MERE.. 

D¡lo. 

semíramis. 

Que  me  corro 
De  que  haya  de  ser  mi  dueño 
Quien  es  vasallo  de  otro. 

\%znz.  (Alas  damas.) 

Salios  todas  allá  fuera. 

{Y ame  las  donas.) 
Ya ,  Semíramis,  que  toco 
tfsta  plática,  no  puedo 
Dilatar  mas  mis  enojos \ 

Y  asi ,  antes  que  me  preguntes 
Por  qué  á  esté  empeño  me  arrojo 
NI  qué  me  obliga,  le  mando 

8qe  desde  este  instante  propio 
..stés  persuadida  á  que 
No  ha  de  ser  Menon  tu  esposo ; 
Porque,  aunque  es  vasallo ,  tiene 
Dueño,  si  no  tan  hermoso, 
Méuos  ingrato  y  mas  uoble , 


Menos  vano  y  mas  heroico. 
Si  el  Hey  casar  le  mandare, 
Con  desden  ceremouioso 
Has  de  fingir  que  no  tienes 
Gusto  en  este  desposorio ; 

Y  á  él  le  has  de  dar  á  entender 
Que  le  aborreces  :  de  modo 
Que  viéndose  aborrecido, 
Aborrezca ;  pues  no  ignoro 
Que  sabe  una  ingratitud 
Pasar  el  amor  á  odio. 

Y  pues  el  Rey  hoy  por  este 
Jardín  ba  venido,  torno, 
Semíramis ,  a  decirte 
Que  en  esa  puerta  me  pongo, 
Solo  á  mirar  de  la  suerte 
Que  tus  labios  y  tus  ojos 
Empiezan  á  introducir 

Los  desdenes  rigurosos 
De  tu  Ungida  mudanza. 
!  Y  asi  por  ahora  solo 
Te  advierto  que  desde  aquí 
Todas  tus  acciones  noto.  {Escándese.) 

ESCENA  VI. 

NIÑO,  BfENOff.  —  SEMIRAMIS ; 
IRENE,  oculta. 

RiRO.(Ap.  á  Menon.) 

Esto  ha  de  ser,  porque  está 

Semíramis  ya  aquí,  y  logro 

Tan  buena  ocasión  :  detras 

De  aquestas  murtas  me  esconda. 

Llega ,  dándola  a  entender 

Cuánto  es  tu  afecto  muy  otro  i 

Adviniendo  que  me  quedo 

Donde  cuanto  digas  oigo.  (Escóndese.) 

semíramis.  (Ap.) 

¿Habrá  rigor  mas  violento? 

meror.  (Ap.) 

¿Trance  habrá  mas  riguroso  1 

SEMÍRAMIS.  (Ap.) 

¿Que  haya  de  dar  á  entender 
Yo,  que  ingrata  correspondo?     * 
■eiion.  {Ap.) 

¿  Que  haya  de  decir  por  fuerza 
Yo,  que  lo  que  estimo  enojo  ? 

semíramis.  («Ap.) 
Si,  pues  así  la  aseguro. 

MEKon.(Ap.) 
Si ,  pues  asi  le  reporto. 

semíramis.  (Ap.) 
Aunque,  si  á  la  ira  advierto... 

MEROR.  (Ap.) 
Aunque, si  atiendo  al  enojo  •• 

semíramis.  (Ap.) 

Que  de  la  invidia  de  Irene 
Dentro  de  mi  pecho  formo... 

menon.  (4p.) 

Que  de  los  celos  del  Rey 
Dentro  de  mi  alma  lloro... 

semíramis.  (Ap.) 

En  fingir  que  le  aborrezco... 

menor.  (Ap.) 

En  decir  que  no  la  adoro... 

semíramis.  (Ap.) 

Sospecho  que  no  haré  mucho. 

menor.  (Ap.) 

Presumo  que  haré  muy  poco. 

IRENE.  (Ap.) 

Ya  se  han  visto.  Celos,  tenga 
Piedad  mi  industria  en  vosotros. 


S 


KIRO.  (Ap.) 

Ya  se  hablan.  Consiga,  celos, 
Mi  pena  algún  desahogo. 

semíramis. 

En  mucho  estimo.  Menon , 
Hoy  á  los  cielos  piadosos 
Esta  ocasión  que  me  bao  dado 
Pe  hablaros  en  mis  enojos ; 
Que  á  dilatarse  un  insume, 
Presumo  que  escandalosos 
Reventaran  el  volcan 
De  mi  pecho,  dando  asombros 
Al  cielo,  basta  que  llegase 
O  lo  ardieute  ó  lo  ruidoso 
De  mis  quejas  á  deciros 
Que  ofendida  de  vos,  torno 
Por  consuelo  A  aconsejaros 
No  tratéis  de  ser  mi  esposo* 

imne.  (Ap.)  • 

No  entra  mal  en  el  despego 
Semíramis. 

menor.  (Ap.) 

¡Rigurosos 
Cielos!  Si  ella  no  ba  sabido 
Que  el  Rey  está  oyendo,  ¿cómo 
Me  habla  con  tanto  rigor? 

niño.  (Ap.) 

Semíramis  ( ¡  estoy  loco ! ) 
Sale  al  paso  á  su  mudanza. 

menor. 

Ap.  ¡Que  sea  -^ay  de  mi!  forzoso, 

hiendo  sus  enojos  falsos , 

Hacer  ciertos  sus  enojos !) 

Semíramis  v  aunque  tengas 

Quejas  de  mi,  y  aunque  ignoro 

La  ocasión ,  qo  te  he  de  dar 

(Ap.  ¡Quién  vio  mas  terrible  ahogo!) 

Satisfacciones,  porqué  fojos. 

No  puedo.  (Ap.  á  ella.  Atiende  á  mis 

Hermoso  imposible  mió.) 

Esto  á  las  quejas -respondo, 

Y  en  cuaniq  á  que  ser  no  quieras 

Mi  esposa,  yo  te  perdono 

El  desaire  (Ap.  No  hago  tal.) 

De  decírmelo  en  mi  rostro, 

Pues  con  eso  has  excusado 

Que  yo  te  diga  lo  propio. 

SEMÍRAMIS. 

¿Que  tú  lo  dijeras? 

MENOR. 

Si. 

IRENE.  (Ap.) 

¿  El  la  desprecia7  i  Qué  oigo ! 

rimo,  (Ap,) 
No  empieza  á  fingirlo  mal. 

semíramis. 

(Ap.  Si  él,  ¡  cielo!  está  Can  remoto 
De  que  Irene  me  está  oyendo, 
¿Cómo  me  habla  deste  modo?) 
Pues  si  vos  tan  consolado 
Estáis ,  que  de  mis  enojos 
Aun  no  preguntáis  la  causa , 
No  añadamos  uno  á  otro. 
Id  con  Dios. 

MENOR. 

Quedad  con  Dios. 
(Hacen  que  se  van.) 

SEMÍRAMIS.  (Ap.) 

ÍQue  sin  afecto  amoroso 
le  llega  á  hablar  y  se  vuelve ! 

meron.  (Ap.) 

¡  Con  qué  seco  desahogo 
Me  deja  ir  y  no  me  llama! 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  PRIMERA  PARTE. 


39 


semíbamis.  (Ap.) 
Pero  el  callar  es  forzoso. 

menon.  (4p.)      ' 
Pero  el  sufrir  es  preciso. 

semíbamis.  (Ap.) 

¿No  hubiera  un  estilo  como 
Hablar  callando? 

menon.  (Ap.) 

¡  No  hubiera 
De  callar  hablando  un  modo! 

semíbamis.  (Ap.  á  Ir  ene. \ 

Para  la  primera  ve» 
Que  a  ser?irteme  dispongo. 
Bien  entablado  he  dejado 
El  tema. 


Ya  lo  conozco ; 
Pero  quisiera  que  fuese 
Mas  declarado  el  oprobio. 

SEMÍBAMIS. 

¿Mas? 

IRENE. 
SI. 

menon.  (Ap.  á  Niño.) 

Para  la  primera 
Lección  que  de  olvido  tomo  * 
¿No  ia  he  repetido  bien? 

NIÑO. 

Si ;  pero  la  has  dicho  poco. 
menon. 

Pues  jo  creí  que  era  mucho , 
Y  aun  délo  mucho  me  asombro. 

irehe.  (A  Semiramie.) 

Vuélvele  á  llamar,  y  asienta 
Que  uo  trate  en  ser  tu  esposo. 

rano.  (A  Menon.) 

Vuélvela  a  hablar :  dita  que 
No  has  de  hacer  el  desposorio. 

SBMÍRAMIS. 

Si  haré.  (Ap.  Hablen  mis  sentimientos 
Aquí,  cumpliendo  con  otros.) 

MENON. 

Si  haré.  (Ap.  Mi  dolor  conmigo 
Cumpla  aqui ,  habiendo  en  mi  propio.) 

SBMÍRAMIS. 

Menon. 

MENON. 

Semiramis. 

semíbamis. 

Pues 
¿A  qué  tornáis  aqui? 

MENOR. 

Torno» 
Yo  no  sé  á  qué.  Decid  tos, 
¿Por  qué  me  nombráis  ? 

SBMÍRAMIS. 

Os  nombro. 
Porque...  Pero  ¿qué  sé  yo, 
Cuando  andáis  tan  cauteloso? 
Para  deciros  que  os  llamo, 
Por  deciros  que  me  corro 
De  haberos  dado  esperanza 
De  que  seréis  tan  dichoso , 
Que  jamas  me  merezcáis. 

MENON. 

Pues  yo  volvía  a  eso  propio. 

SEMÍBAMIS. 

Si ;  mas  quiero  yo  decirlo  : 
Vos  no  lo  digáis. 

MENON. 

En  todo 


Opuestos  parece  que  hoy, 
Ingrato  imposible ,  somos ; 
Pues  yo  no  quiero  decirlo, 
Y  que  vos  lo  digáis  lomo 
Por  partido. 

SEMÍBAMIS. 

¿Qué  os  obliga? 

MENON. 

No  sé,  ¿y  vos? 

8EMÍBAM1S. 

También  lo  ignoro. 

MENON. 

Decidlo  vos;  que  quizá 
Tenéis... 

SEMÍBAMIS 

¿Qué? 

MENON. 

Menos  estorbo* 

8EMÍBAM1S. 

Quizá  mayor. 

MENON. 

No  es  posible. 

SBMÍRAMIS, 

No  os  entiendo. 

MENON. 

Yo  tampoco ; 
Mas  si  vierais  lo  que  paso... 

SBMÍRAMIS. 

Si  supierais  lo  que  escondo... 

MENON. 

Vjérais... 

semíbamis. 

Supierais... 

MENON. 

Que  yo... 

semíbamis. 
Que  yo... 

MENON. 

Siento... 

SBMÍRAMIS. 

Sufro... 

IRENE  T  NIÑO.  (Ap.) 

¿Qué  oigo? 

SBMÍRAMIS. 

Porque... 

MENON. 

Decid. 

SEMÍBAMIS. 

Estoy  muda. 
Hablad  vos. 

MENON. 

Estoy  dudoso. 

SEBÍBAMB. 

Pues  adiós. 

MENON. 

Adiós  pues.  Idos 
!  (Ap.  Pero  asi  el  silencio  rompo.) 
j  Vos  por  esta  parte. 

¡  SEMÍBAMIS. 

f  Y  vos 

I  Por  estotra. 

1  (Truécante,  y  al  entrar  Menon  halla  i 
Irene ,  y  Semiramis  al  Rey.) 

IRENE. 

¡  Necia  ? 

KINO. 

¡  L"co ! 


IRENE. 

¿Qué  has  dicho? 

NIÑO. 

¿Qué  has  hecho? 

SEMÍBAMIS. 

Nada  he  dicho. 

MENON. 

Yo  tampoco. 

IRENE. 

¡Señor! 

NUM>. 

¡Irene!  ¿tú  aqui? 

SEMÍBAMIS.  (Ap.) 

¡  Muerta  estoy ! 

MENON.  (Ap.) 

i  Estoy  absorto! 


Sí,  señor...  (Ap.  Disculpad  ¡  cielos! 
Esta  sospecha  en  mi  abono.) 
Porque  a  Semiramis  dije 

Sue  aunque  haya  de  ser  su  esposo 
énon ,  estando  conmigo 
No  se  atreva  á  hablar  de  modo 
Que  el  respeto  de  mi  sombra 
Peligrar  pueda  en  un  solo 
Átomo ;  y  así  escuchaba, 
Ofendido  mi  decoro. 

NIÑO. 

Yo  no  escuchaba  por  eso; 
Que  habiendo  tan  alevoso 
Descubiértome  Menon , 
Responderé  de  otro  modo , 
Pues  él ,  Semiramis ,  quiere 
Que  vos  sepáis  que  os  adoro. 

SBMÍRAMIS.  (Ap.) 

kQué  es  esto ?  ¡ cielos!  ¿De  mí 
uamorado  el  Rey  ?  ¡  Qué  oigo! 

NIÑO. 

Semiramis ,  yo  he  querido 
Salvar  la  voluntad  mia 
De  especie  de  tiranía. 
A  este  fin  he  prevenido 
Facilitar  el  olvido 
De  Menon ,  por  parecer, 
Sin  servo  tirano,  ser        4 
Dueño  de  mi  voluntad , 
Fiando  de  su  amistad 
Aun  mas  que  de  mi  poder. 
El  lance  de  hoy  es  testigo 
Del  estado  de  los  dos : 
Por  andar  fino  con  vos, 
Traidor  ha  andado  conmigo. 
No  que  os  quiera  le  castigo ; 
Que  fuera  culpar  mi  amor 
Dar  el  suyo  por  error ; 
Que  me  ofenda  sí .  y  es  justo , 
Pues  quien  es  traidor  al  gusto , 
A  todo  será  traidor.— 
¡  Hola ! 

ESCENA  VII. 
ARSIDAS.  —  Dicios. 

AB8ÍDAS. 

Señor. 

NIÑO. 

A  esta  fiera 
Desconocida  é  ingrata , 
Que  á  quien  la  alimenta  mata, 
Las  armas  quitad,' y  muera 
En  la  prisión  mas  severa 
De  Nínive  :  su  castigo , 
Que  será  escarmiento,  digo , 
De  toda  Siria ,  pues  hallo 


40 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Ser  malo  para  vasallo 

Quien  no  es  bueno  para  amigo. 

MENON. 

Esta ,  señor,  es  mi  espada ; 
Que  no  puedo,  en  trance  igual , 
Darte  mejor  memorial 
Que  ella  de  sangre  bañada. 
Mira  ya  a  tus  pies  postrada 
La  que  fué  rayo  de  Oriente ; 
Solo  pido  que  prudente 
Adviertas  que  rayo  ba  sido , 
Y  que  asi  no  habrá  ofendido 
A  Júpiter  eminente. 
Todo  mi  delito  es 
Que  á  amor  no  hiciese  delito. 
Tu  perdón  no  solicito; 
Antes  te  pido  me  des 
Una  y  muchas  muertes ;  pues 
Tan  ¡irme  me  considero 
En  el  afecto  primero  * 
Que  estimo  el  rigor ;  que  ya 
Lo  que  padezca  será 
Testigo  de  lo  que  quiero. — 
El  Rey,  Sera  ira  mis  bella , 
Porque  te  adoro,  se  ofende. 
¿Que  prende  en  mi ,  si  no  prende 
También  coomigo  á  mi  estrella? 
Ella  ¿no  me  influye?  Ella 
¿No  es  astro  del  cielo?  Si. 
¿Pues  qué  importará  que  aquí 
Prisión  den  á  mi  pasión , 
Si  también  en  mi  prisión 
Sabrá  mi  estrella  de  mi  ? 
¿Y  qué  es  estar  preso?  Muerto 
Tengo  de  estarte  adorando ; 
Que  si  las  estrellas»  cuando 
Luz  recibieron*  es  cierto 
Crian  su  influjo,  hoy  advierto 
Que  antes  de  llegar  yo  á  ellas. 
Si  quisieron  las  estrellas 
Mi  amor,  que  en  ellas  está , 
Después  y  antes  durará 
Todo  lo  que  duren  ellas. 

unió. 

Llevadle  de  aquí.  Mas  no, 

Dejadle.  Cobra  tu  acero; 

?ue  otra  experiencia  hacer  quiero 
o  de  cuanto  valgo  yo. — 
¡Semiramis! 

surftAVts.  (Ap.) 

¿Quién  se  vio 
En  tai  duda? 


Aunque  pudiera 
Conseguir  de  otra  manera 
De  tu  hermosura  el  favor, 

E ulero  deber  á  mi  amor 
o  que  á  mi  poder  debiera. 
En  tu  libertad  estás ; 
Que  yo  no  be  de  ser  tirano. 
Si  á  Menon  le  «tas  la  mano, 
A  un  infeliz  se  la  das , 
En  cuyo  estrago  verás 
Las  mudanzas  dé  b  tuna ; 

§ue  si  mi  suerte  importuna 
u  amor  no  puede  quitarle, 
Podrá ,  á  lo  ttéhoá,  negarle 
Los  bienes  de  la  fortuna. 
De  mi  grada  despedido , 
De  mi  corle  desterrado , 
De  mis  imperios  echado , 
De  mi  gente  aborrecido, 
Mísero,  triste ,  abatido , 
Ha  de  vivir  sfn  honor. 
Sin  amparo  y  sin  favor. 
Si  con  esto  quieres  ser 
Su  mujer,  se  su  mujer ; 
Que  yo  moriré  de  amor. 

MENON. 

Semiramis,  si  es  que  aqui 


Quieres  ser  agradecida , 
Acuérdale  que  la  vida 

Y  el  segundo  ser  te  di. 

mno. 

Que  tú  me  la  diste  á  mi , 

Y  que  á  pagarla  me  atrevo 
Te  acuerda  también. 


Ventaja. 


MERO*. 

Yo  llevo 

MHO. 


Si  á  esto  te  mueves... 

MENON. 

Págame  lo  que  me  debes. 

RIMO. 

Cobra  lo  que  yo  te  debo. 

MENON. 

¿Qué  blasón  mas  celebrado 
Tendrá  tu  famoso  nombre, 
Que  poder  hacer  á  un  hombre 
Dichoso  de  desdichado  ? 

tuno. 

Porque  sea  infeliz  su  hado , 
No  te  haga  infeliz  á  ti. 

IB  ENE. 

Tiempo  de  pensarlo  aqui 
La  dad. 

SEMÍRAMIS. 

No  le  he  menester 
A  lo  que  be  de  responder. 

ios  DOS. 

¿  Luego  ya  lo  sabes  ? 

semíramis. 

a. 

Menon ,  aunque  agradecida 
A  tus  finezas  me  siento , 
Ningún  agradecimiento 
Obliga  á  dejar  perdida 
Toda  la  edad  de  una  vida ; 
Que  el  que  da  al  que  pobre  está , 

Y  con  rigor  cobra,  ya 

No  piedad ,  crueldad  le  sobra ; 
Pues  aflige  cuando  cobra 
Mas  que  alivia  cuando  da. 
Si  ya  tu  suerte  importuna , 
Si  va  tu  severo  hado 
Pródigos  han  disfrutado 
Lo  mejor  de  tn  fortuna  * 
La  mia ,  que  boy  de  la  cuna . 
Sale  á  ver  la  luz  del  dia , 
La  luz  quiere ;  que  seria 
Error  que  una  á  otra  destruya ; 

Y  si  acabaste  la  luya , 
Déjame  empezar  la  mia. 

Si  de  un  vicio  la  inquietud , 
De  una  virtud  el  indicio , 
Vuelve  la  virtud  en  vicio 
Antes  que  el  vicio  eu  virtud ; 
Más  con  la  solicitud 
De  mi  vida  vencer  oso 
Tu  desdicha ;  que  es  forzoso 
Que  una  de  otra  acompañada , 
Tú  me  bagas  desdichada , 

Y  yo  no  te  haga  dichoso. 
La  vida  que  te  debí, 
Con  tomarla  la  pagué ; 
Por  Ü  lo  hiciste ,  pues  fué 
Antes  de  saber  de  mí. 

La  que  yo  á  Niño  le  di, 
La  misma  duda  ha  tenido ; 
Mas  si  él  honrarme  ha  querido , 
¿  No  será ,  Menoo ,  error 
Por  seguir  á  un  acrédor, 
Dejar  a  un  agradecido  ? 
Del  Rey  en  desgracia  estás,       * 
Sin  privanza  y  siu  Eblado  : 


Fugitivo  y  desterrado , 
De  su  vista  huyendo  vas. 
No  puedo  hacer  por  ti  mas 
Hoy  que  el  no  ser  ya  tu  esposa  ; 

8ue  hermosa  mujer*  no  hay  cosa 
ue  tanto  á  un  pobre  le  sobre, 
Porque  es  sátira  del  pobre 
El  tener  mujer  hermosa.         (Vate.) 

NIÑO. 

Pues  de  tu  esperanza  estas , 
Menon ,  tan  desengañado , 
Para  siempre  desterrado 
Hoy  de  Nmive  saldrás , 
Sin  que  ya  esperes  jamas 
Ver  a  Semiramis  bella ; 
Que  pues  que  le  deja  ella 
Sin  saberme  lü  obligar, 
No  te  quiero  yo>  dejar 
Ni  aun  el  consuelo  de  vella. 

(Vanse  todos*  y  queda  líenrni.) 

ESCENA  VHX 

MENON. 

¿Vivo  ó  muero?  Cierto  es  que  si  viviera, 
Este  dolor  sin  duda  me  matara ; 

Y  si  muriera ,  es  consecuencia  clara 
Que  este  dolor  sin  duda  no  sintiera. 

Luego  vivo  á  sentir  mi  pena  (lera 

Y  muero  á  no  sentirla.  ¡Oh !  ¡quién  se  ba- 

litara 
Tan  afecto  Alos  dioses ,  que  alcanzara 
El  querer  y  olvidar,  cu:jndo  él  quisiera! 

Privanza ,  honor,  estado,  rey  y  dama 
Perdí ,  y  solo  ha  llegado  á  consolarme 
Que  aun  me  ha  dejado  que  perder  mi  es- 
trella. 

¿Alma  no  tengo?  Si ;  pues  boy  la  fama 
Condenado  de  amor  podrá  llamarme. 
Porque  aun  el  alma  be  de  perder  por 

(Vase.)  [ella. 


CHATO,  venido  de  soldad*  ridfcuh , 
cm  espada  y  plumas, 

;  Señor !  ¡  ah  señor !  j  señor ! 
Fuese ,  yendo  paso  á  paso , 
Sin  nacer  de  mí  mas  caso 
Que  de  un  enfermo  un  doctor; 
Que  esta  es  la  cosa  de  que 
Menos  se  le  da,.á  fe  mia, 
Pues  viéndole  cada  dia , 
Parece  que  no  le  ve. 
Saber  quije  si-es  asi 
Una  voz  que  ahora  corrió 
De  que  á  Semiramis  no 
Se  le  da  un  maravedí 
De  todo  su  amor,  porqué 
La  quiere  el  Rey ;  y  yo  hallo 
Que  baria  mal  en  pescudallo , 
Supuesto  que  ya  lo  sé. 

Sue  claro  está  que  una  dama 
as  del  Rey  lo  querrá  ser, 
Que  de  otro  propia  mujer ; 
Porque  aquello  de  la  fama 
Es  fama  postuma  ya , 

8ue  há  mil  días  que  murió ; 
si  no ,  dígalo  yo , 
O  mi  mujer  lo  dirá. 
¿Qué  importa  á  los  que  me  ven 
Ser  della  expulso  marido , 
Si  yo  ando  en  traje  lucido , 
Como  bien  y  bebo  bien  ? 


J 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  PRIMERA  PARTE. 


41 


SIRENE.— CHATO. 


(Ap.  Hasta  que  encuentre  con  él , 
Toda  Ninive  he  de  andar, 
Y  ano  en  palacio  he  de  entrar. 
Pescudarfe  quiero  á  aquel 

Eue  allí  esta,  si  le  vio  acaso.) 
oldado,  decidme  vos... 

chato.  (Ap.) 

Mi  mujer  es,  ¡vive  Dios ! 

StlEKK. 

Si  habéis  visto... 

CHATO.  (Ap.) 

¡  Linde  paso  I 


A  uno  que  se  Mama  Chato. 
Tras  Semiramis  há  un  mes 
Que  vino,  por  senas  que  es 
Grandísimo  mentecato. 

-    chato. 

¡  No  le  cenocco,  par  Dios ! 

Que  un  Chato  es ,  que  aquí  ha  venido  , 

Narigón  tan  entendido 

Que  no  se  acuerda  de  vos. 

SIREKB. 

¡  A  y,  Chato  del  alma  mía ! 
¿  Ksto  es  lo  que  yo  en  U  tengo. 
Cuando  sola  á  verte  vengo  t 


CHATO. 

t 


¿Sola? 


Sin  mas  compañía 
Que  mis  lagrimas ,  no  mas. 

CHATO. 

¡Qué  amor!  Esto  si  es  tener 
Un  hombre  honrada  mujer. 


¡  Qué  bravo  soldado  estas ! 
No  te  había  conocido. 

CHATO. 

Por  eso  me  habrás  buscado ; 
Uoe  mas  un  bravo  soldado 
Vale » que  un  manso  marido. 

SIKENE. 

Ya  la  malicia  es  en  balde ; 
Que  va  Floro  se  ausentó. 

CHATO. 

¿Y  i  falta  de  buenos ,  yo 
So  buscado  para  alcalde? 
Pues  por  adonde  venís , 
Sirene,  os  podéis  tomar , 
Que  acá  hay  mucho  que  pensar, 
Y  aguarda  Semiramis. 


Tras  ti  he  de  ir. 

CHATO. 

Y  yo  enojado 
Mas  de  un  hora  pienso  estar ; 
Que  esto  es  sal>er  castigar.       (Yate.) 


Pues  para  e>la ,  menguado.      (Vate.) 

ESCENA  XL 

NIÑO,  ÁBSIDAS. 

timo. 
¿  Ese  contiene  la  carta  ? 

ARSÍOAS.  ' 

Esto  la  carta  contiene. 


xuio. 

No  me  da  cuidado  el  ver 
Que  Estórbalo  guerra  intente 
Contra  mi ,  cuanto  pensar 
Que  Lidoro  con  él  vuelve. 
Por  mi  general  te  nombro , 

Y  asi  á  partir  te  resuelve 
A  toda  priesa. 

arsíoas. 

Tus  plantas 
Beso  humilde ;  que  bien  puedes 
Creer,  mientras  yo  te  sirvo , 
Que  Lidoro  no  te  ofende. 

NRTO. 

Después  trataremos  desos 
Despachos,  y  ahora  vete ; 
Que  pues  ya  la  obscura  noche 
Las  alas  nocturnas  tiende , 
Coronado  de  esperarais 
Mi  amor,  hasta  que  desprecie 
Semiramis  a  Menon , 
Hablarla  á  solas  pretende , 
Porque  el  favor  no  embarace 
La  asistencia  de  mas  gente. 

Y  asi,  mientras  yo  á  su  cuarto. 
Voy,  tú  desde  aquí  te  vuelve. 

(Vate  cada  uno  por  tu  lado.) 


MENON ,  en  traje  de  noche. 

Pisando  las  negras  sombras , 
Imágenes  de  mi  muerte» 
Con  la  llave  que  tenia 
De  los  jardines  de  Irene, 
A  Semiramis  veré ; 
Que  auo  el  metal  muchas  veces. 
Siendo  inanimado,  ignora 
A  qué  nace ;  digalo  este , 
Labrado  para  favores , 
Logrado  para  desdenes. 
Hablarla  intento ;  porqué 
Antes  que  delta  me  ausente  , 
El  tropel  de  mis  desdichas 
Me  aconseja  que  me  queje 
De  su  ingratitud ;  que  al  Un 
Un  ofendido  no  tiene, 
Ni  mas  favor  que  le  ampare , 
Ni  mas  duelo  que  le  vengue. 


NIÑO,  entroje  de  noche.  —  MENON. 
ittiio.  (Para  si.) 

Noche ,  aunque  siempre  hayas  sido 
Tercera  de  fiurtos  aleves , 
Sélo  esta  ves  de  hurtos  nobles 
Tercera  también :  no  siempre 
Tu  horror  induxca  á  los  males ; 
Guia  un  día  hacia  los  bienes. 

■ehun.  (Para  */.) 

Entraré  á  su  cuarto,  pues 
Informado  de  que  es  este 
Estoy  ya ,  y  el  corazón 
Lo  dijera  sin  saberle. 

uno. 

Este  es  su  cuarto ;  mejor 
Dijera  la  esfera  breve , 
Adonde  en  golfo  de  flores 
El  sol  mas  hermoso  duerme. 

(Vanse  acercando  los  dos.) 
mexox. 
¡  Oh  centro  de  mi  esperanza ! 

NIHO. 

{Oh  patria  de  mis  placeres! 


¡  Qué  triste  piso  tu  umbral ! 

FUÑO. 

Tu  friso  toco,  ¡  oh  qué  alegre ! 

■ehon.  (Ap.) 
Pasos  siento. 

riho.  (Ap.) 

Un  bulto  miro. 

ME1UM.  (Ap.) 

Ya  me  es  (brioso  volverme. 

MINO. 

(Ap.  Ya  me  es  forzoso  seguirle.) 
Aunque  recatado  intentes 
Huir,  aborto  de  las  sombras , 
Tengo  de  saber  quién  eres. 


i.  (Ap.) 

La  voz  es  del  Rey :  aquí 

No  hay  resistencia  mas  fuerte 

Que  el  huir.  ¡Quieran  los  dioses 

Que  ya  con  la  puerta  acierte !    (Vase) 

rano. 

Sin  darme  respuesta  alguna , 

Cobarde  la  espalda  vuelve. 

Sabré  quién  es  quien  al  culto 

Sagrado  destas  paredes , 

Licenciosamente  osado , 

A  tales  horas  se  atreve.  ( Vate . ) 

(Vuelve  d  salir  Menon.) 

HEHOK. 

Perdi  el  lino.  ¡  Hojas  y  ramas, 
Pues  sois  de  amor  delincuentes  • 
Toda  la  vida  abrazadas , 
En  vuestro  centro  escondedme ! 
(Vuelve  Niño  con  la  espada  desnuda.) 

rano. 

No  podrán ;  que  a  mucha  luz 
Te  sigue  mi  fuego  ardiente. 

■im».  (Ap.) 

Yo  no  he  de  sacar  la  espada ; 
Por  esta  puerta  es  bien  que  entre 
A  ver,  si  encuentro  por  dónde 
Me  arroje,  aunque  me  despeñe 
Sobre  las  ondas  del  Tigris. 

IIUCO. 

Mal  el  huir  le  defiende ; 

Cjue  aunque  huyas  como  cobarde, 

le  sigo  como  valiente. 

ESCENA  XIV. 

-SEMIRAMIS,  SILVIA.  —  NIÑO, 
MENON. 

SEaíitAHis.  (Dentro.) 

Pasos  oigo  y  voces  :  dadme 
Una  luz  :  salir  intente. 

(Salen  Semiramis  y  Silvia,  con  luz.) 

¿Quién  aqui?...  Menoo,  ¿qué  es  eslo? 

■EHOlt. 

Venir  yo  á  buscar  mi  muerte, 
Y  haberla  hallado,  que  es  harto 
Siendo  infelice. 

hiño.         * 

¿Tú  eres, 
Traidor?  Mas  ¿quién  sino  tú 
Fuera  traidor  tantas  veces  ? 

MEROII. 

SI ;  pero  traición  de  amor, 
Traición  que  honra  mas  que  ofende. 


4* 

M1I0. 

¿  No  te  mandé  que  salieras 
De  Nínive? 

MEROH. 

Obedecerte 
Quise  :  salí ;  mas  no  hallé 
Otro  refugio  sino  este. 

mito. 
i  Por  donde  entraste  ? 

MENOR. 

No  sé. 

RIRO. 

Aunque  es  tu  honor  darte  muerte 
Yo,  traidor,  muere  á  mis  manos. 

SEMÍRAHIS. 

No  le  mates,  señor,  tente. 

MEHOR. 

Suspende  la  ira,  si  es  que 
Celos  del  ruego  no  tienes. 

.  RIÑO. 

No ;  que  son  mis  celos  nobles , 

Y  rogados  se  suspenden ; 
Que  si  el  vengarme  Ínteres 
Es  mió,  cuando  eso  fuere , 
Es  interés  del  respeto 

De  Semframis  el  verse 
Obedecida ;  y  asi , 
Entre  los  dos  intereses, 
Quiero  ser  rebelde  al  mió 
Por  ser  al  suyo  obediente. 
La  vida  te  doy  :  levanta , 
Pues  Semiramis  lo  quiere. 

semíramis. 

Yo  lo  estimo,  por  pagarle , 
Señor,  y  porque  me  deje , 
Viéndose  ya  en  paz  conmigo ; 

8ue  si  una  vida  le  debe 
i  ser,  dándole  otra  Vida , 
Ya  ningún  derecho  tiene 
Contra  mi.  Y  asi ,  Menon , 
Pues  en  paz  estamos,  vete , 

Y  déjame  que  yo  logre 
De  mi  destino  la  suerte. 

RIÑO* 

Eso  no:  que  es  ana  cosa 
Que  á  darle  la  vida  llegue , 

Y  otra  que  no  llegue  á  darle 
Castigo ;  y  asi  se  medie 

Que  viva,  pues  tú  lo  mandas, 
Pero  en  prisión ,  pues  me  ofende.  — 
La  escuadra ,  que  está  de  guarda 
En  ese  cuarto  de  Irene,      (A  Silvia.) 
Di ,  Silvia ,  que  mando  yo 
Que  hasta  estos  jardines  entre. 
{Silvia  pone  la  luz  en  un  lado,  y  ve  tu.) 

HEROX. 

Si  me  prendes ,  no  me  das 
Vida ,  sino  civil  muerte. 

semíramis. 

Tenga ,  señor  ?  libertad , 
Siquiera  por  intereses  ' 
De  la  vida  que  me  dio. 

R1X0. 

Ya  está  libre.  ¿Qué  mas  quieres? 

Y  aun  mas  he  de  hacer  por  ti. 
Si  otra  vez,  vol viere  á  verte 
En  su  vida ,  le  perdono , 
Para  que  nunca  te  quede 
Que  pedirme  mas  por  él. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


ESCENA  XT. 

Soldados,  con  hacha*.—  Dichos. 

SOLDADO  1.° 

¿  Qué  me  mandas? 

SEMÍRAHIS. 

Piadoso  eres. 

RUfO. 

Ya ,  que  saquéis  á  Menon 
De  palacio  solamente,  ' 

Y  con  vida  y  libertad 

Le  dejad  donde  él  quisiere. 

Pero  mirad,  de  vos  fio... 

{Habla  aparte  el  Rey  con  el  saldado  i.0) 

MERO*. 

¡Oh,  fiera,  lo  que  me  debes! 

SEMÍRAHIS. 

¿Te  ha  dejado  libre? 

MEROR. 

Si. 

SEMÍRAMIS.  (Ap.) 

¡  Cuánto  un  acrédor  ofende ! 

RIRO. 

¿Habeisme  entendido  ya? 
soldado  1.° 

Y  se  hará  de  aquesa  suerte.— 
Vamos. 

meror.  (Ap.) 

Mucho  temo ,  aunque  ' 
Libertad  y  vida  lleve, 
Semiramis,  que  en  mi  vida 
Ya  no  he  de  volver  á  verte. 

(Vanee  Menon  y  los  soldados.) 

ESCENA  XVI. 

NIÑO ,  SEMIRAMIS. 


RISO. 


Semiramis. 


SEMÍRAHIS. 

Gran  señor. 

R1R0. 

¿Hay  mas  en  que  obedecerte? 

SEMÍRAMIS. 

Mejor  dirás  en  que  honrarme. 

RIRO. 

Pues  estás  servida ,  llegue 
Agradecido  mi  pecho 
A  dar  una  y  muchas  veces 
Los  brazos  por  la  elección 
Que  hoy  eu  quedarte... 

SEMÍRAMIS. 

Detente, 
Señor;  que  si  agradecida 
A  tus  honras  v  mercedes 
Me  mostré ,  de  mi  fortuna 
Logrados  los  accidentes, 
Que  favorables  conmigo 
Se  mostraron ,  cuando  pienses 
Que  son  favores  de  amor, 
Mas  que  me  ilustran ,  me  ofenden. 

RIRO.  • 

• 

Semiramis ,  un  afecto 
Persuadido  fácilmente . 
A  una  dicha ,  mal  de  aquel 
Concepto  se  desvanece. 
Yo  creí  que  eran  favores 
Hechos  á  mí  amor ,  haberte 
Quedado  en  palacio ,  y  ya 
Mas  créré  que  son  desdenes. 


Qu< 
Trii 


En  mi  poder  estas  hoy : 
Yo  te  adoro :  neciamente 
Dejaré  á  tu  rendimiento 
Mi  ventura. 

SEMÍRAHIS. 

No  lo  intentes; 
ue  primero  que  de  mi 
iunfe  amor ,  me  daré  muerte. 

RIRO. 

Detendréte  yo  las  manos. 

SEMÍRAHIS. 

Soltarélas  yo. 

RIRO. 

Mal  puedes ; 
Que  las  prisiones  ue  amor 
No  se  rompen  fácilmente. 

SEMÍRAMIS. 

Sí  hacen ,  sí ,  cuando  la  lima 
Del  honor  sus  hierros  muerde. 

RIRO. 

Yo  te  adoro. 

SEMÍRAHIS. 

Tú  me  agravias. 

RIRO. 

Yo  te  estimo. 

SEMÍRAMIS. 

Tú  me  ofendes. 

RIRO. 

Vencerá  te  mi  porfía. 

SEMÍRAMIS. 

Sabrá  mi  honor  defenderme. 

MIRO. 

Si  entre  mis  brazos  estás, 
¿De qué  suerte? 

SEMÍRAMIS. 

Desta  suerte. 

(Sácale  la  daga.) 
Dándome  muerte  tu  acero. 

RIRO. 

Prodigiosa  mujer ,  tente ; 
Que  ya,  en  mi  sangre  bañado, 
Te  estoy  viendo,  osada  y  fuerte 
Esgrimir  contra  mi  vida 
Iras  y  rayos  crueles. 
¡Mi  mismo  cadáver,  cielos, 
Miro  en  el  aire  aparente! 
Pálido  horror,  ¿qué  me  sigues? 
Sombra  infausta,  ¿qué  me  quieres? 
¡  No  me  mates ,  no  me  mates ! 

SEMÍRAMIS. 

¿Qué  te  acobarda?  Qué  temes, 
Señor ,  si  este  acero  solo 
Contra  mi  los  filos  vuelve? 
Contra  mi  pecho  le  esgrimo, 
No  contra  tí :  no  receles , 
Pues  á  mi  lealtad  y  a  él 
Juntos  á  tus  pies  nos  tienes. 

RIRO- 

¿Qué  ilusión,  qué  fantasía, 
Formada  en  el  aire  leve. 
De  mi  muerte  imagen  triste, 
Ya  en  sombra  se  desvanece? 
Sin  duda  alguna  deidad , 
Mujer,  en  tu  amparo  tienes , 
Que  con  agüeros  te  guarda, 
Con  anuncios  te  defiende. 
No  quiero  favor  violento 
De  tus  brazos  :  vuelve  *  vuelve 
Ese  acero  á  mi  poder 
(¡  Con  qué  temor  llego  á  verle !  \ 
Que  mi  palabra  te  doy 
Que  tu  hermosura  respete. 
Mas  si  tampoco  es  posible 


Que  stu  ella  viva  y  reine , 
Haya  ua  medio  que  se  oponga 
Entre  gozarte  y  perderle. 

SEHÍRAMIS. 

¿  Qué  medio ,  si  es  imposible  ? 
Une  el  cielo  mi  honor  defiende. 

uno. 

n  perderle  como  amante , 
Pues  que  los  dioses  lo  quieren , 
í  gozarte  como  esposo. 

semírauís. 
¿Qué  dices? 

unto. 

Lo  que  ha  de  verse. 

SEHÍRAMIS. 

El  ser  tu  esclava  serán 
Mis  rayos  y  mis  laureles. 

BINO. 

Verá  el  mondo  en  tus  aplausos 
Cuanto  &  los  dioses  les  debes. 

SEHUUHIS. 

Hija  soy  de  Venus,  y  ella 
Mis  fortunas  favorece. 
(Ap.  Yo  haré,  si  llego  á  reinar, 
Que  el  mundo  mi  nombre  tiemble.) 
(Vanse.) 

Vista  exterior  del  palacio  de  Niño. 


LA  HUA  DEL  A1UE.  PIUMBUA  PARTS. 
ESCENA  XVUI. 


Gehte.  —  ME  NON;  después,  CHATO. 

gente.  (Dentro.) 

La  gran  Semiramís  bella , 
Rema  del  Oriente,  ¡  viva ! 

MjLHOIf. 

¿Qué  dulces  ecos  despojos 
Son  del  aire  tepetidos  ? 
Ya  son  menos  mis  enojos , 
Pues  me  dejó  mis  oídos , 
Ya  que  me  quitó  mis  ojos. 
Senuramis  entender 
Pude ,  y  reina.  ¡  Qué  placer ! 
Mas  :  ay  de  mi !  ¡  qué  pesar ! 
Que  hasta* no  verla  remar, 
No  fué  pérdida  el  no  ver. 
¿Quién  me  dirá  qué  es  aquello? 
(Sale  Chato.) 

chato.  {Para  si.) 

No  hay  cosa  como  ser  loco , 

Si  es  que  da  en  buen  tema ;  y  ello 

Es  fácil,  que  poco  á  poco 

Se  va  saliendo  con  ello. 

Semiramis  dio  en  que  babia 

De  reinar,  y  ya  este  dia 

La  van  siguiendo  su  humor. 

■ENOK. 


ESCENA  XVII. 

Soldados,  que  sacan  á  MENON,  ciego. 

■ENOlf. 

¡Ay,  infelice  de  mi ! 

Decidme  ( ¡  a  v,  hado  inclemente!) 

¿  Dónde  me  lleváis ,  después 

Sue  tiranos  y  crueles 
e  habéis  sacado  los  ojos? 

soldado  i.° 

Mandato  del  Rey  es  este. 
Kl  nos  dijo  que  en  la  parte 
Que  tú,  Menon,  escogieses, 
Te  dejáramos  con  vida 

Y  libertad  desta  suerte. 
Tu  á  las  puertas  de  palacio 
INces  que  quedarte  quieres; 
En  ellas  estás  9  y  en  ellas 
Libertad  y  vida  tienes. 

El  Rey  cumplió  su  palabra ; 
De  nosotros  no  te  quejes. 

{Vanse  los  soldados,) 

■BROIf. 

8a  palabra  (es  la  verdad) 
Cumplió  el  Rey ;  mas  con  traición. 
Pero  ¡  oh  tirana  impiedad ! 
¿Qué  muerte  hav  ni  qué  prisión 
tomo  aquesta  obscuridad? 
Mortales,  si  ya  de  aquí 
Huyó  la  tímenla  fría 
Deae  celestial  rubi, 

Y  es  para  todos  de  dia , 
Aun  de  noche  es  para  mi. 
Llorad ,  llorad  la  importuna 
Suerte  que  en  mi  fe  contemplo  : 
Sentid  con  piedad  alguna, 
Venid  a  ver  un  ejemplo 

Del  honor  y  la  fortuna. 
El  que  envidia  daba  ayer 
Mayor  lástima  os  dé  hoy ; 
Muévaos  á  piedad  el  ver 
Que  ciego  y  que  pobre  voy* 
Pidiendo  para  comer. 
Eo  tragedia  tan  esquiva 
Solo  el  consuelo  reciba 
De  lastimaros  con  ella. 


Ob  tú  que  pasas ,  si  horror 
No  le  tía  la  suerte  mia... 

CHATO. 

Perdone ,  hermano. 

menos. 

No  soy 
Mendigo.  Repara  en  mi. 

CHATO. 

No  tengo  que  dar ,  y  voy 
De  priesa. 

■BROA. 

¿Eres  Chato? 

CHATO. 

Si. 
¿Qué  es  esto  que  viendo  estoy  ? 
¡  Tú  desta  suerte ,  señor ! 

■KHOH. 

Si ,  amigo ;  que  esto  ha  podido 
De  mi  fortuna  el  rigor. 
Dime ,  ¿qué  la  causa  ha  sido 
ueste  festivo  rumor? 

CHATO. 

No  sé  si  hablarte  podré ; 
Pero  al  fin  la  causa  fué 
Que  hoy  el  Rey  á  la  persona 
De  Semiramis  corona 
Por  esposa  y  reina. 

■EflOü. 

¿Qué 
Te  daré  en  albricias  yo? 
Solamente  me  dejó 
Por  acaso  mi  desdicha 
Este  diatnatiie. 

CHATO. 

Fué  dicha 
Graudisima ;  pero  no 
Hizo  bien  la  suerte  esquiva , 
En  que  no  sea  esta  centella 
Tan  grande  como  una  criba. 

gente.  {Dentro.) 

La  gran  Semiramis  bella , 
Reiua  del  Oriente ,  ¿  \iva í 

MENO*. 

Segunda  vez  he  escuchado 
La  voz. 


43 


CHATO. 

¿Qué  mucho,  siesta 
En  trono  tan  levantado 
Cerca  de  aquí  ? 

MENON. 

Tu  cuidado , 
Chato,  me  lleve  hacia  allá ; 
Que ,  si  á  verla  no ,  si  llego 
A  oiría,  consuelo  tendré. 

CHATO. 

(Ap.  Ya  del  diamante  reniego, 
Pues  que  ya  por  él  seré 
Desde  boy  mozo  de  ciego.) 
Mas  ya  desde  aquf  la  altiva 
Fábrica  del  trono,  y  ella 

Y  el  Rey  se  ven. 

MSftOX. 

i  Suerte  esquiva ! 
curre.  (Dentro.) 

La  gran  Semiramis  bella, 
Reiua  del  Oriente,  ¡viva! 

ESCENA  XIX. 

Descúbrese  un  trono ,  y  en  él  sentados 
NIÑO  T  SEMIRAMIS ,  é  IKKNK  ; 
ARSIDASv  gexte,  ¿'*pi¿.— MbNON, 
CHATO. 

hiho. 

¡  Viva !  y  de  aqueste  eminente 
Laurel  ciña  su  arrebol , 
Dividido  de  mi  frente , 

Y  pues  es  reina  del  sol , 
Reina  será  del  Oriente. 

IRENE. 

Del  tiempo  dulces  engaños 
Cuente  tu  posteridad 
Con  felices  desengaños , 
De  una  edad  en  otra  edad, 
Por  siglos,  y  no  por  años. 

SEHÍRAMIS. 

El  rendimiento  y  amor 
Con  que  tu  luz  reverencio, 
Por  uno  y  otro  favor, 
Agradézcale  el  silencio, 
Que  es  el  que  sabe  mejor. 

MENOR. 

Puesto  que  su  voz  oi  v 

También  ella  me  oirá  á  mi. 

Kl  parabién  la  be  de  dar, 

Touo  es  perder  el  hablar , 

Al  modo  que  el  ver  perdí.  — 

Gran  Semiramis  de  Siria, (Enalta  voz.) 

Cuyos  aplausos  ilustres , 

A  par  del  mayor  lucero, 

Edades  eternas  duren , 

Menon  fui  :  mi  nombre  digo , 

Porque,  al  ver  quién  es,  no  dudes 

Lo  que  me  dejó  las  voces, 

Aunque  me  quitó  las  luces. 

TURO. 

i  Qué  atrevimiento  I 

SBHiaAHIS.  (Ap.) 

{ Qué  espanto  l 
irexe.  (Ap.) 
¿Quién  sin  llanto  el  verle  sufre? 

arsídas.  (Ap.) 
¡  Qué  lástima ! 

SEMÍRAM1S.  (Ap  ) 

¡Qué  desdicha! 

MEXON. 

Ufano  de  que  te  juren 
Hoy  los  imperios  de  Siria , 
Que  á  otro  norte  se  divulguen, 


44 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  BE  LA  BARCA 


Llego  á  darte  el  parabién. 
Pues  fui  el  primero  que  tuve 
Parte  en  tus  aplausos ,  sea 
El  primero  que  pronuncie 
Tus  grandezas;  que  el  querer, 
Gran  deidad,  aunque  me  injuries, 
Que  triunfes,  vivas  y  reines... 
—Pero  aquí  mi  voz  se  mude. 
No  á  mí  arbitrio,  sino  al  nuevo 
Espirita  que  se  infunde 
En  mi  pecho:  paes  me  obliga 
No  sé  quién  a  que  articule 
Las  forzadas  voces ,  que 
NI  vivas ,  reines,  ni  triunfes. 
Soberbiamente  ambiciosa, 
Al  que  ahora  te  constituye  . 
Reina ,  tú  misma  des  muerte , 
Y  en  olvido  le  sepultes, 
Siendo  aqueste  infausto  día 
Universal  pesadumbre 
De  los  vivientes;  y  en  muestra 
De  que  presagios  le  anuncien , 
De  cielos,  astros  y  signos 
La  gran  monarquía  deslustren. 

(Ruido  de  tempestad  y  truenos.) 
timo. 

¡Calla,  calla!  oue  parece 

Que  hay  deidades  que  te  escuchen ; 


Pues  obedientes  se  alteran , 
Con  mortales  inquietudes , 
Cielos,  montes  y  elementos ,  • 
Que  á  tus  voces  se  confunden , 
Respondiéndote  uno  solo 
En  idioma  de  las  nubes. 

SBUÍRAMIS. 

La  fabrica  de  los  cielos 
Sobre  nosotros  se  hunde, 
A  cuyo  estallido  todos 
Los  ejes  del  polo  crujen. 

IBKRE. 

Los  montes  contra  los  aires 
Volcanes  de  fuero  escupen , 
Y  ellos  pájaros  de  fuego 
Crian ,  que  sus  golfos  sulquen. 
El  gran  Tigris  encrespado , 
Opuesto  alazul  volumen , 
A  dar  asalto  &  los  dioses, 
Gigante  de  espuma  sube. 

{Otra  vez  la  tempestad.) 

ARSÍDAS. 

¿Qué  se  nos  ha  hecho  el  sol, 
Que  de  nuestra  vista  huye? 

CIATO. 

La  artillería  del  cielo 

Juega  y  pierde ,  pues  que  gruñe. 


8EHÍRAJIK. 

De  Venus  y  de  Diana 
Las  competencias  comunes 
Se  vengan ,  pues  cuanto  ayuda 
Venus,  Diana. destruye. 

Fimo. 

Pues  no  podra ;  porque  a  mí 
No  hay  agüeros  que  me  turben, 
Semiramts ,  á  pesar 
De  los  portentos  que  influye 
Tu  vida ,  tu  esposo  soy. 

SEunuiis. 

Yo  tu  esposa ,  aunque  procure 
Diana  con  estos  asombros 
Quitar  á  mi  fama  el  lustre. 

CHATO. 

Entre  todo  este  alboroto 
Vuesas  mercedes  escuchen. 
Ya  ven  que  esta  loca  queda 
Hecha  reina  :  a  sus  Ilustres 
Hechos,  a  sus  vanidades 
Y  su  muerte  no  se  dude , 
Que  con  la  segunda  parte 
Os  convida,  corte  ilustre. 
Quien  mas  serviros  desea, 
Si  aquestas  faltas  se  suplen. 


LA  HIJA  DEL  AIRE- 

PARTE  SEGUNDA. 


PERSONAS. 


SBMIRAMIS,r¿*c 

mmas,  princeps. 

LISIAS ,  viejo. 
ASTREA, 


LIBIA,  dama. 
FLORA ,  dama. 
CHATO,  soldado  vejete. 
FLAMO,  criado. 


LICAS,  general  de  tierra. 
FRISO,  general  de  mar. 
LIDORO,  rea  de  Lidia. 
IRAN,ni**,«»A{/0. 


ANTEO,  viejo. 

SOLDADOS. 

Músicos. 

AcOMFASAMINITO. 


la  escena  es  en  Babilonia  y  sin  inmediaciones. 


JORNADA  PRIMERA. 


Sala  en  el  palacio  de  Semframls  en 
Babilonia. 

ESCENA    PRIMERA. 

Tocan  caja  y  darte,  y  salen  los  Mita- 
cas, descubiertos,  y  hk*A&;kSTREA, 
con  un  espejo  ;  LI A  A  y  FLORA ,  con 
fuentes,  y  en  ellas  traen  la  espada 
w  el  sombrero;  deiras  SBMIRAMIS, 
vestida  de  luto,  suelte  el  cabello  %  y 
como  acabándose  de  vestir. 

simíramis. 

En  unto  que  Lidoro.  reyde  Lidia » 

Áspid  humano  de  mortal  envidia , 

Viendo  que  yo  por  muerte 

De  Niño  el  reino  rijo,  osado  y  fuerte, 

Opuesto  a  mis  hazañas , 

De  Babilonia  Infesta  las  campañas  : 

Babilonia,  eminente 

Ciudad  que  en  las  cervices  del  Oriente 

Yo  funde,  A  competencia 

De  Milite  imperial,  cuya  eminencia 

Tanto  a  los  cielos  sobe, 

Sue  fábrica  empezando,  acaba  nube  : 
n  tanto  pues,  que  ufano,  altivo  y  loco 
Mi  valor  y  sus  muros  tiene  en  poco; 
Porque  vea  su  ejército  supremo 
Que  su  venida  barbara  no  temo ; 
Cantad  vosotros,  y  a  las  roncas  voces 
De  cajas  y  trompetas  que  veloces 
Embarazan  los  vientos, 
Repetidos  respondan  los  acentos ; 
Que  aquellos  querellosamente  graves, 

Y  lisonjeramente  estos  suaves, 
Que  me  hablen  es  justo. 
Aquellos  aJ  valor,  y  estos  al  gusto. 
Las  almohadas  llegad,  idnte  quitando 
Estas  trenzas ,  irélas  yo  peinando. 

(Siéntase  dm  tetar,  sirviéndola  tedas.) 

músicos.  (Cantan.) 

Va  gran  Semirmwis  bella , 
Que  es  por  valiente  y  hermosa 
ti  prodigio  de  los  tiempos 

Y  el  monstruo  de  las  histerias, 
En  tanto  que  el  rey  de  Lidia 
Sitio  pone  d  Babilonia  % 

A  sus  trompetas  y  caías 

?  viere  que  voces  respondan; 
confusas  las  unas  u  las  otras , 
Estas  suaves,  cuando  aquella»  rencas, 
Varias  cláusulas  hacen 
La  citara  de  Amar,  clarín  de  Marte. 

(Tocan  dentro  un  cUtrin.)  . 


REGEN A  IX 

FRISO,  por  una  puerta ,  y  por  otra 
LICAS.  —  SEM1RAM16,  ASTREA, 
LIBIA,  FLORA,  damas,  músicos. 

iícas. 

Esa  trompeta  que  animada  suena, 
En  golfos  de  aire  militar  sirena... 

FBISO. 

Ese  clarín  que  canta  lisonjero» 

En  jardines  de  espuma  ave  de  acero... 

LÍCAS. 

De  paz  haciendo  salva,  solicita 

Que  boy  á  un  embajador  se  le  permita 

De  Lidoro  llegar  á  tu  presencia. 

vmiso. 

Y  para  prevenir  esta  ucencia, 
Cubierto  el  rostro  viene. 

No  sé  el  embozo  qué  misterio  tiene. 

ssMiiums. 

Decid  que  entre  al  instante;  [gante 
Que  aunque  me  esté  tocando,  mi  arro  - 
Condición  no  da  espera  [ra; 

A  que  me  aguarde  quien  hablarme  quie- 

Y  mas  siendo  enemigo.— 

(Vanee  friso  y  Ucas.) 

Paréntesis  haced  vosotras ,  digo» 

La  acción  un  breve  rato; 

Que  no  es  ceremonioso  mi  recato. 

REGEN  A   m. 

LIDORO,  con  banda  en  el  rostro,  la 
cual  se  quita  al  hacer  la  reverencia; 

FRISO,  LICAS  T  ACOMPASaMIKHTO.— 

SEMIRAMIS,  sus  damas  ,  músicos. 

LIDORO. 

Hasta  llegar  i  verte , 

Cubierto  tuve  el  rostro  desta  suerte, 

Por  no  desmerecer  en  tanto  abismo, 

:Oh  gran  reina  de  Siria !  por  mf  mismo 

Lo  que  á  merecer  llego 

Como  mi  embajador. 

SSMÍRAMIS. 

Y  no  lo  niego, 
Pues  si  supiera  que  eras 
Tú  de  ti  embajador,  de  mi  no  fueras 
Dentro  de  mis  palacios  admitido; 
Pero  ya  que  has  venido. 
Tratarte  en  todo  intento  [to 

Comoá  tu  embajador. --Dadle  un  asten- 
En  taburete  raso  y  apartado,  [Irado. 
Sin  que  toque  en  la  alfombra  de  mi  es-  f 


—Di  ahora  lo  que  Intenta, 
Embajador,  el  Rey. 

LIDORO. 

Escucha  atenta. 
Ya  te  acuerdas.  Reina  invicta 
Del  Oriente  (A  cuyos  hechos, 
Para  haberlos  de  escribir, 
Coronista  tuyo  el  tiempo, 
Da  pocas  plumas  la  fama, 
Poca  Unta  los  sangrientos 
Raudales  de  tus  victorias, 

Y  poco  papel  el  viento), 
Ya  te  acuerdas  de  que  yo, 
Disfrazado  y  encubierto 
Por  la  hermosura  de  Irene 
(Beldad  que  hoy  muerta  venero, 
Deidad  que  ausente  idolatro, 

Y  uno  y  otro  reverencio) , 
Servi  a  Niño,  esposo  tuvo, 

gue  hoy,  de  la  prisión  del  cuerpo 
11  espíritu  desatado, 
Reina  en  mas  ilustce  imperio. 

Y  ya  te  acuerdas,  en  fin. 

De  que  á  esta  ocasión  vinieron 
Nuevas  del  reino  de  Lidia, 
Mi  feliz  patria,  diciendo 

?ue  Estórbalo,  rey  de  Batrla , 
ornando  por  mi  el  pretexto 
De  la  guerra,  pretendía 
Restituirme  á  mi  reino, 

Y  que  yo  le  acompañara ; 
Porque  para  dar  por  cierto 
El  vulgo  lo  que  imagina , 
Basta  pensarlo,  sin  verlo. 
Niño,  embarazado  entoncea 
En  otros  divertimientos, 
Hallándose  bien  servido 

De  mf  en  la  paz ,  y  queriendo 

Servirse  de  mi  en  la  guerra , 

De  general  me  dio  el  puesto 

Para  el  socorro  de  Lidia  : 

¿Quién  créra  que  i  un  mismo  tiempo 

Arsidas  contra  Lidoro 

Se  viese  nombrado,  y  siendo 

Lidoro  y  Arsidas  yo. 

En  dos  contrarios  opuestos, 

Allí  rey  y  aquí  vasallo. 

Marchase  contra  mí  mesmo  ? 

A  otro  dia  pues  que  Nino 

Reina  te  juró...  No  quiero 

Acordarte  de  aquel  dia 

Los  admirables  portentos , 

Pues  el  cielo  que  los  hizo 

Solo  sabrá  inferir  dellos 

Si  fueron  de  tu  reinado 

O  vaticinios  ó  agüeros ; 

Y  aun  Menon  también  pudiera 
Decirlo,  siendo  el  primero 
Que  examinó  tus  rigores, 


4ñ 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


« 


Pues  vivió  abatido  y  ciego, 
Hasta  que  desesperado, 
O  con  rabia  ó  con  despecho, 
Al  Eufrates  le  pidió 
Su  rápido  monumento. 
A  otro  día  pues  que  Niño 
Reina  te  juró  (aquí  vuelvo), 
Sali  de  Ninive  yo, 
Marchando  á  los  palmirenos 
Campos,  que  cuna  del  sol 
Me  alojaron  en  su  centro. 
Aqui,  cuando  los  de  Lidia 
Tremolar  al  aire  vieron 
De  Niño  los  estandarte», 
Cobraron  ánimo  nuevo, 
Como  temor  los  de  Balria ; 
Pero  después  que  supieron 
Que  era  yo  quien  los  regia , 
Se  trocaron  los  afectos , 
Creyendo  todos  que  fuera , 
La  parcialidad  siguiendo, 
Traidor  á  la  conQanaa 

ue  Niño  de  mi  habla  hecho. 

o  pues ,  mas  que  á  mi  Ínteres 
A  mi  obligación  atento, 
De  lo  neutral  de  la  duda 
Me  desempeñé  bien  presto, 
Porque  llegando  Estorbato 
A  verse  conmigo  eu  medio 
De  los  dos  campos ,  asi 
Le  dije :  •  De  parte  vengo 
De  Niño,  esta  gente  es  soya , 
La  confianza  que  ha  hecho 
De  mi  engañado  de  mí , 
Satisfacérsela  tengo; 

?ue  yo  soy  antes  que  yo, 
no  monta  estado  y  reino 
Mas  que  mi  honor.»  Quiso  entonces 
Convencerme  con  pretexto 
De  que  cobrar  yo  mi  patria 
No  era  traición;  y  en  efecto, 
Desavenidos  loa  dos, 
El  osado  y  yo  resuelto, 
La  batalla  prevenimos, 
En  cuvos  duros  encuentros 
Llévelo  mejor;  que  como 
Jugaba  entonces  mi  aliento 
Por  otro,  gané ;  que  en  Qu , 
Tahúr  desdichado,  es  cierto 

8ue  los  restos  gaoa ,  cuando       * 
o  gana  nada  eu  ios  restos. 
Volvióse  á  Batria  Estorbato 
Desbaratado  y  deshecho, 
T  yo  en  el  nombre  de  Niño 
A  Lidia  aseguré ,  haciendo 
Que  solamente  se  oyese  : 

ÜViva  Niño,  que  es  rey  nuestro*  • 
egaron  entrambas  nuevas 
A  sus  oídos ,  y  viendo 
De  confianza  y  valor 
En  mi  dos  vivos  ejemplos , 
Admirado  y  obligado 
De  mi  lealtad  y  mi  afecto, 
Uuo  v  otro  me  paco 
Con  Irene ,  conociendo 

8ue  tantas  nobles  finezas 
o  se  premiaran  con  menos. 
Dióme  cou  Irene  á  Lidia, 
Mi  misma  patria,  advirtiendo 
Que  habia  de  reconocerle 
Feudatario  en  el  imperio. 
En  esta  tranquilidad' 
Gozoso  viví  y  contento, 
Hasta  que  se  subió  á  ser 
Astro  añadido  del  cielo, 
Dejando  en  prendas  de  humane 
A  Irán ,  hijo  suyo,  bello 
Retrato  de  Amor,  con  quien 
Sus  soledades  divierto. 
En  este  intermedio  quiso 
El  gran  Júpiter  supremo 
Que  súbitameote  Niño 


También  muriese.  No  puedo 
'  Excusar  aquí  el  seguir 
(Perdóname  si  te  ofendo) 
La  voz  coman ,  que  en  su  muerte 
Complícele  hace,  diciendo 
Que  al  verte  con  sucesión 
Que  asegurase  el  derecho 
De  sus  estados  (pues  Nlnias , 
Joven  hijo  del  Rey  muerto, 
Afianzaba  la  corona 
En  tus  sienes),  tu  soberbio 
Espíritu  levanto 
Máquinas  sobre  ios  vientos, 
Hasta  verle  Heioa  sola  : 
Fáciles  de Ü creerlo. 
Esta  opinión  asegura 
El  ver  que  hiciste,  primero 
Que  él  muriese ,  que  te  diese 
Por  seis  dias  el  gobierno 
De  sus  reinos,  en  los  cuales , 
A  los  alcaides ,  que  fueron 
De  Niño  hechuras,  quitaste 
Las  plazas  fuertes,  poniendo 
Hechuras  tuyas,  y  así 
En  tirios  los  demás  puestos. 
Siguióse  á  esto  hallar  á  Niño 
Una  mañana  en  so  lecho* 
Sin  que  antes  le  precediese 
Crítico  accidente,  muerto. 

Y  aun  no  falta  alguien  que  diga 
Que  lo  cárdeno  jet  pecho, 

Lo  hinchado  del  corazón , 
Son  indicios  verdaderos 
De  que  del  difunto  Rey 
Fuese  homicida  un  veneno, 
Tan  traidoramente  osado, 
Tan  osadamente  fiero, 

8ue  imagen  ya  de  la  muerte 
izo  dos  veces  al  sueño. 
También  de  tu  tiranía 
Es  no  menor  argumento 
El  ver  que  teniendo  un  hijo, 
Desla  corona  heredero 
(Y  tan  digno  por  sus  partes 
De  ser  amado,  que  el  cielo 
Le  dio  lo  mejor  de  ti , 
Pues  te  parece  en  extremo, 
Sin  nada  de  lo  que  es  auna , 
En  todo  lo  que  es  el  cuerpo ; 
Pues,  según  dieen ,  la  docta 
Naturaleza  un  bosquejo 
Hizo  tuyo  en  rostro,  en  voz. 
Talle  y  acciones) ,  y  siendo 
Hijo  tuyo  y  tu  retrato, 
Le  crias  con  tal  despego, 
Que  de  Ninive  en  la  fuerza , 
Sin  el  decoro  y  respeto 
Debido  a  quien  es ,  le  tienes, 
Donde  de  corona  y  cetro 
Tiranamente  le  usurpas 
La  majestad  y  el  gobierno. 
De  toaos  aquestos  cargos , 
Como  hermano  del  Rey  muerto 
(Pues  fuí  de  su  hermana  esposo, 
De  quien  hoy  sucesión  tengo , 
Que  á  aquesta  corona  aspire),  " 
A  residenciarte  vengo : 
Porque  si  es  asi  que  tú 
Diste  muerte ,  y  yo  lo  pruebo, 
A  Niño,  tú ,  ni  tu  sangre 
Habéis  de  heredarle ,  y  entro 
Como  pariente  mayor 
Yo  en  el  perdido  derecho 
De  lo»  dos;  y  como  en  fin , 
De  los  reyes  en  los  pleitos 
Es  tribunal  la  campaña , 
Jurisconsulto  el  acero 

Y  la  fortuna  el  juez , 

Con  armadas  huestes  vengo- 
De  ejércitos  numerosos , 
Que  inundando  ios  amenos 
Campos  hoy  de  Babilonia, 


Pongan  á  sus  muros  cerco. 
Porque  no  ignores  la  causa 
Que  para  esta  guerra  tengo, 
Como  mi  embajador  quise 
Hacerte  este  manifiesto : 

Y  asi ,  en  tanto  que  estos  cargos 
Se  articulan ,  y  de  ellos 

No  te  absuelves,  te  has  de  dar 
A  prisión ,  ó  yo  cumpliendo 
Con  haberlos  intimado, 
Podré  sin  calumnia  ó  riesgo 
De  tirano,  publicar 
El  asalto  á  sangre  y  fuego,  * 
Para  que  el  cielo  y  la  tierra 
Vean  coanto  soy  tu  opuesto ; 
Pues  tú,  como  fiera  ingrata, 

?uitas  la  vida  á  tu  dueño ; 
yo,  como  can  leal , 
Le  sirvo  después  de  muerto. 

SEMÍftAHIS. 

No  sé  cómo  mi  valor 
Ha  tenido  sufrimiento 
Hoy  para  haberle  escuchado 
Tan  locos  delirios  necios. 
Sin  que  su  cólera  ardiente 
Haya  abortado  el  incendio 
Que  en  derramadas  cenizas 
Te  esparciese  por  el  viento. 
Pero  ya  que  esta  vez  sola 
Templada  me  he  visto,  quiero 
Ir,  no  por  tí ,  mas  por  mi, 
A  esos  carpos  respondiendo. 
Dices  que  ignora»  si  fué 
Aquel  eclipse  sangriento 
Del  día  que  me  turaron 
O  favorable  ó  anverso ; 

Y  bien  la  causa  pudieras 
Inferir  por  los  efectos, 
Pues  no  agüero,  vaticinio 
Sería  el  que  dio  sucesos 
Tan  favorables  á  Siria 
Desde  que  yo  en  ella  reino. 
Diganlo  tantas  victorias 
Como  he  ganado  en  el  tiempo 
Que  esposa  de  Níno  be  sido, 
Sus  ejércitos  rigiendo, 
Belona  suya ;  pues  cuando 
La  Siria  se  alteró,  vieron 
Los  castigados  rebefdes 

En  mi  espada  su  escarmiento. 
Sobre  los  muros  de  Caria , 
Cuando  estaba  puesto  el  cerco, 
¿Quién  fué  la  primera  que 
La  plaza  escaló,  poniendo 
El  estandarte  de  Siria 
En  su  homenaje  soberbio, 
Sino  yo?  ¿Quien  esguazó 
El  Nilo  (ese  monstruo  horrendo 

Sue  es  con  siete  bocas  hidra 
e  cristal)  en  seguimiento 
De  la  rota  que  le  di 
Al  gitano  Tolomeo? 
En  la  paz,  ¿quién  las  dio  mas 
Esplendor,  lustre  y  aumento 
A  las  políticas  doctas 
Con  leyes  y  con  preceptos? 
Piles  cuando  Marte  dormía 
En  el  regazo  de  Venus, 
Velaba  yo  en  cerno  hacer 
Mas  dilatado  mi  imperio. 
Babilonia,  esta  ciudad 
Que  desde  el  primer  cimiento 
Fabriqué,  lo  diga;  hablen 
Sus  muros,  de  quien  pendiendo 
Jardines  están,  i  quien 
Llaman  pensiles  por  eso. 
Sus  altas  torres ,  que  son 
Colonas  del  firmamento. 
También  lo  digan ,  en  tanto 
Número,  que  el  sol  saliendo » 
Por  no  rasgarse  la  luz, 


LA  HIJA  DEL  AIBE.  SEGUNDA  PARTE. 


4? 


Ya  ile  sus  {Motas  huyendo. 
Pero  ¿para  qué  me  canso, 
Cuando  mis  obras  refiero, 
Si  ellas  mismas  de  si  mismas 
Soo  las  coróuieas?  Luego 
Recibirme  a  mi  coa  salva, 
Al  jurarme,  todo  el  cielo, 
Padecer  de  asombro  el  sol 

Y  de  horror  los  elementos , 
Pues  siguieron  favorables 
A  esta  causa  los  efectos! 
Bien  claro  está  que  serian 
Yaücinos,  y  no  agüeros. 
Decir  que  Menon  k>  diga, 
Es  otro  blasón ,  si  advierto 
Que  ninguno  pudo  ser 

Mayor ;  pues  ¿qué  mas  trofeo      ' 
Que  morir  desesperado 
De  mi  amor  y  de  sus  celps? 
En  cuanto  a  que  di  a  mi  esposo 
Muerte,  ¿no  es  vano  arpíñenlo 
Decir  que  porque  me  dio 
Antes  ue  morir  el  reino 
Por  seis  dias ,  le  maté  f 
¿  No  alega  en  mi  favor  eso 
Mas  que  eu  mi  daño?  SI ;  pues 
Si  vivía  tan  sujeto, 
Tan  amante  y  un  rendido 
Niño  á  mi  amor,  ¿a  qué  efecto 
Habia  de  reinar  matando, 
Si  ya  reinaba  viviendo? 

Y  cuánto  le  adoré  vivo 
Como  i  rey,  esposo  y  duefio, 
¿No  lo  dice  un  mauseolo, 

Que  hice  4  sus  cenizas  muerto  ? 
Decir  que  i  Ninias  mi  lujo 
De  mi  retirado  tengo, 

Y  que  siendo  mi  retrato 
Parece  que  le  aborrezco, 
Ks  verdad  lo  uno  y  lo  otro; 
Que  como  has  dicno  tú  mesmo. 
No  me  parece  en  el  alma , 

Y  me  parece  en  el  cuerpo. 

Y  aunque  tú  que  en  lo  mejor 
Me  parece,  has  dicho,  es  cierto 
Que  en  lo  peor  me  parece, 
Pues  seria  mas  perfecto. 

Si  hubiera  de  mi  imitado 
Lo  animoso  que  lo  bello. 
Es  Ninias ,  según  me  dicen , 
Temeroso  por  extremo, 
Cobarde  y  afeminado ; 
Porque  no  hizo  solo  mi  yerro 
Naturaleza  en  los  dos 
(Si  es  que  lo  es  el  parecemos) , 
Sino  dos  yerros :  el  mío 
Trocarse  con  su  concepto , 

Y  el  otro,  habernos  trocado 
Tan  totalmente  el  afecto, 
Que  yo  mujer  y  él  varón , 
Yo  con  valor  y  él  con  miedo, 
Yo  animosa  y  él  cobarde , 
Yo  con  brío,  él  sin  esfuerzo. 
Vienen  a  estar  en  los  dos 
Violentados  ambos  sexos. 
Esta  es  la  causa  por  qué 

De  mi  apartado  le  tengo, 

Y  porque  del  reino  suyo 
Ño  le  noy  corona  y  cetro, 
Hasta  que  disciplinado 
En  el  militar  manejo 

De  las  armas  y  en  las  leyes 
Políticas  del  gobierno, 
Capaz  esté  de  reinar.— 
Mas  ya  qee  murmuran  eso, 

(A  uno  del  acompañamiento 
Parte,  Licio, y  di  a  Lisias, 
Ayo  suyo,  que  al  momento 
Ninias  venga  a  Babilonia  : 
Yerto  su  ignorancia ,  viendo 
Que  es  próvido  en  csia  parte , 

Y  no  tirano,  mi  intento. 


) 


Y  ahora ,  á  la  conclusión 
De  tus  discursos  volviendo, 
De  que  vienes deslos  cargos» 
Lidoro,  a  ponerme  pleito, 
Ya  que  no  me  dé  á  prisión ; 
Solo  responderte  quiero 

Que  eches  bien  de  ver  que  aqui 
Has  entrado  a  hablarme  a  tiempo 
Que  estaba  con  mis  mujeres 
Consultando  en  ese  espejo 
Mi  hermosura ,  lisonjeada 
De  voces  y  de  instrumentos  ; 

Y  asi  en  esta  misma  acción 
Has  de  dejarme ,  volviendo 
Las  espaldas ;  pues  aqueste  . 
Peine,  que  en  la  mano  tengo, 
No  ha  de  acabar  de  regir 

El  vulgo  de  mi  cabello, 
Antes  que  en  esa  campana , 
O  quedes  rendido,  ó  muerto. 
Laurel  de  aquesta-  victoria 
Ha  de  ser;  porque  no  quiero 

8ue  corone  mi  cabeza 
oy  mas  acerado  yelmo 
Que  este  dentado  penacho, 
Que  es  femenil  ¡ustrumento; 

Y  asi  me  le  dejo  en  ella, 
Entre  tanto  que  te  venzo. 

Y  aunque  pudiera  esperar, 
Piada  en  aquesos  inmeusos 
Muros ,  el  asalto ,  no  > 

Me  coosiente  el  ardimiento 

De  mi  colera  que  apele 

A  lo  prolijo  del  cerco. 

A  la  campaña  saldré 

A  buscarte;  pues  es  cierto 

Que  cuando  no  hubiera  tanto 

Número  de  gentes  dentro 

De  Babilonia,  ni  en  ella 

Por  Atlante  de  su  peso 

Estuviesen  Friso  y  Ucas, 

Hermanos  en  el  aliento 

Como  en  la  sangre,  y  los  dos 

Generales  por  sus  luchos 

De  mar  y  tierra;  yo  sola 

Hoy  con  mis  mujeres  creo 

Que  te  diera  la  batalla, 

Porque  uu  instante ,  un  momento 

Sitiada  no  me  tuvieras. 

Y  asi,  vete,  vete  presto 

A  formar  tus  escuadrones; 
Que  si  te  detienes,  temo 
Que  la  ley  de  embajador 
Su  inmunidad  pierda,  haciendo 
Que  vuelvas  por  ese  muro 
Tan  breves  pedazos  hecho  t 
Que  seas  materia  ociosa 
De  los  átomos  del  viento. 

LIDORO. 

Pues  si  á  la  batalla  intentas 
Salir,  en  ella  te  espero. 

Ucas. 

Y  en  ella  verás  que  tiene 
Vasallos  cuyos  esfuerzos 
Sus  laureles  aseguran. 

LIDORO. 

En  el  campo  lo  veremos. 

miso. 

Si  verás ,  tan  á  tu  costa , 
Que  llores,  Lidoro,  el  verlo. 

LIDORO. 

Quien  menos  habla,  obra  mas. 

LÍCAS. 

Pues  á  obrar  mas. 

friso. 

A  hablar  menos. 


I  UOORO. 

Toca  al  anua.  {Vate.) 

LÍCAS. 

Al  arma  toca. 

SSHÍRANIS. 

Dadme  ese  bruñido  acero, 
Seguidme  todos,  y  tú, 
Ucas,  ostenta  hoy  tu  esfuerzo. 
Mira  que  anda  por  hacerte 
Dichoso  un  atrevimiento. 

LÍCAS. 

No  entiendo  á  qué  fin  persuades 
A  mi  valor,  conociendo 
Ya  mi  valor. 

SBMÍKAMIS. 

No  te  admires; 
Que  yo  tampoco  lo  entiendo. 
Tocad  al  arma,  y  en  lauto, 
Vosotras  tenedme  puesto, 
Mientras  salgo  á  la  campana, 
El  locador  y  el  espejo , 
Porque  en  dando  la  batalla, 
Al  punto  á  tocarme  vuelvo.     (Vanse.) 


Campos  de  Babilonia. 

ESCENA  IV. 

Soldados;  después,  LIDORO. 

(óyeme  caías,  trompetas  y  ruido  de 
armas.) 

unos.  {Dentro.) 
¡Arma,  arma! 

otros.  {Dentro.) 

¡Guerra,  guerra! 
tntos.  {Dentro.)  * 
¡VivaSemiramis! 

otros.  {Dentro,) 
¡Viva! 

otros.  (Dentro.) 

¡Viva  Lidoro,  y  reciba 
La  posesión  de  esta  tierra ! 

{Salen  ¡Adoro  y  soldados.) 

soldado  i.° 

Ya  de  los  muros  salieron 
Diversa*  tropas,  y  ya 
Tu  gente  dispuesta  está. 

UDORO. 

¿Adonde,  cielos,  cupieron 
Tantas  gentes  ?  ¿Qué  ciudad 
Tener  pudo ,  sin  espanto , 
En  sus  entrañas  á  tanto 
Número  capacidad? 
Cuerpos  tomaron  sutiles, 
Sin  duda ,  á  tantos  combates 
Las  arenas  del  Eufrates , 
Las  hojas  de  los  pensiles. 
Del  sol  el  nuevo  arrebol 
Las  luces  mira  deshechas; 
Que  las  nubes  de  sus  flechas 
Son  noche  alada  del  sol. 

soldados.  (Dentro.) 
I  Guerra ,  guerra ! 

LIDORO. 

Ya  hacia  allí 
Trabada  fa  lid  se  ve. 
1  A  morir  matando  iré. 

(Éntrese ,  y  dase  la  batalla.) 


48 


COMEDIAS  DB  DON  PEDRO  CAÍ  DBRON  DS  LA  BARCA. 


ESCENA  V. 


LIC AS,  LIDORO  t  soldados;  FRISO 
T  SEMIRAMIS. 

lícas.  (Dentro.) 

¿  Dónde  estás,  Lidoro? 

lidoro.  (Dentro.) 

Aquí 
Me  bailarás ;  que  nanea  yo, 
Aunque  roe  siga  la  suerte  *, 
La  espalda  volví  á  la  muerte. 

soldado  1.°  (Dentro.) 

El  Rey  en  la  lid  entró  : 
Seguidle  ,  no  le  dejéis. 
(Sale  Lidoro  herido  cayendo,  y  tras 

él  Ueas  y  Friso; y  por  otra  parte 

Male  Semiramis.) 

FRISO. 

Mía  será  esta  victoria. 

lícas. 
Mía  ha  de  ser  esta  gloria. 

sehírahis. 
Esperad ,  no  le  matéis. 

FRISO. 

¿Tú  le  defiendes? 

sehírahis. 

Si ,  que  hov. 
Más  que  verle  muerto ,  quiero 
De  mis  armas  prisionero. 

LIDORO. 

Rendido  á  tus  pies  estoy. 
Ya  que  mis  desdichas  son 
Tales,  y  ya  que  ninguna 
Vez  se  poso  ía  fortuna 
De  parte  de  la  razón. 

SEHÍRAHIS. 

Haced  que  de  la  batalla 
El  alcance  no  se  siga. 

FRISO. 

Apenas  de  la  enemiga 
Hueste  en  el  campo  se  baila 
Mas  que  la  ruina ;  que  en  sumas 
Tragedias ,  ya  del  Eufrates 
Las  arenas  son  granates 

Y  corales  las  espumas ; 

Y  huyendo  por  los  desiertos 
De  tus  riffores  esquivos, 
Los  que  han  escapado  vivos, 
Van  tropezando  en  los  muertos. 

SEHlRAHIS. 

Que  yo  me  diese  á  prisión 
Fué  su  i  n  leu  lo ;  y  siendo  asi, 
Será  prenderte  yo  á  ti 
Debida  satisfacción. 
Fiera  ingrata  me  llamaste 
Hoy,  cuando  á  ti  can  leal : 
Luego  si  con  nombre  tal 
Me  ofendiste  y  te  ilustraste, 
Tiranías  no  serán 
Que  yo  en  esta  parte  quiera , 
Procediendo  como  fiera , 
Tratarle  á  ti  como  can. 
De  mi  palacio  al  umbral 
Atado  te  he  de  leuer  : 
AHÍ  has  de  estar;  que  be  de  ver 
Si  me  le  guardas  leal 

Y  vigilante  desde  hoy ; 
Que  si  del  can  es  empeño 
El  ser  leal  con  su  dueño , 
Desde  aquí  tu  dueño  soy. 

LIDOKO. 

Es  verdad ;  pero  aunque  eres 
*  Aunque  me  persiga  la  suerte. ' 


Tú  mi  dueño,  y  yo  can  sea, 
No  es  justo  que  en  ini  se  vea 
Esa  lealtad  que  bailar  quieres, 
Maltratado;  pues  si  agravia 
El  dueño  á  su  can ,  le  pierde 
El  cariño ,  y  al  fin  muerde 
A  su  dueño  con  la  rabia. 
A  tus  pies  estoy  rendido. 
No  con  tan  grande  rigor 
Me  trates. 

LÍCAS. 

El  vencedor 
Siempre  honra  al  que  ha  vencido. 
Esto  por  merced ,  señora , 
De  haberle  rendido  yo, 
Te  pido  humilde. 

FRISO. 

Yo  no, 
Que  también  le  rendí  ahora , 
Sino  que  su  singular 
Error  castigues,  porqué 
Nadie  se  te  atreva  en  fe 
•  De  que  le  has  de  perdonar. 

I  LÍCAS. 

|  Vence,  dos  veces  piadosa. 

FRISO. 

El  castigo  es  el  vencer. 

,  SEHÍRAHIS. 

Dices  bien,  y  eso  ha  de  ser. 

UDORO. 

Reina  invencible  y  hermosa , 
Dame  muerte ,  y  no  con  tanto 
Oprobio  quieras  que  viva. 

SBHÍRAHIS. 

Poco  mi  soberbia  altiva 
Se  enternece  de  tu  llanto. 
A  un  villano  haced  llamar, 

?ne  desde  Asea  I  orí  tras  mi 
ino  á  Ni  ni  ve,  á  quien  di 
El  oficio  de  cuidar 
De  los  perros  de  mi  caza. 

ESCENA  VI. 

CHATO.— Dichos. 

ciato. 

Aquí  está  Chato ,  señora ; 
Que  para  seguirte  ahora , 
hl  temor  no  le  embaraza 
De  la  guerra,  porque  ya 
Sabia  que  habías  de  ser 
La  que  había  de  vencer, 
Según  declarada  está 
En  tu  dicha  la  fortuna. 

Y  ¿  qué  razones  mas  llanas 
Que ,  estando  lleno  de  canas 
Yo ,  no  tener  tú  ninguna , 
Siendo  los  dos  de  una  edad , 
Cuarenta  años  mas  ó  menos, 

Y  con  sucesos  tan  buenos 
Yo  como  tú? 

SEHÍRAHIS. 

Levantad. 
¿Qué  sucesos? 

chato. 

¿  Pueden  ser 
Mas  iguales  que  enviudar 
Los  dos  á  un  tiempo  y  quedar 
Sin  marido  y  sin  mujer: 
Pero  ya  que  me  be  cansado, 
Sea  para  darme  ahora 
Algún  oficio ,  señora , 

Sie  me  saque  de  aperreado, 
ué  me  mandas  ? 

SEMÍRAMIS. 

Que  del  modo 


Que  alimentar,  Chato ,  sueles 
i  Mis  sabuesos  y  lebreles, 
;  Trates  á  ese  hombre.  Ue  todo 

Su  manjar  na  de  comer ; 

En  mi  zaguán  hau  de  vello 

Cuantos  pasaren,  y  al  cuello 
j  Trailla  le  has  de  poner. 
|  Y  tú  como  él ,  si  no 

Le  guardas ,  has  de  vivir. 


CSATO. 

Pues  si  él  se  me  quiere  Ir, 
I  ¿Qué  le  tengo  de  hacer  yo? 

SEHÍRAHIS. 

i  Con  aquesto ,  á  la  ciudad 
Volvamos.— Ven  tú  conmigo;  (.4  Udoro.) 
Que  tienes  de  ser  testigo 
Mayor  de  mi  vanidad. 
Al  estribo  te  han  de  ver 
De  mi  caballo. 


Vengada. 


LIDORO. 

Ya  estás 

LÍCAS. 

Reina... 

SEHÍRAHIS. 


No  mas. 

FRISO. 

Rien  haces. 

SEHÍRAHIS. 

Esto  ha  de  ser;   . 
Que  si  de  can  blasonabas. 
Quejoso  no  es  bien  te  ofrezcas , 
Pues  te  hago  que  parezcas 
Lo  mismo  de  que  te  alabas. 

FRISO. 


|  Con  nueva  salva  reciba 
Babilonia  victoriosa 
A  su  heroica  reina  hermosa. 

soldados, 
¡Viva  Semiramis ,  viva ! 

{Yante  todo*,  y  queda  Chato.) 


ESCENA  VIL 

CHATO. 


¡En  buen  cuidado  esta  vez 
La  fortunilla  me  ha  puesto! 
Solo  me  faltaba  esto 
Al  cabo  de  mi  vejez. 
Si  mi  riesgo  no  remeda 
El  desvelo  y  el  cuidado, 
Peor  es  esto  que  el  soldado 
De  la  primera  comedia. 
¡  Guardarle  yo,  siendo  asi 

gue  en  mi  vida  guardé  un  cuan  o ! 
uárdele  otro  :  ¿  no  hace  harto 
Un  hombre  en  guardarse  á  sí? 
—¡Con  qué  grande  majestad 
Vuelve  á  la  ciudad  triunfante 
Esta  altiva ,  esta  arrogante 
Hija  de  su  vanidad ! 

(Suena  música  dentro.) 
Ya  en  su  palacio  la  espera 
Toda  la  gente  :  yo  quiero 
Ir  allá ,  pues  de  perrero 
Me  he  convertido  en  perrera. 


Sala  del  palacio  real. 

ESCENA  VHI. 

SEMIRAMIS ,  ASTRE A ,  LIBIA ,  da** 

T  HÓ3IC0S. 

sehírahis.  (Dentro.) 
A  este  umbral  has  de  quedarte, 


Racional  bruto.— Y  de  aquí 
Ninguno  pase. 

{Suden  Semiramis,  Astrea  +  Libia ,  da 
mas  y  música.) 

Hoy  en  U 
A  Venus  ae  rinde  Marte. 

uau. 
Picha  ha  sido  singular. 
scuíbahis. 
Aslrea ,  toma  este  acero. 
Libia  ,  el  espejo;  que  quiero 
Acabarme  de  tocar. 
El  tono  que  se  cantaba 
Cuando  aquel  clarín  sonó» 
Prosiga  abora ;  que  yo 
Me  acuerdo  bien  de  que  estaba 
En  oírle  divertida; 

Y  una  batalla ,  no  es  insto 
Decir  que  me  quitó  el  gusto 
Que  me  tuvo  entretenida. 
Vuelva  puea  donde  cesó ; 

Y  este  bajel  vuelva  el  bello 
Golfo  a  solear  del  cabello , 
Doode  varado  quedó. 

■tiste*, 
bi  §ran  Semframis  bella  , 
Heium  del  Tigris  al  tfife... 

(Tocan  caja*  itutro.) 


üb.tte;  después,  LIGAS.— Dichos, 

gejite.  (Dentro.) 

¡Viva  Nurias,  nuestro  rey! 
¡Viva  e!  sucesor  de  Nlno  t 

SElfftAUlS. 

Oíd.  ¿Qué  confusas  voces 
Son  estas?  ¿Qué  ba  sucedido  f 
(Sale  Ucas.) 

Ucas,  ¿que  es  esto? 

ÜCABé 

No  sé, 
Porque  solamente  miro 
Desde  aquestos  corredores 
Todo  el  vulgo  dtvMMo 

^^^^sam^ues»   v^ssjus^^ssi  w  ssmusjspssss'  • 

Ya  en  tropas  y  ya  ea  corrillo* ; 
Y  sin  saber  mas,  mi  afecto 
Me  trajo  á  bailarme  contigo. 

sufaum. 

Bien  ese  afecto  me  debes. 

(Ap.  Pero  yo  asiento :  ¿qué  digo?) 

cents,  (Dentro.) 

¡Viva  nuestro  invicto  Rey! 

uno.  (Dentro.) 

No  dejemos  ya  regirnos 
De  una  mujer,  pues  ^gemos 
Principe  tan  grande. 

ESCENA  X. 
FRISO;  después y  USÍAS.— Oicnos. 

SEuhums. 

Friso, 
¿Qué  ea  eso? 

ruso. 

Nosé,  senore, 
Porque  solamente  el  ruido 
A  tu  presencia  me  trae. 


Ya  saberlo  solicito. 

{SaU  Usías.) 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  SEGUNDA  PASTÉ. 

,  tute.  ! 

:  Aguarda,  detente,  espera; 
¡  Que  pues  que  yo  me  anticipo , 
I  Señora,  á  besar  tu  mano 
;  Antes  que  Nurias  tu  hijo, 
,  Solo  ba  sido  á  darte  cuenta 
i  De  la  novedad  que  ba  habido. 

|  SEMÍRAMIS. 

;  Dilo,  aunque  para  saberlo 
!  No  ine  importa  ya  el  oírlo. 

i  USÍAS. 

¡  Que  viniese  á  Babilonia 
¡  Muías ,  de  tu  parle  Licio 
'  Me  mandó,  y  a  tu  obediencia 
¡  Pronto  se  puso  en  camino. 
;  A  Babilonia  llegamos. 

Donde  el  puente  levadizo, 

Viendo  tu  mismo  retrato. 

Nos  dio  paso  sobre  el  rio. 

A  palacio  caminaba 

El  Principe,  agradecido 

A  la  dicha  de  llegar 

A  tus  pies  en  tan  propicio 

Dia ,  que  tú  victoriosa 

Triunfabas  de  tu  enemigo. 

Su  hermosura  ganó  en  todas 

Un  afecto  tan  benigno. 

Que  no  dictándolo  nadie , 

Todos  dijeron  á  gritos... 

uno.  (Dentro.) 

No  una  mujer  nos  gobierne , 
Porque  aunqne  el  cielo  la  hizo 
Varonil  t  no  es  de  la  sangre 
De  nuestros  reyes  antiguo». 

certc  (Demira.) 

¡Viva  Ninias  nuestro  rey ! 
¡Viva  el  sucesor  de  Nhio! 

seuuunis. 

Calla,  calla,  no  lo  digas. 

Pues  ya  esa  voz  me  lo  na  dicho , 

Y  es  noy  sentirlo  dos  veces 
Llegar  dos  veces  a  oírlo.— 

(Asomándose  d  un  t>atcon.) 
Desagradecido  monstruo, 
Que  eres  compuesto  vestiglo 
De  cabezas. diferentes, 
Cada  una  con  su  juicio, 
Pues  ¿cuando  acabo  de  darte 
La  victoria  que  has  tenido, 
De  que  soy  mujer  le  acuerdas , 

Y  te  olvidas  de  mi  baiof 

GSjrrBtf  (Dentre.) 

Si ,  que  rey  varón  queremos. 

vm<  (Dtutro.) 

Habiéndole  en  edad  visto 
Capaz  de  reinar,  no  es  justo 
Que  reines  tu,  que  no  has  sido 
Sangre  ilustre  y  generosa 
De  nuestros  reyes  invictos. 

SEMÍRAMIS. 

Es  verdad;  pero  de  dioses 
Desciende  mi  origen  limpio.— 
Ucas,  deste  atrevimiento 
Venganza  á  tu  valor  pido. 

LfCAS. 

Bien  sabes  de  mi  la  fe 

Y  lealtad  con  que  te  sirvo ; 
Mas  si  el  Principe  es.  señora, 
De  mi  rey  natural  hijo , 

Y  tiene  razón  el  pueblo, 
¿Quién  bastará  A  seducirlo? 

rwso. 

Yo  bastaré ,  y  de  tu  nombre 
La  voz  tomare ;  que  estimo 
Mas  el  ser  vasallo  tuyo. 


40 


SEUÍR.UMS4 

Yo  te  lo  agradezco,  Friso  : 

Y  Lfcas  verá  algún  dia 
Cuánto  en  mi  ¿rada  ba  perdido. 
(Ap.  Estoy  por  decirlo ;  |>ero 
Vame  mucho  en  no  decirlo.) 
Mas  detente ;  qne  ya  es  justo , 
En  empeño  tan  preciso, 
Mudar  de  consejo  y  dar 
A  este  vulgo  mas  castigo 
Del  que  de  mi  habrá  esperado , 
Si  no  del  que  ba  merecido. 
Formado  cuerpo  de  tuntos , 
Que  parciales  y  di  visos 
Os  alimentáis  de  solas 
Las  novedades  del  siglo  , 
Bien  sabéis  de  mi  valor 
Que  pudiera  reduciros 
Al  yugo  de  mi  obediencia 

Y  desta  espada  á  los  tilos; 
Pero  quiero  de  vosotros 
Tomar,  con  mejor  estilo , 
Mejor  venganza.  Esta  sea , 
Pues  no  me  habéis  merecido , 
Que  me  perdáis*  Desde  aqui 
Ya  del  gobierno  desisto , 
De  vuestro  cargo  me  aparto , 
De  vuestro  amparo  me  privo. 
La  viudez  que  no  he  guardado 
Hasta  aquí  por  asistiros , 
Guardaré  desde  hoy ;  y  asi 
El  mas  oculto  retiro 
Deste  palacio  será 
Desde  hoy  sepulcro  mío, 
Adonde  la  luz  del  sol 
No  entrará  por  vm  resquicio. 
Ningún  nombre  me  ten 
El  rostro,  siendo  mi  lujo* 
Por  serlo ,  de  aquesta  lev 
El  primer  comprebendido ; 

Y  asi  entrar  no  le  dejéis 
A  él  ni  á  nadie  á  hablar  conmigo. 
En  sus  manos,  le  decid , 

8ue  el  cetro  y  laurel  altivo 
ejo ;  que  dé  á  sus  vasallos 
Ese  gusto  de  regirlos. 
Hasta  que  á  mi  me  echen  menos ) 
Pues  ya  solo  el  valor  ssio 
Siente  que  se  me  perezca , 
Porque  no  podrá  ei  olvide 
Borrarme  de  sos  memoria*. 


Señora... 


Advierte... 


miso. 

SEUfRAHtS. 

Déjame^  Friso, 
ticas. 


Mira  que... 


sbuIsasis. 
Vos  no  me  habléis. 
luías. 


SEunUins. 


Ys  nada  miro. 

Íuédate,  pueblo,  sin  mi. 
odos  me  dejad  :  conmigo 
Nadie  venga  :  rey  tenéis , 
Seguidle  a  él.  (Ap,  ün  basilisco 
Tengo  en  los  ojos ,  un  áspid 
En  el  corazón  asido. 
¡Yo  sin  mandar!  De  ira  rabio. 
¡Yo  sin  reinar!  Pierdo  el  joioio* 
Etna  soy,  llamas  aborto ; 
Volcan  soy,  rayos  respiro.)       (Yate.) 


t.  XII. 


90 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DB  LA  RAUCA. 


ESCENA    XI. 


LISIAS.  LICAS,  FRISO,  ASTREA, 

LIBIA,  DAMAS,  MÚSICO*. 
•USÍAS. 

¡Qué  ambicioso  sentimiento! 

FRISO. 

¡Qué sentimiento  tan  digno! 

LÍCAS. 

¡Qué  resolución  tan  ciega 

Y  sin  tiempo  I  Lisias,  (linos  : 
i  Dónde  el  Principe  quedó , 
Viniéndote  tú? 

LISÍAS. 

No  aniso 
Acabarme  de  escuchar 
Semiramis. 

.  friso. 

Ahora  dilo. 

USÍAS. 

Viniendo  6  palacio  vio 
Ese  eminente  obelisco, 
Regular  Atlante  nuevo , 
Nuevo  fabricado  Olimpo, 
Mauseolo  consagrado 
A  las  cenizas  de  Niño : 
Preguntó  qué  templo  era , 

Y  habiendo  entonces  oído 
Que  era  el  sepulcro  eminente 
De  su  padre ,  asi  le  dijo : 
«Salve,  depósito  fiel 
Del  mejor  rey  que  ha  tenido 
El  mundo,  si  Amor  no  hubiera 
Borrado  su  nombre  altivo. 
Salve,  y  de  mi  no  se  diga 

8ue  la  primer  vez  que  miro 
e  tu  urna  las  cenizas , 
No  doy  de  mi  amor  indicios. 
No  he  de  llegar  de  palacio 
A  ver  los  umbrales  ricos, 
Sin  que  primero  vea  el  mundo 

Sue  a  mi  ser  agradecido , 
s  aqueste  en  Babilonia 
El  primer  umbral  que  piso , 
Reverenciando  postrado 
Hoy  en  su  fin  mi  principio.  • 

Y  echándose  del  caballo, 
Dentro  entró,  y  al  marmol  liso 
Que  muerto  le  deposita 

Y  le  representa  vivo , 
Besó  la  mano,  pidiendo 
De  su  culto  a  los  ministros, 
Le  sacrifiquen ,  y  él  queda 
Asistiendo  al  sacrificio, 
Cuya  acción  piadosa  mas 
Pudo  alterar  los  motivos 

Del  pueblo.  A  buscarle  vuelvo 

Y  á  decir  cuánto  ha  sentido 
Semiramis  sus  aplausos , 
Porque  venga  prevenido 

A  desenojarla.  ¡Dioses! 
Doleos  de  su  peligro. 

ASTREA. 

Padre  y  señor,  idesa  suerte 
Te  vas,  #  habiéndome  visto , 
Para  besarte  la  mano 
Lugar  no  me  bas  permitido? 

USÍAS. 

¡  Ayt  hija !  no  á  mi  amor  culpes , 
Que  esta  novedad  que  admiro , 
Ha  embargado  los  afectes 
Hoy  de  todos  mis  sentidos.       ( Vase.) 


LICAS ,  FRISO ,  ASTREA ,  LIBIA,  da- 

HAS,  MÚSICOS. 
LÍCAS. 

Aunque  Babilonia  hoy 
En  confusiones  y  gritos 
Alterada,  hermosa  Libia, 
Cnmpla  con  su  nombre  mismo , 
Porque  no  exceptúa  logares, 
Tiempos,  ni  personas;  dije 
Un  sabio  que  amor  y  muerte 
Eran  los  mas  parecidos. 

Y  asi ,  pues  las  novedades 
Que  á  todos  han  suspendido , 
A  mí  me  han  dado  ocasión 
De  hablaros,  ose  deciros 
¿Cuándo  seré  tan  dichoso 
Que  merezca  el  amor  mió 
La  suma  gloria  que  espero, 

Y  el  grande  bien  á  que  aspiro? 

libia.  ' 

Ya  vos  sabéis  cuánto  ?  Llcas , 
A  vuestra  fe  agradecido 
Mi  pecho  os  estima ;  pero 
Esa  ocasión  que  habéis  dicho, 
No  he  de  darla  yo.  La  Reina 
Es  dueño  de  mi  albedrio  : 
Pedidme  á  la  Reina  vos! 

lícas. 

Con  esa  esperanza  vivo. 

FRISO. 

Yo,  hermosa,  divina  Aslrea, 
Ya  que  ninguna  be  tenido , 
No  os  digo,  ¿  cuándo  seré 
Felice  ?  que  solo  os  digo , 
¿  Cuándo  no  seré  infelice  ? 
Pues  favor  no  solicito 
Para  ser  amado;  basta 
El  no  ser  aborrecido. 

ASTREA. 

Tarde ,  Friso ,  porque  en  mí 
Esos  desdenes  esquivos 
Son  naturaleza ,  y  mal 
Podréis  nunca  reducirlos. 


friso. 

Tan  hallado  estoy  con  ellos 
Y  por  vuestros  los  esrimo , 
"  ue  con  ellos  no  echo  menos 
I  bien  á  que  no  me  animo. 
(7*0011  chirimías.) 


g 


cíente,  dentro.— Dichos. 

gente.  {Dentro.) 

¡Viva  Ninias  nuestro  rey ! 
¡Viva  el  sucesor  de  Niño ! 

LIBIA. 

Ya  de  mas  cerca  se  escuchan 
Las  voces ,  que  dan  indicio 
De  que  ya  el  Principe  llega ; 
Y  asi ,  de  esta  cuadra  idos 
Los  dos. 

LÍCAS. 

Aquí,  á  mi  pesar,    - 
De  vuestra  luz  me  despido. 

friso.  - 

Yo  no ,  Astrea ,  de  la  vuestra , 
Porque  sé  que  en  esto  os  sirvo. 

ASTREA. 

No  se  va  quien  deja  tantos 
Pesares  de  haberte  visto. 


FRISO. 

También  vivo  feliz  yo, 
Pues  padezco. 


ASTREA. 


ft 


Si  imagino 
ue  mi  desprecio  estimáis, 
i  aun  desprecios  tendréis  míos. 


AdioS,  Licas. 

LÍCAS. 

El  os  guarde.— 
Vamos,  porque  es  justo,  Friso, 

Sue  al  Principe  le  besemos 
os  dos  la  mano. 

FRISO. 

!  Yo  sigo 

i  A  Semiramis  en  todo ; 
l  Y  asi ,  hasta  que  haya  sabido 
i  Si  en  esto  pude  enojarla , 
!  No  le  veré. 

LÍCAS. 

Esto  es  preciso; 
Que  es  nuestro  Príncipe. 

FRISO. 

Ella 
Nuestra  Reina ,  á  quien  yo  sirvo. 

LÍCAS. 

Pues  yo  voy  averie. 


Y  yo 
De  su  vista  me  retiro. 

{Varna  tos  eos.) 


ESCUTA  XIV. 

ASTREA ,  LIBIA ,  damas,  músicos. 

UBI  A. 

¿Hasta  cuándo,  hermosa  Astrea, 
Ingrato  tu  |>echo  altivo 
Ha  de  negarle  al  Amor 
Tributo? 

ASTREA. 

Aunque  ves  que  á  Friso 
Aborrezco ,  do  á  mi  pecho 
Acuses  con  desvarios 
De  incapaz  amor.  Ríen  sé 
Qué  es  querer ;  y  si  te  digo 
La  verdad ,  mis  peaaMrientos 
Son  mas  osados  y  altivos. 

LIBIA. 

¿Cómo? 

ASTRCA. 

Hija  soy  de  Lisias... 
Con  Ninias,  principe  invicto, 
file  he  criado... 

( Tocan  chirimías.) 

LIBIA. 

Ya  te  entiendo... 
Fuera  de  que  ha  interrumpido 
Tu  voz  la  música.' 

ASTREA. 

Aquí 
Esperarán  mis  sentidos , 
Locos  de  amor»  á  su  dueño.    (Víante.) 


r 


Galería  coa  entrada  á  los  aposentos  reales. 

>  ESCENA  XV. 

LISIAS,  AaoRTPAftAWERTO,  y  detrás  NI- 
NIAS ,  en  troje  ée  camine :  ú  taquería 
por  donde  sale ,  esté  L I  DORO,  atado 
con  cadena ,  y  CHATO  junto  d  él. 

ACOMFASAtftEirrO. 

¡Viva  el  sucesor  de  Nmo ! 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  SEGUNDA  PAOTB. 


MftlAS. 

De  todos  vuestros  aplausos 
Hago  á  los  cielos  testigos    • 
Que  á  disgusto  de  mi  madre» 
Ni* los  escacho,  oi  admito. 

nao. 
Tú  eres  nuestro  rey,  y  t& 
Solamente  ka*  de  regimos. 

HÍftlAS. 

Y  ya  que  una  obligación 
De  hiio  en  el  templo  he  cumplido. 
Dejad  que  acuda  á  las  otras, 
A  mi  madre  agradecido. 

chato.  (Ap.) 

Guando  niño ,  no  era  Ninias 
A  su  madre  parecido 
Tanto  :  aquel  rosiro  y  aqueste  f 
¿Quién  no  dirá  que  es  el  mismo  f 

IfíftlAS, 

Tened ,  no  paséis  de  aquí. 
¿Qué  lastima  es  la  que  miro, 
Cuando  del  real  palacio 
La  primera  losa  piso? 

chato.  (Ap.) 

Ella  es,  vestida  de  hombre, 
O  yo  he  de  perder  el  juicio. 

rrfiUAfl. 
Hombre,  ¿quién  eres? 

UDOBO. 

Señor* 
De  la  fortuna  un  delirio, 
Un  frenes!  de  la  suerte. 
De  los  hados  u»  prodigio,  . 

Y  del  humano  poder 

El  escarmiento  mas  viro. 

chato.  (Ap.) 

Lo  de  un  huevo  a  otro ,  no  es  nada ,' 

Sue  hay  huevos  no  parecidos, 
ue  unos  se  dan  a  dos  cuartos, 

Y  otros  se  pagan  á  cinco. 

xftflAS. 

¿Qué  delito  asi  te  ha  puesto? 

lidoro: 
Haber  infeliz  nacido, 

NÍMASv 

¿Delito  es  ser  infetix? 

liDoro* 

Y  no  pequeño  delito. 

rínias. 

Dtne,¿quiéoreres? 

unoao. 

Lidoro  * 
Rey  de  Lidia  :  y  este  aviso , 
Pues  te  coge  á  los  umbrales 
De  reinar,  Principe  invicto, 
Sírvate  de  algo,  observando 
Cuerdo ,  atento  y  advertido, 

2ue  pasar  de  extremo  a  extremo 
•  de  la  fortuna  oftjfo. 

KÍKIAS. 

e^u  eres  el  que  á  Babilonia  . 
tentaste  poner  sitio? 

LIDOIO. 

Si ,  señor,  y  tú  y  tu  padre 
Alentasteis  mis  motivos. 

nfffiAS. 

Eso  no  entiendo,  ni  quiero 
Entenderlo.  Enternecido 
Me  han  delado  tus  fortunas, 

Y  aun  me  ha  parecido  indigno 
Que  asi  al  vencido  se  trate» 

Y  si  ahora  no  te  libro, 


Es  porque  no  sé  si  tienes 
Mas  culpa  que  ser  vencido. 

Y  aunque  la  tengas,  Lidoro, 
Palabra  doy  al  empíreo 
Coro  de  los  dioses  que  hoy 
No  pida,  á  los  pies  rendido 
De  Semiramis  mi  madre, 

En  premio  de  que  no  admito 
Un  reino ,  sino  que  tengas 
La  libertad  que  has  tenido. 

lidoro. 

Como  can  estoy  atado, 

Y  asi,  como  can  me  humillo, 
Halagándote  los  pies 
Humilde  y  agradecido. 

ESCENA  XVL 


91 


NINIAS,  LISIAS*  CHATO,  aco*pa*a* 
■tentó. 

CHATO* 

No  hará  un  bien  solo  en  librarle, 
Sino  dos,  porque  no  vivo, 
Ni  como ,  ni  bebo ,  ni 
Duermo ,  ni  hago  otro  ejercicio , 
Guardándole. 

ufan  as. 

Pues  ¿quién  eres? 

CHATO. 

Chato ,  aquel  que  cuando  niño 
Solía  jugar  con  él. 

lfflftAS. 

No  te  habia  conocido. 

CHATO. 

Yo  tampoco ,  porque  está1 
A  su  madre  parecido 
Mas  que  antes  :  todo  su  rostro 
Cortado  es*  aqueste  mismo. 

HÍ5IAS. 

Dime,  ¿cómo  estás  tan  viejo 

Y  tan  pobre  ? 

CHATO. 

Como  sirvo* 

HilfIAS. 

Yo  me  acordaré  de  ti. 

CHATO. 

Y  yo  diré,  si  me  viro 
Medrado ,  que  como  hay 
Un  diablo  a  otro  parecido, 
Un  ángel  á  otro  también. 

ESCENA  XVII. 
FRISO,  LIC AS.  —  Dichos. 

FRISO.  (Ap.) 

¡Que  salir  no  haya  podido 
De  palacio,  sin  que  todos 
Veau  que  del  me  retiro, 
Pesaroso  deste  aplauso! 

LÍCAS. 

En  tanto,  Príncipe  invicto  , 
Que  al  cuarto  vas  de  la  Reina 
Mi  señora,  te  suplico 
Permitas  besar  tu  mano. 

USÍAS. 

Licas,  gran  señor ,  .ha  sido 
El  vasallo  que  dio  á  Siria 
Mas  victorias. 

IfflffAS. 

Ya  be  oido 
Vuestro  nombre ,  y  conoceros 
Por  vuestra  persona  estimo. 


LÍCAS. 

Conoceréis  el  vasallo    , 
Que  mas  desea  serviros. 

HÍNIAS. 

Alzad  del  suelo.  ¿Un  hermano 
No  tenéis? 

lie  A». 

Sí  señor,  Friso. 

rínias. 

Pues  ¿cómo ,  tan  retirado , 
No  llega  á  hablarme? 

FRISO. 

(Va*?.)1  Hendido 

A  vuestras  plantas  estoy. 

KBflAS. 

Muy  tarde  y  despacio  ha  sido, 

Y  quizá  algún  día  veréis 

gue  aunque  no  calco  advertido 
n  todo,  lo  entiendo  todo, 

Y  uno  entiendo  y  otro  estimo. 

ticas. 
¿Porqué?... 

HÍNIA9. 

No  hablo  con  vos,  licas. 

-   friso. 
Yo  quise... 

hhiiaj. 

Bien  está ,  Friso. 
¿Cuál  es  de  mi  madre  el  cuarto? 


ESCENA  XVm. 

ASTREA,  LIBIA. -Dichos. 


ASTREA. 

Este  es,  señor,  su  retiro, 
A  cuyos  umbrales  yo 
A  besaros  me  anticipo 
La  mano. 

NÍKIAS. 

Del  suelo  alzad ; 
Que  en  mis  brazos  os  recibo, 
Por  deciros  que  la  ausencia 
En  mi  nunca  engendra  olvido» 
Porque  vengo  muy  gustoso 
A.  veros  amante  y  tino. 

ASTREA. 

Todo  á  mi  fe  lo  debéis; 
Mas  callar  ahora  es  preciso. 

HÍRIAS. 

Entraré  á  ver  á  mi  madre. 

LIBIA. 

Ella,  gran  señor,  nos  dijo 
Que  á  nadie  entrar  se  permita 
Dentro,  aunque  fueseis  vos  mismo. 

nfmAS. 

Si  quien  no  fuera  una  dama 
Aqueso me  hubiera  dicho, 
Respondiera  de  otra  suerte; 
Pero  á  vos  basta  deciros 

8ue  esos  preceptos  se  entienden 
on  todos ,  y  no  conmigo. 

luías. 
¡Qué  prudencia! 

LÍCAS. 

¡Qué  cordura  r 

LIBIA. 

¡Qué  severidad! 

,  ASTREA. 

¡Qué  briol 
{yante i  y  quedan  Friso  y  Ucas.)  . 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


I 


LICAS,  FRISO. 

LÍCAS. 

¡Que bayas.  Friso,  procurado 
El  ser  hoy  del  Rey  mal  visto  I 

FRISO. 

No  es  el  Rey,  porque  basta  ahora 
Reina  Semiramis. 

LÍCAS. 

Digo 
Que  en  todo  mi  opuesto  eres, 

FRISO. 

Si  tú  no  lo  fueras  mió , 
No  lo  fuera  yo:  demás 
De  que  si  hacerme  he  querido 
Mal  visto  de  Nínias ,  tú 
De  Semiramis. 

LÍCAS. 

Yo  sigo 
La  parte  de  la  justicia ; 
Une  Niuias  es  del  Rey  hijo. 

FRISO. 

Pues  yo  la  de  la  fortuna ; 

Que  Semiramis  ha  sido 

Quien  se  ha  sabido  hacer  Reina. 

LÍCAS. 

Pues  vamos  por  dos  caminos , 
Tú  verás  en  el  fin  de  ellos.». 

fmso. 
¿Qué? 

LÍCAS. 

Que  es  mejor  el  mío , 
Pues  que  lleva  la  razón 
De  su  parte. 

Friso. 

Ese  es  delirio. 
Ten  lú  razón ,  yo  fortuna , 
Y  verás  que  no  te  envidio. 


JORNADA  SEGUNDA. 

Vista  exterior  del  mauseolo  de  Niño. 
ESCENA  raiMBBA* 

Suenan  chirimías  y  atabalülos,  y  sale 
á  un  balean  LIGAS  con  un  estan- 
darte, y  abaje  FRISO,  FLAYK) , 

GENTE  T  MÚSICOS. 

« 

LÍCAS. 

Oid ,  oíd,  oíd,  vasallos. 
Nínias  vive ,  Nínias  reina  : 
Decid  todos  ¡  viva .' 

TODOS. 

i  Viva 
Siglos  y  edades  eternas ! 

(Enarbola  el  estandarte ,  vuelven  d  to- 
car, y  vanee  Usas,  el  acompaña- 
miento, lee  músicos  y  ponte,  y  oué~ 
danse  Friso  y  Flavio.) 

FRISO. 

Viva ,  porque  muera  yo. 
flavio. 
Señor,  puesédesta  manera, 
En  dia  tan  celebrado 
De  la  plebe  y  ¡a  nobleza, 
Tú  solo  al  concurso  fallas 
Y  de  la  jura  te  ausentas? 

FRISO. 

Sí ,  Flavio ;  que  aquestas  voces 
Que  ufanas*  y  lisonjeras 
Publica»  que  Nínias  viva, 


Publican  que  Friso  muera } 
Porque  siendo  para  todos 
De  alegría ,  gusto  y  fiesta , 
Son  para  mí  solamente 
De  pena ,  llanto  y  tristeza. 

flavio. 

Pues  ¿  qué  novedad ,  señor , 
Hay  para  que  tú  lo  sientas? 

FRISO. 

Si  no  lo  sabes ,  escucha 

Lo  que  ha  pasado  en  tu  ausencia. 

Vino  á  Babilonia  Nínias , 

Y  ganando  su  belleza 

Un  común  afecto  en  todos, 

O  fuese  natural  deuda, 

O  heredero  vasallaje , 

O  confusa  ó  novelera 

Ceremonia  de  la  plebe 

(Que  esa  es  la  opinión  mas  cierta), 

su  nombre  vio  repetido 

Y  aclamado  de  las  lenguas 
Del  vulgo  f  cuyos  acentos 
Llegaron  á  las  orejas 

De  Semiramis,  que  airada 
De  ver  que  reinando  ella 
Tan  victoriosa ,  aplaudiesen 
Ni  aun  á  su  hijo ,  en  su  ofensa 
(Y  mas  dia  en  que  acababa 
De  darles  la  mas  sangrienta 
Victoria  que  vio  el  Eufrates 
Sobre  sus  ondas  soberbias), 
Por  vengarse  así  de  todos , 
Irritada  de  la  queja  % 
Ofendida  del  agravio , 

Y  de  la  cólera  ciega , 
Del  gobierno  desistió , 
Diciendo  á  voces  que  ella 
lili  cetro  y  laurel  dejaba 

En  su  hijo.  •  Oh  cuánto  yerra 
Quien  grandes  resoluciones 
Toma  aprisa !  pues  es  fuerza 
Que  quien  nresto  Se  resuelve , 
Presto  también  se  arrepienta. 
Yo  pues ,  juzgando  que  aquello 
Mas  efecto  no  tuviera 
Que  una  cosa  dicha  acaso 
Con  cólera  y  sin  prudencia , 
Quise  llevar  adelante 
Las  empeñadas  finezas 
De  su  servicio ,  creyendo 
Que  su  ambición  y  soberbia 
No  había  de  querer  jamas 
Darse  á  partido,  y  que  puesta 
En  castigar  el  motín , 
Se  habia  de  salir  resuelta 
Con  todo ,  quedando  yo 
En  su  gracia ,  viendo  que  era 
El  que  solo  no  había  «lado 
A  su  hijo  la  obediencia. 
Entrambos  discursos,  Flavio, 
Me  salieron  mal ,  porque  ella 
Llevar  también  adelante 
Quiso  el  rencor,  de  manera 
Que  de  la  última  cuadra 
De  aquesa  fabrica  inmensa , 
Para  estancia  suya  hizo 
Clavar  ventanas  y  puertas , 
Guardando  desde  aquel  dia 
Una  viudez  tan  severa , 
Que  el  sol  apenas  la  te , 

Y  si  el  sol  la  ve ,  es  á  penas. 
De  todas  las  damas  suyas 
Una  sola  sale  y  entra 

A  servirla,  sin  que  otra 
Alguna  el  rostro  la  vea  : 
Tanto,  que  entrando  su  hijo 
A  rendirla  la  obediencia, 
Le  habló,  cubierta  la  cara 
De  un  negro  cendal ,  y  en  muestra 
De  que  gustaba  que  él 
I  Gobernase,  la  diadema 


Y  el  cetro  de  oro,  que  fué 
De  Niño  su  esposo  herencia  v 
Le  dio ,  y  para  coronarse 
Con  tantas  públicas  muestras 
Como  boy  hace  Babilonia , 
Su  permisión  y  licencia. 

Si  la  habrá  pesado  ya 
No  sé ;  pero  bien  se  deja 
Conocer  cuánto  burlada 
Halla  un  hombre  su  soberbia 
El  dia  que  por  vengarse 
De  otro,  en  si  mismo  se  venga. 
Yo  pues ,  que  por  ella  estaba 
Declarado,  y  que  con  guerras 
Civiles  pensaba  ver 
A  Babilonia  revuelta , 
No  besé  á  Nínias  la  mano , 
O  se  la  besé  por  fuerza. 
Quando  vino  á  Babilonia, 
Informado  de  mi  queja, 
Se  mostró  airado  conmigo : 
De  suerte  que  á  vene  llega 
Hoy  tan  neutral  mi  fortuna  v  > 
Que  por  servir  á  la  Reina , 
No  serví  al  Bey ,  siendo  asi 

§ue  á  la  que  obligué  se  ausenta 
al  que  ofendí  se  corona ; 

Y  siendo  desta  manera , 
Hoy  que  la  nobleza  y  plebe 
Le  jura  y  su  mano  besa , 

Y  que  mi  hermano  levanta 
Del  mauseolo  á  las  puertas 
El  estandarte  por  él , 

Yo  buyo  de  su  presencia, 
Porque  esas  festivas  voces 
Son  de  mi  fortuna  exequias , 
Cuando  repetidas  dicen 
En  tantas  confusas  lenguas... 

gente.  (Dentro.) 
i  Viva  Nínias ! 

{Suenan  chirimías  dentro.) 

MÚSICOS  Y  GENTE.  {Dentro.) 

¡Nínias  viva 
Siglos  y  edades  eternas! 

FLAVIO. 

Ya  todas  las  ceremonias 
Se  acabaron. 

FRISO. 

Bien  lo  muestra 
El  grande  acompañamiento 
Con  que  da  á  palacio  vuelta. 

FLAVIO. 

Señor,  si  de  aconsejarte 
Merezco  alguna  licencia , 
No  te  extrañes  con  el  Bey; 
Llega  con  todos ,  y  deja 
Que  obre  su  enojo;  no  tú 
Te  anticipes.  Considera 
Que  quizá  el  verte  tan  fino 
Antes  de  ahora  con  la  Rema , 
Le  obligará  á  que  presuma 
Que  con  él  lo  aeras. 

FRISO. 

Esa 
Razón  en  un  pecho,  Flavio, 
De  sustancia  y  de  prudencia 
Militada  es ;  pero  no 
En  el  suyo ,  porque  piensa 
Que,  afeminado,  de  todo 
Se  recala  y  se  recela. 
Pero  tu  consejo  es  bien 
Seguir ,  puesto  que  llega 
Con  tanto  acompañamiento : 
En  él  quiero  que  me  vea 
Entre  todos. 


Palio  da  'palacio. 


Sais  todo  el  acompahamibüto,  LISIAS» 
LIGAS ,  CHATO  y  NINIAS,  y  vuelve 
la  música.  -« FRISO,  FLA  VIO. 

TODOS. 

i  Molas  viva 
Siglos  y  edades  eternas ! 

itáitAS. 

Vasallos ,  deudos  y  amigos , 
Leal  plebe,  ilustre  nobleza, 
A  cuyos  grandes  aplausos , 
A  cuyas  raras  Uoezas 
Siempre  agradecida  el  alma. 
Vivirá  ufana  y  atenta , 
Ya  que  Semiram>s  quiso , 
Mi  señora  y  vuestra  reina , 
Que  yo  os  gobierne ,  y  que  cifia 
JBI  laurel,  por  su  obediencia 
Aun  mas  que  por  mi  deseo , 
A  todos  hacer  quisiera 
Merced ,  y  pagar  á  todos 
Reconocido  la  deuda 
Eu  que  os  estoy :  y  asi,  en  tanto 
Que  la  ocasión  se  me  ofrezca 
¿>e  honraros  á  lodos,  quiero 
Empezar  á  que  se  vea 
Kn  mis  mercedes  ei  gusto 
Que  he  de  tener  en  hacerlas. 
Una  palabra  que  di , 
Hoy  ha  de  ser  la  primera 
Que  cumpla ;  que  á  mi  palabra 
Acudir  ¿otes  es  fuerza. — 
A  Lidoro  desatad  [A  Chalo.) 

De  aqoella  injusta  cadena 
Kn  que  está ,  y  decid  que  al  punto 
Venga  libre  a  mi  presencia. 
(Vate  Chalo.) 

USÍAS. 

Señor,  que  con  él  piadoso 
Andes ,  es  noble  clemencia ; 
Mas  no  le  des  libertad 
Absolutamente :  piensa 
yue  es  poderoso  contrario, 

Y  que  antes  que  la  tenga, 
Es  justo  asentar  con  él 
Que  te  ba  de  dar  la  obediencia 

Y  el  feudo  que  dio  á  tu  padre. 

KfftlAS. 

Tú,  Lisias,  me  aconsejas 
Siempre  lo  mejor ,  y  yo 
Seguir  lo  mejor  quisiera; 

Y  asi,  por  este  consejo, 
Por  tus  canas  y  experiencia, 
Juez  mayor  te  bago  de  Siria 

Y  gobernador  en  ella. 

USÍAS. 

Los  pies  te  beso  por  tantas 
liouras  y  mercedes. 

ltfeOAS. 

Deja 
Vanos  agradecimientos ; 
Mis  le  debo  á  tu  prudencia. 
En  el  mar  de  mi  fortuna 
Piloto  bas  de  aer  de  aquesta 
Nave ,  pues  será  contigo 
Serenidad  la  tormenta.— 
Licas. 

ÜCAS. 

Señor. 

HÜtlAS. 

General 
Eres  ya  de  mar  y  tierra. 

ÜCAS. 

Tus  invictas  plantas  beso 


LA  HIJA  DEL  AIRE;.  SEGUNDA  PARTE 

Por  tantas,  por  tan  inmensas 
Mercedes ;  pero ,  señor , , 
De  no  aceptarlas  licencia  ¡ 

Me  has  de  dar. 

kímas.  : 

¿No  es  ser  ingrato?      | 

lícas. 

No,  gran  señor,  como  adviertas 

Í)ue  del  mar  es  general 
Viso  mi  hermano ,  y  no  fuera 
Justo  que  aceptara  cargo 
Que  has  de  quitarle  á  él  por  fuerza. 

HUMAS. 

A  Friso  le  hará  merced 
Semlramis ,  y  con  ella 
No  había  menester  mas  cargos 
Quieu  tiene  los  de  la  Reina. 

FRISO. 

Señor ,  verme  á  mi  tan  lino 
Con  su  Majestad,  debiera 
Advertirte  que  lo  soy 
Cou  quien  sirvo,  y  la  fineza 
Mas  es  mérito  que  culpa. 

rImias.  (A  Friso.) 

Está  bien, —El  cargo  acepta ;  (A  Ucas.)  * 
Que  no  es  bien ,  por  complacer 
A  Friso ,  que  á  mí  me  ofendas. 

lícas. 

Yo  le  acepto,  gran  señor, 
Porgue  mi  hermano  le  tenga 
Teniéndole  yo,  pues  solo 
Depósito  es  mientras  cesa 
Tu  enojo. 

friso.  (Ap.) 

¡Qué  presto,  cielos. 
De  mi  con  rigor  se  venga ! 

soldado  1.° 
Señor,  yo  soy  el  soldado 
Que,  al  advertir  tu  presencia, 
El  primero  te  aclamó 
Rey,  y  á  quien  le  debes  esta 
Majestad,  que  eterna  goces. 

rriffiAS. 

Medio  talento  en  las  rentas 
Y  tributos  de  Ascalon. 

8ue  por  la  muerte  violenta 
e  Menon  se  confiscaron , 
Quiero  que  de  sueldo  tengas. 

soldado  1,° 
Beso  tus  plantas. 

friso. 

A  mi 
Dellos  Semlramis  beHa 
Merced  me  hizo. 

niiciAS. 

A  este  soldado 
La  bago  yo ,  y  es  acción  cuerda 
El  premiar  yo  á  quien  me  sirve , 
Si  a  quien  tu  sirves  te  premia. 

USÍAS. 

Señor ,  á  hombre  sedicioso, 
Aunque  en  tu  favor  lo  sea , 
No  le  honres;  que  es  hacer 
Al  delito  consecuencia. 

lUNUS. 

Advirtiéraismelo  antes ; 

Que  esta  merced  ya  está  hecha. 

USÍAS. 

Con  todo,  de  reformarla 

Me  bas  de  dar,  señor,  licencia. 


£5 


ESCENA  III. 

;        UDORO ,  CHATO.  —  Dichos. 

LIDORO. 

Vivas,  oh  principe  augusto» 

En  la  verde  primavera 

De  tu  juventud  lozana 

(Sin  ó)ue  el  invierno  se  atreva 

De  los  años  á  borrar 

La  fior  mas  inútil  della) 

La  edad  del  sol ,  ese  hermoso 

Lucero,  que  en  blanda  hoguera , 

Fénix  del  cielo,  renace 

Entre  sus  cenizas  mesmas. 

idifus. 

Alza,  Lidoro,  del  suelo. 
Levanta ,  á  mis  brazos  llega : 

8ue  quiero  desagraviar 
e  mi  madre  las  ofensas 
Con  mis  favores. 

LIDORO. 

Bástanles 
Son  los  de  tu  gran  desasocia, 
Para  que  ya  la  pasada 
Fortuna  al  cielo  agradezca.     . 

RiSIAS. 

La  libertad  te  ofrecí ; 
Pero  antes  que  la  tengas, 
Tengo  que  tratar  contigo. 

Y  asi,  de  no  hacer  ausencia 
Sin  mi  gusto,  la  palabra 
Me  has  de  dar  •  aunque  te  veas  . 
Libre  de  aquella  prisión. 

UDORO» 

i  Qué  importó  estarlo  de  aquella, 
Si  con  mas  seguridades 
Me  prendes,  señor,  en  esta? 
No  la  cadena  le  quita 
Al  noble  quien  la  cadena 
Le  quita;  antes  se  la  pone 
Mas  fuerte,  pues  cosa  es  cierta 
~>ue  la  de  la  obligación 
íi  se  lima ,  ni  se  mella. 

KÍMAS. 

De  paso  ayer  me  dijiste 
Que  el  Dre texto  de  la  guerra 
Que  á  Semframis  bacías* 
Por  mi  y  por  mi  padre  era, 

Y  quiero  tener  mejor 
Entendida  esa  materia. 

UDORO. 

Yo,  señor,  te  la  diré. 

WÍIUAS. 

No  ha  de  ser,  Lidoro ,  en  esta 
Ocasión ;  con  mas  espacio 

Y  menos  gente  saberla 
Quiero  :  mañana  os  dará 
Lisias,  Lidoro,  audiencia. 

Y  ahora ,  porque  acusarme 
La  murmuración  no  pueda 
De  que  un  breve  instante  ture 
La  corona  en  mi  cabeza 
Sin  que  como  cosa  mia 
A  mi  madre  se  la  ofrezca , 
A  su  cuarto  pasar  quiero; 
Que  cuando  ella  no  consienta 
Que  la  vea,  habré  cumplido 
Con  llegar  hasta  sus  puertas. 

CHATO. 

Licencia  estas  luengas  canas , 
Por  ser  canas  y  ser  luengas  „ 
Para  hablarte  una  palabra 
Antes  que  te  ausentes ,  tengan. 

rrfwAS. 
Di  qué  quieres.  Ya  te  escucho. 


fi 


54 


COMEDIA*  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  RAUCA. 


auto. 


Señor,  lu  madre  y  mi  reina 
Me  mandó  que  cou  Lidoro 
Tuviese  muy  graudc  cuerna , 
Porque  el  día  que  fallase 
pe  la  trailla  6  cadena, 
Me  babia  de  poner  6  mj 
Por  viejo  perrazo  dejla. 
Tü  me  mandas  que  le  suelte , 

Y  asi  un  recibo  quisiera 
Tener  luyp. 

•   híxias. 

Pues  si  yo 
Te  lo  mando,  ¿qué  recelas? 

CHATO. 

Bue  se  la  antoje  reinar 
tra  vez  {que  todo  es  que  á  ella , 
Sin  razón  o  con  razón , 
Se  la  ponga  en  la  cabeza) , 

Y  me  diga :  «  Daca  el  preso.  * 
Si  ahora  tú  me  le  llevas, 

No  se  le  podré  dacar ; 
Con  que  del  tallón  la  pena» 

Sue  es  la  del  tanto  por  Unto , 
o  dudo  que  me  eche  á  cuestas, 

Y  me  mande  atar  á  mi. 

icfftus. 
;  Qué  simplicidad  tan  neoia  ! 

CHATO. 

Señor,  el  \\e\o  mas  simple 
Ks  compuesto  de  experiencias.. 
Mejor  que  tú  la  conozco ; 
Pues  tu  puedes  conocerla, 
('orno  á  quien  parió,  mas  yo 
Como  si  yo  la  pariera. 
Mandamiento  de  soltura 
Quiero. 

RÍSIAS. 

El  mandamiento  sea 
Que  te  hagan  una  libranza 
Ue  cien  escudos  de  renta.        {Vas?. 

CHATO. 

|1¡1  siglos  estés  de  un  lado 
Eu  la  gloria  sempiterna; 

Y  hasta  entonces,  oh  famoso 
Monarca ,  vivas  dos  suegras , 
Una  sobre  otra ,  que  es    . 
Inmortal  supervivencia.  — 
Señor  Lisias ,  ¿  quién  hace 
Estas  libranzas  de  rentas? 

Listín 

Acudid  á  los  oficios.  (fttti-.] 

chato. 

¿  Sabéis  vos  adonde  sean , 
Señor  Lidoro? 

LIDORO. 

¿  De  qué 
Queréis  vos  que  yo  lo  sepa? 

chato. 

¿Sabéis  vos  hacer  libranzas, 
Señor  Frisan? 

friso.  . 

Quila,  bestia;. 

chato. 

¿  Y  vos ,  señor  Licas,? 

LÍCAS. . 

Loco, 
Aparta. 

chato. 

¿Hay  cosa  como  esta 
Mas  ¿  qué  me  admiro ,  si  son 
Las  mercedes  palaciegas 
Jubileo ,  y  no  se  ganan 
Sin  hacer  las  diligencias? 
(Yanse  todos,  menos  Friso  y  Uca'j.) 


) 


ESCENA  IV. 

FRISO,  LICAS. 

LÍCAS. 

Ya,  Friso,  que  los  dos  solos 
Hemos  quedado ,  tus  penas 
Hoy  con  mis  felicidades 
Alivio  y  reparo  tengan , 
Bien  asi  como  dos  plantas, 
Que  los  naturales  cuentan 

?ue  son  cada  una  un  veneno, 
estando  juntas  se  templan 
De  suerte ,  que  son  entonces 
La  medicina  mas  cierta. 
Si  tú  estás  triste ,  yo  alegre ; 
Si  de  pérdida  estás ,  piensa 
Que  estoy  de  ganancia  yo : 
Partamos  la  diferencia 
Entre  los  dos,  porque  asi 
Tristeza  ni  alegría  puedan 
Descomponernos,  mezclando 
Mi  alegría  y  tu  tristeza. 
Tu  cargo  me  han  dado  :  nunca 
Mas  tuyo  ba  sido,  pues... 

friso. 

Deja 
De  consolarme,  porque  es 
Decir,  quien  á  otro  consuela , 
Que  siente ;  y  yo  en  esta  parte 
No  hay  sentimiento  que  tenga.. 
Ni  que  tú  seas  dichoso, 
Ni  que  desdichado  sea 
Yo ,  podrán  hacer  jamas 
Que  postrada  mi  soberbia , 
Ni  aun  con  el  semblante  diga 
Que  eso  eslime  ni  esto  sienta. 
>  Hijo  de  la  guerra  soy , 

Y  sabrá  darme  la  guerra 
Ocasiones  en  que  Ninias 
Conozca  que  esta  sangrienta 
Cuchilla  es  rayo  tan  fuerte , 

?ue  ningún  laurel  respeta , 
podrá  ser  que  amenace 
Tal  vez  el  de  su  cabeza. 

LÍCAS. 

Calla,  calla  :  no  proauocies, 
Friso ,  razón  tan  ajena 
De  tu  obligación,  tu  sangre, 
Tu  valor  y  tu  nobleza. 
Minias  es  rey  natural 
De  Siria ,  y  a  su  obediencia 
Has  de  estar  mas  fino  cuanto 
Mas  quejoso. 

FRISO. 

Eso  se  cuenta 
De  muchas  maneras,  Licas. 

LÍCAS, 

La  pasión ,  Friso ,  te  ciega , 

Y  no  quiero  que  te  arrojes , 
Irritada  la  paciencia 
Con  la  oposición,  á  que 
A  decirlo  otra  vez  vuelvas. 
Tu  hermano  soy  y  tu  amigo  : 
Alma,  honor,  vida  y  hacienda. 
Todo  es  tuyo  :  mientras  yo 

i  Felice  soy ,  no  te  tengas 
Por  infelice,  pues  tú 
Aun  mas  que  yo  en  mf  gobiernas. 
Kslo  ha  de  entenderse  cuando 
Como  quien  naces  procedas; 
Que  si  tropiezan  tus  pies 
Donde  desbarre  tu  lengua , 
Ni  tu  hermano  ni  tu  amigo      • 
Seré ;  porque  considera 
Que  también  es  esta  espada 
Hayo  que  nada  reserva., 

Y  podrá  ser  que  se  manche 
Tal  vez  en  tu  sangre  mesnia.     (Vase 


ESCENA  V. 

FfUSO. 


Quien  no  teme  á  la  fortuna 
Sus  iras,  ¿quieres  que  tema 
Tus  amenazas?  Pues  yo , 
Aunque  ruinas  me  prevengas, 
He  de  buscar  ocasiones 
En  que  toda  Siria  vea 

?ue  sé  vengar  mis  agravios 
sé  sentir  mis  ofensas/ 
Batria  ¿rebelada  siempre 
No  está?  Pasaréme  á  ella, 
Y  como  ladrón  de  casa , 
Haré  á  Babilonia  guerra; 
Que  hoy  no  hay  defensa ,  pues  boy 
Semiramis  no  gobierna. 
Por  ella  y  por  mi  las  armas 
He  de  tomar ,  porque  vea 
Un  joven  rey  que  vasallos 
Como  yo  no  se  desprecian. 
La  fama  á  voces  dirá , 
Llena  de  plumas  y  lenguas , 
Cuando  la  pregunte  el  viento  : 
t  ¿Quién  quitó  de  la  cabeza 
El  laurel  á  Ninias?»... 

ESCENA  VI. 

FLORA ,  entreabriendo  una  ventana. 
-~  FRISO. 

FLORA. 

Friso. 


FRISO. 


¿Qué  escucho?  i  Tan  presto  empieza 

Ya  la  fama  á  publicarlo , 

Que  aun  no  aguarda  á  que  suceda? 


Friso. 


FLORA. 
FRISO. 


Mf  nombre  otra  vez 
Escuché.  ¿  Si  de  mi  idea 
Fué  ilusión?  Nadie  se  mira. 

FLORA» 

Hacia  aquesta  parte  llega. 

■  FRISO. 

De  aquel  cuarto  de  las  damas 
Una  veutana  entreabierta 
Está,  y  de  allí  me  bao  llamado. 
Oh  tú,  quien  quiera  que  seas  t 
¿Qué  me  mandas? 

flora. 

¿Estáis  solo? 

FRISO. 

Si,  que  nadie  hay  que  hacer  quiera 
Compañía  á  un  desvalido 

flora.  (Échale  un  papel.) 

Pues  lomad ,  y  la  respuesta 
Sea  hacer  lo  que  se  os  manda , 
Sin  que  ninguno  lo  entienda; 
Que  os  va  el  honor  y  la  vida. 

(Quitase  de  la  ventana.) 

ESCENA  Vil. 

FRISO. 

¿Quién  vio  enigma  como  esta? 
Una  mano  solamente 
Vi ,  que  rompió  de  la  reja 
La  clausura ,  para  ciarme 
Este  papel.  Cuyo  sea 
No  se ,  porque  es  en  amor 
Tan  desdichada  mi  estrella , 
Como  en  las  demás  fortunas; 
)    O  sino ,  digalo  Astrea , 


A  quien,  tan  aborrecido, 

He  adorado.—  Fácil  nema , 

A  quien  dio  tantos  secretes 

Nuestra  confianza  necia , 

Pues  se  fia  de  unas  guardas 

Tan  fáciles  de  romperlas ,    (Lo  abre.) 

Di ,  ¿  cuyo  eres?  No  trae  Arma , 

Y  dice  desia  manera': 
{lee.)  c  Una  mujer  afligida , 
•Que  poco  á  su  estrella  debe, 
»l>e  vos  á  llar  se  atreve 
»Pama,  sér.houor  y  vida. 
»Y  pues  se  na  de  vos, 

»  Venid  á  verla;  que  abierta 
a  Del  jardin  tendréis  la  puerta 
»Esta  noche.  Guárdeos  Dios.» 
¿Qué  be  de  hacer  eu  el  empeño 
De  una  confusión  tan  nueva  ? 
Mas  ¿qué  pregunto?  La  duda 
¿No  es  de  mi  valor  ofensa?, 
¿Cómo  me  puedo  excusar 
I)e  la  obligación  y  deuda 
En  que  una  mujer  me  pone, 
Diciendo  que  á  mi  nobleza  ' 
Ser,  honor  y  vida  fia? 

Y  asi ,  esta  noche  iré  á  verla; 
Que  aunque  no  sepa  quién  es , 
Que  es  mujer  basta  que  sepa , 

Y  que  se  ampara  de  mí, 
Para  que  arriesgue  por  ella 
También  ser,  honor  y  vida, 
Ya  que  la  naturaleza 

Les  dio  tales  privilegios 
Sobre  las  acciones  nuestras, 
Que  aun  primero  que  el  amarlas, 
Nos  obliga  obedecerlas.  (Vaso.) 

¿ala  de  palacio. 

ESGEuTA  TUL 

Par  km  parte,  LIBIA  v  ASTHBA,  y 
luego  per  otra,  NIN1AS. 

ASTBEA. 

Ya  que  la  Beioa  ¡ay  de  mi! 
Dejarse  ver  no  ha  querido 
Del  Rey,  y  que  él  «espedido 
Vuelve  á  pasar  por  aquí , 
Aqui ,  Libia ,  has  de  quedarte , 
Mientras  yo  A  su  Majestad 
Llego  á  hablar. 

'  USÍA. 

De  mi  amistad 
Sabes  que  puedes  liarte. 

ASTBEA. 

Avisa  si  alguien  viniere ; 
Que  no  quiero  que  me  vea 
Nadie  con  él. 

(Sale  Maias.) 

JUMAS. 

Bella  Astrea... 


U  HIJA  DEL  A1BE.  SEGUNDA  PARTE. 


85 


Más  felicidad  no  espere 
Quien  ha  merecido  aquí 
Llegar  tu  mano  á  besar.  * 

XfalAS. 

Libia  escucha :  ¿podré  hablar 
Delante  de  Libia? 

ASTBEA. 

SI. 
nhfiAs. 
Pues  antes ,  divina  Astrea , 
Que  yo  entrase  aqui,  sabia 
Que  Semlramls  no  habla 
De  permitir  que  la  vea ; 
Pero  quise  con  aquella 
Ocasión  entrar  aquí, 
Por  verte,  mi  bien,  á  tf> 


Mas  que  por  hablarla  á  olla. 
Pero  ¿qué  es  esto?  Kn  un  dia 
Que  á  ser  tan  dichoso  empieza, 
¿Son  muestras  de  tu  tristeza 
Parabién  de  mi  alegría? 
¡Tú  lágrimas,  al  mirar 
Mis  felicidades ! 

ASTREA. 

Si, 
Que  haber  lacrimas  oí 
De  placer  y  de  pesar ; 

Y  en  mi  lo  he  llegado  á  ver 
Todo,  pues  cuando  te  adoro 
Como  rey  y  amante ,  lloro 
De  pesar  y  de  placer. 

De  placer,  señor,  por  verte 
Dueño  del  mayor  trofeo  : 
De  pesar,  porque  me  veo 
Indigna  de  merecerte; 

Y  asi,  entre  gustos  y  enojos , 
Doy  á  lisonjas  y  agravios 

El  parabién  con  los  labios, 

Y  el  pésame  con  los  ojos. 

lUAIAS. 

¿Pudiste  nunca  ignorar 
Que  era  principe  heredero 
De  Siria? 

ASTBEA. 

No.  y  á  eso  quiero 
Que  responda  un  ejemplar. 
Ninguno  ignora,  señor, 

gue  su  amigo  ó  que  su  hermano 
s  mortal :  aquesto  es  llano ; 
Pero  ninguno  el  rigor 
De  serlo  llega  á  sentir 
Tan  anticipadamente , 
Que  dé  á  entender  que  lo  siente , 
Hasta  que  le  ve  morir; 
Porque  en  fin ,  hasta  aquel  dia 
No  le  pierde  :  asi,  aunque  no 
ignore,  gran  señor»  yo 
Que  mi  Rey  eras  ♦no  hacia 
Tan  anticipado  acuerdo 
Como  el  que  ahora  haciendo  estoy ; 

Eue  si  hoy  llega  el  caso,  hoy 
i  el  dia  que  te  pierdo. 

IfUIIAS. 

Aunque  es  verdad  que  en  la  calma 

Del  morir  se  ve  perdida 

La  acción  de  aquello  que  es  vida , 

No  el  ser  de  aquello  que  es  alma. 

Alma  en  mi  ha  sido  mi  amor : 

Luego  no  la  habrá  mudado 

El  haberse  hoy  elevado 

A  esfera  mas  superior. 

Y  asi ,  pues  hoy  llego  á  verme 

Tan  rendido,  no  llegó 

De  llorarme  el  dia,  pues  no 

Llegó  el  dia  de  perderme. 

No  llores,  mi  bien,  mi  cielo- : 

Mira  que  pesar  me  das. 

ASTBEA. 

;Qné  tarde  r  señor,  podrás 
Mejorar  mi  desconsuelo , 
No  siendo  tan  necia  yo» 
Que  no  conozca  ¡  ay  de  mi  1 
Que  este  dia  te  perdí ! 

HÍHIAS. 

¿Porqué,  Astrea? 

ASTBEA. 

Porque  no 
Pueden  dos  desigualdades 
Tales  tener  proporción. 

BUHAS. 

Amor  es  dios ,  y  no  son 
Dos  tantas  dificultades 
La  de  una  Ilustro  vasalla. 


Y  de  un  rey  enamorado. 

Y  cree  de  mi  cuidado 

gue  si  cobarde  se  halla 
n  declararse,  es  porqué 
No  añada  mi  voluntad 
Novedad  á  novedad. 
Yo,  mi  bien .  me  casaré. 
Déjame  entablar  primero 
En  el  reino ;  que  no  ignoro 
De  la  fe  con  que  te  adoro, 
La  verdad  con  que  te  quiero, 
Astrea ;  y  cuan  tuyo  soy, 
Sepa  después  tu  amoroso 
Pecho,  pues  de  ser  tu  esposo 
Maoo  y  palabra  te  doy. 

ASTBEA. 

Y  yo  á  tus  plantas  rendida ,    • 
Por  amor  y  por  respeto. 
Una  y  mil  veces  la  aceto 
Con  el  alma  y  con  ia  vida. 

(Arrodillóte  y  y  él  la  alza.) 

nímas. 
¿Qué  haces? 

ASTREA. 

Este  Jugar  tienen 
Por  centro  las  glorias  mias. 

LIBIA. 

Licas,  señor,  y  Lisias, 
Entrando  á  esta  sala  vienen. 

* 

ASTBEA. 

Pues  que  yo  me  ausente  es  bien , 
Por  desvelar  su  sospecha. 

Vete ,  que  yo  la  deshecha 
Haré  con  Libia  también, 
Dando  á  entender  que  ella  fué 
Con  quien  hablaba  yo  aqui. 
(Vate  Asirea.) 

LIBIA. 

Pues  ¿no  basta  que  de  mi 
Te  sirvas,  señor,  en  que 
,  Te  avise ,  sluo  querer 
Qne  padezca  ahora  yo 
Malicias  de  lo  que  no 
He  llegado  á  merecer? 

RfallAS» 

Esto  importa ,  y  no  te  has  de  ir. 

(Tos**  la  mano  á  Libia.) 


Suéltame ,  señor,  la  mano  : 
Advierte... 

RÍNIAS. 

Porfías  en  vano. 


LICAS,  LISIAS.  —  NINIAS ,  LIBIA. 

LÍCAS.  (Ap.) 

¿Esto  es  mirar,  ó  morir? 

usías. 
Señor... 

ÜCA8.  (Ap.) 

¡Qué  extraños  recelos  í 

ltíftIAS. 

¿Qué  queréis? 

USÍAS. 

Licas  y  yo 
Venimos... 

LÍCAS.  (Ap.) 

¿Quién  jamas  vio 
Tan  cara  á  cara  sus  celos  Y 


COMEDIA»  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


usías. 

Buscándote,  porque  ha  balido 
Una  grande  novedad. 

UlftlAS* 

£1  ingenio  y  la  beldad 
De  Libia  aquí  dtvertjdp 
fie  tenia  ahora  e»  contaría* 
JLa  ínstela  con  que  está 
Remirarais  :  tal  que  ya 
Aun  á  mi  no  qajeta  neblarm*. 
Decidme  vos  r  ¿quii  va  sido 
Esa  novedad  t 

M*i*s, 
Señor, 
Lícas  la  dirá  mejor* 
Que  es  quien  la  carta  ba  tenido, 

*¿cas. 

De  Lidia  un  propio  ba  llegado, 

Y  Irán,  señor,  ne  previene* 
De  Lidoro  hijo,  que  viene 
Con  grande  ejército  armado 
A  ponerle  en  libertad, 
Cuya  multitud  extraña 

La  mas  desierta  campaña 
Yuelve  poblada  ciudad. 

YfNUS. 

¿Qué  haremos  para  que  baya 
Medio  en  tan  grandes  extremos  7 
¿No  será  bien  que  te  demos 
Libertad ,  y  que  se  vaya? 

usías. 

pii  ningún  tiempo,  señor» 
Te  importa  tenerle  preso 
Illas  que  ahora  :  á  tanto  exceso 
La  seguridad  mayor 
La  vida  suya  bu  de  ser, 

pices  bien ;  mas  yo  quisiera 
Que  guerra  en  Sír|a  no  bubierat 
usías, 

Pues-  no  lo  dea  A  entender ; 
Que  aunque  el  natural  temor 
En  todos  obra  igualmente , 
No  mostrarle  es  ser  valiente, 

Y  esto  es  lo  que  bace  e»  valor. 

KfmAS» 

Venid  conmigo  loe  dos ; 
Que  los  dos  baiieis  de  ser 
Los  que  habéis  de  disponer 
ti  suceso.— Libia ,  adiós. 

(Yante  Nittitté  y  LUla*.) 

5SCENAX 
LICAS»  LIDIA. 

LÍCAS. 

Aunque  el  Re*  w#  f&ere*  liablaj 
Tengo ;  que  celos  que  nacen 
Rastardos  hgos  del  wai% 
Son  tan  vanos  que  se  haceq 
En  cualquier  patte  logar. 

MOTA. 

Pues  antes  que  me  bables ,  deja. 
Que  responda  á  la  intención 
Con  que  tu  labio  se  queja» 
Porque  la  satisfacción 
Salga  al  camino  á  la  queja. 

lícas. 

¿Qué  satisfacción,  si  ba  sido 
'  La  queja  de  calidad 
Tal ,  que  no  la  ha  permitido, 
Supuesto  que  divertido 
De  tu  ingenio  y  tu  beldad 
El  Rey  estaba,  y  yo  vi 
Que  IV  hermosa  mano  aqeJ 


Fué  tiranamente  atare, 
Para  él  áspid  de  nieve , 
Y  de  fuego  para  mi? 

libia* 

I  a  razón  de  tus  enojos 
No  te  la  puedo  negar; 
Alas  los  celos  traen  antojos 
De  aumento,  con  que  engañar 
A  la  ambición  de  los  ojos. 

LÍCAS. 

¿Puede  ser  que  engaño  sea 
Loque  vi? 

¿No  puede  ser ♦ 

LÍCAS. 

No,  ni  que  yo  te  lo  crea. 


1 


Pues  si  no  lo  has  de  creer, 
No  le  diré... 

ticas, 

¿Qoé? 
uut*. 

Que  Astrea 
Es  a  la  que  et  Rey  amé, 
Que  hablaba  con  el  aquí ; 
Que  como  a  su  padre  fió 
venir,  se  retiré,  y  yo 
Deshecha  de  su  amor  ftii. 
Viendo  pues,  que  tú  venias 
También,  señor,  con  Lisias , 
Quise  irme ;  pero  en  Vano, 
Porque  fué  del  Rey  la  mano 
Remora  á  las  plantas  mías. 
Esta  es  la  verdad  :  si  en  nada 
Satisface  mi  beldad , 
Eso  mismo  te  persuada... 

lícas. 
¡,\  qué,  Libia? 

-    LIBIA. 

A  que  es  verdad  * 
Supuesto  que  es  desdichada* 

LÍCAS. 

Libia ,  ni  verdad  la  creo» 
Ni  desdichada  la  dudo; 
Mas  solo  saber  deseo 
Si  lo  que  escuché  ser  poda 
Mas  cierto  que  lo  que  veo. 
Aquello  vi ,  esto  escuché  : 
lluego  licencia  tendré 
De  apelar  á  la  experiencia. 

MUÍA. 

'  Yo  te  doy  esa  licencia. 

!  LÍGAS. 

1  No,  no,  yo  la  tomaré. 

■  Lince  ya  de  mis  pasiones, 
Las  palabras,  las  acciones 
Del  Rey  es  bien  que  yo  vea, 

!  Y  en  sabiendo  que  es  Asures, 

•  Dueño  de  sus  atenciones , 
Cesara  aquesta  dolencia. 
A  ella  es  razón  que  acuda; 
Que  una  celosa  violencia 
Tarde  de  costumbres  muda,, 

:  Y  suspira  la  eyidlencla.. 

LIBIA. 

Yo  me  holgaré  de  que  sea 
Crisol  el  amor  de  Asiré*, 
Que  examine  esta  verdad. 

lícas. 

¡Con  cuánta  facilidad 
liará  que  yo  se  lo  croa! 

usía. 

¿Por  qué? 

lícas. 

Porque  estriba  en  ella 


1  Mi  vida ,  porque  se  batto 
1  Mi  felicidad  en  veMa, 
i  Y  porque  voy  á  buecatla 
Con  ánimo  de  creella.  (Venar.) 


Jtrtin.  —  Es  de  noche. 

EBGEftAXI. 

FLORA»  FRISO. 

FVOSA.       , 

Pisa  con  silencio. 

miso. 

Apenas 
Darán ,  entre  sombras  tantas , 
Mudas  senas  de  mis  plantas 
Las  flores  ni  las  arenas 
De  aquestos  jardines;  pues 
Dandos  distantes  hau  hecho, 
Todo  el  valor  en  el  pecho. 
Todo  el  temor  en  tos  pies. 

flom. 

No  me  pierdas,  ven  tres  mi. 

miso. 

Desde  que  al  jardín  llegué* 
Desde  que  en  su  esfera  entré  t 

Y  desde  que  te  segui , 
Grande  espacio  hemos  andado» 

Y  110  sufre  el  corazón 
Padecer  la  dilación 

De  tan  penoso  cuidado 
Un  instante  mas,  porqué 
Ya  es  un  siglo  cada  instante. 
Ño  pues  dos  veces  amante 
Quieras ,  señor»,  que  esté. 
Dime  si  eres  quien  mandó 

iue  á  verte  viniese  aquí* 

el  papel  me  arrojó. 

klora- 


¥ 


Sí. 


(Vau.) 


MISO. 

¿Y  eres  quien  me  liana? 

plora. 

No. 

FRISO. 

Pues  no  me  dilates  mas 
El  declararme  quién  fué. 

flora. 

Quédate  aquí  solo ;  que 
Presto,  Friso,  lo  veras. 

ESCENA  m 

FRISO. 

Confusa ,  pálida  sombra, 

Del  pasmo,  et  susto,  el  pavor 

Madre  iofeliz ,  cuyo  horror 

Atemoriza  y  asombra, 

Dime  dónde  me  ba  traído 

Mi  loca  temeridad ; 

Y  á  tu  atezada  deidad , 

Diosa  del  sueño  y  olvido, 

Un  templo  fabricaré 

De  negro  jaspe  funesto, 

De  triste  ciprés  compuesto 

El  altar,  y  en  él  pondré 

De  negro  azabache  una 

Imágeu  tuya ,  tan  betta , 

Que  trémulamente  della 

Sea  lámpara  la  luna , 

En  cuyas  aras  presumo. 

Que  arda ,  por  mas  pompa  y  fausto, 

Sin  llamas  el  holocausto, 

Por  no  dejar  de  hacer  humo. 

Dime  pues,  dándome  indicio 


LA  MU  DEL  AlfiE.  SEGUNDA  PARTS. 


97 


De  que  piadosa  te  ofreces, 

Y  de  que  el  voló  agradeces , 
Mientras  llega  el  sacrificio, 
Dónde  estoy,  quién  me  llamó, 

Y  quién  esta  mujer  fué. 


SEMÍRAMIS»  vestida  de  ¡uto,  cm  un 
velo  en  el  rostro  y  una  luz  en  la  me- 
ii*.  —  FlUhO.  % 

semíramis. 
Yo,  Frito,  te  lo  diré. 

FRISO. 

Pues  decidme,  ¿quién  fué  ? 

semíramis.  (Descubriéndose.) 

Yo. 
miso. 

Ya  es  otra  la  duda  mía , 
Viendo  que  en  aqu<  sle  punto 
A  la  noche  lo  pregunto, 

Y  me  lo  responde  el  «lía. 
¿Vos  sois  la  que  me  Mamáis? 

smujUAMis. 

Yo  os  escribí  aquel  papel» 

FRISO. 

Pues  ¿cómo  (tocis  en  él 
Vite  houor,  vida  y  ser  Üais, 
Señora ,  de  mi  valor, 
Como  mujer  afligida  ? 

SCSÍRAMIS. 

Porque  mi  honor,  ser  y  vida , 
Ni  es  ser,  ni  <vida  ni  honor» 

Y  de  tos  fiarlo  intento. 
Porque  sé  que  me  servís 
Solo  vos. 

FRISO. 

Bien  lo  advertís, 
¿Qué  mandáis? 

StUMAHIS. 

Ettadme  atento. 
Yo.~  Mas  primero  que  aqui 
Mi  pecho  os  descubra  osado. 
Decidme  vos  si  restado 
Tendréis  valor  para... 

FRISO. 

Si. 

suhjmuis. 

Pues  ¿como  de  aqueste  modo, 
Antes  de  oir  para  qué , 
Me  respondéis? 

FBfSO. 

Porque  sé 
Que  le  tengo  para  todo. 

SEMÍRAMIS. 

¿Y  daiame  palabra  hoy?... 

FRISO. 

Si,  señora* 

semírauis. 

¿Antes  de  oir 
Deque? 

friso. 

Si ,  que  esto  es  decir 
Que  para  todo  os  la  doy. 

Y  porque  confuso  radio. 
Cuanto  imaginéis  ofrezco 
Hacer,  y  si  oírlo  merezco, 
Decid. 

SEMÍRAMIS. 

Escuchad. 

FRISO. 

Ya  escucho. 


SEUMMM*.   * 

Yo,  de  Mino  mujer,  y  del  viuda, 
Keiué  en  Siria. 

FRISO. 

Mi  pecho  no  lo  duda. 

SEMÍRAMIS. 

Corrió  voz  que  alevosa 
Muerte  le  di. 

FRISO. 

La  envidia  es  maliciosa» 

SEUÍRAM1S. 

Con  esta  acción  Lidoro 
A  Babilonia  vino. 

FRISO. 

No  lo  ignoro. 

SEMÍRAMIS. 

Dijome  oue  cruel  tiranizaba 
A  mf  hijo  el  laurel. 

FRISO. 

Presente  estaba. 

SEUÍRAHIS. 

Por  él  envié  al  instante. 

FRISO. 

Sé  que  vino  también  ,  pasa  adelante. 

semírauis. 
Vencí  á  Lidoro  eh  singular  batalla. 

friso. 
Tu  peine  lo  dirá,  no  hay  que  acordalla. 

SSUiRAIfllS. 

Volviendo  victoriosa , 
Hallé... 

FRISO 

Nobleza  y  plebe  sospechosa. 

SEMÍRAMIS. 

De  Ninias esparcido  el  nombre  al  viento. 

vuno. 
Aun  ahora  parece  que  lo  siento. 

SEMÍRAMIS. 

Del  aplauso  ofendida*.. 

FRISO. 

Ya  lo  sé ;  que  el  dolor  minea  se  olvida. 
Basta  aquí  sé  de  tus  desdichas  grates. 

SEMÍRAMIS. 

Pues  oye  desde  aquí  lo  que  no  sabes. 

Si  al  corazón  que  late  en  este  pecho 

Todo  el  orbe  cabal  le  vino  estrecho, 

¿Qué  le  vendrá  un  retrete  tan  esquivo 

Que  tumba  es  breve  á  mi  cadáver  vivo? 

Yo,  Friso,  arrepentida 

De  verme,  tan  á  costa  de  mi  vida , 

En  mi  misma  vengada, 

Vivo,  si  esto  es  vivir,  desesperada. 

Esta  quietud  me  ofende , 

Matarme  aquesta  soledad  pretende , 

Angustíame  esta  sombra , 

Esta  calma  me  asusta , 

Esta  paz  me  disgusta , 

Este  pavor  me  asombra , 

Y  este  silencio,  en  fin,  tanto  me  oprime, 

?ue  á  un  fatal  precipicio  me  comprime, 
o  pues,  no  quepo  en  mi,  y  cou  nuevo 
Solicito  explayarme  de  mi  nuuaaa,  [cisma 
Si  con  (lera  arrogancia 
Me  declaro,»  faltar  á  la  constancia[cia, 
Que  prometí, del  reino  haciendo  ausen- 
X  es  poner  el  laurel  en  contingencia, 
Cuando  con  señas  de  mi  esfuerzo  viles 
Ahora  mueva  yo  guerras  civiles. 

Y  asi .  Friso,  procuro  [ro. 
Eu  la  industria  hallar  medio  mas  segu- 
Pero  antes  que  la  industria  te  declare, 

i  Ditc  á  tu  admiración  que  no  se  pare; 


Que  volando  en  ajenas  alas  venga , 

Cuando  las  suyas  desplomadas  tenga ; 

Porque  es  preciso  hallar  ea  esta  parte 

Juntos  el  hablar  yo  y  el  admirarte. 

Ninias  es  mi  retrato  : 

Pues  con  sus  mismas  señas  robar  trato 

La  majestad ;  que  sin  piedad  alguna, 

Ladrona  me  he  de  hacer  de  mi  fortuna. 

A  este  efecto  ya  tengo  prevenidos 

Adornos  á  los  su  vos  parecidos,  [quenas 

Porque  aun  la¿  circunstancias  mas  pe* 

No  puedan  desmentirnos  en  las  senas. 

A  este  efecto,  en  aqueste  vil  retiro. 

Donde  un  suspiro  akanxa  otro  suspiro, 

Del  femenil  adorno  hacieudo  ultraje, 

Me  he  ensayado  en  el  traje 

Varonil ,  porque  en  nada 

Me  halle  la  novedad  embarazada. 

Este  lulo  funesto 

Pudiera  asegurártelo  bien  presto, 

Pues  hipócrita  es,  que  triste  encubre 

La  vanidad  que  de  modestia  cubre. 

A  este  efecto  también  me  he  retirado 

Con  tanta  autoridad,  tanto  cuidado 

Por  tener  hecha  ya  la  consecuencia 

De  que  ninguno  llegue  á  mi  presencia. 

La  industria  dije  ya  :  pues  oye  el  modo, 

Para  que  de  una  vez  lo  sepas  todo*. 

Ya  he  dicho  que  ladrona 

He  de  ser  de  su  cetro  y  su  corona  : 

Para  robo  tan  grave , 

El  paso  me  asegura  aquesta  llave. 

No  hay  en  todo  palacio 

Tan  retirado  espacio 

Que  no  registre,  y  mas  el  cuarto  suyo; 

Pues  por  un  caracol  secreto ,  arguyo 

Que  va,  vencido  el  miedo 

Con  haberlo  pensado,  llegar  puedo 

Del  Hey  al  coarto.  Cuando 

Las  sombras  de  la  noche  sepultando 

Su  vida  estén  en  el  silencio  mudo 

De  su  sueño,  no  do  do 

Que  tapando  su  boca 

Con  los  fáciles  nudos  de  la  toca , 

Podré  ciego  traerle 

Donde  el  sol  otra  vez  no  llegue  á  verle, 

En  su  lugar  quedando 

Yo,  con  mentido  sexo,  gobernando. 

Una  dificultad  hay  solamente , 

Y  es  que  dé  voces :  esta  fácilmente 
La  be  de  salvar  con  que  un  retrete  ten- 
Que  para  prisión  suya  le  prevengo, [go 
Donde,  auoque  á  voces  con  sus  nenas 

[luche, 
No  es  posible  que  nadie  las  escuche. 
Para  tan  grande  empeño 
Me  he  de  valer  de  ti,  después  del  sueño; 
Porque  sola  no  Cuera 
Posible  que  yo  á  tanto  me  atreviera ; 
Que  aunque  es  verdad  que  Licas  me  ha 

[debido 
Mas  afectos  que  tu  (Ap.  Pierdo  el  sen- 
Cuando  dellos  me  acuerdo ,        [tido , 

Y  aun  el  juicio  es  poco  que  no  pierdo.) 
Viéndote  á  ti  mas  uno 

Conmigo  en  la  opresión  de  mi  deslino, 

De  ll  quise  fiarme, 

De  ti ,  Friso,  valerme  y  ampararme. 

Mujer  soy  afligida  : 

Pues  vivo  sin  reinar,  no  tengo  vida. 

Mi  ser  era  mi  reino : 

Sin  ser  estoy,  supuesto  que  no  reino. 

Mi  honor  mi  imperio  era, 

Sin  él,  honor  no  tengo;  de  manera 

Que  á  tns  plantas  rendida , 

Fio  de  U  mi  honoi\  mi  ser,  mi  vida, 

miso. 

Si  desde  el  mismo  instante 

Que  conocí  tu  espíritu  arrógame , 

No  me  ofrecí  á  servirle , 

Fué ,  señora ,  por  no  dejar  de  oírte ,  > 


t¿8 


Sacando  en  tan  extraño 
Caso  de  cada  voz  un  desengaño. 
Tuyo  soy,  tuyo  be  sido  :  , 

De  nrl  elección  estoy  desvanecido ; 

Y  solo  le* respondo, 
(.uando  á  quien  soy  osado  correspondo, 
Que  pues  la  noche  ya  caduca  baja . 
Embozada  en  su  lóbrega  mortaja , 
Declinando  en  bostezos  y  temblores 
La  primera  lección  de  sus  horrores, 
Hasta  el  cuarto  pasemos 

Del  Rey,  no  porque  nada  efectuemos , 

Sino  porque  veamos 

En  qué  disposición  su  gente  hallamos, 

Para  ir  previniendo   * 

El  dónde,  el  cómo  y  cuándo. 

SEHÍRAM1S. 

Ya  te  entiendo , 

Y  la  respuesta  sea 

Apagar  esta  llama  :  asi  se  vea 
Cuánto  desalumbradas  mis  locuras 
Aborrecen  la  lux  y  obran  á  obscuras. 
Ven  ahora  conmigo ; 
Que  yo  te  be  de  ayudar. 

FRISO. 

Tus  pasos  sigo. 
(Ap.  Cumplióse  mi  esperauza : 
Trajo  el  cielo  á  mis  manos  la  vengan  ja.) 

S8HÍRAHIS. 

Vén,  no  temas ,  que  cuando  no  consiga 
El  intento,  me  basta  que  se  diga 
Que  lo  emprendí.  El  couceplo  de  mi  idea 
Escándalo  de  todo  el  mundo  sea. 

(Vanse.) 


COMEDIAS  DG  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

B8GENA  XV.        | 

LICAS.  —  LISIAS,  CHATO. 

LÍCAS. 

¿Qué  rumor  es  este? 

USÍAS. 

Ese  loco,  ese  villano , 
Que  aqui  se  ha  entrado. 

ücas. 


XVII. 

SEMIRAMIS,  FRISO. 

friso. 

Rumor  ninguno  se  oye 
En  todo  el  cuarta  .  . 

sehírahis. 

Ya  debe 


Cámara  del  Rey. 


XIV. 

LISIAS;  CHATO,  con  luz. 

LISIAS. 

¿  Cómo  vos  estáis  aqui 
A  esta  hora  ? 

CHATO. 

Mi  oficio  es  este. 

usías. 

Vuestro  oficio  ¿  allá  en  la  caza 
El  ejercicio  no  tiene? 

CHATO. 

Concedo. 

usías. 

Pues  ¿cómo  lo  es 
El  entrar  eu  el  retrete 
Del  Rey  á  esta  hora? 

chato. 

Escuchadme , 
Responderé  en  forma  y  breve. 
Alimentar  es  mi  oficio 
Los  perros. 

USÍAS. 

Pues  bíeu  ¿  qué  tiene 
Que  ver  eso  con  entrar 
Aqui? 

CHATO.      ' 

Ahora  lo  veredes.a 
Mandóme  el  Rey  cien  escudos  : 
Ninguno  escribirme  quiere 
La  libranza  :  siendo  asi 
Que  ha  sido,  señor,  aqueste 
Un  puesto  que  el  Rey  me  ha  dado , 
¿Buscarle  aquí  no  conviene , 
Para  darle  cuenta  del 
Siempre  que  me  la  pidiere? 

USÍAS. 

i  Qné  necedades !  Por  vida 
Del  Rey.. 


Chato,  aquí? 

CHATO. 

Lo  dicho  dicho : 
No  he  de  decirlo  dos  veces; 
Que  es  contra  el  arte ,  y  habrá 
Un  critico  que  lo  enmiende. 

LÍCAS* 

Vete  de  aquí. 

CHATO. 

Yo  me  iré. 
En  palacio ,  finalmente , 
Toda  es  gente  honrada ;  pero 
Mi  libranza  no  parece. 


XVI. 

LISIAS,  LICAS. 

USÍAS. 

¿Qué  hace  el  Rey? 

LÍCAS. 

Medio  desnudo. 
Quiso  ver  unes  papeles, 

Y  dormido  se  ha  quedado 
Sobre  ellos  y  en  el  bufete ; 
Que  esta  es  la  señal  que  solo 
Dan  de  mortales  los  reyes. 
Yo,  aunque  con  oseo  que  ya 
Es  hora  de  recogerse , 
No  me  atrevo  á  despertarle , 
Por  el  gusto  con  que  duerme. 

LI8ÍA8. 

Bien  has  hecho  :  la  cortina 
Le  corre,  basta  que  despierte 

Y  llame. 

(Va  Lícas  al  dormitorio  del  Rey, 
y  vuelve.) 

ÜCAS. 

Confuso  estoy , 
Lisias. 

LISÍAS.' 

¿Deque? 

LÍCAS. 

De  verle 
De  un  ánimo  tan  cobarde  : 
No  sé  cómo  se  lo  enmiende. 
En  esto  habernos  de  hablar. 

LISÍAS. 

Salgámonos  del  retrete : 
Conferiremos  los  dos 
Cómo  corregirse  puede 
Este  defecto,  que  en  él 
Ha  sido  natural  siempre. 

LÍCAS. 

Dices  bien,  porque  entre  sueños 
Algunas  veces  se  entiende 
Lo  que  habla. 

USÍAS. 

El  llamará , 
Si  despertare.  - 

lícas.  (Ap.) 

¡Qué  fuerte 
Pasión  es  la  de  los  celos ! 
¿•Si  el  Rey  ama  á  Libia? 

USÍAS. 

Vente , 
Dejémosle  reposar. 
¡Oh !  quiera  el  cielo  que  llegue 
„     Tiempo  en  que  me  desengañe 

De  dudas  tan  inclementes.      (Vanse.) 


¿Qué  quieres, ¡  De  estar  recogido. 

~  FRISO. 

No  bate; 
Que  allí  vestido  se  ofrece , 
En  una  silla  dormido. 

SEHÍRAHIS. 

Mucho  extraño  que  le  dejen 
Tan  solo. 
>  friso. 

!  Pues  por  si  acaso 

Ha  sido  descuido  este , 
fV      .  '  Y  no  sucede  otra  vez , 
{fase. y  Logrémosle  hoy  que  sucede. 

!  SKHÍRAHIS. 

|  En  un  pensamiento  estamos. 

¡  PMSO. 

¡  Las  grandes  acciones  suelen 
Hacerse  acaso,  mejor 


eue  cuando  se  piensan.  ¿Quieres 
ue  boca  y  rostro  le  tape , 
Porque  asi  ni  conocerme 
Pueda,  ni  pueda  dar  voces, 

Y  á  tu  cuarto  me  le  lleve  ? 

SEHÍRAHIS. 

Sí :  toma  aqueste  cendal, 

Y  mientras  que  tu  le  prendes , 
Cerraré  esta  puerta  yo , 
Porque  nadie  á  tiempo  llegue 
Que  nos  estorbe ;  que  luego 
Disculparé  fácilmente 
Haberla  cerrado,  como 

Una  vez  la  acción  so  acierte. 

miso. 

Pues  á  cerrar  tú  la  puerta , 

Y  yo,  señora,  á  prenderle. 

sehírahis. 

Fortuna,  si  á  los  osados 
Se  dice  que  favoreces , 
Yo  lo  soy. 


Infettx  Joven , 

Tu  desdicha  te  condene 

A  esta  prisión  de  mortal, 

Puesto  que  eres  rey  y  duermes. 

(Semiramis  cierra  la  puerta ,  Friso 
entra  en  el  dormitorio  de  Niñas* 
suena  ruido ,  y  cae  el  bufete.) 

ESCENA  XVIII. 

NIN1AS.  —  SEMIRAMIS,  FRISO. 

ftiaiAs.  (Dentro.) 

¡  Ay  de  mi !  i  Qué  es  esto? 

friso.  (Dentro ) 
Es 
Un  traidor  leal,  que  ofende 
A  su  rey  con  la  disculpa 
De  que  á  su  reina  obedece. 

ICÍHIAS. 

¡  Lícas !  ¡  Lisias  ! 

[Sale  Frito  con  Ntniasen  brazos,  tapado 
el  rostro.) 

snhums. 
En  vano 


LA  HUA  DEL  AIRE.  SEGUNDA  PARTE. 


90 


Con  él  aquí  te  detienes  : 
Llévale  presto  á  mi  cuarto. 

raigo. 
Qué  mal. de  mi  te  deGendes ! 
{Éntrate  Friso  con  Ntniot.) 

ESCENA  XIX. 

LIGAS,  LISIAS..—  SEMÍRAMIS. 

lícas.  {Dentro.) 
Pasos  y  raído  eseúcbo. 

usías.  {Dentro.) 
Dentro  entremos. 

SEMÍ  KAKIS. 

* 

Gente  viene. 

usías.  {Dentro.) 
Cerrada  la  puerta  estA. 

lícas.  {Dentro.) 
¿  Quién  hay  dentro  que  la  cierre  ? 

semíranis.  {Ap.) 

Perdí  la  ocasión  mejor, 
Puesto  que  no  puede  hacerse 
Tan  sin  ruido,  que  allá  fuera 
No  lo  sientan. 

(Golpes  teñir  o,) 

lisías.  {Dentro.) 

¿Qué  pretendes? 

lícas.  {Dentro.) 

Abrir  la  puerta,  y  entrar 
A  ver  que  rumor  es  este. 

SEMÍRAMIS.  {Ap.) 

¡  Ay  de  mi !  ¿  qué  puedo  hacer  ? 
Aunque  no  abra  es  fuerza  que  entren , 
Pues  ya  la  puerta  derriban. 

lícas.  {Dentro.) 

4  Cómo  á  mi  mena  rebelde 
Tanto  estas ,  porfiado  cedro  ? 

SEMÍRAMIS.  (Ap*) 

Si  me  voy,  y  cuando  lleguen 
No  bailan  a  nadie ,  es  hacer 
Que  algo  en  mi  dallo  sospechen ; 
Si  llegan  á  verme  aquí 

Y  a  Nurias  no,  inconveniente 
Ka  mayor  :  todo  el  valor 

Y  ei  ingenio  lo  remedie. 

(Desnúdase,  y  queda  en  jubón.) 
Adiós,  femenil  modestia ; 

Ke  desta  vea  has  de  verte 
anuda  de  tos  adornos,  . 
Aunque  eo  ios  ajeno»  quedes. 
Kscooderé  aquestas  ropas : 
Depositadas  se  queden 
Debajo  de  aqueste  lecho. 
{Esconde  los  vestidos*  cae  la  puerta,  y 
salen  Lisias  y  Ucas.í 


LISIAS,  LÍCAS.  —  SEMÍRAMIS, 

LÍCAS. 

A  ser  el  muro  mas  fuerte, 
Te  rindieras  á  mis  golpes. 

USÍAS. 

S^nor,  ¿qué  rumor  es  este  Y 
semíramis. 

Ninguno  ;  al  sueno  rendido 
Estaba,  y  él  entre  leves 
Fantasías  me  obligó 
A  que  alterado  despierte , 
Y  así,  con  aquel  furor 
Tropecé»  y  cayó  el  bufete. 


lícas. 
¿Luego  aquí  ninguno  andaba? 


No. 


8EM.1RAJUS. 
LISÍAS. 


Pues  dime,  ¿cómo  tienes 
Por  adentro  aquesta  puerta 
Cerrada? 

semíramis. 

Como  yo,  al  verme 
Con  o\  vapor  de  aquel  sueño, 
Cerré  temerosamente : 
Propio  electo  de  un  temor, 
Obrar  lo  que  antes  ofrece. 

LÍCAS. 

¿Qué  no  pueda  hacer  contigo 
Que  no  digas  que  le  tienes  ? 

lisías. 

Aunque  á  tu  voz  dar  es  fuerza 
Crédito,  a  mí  me  parece 
Que  jurara  que  había  oído 
Pasos  y  habla  de  mas  gente. 

'  SEMÍRAMIS. 

Yo  solo  estaba. 

ESCENA  XXL 

PR1SO.  —  Dicaos. 

FRISO. 

Ya  queda,.. 
(Ap.  Mas  ¡  ay  de  mi !  ¡  que  imprudente 
Volvi!) 

lícas. 

Un  hombre  allí  llegó, 
Y  al  vernos ,  la  espalda  vuelve. 

semíramis. 
i  Hombre  aqui !  No,  no  es  posible. 

LÍCAS. 

Ya  es  fuerza  verlo. 

SESÍRAMIS. 

¿Quién  eres? 

FRISO. 

Yo  soy,  Lícas. 

LÍCAS. 

Pues  i  íú  aquí ! 

usías.  {Ap.) 
¡  Grave  mal ! 

semírahis.  (Ap.) 

¿ Empeño  fuerte! 

LÍCAS. 

Traidor  hermano... 

SEMÍftAMIS. 

Pues,  Friso, 
¿vos  sois?  Matadle,  prended  le. 
(Ap.  á  él  No  temas;  que  hacer  ahora 
Esta  deshecha  conviene.) 

LÍCAS. 

Yo  sacaré  de  mi  saugre 
El  escrúpulo... 

FRISO. 

Detente ; 

?ne  en  sabiendo  el  Rey  a  que 
por  dónde  entré,  me  tiene 
Que  agradecer,  no  culpar. 

LÍCAS. 

Dilo,  pues, 

FRISO.    . 

A  él  solamente 
He  de  decirlo. 

SEMÍRAMIS. 

Apartaos 


Todos,  porque  solo  llegue. 

(Ap.  d  él.  Friso,  ¿dónde  queda  Nínias?) 

FRISO. 

Encerrado  en  el  retrete 
Prevenido  para  él. 

SEMÍRAMIS. 

¿Viole  alguien? 

FRISO. 

Solamente 
Flora,  de  quien  te  has  fiado. 
¿  Qué  ba  habido  acá  ? 

SEMÍRAMISs 

Mil  crueles 
Sospechas ;  pero  ya  todas 
Mi  ingenio  las  desvanece , 
Porque  ya  ninguna  toca 
Eu  lo  principal,  pues  creen 
Que  soy  Nkiias.    . 

FRISO. 

Y  di ,  ahora 
¿Tengo  de  dejar  prenderme? 

SEMÍRAMIS. 

No,  yo  lo  remediaré. 

FRISO. 

¿De  qué  suerte? 

SEMÍRAMIS. 

Desta  suerte. 
¡  Oh  Friso !  dame  los  brazos,  ' 

(Aliando  la  voz.) 
Pues  hoy  la  vida  me  vuelves. 

lícas. 

¿Qué  es  aquello? 

LISÍAS. 

El  Rey  le  abraza. 

SEMÍRAMIS. 

¿Qué  os  admira?  .Qué  os  suspende  ? 

Todo  el  enojo  con  Friso 

En  agrado  se  cou vierte. 

Semíramis,  que  en  ün  es 

Madre,  y  eomo  a  si  me  quiere , 

Me  envía  con  él  tn  aviso , 

En  que  me  dice  y  me  advierte 

De  quién  me  debo  guardar 

Y  de  quién  fiarme.  A  este 

Fin  por  su  cuarto  á  esta  hora 

Qniso  que  secretamente 

Bajase ;  y  asi  desde  hoy 

Mas  atentos  y  prudentes 

Vivid  todos,  porque  sé 

Quién  me  sirve  y  quién  me  ofende. 

ÜCAS. 

Señor»  pues  ¿  quié  n?. . . 

SEMÍRAMIS. 

Esto  basta 
Que  os  diga  por  ahora,  y  cesen 
Sospechas ;  que  aunque  con  todos 
Hablo,  solo  uno  me  entiende. 
Tomad  esa  luz ,  entrad 
A  acostarme.  (Ap.  El  mundo  tiemble 
De  Semlramis,  pues  hoy 
Otra  vez  á  reinar  vuelve.)        (Vate.) 

lícas. 

¿  Qué  le  habrá  dicho  ? 

LISÍAS. 

No  sé. 
lícas. 

Mas  si  la  Reina  Je  advierte 
Algo,  será  de  los  dos. 

usías. 

Temblando  quedé  de  verle 
Airado. 

LÍCAS. 

¡Extraña  mudanza! 


60 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Friso,  ¿qué  secreto  es  este 
Que  al  Rey  has  dicho? 

mso. 

Bien  grande. 
lícas. 

Pues  ¿  no  podré  yo  saberle  ? 

FRISO. 

¿  No  basta  que  sepas,  Lfcas , 
Que  si  cual  noble  procedes, 
Tendrás  hermano  y  amigo 
Kn  mi  1  Pero  si  no,  alieude , 
Que  soy  quien  soy,  y  este  acero 
Sabrá  í  un  hermano  dar  muerte. 


JORNADA  TERCERA. 


Sala  del  palacio. 

ESCENA    PRIMERA. 

Por  un  lado  FRISO,  y  por  otro  LICAS; 
después  ,  gírte. 

friso.  {Para  si.) 

Bien  va  sucediendo  todo. 
No  hav  en  la  corte  quien  baya 
Entrado  en  malicia  alguna 
De  entender  que  Ninias  falla. 
No  en  vano  naturaleza 
Dejó  una  vez  de  ser  varia 
Para  gran  fiu ;  que  en  Un  es 
Aun  en  los  errores  sabia. 

lícas.  (Para  si.) 

Extrañóse  el  Rey  anoche 
Conmigo,  porque  tirana 
Semiramis  le  avisó 
De  no  sé  qué  que  no  alcanza 
Mi  discurso,  siendo  Friso 
Tercero  de  mi  desgracia. 
Lo  que  le  dijo  no  sé , 
Porque  aun  de  mi  lo  recala. 
¿Quesera? 

FBISO. 

(Oh  Lícas! 

LfCAS. 

¡Oh  Friso? 
Quejoso  estoy  de  que  haya 
kn  U  para  mi  secreto , 

Y  mas  de  tanta  importancia. 

¿  Qué  dijiste  al  Rey  anoche ,     . 
Cuando  entraste  por  la  cuadra 
De  Semiramis?  que  temo 
Que  de  mi  quejosa,  traza 
Descomponerme  con  él , 
Seguo  a^o  su  mudanza. 

friso. 

Los  secretos  de  los  reyes, 
Lfcas,  tienta  faena  lauta , 
Que  el  silencio  toe  ignora , 
Con  ser  él  el  que  loa  guarda. 
Un  secreto  me  fió 
Semiramis  que  llevara : 
Va  se  me  olvidó  cuál  era. 
Lo  mas  que  la  confianza 
Puede  permitir  que  diga  • 
Es  decir  que  una  palabra 
Sola  de  ti  ñola  dije, 

Y  esto  que  te  diga  basta. 

lícas. 

Que  se  lo  digas  ó  no , 
Poco,  Friso,  me  acobarda , 
Porque  como  yo  obre  bien , 
Lo  demás  no  importa  nada. 

friso. 

Muchos  obran  bien,  y  son 
bus  fortunas  desgraciadas. 


lícas. 
La  desgracia  nunca  es  culpa. 

mso. 

Si ,  pero  siempre  es  desgracia. 

voces.  {Dentro.) 
Plaza,  plaza. 

LÍCAS. 

Ya  el  Rey  sale 
Dando  audiencia. 

vocbs.  (Dentro.) 
Plaza,  plaza. 

ESCENA  IL 

Salen  con  memoriales  un  soldado, 

CHATO  T  GEOTE l  SOLDADOS  DE  GUAR- 
DIA, y  luego,  SEMIRAMIS,  y  de  tras 
LISIAS.— FRISO,  LÍCAS. 

smiftAMJS.  (Para  si.) 

Mil  gracias  le  doy,  oh  bella 
Deidad,  protectora  mia , 
Al  ver  cuánto  en  este  dia 
Has  mejorado  mi  estrella. 
Una  y  mil  veces  por  ella 
Mi  vida  á  tu  culto  ofrezco ; 
Que  pues  que  por  U  merezco 
Ver  que  aplauso  tan  altivo 
Segunda  ves  le  recibo , 
Seguuda  vez  le  agradezco. 
Los  que  contra  mi  siguieron 
Ayer  el  bando,  son  hoy 
Los  mismos  de  quien  estoy 
Idolatrada  :  y  pues  fueron 
Tales  mis  dichas,  que  vieron 
Estos  aplausos,  mudar 
Con  industria  singular 
Todos  los  puestos  espero ; 
Que  si  no  bago  lo  que  quiero , 
¿  De  qué  me  sirve  el  reinar  ? 

roo. 

Señor,  un  pobre  soldado... 

SEMÍRAMIS. 

El  memorial :  esto  basta. 

OTRO. 

Criado  ful,  señor,  de  Niño, 
A  quieu  serví  edades  largas. 

SESiiUBHS. 

Está  bien. 

orno. 

Ante  vos  pido 
Justicia  de  quien  me  agravia. 

BEMÍRAMIS. 

Yo  lo  haré  ver.  (Áp.  ¡Cuánto,  cielos , 
Esta  vanidad  me  agrada ! 
¡Oh  qué  gran  susto  es  mirar 
Tantas  geutes  a  mis  plantas !) 

soldado  1.° 

Señor,  vuestra  Majestad 
Me  hizo  merced  que  gozara 
En  tributos  de  Ascalon 
Un  sueldo  por  mis  hazañas  : 
Lisias ,  que  esta  presente , 
En  el  despacho  repara. 

semIramis. 

¿Porqué,  Lisias? 

lisias. 

Señor, 
¿Ya  no  te  dije  la  causa  ? 

SEainAxis. 

Si ;  mas  no  me  acuerdo  bien , 
Como  acudo  á  cosas  tamas. 


soldado  l.9 

Yo,  señor,  la  diré.  El  dia 
Que  por  Babilonia  entrabas , 
Tu  nombre  aclamé  el  primero , 
Repitiendo  en  voces  altas  : 
t  ¡Viva  Ninias  nuestro  Rey !» 

Y  tomé  por  ti  las  armas  : 
Por  eso  merced  me  hiciste. 

usías. 

Y  yo,  que  no  se  la  hagas 
Estorbo  á  hombre  sedicioso  9 

Y  que  pudo  allí  ser  causa 
De  perderse  toda  Siria , 

A  no  haber  con  tal  constancia 
Tomado  tan  grande  acuerdo, 
Como  vivir  retirada 
Semiramis. 

SEMhUMM. 

¿Tu,  en  fin,  fuiste 
El  primero  que  me  aclama  ? 

soldado  i.° 

Si ,  señor,  y  yo  libré 
De  la  injusta,  la  tirana 
Sujeción  en  que  tenia 
Semiramis  nuestra  patria. 

SEMÍftáMIS. 

¿Todo  eso  le  debo? 

soldado  4.* 

Y  diera 
Por  ti  la  vida.  * 

sehírabis. 

i  Qué  rara 
Lealtad!  — ¡Huía! 

SOLDADOS. 

Señor. 

SOLDADO  1.°  (Ap.) 

Hoy 

Grandes  venturas  me  aguardan. 

SBuiaians* 

Ese  soldado  Nevad , 

Y  de  la  almena  mas  alta 

Le  colgad ,  para  escarmiento 
De  cuantos  en  Siria  hagau 
Sediciones  y  alborotos. 

soldado  1.° 
Pues  ayer  ¿  no  me  premiabas  ? 

scmíbamis. 

Ayer  premié,  y  hoy  castigo; 

8ue  si  ayer  una  ignoran  ció 
ice,  hoy  no  la  be  de  nacer,  á  todos 
Diciendo  una  acoto  tan  rara , 
Que  de  lo  que  errare  hoy, 
Sabré  enmendarme  mañana.— 
Llevadle. 

LISÍAB. 

Señor,  advierte 
Que  de  un  extremo  á  otro  pasas. 

8E«MAM8. 

¿Cómo  he  de  obrar,  ai  á  ti  el  premio 
Ni  el  castigo  no  te  agrada  ? 


Con  el  medio. 


USÍAS. 

scmíramis. 


Nunca  fué 
Capaz  de  medio  esla  iustancia. 
TJ  obró  mal  ó  bieu  :  si  obró 
Bien ,  ¿por  qué  el  premio  embarazas? 

Y  si  mal,  ¿por  que  el  castigo? 

Y  en  fin,  atiende  y  repara 
Que  las  públicas  acciones 
Del  vulgo  debe  premiarlas 
O  castigarlas  el  Rey; 

Que  en  solo  ellas  no  bay  templanza. 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  SEGUNDA  PARTE. 


61 


USÍAS. 

No  conozco  tus  discursos. 

SEMÍRAMIS. 

Neciamente  los  extrañas ; 

8ue  ya  no  soy  el  que  fui ; 
ue  el  reinar  da  nueva  alma. 
Y  asi,  si  piensas  que  soy 
Quien  piensas»  Lisias,  te  engañas; 
Porque  ya  no  soy  quien  piensas , 
Siuo  otra  deidad  mas  alta. 

usías. 
En  todo  te  desconozco. 

(Llevan  al  soldado.) 

FRISO. 

Bien  claro  ba  dicho  la  cansa. 

chato. 

(Ap.  Muy  bien  despachado  va; 
No  le  arriendo  la  ganancia. 
A  mí  libranza  me  atengo , 
Merecida  por  mis  guardas 

Y  mis  canas.)  A  barrer 

Me  da,  gran  señor,  tus  plantas, 
Puesto  que  barre,  y  no  besa . 
Quien  tiene  escoba  por  barba. 

SEMÍRAMIS. 

¡Chato!  pues  ¿como  has  dejado 
Ue  ser  de  Lidoro  guarda? 

CHATO. 

Ia Bueno  es  eso!  Si  tú  mismo 
>e  la  cadena  le  sacas , 
¿Cómo  por  él  me  preguntas? 

semírahjs. 

Dices  bien,  no  me  acordaba. 
(Ap.  Eu  todo  cuanto  dejé 
Yo  dispuesto ,  hallo  mudanza.) 
¿ Qué  quieres? 

CHATO. 

Que  me  confirmes 

Y  firmes  esta  libranza. 

SEMÍRAMIS. 

¿Qué  libranza  es  esta  ? 

CHATO, 

¿Todo 
Se  te  olvida  ? 

SEMÍRAM». 

¿Qué  te  espanta? 
Hay  mucho  de  que  cuidar. 

CHATO. 

Pues  yo  te  traeré  mañana 

Un  poco  de  auacardina... 

—Y  ahora  esta  en  la  que  mandas 

Que  cien  escudos  de  renta 

Se  me  sitúen ,  á  causa 

Del  tiempo  que  como  no  perro 

A  la  Reina  servf  en  tantas 

Fortunas,  pues  la  servf 

Siendo  monstruo  en  las  montañas, 

Sieodo  dama  en  Ascalon , 

Siendo  en  las  selvas  villana , 

Siendo  en  palacio  señora, 

Y  Reina  en  Ninive.  ¡  Ah !  ¡  cuanta 
Mala  condición  sufrí 

En  todas  esas  mudanzas ! 


¿Es  mala? 


SEMÍRAMIS. 
CHATO. 

Mucho. 


SEMÍRAMIS. 

Ya  sé 
Que  esto  te  ofrecí. 

CHATO. 

A  Dios  gracias. 


SEMÍRAMIS. 

Pero  de  aquesta  manera 
La  firmo. 

CHATO. 

'         ¿  Por  qué  la  rasgas  ? 

SEMÍRAMIS. 

Porque  estas  mercedes  son 

De  los  soldados  que  hayan 

Servido  en  la  guerra,  no 

De  los  juglares  que  andan 

En  los  palacios  medrando , 

Hecho  caudal  la  iguorancia. 

Toma.  {palé  con  lot  pápele**) 

CHATO. 

¡Asi,  cielos,  se  ofende 
¡  A  la  nieve  destas  canas ! 
Para  ver  estos  oprobios, 
.  Caduca  vejez  cansada , 
!  ¿Duraste  tanto? Llorad, 
;  Ojos,  regando  las  blancas 
,  Hebras  aue  de  lienzo  sirven 
i  En  los  ojos ,  de  mortaja 
:  En  el  pecho.  ¡  Oh  Rey  lampiño  i 
:  Como  no  entiendes  de  barbas, 
!  No  las  honras.  A  mis  días 
¡  No  llegarás. 

!  SEMÍRAMIS. 

I  Calla,  calla, 

]  Villano ,  y  esa  malicia 
'  No  se  irá  sin  castigarla.  — 
¡  Llevadle  de  aquí,  y  atadle 
;  A  él,  como  Lidoro  estaba. 

CHATO. 

¡  Oigan !  pues  ¿  qué  mas  hiciera 
i  Semiramis,  si  reinara  ? 
;  ¿  Por  qué  me  han  de  atar  ? 

SEMÍRAMIS. 

Por  loco. 

CHATO. 

Pues  si  tú  mismo  me  mandas 
•  Que  le  suelte...       • 

sbmírarrs. 

No  hice  tal. 

CHATO. 

,  Testigos  hay  en  la  sala 

i  De  que  miente  vuestra  Alteza  , 

{  Aunque  no  me  dé  libranza. 

;  (Lléoaule  lot  soldados,  y  se  retita  la 

gente.) 

i 

ESCENA  III. 

>  SEMÍRAMIS,  LISIAS,  FRISO,  LIGAS, 

¡  SOLDADOS. 

Todo  eres  rigores  hoy. 

SEMÍRAMIS. 

No  te  admires ;  que  aun  te  falta 
Mucho  que  ver. —  Friso,  ¿cómo 
En  llegar  á  hablarme  tardas  ? 

vano. 

Como  ocupado,  señor. 
En  los  despachos  estabas,.. 

SEMÍRAMIS. 

Para  ti ,  ¿qué  ocupación 
Puede  haber? 

FRISO. 

¿Cómo  toballas? 

SEMÍRAMIS. 

Muy  bien ;  que  en  electo  estoy 
(Hablan  en  secreto.) 

Servida  v  idolatrad» 

De  los  mismos  que  quisieron 


¥ 


Verse  sin  mí.  Solo  falla 
A  mis  grandezas  el  gusto 
De  hacerte  merced. 

FRISO. 

Tus  plantas 
Beso  mil  veces. 

SEMÍRAMIS. 

¿  Qué  quieres? 
Pide. 

,  FRISO. 

Si  de  tí  llegara 
A  merecer  una  dicha , 
Ella  sola  fuera  paga 
De  mis  deseos. 

SEMÍRAMIS. 

¿Qué  es? 
Dilo  :  ¿de  qué  te  acobardas? 

friso. 

Astrea ,  hija  de  Lisias , 
Es  la  deidad  que  idolatra 
Mi  pecho. 

SEMÍRAMIS. 

Ya  te  he  entendido, 

Y  presto  verás  con  cuántas 
Veras  trato  con  Lisias 

ue  el  desposorio  se  haga , 
á  ella  misma  la  diré 
Que  es  mi  gusto. 

FRISO. 

Edades  largas 
Vivas. 

lícas.  {Ap.  á  Usías.) 

De  aquestos  secretos 
Nacen  mis  desconfianzas. 

USÍAS. 

Y  las  mias ;  que  no  sé 

Que  áspid  entre  los  dos  anda. 

SEMÍRAMIS. 

¿Hablaba  Lícas  contigo  ? 

FRISO. 

Sí,  señora. 

SEMÍRAMIS. 

¿De  qué  hablabais? 

FRISO. 

De  temores  y  recelos , 
Que  el  ver  tu  ceño  le  causa. 

SEMÍRAMIS. 

Hace  muy  bien  en  temer; 
Que  ninguno  mi  venganza 
Primero  examinará , 
Supuesto  que  su  ignorancia 
Jamas  entenderme  supo. 

ÍAp.  ¡  Oh  injusta,  oh  vana,  oh  tirana 
'asion!  todavía  estás 
En  lo  secreto  del  alma ; 
Pero  yo  te  venceré 
Con  silencio.) 

lícas.  {Ap.) 

Entre  si  habla , 
Mirándome ,  el  Rey. 

SEMÍRAMIS.   (Ap.) 

Memoria , 
Nada  me  acuerdes. 

lícas.  (Ap.) 

¡Malhaya 
Quien  quiere  vivir  atento 
Al  semblante  de  otra  cara , 
Veleta  del  corazón , 
Sujeta  á  cualquier  mudanza ! 

Faiso. 

Diviértante  otros  empeños. 

SEMÍRAMIS. 

(Ap.  De  cuanto  hoy,  he  visto,  nad« 


02 


COMEDIAS  D8  DON  PE&BO  CALDERÓN  Dg  LA  BARCA. 


Mayor  cuidado  me  ha  dado. 
Que  ver  que  Lidoro  salga 
De  su  prisión.  ¿Cómo»  cielos. 
En  eslo  hablare,  sin  que  haga 
Novedad  para  informarme? 
Mas  ¿qué  me  turba  ni  espanta? 
Las  generales  preguntas 
Ni  se  advierteu  ni  reparan.) 
Lisias ,  ¿qué  hay  de  Lidoro? 

usías. 

gue  como  tú ,  señor,  mandas , 
stá  en  palacio ,  debajo 
Del  homenaje  y  palabra 
Que  te  dio. 

SKMfRAMlS. 

Ya  yo  sé  eso  : 
Lo  que  pregunte  es  ¿qué  traía  ? 

usías. 

Ha  sabido  cómo  Irán ; 

Su  hijo,  á  Babilonia  marcha 

A  ponerte  en  libertad , 

Y  al  fin  para  hablarte  aguarda 
La  audiencia  que  le  ofreciste. 

sehíbamis. 

Pues  al  instante  le  llama ; 
Que  quiero  saber  que  intenta. 

usías. 

Si  haré ;  mas  antes  que  vaya , 
Una  advertencia ,  señor, 
Quisiera  que  me  escucharas ; 
Que  esta  licencia  me  dan 
Hoy  mi  edad  y  tu  crianza. 

SEMÍRAM1S. 

Di. 

LÍCAS.  (Ap.) 

¡Que  no  hable  el  Rey  conmigo 
Ni  una  tan  sola  palabra! 

LISÍAS. 

Señor,  Lidoro  está  preso, 

Y  en  Babilonia  que  nava , 
Es  fuerza ,  algún  confidente 

Sue  avisos  le  lleve  y  traiga., 
o  sienta  flaqueza  en  ti,  . 
Sino  con  valor  le  habla , 
Para  que  entre  temeroso 
El  ejército  que  aguarda. 

SEUÍftAIIS. 

Yo  te  agradezco  el  aviso , 

Y  veras,  Usías,  cou  cuánta 
Diferencia  le  hablo.  Ve 
Por  él. 

LISIAS. 

Aquí  fuera  estaba .         ( Vate, ) 
simUamis.  (Ap.  á  Friso.) 

¿Hay  cosa  como  decirme 
De  Lisias  la  ignorancia 
A  mi  que  muestre  valor, 
Friso? 

riuso. 

Ignora  con  quién  habla. 

Ucas.  (Ap.) 

Pues  ñor  mas  que  el  Rey  esté 
Conmigo  airado,  la  extraña 
Aprensión  de  su  temor 
liará  que  las  paces  haga, 
Pues  necesita  de  mi 
En  esta  guerra  que  aguarda. 

ESCENA  IV. 

LISIAS  t  LIDORO.  —  SEMIRAMIS, 
LICAS,  FRISO,  soldados. 

I IDORO. 

Dame,  gran  señor,  tu  mano. 


sehíbamis. 
Alza  del  suelo,  levanta. 

LIDORO. 

Ayer,  señor,  me  dijiste 

Que  te  dijese  la  causa 

Que  me  obligó  á  hacer  la  guerra , 

Y  aunque  esta  sola  bastaba 
Para  venir  hoy  á  hablarte , 
Otra  novedad  extraña , 

Que  ahora  he  sabido ,  me  trae 
Con  mas  afecto  á  tus  plantas. 
Que  por  tu  padre  y  por  tí 
Aquella  acción  intentaba 
Contra  Semframis,  dije, 

Y  fué  porque  su  tirana 
Condición  á  uo  mismo  tiempo 
A  ti  y  tu  padre  quitaba 

El  imperio. 

semíbahjs. 

Espera ,  espera. 
No  digas  mas ,  calla ,  calla ; 
Que  ya  sé  lo  que  me  quieres 
Decir,  y  es  mucha  arrogancia. 
Muy  sobrado  atrevimiento 
Es  decirme  cara  A  cara 
Indignas  malicias,  que 
El  vulgo  á  su  honor  levanta. 
Semiramis  es  mi  reina , 
Mi  señora  y  madre ,  y  cuantas 
Sospechas  della  se  fingen, 
Lo  mismo  á  mí  que  á  ella  agravian ; 
Porque  so?  tan  hijo  yo 
De  su  deidad  soberana , 
Que  somos  I06  dos  un  mismo 
Compuesto  de  cuerpo  y  alma. 
Tu  ambición  te  hizo  buscar 
Proposiciones  tan  falsas, 
Loco ,  bárbaro ,  atrevido. 
Ahora  sé  que  te  trataba 
Dignamente  como  á  bruto, 

Y  aun  era  poca  venganza. 

LIDORO. 

Señor,  yo...  si  tú..* 

SfiMhURHS. 

No  mas. 
A  esotro  discurso  pasa, 

Y  este  á  perpetuo  silencio 
Le  condena.  Di ,  y  repara... 

LIDORO. 

¿Qué? 

SBRÍRAKIS. 

* 

Que  habla  mal  de  mi,  quien 
Mal  de  Semframis  habla. 
Di. 

LIDORO, 

Deja  que  cobre  aliento ; 
Que  airado ,  señor,  espantas , 
Mas  que  aficionas  álable. 

lisias.  (Ap*) 

Bien  el  fingimiento  entabla 
Del  valor  que  le  advertí. 

friso.  (Ap.  á  ticas.) 
¡Qué  prudencia! 

LÍCAS. 

I Y  qué  mudanza ! 

LIDORO. 

Yo  he  sabido  que  mí  hijo 
Hacia  Babilonia-  marcha. 
Si  me  das,  señor,  licencia 
De  que  al  camino  le  salga, 
Sus  ejércitos  haré 

8ue  no  toquen  en  Ta  playa 
e  Siria ;  que  de  volver 
A  tu  prisión  la  palabra 
Doy,  porque  solo  pretendo 
Pagarle  la  confianza 
Que  has  hecho  de* mi  valor. 


SEUÍttAUl*. 

Con  eso  otra  vez  me  agravias. 
I  Bueno  fuera  que  dijera 
Después  de  Ni  mas  la  fama 
Que  se  valió  de  tu  medio, 
Para  que  no  le  llegara 
Un  rapaz  á  poner  sitio  , 

0  presentar  la  batalla ! 
No  solo  quiero  valerme  * 
De  conveniencias  y  trazas , 
Pero  porque  no  se  diga 

Que  esta  libertad  que  alcanzas 

Es  por  temor,  hoy  primero 

A  otra  prisión  mas  extraña 

Te  he  Je  reducir,  y  luego 

En  esas  almenas  altas 

lie  de  poner  tu  cabeza, 

Porque  vea  la  arrogancia 

De  tu  gente  que  la  irrito, 

Y  uo  respeto.  Y  el  alba 

Mañana  apenas  saldrá 

Por  troneras  de  oro  y  nácar, 

Cuando  en  busca  suya  marche 

Yo ;  y  cuando  tu  hijo  traiga 

Animados  los  peñascos 

De  Lidia »  y  en  las  campañas 

Errantes  ciudades  sean 

Sus  tropas  y  sus  escuadras, 

Verás  asustarse  todos 

A  un  crujido  de  mis  arma». 

usías.  (Ap,) 

1  Qué  bien  fingido  valor ! 

lícas.  (Ap.) 
¡Cielos!  ¿quién  en  Nfcrias  habla? 

friso.  (Ap.) 
¡Qué  confusos  están  todos  1 

lidoro.  (Ap.) 
¿Cobarde  á  este  joven  llamón? 
Temblando  de  verle  estoy* 

sbhírahis. 
Lisias. 

LISÍAS. 

Señor,  ¿qué  mandas? 

SEUÍRAWS» 

Que  á  Lidoro  llevéis  preso 
A  la  mas  obscura  estancia 
Desa  torre  de  palacio. 

lidoro. 
Mira,  señor,  cuanto  agravias 
Tu  valor,  pues  no  hay  acción 
Tan  indigua,  torpe  y  baja 
Como  dar  para  quitar. 
Libertad  me  diste. 

SEHÍRAMIS. 

En  causas 
ue  sobrevienen  de  nuevo, 
o  hay  coutrata. 

LIDORO. 

Pues  repara 
Que  si  tú  en  prisión  me  pones, 
Del  homenaje  y  palabra 
Libre  estoy,  pues  ya  no  estoy 
Preso  sobre  confianza. 

sbrtírarw.  « 
Es  verdad ;  pero  ¿qué  importa , 
Si  te  aseguran  las  guardas? 
(Yante  los  soldados ,  llevando  presa  A 
Lidoro.) 

ESCENA  V. 

SEMIRAMIS,  LISIAS,  FRISO,  LICAS 

LISÍAS. 

Dame  mil  veces  los  brazos; 
Que  con  la  vida  y  el  alma 

'  No  solo  no  quioro  valenne ,  etc. 


8 


LA  HIJA  DEL  AIRE.  SEGUNDA  PARTE. 


63 


Te  agradezco  los  estamos 
Coa  que  aquí  a  Lidoro  hablas:* 

SEMÍAAMIS. 

i  He  disimulado  bien 

El  temor  qtfe  me  acompaña  ? 

Líalas. 
Asi  no  fuera  Ungido. 

schíbahis. 

No  le  aflija  esa  ignorancia ; 
Que  tan  verdadero  es, 
Como  lo  dirán  mañana 
Los  militares. estruendos 
De  trompetas  y  de  cajas. 
Ve  tú  á  ver  de  su  prisión 
La  torre,  y  a  asegurarla ; 
Y  tú,  Friso,  a  enarbolar 
A  las  puertas  del  alentar 
Mi  real  estandarte ,  como 
General  ya  de  mis  armas. 

FRISO. 

Tu  mano  beso  mil  veces. 
Mas  mi  hermano... 

sbmíramis. 

¿Qué  reparas, 
Si  por  complacerle  i  él, 
Soy  yo,  Friso,  á  quien  agravias? 

miso. 

Yo  acepto  el  cargo ;  mas  es 
Mientras  tus  enojos  pasan. 

SEMÍRAM1S. 

Pues  ve  á  publicar  el  bando 
Al  punto. 

meo.  (Ap.  del) 

No  sientas  nada 
Estar  de  pérdida,  Lícas, 
Pues  estoy  yo  de  ganancia.      {Vate.) 

ESCENA  VL 

SEMIRAMIS,  LIGAS. 

LÍCAS. 

Hasta  aquí,  señor,  callé, 
Sin  saber  por  qué  me  tratan 
Tan  severos  tus  rigores ; 
Mas  oyendo  lo  que  mandas , 
Puesta  la  boca  en  tu  mano, 
Puesto  el  bastón  á  tus  plantas , 
Acosado  el  sufrimiento , 
Es  fuerza  que  al  labio  salga! 
¿En  qué,  señor,  te  ofendí? 
El  laurel  de  tu  corona 
¿Debe  á  ninguna  persona 
Mas  tu  Majestad  que  a  mi? 
¿El  primer  noble  no  ful. 
Señor,  que  hasta  coronarte 
Se  declaró  de  tu  parte , 
Ayudando  la  ratón? 
Luego  en  tu  coronación , 
¿No  levanté  el  estandarte? 
i  Yo  tu  nombre  no  aclamé , 
fio  siguiendo  ni  avadando 
Üe  Semiramis  el  bando , 
Cuya  lealtad  aniza  (toé  . 
Debida  solo  al  ver  que 
Yo  su  pane  no  seguía? 
¿No  me  honraste?  Pues  un  dia 
¿Qué  desengaños  te  da? 

skmuuius. 

Desea  servicios  quizá 
Nace  la  indignación  mia. 

LÍCAS. 

Enigmas  son  cuanto  habláis. 

SfMÍftAMlS. 

Pues  no  discurráis  en  ellas; 


Que  es  tarde  para  entendellas, 
Sino  idos;  que  me  dais 
Enojo  cuanto  aquí  estáis. 

LÍCAS. 

Ya  yo  os  obedezco;  y  pues 
Tanta  mi  desdicha  es, 
Que  os  enoja  mi  presencia , 
En  albricias  de  mi  ausencia, 
Me  dad  á  besar  los  pies. 
De  soldado  os  serviré 
En  la  guerra  que  esperáis , 
Sin  que  mi  rostro  veáis; 

Y  si  vivo  (que  si  haré, 
Que  soy  hi feliz),  me  iré 
Donde  no  os  de  mas  recelos  : 
Solo  os  suplicaré  (Ap.  Cielos , 
Apure  mi  confusión, 

Si  aquestos  enigmas  son 
Por  tener  de  Libia  celos) 
Que  ya  que  me  enviáis  quejoso , 
Me  enviéis  siquiera  honrado  : 
Quédese  lo  desdichado 
Con  algo  de  lo  dichoso. 
Libia  ha  sido  dueño  hermoso , 
Que  he  idolatrado  rendido ; 
Libia  el  rayo  que  ha  podido, 
Arpón  de  mego ,  abrasarme ; 

Y  así,  para  desposarme 
Con  ella ,  licencia  os  pido. 

SBunuuts.  (Ap.) 

¿Quién  vio  mas  nuevo  rigor? 
¿Qué  es  esto  que  escucho,  cielos? 
No  avives,  cierzo  de  celos , 
Cenizas  de  un  muerto  amor. 

LÍCAS.  (Ap.) 

Sentido  lo  ha  :  mi  temor 
No  fué  en  vano. 

semíram».  (Ap.) 

Ira  cruel , 
¿Tengo  de  ver  que  fiel 
A  otra  ame  el  que  mereció 
Un  afecto  mió ,  aunque  no 
Mereciese  saber  del? 

LÍCA8. 

Solo  este  alivio  prevengo 
Al  influjo  de  mi  estrella. 

Wfftttus.  {Ap.) 
Equivocaré  con  ella 
Los  celos  hoy  que  déi  tengo, 
Pues  desta  manera  vengo 
Mis  sentimientos. 

LÍCAS. 

Señor, 
¿Qué  me  respondes? 

SEMÍRAMIS. 

Que  error 
Es  que  ese  premio  esperéis; 

Sue  soy  yo  a  quien  ofendéis 
n  tener  á  Libia  amor. 
Decir  que  era  vuestra  culpa , 
Llcas ,  no  haberme  entendido, 
Amor  fué,  y  celos  han  sido 
Después  de  oída  la  disculpa. 
Y  pues  uno  y  otro  os  culpa. 
No  tratéis  de  darme  enojos. 
Si  no  queréis  ser  despojos 
De  mis  iras ,  mis  recelos ; 
Que  htyo  soy  de  quien,  por  celos, 
Le  sacó  á  Menon  los  ojos. 

lícas.  (Ap.) 

¿Qué  es  esto,  piadosos  cielos? 
No  en  vano  ^  ay  de  jni  I  no  en  vano 
Discurrí,  al  oir  que  no  eran 
De  Semiramis  engaños  * 
Los  que  con  el  Rey  pudieron 
Facilitar  mis  agravios ; 


Que  celos  de  Libia  eran. 

Mas  era  argumento  claro , 

Que  pues  son  envidia,  fuesen 

De  ia  fortuna  contrarios,  (Vate.) 

ESCENA  VH. 

LIBIA  t  ASTREA,  á  quien  SEMIRA- 
MIS se  dirige  y  habla  bajo,  mien- 
tras se  retira  Lieos  y  sote  FRISO. 

puso.  (Ap.) 

Ya  que  el  bando  publiqué, 
Vuelvo.  Pero,  amor,  oigamos, 
Pues  la  Reina  con  Astrea 
Habla,  basta  donde  mis  hados 
Llegan. 

semíbauW 

Frisóme  ha  pedido, 
Bella  Astrea ,  que  tu  mano 
Le  conceda,  premio  digno 
Con  que  sus  méritos  pago. 

astbsTa. 
¿Cómo  tan  presto  te  olvidas, 
Gran  señor,  do  que  te  he  dado 
Mi  voluntad ,  alma  y  vida? 
Pero  de  nada  me  espanto ; 

Sue  no  hay  cosa  mas  mudable 
ue  amor  con  el  nuevo  estado. 

SEMÍRAMIS. 

(Ap.  Sin  duda  el  Priqcipe  á  Astrea, 

Como  juntos  se  criaron, 

La  festeja.)  Ya  advertido 

Estoy  de  cuan  resignado 

Tu  pecho  está  á  mi  obediencia  : 

Y  así,  con  razón  aguardo 
Que  en  esto  me  darás  gusto. 

ASTREA. 

Otra  vea,  señor,  extraño 

Ese  precepto ;  y  así , 

No  porque  te  naya  mudado 

De  la  corona  el  ascenso, 

De  la  majestad  el  fausto, 

Quieras  que  viva  muriendo , 

Que  es  preciso ,  si  me  caso 

Con  Friso ,  un  hombre  á  quien  yo 

Siempre  be  aborrecido  tantd. 

SEMÍRAMIS. 

Sabiendo  que  este  es  mi  guato, 
¿Cómo  podrás  excusarlo? 

.     (Tocan  cajas  dentro.) 
Mas  ¿qué  es  esto? 

ESCENA  VUI. 

LISIAS.—  Dichos, 
lisías. 

Ya,  señor, 
Se  descobren  de  los  altos 
Homenajes  desas  torres 
Los  ejércitos  formados 
De  Lidia ,  que  numerosos 
Vienen  compitiendo  á  rayos 
Con  las  estrellas  del  cielo 

Y  con  las  flores  del  campo. 

SEMÍRAMIS. 

Toma  en  albricias,  Lisias,  (Abrázale.) 
Por  el  gusto  que  me  has  dado 
Con  esa  nueva ,  que  está 
El  corazón  anhelando, 
Hidrópico  de  victorias. 
A  recibirlos  salgamos ; 

Y  si  Semiramis  hizo 
Paréntesis  el  tocado 

De  una  victoria,  hoy  lo  sea 
La  plática  que  tratando 
Estamos.— Astrea  y  Libia, 
En  venciendo  vuelvo  á  hablaros. 


Toca  al  arma ,  gima  el  bronce. 
Suene  el  parche,  los  peñascos 
Se  estremezcan ,  el  sol  tiemble 
Luz  á  luz  y  rayo  á  rayo.  (Vase.) 

usías. 

¿Qué  nuevo  espíritu  ha  sido 

Del  que  Niaias  se  ha  informado?  ÍVase.) 

ESCENA  IX. 

FRISO,  que  se  adelanta  desde  donde 
se  quedó  retirado;  LIGAS,  que  sale 
por  el  lado  ¿p«*sf<i.~  ASTREA,  LI- 
BIA. 

lícas.  (A  UMa). 

En  decir  que  el  Rey  te  quiere, 
Di  ahora  que  yo  me  engaño. 

miso.  (A  Astrea.) 

Cuanto  has  respondido  al  Rey 
Escuché ,  dueño  Urano» 

LIBIA. 

Pues,  señor»  mí  bien ,  mi  dueño, 
¿Qué  culpa  tienen  mis  hados  ?... 

ASTBE4. 

Yo  lo  eslimo  :  asi  otra  vez 
Me  excusas  de  confesarlo. 

LÍCAS. 

¿Luego  con  esta  disculpa 
bien  de  tus  ojos  me  aparto? 

FftlSO. 

Tú  verás  la  estimación 
Que  hago  dése  desengaño. 

LIBIA. 

Yo  sabré  morir  sintiendo. 

ÜCAS. 

Vivir  sabré  yo  olvidando. 

raiso. 
Yo  aborreciendo  vivir. 

astbba.    • 

Y  yo  padecer  amando. 

PBISO. 

Licas. 

LÍCAS. 

Frito... 

FRISO. 

K        '    ¿Amor  es  esto! 
A  amar  muriendo  vamos. 

ASTBBA. 

Libia... 

libia. 

Astrea... 

ASTBpA. 

¿  Esto  es  amor  ? 
Vamos  á  morir  llorando.         (Vanse.) 

Campos  de  Babilonia. 

ESCEtt  A  X. 

Tocan  á  marchar,  y  Mkn  soldados  ,  y 
después  IRÁN ,  niño ,  con  pasión  da 
general,  y  ANTEO,  viejo ,  con  bas- 
tón. 

IBAN. 

Babilonia ,  república  eminente , 
Que  al  orbe  empinas  de  zafir  la  urente, 
Siendo  jónica  y  dórica  coluna 
Del  cóncavo  palacio  de  la  luna , 
Adonde  colocados  tus  pensiles , 
Al  cielo  se  han  llevado  loa  abriles, 

Y  con  sus  flores  bellas 

A  rayos  equivocan  las  estrellas  : 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERO»  DE  LA  BARCA. 

Que  vengo  a  ser  tu  invicto  rey,  no  dudo;   La  fortuna  en  mis  brazos , 
Y  asi ,  haciéndote  salva ,  te  saludo         Lazos  de  amor. 
Como  ya  corle  mia.  ^U1'• 


Di  nudos,  y  no  lazos» 
Pues  que  la  muerte ,  al  verlos, 
No  podrá  desatarlos  sin  romperlos. 

ANTEO. 

A  todos  da  tu  mano. 

LUMMO* 

i  Oh  noble  Anteo! 
Oh  amigos ! 

IBA». 

¿Es  posible  que  te  veo? 

LIDOBO. 

En  esta  torre  estaba 
Preso,  la  gente  vi  que  se  acercaba 
Al  muro ,  y  lima  sorda  de  la  reja 
Fué ,  no  sé  si  mi  mano,  é  si  sai  queja : 
..«.«..  «v  va*—. — -#-0—  —  Por  ella  me  bearwMaíW* 

fe  la  crande  eminencia  de  sus  muros;   Dei  horoeoaje  ya  desobligado , 
f_a«,el |  mejor acuerdo,el  mejor  medto,  i  So|0  para  ¿visarte 

Que  pues  eres  Adonis ,  no  seas  Marte. 
Libre  estoy,queese!  fin  que  has  preterí - 

[dido  : 
No  el  ejército  marche,  que  has  traído, 
Un  paso  mas;  que  amqae  ahora  Niaias 

•  [reina, 
Temo  que  su  prisión  rompa  la  Reina 
A  esta  ocasión ,  y  es  su*  belleza  una 
Deidad,  que  tiene  imperio  en  la  fortuna. 

MAR. 

Habiendo  tú  llegado,  {Dale  el  bastón.) 
Tú  eres  el  general ,  yo  tu  soldado. 
Da  las  órdenes  tú ;  que  yo  al  saberlas. 
Solo  trataré  ya  de  obedecerlas. 

LIDOBO*  , 

Pues  marche  en  buen  concierto 
La  vaga  población  deste  desierto , 
La  vueludo  aquel  muelle  que  allí  cier* 
El  paso  con  el  rio.     -  Ira 

{UcaKoaiasétnir*) 

sotaaMM.  {Dentro.) 

¡Guerra ,  guerra ! 

•ANTEO. 

Ya  no  es  posible,  porque  ya  ha  salido 
De  Babilonia  Minias. 

UftOBO 

■ 

Prevenido 
Mi  ejército  le  espere ; 
Mas  no  le  embisu,si  embestir  no  quiere 
El  suyo,  pues  que  ya  de  la  ofensiva 
Guerra  la  acción  se  trueca  en  defensiva, 
Al  amparo  esperando  desa  aterra. 

soldabos*  {Dentro.) 

¡VivaNinia»! 

otros. 

¡Lidoro  viva! 

TODOS. 

¡Guerra ! 
(Cajas  y  clarines.) 


Salve  pues  ¡  oh  confusa  monarquía . 
Herencia  justa  de  mi  muerta  madre , 

Y  injusta  cárcel  de  mi  vivo  padre! 
Que  hoy  prevenido  á  bélicos  combates, 
Sobre  el  rápido  curso  del  Eufrates, 
Libertad  le  he  de  dar  y  desengaños 
De  que  hay  mucho  valor  en  pocos  años. 

anteo. 

Señor,  esa  admirable 

Ciudad  que  ves,  de  gente  innumerable 

Capaz  ha  sido,  ó  ya  propia  ó  ya  extraña, 

Y  si  dejas  cubrirse  la  campaña 
De  la  gran  hueste  suya , 
Ks  fuerza  que  tu  ejército  destruya. 
Si  por  asalto  quieres 
Intentarla,  es  razón  que. consideres 
Cuánto  estarán  seguros 
¥  - 

Y 

Sitiándola,  es  tomarla  por  asedio; 

Pues  una  vez  cercados , 

El  número  de  gentes  y  soldados 

Mas  presto  (acuita  sus  castigos, 

Pues  ellos  miamos  son  sus  enemigos, 

Cuando  con  tales  modos, 

Sin  pelear  ninguno,  comen  todos. 

IBA*. 

En  todo ,  ilustre  Anteo  $ 

Tu  voto  he  de  seguir.— Pero  ¡qué  veo! 

anteo. 

Un  hombre ,  desde  aquella 
Torre,  por  una  claraboya  del  la , 
Escala  haciendo, -a  Id  que  ya  sospecho, 
Las  fáciles  alhajas  de  su  toes*, 
Al  campo  se  descuelga. 

IBAN. 

El  lino  ya ,  que  de  la  reja  cuelga*; 

Al  hombre  va  faltando , 

Y  se  viene  á  la  tierra  despenando* 

ANTEO. 

¡Precipitado  anhelo 
De  desesperación ! 

EKBIA  WL 

LIDORO ;  luego %  solbados.— Dichos. 

lidobo.  (Dentro,) 

¡Válgame  el  cielo! 

A5TC0. 

Ya  puesto  en  pié ,  camina , 
Haciendo  desperdicio  de  la  ruina. 

IBAN. 

Hacia  nosotros  viene. 

ANTEO. 

Sin  duda  que  rendido  nos  previene 
Avisos ,  á  pesar  de  alguna  envidia. 
(Sale  Lidoro ,  cayendo,) 

uso**. 
Decidme ,  acoradores  de  la  Lidia , 
¿Dónde,  entre  tropas  tantas, 
Vuestro  Principe  está? 

IRÁN. 

Puesto  k  tus  plantas, 
Señor  y  padre  mió , 
Sin  alma .  sin  acción ,  sin  albedrio , 
Porque  absorto ,  confuso  y  elevado 
El  verte  desa  suerte  me  ha  dejado. 

LIDOBO. 

Una  y  mil  veces  sea 

Felice,  hijo,  el  dia  que  te  vea 


SEMIRAMIS,  LISIAS  ,  FRISO,  LICAK, 
soLDADos.-e4,IDOROfr«lira40;lRAlv9 
ANTEO,  soloabos. 

sceíbaiiis. 

Principe  joven,  que  ér  enterrarte  vienes 
Donde  el  sepulcro  de  tu  padre  tienes, 
¿Cómo ,  si  ciarle  intentas 
La  libertad,  siu  dársela  te  ausentas T 

IRAH. 

Como  ya  se  la  he  dado; 


U  HIJA  BfeL  AfflK  SfcÓfiNDA  t>A*Tfi. 


«S 


One  para  eso  basté  el  haber  llegado; 
Y  como  be  conseguido 
El  fin  ya  que  á  tu  patria  me  ba  traído, 
Volverme  pretendía, 
Porque  desprecio  del  Teacerle  bada, 
srafcávis. 

¿Cómo,  si  en  esa  torre  en  infelices 
Prisiones  yace ,  osadamente  dices  [mo. 
Que  libertad  le  tos  dado  ?  fetorbaré*-* 

mu. 
¿Quieres  ver  cómo? 

SEMÍRAH1S. 
Sí. 
UAJU 

Digalo  él  mismo. 

uMMtummFimuí.) 

Ubre  esto?,  porque  habiendo 
Faltado  eínomenate,  bien  entiendo 
Que  pudieron  gloriosos  mis  blasones 
Quebrantar  de  la  torre  las  prisiones. 

ssanusn*. 

Yo  me  alegro  de  Yerto 

Libre  ,  para  prenderte 

Segunda  ves,  y  para  q*ie  mi  brío  (mió. 

Tenga  usas  que  vencer*  que  eu  fin  es 

MA*.  N 

Pues  sí  eso  te  provoca  * 
Embiste. 

sl»nuu*< 

Toca  alarma; 

Lieos». 

Al  arma  toca. 

LfCAS. 

Hoy  veras  el  valor  que  desconfías. 

mise. 
Hoy  veras  el  valor  de  quien  te  flus. 

asxiuMHB.  [criba. 

Tobaré  que  el  tiempo  esta  victoria  es- 

soldados.  (Dentro.) 
¡Guerra! 

(Kalranee  todoe  orneando  fot  etpadao.) 
•nos,  (Dentro.) 
¡YivtLklorot 
otaos. 

I  Mnt*  viva  ! 
(Ate*  te  tolo/te  con  mucho  enmendó.) 

■ante. 


CHATO. 

A  perro  vieio  no  bay 

Tus ,  tus ,  dice  allá  un  proverbio , 

Y  yo  acá  también  lo  digo , 
Puesto  que  sov  perro  viejo. 
Sin  ser  pescador,  apenas 

Vi  que  andaba  el  rio  revuelto. 

Cuando  dije  :  t  La  ganancia 

Ka  mis.  •  ¿Qué  hago  ?  tomo  y  vengo, 

Y  rompo  aqoesu  cadena ,  e 
Yde  madre  y  WJo  fauyendo 

(Que  es  Un  malo  nao  como  otro). 
Jasarme  á  otra  tierra  quiero. 
Trabada  está  la  batalla , 

Y  en  tanto  que  los  encuentros 
8e  barajan ,  quiero  yo 
Echar  á  eata  suerte  el  resto. 
Escondido  entre  estas  penas 
He  de  esperar  el  suceso. 

»  de  Apolo  comulgo, 
anda  alUd  estruendo! 
r.  xn. 


Y  aun  aqui;  que  derramados 
Los  dos  ejércitos ,  veo 
No  dejar  alguna  parte 
Ooe  no  ocupen.  Pues  no  tengo 
Donde  escojutacme ,  la  santa 
Mortecina  flééár  intento. 
Tiéaidome  de  burgo  á  largo. 

* 

SEMIRAMJS.— CUATO. 

siMbums.  (Dentro*} 

¡  Ay  de  mi ! 

ampo. 

Ya  no  ose  tiende » 
Porque  por  aqueste  monte 
Bajar  despeñado  veo 
Un  hombre,  y' no  es  bien  quitarle 
Que  él  baga  el  papel  del  muerto. 
Cada  uno  á  lo  que  lé  toca 
Acuda... 

(Sale  Stmiromis ,  eangrient»  el  futiré, 
y  con  flecha*  en  éiemerpo,  cayendo.) 

seufftAvnt' 

¡Valedme,  cielos! 

chato.  (Ap.). 

Y  asi,  acuda  yo  á  esconderme, 

Y  él  á  morirse. 

sfeafeums» 

„         _    .     J  Ab !  j  qué  presto 

Has  acabado ,  fortuna , 

Con  mi  vida  y  con  mis  hechos  f 

chato.  (Ap.) 
La  vos  quiero  conocer, 
Aunque  es  verdad  que  no  quiero, 

SBHHUHIS. 

En  fin,  Diana,  has  podido 
Mas  que  la  deidad  de  Venus, 
Pues  solo  me  diste  vida 
Hasta  cumplir  los  severos 
Hados  que  me  amenazaron 
Con  prodigios ,  con  portentos , 
A  ser  tirana ,  cruel , 
Homicida  v  de  soberbio 
Espirita ,  basta  morir 
Despenada  de  alto  puesto. 

cbato.  (Ap.) 

Tanto  miedo  tengo ,  que  aun 
Para  huir  valor  no  tengo. 

(Tocan  ceja*  dentro.) 

ESCENA  XV. 

Soldados,  LI10RO.-SEMIRAMI9, 
CHATO. 

soldados.  (Dentro.) 
¡Viva  Lidia ! 

Liooao.  (Dentro) 

La  victoria 
Seguid ,  que  hoy  es  el  dia  nuestro. 

srauunu. 

¿  Qué  es  vivir?  Aunque  no  es  mucho 

Sue  ella  viva,  si  yo  muero, 
as  lo  poco  que  me  queda 
De  vida,  lograrlo  pienso ; 
Que  á  costa  de  muchas  muertes  f 
Morir  bien  vengada  intento. 

chato.  (Ap.) 
No  tropiece  con  la  mia. 

(Smena  la  cadena  de  Chato.) 
siahunis. 
¿  Qué  triste ,  roneo  y  funeste 


i  Son  de  prisiones  sé  Mezcla 
Con  los  marciales  estruendos  ? 

chato,  <4a.) 

Es  la  cadena  de  un  galgo , 
Que  anda  por  aquesos  cerros    . 
A  caza  de  liebres ,  y  es 
Bl  ajlgo  y  la  ltebre  á  no  üeartpo. 

sehíramis. 
¿Qué  quieres,  Meneo,  de  mi. 
De  sangre  el  rostro  cubierto? 

?ué  quieres .  Niño » el  semblante 
au  pálido  y  niacÜetíteT    ■ 
Qué  quieres  *  Minias ,  que  tienes 
A  afligirme  triste  y  nreso? 

cjutoI  (4p.) 
Bm  duda  que  ve  fantasmas 
Eatequesei^AmntenjIp,:    <V«w.) 

shuIrauis.  , 

to  no  te  saqué  Id»  ojos  ^  '    '      ' 

Yo  no  te  di  aquei  veneno» 

Yo,  si  el  reino  te  quité. 

¡Ya  te  resütuyo  el  reino. 

Dejadme,  no  me  aflijáis :    ' 

Vengados  estáis,  pues  muero» 

Pedazos  del  corasen 

Arraneándome  del  pecho. 

HUa  fui  del  aire  «ya 

£n  él  hoy  me  desvnneñnsv      (Muere.) 

soldados*  ipeutro.) 
¡VivaLMoro!  , 

Livoao,  (Déme.) 

El  amanee 
Seguid ,  pues  que  van  huyendo. 

ESCENA  XVL 

^SÍl^í^^L^  *  •OCASOS.- 

L\WnO,d£*lro;$EUmW%m*4rto.  ( 


Hoy  es  para  Babilonia 
Infausto  el  dia. 

nuso. 

Los  cielos 
Conjurados  se  declaran 
Contra  nosotros.  » 

No  menos 

8ue  Juzgamos  es  la  roma , 
!  en  aquel  pavea  advierto. 

LlCAI. 

¿Qué  desdicha! 

usías. 

¡Qué  tragedia! 
rmso. 
Mayor  es  de  la  que  vemos; 

£ie  este  cadáver...  (Ap.  Mas  ¡ay 
feliz!  no  el  sentimiento 
Me  baga  decir  que  yo  supe 
Antes  de  ahora  este  secreto. 
Pues  solo  puede  salvarme 
El  sagrado  del  silencio.) 

usUs. 

;  A  y,  joven  Rey,  cuánto  fu* 
Trágico  tu  nacimiento ! 

ueoao*  (Dentro.) 
Pues  en  la  ciudad  se  entran, 
No  paréis  hasta  entrar  dentro-. 

ÜCAS. 

Tan  gran  desdicha,  Listas, 
No  tiene  ya  otro  remedio , 
Sino  que  en  el  mauseolo 
A  Ninias  deposítenlos, 
Y  de  su  oculto  retiro 


o* 

A  Semiramis  saquemos, 
Pues  solo  puede  salvar, 
O  su  fortuna  ó  su  esfuerzo, 
Nuestra  patria  desús  iras. 

usías. 
En  los  hombros  le  llevemos. 
(Llevan  Ifnaey  Lisias  en  les  braza»  á 
Semiramis.) 

miso. 

Llevadle  fes  (tes,  que  yo 

Animo  y  valor  no  tengo,- 

(Ap.  Pues  aunque  le  pierden  todos» 

boy  yo  solo  el  que  le  pierdo.)  (Vate.) 

Estrada  á  la  asfcUath»  desestimáis. 

BOCERA  XVIL 

ASTREA  9  UBIA ;  afelpa**,  CHVTO. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDIO  CALDBSON  DR  1A  ¡BARCA. 


Huyendo  la  gente  vuelve 
A  la  ciudad. 

LISU. 

En  no  siendo 
Semiramis  quien  la  anima; 
Siempre  esperé  mal  suceso. 

(Salé  Chato.) 

CIATO. 

Tal  es  lo  que  pasa  allá , 

Que  aquí  a  la  prisión  me  vuelvo  • 

ASTRSA. 

Chato,  ¿«mees  esto? 

CHATO. 

■'    ¿Ouefeis 
Que  lo  diga  todo  y  presto  ? 
Fueses ,  que  lodos  /señoras , 
Han  le  qoe  ye  hubiera  hecho. 

ASTBEAi 

¿Que  es  7 

CHATO. 

Huir,  y  que  en  el  campo 
Queda... 

•UMA. 

Dito. 

Ninias  muerto. 


^' y  mfehee  de  mK 
teme  mi  sentimiento. 

EKEHA  ZVm. 

Soldados  ,  LISIAS ,  LIGAS ,  FRISO. 

uxos.  (Dentro.)  . 

Grande  Semiramis  bella... 

otaos.  (Dentro.) 

Sal  de  aqueseocwko  entierro 
A  dar  la  vida  a  tu  patria. 

ortos.  (Dentro.) 

Felice  Reina ,  tusJiecnos 

Nos  rescaten  de  tan  graves 

Boinas  como  padecemos. 

{Salen  Usías,  Lieos,  Triso  y  toldados.) 

uskas. . 

Entrad ,  y  romped  las  puertas  -     ■ 
De  su  cuarto. 

liCA». 

■ 

Vuelva  el  cetro 
A  las  manos.de  mrfen  tuvo 
En  ellas  todo  el  imperto 
De  la  fortuna,   •.«.•■ 

miso,  (Ap.) 


Que  ella 


¡Aydeml, 
ba  sido,  la 


que  ha  muerto  1 

usías; 

Abridla  puerta. 

(Abren  una  puerta  d  oeíne$[  y  sale  Ni* 
niaej 


Me  quitáis  la  vida?  El  reino  . 
¿No  basta? 

ASTSEA. 

¡Cielos!  ¿qué  oigo? 
Rendida  tus  plantas  beso, 
Aunque  temple  mi  alegría 
El  dolor  de  verte  ajeno. . 

USÍAS. 

Vasallos,  bien  claro  está 
De  entender  tan  m*soceso, 
Y  que  fué <  pues  nielas  vive, 
Semiramis  la  que  ha  muerto. 

liCAS/ 

Su  soberbia  hizo,  sin  duda , 
La  traición  de  aqueste  trueco. 


UDOKQ,  y  déme*.  IRÁN  *  AfíTEO  * 

SOLDADOS.— DlChOS. 

limbo*  (Dentro.) 

De  Semiramis  es  este    ■■* 

El  gran  palacio :. entrad  dentro, 

Que  en  efla  añoradme  ftka 

¡De  vengar  aquej.desj^eqo..  . 

{Salen  Udúrojrañ,  Anteo  y  tildados.} 

a  usías. 

No  podras  en  ella  ya,  < 

Poderoso  Rey,  supuesto , 
Que  ella  murió,  y  Niaias  .vive. 

uñoso.. 

Pues  si  vive  4  quien  yo  debo 

dio, 


NINIAS  —  Dichos, 

1ÍMAS. 

Uranos, 
¿No  basta  tenerme  preso ,   " 
Sino  también  venir  noy   ' 
A  darme  muerte? 

TODOS. 

¿Qué  es  esto? 

lÚNIAS. 

Vuestro  rey  soy :'  ¿pues  por  qué 


* .» 


La  libertad  que  me 
Y  no  fué  quien  me  < 
La  segunda  prisión  *  vean 


Que  aquel  favor  le  agradezco, 

Y  esta  victoria  na  sigo  4 

Pues  que  las  arnus;  sospesa*. 

MAN» 

Yo  también  le  veeéadte» ' 
Los  favores  que  ta  ha  hecho. 

RfelA*. 

Yo  agradecido  a  Jos  dos. 
Pago  á  Astrea  lo  que  debo, 

Y  perdono  á  quien  estuvo 
Culpado  en  léñense  preso*  • 
porque  de  La  hija  del  aire 

I  La  historia  acabe  con  esto. 


,« ■  ■    • 


M      4    k     wé'tk     Pin >   .nuil 


iHn         ii  i       ■        j    »■■!  fai>»i  > 


EL  ALCALDE  DE  ZALAMEA. 


•*  i  ■  ■  ■«« 


H   * 


BL  REY  FBUPB II. 

DON  LOPE  DE  FtGUBKOA. 

DON  ALVAM  D*  ATAIDfcV^pttsJi. 

UN  SARGENTO. 

U  CHISPA. 


PERSONAS. 

REBOLLEDO,  toldado, 
PEDRO  CRESPO,  labrador,  viejo. 
JUAN ,  Aty»  4*  Pwlr*  €r*«P*. 
ISABEL,  hija  40  Pedro  Crespo. 
\XES  %  prima  de  lsaoelt 


DON  MESDO,  hidalga. 
KVSQ,  su  criado. 
UN  ESCRIBANO. 

SOL**DOS.-~-U!r  TAMBOS. 
LABBADOra.~-ACOMPA*A*ieKTO. 


La  escena  es  en  Zalamea  y  sus  inmediaciones. 


JORNADA  PRIMERA. 


Canto  eereano  á  Zalaaua. 


REBOLLEDO  »  CHISPA  ,  Soldados. 


REBOLLEDO. 

¡  Caerptkde  Cristo  con  quien 
Desta  aserte  hace  marchar 
De  un  lagar  a  otro  logar 
Sin  dar  un  refresco! 

Tuno*. 

Amen. 

rebolledo. 

¿Somos  gitanos  aquí. 
Para  andar  desta  manara? 
Una  arrollada  bandera 
¿  Nos  ba  de  llevar  «ras  si  * 
Con  una  caja... 

SOLRABOL* 

I  Ya  empiezas? 
asaoLuno. 

One  este  rato  que  caHo, 
NbsinioBaaieeddene 
Bosapenos  astas  cabezas? 

sos****** 

No  muestres  deso  pesar» 
Si  ba  de  olvidarse,  imagino, 
El  cansando  del  camino 
A  la  entrada  del  lugar. 

RESOLLIDO. 

¿A  qné  entrada,  si  voy  muerto? 

Y  aunque  llegue  vive  alta, 
Sabe  mi  Dios  si  será 
Para  alojar;  pues  es  cierto 
Llegar  luego  al  comisario    . 
Loa  alcaldes  á  decir 

Que  si  es  qne  se  pueden  Ir, 
One  darán  lo  necesario. 
Responderles»  lo  primero, 
Que  es  imposible. ,  que  viene 
La  gente  muerta ;  y  si  tiene 
0  concejo  algún  dinero. 
Decir  :  «  Señores  soldados , 
Orden  hay  que  no  paremos  : 
Luego  al  instante  marchemos.» 

Y  nosotros,  muy  menguados; 
A  obedecer  al  Instante 
Orden,  qne  es  en  caso  tal, 
Para  él  orden  monacal, 

Y  para  mi  mendicante. 

Pues  ¡  voto  á  Dios  í  que  sí  llego 
Esta  urde  á  Zalamea , 

Y  pasar  da  aNi  desea 

Por  diligencia  6  por  rneco,     • 
Ove  ba  de  ser  sin  mft  m  tan; 


Pues  no,  con  desembarazo, 
Será  el  primer  tornillazo 
Que  habré  yo  dado  en  mi  vida. 

soldado  4.°. 

Tampoco  seré  el  primero 
Que  haya  la  vida  costado 
A  un  miserable  soldado; 

Y  mas  boy,  av'cousidero 
Que  es  el  cabo  desta  gente 
Don  Lope  de  Figueroa, 
Que  si  tiene  fama  y  loa 

De  animoso  y  de  valiente , 
La  tiene  también  de  ser 
El  hombre  mas  desalmado. 
Jurador  y  renegado 
Del  mundo,  y  qne  sabe  hacer  ' 
Justicia  del  mas  amigó, 
Sin  fulminar  d  proceso. 

REBOLLEDO. 

¿Ven  ustedes  todo  eso? 
Pues  yo  haré  lo  qne  yo  digo. 

SOLDADO  Íe 

¿Deso  un  soldado  blasona  ? 

REBOLLEDO. 

Por  mi  muy  poco  me  inquieta ; 
Pero  por  esa  pobreta. 
Que  viene  tras  la  persona... 

CBISPA. 

Seor  Rebolledo»  por  mi 
Voacé  no  se  aflija ,  no ; 
Que,  como  ya  sabe,  yo» 
Barbada  el  alma,  nacf : 

Y  ese  temor  me  deshonra? 
Pues  no  vengo  yo  i  servir* 
Menos  que  para  sufrir 
Trabajos  con  mucha  honra ; 

8 ne  nava  estarme ,  en  rigor , 
egalada,  no  dejara 
En  mi  vida ,  cosa  es  dará , 
La  casa  del  regidor, 
Donde  todo  sobra,  pues 
Al  mes  mü  regalos  vienen ; 

8ue  hay  regidores  que  tienen 
esa  franca  con  el  mes. 

Y  pues  af  venir  aquí, . 
1 A  marchar  y  padecer 

Con  Rebolledo,  am  ase 
Postema ,  me  resolví ,. 
Por  mi  ¿  en  qué  duda  ó  repara  ? 

REBOLLEDO. 

¡Viven  los  délos,  que  eres 
Corona  de  las  mujeres ! 

soldado).0 

Aquesa  es  verdad  bien  clara. 
¡Viva  la  Chispa  I 

bbbolledo. 
¡Reviva! 


Y  mas  si  por.  divertir  .     . 
Esumtinadeir 

Cuesta  abajo  y  cuesta  arriba , 
Con  su  voz  al  alte  inquieta 
Una  jácara  ó  canden. 

CHISPA. 

Responda  á  esa  petición 
Citada  la  castañeta. 

REBOLLEDO. 

Y  yo  ayudaré  tambieu. 
Sentencien  los  cana  a  nulas. 
Todas  las  partes  citadas. 

soldado  4.* 

¡Vive  Dios ,  que  ha  dicho  bien ! 
( Cantan  Rebolledo  y  la  Chispé.) 

CHISPA. 

Yo  soy  tüiri,  titiri,  tina, 
Flor  4e  la  jaoor andina* 

rebolledo. 

Yo  soy  tUiri ,  lüiri,  taina,     , 
Flor  de  la  jacarandaina. 

CHISPA. 

Vaya  d  la  guerra  el  alférez  * 

Y  embarqúese  el  eapUaux 

aEtotucno. 

Mate  moros  quien  quisiere, 
Que  ¿mi  no  me  han  hecho  mal. 

CHISPA. 

Vaya  y  penga  la  tabfoathomo, 

Y  d  mi  neme  faite  pan. 

.REBOLLEDO. 

Huéspeda  tmdteme  una  pollina; 
Que  el  carnero  uta  hace  mal. 

SOLDADO  1.° 

Aguarda ;  qne  ya  me  pesa 
(Que  Íbamos  entretenidos 
en  nuestros  mismos  oídos) 
De  haber  llegado  a  ver  esa 
Torre ,  pues  es  nneesario 
Que  donde  paremos  sea. 

BEJR0LUUH). 

¿Es  aquella  Zalamea? 

CHISPA* 

Digalo  su  campanario. 
No  sienta  tanto  voacé, 

Sue  cese  el  cántico  ya : 
il  ocasiones  habrá 
En  que  lograrle,  porqué 
Esto  me  divierte  tanto, 
ne  como  de  otras  no  ignoran 
e  á  cada  cosita  lloran , 
o  á  cada  cosita  can  to, 

Y  oirá  uced  jácaras  ciento.  ' 


/ 


I 

»  I 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


REBOLLEDO. 

Hagamos  alto  iqnl ,  pues  ,       .  . 
Justo,  basta  que  venga,  es, 
Con  la  orden  el  Sargento, 
Por  si  hemos  de  enlrar  marchando 
Y  en  tropas, 

soldado  i.° 

El  solo  es  quien 
Llega  ahora ;  mas  también 
Ki  CapKaii  esperado     , 
Está. 

ESCENA  JUL 

EL  CAPITÁN,  EL  SARGENfÓ.— ' 
Dichos. 

CAPITÁN. 

Señores  soldados, 
Albricias  puedo  pedir : 
De  aqui  no  hemos  de  sattr, 

Y  hemos  de  estar  alojados 
Hasta  que  Don  Lope  tenga 
Con  la  gente  que  quedé       <  '  ' 
En  Llerena ;  que  liey  Heg6 
Orden  de  que  se  prevenga 
Toda ,  y  no  salga  de  aquí 

A  Guadalupe,  Tiasta  que 
Junto  todo  el  tercio  esté, 

Y  él  vendrá  luego;  y  así* 
Del  cansancio  bien  podría 
Descansar  algunos  días. 

'  REBOLLEDO* 

Albricias  pedir  podías. 

TODOS. 

¡Víctor  nuestro  Capitán ! 

Capitán. 

Ya  está  hecho  el  alojamiento  : 
El  comisario  irá  dando 
Boletas,  como  llegando 
Fueren. 

CHISPA. 

Hoy  saber  intento 
Por  qué  dijo,  voto  á  tal , 
Aquella  jacarandina : 
«Huéspeda,  méteme  una  gallina; 
Que  el  carnero  me  hace  mal. » 


Calle. 

E0CENA  Oí. 

EL  CAPITÁN ,  EL  SARGENTO. 

CAPITÁN, 

Sefior  Sargento,  ¿ha  guardado 
Las  boletas  para  mí, 
Que  me  tocan? 

SARGENTO. 

Sefior,  si. 

CANTA*. 

¿Y  dónde  estoy  alojado'? 

SARGENTO. 


En  la  casa  de  un  vNnno, 

8ue  el  hombre  mas  rico  es 
el  lugar,  de  quien  después 
He  oído  que  es  el  mas  vano 
Hombre  del  mundo,  y  que  tiene 
Mas  pompa  y  mas  presunción 
Que  un  infante  de  León. 

CAMTAJI, 

Bien  á  un  villano  eoovieot 
Rico  aquesa  vanidad. 

SARGENTO. 

Dicen  que  esta  es  la  mejor 


Casa  del  lugar,  seior  i 
Y  ai  ? a  á  decir  verdad , . 
Yola  escogí  para  ti, 
No  tanto  porque  lo  sea , 
Como  porque  en  Zalamea 
No  hay  tan  bella  mujer... 


CAPITÁN. 

Di. 

SARGENTO. 

Como  una  bija  suya* 

CAMTAN. 
'  ftMS 

Por  muy  hermosa  y  muy  vana , 
¿Será  mas  que  una  villana 
Con  malas  manos  y  pies? 

SARGENTO. 

¿Que  haya  en  el  mundo  quien  diga 

CANTAN. 

¿Pues  no ,  mentecato? 

8Aafiuna.    : 

¿Hay  mas  bien  gastado  vaso 
(A  quien  amor  no  le  obliga  <, 
Sino  ociosidad  no  mas) 
Que  el  de  una  villana,  y  ver 
Que  no  acierta  á  responder 
A  propósito  lamas?. 

CAPITÁN: 

Cosa  es  que  en  toda  mi  vida, 
Ni  aun  de  paso,  me  agradó; 
Porque  en  no  mirando  yo 
Aseada  y  bien  prendida 
Una  mujer,  me  parece 
Que  no  es  mujer  para  mí,  . .  t , 

SARGENTO,  < 

Pues  para  mi ,  señor,  si» 
Cualquiera  que  se  me  ofrece. 
Vamos  allá ;  que  por  Dios , 
Que  me  pienso  entretener 
Con  ella.  > 

capitán. 

¿Quieres  saber    - 
Cuál  dice  bien  de  los  dos? 
El  que  una  belleza  adora*    ,  ,.   , 
Dijo,  viendo  á  la  que  amó  : 
«  Aquella  es  mi  dama. i  y  no : 
«  Aquella  es  mi  labradora» 
Luego  si  dama  se  llama  * 
La  que  se  ama ,  claro  es  ya 
Que  en  una  villana  está 
Vendido  el  nombro  de  dama. 
Mas  ¿  qué  ruido  es  ese  ? 

SARGENTO. 

Un  hombre. 
Que  de  un  flaco  rocinante 
A  la  vuelta  dega  **qu¡ua 
Se  apeó,  y  en  rostro  y  laUe 
Parece  á  aquel  Don  Atayote, 
De  quien  Miguel  de  uervánles 
Escribió  las  aventuras. 

CAPITÁN. 

SQué  figura  tan  notable! 


Vamos,  señor ;  que  ya  es  hora. 

CAPITÁN. 

Lléveme  el  Sargento  antes 
A  la  posada  la  ropa,      . 
Y  vuelva  luego  á  avisarme. 
{Yante.) 


•  ■  i 


i 


■  EPClSf  A  IV. 

0OttHENDO,NUKO. 

DON  HENOO. 

¿Cómo  va  el  rucio? 

ÍTOÜO. 

Rodado, 
Pues  no  puede  menearse. 

aoaaoBiao.  >  . 
¿Dijiste  al  lacayo,  di  4 
Que  uji  rato  te  faseaset     ' 

NUNo'. 

¡Qué  lindo  pienso  I 

P0NUEN60. 

No  hay  eosa 
Que  tarito  á  un  bruto  descanse. 

bojío. 
Aténgbme  á  ta  cebada. 

DON  HENDO. 

a  que  á  los  galgos  no  aten , 
tete?,       .;  -v 

Elfos  te-holgarán; 
Mas  no  el  carnicero. 

DON  HENDO*.  ,  . 

Baste* 
Y  pues  nan  dado  Jas-iras*  /.  > 
Calzóme  palillo  y  guantes» , 

NtJNOj  > 

¿Si  te  prenden  el  palillo 
Por  palillo  falso? 

DON  UENDO. 

'  Si  alguien  ♦ 
Que  no  he  comido  un  misan , 
Dentro  de  si  imaginara, 
Que  allá  dentro  (fe  si  miente, 
.Aqui  y  en  cualquiera  parte 
Le  sustentaré. 

NtNO. ' 

¿Mejor 
No  seria  sustentarme 
A  mi ,  que  al  otro?  «mo«a>is>     < 
Te  sirvo.  • »    »  • 

¡Qué  necedades!     • 
—En  efecto,  ¿que  han  entrado     . 
Soldados  aquesta,  tarde 
fia  el  pueblo  ? 

ÑoSto. 

Sí ,  sefior. 

DON  UEJ9Ó*. 

Lástima  da  eí  villanaje 

Con  los  huéspedes  que  espera. 

1    NUftO. 

Mas  lástima  da  y  roas  grande 
Con  los  que  lio  espera... 

DOR  BEBDO. 

¿Quién? 

NU$0. 

La  hidalguez:  y  no  te  espante; 
Que  si  no  atojan ,  señor, 
En  cas  de  hidalgos  á  nadie , 
¿  Por  qué  piensas  que  es?  . 

DONRUENDO. 

¿Porqué? 

.NONO» 

Porque  no  se  mueran  de  hambre. 

DON  HENDO.       . 

En  buen  descanso  esté  ei  Alma 
De  mi  buen  sefior  y  padre  * 
Pues  en  fin  me  dejó  «na 


' 


Ejecutoria  tan  grande,  * 
Pintada  da  oro  y  asut, 
Exención  de  mi  linaje. 

Tomáramos  que  dejan 
Un  poco  del  oro  aparte. 


Avoque  si  reparoven  ello, 

Y  si  va  á  decir  verdades, 
No  tengo  que  agradecerle 

De  que  hidalgo  me  engerirás*» 
Porque  jo  do  me  dejara 
engendrar,  auuqoe  el  porfiase  , 
Si  uo  fuera  de  un  hidalgo, 
En  el  vieniM  demvaaadreu 

-mió. 

Fuera  de  saber  difícil. 

BONMÉfflfrO. 

No  fuera,  sino  uro}  fácil. 

hirifo. 
¿Cómo,  tefe*?  ' 

OON  HEJIDO. 

•Tu;  en  efecto» 
FOosoQa  no  sabes, 

Y  asi  Ignoras  los  principios. 

nu5kh 

Si ,  mi  señor»  y  aun  los  ante* 

Y  postres ,  desde  que  como 
Contigo ;  y  es ,  que  al  instante, 
Mesa  divina  es  tu  mesa, 

Sin  medios ,  postres  ol  antes. 

nos  amaso. 

Yo  no  digo  esos  principios. 
Has  de  saber  que  él  que,  nace. 
Sustancia  es  del  aUmeuto 
Que  ante»  comieron  sus  padres. 


■t 


Eaama 


tus  padres  comieron*   ' 
mafia  no  heredaste. 

aoMUEuno, 

Esto  después  se  convierte 
En  su  propria  carne  y  sangre  : 
Luego  si  hubiera  ounamst 
Bl  mió  cebolla, ei  instante 
Me  hubiera  liado  ei  olor, 
Y  hubiera  dicho, yo :  cTate, 
Que  no  me  está  bien  hacerme) 
Ue  excrementa  semejantej» 

aislo. 

Ahora  digo  que  es  verdad... 

non  mise. 

iQ0é?  uafc, 

Que  adelgaza  la  hambre 
Los  ingenios. 

BORUniDO. 

Majadero, 
¿Téngola  yot 

MOHO* 

No  te  enfades; 
•ue  si  no  la  tienes,  pueden 
Tenerla,  pues  de  la  tarde 
Son  ya  las  tres,  y  no  hay  greda 

S  mejor  las  manchas  saque, 
tu  saliva  y  la  mis* 

BOU  «EJIDO. 

Pues  esa ,  4  es  causa  bastante 
Para  tener  hambre  yo  ? 
rengan  hambre  Jos  gañanes; 
Queso  aunaos  todos  unos;   ^ 


. » 


EL  ALCALDE  DE  ZALAMEA. 

Que  á  un  hidalgo  no  le  haoe 
Falta  el  comer. 

troto. 

¡Oh,  quién  fuera 
Hidalgo! 

nOHUBKOO. 

Y  mas  no  ase  hables 
Desto,  pue*»unde  Isabel 
Vamos  enarundorien  la  oaite. 

mAo. 

¿Por  qué,  si  de  Isabel  eres 
Tan  firme  y  rendido  amante , 
A  su  padre  no  la  pides? 
Pues  con  eso  tú  y  su  padre 
Remediaréis  de  una  vea 
Entrambas  necesidades : . 
Tú  comerás,  y  é^WI 
Midajgos  sua  nietos.   . 

DOH  UEHDO. 

No  hables 
Mas,  Ñafio,  e»  eso.  ¿Dineros 
Tanto  habian  de  postrarme , 

Sue  a  un  hombre  Rano  por  suegro 
abia  de  admitir? 


69 


Inés .  pues  ya  euamo  el  verle 
En  ella  me  ofende  sabes. 


Pues  antes 

Pensé  que  ser  hombre  Mano, 
Para  suegro,  era,  importante ; 
Pues  de  otros  aleen,  que  son 
Tropezones  ,  en  «ue  caen    • 
Los  yernos.  Y  si  no  has 
De  casarte,  ¿por  qué  haces 
Tantos  extremos  de  amor? 


•t 


Dotiumso. 

¿Pues  no  hay  sin  que  ye  roe  case , 
Huelgas  en  Surges ,  adonde 
Llevarla,  cuando  me  enfade? 
Mira  ai  acaso  fa\  fes. 

1  mifto. 

Temo,  si  acierta  k  mirarme 
Pedro  Crespo... 

DOfT  MEtfDO. 

¿Qué  ha  de  hacerte , 
Siendo  mi  criado,  nadie? 
Has  lo  que  lUita tugase* 

noto. 

Si  haré ,  aunque  no  he  de  sentarme 
Con  él  á  la  mesa. 

SJPWsu  sunuAsnnjpmj« 

fisproprio 
De  los  que  sirven,  refranes. 

iraÑo. 

Albricias ,  que  con  su  prima 
Inés  É  la  reja  sale. 

non  «tuno. 

Di  que  por  el  befle  oriente , 
Coronado  de  diamantes. 
Hoy,  repitiéndose  el  sol, 
Amanece  por  la  tarde. 


BOCDtA  «/• 

ISASÉLiHfES,4«na 

— Dichos. 


Asómate  a  esa  ventana , 
Prima .  asi  el  cielo  te  guarde  : 
Veras  los  soldados  que  entran 
En  el  lugar. 

ISABEL. 

No  me  manaes 
Que  á  la  ventana  me  ponaa , 
Estando  este  hombre  en  la  calle. 


En  notable  tema  ha  dado 
De  servirte  y  festejarte. 


No  soy  mas  dichosa  ye. 


A  mi  parecer,  mal  haces 
De  hacer  sentimiento  deste. 


¿Pues  qué  había  de  hacer? 


J1VS. 

Donaire»    • 

ISABEL. 

¿Donaire  de  los  disgustos? 
non  «uno.  {Llegando  á  la  ventana.) 

Hasta  aqueste  mismo  instante. 
Jurara  yo  á  fe  de  hidalgo 

8ie  es  juramento  inviolable) 
e  no  había  aataeecJdo; 
Mas  ¿qué  mucho  ¿me  lo  extrañe , 
Hasta  que  á  vuestras  auroras 
Segundo  día  les  sale  ? 


Ya  os  he  dicho  mochas  veces , 
Señor  Mendo,  cuan  en  balde     - 
Gastáis  finesas  de  amor, 
Locos  extremos  de  amante 
Haciendo  todos  los  dias 
En  mi  casa  y  en  mi  calle. 

boa  uejipo. 

Si  las  mujeres  hermosas 

Supieran  cuento  las  hace 

Mas  hermosas  el  enojo, 

El  rigor,  desden  y  ultraje , 

En  su  vida  gastariau  , 

Mas  afeite  que  enojarse. 

Hermosa  estáis,  por  mi  vida. 

Decid,  decid  mas  pesares. 

tSABIL. 

Cuando  no  baste  el  decirlos, 

Don  Mendo,  el  bañarlos  baste 

De  aquesta  manera.  —  lnes, 

Éntrate  acá  dentro,  y  dale 

Con  la  ventana  en  tos  ojos.       tVaee.) 

mas. 

Señor  caballero  andante  T 

Que  de  aventurero  entráis 

Siempre  en  lides  semejantes* 

Porque  de  mantenedor 

No  era  para  vos  tan  fácil, 

Amor  os  provea.  (?***.) 

BOtt  HUIDO. 

Inés, 
Las  hermosuras  se  salen 
Con  cuanto  ellas  quieren.  —  Nufto. 

¡Oh  qué  desairados  nacen 
Todos  los  pobres ! 

■■CENA  VL 

PEDRO  CRESPO ;  después,  JUAN 
CRESPO.—  Díaos. 

crespo.  (4M 

¡Que  nunca 
Entre  y  salga  yo  en  mi  calle, 
Que  no  vea  a  este  hidalgote 
Pasearse  en  ella  muy  grave ! 

miffo.  (Ap.  4  su  amo.) 

Pedro  Crespo  viene  aquí. 


70 


COMEDIAS  DI  DON  MEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA, 


dos  hejim. 

Vamos  por  esotra  parte; 
Que  es  villano  malicioso. 

(Sqle  J?on  Crespo.) 

jatMi.  (A>\) 

¡Que  siempre  que  venga ,  halle 
Esta  fantasma  a  mi  puerta, 
Cateada  de  frente  y  guantes  ? 

mj*o,  (Ap.  á  w  asía,) 
Pero  acá  viea*  «abijo. 

POftaEHDO. 

No  te  turbes  ni  embaraces. 

CRESPO.  (Mp.) 
Kas  Juantco  viene  aquí. 

JUAN.  (Ap. ). 
Pero  aquí  viene  mi  padre. 

DON  MEKDQ. 

tAp.  i  Ñuño.  Disimula.)  Pedro  Crespo, 
Dios  os  guarde. 

úbbsnl 

Dios  os  guarde. 

{Yante  Don  ¿tatito  o  Ñuño.) 


VIL 

PEDRO  i  JUAN  CRESPO. 

CAMPO.   (Ap,\ 

El  ba  dado  en  porfiar, 

Y  alguna  vez  he  de  darlo 
De  manera  que  le  duela. 

JUAN, 

(Ap.  Alguo  día  be  de  enojarme») 
¿De  dónde  bueno,  seúor  X 

OBBSPO, 

De  las  eras;  que  esta,  tarde 
Sali  á  mirar  la  labranza , 

Y  están  las  parvas  notables 
De  manojos  y  montones , 
Que  parecen  al  mirarse 
Desde  léjoo  montes  de  oro, 

Y  aun  oro  do  mas  quilates  , 
Pues  de  los  granos,  de  aquesto 
Es  todo  el  cielo  ei  contraste. 
Alli  el  bieldo.,  hiriendo  á  sópeos 
El  viento  en  ellos  suave , 
Deja  en  esta  parte  el  grano, 

Y  la  paja  eu  I*  otra  parte: 
Que  aun  allí  lo  mas  humilde 
Da  el  lugar  A  lo  mas  grave. 

¡Oh  y  quiera  Dios  que  en  las  trojes 
Yo  llegue  á  encerrarlo,  antes 
Que  algún  turbión  me  lo  lleve, 
O  algún  viento  me  lo  Ule  I 
Tú ,  ¿qué  bas  hecho? 

t'JUJUt. 

No  sé  cómo 
Decirlo  sin  enojarte. 
A  la  pelota  be  jugado 
Dos  partidos  esta  tarde  , 

Y  entrambos  los  be  perdido. 

CRESPO, 

Haces  bien ,  si  los  pagaste, 

JOAN. 

No  los  pagué ;  que  no  l uve 
Dineros  para  ello  :  antes 
Vengo  á  pedirte,  señor... 

CAE5P0. 

Pues  escucha  antes  de  hablarme. 
Dos  cosas  no  has  de  hacer  nuuca  : 
No  ofrecer  lo  qne  no  sabes 
Que  bas  de  cumplir,  ni  jugar 


Mas  de  lo  que  esta  delante; 
Porque  si  por  accidente 
Falta,  tu  opiuiou  no  falte. 

JOAN» 

El  consejo  es  como  tuyo; 
Y  porque  debo  estimarle. 
He  de  pagano  ooa  otro.   . 
En  tu  vida  no  bas  de  darle 
Consejo  al  qne  ha  menester 
Dinero. 

CRESPO. 

Ken  te  vengaste. 


Una  cabellera.  Este 
En  opiniones  vulgares, 
¿Deja  de  ser  calvo  ?  No , 


(Vafuer) 


Patio  ó  portal  de  la  casi  de  Pedro  Crespo,' 
CRESPO,  JUAN,  EL  SARGENTO. 

SAMBUTO. 

¿Vive  Pedro  Crespo  aqvf? 

cuspo, 
¿Hay  algo  que  usted  te  mande T 

sambuto. 

Traer  a  su  caja  la  ropa 
De  Don  Alvaro  de  Alaide, 
Que  es  el  capitán  de  aquesta 
Compañía ,  que  esta  tarde 
Se  ha  alojado  en  Zalamea, 

crespo. 

No  digáis  mas  :  eso  baste ; , 
Que  para  servir  á  Dios, 

Y  al  Rey  en  sus  capitanes , 
Esta  mi  casa  y  mi  hacienda. 

Y  en  tanto  que  se  le  hace 
El  aposento,  dejad 

La  ropa  en  aquella  parte, 

Y  id  á  decirle  que  venga 
Cuaudo  su  merced  mandare 
A  que  se  sirva  de  todo. 

SABCEirro. 

El  veudrí  luego  al  instante.      (Vaa¿.) 


lAEfc 

CRESPO,  JUAN, 

JVAlt.  ' 

¿  Que  quieras ,  siendo  tan  rico , 
Vivir  á  estos  hospedajes 
Sujeto?  .t 

crespo. 

Pues  ¿como  pueda  . 
Excusarlos  ni  excusarme  ? 

JUAS* 

Comprando  .una  ejecutoria.   , 

-  CMESF6. 

Dime  por  tu  vida  %  ¿  hay  alguien. 
Que  no  sepa  que  yo  soy, 
Si  bien  de  limpio  linaje, 
Hombre  llano?  No- por  otarlo  : 

Íues  ¿qué  gano  yo  en  comprarlo 
na  ejecutoria  ai  Rey, 
Si  no  le  compro  la  sangre? 
¿Dirán  entonces  que  soy 
Mejor  que  ahora?  Es  dislate. 
Pues  ¿qué  dirán?  Que  soy  noble 
Por  ciuco  6  seis  mil  reales. 
Y  eso  es  dinero,  y  no  es  honra ; 
Que  honra  no  la  compra  nadie. 

¿Quieres ,  aunque  sea  trivial , 
In  ejemplillo  escucharme? 
Es  calvo  un  hombre  mil  afios , '  ' 
|  Y  al  calió  délos  setace 


íes  que  dicen  ai 
<  ¡  Ríen  puesta  la  cabellera 
Trae  Fulano ! »  Pues  ¿ qué  hace, 
Si  aunque  no  le  vean  la  calva , 
Todos  que  la  tiene  saben  ? 

•        J0A*. 

Enmendar  su  vejación, 
Remediarse  de  su  parte, 
Y  redimir  las  molestias 
Del  sol ,  del  hielo  y  del  aire, 

CRESPO. 

Yo  no  quiero  honor  postilo. 
Que  el  defecto  ha  de.dejarme 
En  casa.  Villanos,  fueron 
Mis  abuelos  y  mis  padres ; 
Sean  villanos  jafelnjos. 
Llama  á  tu  hermana. 

JUAK, 

Ehosale. 
EKQiAZ. 

r  • 

ISABEL,  INÉS.  -CRESPO,  JUAN.. 

CRESPO. 

Hija,  el  Rey  nuestro  señor. 
Que  el  cielo  mil  afios  guarde. 
Va  i  Lisboa ,  porque  en  ella 
Solicita  coronarse 
Como  legitimo  dueño : 
A  cuyo  electo  marciales 
Tropas  caminan  con  tantos 
Aparatos  militares 
Hasta  bajar  á  Castilla 
El  tercio  viejo  de  Flandes         ,    , 
Con  un  Don  Lope,  que  «ticen   . 
Todos  que  es  español  Marte. 
Hoy  han  de  venir  é  casa 
Soldados,  y  es  importante 
Que  no  te  vean;  y  asi,  hija, 
Al  punto  bas  de  retirarte 
En  esos  desvanes^  donde 
Yo  vivía. 

ISAREt, 

A  sopUearte 
Me  dieses  este  afamóla  • 
Venia.  Yo  sé  que  el  estarme 
Aqui ,  es  estar  solamente 
A  escuchar  mil  necedades. 
Mi  prima  y  yo  en  ese  cuarto 
Estaremos,  sin  que  nadie, 
Ni  aun  el  mismo  sol,  hoy  sepa 
De  nosotras. :         • 

CRESPO. 

• 

Dios  os  guarde. 
Juanilo,  quédale  aqui, 
Recibe  á  huéspedes  tales  * 
Mientras  busco  en  el  lugar 
Algo  con  que  regalarles.  (         (Vas/*.)' 

'  ISABEL. 

Vamos,  loes. 

1REJ. 

Vamos ,  prima ; 
Mas  tengo  por  disparate 
El  guardar  á  una  mujer, 
Si  ella  no  quiere  guardarse. 
(V&nse  babel  é  ¡né$.) 

ESCENA  J3. 

EL  CAPITÁN ,  EL  SARGENTO,  - 
JUAN. 

SARcairro. 
Esta  es ,  señor,  la  casa. 


CAPfTAN. 

Pues  delciier|K>Q9  guarna  aípmtopa» 
Toda  mi  ropa.  [aa 

ubsehto.  (Ap.  di  Capitán.) 

Quiero 
Registrar  la  villana  lo  primero.  (Van.) 

J0AÜW  .    i 

Vos  seáis  bien  Tenido 
A  aquesta  casa ;  que  ventara  ba  sido 
Grande  venir  a  en>  nn  caballero 
Tan  noble  como  en  vos  le  considero. 
(Ap. ;  Qué  gala*!  ftnfr  aaftntadfT  I    . 
Envidia  tengo  al  traje  de  soldado.) 

capitán. 
Vos  seáis  bien  bañado. 

JOAN. 

i  i 

Perdonaréis  no  estar  acomodado ; 
Qae  mi  padre  quisiera     ,    , 
Une  hoy  no  alcázar  esta  casa  hiera. 
El  lia  ido  á  buscaros 
Qne  comáis ;  qute  desea  regalaros  , 


Y  yo  voy  a  que  esté  vuestro  aposento 
Aderezado. 

capttaií.  ' 

^  *&ade*er  í*b*b4d 
La  merced  y  el  cuidado. 

JUAN. 

EUUréwempreávueslrosptósDOStraíio, 

(Vise.) 

EMemiL  zk 

EL  SARGENTO.-  EL  CAPOTAR 
capitán.  '  * 

A  la  ul  labradora?  ' 

SARGENTO» 

Vive  Cristo,  '  " 
Qne  con  aquese  Intento 
No  be  dejado  cocina  ni  aposente.    , 

Y  no  la  he  encontrado.    rw~1*w*     • 

CAPITÁN. 

Sin  duda  el  vOlancnon  bt  ha>  retirado. 

sabobhvo. 
Pregante  a  tana  criada 
Por  ella,  y  respono^ine  que  acopaba 
Sn  padre  la  tenia 

En  ese  coarto  alto,  y  qae  no  aabja 
De  bajar  nunca  acá;  que  es  muy  celoso. 

CAPITÁN. 

i  Qoé  villano  no  ba  stdq  .malicioso  ? 
81  acaso  aquí  la  viera , 
Deila  caso  no  hiciera ;' 

Y  solo  porque  el  viejo  la  ba  guardado, 
Deseo,  vive  Dios»  de  entrar  me  ha  dado 
Donde  esta. 

SARGENTO. 

Pues ¿qué  barémee  <   ■  • 
Para  que  alia ,  señor,  con  causa  entre- 
8in  dar  sospecha  alguna ?         [moa, 

CAPITÁN, 

Solo  por  tema  1a,be  de  ver,  y  una 
Industria  be  de  buscar. 

sanoento. 

De  mucho  ingenio ,  para  quién,  la  vea 
Hoy,  no  importará  nada ;  . 

Que  con  eso  será  mas  celebrada. 

CAPITÁN. 

Óyela  pues  ahora. 


'  EL  ALGALIA  DB  ZALAMEA. 

sabgerto. 

Di,  ¿qué  ha  sido ? 

cantan.  [nido 

Tabas  de  0ogir...-~Masno;  puesba  ve- 

(Viendo  venir  é  Rebolledo.) 
Ese  soldado,  que  es  mas  despejado, 
El  fingirá  mejor  lo  qne  he  trazado. 

ESCENA  XlA. 

REBOLLEDO ,  XA  CHISPA.—  Dignos. 

aaaotLKso.  (A  la  Chispa.) 

Con  este  intento  vengo 

A  hablar  al  Capitán,  por  ver  si  tengo 

Dicha  en  algo. 

cnjsrJL 

Pnes  ¿átatele  ée*m*do 
Que  le  oblicúes ;  que  en  Ün  no  ba  de  ser 
Desatino  y  locuift.       <  [todo 


Préstame  un  poco  tá  de  tu  cordura. 


Poco  y  mucho  pudiera. 

REBOLLEDO. 

Mientras  hablo  con  él,-  aqui  me  espera. 

(Adelántase.) 
—Yo  vengo  á  suplicarte... 

CAPITÁN. 

Bnenantopuedo 
Ayudaré,  por  Dios,  á  Rebolledo , 
Porque  me  ba  aficionado 
Su  despejo  y  sn.  brío. 

.SASGENTÓ* 

-Es  gran  soldado. 
•    cauta*.    •  s 

Pues¿quél|»yquese  ofrezca? 

bebouedo. 

,   Yo  be  perdido 
Cuanto  dinero  tengo  y  he  tenido 
Y  he  de  tener,  porque  de  pobre  Juro 
En  presente,  pretérito  y  futuro, 
llágaseme  merc*4de  apa,  por  via 
De  avudilla  de  costa,  aqueste  dia. 
El  alférez  me*ié.~ 

capitán. 

Diga:  ¿qué  intenta? 

mtaottBDo. 

El  juego  del  boliche  pot.  mi  cuenta ; 
Que  soy  hombre  cargado  [do. 

De  obligadooevy  hombre  al  fin  honra* 

CAPITÁN. 

Digo  que  eso  es  muy  justo, 

Yel  alférez  sabrá  que  ese  es  mi  guato» 

chispa»  (Ap.) 

Bienle  habla  el  Capitán.  ¡Oh  shne  viera. 
Llamar  de  todos  yo  la  Bolichera ! 

lEBOLLEDO. 

Daréle  ese  recado. 

CAMIAN. 


Oye,  primero 
tífiai 


Que  le  lleves.  De  ti  fiarme  quiero 
Para  cierta  Invención  queheunesdnado, 
Con  que  salir  espero  de  un  cuidado. 

REBOLLEDO. 

Pues  ¿qué  es  lo  que  se  aguarda? 

Lo  que  tarda  en  saberse, es  loque  tarda 

En  nacerse. 

•  CAPITÁN. 

Escúchame.  Yo  intento 


71 

Subir  á  ese  aposento 

Por  ver  si  en  é¿  una  persona  habit^, 

Que  de  mi  boy  esconderse  solicita. 

aCSOLLSDÓ. 

Pues¿porquéáélnosobes? 

CAPITÁN. 

fo  quisiera 
Sin  que  ataña  color  pera  esto  hubiera» 
Por  disculparlo  mas ;  y  asi,  fingiendo 
Que  yo  ribo  contfeo,has  de  irte  huyendo 
Por  ahí  arriba.  Entonces  yo  enojado» 
La  espada  sacaré  :  tú,  muy  turnada*; 
Has  de  entrarte  hasta  donde 
La  persona  que  busco  se  me  esconde. 

NBBOLLIDO. 

Bien  informado  quedo. 
obispa.  {Ap:) 

Pues  habla  el  Capitán  con  BéJsoUeuo 

Hoy  de  aquella  manera» 

Desde  hoy  me  llamarán  la  Bolichera. 

aaaouaao.  (Alzsndolaoou.) 
¡Vive  Dios,  que  han  tenido 
Esta  ayuda  de  costa  que  he  pedido. 
Un  ladrón,  un  gallina  y  un  cuitado! 
i  ahora  que  la  pide  un  hombre  honra- 
¡Noseladan!        ,  Wo, 

céispa.  (Ap.) 

Ya  emplea*  su  tronera. 

CAPITÁN. 

Pues  ¿cómo me  habla  ámidesa manera? 

REBOLLEDO... 

¿  No  tenga  de  enojarme , 
Cuando  tengo  razón  ? 

CAPITAIT.  i 

,  No,  ni  ba  de  hablarme. 

Y  agradézcale  sufre  squesteexeeso» 

BEBOLLEDO. 

Ucé  es  mi  espitan  :  solo  por  eso 
Callaré ;  mas  por  Dios,  que  si  tuviera 
La  bengala  en  la  mano... 

capitán.  {Echando  ave*»  d  la  espada.) 

¿Qoé  me  hiciera  T 

CHISPA.  fro.) 

Tente,  señor.  (^  ftomaerte  conside- 

REBOLLEOO. 

Que  me  hablara  mejor.  ., 

CAPITÁN.  •■•|«- 

á.         .  iOoé  es  lo  que  espero. 

Que  no  doy  muerteáunplearo  atrevido? 

pésetholrid,\ 

REBOtLEÜO. 

Huyo,  por  el  respeto  que  he  tenido . 
A  esa  insignia. 

capitán. 

Aunque  huyas, 
Te  he  de  matar. 

CHISPA. 

Ya  él  hizo  delassityssv 

SABgENTO. 

Tente,  señor. 

CUSPA, 

Escucha. 

8ABGF.?IT0. 

Aguarda,  espera. 

CHISPA. 

Ya  no  me  llamarán  la  Bolichera.        .,' 
( Vate  el  Capitán  corriendo  trae  Rebo- 
lledo; el  Sárjenlo  tras  al  OapUem ;, 
sale  Juan  con  espada ,  y  éessmes  su 
padre.) 


79  COMEDIAS  DE  DtW  REMO  CáAJH»W  I*  LA  BARCA. 

HJAPf,  CRESPO.  -  LA  CRISPA. 


Acudid  todos  presto. 

CUESTO, 

iOtálft  sucedido  aquí? 

JJ>AX, 

¿Qué  batido  esto? 

'  CHISPA,. 

Que  la,  espada  ha.  sacado 
El  Capitán  aqui  para  ou  solidado  t 
Y*  esa, escalera  arriba, . 
Sobe  Iras  él. 

crespo. 

¿Haysoerte  mas  esquiva? 

CHISTA. 

guftMttttos  aras  óL 

joan.  (Ap.) 

Acción  fué  vana 
Esconder  4  mi  prima  y  a  mi  hermana, 
fuma*) 

Coarto  alio  ffl  U  mlsau  casa. 

ESCENA  XV. 

RiTOOJ,MH>0,  kmjftndú ,  y  u  encuen- 
tra con  ISABEL  t  INKS;  después,  EL 
CAPITÁN  t  EL  SARGENTO, 

REBOLLEDO. 

Señoras,  pues  siempre  ba  sido    . 
Sagrado  el  que  es  templo,  hoy 
Sea  mi  sagrado  aqueste , 
Puesto  que  es  templo  de  amor 

isasel. 

¿Quién  a  huir  desa  manera 
Os  obliga? 

INÉS. 

,  ¿Qué  ocasión 

Tenéis  de  entrar  basta  aqui  ? 

MftRRL. 

¿Quién  os  sigue  é  busca  ? 

(Salen  el  Capitán  q  Sargento.) 

Yot 
Que  tengo  de  dar  la  muerte, 
Al  picaro  ¡  vive  Dios ! 
Si  pensase... 


Os  suplico;  pero  oo 

Que  cobréis  de  mi  la  deuda 

A  que  agradecida  estoy. 


Deteneos, 
Siquiera,  porque,  señor, 
Vino  a  valerse  de  mi;.    . 

tue  los  hombres  como  vos 
ao  de  amparar  las  mujeres , 
Si  no  por  lo  que  ellas  son , 
Porque  son  mujeres :  que  esto 
Basta,  siendo  vos  quien  sois. 
capitán. 

pío  pudiera  otro  sagrado 
Librarte  de  mi  furor, 
Sino  vuestra  gran  bellen  : 
Por  ella  vida  le  doy. 
Pero  mirad  que  no  es  bien 
En  tan  precisa  ocasión 
Hacer  vos  el  homicidio 
Que  no  queréis  que  haga  yo. 

ka*el. 

Caballero,  si  cortés 
Ponéis  en  obligación 
Nuestras  vidas,  no  zozobre 
Tan  presto  la  totercesioo* 
Que  dejéis  este  soldado 


capital. 

No  solo  vuestra  hermosura 
Es  de  rara  perfección , 
Pero  vuestro  entendimiento 
Lo  es  también,  porque  boy  ea  vos 
Alianza  están  jurando 
Hermosura  %  o^cijecjon^ 

ESCENA  XVL 


CRESPO  t  MÍAN,  cqu  npmtu  éeenu- 
das;  LA  CHISPA.—  Dumos. 

CRESPO. 

¿Cómo  es  eso,  caballero? 
¿Cuando pensó  mi  temor 
Hadaros  matando  un  hombre , 
Os  hallo... 

18ABEL.(A» 

¡Válgame  Diea! 

CRESPO» 

Requebrando  upa  mujer? 
Muy  noble,  sin  duda ,  apis » . 
Pues  que  tan  presto  se  os  pasan 
Los  enojos. 

CAPITÁN. 

*  Quien  nació 
Con  obligaciones,  debe 
Acudir  a  ellas,  y  yo 
Al  respeto  desta  dama 
Suspendí  todo  él  furor* % 

crespo* 

babel  es  htia  mia , 

Y  es  labradora ,  señor, 
Que  no  dama. 

JUAN. 

(AP.  ¡Vite  el  cielo , 
Que  todo  na  sido  iutencm. 
Para  haber  entrado  aquí ! 
Corrido  en  el  alma  estoy 
De  que  piensen  que  me  engañan, 

Y  no  ha  de  ser.)  Bien,  señor 
Capitán,  pudierais  ver 

Con  mas  segura  atención 
Lo  que  mi  padre  desea 
Hoy  serviros,  para  no 
Haberle  hecho  este  disgusto. 


¿Quién  os  mete  en  eso  A  vos , 

Rapaz?  ¿Qué  disgusto  ha  habido? 

Si  el  soldado  le  enojó , 

¿No  habla  de  ir  tras  él? Mi  hfla 

Estima  mucho  e!  favor 

Del  haberle  perdonado , 

Y  el  de  su  respeto  ya. 

capitán. 

Clare  esté  que  no  habrá  sido 
Otra  causa,  y  ved  mejor 
Lo  que  decía. 

«JAN* 

Yo  lo  he  visto 
Muy  bien. 

crespo. 

Pues  ¿cómo  habláis  vos 

Asi? 

capitán. 

Porque  estáis  delante,  •• 
Mas  oastigo  no  ké  doy 
A  este  rapaz.  ' 

CRESPO. 

Detened , 
Señor  Capitán ;  que  yo 
Puedo  tratar  a  mi  hijo 
Como  quisiere,  y  uo  vos. 


Y  yo  sufrirlo  á  mi  padre» 

Mas  á  otra  persona  no.  -  * 

CANfAH. 

¿Qué  habláis  de  hacer? 

JOAN. 

Perder 
La  vida  por  la  opinión. 

capitán. 
¿Qué  opinión  tiene  on  villano? 

«A». 

Aquella  mioma  que  vos : 
Que  no  hubiera  un  capitán , 
Si  no  hubiera  un  labrador. 

CAPITAL. 

¡Vive  Dios,  que  ya  es  bajeza 
Sufririo! 

CRESPO. 

Ved  que  yo.  estoy 
De  por  medio, 

(Sacan  las  espadas.) 

RCaOLUCDO. 

¡Vive  Cristo, 
Chispa,  que  ha- de  haber  hurgón ! 

CUMPA.  (Voceando.) 

¡Aqui  del  cuerpo  de  guardia! 

REBOLLEDO. 

¡Don  Lope !  (Ap.  Ojo ,  avizor.) 

WíPBrMíJWH. 

DON  LOPE,  con  hábito  aun;  falo*  g 
bengala;  soloaoos,  un  tauror.  — 
Dichos. 

DON  LOPE. 

¿Qué  es  aquesto?  La  primera 
Cosa  que  he  de  encontrar  boy» 
Acabado  de  llegar, 
¿Ha  de  ser  una.c*fsUou? 

capotan.  f4p*) 

:  A  qué  maf  tiempo  Qoo  Lope 
De  Figueroa  llegó ! 

crespo.  (Ap.) 

Por  Ríos  que  se  las  tenia 
Con  todos  el  rapagón. 

DON  LOPE. 

Qué  ha  habido?  Qué  ha  sucedido ? 
Jablad,  porque  ¡  vive  Dios,  ' 

Que  á  nombres,  mujeres  y  casa 
Bebe  por  un  corredor ! 
i  No  me  basta  habas  subido 
Hasta  aqui,  con  el  dolor 
Desta  pierna,  que  los  diablos 
Llevaran,  amen,  sino 
No  decirme  :  «  Aquesto  ha  sido?  » 

crespo. 
Todo  esto  es  nada,  señor. 

RON  LOPE. 

Hablad,  decid  la  verdad. 

capitán. 

Pues  es  que  alojado  estoy 
En  esta  casa  :  un  soldado... 

RON  LOPE, 

Decid. 

OAPtTANw  - 

Ocasión  me  dio 
A  que  anease  con  él 
La  espada  :  hasta  aqui  se  entró 
Huyendo ;  éntreme  tras  él 
Donde  estaban  esas  dos, 
Labradoras ;  y  su  padre 


H 


EL  ALCALDE  DB  ZALAMEA. 


73 


Se  ñau  dbgusfadode  qué 
jotrase  lauta  aqui.     , 

Pues  ya   • 
4  tan  boeo  tiempo  ha  llegado , 
Satisfaré  á  todos  hoy. 
4  Quién  loé  el  soldado,  dedo. 
Que  a  su  capilau  b  dio 
Ocasión  de  que  sacase 
La  espada!  .    . 

REBOLLEDO,  (¿p.) 

¿A  que,  pago  jo 
Por  todos? 


Aquesto  nȎ 
Kl  que  boyando  basta  aquí  entró. 

DON  LOPE. 

Denle  dos  tratos  de  cnerda* 


¿Tra-qué  kan  de  darme*  seior? 

donlope. 
Tratos  de  cnerda* 


ti 


CRESPO,  DON  LOPE. 

CRESPO. 

Hil  gracias»  señor,  os  doy 
Por  la  merced  qne  me  hicisteis, 
De  excusarme  la  ocasión 
De  perderme. 


Yotbomfefe* 
De  aquesos  tratos  ap  soy, 

chuta.  (Ap.) 

Desta  vas  me  te»  estropean. 

capitán.  (Ap.déL) 

¡  Ab  Rebolledo!  por  Dios» 
Que  nada  digas :  yo  haré 
Qne  te  libre*.    •     •  ■> 

REaouaao:- 

Ap.  «I  Cepita*.  ¿Cómo  oo 
«o  be  de  decir,  pues  si  callo» 

Los  brazos  me  pendran  noy 

Atrás  como  aaat-ssldadof ) 

Bl  Capitán  ase  mandó 

Qimtiagiese  la  anadeada*    • 

Para  tener  ocasión 

De  entrar  aqui. 

CRESPO, 

Ved  ahora 
8i  hemos  tenido  razón. ' 

No  tuvisteis  para  haber 
Asi  puesto  en  ocasión 
De  perderse  este  lugar.— 
Hola,  echa  un  bando,  tambor. 
Que  al  cuerpo  de  guardia  tajan 
Los  soldados  cuantos  son , 

Y  que  no  salga  ninguno , 

Pena  de  muerte,  en  todo  boy»-*» 

Y  para  que  no  quedéis 
Con  aqueste  empeñe»  *oi , 

Y  vos  con  este  diseusto, 

Y  satisfechos  los  dos  • 
Buscad  otro  slojamieolo ; 
Que  yo  en  esta  casa  esloy 
Desde  hoy  alojado,  en  tanto 
Que  á  Guadalupe- no  rey , 
Donde  está  el  Rey. 

CAPITÁN. 

Tos  preceptos 
Ordenes  precisas  sou 
Para  mi. 

(feas*  el  Ccjrffei»,  toe  Moldado*  y  la 
Ckypo.) 

casatcs. 
Entraos  ana  dentro. 
{Yante  leabet,  Inés  y  Juan.) 


¿Como  habláis» 
Decid»  de  perderos  vos? 

catiro. 

Dando  muerte  A  quien  pensara 
Ni  aun  eTagraviofmeuer... 

DON  LOPE. 

¿Sabéis,  vive  Dios,  que  es 
Capitán? 

catato. 

Sí,  vive  Dios ; 
Y  aunque  fuera  el  general , 
En  tocando  a  mi  ojúnjou , 
Le  matara. 

DON  LOPE. 

A  quien  tocara, 
NI  aun  al  soldado  menor. 
Solo  un  pelo  de  la  ropa, 
Viven  los  cielos,  qne  yo 
Le  ahorcara. 


A  ajoto)  se  atreviera 
A  un  ¿tomo  de  mi  honor, 
Viven  los  cielos  también , 
Que  también  le  ahorcara  yo. 

DORLOPE.. 

¿Sabéis  que  eataia  obligada 
A  sufrir,  por  ser  quien  sois, 
Estas  cargas! 

catare* 

Con  mt  hacienda  • 
Pero  con  mf  fama  no. 
Al  Rey  la  hacienda  y  la  vida 
Se  ha  de  dar ;  pero  el  honor 
Es  patrlmouio  del  alma , 

Y  el  alma  solo  es  de  Dios.' 

DON  LOPE. 

¡Vive  Cristo,  que  parece 
Que  vais  teniendo  razón  t 

crespo. 

Si,  vive  Cristo*  porqué 
Siempre  la  he  teoido  yo. 

DON  LQPR. 

Yo  vengo  cansado,  y  esta. 
Pierna  que  el  diablo  me  dio » 
Ha  menester  descansar. 

CRESPO. 

Pues  ¿quién  os  dice  qne  no  Y 
Ahi  nie  dio  el  diablo  una  cama , 

Y  serviri  para  vos. 

SOR  LOPE. 

¿Y  dieta  hecha  el  diablo? 

CRESPO. 

Sí, 

BOA  LOPE. 

Pues  a  deshacerla  voy ; 

Que  estoy,  voto  á  Dios ,  cansaxkx 

CRESPO. 

Pues  descansad,  voto  A  Dios. 
don  lope.  {Ap.) 

Testarudo  es  el  villano  : 
Tan  bien  Jura  como  yo. 

CRESPO.  [Ap.) 

Caprichudo  es  el  Don  Lope  : , 
No  haremos  aligas  los  dos. 


»» 


JORNADA  SEGUNDA. 


Calle. 


ESCENA  PRÍMULA. 

DON  HENDO,  MJftO. 

DON  RENDO. 

¿  Quién  te  contó  todo  eso? 

aciilo. 

Todo  esto  contó  Groesa, 
Su  criada. 

tea  rendo. 

j  El  Capitán , 
Después  4e  aquella  pendencia 
Que  en  su  casa  tuvo  (fuese 
Ya  verdad  ó  ya  cautela), 
Ha  dado  en  enamorar 
A  babel! 

•  RUNO. 

Y  de  manera , 

2ue  tan  poco  humo  en  su  casa 
I  hace  como  en  la  nuestra 
Nosotros,  En  todo  el  dia 
Se  ve  apartar  de  la  puerta : 
No  hay  hora  que  no  la  en\íe 
Recados  :  con 'ellos  entra 
Y  sale  un  oíalsoniadilio, 
Confidente  aoje* 

.  R**  RENDO. 

Cesa; 
Que  es  mucho  veneno,  mucho, 
Para  que  el  alma  lo  beba 
De  una  vea. 

NONO. 

Y  mas  no  habiendo 
Ea  el  estomaga  uméaaa    ' 
Con  que  resistirle. 

DOS  RENDO» 

«    Hablemos 
Un  rato,  Nuno»  de  vé/ra*\ 

euro» 
¡  Pluguiere  é  Dina  fueran  burlas! 

DON  BENDO. 

¿Y  qué  le  responde  eua? 

NONO. 

Lo  que  4  ti ,  porque  Isabel 
Es  deidad  hermosa  y  bella , 
A  cuyo  cielo  no  empanan 
Los  vaporea  de  la  tierra* 

RORBERDO. 

¡  Dueñas  nuevas  te  dé  Dios! 

(Al  hacer  la  exclamado*,  da  una  ma- 
notada d  Ñuño  en  el  rostro.) 

ÑOÑO. 

A  ti  te  dé  mal  de  muelas; 
Que  me  has  quebrado  dos  dientes, 
fias  bien  has  hecho,  si  iniealas 
Reformarlos,  por  familia 
Que  no  sirve  ni  aprovecha.*— 
El  Capitán. 

DON  REDRO. 

¡Vive  Mes, 
Si  por  el  honor  no  fuera 
De  Isabel,  que  le  matara  I 

runo.  (Ap.) 

Mas  será  por  tu  cabete.      , 

DON  RENDO. 

Escucharé  retirado.— 
Aqui  a  esta  parte  te  llega. 


74 


COMEDIAS  DE  MR  PEDRO  CALDERÓN  BE  LA  BARGA. 


EL  CAPITÁN,  EL  SARGENTO,  REBO- 
LLEDO.* DON  MENDO  Y  NUNO, 
retirados. 

CAPITÁN. 

Este  fuego,  esta  pasión , 

No  es  amor  solo,  que  es  teosa. 

Es  ira,  es  rabia,  es  furor. 

fcEBOLLEBO. 

¡Oh ! : nanea ,  señor,  hubieras 
Visto  a  la  hermosa  villana , 
Que  tantas  ansias  te  cuesta! 

CANTAN. 

¿Qué  te  dijo  la  criada? 

ÜSBOLLE0O. 

¿Ya  no  sabes  sus  respuestas  ? 

noN  mendo.  (Ap,  á  Ñuño.), 

Esto  ha  de  ser  :  pues  ja  tiende 
La  noche  sus  sombras  negras , 
Antes  que  se  haya  resuelto 
A  lo  mejor  mi  prudencia , 
Ven  a  armarme. 

1TON0. 

{Pues  qué!  ¿tienes 
Mas  armas,  señor,  que  aquellas 
Que  están  en  un  azulejo 
Sobre  el  marco  de  la  puerta? 

Mil  SUEKDO. 

En  mi  guadarnés  presumo 
Que  hay  para  tetes  empresas 
Algo  que  ponerme. 

. usgo* 

Vamos 

Sin  que  el  Capitán  nos  sienta. 
(Va»«.) 


EL  CAPITÁN,  EL  SARGENTO.  RE- 
BOLLEDO. 

CAPtTAB. 

¡Que  en  una  villana  haya  v 
Tan  hidalga  resistencia, 
Que  no  me  baja  respondido  . 
fina  palabra  siquiera 
Apacible ! 

samuro. 

Estas,  señor, 
No  de  los  hombres  se  prendan 
Como  tu  :  si  otro  villano 
La  festejara  y  sirviera , 
Hiciera  mas  caso  del : 
:    Fuera  de  que  son  tus  ouejas 

*  Sin-  tiempo.  Si  te  has  de  ir 

*  Mañana,  ¿para  qué  intentas 
Que  una  mujer  en  un  día 
Te  escuche  y  te  favorezca? 

capitán. 

En  un  día  el  sol  alumbra 

Y  falla;  en  un  día  se  trueca 
Un  reino  todo;  en  un  dia 
Es  edificio  una  pella ; 

Kn  un  dia  una  batalla 
Pérdida  y  victoria  ostenta ; 
Kn  un  dia  tiene  el  mar 
Tranquilidad  y  tormenta; 
Eu  un  dia  nace  up  hombre 

Y  muere  :  luego  pudiera 
En  un  dia  ver  mi  amor 
Sombra  y  luz  como  planeta , 
Pena  y  dicha  como  imperio , 
Gente  y  brutos  como  selva , 
Paz  y  inquietud  como  mar, 
Triunfo  y  ruina  como  guerra 
Vida  y  muerte  como  dueño 
De  sentidos  y  potencias : 


Y  habiendo  tefdd&erfati; . 
En  un  dia  su  violencia 

De  hacerme  tan  desdichado, 
¿Por  qué,  por  quena  pudiera 
Tener  edad  en  un  dia 
De  hacerme  dichoso?  ¿  Es  fuerza 
Que  se  engendren  mas  despacio 
Las  glorias  que  las  ofensas? 

SAJtGKHfO. 

Verla  una  vea  solamente 
¿A  tanto  extremo  te  fuera! 

CAWtJTN. 

¿Qué  mas  causa  habla  de  haber, 
Llegando  á  verla,  que  verla? 
De  sola  una  vez  a  incendio 
Crece  una  breve  pavesa; 
De  una  vez  sola  un  abismo . 
Sulfúreo  volcan  revienta ; 
De  una  vez  se  enciende  el  rayo, 
Que  destruye  cuanto  encuentra; 
De  una  vez-  escupe  horror 
La  mas  reformada  pieza ; 
¿De  una  vez  amor,  qué  mucho , 
Fuego  de  cuatro  maneras , 
Mina,  incendio,  pieza  y  rayo. 
Postre,  abrase,  asombre  y  hiera? 

SARGENTO. 

¿No  decías  que  villanas 
Nunca  tenían  belleza? 

OANfAJI. 

• 

Y  aun  aquesa  confianza 

Me  mató,  porque  el  que  piensa. ' 
Que  va  a  un  peligro,  ya  va 
Prevenido  á  la  defensa ; 
Quien  va  A  una  seguridad, 
Ks  el  que  mas  riesgo  lleva., 
Por  la  novedad  que  halla , 
SI  acaso  un  peligra  encuentra. 
Pensé  bailar  una  villana; 
Si  hallé  una  deidad,  ¿no  ena> 
Preciso  aue  peligrase 
En  mi  misma  Inadvertencia^ 
En  toda  mi  vida  vi 
Mas  divina,  más  perfecta.    - 
Hermosura.  ¡  A  y,  Rebolledo  !* 
No  sé  que  hiciera  por  verla, 

« 

agBOUEDO* 

En  la  compañía  hay  soldado 
Que  canta  por  excelencia, 

Y  la  Chispa ,  que  es  mi  alcaide 
Del  boliche,  es  la  primera 
Mujer  en  jacarear. 

Haya,  señor,  gira  y  fiesta 

Y  música  i  su  ventana,;    < 
ue  con  esto  podras  verla* 

aun  hablarla. 

CAPITÁN. 

Como  esté 
Doo  Lope  allí,  no  quisiera. 
Despertarle. 

rebolledo. 

Pues  Don  Lope 
i  Cuándo  duerme,  con  su  pierna?' 
Fuera,  señor,  que  la  culpa , 
Si  se  entiende,  será  nuestra^ 
No  tuya,  si  de  rebose 
Vas  en  la  tropa» 

cawtan. 

Aunque  tenga- 
Mayores  dificultades , 
Pase  por  todas  mi  pena. 
Juntaos  todos  esta  noche ; 
Mas  de  suerte  aue  no  entiendan 
Que  yo  lo  mando.  ¡  Ah,  Isabel , 
Qué  de  cuidados  me  cuestas ! 
{V/iM&  */  Capitán  y  el  Sargento*) 


? 


ESCKÜA  IV. 

LA  CHISPA.  —  REBOLLEDO. 

chispa.  (Dentro.) 
Tenga  esa. 

UCBOLMWO. 

Chispa,  ¿  qué  es  eso  ? 
chista. 

Ahi  un  pobrete,  que  queda 
Con  un  rasguño  en  el  rostro. 

BBSOLLEDO. 

Pues  ¿por  qué  -fué  la  pendencia  ? 


Sobre  hacerme  alicantina 
i  Del  barato  de  hora  y  media  * 

?ue  estuve  echando  las  bolas , 
eoiéudome  muy  atenta 
!  A  si  eran  pares  o  nones : 
|  Cánseme  y  dile^muasta .  (Seca  la  daga.) 
i  Mientras  que  con  e.1  barbera 
i  Poniéndose  en  pontos  queda. 
Vamos  al  cuerpo  de  guardia ; 
Que  allá  te  daré  la  cuenta. 

REBOLLEDO. 

i  Bueno  es  estar  Ue  mohína. 
Cuando  vengo  yo  de  fiesta! 

CHUPA. 

Pues  ¿  qué  estorba  etueo  al  otro? 

Aquí  está  la.  castañeta  ; 

¿  Qué  se  ofrece  que  cantar  ?    . 


Ha  de  ser  cuando  anochezca , 
Y  música  mas  fondada*  • 
Vamos,  y  no  le  detengas. 
Anda  acá  al  cuerpo  d0  guardia. 


Fama  lude  quedar  «tena    • 
De  mi  en  el  mundo*  4*0*09 
ChispiUa  la  Bolichera. 
{Van*.) 


Sala  baja  de  mas  ée  Crespo ,  coa  vistas  y 
salida  á  un  janUn.  Ventana  á  aa  lado., 

E0CCHAV. 

DON  LOPE,  CRESPO. 

cbespo.  (Dentro.) 

En  este  paso,  que  está 
Mas  fresco,  poned  la  mesa 
Al  señor  Don  Lope.  Aquí 
Os  sabrá-mejor  la  cena  ;   . 
Que  al  fin  los  dias  de  agosto 
No  tienen  mas,  recompensa 
Que  sus  noches. . 

no*  U»B. 
Apacible 
Estancia  en  eatremo  es  esta. 

caESPo. 

Un  pedazo  es  de  jardín , 
En  que  mi  hija  so-divierta.' 
Sentaos.;  que  el  viento  suave 
Que  en  bis  blandas  hojas  suena 
Destas  parras  y  estas  copas, 
Mil  cláusulas,  lisonjeras 
Hace  al  compás  desta  fuente , 
Citara  de  plata  y  perlas , 
Porque  son  en  trastes  de  oro 
Las  guijas  templadas  cuerdas. 
Perdonad  si  de  instrumentes 
Solos  la  música  suena , 
Sin  cantores  que  os  deleiten , 
Sin  voces  que  os  entretengan; 


Qne  como  músicos  son 
Los  piaros  que  gorjean. 
No  quieren  cantar  de  noche. 
Ni  yo  puedo  hacerles  fuerza. 
Sentaos  pues ,  y  divertid 
Esa  cotitwua  dolencia. 

bou  ton. 

No  podré ;  qoe  es  imposible 
Que  divertimiento  tenga. 
¡Válgame  Dios! 

CRESPO. 

Valga,  amen. 

BOH  LOME. 

Los  cielos  me  déo  parteada. 
Sentaos,  Graspo. 


Yo  estoy  bien. 

•OH  LOPE. 

Sentaos. 

CnESPO. 

Pues  me  dais  licencia  9 
Digo,  señor,  que  obedezco, 
Aunque  ezcosájrio  pudierais.  (Siénta$e.) 

DOW  LOPE. 

¿No  sabéis  qué  he  reparado?  ' 

Hue  ayer  la  cólera  vuestra 
s  debió  de  enajenar 
De  vos. 

.  CSKSPO. 

Nunca 
A  ai  da  mi  nada. 


Pues 
¿Cómo  ayer,  sin  queco  dijera 
Qae  os  sentarais,  as  seaissteto, 
Y  aun  en  la  siHa  primera? 


Porque  no  me  lo  disteis ; 

Y  noy ,  que  lo  decís,  quisiera 
No  hacerlo  :  la  cortesía* 
Tenerla  con  quien  la  tenga. 

sos  LOPE. 

Ayer  todo  erais  reniegos. 
Por  vidas,  votos  y  penas; 

Y  hoy  estáis  mas  apacible , 
Con  mas  gusto  y  mas  prudencia. 

cauro* 

Yo,  seftor,  respondo  siempre 
Bu  el  tono  v  en  la  tetra 
Que  me  hablan  :  ayer  vos 
Asi  hablabais,  y  era  fuerza 
Que  fueran  de  un  mismo,  tono 
La  pregunta  y  la  respuesta. 
Demás  de  qoe  yo  he  lomado  , 
Por  política  discreta 
Jurar  con  aquel  que  jara-. 
Rezar  con  aqnel  que  reza. 
A  todo  bago  compañía ; 

Y  es  aquesto  de  manera» 
One  en  toda  la  noche  pode 
Dormir ,  en  la  pierna  vuestra 
Pensando ,  y  amanecí 

Con  dolor  en  ambas  piernas : 
Que  por  no  errar  la  que  os  duele , 
Si  es  la  izquierda  ó  la  derecha, 
Me  dolieron  4  mi  entrambas. 
Decidme  por  vida  vuestra 
Cual  es ,  y  sépalo  yo. 
Porque  una  sola  me  duela. 

non  lope. 

¿No  tengo  mucha  razón 
De  quejarme ,  ai  he  ya  treinta 
Anos  que  asistiendo  en  Fundes 
Al  servicio  de  li  guerra , 
Bl  invierno  coa  la  escarcha , 


EL  ALCALDE  DE  ZALAttáA. 

Y  el  verano  con  fó  raerzU 
Del  sol,  nunca  descansé, 

Y  no  he  sabido  qué  sea/ 
Estar  sin  dolor  un  hora? 

.causeo. 

¡  Dios ,  seftor,  es  dé  paciencia  í 

BOJ  LOPE.      .. 

¿Para  qué  la  quiero  yo?    . 

'  catare* 
No  os  la  dé. 

non  LOPE. 

Nunca  acá  venga  9 
Sino  trae  dos  mil  demonios 
Carguen  conmigo  y  con  éKa. 


75 


I 


ESCENA  TUL 


Amen,  y  si  no  lo  hacen, 
Es  por  no  hacer  cosa  buena 

(no*  LOP,*, 

¡  Jesús  mil  veces,  Jesús  S 

CSESPO. 

Con  vos  y  conmigo  sea. 

DOS  LOPE. 

¡  Vive  Cristo,  que  me  amaro ! 

CSESPO. 

í  Vive  Cristo,  que  me  pesa  1 , 

ESCENA  YL 

JUAN,  que  saca  la  mes*.— DON  LOPE, 
.  CRESPO.    • 

JOAÜ. 

Ya  tienes  la  mesa  aqui. 

BOX  LOPE. 

iCómo  á  servirle  no  entran 
Mis  criados? 

casero. 

Yo,  señor. 
Dije ,  con  vuestra  licencia , 

?ue  no  entraran  á  serviros ,  . , 

que  en  mi  casar  no  hicieran 
Prevenciones ;  que  á  Dios  gracias. 
Pienso  que  do  os  falte  en  ella 
Nada. 

non  lope. 

Pues  no  entran  criados ,  . 
Macedme  merced  que  venga 
Vuestra  hija  aqui  á  cenar 
Conmigo. 


'  JUAN,  INÉS ,  ISABEL.  —  DON  LOPE, 
CRESPO 

ISABEL. 

¿  Qué  es ,  señor ,  lo  que  me  mandas  ? 

CBESPO. 

El  señor  Don  Lope  intenta 
Honraros  :  él  es  quien  llama. 

ISABEL. 

Aqui  está  una  esclava  vuestra. 

aoa  lope. 
Serviros  intento  yo. 
(Ap.  ¡  Qué  hermosura  tan  honesta !) 
Que  cenéis  conmigo  quiero. 

ISABEL. 

Mejor  es  que  i  vuestra  cena 
Sirvamos  las  dos. 

«MI  LOPE. 


Olla 
A  tu  hermana  al  punto,  Juan. 

(VaseJua*.) 

DO»  LOPE. 

Mi  poca  salud  me  deja 
Sin  sospecha  eu  esta  parle. 

CBESPO. 

Aunque  vuestra  salud  fuera, 
Seftor ,  la  que  yo  os  deseo , 
Me  dejara  sin  sospecha. 
Agravio  hacéis  á  mi  amor; 
Que  nada  deso  me  inquieta  í 
l>ues  decirla  que  no  entran  . 
Aqui ,  rae  con  advertencia 
De  qoe  no  estuviese  á  oir 
Ociosas  Impertinencias ; 
Que  si  todos  los  soldados 
< loríese»  como  vos  fueran, 
Ella  había  de  asistir 
A  servirlos  la  primera. 

B0.1  LOPE.  (A».) 

¡  Qné  ladino  es  el  villano , 
O  cómo  tiene  prudencia ! 


casero; 

Sentaos,  haced  lo  que  ordena 
El  seftor  Don  Lope. 

ISABEL. 

Esté 
El  mérito  en  la  obediencia. 
(Siéntanse.—  Tocan  dentro  guitarras.) 

aoa  LOPE, 
¿Qué  es  aquello? 

CBESPO. 

Por  la  cabe 
Los  soldados  se  pasean 
Tocando  y  cantando. 

DON  LOPE. 

Mal     " 
Los  trabajos  de  la  guerra 
Sin  aquesta  libertad     * 
Se  llevaran ;  que  es  estrecha 
Religión  la  de  un  soldado', . 
Y  darla  ensanches  es  fuerza 

JUAN. 

Con  todo  eso ,  es  liúda  vida. 

non  LOPE. 

¿  Fuérades  con  gusto  á  ella  ? 

JÜAH. 

SI ,  seftor,  como  llevara 
Por  amparo  m  Vuecelencia. 


■TUL 

Solbabos,  REBOLLEDO.  — 

iM  soldado,  {ü  entro.) 
Mejor  se  cantaré  aquí. 

BEBOLLEBO.  (Dentro.) 

Vaya  a  fsaliel  una  letra , 

Y  porque  despierte ,  tira 

A  su  ventana  una  piedra*  • 
(Suena  unapieéra  en  ana  venUtna.) 

•     CBESPO.  (Ap.) 

A  ventana  señalada 
Va  la  música :  paciencia. 

mu  vos.  (Cania  éentro.) 

Las  floree  del  remete , 

Niña  Isabel, 

Hoy  een  floree  azules , 

Y  mañana  serán  miel. 

BOU  LOPE. 

(Ap.  Música .  vaya ;  mas  eslo 
l)e  tirar  es  des  vergueóla.., 


7* 


iY  á  la  can  donde  esto? 
Venirse  á  dar  Cantaletas !... 


« 


Paro  disimularé 

Por  Pedro  Crespo  y  por  ella.) 

¡Qué  travesaras! 

cauro. 

Son  mozos. 
Ap.  SI  por  Don  Lope  no  fuera, 
'o  lea  hiciera...) 

JOAN.  (Ap.) 

81  yo 
Una  rodelffla  ?  ¡aja , 
Que  en  el  cuarto  de  Don  Lope 
Está  colgada,  pudiera 
Sacar...  (Hoto  yue  sé  va.) 

CRESPO. 

¿Dónde  vais,  mancebo? 

I0A2f. 

Voy  a  que  traigan  la  cena. 

ensato. 
Allá  hay  mozneqne  la  traigan. 

soldados.  (0»***,  cantando.) 
Despierta,  hotel,  despierta* 

ISABEL.  {Ap.) 

iQué  culpa  tengo  yo,  cielos. 
Para  estar  á  esto  sujeta  J 

OOH  LOPE. 

Ta  no  se  puede  sufrir , 
Porque  es  cosa  muy  mal  hecha. 

(Arroja  ta  meta.) 
encaro. 
Pues  ¡y  como  que  lo  es! 

(Arroja  la  tula,) 

DQWLOPE, 

(Ap.  Lléveme  de  ai  impaciencia.) 
¿  No  es,  decidme ,  mu*  mal  hecho 
Que  tanto  una  pierna  duela? 

oaaspo. 

Deso  mismo  hablaba  yo. 

no*  LOPE. 

Penseque  otra  cosa  era. 
Como  arrojasteis  la  silla. :. 

CRESPO. ' 

Gomo  arrojasteis  la  mesa 
Vos,  no  tuve  que  arrojar 
Otra  cosa  yo  mea  cerca. 
(Ap.  Disimulemos ,  honor,) 

aontorc. 
(Ap.  ¡  Qoiéomfc  elfeeaanviera !) 
Ahora  bien ,  cenar  no  quiero. 
Retirnos* 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALpKMN  DE  LA  BARCA. 

(Ap.  Encerraré  por  defuera 
A  mis  hijos.) 

ee*  lote.  (Ap.) 

Un  poco  la  casa  quieta. 
masel.  (4p>) 


:Ob  qué  mal,  cielos,  los  dos 
Disimulan  que  les  pesa  I 


(4».) 

Mal  el  uno  por  el  otro 
Van  haciendo  la  deshecha. 

fin  n  tiro 
¡Hola,  mancebo!.  _ 


DOW  naneo. 

¿Abrirá  acaso  Isabel 
La  ventana? 

trata. 
Si  abrirá. 


En  hora  buena, 
non  lope. 
Señora ,  quedad  con  Dios. 

ISABEL. 

El  cielo  os  guarde. 

»ON  lote.  (Ap.) 

_    .       „  A  la  puerta 

De  la  calle  ¿no  es  mi  coarto? 

Y  en  él  ¿no  está  una  rodela? 

castro.  (Ap.) 

i  No  tiene  puerta  el  corral 

Y  yo  una  espadilla  vieja? 

non  LOPE. 

Buenas  noches. 

crespo. 
Buenas  noches» 


Señor» 
crespo. 
Acá  está  la  cama  vuestra. 

(Vea**.) 

fcalle. 


Ek CANTAN, EL  SARGENTO;  LA 
CHISPA,  vf»OI£BDO,  ton  gaitas 
ros,  soldados. 

aEiouinó. 
Mejor  estamos  aqui. 
El  sitio  es  mas  oportuno  : 
Tome  rancho  cada  uno. 

CHpPA. 

¿Vuelve  la  música? 

rebolledo. 
Sí. 


Ahora  estoy  en  mi  neutro. 

CAPfTAN. 

¡Que  no  haya  una  ventana 
Entreabierto  esta  villana  T 

SAB6KJIT0» 

Pues  bieu  lo  oyen  allá  dentro. 

CHISPA. 

Espera. 

8ABCETIT0. 

Será  á  mi  costa. 


No  es  mas  de 
Quien  llega. 


ver  quién  es 

» 

CHISTA. 


wt  ..       ..  Pues  qué  ¿no  ves 
Un  jinete  de  la  costa? 

ESCENA  X 

DON  MENDO,  con  adarga,  ÑUÑO.  — 


non  Mineo.  (Ap.  á  Nuéa.) 
¿Ves  bien  lo  {ue  pasa  ? 

ninm. 

No, 
No  veo  bien ;  pero  bien 
Lo  escucho. 

DOW  METIDO. 

».        *     ¿Wén,  cielos, quién 
Esto  puede  sufrir? 

irofto. 
Yo. 


BOU  VERSO. 

Nohará.viHano. 

naffe. 
No  hará. 

OONHENDO. 

¡  Ah ,  celos ,  pena  cruejj 
Bien  supiera  yo  arrojar 
A  todos  á  emsh4lbs)S 
De  aqui :  mas  disimulada*   ' 
Mis  desdichas hee>de.estar, 

mfifo. 

Pues  aqui 
Nos  sentemos. 

nos  «nano. 

Báentasi 
Estaré  desconocido* 


Pues  ya  el  neikmr*  sé  ha  sentado. 

Si  ya  no  es  que  ser  ordena 

Alguna  alma  que  anda  en  pena, 

De  las  callas  que  Ha  Jabado , 

Con  su  adanje  á  omentos,  da 

Vos  al  aire.  <¿t  I*  OUspa:) 

Ya  «Ma  üeva. 
naous**  - ' 

Va  una  jácara  tan  nueva , 
Que  corra  sangre. 

Chista.1 

81  hará. 

ESCENA  XX.  , 

DON  LOPE  t  CRESPO,  á  un  tiempo, 
con  broqueles,  u  cada  amé  por  u 
lado.  —Dichos. 

«topa.  (Canto.) 

Érate  cierto  Sampayo , 
La  flor  de  loe  andaluces, 
El  foque  da  mayar porta 
Y  el  rufo  de  mover  htstre. 
Btte  puee  4  la  CkéUona 
Hallé  un  dia.~ 

1CBOLLKD0. 

No  le  culpen 
La  fecha ;  que  el  asonante 
Quiere  que  haya  sido  en  lunes. 

CHISPA. 

Halló,  diao,  día  Chulona, 

8ue  brindando  entre  do*  luces, 
capaba  con  el  Garlo 
La  casa  de  las  asombres. 
El  Garlo,  que  siempre  fué, 
En  todo  lo  que  te  cumple, 
Rayo  de  tejado  abafo , 
Porque  era  rayo  sin  nwbe. 
Sacó  la  espada  ,y  á  un  tiempo 
De  tafo  y  revés  sacude. 

caisro. 
Seria  desta  manera. 

borlote. 

Que  seria  asi  no  duden. — 

(Acuchillan  Don  Lope  y  Crespo  i  los 
soldados  y  d  Don  Uendo  y  Nano; 
mótenlos,  y  vuelve  Don  Lope.) 


I 


H  araron ,  y  uno  ha  quedado 
DeUos ,  que  es  el  que  está  aquí. 
(Vmebe  Crespo.) 

CRESPO.  <i4p.) 

Cierto  es  que  el  que  queda  allí , 
8hi  duda  es  alguu  soldado. 

box  lope.  {Ap.\ 

Ni  aun  este  se  ba  de  escapar 
Sin  almagre. 

ensato,  (Ap.) 

Ni  este  quiero 
Que  quede  sin  que  mí  acero 
La  calle  le  haga  dejar. 

DON  LOPE. 

Huid  con  los  oíros. 

ebbspq. 

fluid  vos, 
Que  sabréis  buir  UMstten. 
{Afteft.) 

DON  LOPE.  (Ap.) 

¡Vive  Dios,  que  rifle  bien! 
crespo*  Mp.) 
¡Bien  pelea»  vive  Dios ! 


JUAN  t  con  espadai  —  DON  LOPE , 
CRESPO. 

ÍCAH. 

(Ap.  Quiera  el  cielo  que  Je  lope.) 
Senor9átnMoen6y: 

'ftOULOttV 

¿Es  Pedro  Crespo? 

CUESTO. 

Yo  soy. 
¿Es  Don  Lope? 

BOU  SOBE. 

61  es  Don  Lope. 
¿Que  no  habláis,  no  tHJfetets , 
De  salir?  ¿Qué  batana  es  esta  ? 

CRESPO. 

Sean  disculpa  y  respuesta 
Hacer  lo  que  vos  hicisteis. 

•o*  LOME. 

Aquesta  era  ofett&á  mía , 
Vuestra  no. 

caesro. 

.   No  hayan*  fingir; 
Quejo  he  salido  a  reñir 
Por  naceros  compañía.  - 


i,  EL  CAPITÁN.— Dichos. 

soldados.  (Dentro*) 

k  dar  SBuetfc  nos  jnalapnos 
A  eslos  villanos.    , 

CAmuuf.'(A>swJrv.) 
Virad.*. 
(Soien  h$  Hitados  y  el  Copiton.) 

non  lote. 

¿Adonde  tala?  Espetad. 
¿De  qué  son  estos  et  iremos? 

CASITA*. 

Los  soldados  han  muido 
(Porque  se  estaban  holgando 
En  esta  callo*  contando 
Sin  alboroto  y  ruido) 
Una  pendencia .  y  yo  soy 
Quien  loa  esté  deiñoiendo. 


EL  ALCALDE  DE  ZALAMEA. 

BORLOTE. 

Don  Alvaro,  bien  entiendo 
Vuestra  prudencia ;  y  pues  hoy 
Aqueste  lugar  está 
En  ojeriza ,  yo  quiero 
Excusar  rigor  mas  Aero; 

Y  pues  amanece  ya , 

Orden  doy  que  en  todo  él  dia , 
Para  que  mayor  no  sea 
El  daño»  de  Zalamea 
Saquéis  vuestra  compaüa  : 

Y  estas  cosas  acabadas, 
No  vuelvan  a  ser,  porqué 
Otra  ves  la  paz  pondré, 
Vive  Dios,  a  cuchilladas. 

CAPITÁN. 

Digo  que  por  la  maftana 
La  compañía  haré  marchar. 
(Ap.  La  vida  me  has  de  costar. 
Hermosísima  villana.) 

catato.  (Ap.) 

Caprichudo  es  tf  Don  Lope; 
Ya  haremos  migas  los  dos. 

bou  .LOPE. 

Venios  conmigo  vos* 

Y  solo  ninguno  os  tope.. 

{Vanse.) 


DON  MENDO;  NTJftO,  herido  ' 

POR  HERBÓ. 

¿  Es  algo  ,  Nufio ,  la  herida  t 

taino. 

Aunque  fuera  menor,  fuera 
De  mí  muy  mal  recibida, 
Y  mucho  mas  que  quisiera. 


Yo  no  he  tenido  en  mi  vida 
Mayor  peno  ni  tsisteaa. 

MOslO. 

Yo  tampoco. 

DON  VENDO. 

Que  me  enoje. 
Es  justo.  ¿Que  su  fiereza 
Luego  te  dio  en  la  cabeza? 

RUNO. 

Todo  estólido  me  coge. 
(Tocan  dentro.) 

don,  HERBÓ. 

¿Qué  es  esto? 

nuftt* 

Lsji 

Que  boy  se  va. 

DON  HERBÓ. 

Y  es;  dicha  mia , 
Pues  con  eso  cesarán 
Los  celos  del  Capitán. 

nqfo. 

Hoy  se  ha  de  ir  en  todo  el  día. 

ESCOLA  XV. 

EL  CAPITÁN  v  BL  SARGENTO  •  d 
lado.  —  DON  MENDO  r  NVfip* 
otro. 

CAPITA*. 

Sargento,  vaya  marchando 
Antes  que  decline  el  dia 
Con  toda  la  compañía, 
Y  con  prevención  quo  cuando 
Se  esconda  en  la  espuma  fría 
Del  océano  español 

¡Ese  luciente  farol , 

I  En  ese  monte  le  espero, 


17 

Porque  hallar  mi  vida  quiero 
Hoy  en  la  muerto  del  aoi. 

SABOKRTO.  {Ap.  al  Capitón.) 

Calla,  que  está  aquí  un  figura 
Del  lugar. 

DON  HBRDO.  (Ap.  d  HuÜO.) 

Pasar  procura, 
Sin  que  entienda  mi  tristona. 
No  muestres.  Nulo,  flaqueza. 

HUNO. 

¿  Puedo  yo  mostrar  gordura? 
( Vanu  Don  Mondo  *  Suéo.) 

f 

ESCBRAXV1. 

EL  CAPITÁN,  EL  SARGENTO. 

CANTA*. 

Yo  he  do  volver  al  lugar, 
Porque  tengo  prevenida 
Una  criada,  á  mirar 
Si  puedo  por  OBoaa^HBBbw 
A  aquesta  hermosa  homicida. 
Dadivas  han  granjeado 
Que  apadrine  mi  cuidado. 

sargento. 

Pues,  señor,  oi  has  de  volver, 
Mira  que  habrás  snonottor 
Volver  bien  acompañado; 
Porque  al  fin  no  hay  que  fiar 
Do  villanos. 

CAMTATT. 

Ya  lo  sé. 
Algunos  puedes  nombrar 
Que  vuelvan  conmigo. 

'  SARGENTO. 

Haré 
Conoto  me  quieras  mandar. 
Pero,  si  acaso  volviese 
Don  Lope,  y  te  eonoefese 
Al  volver... 

CAPETA». 

Ese  temor 
Quiso  también  que  nunhese 
En  esta  parte  mi  amor ; 

8ue  Don  Lope  se  na  do  ir 
ioy  también  á  prevenir 
Todo  el  tercio  a  Guadalupe ; 
Que  todo  lo  dicho  supe 
Yéndome  ahora  á  despedir 
Del,  porque  ya  el  Roy  ve*t*-a, 
Que  puesto  eu  osubbjo  esta. 

SAHCCRT0. 

Voy ,  señor ,  i  obedecerte . 

CAPITÁN. 

Que  me  va  la  véun  admerte. 

ESCENA  XVIL 

REBOLLEDO..  LA  CHISPA.  -  EL 
CAPITÁN ,  EL  SARÓENTO. 


Sefior ,  albricias  me  da. 

CAMTAIL, 

¿  De  qué  han  de  ser ,  Rebolledo  ? 

REBOLLEDO. 

Muy  bien  merecerían  puedo , 
Pues  solamente  te  digo.- 

CArmn. 
¿Qué? 

REBOLLIBO* 


Menos 


Que  ya  hay  un  enemigo 
i  quien  tener  miedo. 


78 

CANTA*. 

¿Quién  es?  Dilo  presto.. 

REBOLLUDO, 

Aquel 
Mozo ,  hermano  de  Isabel. 
Don  Lope  se  le  pidió 
Al  padre,  y  él  se  le  dio, 

Y  va  á  la  guerra  con  él. 

En  la  calle  le  be  encontrado 
May  salan,  muy  alentado, 
Mezclando  á  un  tiempo,  señor , 
Rezagos  de  labrador 
Con  primicias  de  soldado  : 
De  suerte  que  el  viejo  es  ya 
Quien  pesadumbre  nos  da. 

¿a  Afán. 

Todo  nos  sucede  bien,- 

Y  mas  si  me  ayuda  quien 
Esta  esperanza  moda. 
De  que  esta  nocbe  podré 
Hablarla. 

ESBOLUftO. 

No 


COMEDIAS  DE  DON  PWR0  CALD£W)W  f$  LA  BARCA. 


duda. 

¿Atttta. 

Del  camioo  volveré; 

Que  ahora  es  razón  que  acuda 

A  la  gente  que  se  ve 

Ya  marchar.  Les  dos  aovéis 

Los  que  conmigo  vendréis»      (Vote.) 

BSBOLLKDO. 

Pocos  somos ,  vive  Dios , 
Aunque  vengan  otros  dos, 
Otros  cuatro  y  otros  seis. 

CJKSPA. 

Y  yo ,  si  tu  has  de  volver. 
Allá  ¿qué  tengo  de  hacer? 
Pues  no  estoy  segura  yo , 
Si  da  conmigo  el  que  dio 
Al  barbero  que  coser. 

REBOLLEDO. 

No  sé  qué  he  de  hacer  de  ti. 
¿No  tendrás  antaño,  di , 
De  acompañarme? 

CHOPA. 

iPuetfrfo? 
¿Vestido  no  tengo  yo1, 
Animo  y  esfuerzo? 

REBOLLEDO. 

Si 
Vestido  qo faltara;    ' 
Que  abi  otro  del  naje  está 
De  jiueU ,  que  se  fué. 

cbupa. 

Pues  yo  plaza  pasaré 
Por  él. 


crespo» 

Yo  os  le  doy  pava  criado. 

dopc  torft. 

Yo  os  le  llevo  para  amigó ; 
Que  me  ha  inclinado  en  extremo 
So  desenfado  y  su  brío , 
Y  la  afición  á  las  armas. 

JUAN. 

Siempre  á  vuestros  pies  rendido 
Me  tendréis,  y  vos  veréis 
De  la  manera  que  os  sirvo , 
Procurando  obedeceros 
En  todo. 

CRESPO.      '         "    * 

Lo  que  os  suplico , 
Es  que  perdónete ,  señor , 
Si  no  acertare  5  serviros , 
Porque  en  el  rustió» estudio, 
Adonde  rejas  y  trillos , 
Palas,  azadas  y  bieldos 
Son  nuestros  mejores  libros , 
No  habrá  podido  aprender 
Lo  que  eu  los  palacios  ricos 
Enseña  la  urbanidad 
Politica  de  los  stgatfw 

ftOlf  LOPE. 

Ya  que  va  perdiendo  el  sol 
La  fuerza ,  icma  desanublo- 

«jar. 

Veré  si  viene,  señor'. 
La  litera. 


(Viro.) 


ISABEL ,  INÉS.  -  DOS  LOPE 
CRESPO- 


¿■i 


Vamos,  que  se  va 
La  bandera, 

CHISPA. 

Y  yo  veo  ahora      * 
Por  qué  en  el  mundo  he  cantado : 
«Que  el  amor  del  soldado 
No  dura  un  hora.  »  {Vanu.) 

ESCENA  XVHX  . 

DON  LOPE,  CRESPO,  JUAN. 

non  lome. 

A  muchas  cosas  os  soy 
En  extremo  amdecido ; 
Pero  sobre  todas ,  esta 
De  darme  boy  á  vuestro  hijo 
Para  soldado, en  el  alma 
Os  la  agradezco  y  estimo, ' 


¿Ye*  bien- iras,  ■  . 
Sin  que  os  despidáis  tequien  ¡ 
Tanto  desea  serviros? 

non  lope.  (A  Isabel) 

No  me  fuera  sin  besaros 
Las  manos  y  sin  pediros 
Que  liberal  perdonéis . 
Un  atrevimiento  digno 
De  perdón ,  porque  no  el  premio 
Hace  el  don,  sino  el  servicie. 
Esta  venera,  que  aunque  . 
Está  de  diamantes  ricos 
Guarnecida,  llega  pobre 
A  vuestras  manos,  suplico 
Que  I  a  toméis  y  traigáis 
Por  patena,  en  nombre  mió. 

ISABEL. 

Mucho  siento  que  penséis , 
Con  Un  generoso  indicio , 
Que  pagáis  el  hospedaje . 
Pues  de  honra  qué  reciTmrios, 
Somos  los  deudores.  • 

DON  LOPE. 

Esto 
No  es  paga ,  sino  earüo. 

ISABEL. 

Por  cariño,  y  no  por  paga/ 

Solamente  la  recibo. 

A  mi  hermano  os  encomiendo , 

Ya  que  Un  dichoso  ha  sido 

Que  merece  ir  por  criado 

vuestro. 

BOU  LOPB. 

Otra  vez  os  afirmo 
Que  podéis  descuidar  del ; 
I  Que  va ,  señora ,  conmigo. 


i 


JUAN.  — -  Dichos. 

JUAM. 

Ya  está  la  litera  puesta. 

BOX  LOPE. 

Con  Dios  os  quedad. 

crespo. 

El  mismo 
Os  guarde. 

DOfif  LOPE. 

;  Ah  buen  Pedro  Crespo! 
crespo» 
i  Ah  señor  Don  Lope  invicto ! 


i  Quién  os  dijera,  aquel  dia 
Primero  queaa«t  nos  tañaos, . 
Que  hablamos  de  quedar 
Para  siempre  un  amigos  ? 

CRESPO. 

Yo  lo  dijera,  señor, 

Si  allí  supiera,  al  oíros , 

Que  erais...  (i/  fe»  **.) 

BONLOPC. 

Decid  por  nri  «da. 

CRESPO. 

Loco  de  Un  Imán  capricho. 
{Vate  Den  Lepe,) 


CRESPO,  JUAN,  ISABEL,  INÉS. 

CRESPO. 

En  Unto  que  se  acomoda 

El  señor  Don  Lope,  by o., 

Ante  tu  prima  y  tu  hermana 

Escucha  lo  que  te  digo. 

Por  la  gracia  de  Dios ,  Joan , 

Eres  de  linaje  limpio 

Mas  que  él  sol ,  pero  villano  : 

Lo  uno  y  lo  otro  te  digo, 

Aquello ,  porque  no  humilles 

Tanto  tu  orautto  y  tu  brio, 

Que  dejes,  desconfiado, 

De  aspirar  con  ouerd*  arbitrio 

A  ser  mas ;  lo  otro ,  porqué  , 

No  vengas,  desvanecido, 

A  ser  menos  :  igualmente 

Usa  de  entrambos  desatinos 

Con  humildad;  porque  siendo 

Humilde ,  con  recto  Juicio 

Acordarás  lo  mejor : 

Y  como  Ul,  en  olvido 
Pondrás  cosan,  que  suceden 
Al  revés  en  los  altivos. 

¡  Cuántos,  teniendo  eu  el  aunado 

Algún  defecto  consigo, 

Le  han  borrado  por  humildes! 

Y  ;  á  cuántoa^amn  no  han  tenido 
Defecto,  se  le  han  hallado,  /• 
Por  esur  ellos  mal  vistosa    , 

Sé  cortés  sobremanera , 
Sé  liberal  y  esparcido : 
Que  el  sombrero  y  el  dinero  ' 
Son  los  que  hacen  los  amigos; 

Y  no  vale  Unto  el  oro 

Que  el  sol  engendra  en  el  indio 
Suelo  y  que  conduce  el  mar, 
Como  ser  uno  bienquisto. 
No  hables  mal  de  las  muleros : 
La  mas  humilde ,  te  digo 
Que  es  diana  de  estiataoion. 
Porque ,  al  fin ,  dettas  nacimos. 
No  nuas  por  cualquier  cosa ; 
Que  cuando  en  los  pueblos  miro 


f 


llnchof  que  a  refUr4ejts*£aji, 

Mil  veces  entre  mf  oigo  : 

« Aquesta  escuela  no  es 

La  que  ba  de  ser,  pues  colijo 

Que  oo  ha  de  ensenarse  á  no  hombre 

Con  destreza,  gala  y  «lio 

A  reñir ,  sino  á  por  qué  . 

Ha  de  reñir;  qne  yo  afirmo 

Que  si  hubiera  un  maestro  solo 

Que  enseñara  prevenido. 

No  el  cómo»  el  por  qué  se  riña, 

Todos  le  dieran  sus  hyos  : » 

Con  esto ,  y  con  a!,  meso* 

Que  llevas  para  el  camino, 

Y  para  hacer,  en  llegando 

De  asiento,  un  par  de  vestidos, 
El  amparo  de  Don  Lope  ■ 

Y  mi  bendición,  yo  fio 

Eo  Dios  que  tengero  verte 
En  otro  puesta  Adioevhijo; 
Queme  enternnnoo^en  hablan*. 

JCA!f. 

Hoy  tus  razones  imprimo 
En  el  corazón ,  adonde 
Vivirán,  mientras  yo  vivo. 
Dame  tu  mano ,  y  «u,  hermana  ,- 
Los  brazos ;  que  ya  ha  partido 
Don  Lope,  mi  señor,  y  es 
Fuerza  ale>#sar|(^ ..  . 


Bien  quisieran  detenerte. 

JQAM. 

Prima»  adiós..    «    ..« **~ 


Natofeltao 
Con  la  voz,  porque  los  oíos 
Hurtan  á  la  voz  su  oficio. 
Adiós. 


<•  i  ■  i 


Ea,  vete  presto; 
Que  cada  vez  que  te'mfro, 
Siento  mas  el  míe  te  vayas : 
T  haz  por  ser  lo  que  te  he  dicho. 

JUAft. 

Et  cielo  con  Jodwgnede. 

CBBSjFQ. 

El  cielo  vayuooat^y."  •  ■  ■'■ 
(7«t0  Jt*n.) 


t   i 


CRESPO,  ISABEL,  hVES. 

ISABU. 

¡Notable  crueldad  has  hecho! 

crespo, . 

(Ap.  Ahora  que  no  le  miro, 

Hablaré  mas  consejado») 
¿Qué  habla  de  hacer  aonmig», 
Sino  ser  toda  su  vida 
Dn  holgazán,  ua  perdido? 
Vayase  á  servir  al  Rey* 


Que  de  noche  haya  salido, 
Me  pesa  á  mi., 

CRESPO. 

Caminar 
De  noche  por  el  estío, 
Antes  es  comodidad     • 
Que  fatiga ,  y  es.  preciso . 
Que  A  Don  LoM4üeaucc  luego 
Al  instante.  (Ap,»Bs*ntnacido 
Me  deja,  cierto , «i muehieho , 
Aunque  en  puhuenme  anima.) 


»  i 


EL  ALCALBE  DE  ZALAMEA. 

ISABEL. 

Éntrate,  señor,  en  casa 

MES. 

Pues  sin  soldados  vivimos , 
Estémonos,  otro  poco 
Gozando  á  la  puerta  el  frío 
Viento  que  corre ;  que  luego 
Saldrán  por  ahí  los  vecinos. 

chispo. 

(Ap.  A  la  verdad,  no  entro  dentro, 
Porque  desde  aquí  imagino , 
Como  el  camino  blanquea , ' 
Que  veo  á  Juan  en  el  camino.) 
loes ,  sécame  A  esta  puerta 
Asiento. 


79 


Que  está  á  la  mano  derecha , 
Como  salen  del 


Chispa. 


REBOLLEDO. 
CfllSPA. 


Aqui  está  uu. banquillo.. 


Esta  Urde  diz  que  ha1  hecho 
La  villa  elección  de  olidos. 

CñKSPO, 

Siempre  aqui  por  el  agosto  • 
Se  hace. 

(Siéntamu.) 


M 


EL  CAPITÁN,  ft£  SARGENTO,  RE- 
BOLLEDO ,  LA  CHISPA  y  SOLDADOS, 
embolados.—  CRESPO.  ISABEL, 
PÍES*  * 

CAPITAL  (Ap.  4  fot  SUfOSJ 

Pisad'sf  ir  ruido. 
Llega, Rebolledo,  tú, 
Y  da  á  la  criada  aviso 
De  que  ya  estoy  «o  la  calle. 

UEBOUBftO. 

Yo  voy.  Mas  j  qué  es  io  que  miro ! 
A  su  puerta  nay  gente. 

SAUGEirro.' 

Vyo 
En  los  reflejos  y  visos 
Que  la  luna  hace  en  el  «ostro. 
Que  es  Isabel ,  imagino , 
Esta. 

CAPITÁN» 

Ella  esi  mas  que  la  luna, 
El  corazón  me  lo  ha  dicho. 
A  buena  ocasión  llegamos. 
Si  ya,  una  vez  que  venimos, 
Nos  atrevemos  a  todo. 
Buena  venida  habrá  sido. 

SARGENTO. 

I  Estás  para  oir  un  consejo? 

CAPITA*. 

No. 

SMCEMTO. 

Pues  ya  no  te  le  digo. 
Intenta  lo  que  quisieres. 

CAPITAJI. 


Yo  he  de  llegar,  y 
Quitar  á  Isabel  de  altt. 
Vosotros  á  ua  tiempo  mismo 
Impedid  á  cachilladas 
El  que  me  sigan. 

SARGENTO 

Contigo 
Venimos,  y  á  tu  orden  hemos 
Be  estar. 

CAPITÁN. 

Advertid  que  el  sitio 
Donde  habernos  de  juntarnos 
Es  ese  monte  vecino , 


iQoé? 

REBOLLEDO. 

Ten  esas  capas. 
chispa. 

Que  es  del  reñir,  imagino, 
La  gala  el  guardar  la  ropa, 
Aunque  del  nadar  se  djjo. 

CAPITAJI. 

Yo  he  de  llenar  el  primero, 

crespo. 

Harto  hemos  notado  el  sitio. 
Entrémonos  allá  dentro. 

capitán.  (Ap.  á  loo  suyos.) 
Ya  es  tiempo,  llegad,  amigos 
(LUgatue  é  loa  era*  k*  toldados;  aV- 

rom  dé  Isabel.) 

ISABEL.     , 

¡  Ah  traidor!  Señor,  ¿qué  as  esto? 

capttan:  • 

Es  una  furia ,  un  delirio 

De  amor.  (Uévaía  y  vate.) 

ISABEL. '(Itat/r*.) 
¡  Ah  traidor !  — ¡  Señor ! 

CRESPO. 

¡Ah  cobardes! 

ISABEL.  (Dentro.) 

¡Padreante! 

mes.  (Ap,) 

Yo  quiero  aqui  retirarme. 

CRESPO.  ; 

¡  Cómo  echáis  de  ver  ( ;  ah  impíos ! ) 
Que  estoy  sin  espada,  aleves, 
Falsos  y  traidores! 

•aXBÓUXDO. 

Idos, 
Si  no  queréis  que  la  muerte 
Sea  el  último  castigo. 

(Vasue  loo  rapadores.) 

CUBETO. 

¿Que  imoorura,  si  está  muerto 
MI  honor,  et  quedar  yo  vivo! 
;  Ah !  |  quién  tuviera  «na  espada ! 
Porque  sin  armas  seguirlos 
Es  en  vano ;  y  af  brioso 
A  ir  por  ella  me  aplico, 
Los  Be  de  perder  de  vista. 
¿Qué  he  de  nacer,  nados  esquivos ; 
Que  de  cualquiera  manera 
Es  uno  solo  el  peligro? 


(V4#t.) 


INÉS ,  con  %ma  espada.— CRESPO. 

MBS. 

Ya  tienes  sqni  la  espada. 

CRESPO. 

A  buen  tiempo  la  has  traído. 
Ya  tengo  honra ,  pues  tengo 
Espada  con  ojeé  seguiros. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  PE  LA  RARCA. 


ESCENA  XXV. 

CRESPO,  ritiendo  con  EL  SARGENTO, 
REBOLLEDO  y  los  soldado!  ;  des- 
pues,  ISABEL. 

CRESPO. 

Soltad  la  presa,  traidores 
Cobardes ,  que  habéis  cogido; 
Que  be  de  cobrarla,  6  la  vida 
He  de  perder. 

SABOENTO. 

Vanaba  sido 
Tu  intento,  que  somos  mochos, 

CRESPO. 

Mis  males  son  infolios, 

Y  riften  todos  por  mi...  {Cae.) 

—Pero la  tierra  que  piso, 

Me  ha  fallado» 

tiaoujEfto» 

Dadle  muerte. 

SABOEKTO. 

Mirad  que  es  rigor  Impío 
Quitarle  vida  y  boa**. 
Mejor  es  en  lo  escóndalo 
Del  monte  dejarle  atado, 
Porque  no  Hete  el  aviso. 

isaeel..  (Jteftlr*,) 
iPadrey  señor! 

CRESPO. 

¡Hija  mía! 

UCBOLLEBO» 

Retírale  como  has  dicho, 
cauro. 

Hija ,  solamente  puedo 
Seguirte  con  mis  suspiros. 
(Uévaníe.) 


ISABEL  t  CRESPO»  lanera;  iaapues , 
JUAN. 


mabcl.(1)¿*m».) 


¡  Ay  de  mi ! 


jBAii.  (Saiitnda.) 
¡Qué  triste  voz! 
CRbspó.  (Dentro.) 


I  Ay  de  mi ! 


JtJArt. 


¡Mortal  gemido  I 
A  la  entrada  dése  monte . 
Cayó  mi  rocío  connUgQ* 
Velos  corriendo,  y  jo  ciego 
Por  la  maleza  le  sigo. 
Tristes  voces  a  una  parle, 

Y  a  otra  miseros  gemidos 
Escucho ,  que  no  conozco  • 
Porque  lleaátt  mal  éWam 
Dos  necesidades  son 

Las  que  apellidan  i  gritos 
Mi  valor;  y  pues  iguales 
A  mi  parecer  han  sido, 

Y  uno  es  hombre,  otro  majes, 
'  A  seguir  esta  me  animo; 

Que  asi  obedezco  á  mi  padre 
En  dos  cosas  que  me  dtjo  ; 
«Reñir  con  buena  ocasión, 

Y  honrar  la  mujer»  pues  mito 
ue  asi  honro  las  mujeres , 

con  buena  ocasión  riño. 


? 


JORNADA  TERCERA. 


( 


EMENTA  U. 


Interior  de  un  atóate. 

ESCENA    PBtMEAA. 

ISABEL ,  llorando. 

Nunca  amanezca,  á  mfe  ojos 
La  luz  hermosa  del  dia, 
Porque  á  su  sombra  no  tenga 
Vergüenza  yo  de  mi  misma» 
i  Oh  tu,  de  tantas  estrellan 
Primavera  fugitiva, 
No  des  lugar  á  la  aurora. 
Que  tu  azul  campana  pisa  f 
Para  que  con  risa  y  llanto 
Borre  tu  apacible  vista , 
O  ya  que  ha  de  ser,  que  sea 
Con  llanto,  mas  no  con  risa ! 
Detente,  ofar  mayor  planeta. 
Mas  tiempo  en  la  espuma  fría 
Del  mar :  deia  que  una  vez 
Dilate  la  noche  esquiva 
Su  trémulo  imperio  :  deja 
Que  de  tu  deidad  se  diga , 
Atenta  á  mis  ruegos ,  que  es 
Voluntaria  i  no  precisa. 
¿Para  qué'Mms'sáhT 
A  ver  en  la  historia  mm 
La  mas  enorme  maldad  % 
La  mas  fiera  urania, 
Que  en  vergüenza  de  los  hombres 
Quiere  el  cíelo  que  se  escriba  ? 
Mas  ¡  ay  de  mí !  que  jareo* 
Que  es  crueldad  tu  Urania ;   * 
Pues  desde  que  te  be  rogado 

Sne  te  detuvieses,  miran 
is  ojos  tu  faz  hermosa 
Descollara  por  encima 
De  los  montes.  \  Ay  de  mi ! 

8ue  acosada  y  perseguida 
e  tantas  penas,  de  untas 
Ansias,  de  tantas  implas. 
Fortunas,  contra  mi  honor 
Se  han  conjurado  tus  iras. 
¿Qué  be  de  hacer?  i  Dónde  be  de  ir? 
Si  á  mi  casa  determinan 
Volver  mis  erradas  plantas, 
Será  dar  nueva  mancilla 
Al  anciano  padre  mío. 

8ue  otro  bfen ,  otra  alegría 
o  tuvo,  sino  mirarse 
En  la  clara  luna  limpia 
De  mi  honor,  que  aof  f  deMiébatto! 
Tan  torpe  mancha  le  eeNpst. 
Si  dejo ,  por  su  respeto 

Y  mi  temor  afligida , 
De  volver  á  casa ,  dejo 
Abierto  el  paso  á  que  digan 
Que  fui  cómplice  en  mi  infamia ; 

Y  ciega  y  inadvertida 
Vengo  á  hacer  de  la  inocencia 
Acredora  á  la  malicia. 

ÍQué  mal  hice,  qué  mal  hice 
>e  escaparme  fugitiva 
De  mi  hermano!  ¿No  valiera 
Mas  que  su  colera  akiva 
Me  diera  la  muerte,  cuando 
Llegó  a  ver  la  suerte  mia  ? 
Llamarle  quiero ,  que  vuelva 
Con  saña  mas  vengativa 

Y  me  dé  muerte  :  confusos 
Voces  el  eco  repita , 
Diciendo... 


CRESPO.-ISABEL. 
caespo..  (itaMr*.) 

Vuelve  a  matarme. 
Seras  piadoso  homicida ; 
Que  no  es  piedad  el  dejar 
A  un  desdichado  cotí  vida. 

ISABEL. 

¿Qué  voz  es  esta*  que  mil 
Pronunciada  y  poco  otda. 
No  se  deja  eoaoner? 

cuesto,  (penara.) 

Dadme  muerte ,  si  es  obliga 
Ser  piadosos. 

ISABEL. 

(Cielos,  cielo** 
Otro  la  muerte  añedida  t 
Otro  desdichado  hay  mas, 
Qoe  hoy  á  pesar  suyo  viva, 
( Anorte  amos  tamas ,  y  iiú&wra* 

Crespo  atoth.) 
Mas  ¿  qué  es  lo  que  veo  mis  ojos? 


SI  piedades  solicita 

Cualquiera  que  aqueste  mente 

Temerosamente  pan* 

Llegue  á  dar  muerte...  Mas  ¡cielos I 

¿Qué  es  lo  que  mis  ojos  miran? 

ISABEL. 

Atadas  atrás  las  manos 

A  una  rigurosa  enema...      -  ■ 

enasto. 

Enterneciendo  los  cielos 
Con  las  voces  que  apellida.  M 


Mi  padre  está. 


Mi  bija  veo. 

ISABEL. 

¡  Padre  y  señor ! 

CBEStO. 

Htjamfa, 
Llégate,  y  quita  estos  lazos. 


No  me  abrevo ;  que  si  quitan 
Los  lazos  que  te  aprisionan  j. 
Una  ves  las  manos  mías, 
No  me  atreveré,  señor, 
A  contarte  mis  desdichas , 
A  referirle  mis  penas; 
Porque  si  una  vez  te  miras 
Con  manos ,  y  siu  honor. 
Me  darán  muerte  tus  iras ; 

Y  quiero,  antes  que  lo  veas» 
Referirte  mis  fatigas. 

cuesto. 

Detente ,  Isabel ,  detente , 

No  prosigas;  que  hay  desdichas, 

Sue  para  contarlas,  no 
s  menester  referirías. 

Hay  muchas  cosas  que  sepas, 

Y  es  forzoso  que  al  decirlas, 
Tu  valor  se  irrite,  y  quieras 
Vengarlas  antes  de  orna* 
—Estaba  anoche  gozando 
La  seguridad  tranquila, 

Sne  al  abrigo  de  ios  canas 
Is  anos  me  promeúan, 
Cuando  aquellos  embozados 


Traidores  (ajee  detarsnmaa 


Site  k>  que  el  honor  defiende, 
I  atrevimiento  riada) 
Me  robaron  :  bien  asi 
Gomo  de  los  pechos  quita 
Carnicero  hambriento  lobo 
A  la  simple  corderilla. 
Aquel  Capitán ,  aqael 
Huésped  ingrato,  qae  el  día 
Primero  introdujo  en  casa 
Tan  nanea  esperada  cisma 
De  traiciones  y  cautelas, 
De  pendencias  y  rencillas , 
Fue  el  primero  eme  en  sus  brazos 
Me  cogjo,  mientras  le  bacian 
Espaldas  otros  traidores, 
Que  en  su  bandera  militan. 
Aqueste  intrincado,  oculto 
Monto ,  que  esta,  á  la  salida 
Del  lugar,  Alé  su  sagrado : 

Í Cuándo  de  la  tiranía 
lo  son  sagrado  ios  montes? 
Aquí  ajena  de  mi  misma 
Dos  veces  me  miré,  cuando 
Aon  tu  fozf  que  me  seguía , 
Me  dejó;  porque  ya  el  viento  * 
A  ojota  tu*  acentos  fias , 
Con  la  disuncía,  por  ¿untos 
Adelgazándose  iba  :' 
De  suerte  f  que  las  qae  eran 
Antes  ratones  distintas* 
No  eran  voces,  stno  ruido; 
Luego ,  en  et  viento  esparcida», 
No  eran  votes*  tino  «eos 
De  unas  confusas  noticias ; 
Gomo  aquel  que  oye  un  clarín  < 
Que  cuando  del  se  retira , 
Ce  queda  por  mucho  rato , 
Si  no  el  ruido,  la  noticia. 
El  traidor  pues  en  mirando 

Kya  nadie  fcay  que  le  siga  * 
ya  nadfe"htfy  que  me  ampare, 
Porque  hasta  U  raña  misma 
Ocultó  entre  pardas  sombras* 
O  cruel  ó  vengativa, 
Aquella  ¡  ay  de  mi?  prestada 
tos  que  del  sol  participa ; 
Pretendió  ¡  ay  de  nri  otra  vez 

Y  otras  mil !  con  fementidas 
Palabras ,  buscar  disculpa 

A  su  amor.  ¿  A  quién  no  admirar 

Suerer  de  un  Instante  á  otro 
aeer  la  ofensa  caricia"? 
¡Mal  baya  el  nombre ,  mal  baya 
KJ  hombre  que  solicita 
Por  fuerza' ganar  un  alma , 
Puet  no  advierte ,  pues  no  mira1 
Que  lat  victorias  de  amor, 
Ro  hay  trofeo  en  que  consistan, 
Sino  en  granjear  el  cariño 
De  la  hermosura  que  estiman  í 
Porque  querer  sin  el  alma 
Una  hermosura  ofendida , 
Es  cjnerer  á  una  mujer 
Hermosa,  pero  no  viva. 
¡Qué  ruegos ,  qué  sentimientos  i 
Ya  de  humilde  *  ya  de  altiva , 
Ño  le  dije !  Pero  en  vano , 
Pues '(caite  aqui  la  voz  mia) 
Soberbio  (enmudezca  el  llanto/ , 
Atrevido  (el  pecho  gima), 
Descortés  (lloren  los  ojos)* 
Fiero  (ensordezca  la  envidia). 
Tirano  Malte  el  aliento), 
Otado  (tuto  me  vista) , 

Y  si  lo  que  la  voz  yerra , 

Tal  vea  con  la  acción  se  expRe», 
De  vergueoza  cubro  el  rostro  f 
De  empacho  lloro* ofendida. 
De  rama  tuerzo  las  manos , 
El  pecho  rompo  de  ira : 
Entiende  tu  las  acciones , 
Puet  no  hay  voces  que  lo  digas ; 

T.  XII 


EL  ALCALDE  DE  ZALAMEA. 

Baste  decir  que  á  las  quejas 
De  los  vientos  repetidas, 
En  que  ya  no  pedia  al  cielo 
Socorro ,  sino  justicia , 
Salió  el  alba ,  y  con  el  alba , 
Trayendo  la  luz  por  guia , 
Senti  ruido  entre  unas  ramas : 
Vuelvo  á  mirar  quién  seria* 

Y  veo  á  mí  hermano.  ;  Ay  cielos! 
¿Cuándo,  cuándq  ¡ah  suerte  impla! 
Llegaron  á  un  desdichado 

Los  favores  mas  aprisa? 
El  á  la  dudosa  luz, 
Que,  si  no  alumbra  4  ilumina, 
Reconoce  el  daño ,  antes 
Que  ninguno  se  le  diga ; 
Que  son  linces  los  pesares, 
Que  penetran,  con  ka  vjtt*. 
Sin  hablar  palabra ,  saca 
El  acero  que  aquel  día 
Le  ceñiste :  el  Capitán « 
Que  el  urdo  socorro  mn 
En  mi  favor,  contra  el  suyo 
Saca  la  blanca  cuchilla  : 
Cierra  el  uno  coa  el  otro ; 
Este  repara,  aquel  tira; 

Y  jo,  en  tanta  que  les  das. 
Generosamente  lidian» 
Viendo  temerosa  y>4riste 

Sue  mi  hermano  no  sabía 
i  tenia  culpa  o  no, 
Por  no  aventurar  mi  vida 
En  la  disculpa ,  la  espalda  . 
Vuelvo  »  y  por  la  entretejida 
Maleza  del  monte  buyo; 
Pero  no  con  tanta  prisa,. 
Que  oo  hiciese  de  utas  ramas 
Intrincadas  celosías, 
Porque  deseaba  ¿señor» 
Saber  lo  mismo  que  hoja 
A  poco  rato ,  mi  nermano 
Dio  al  Capitán  una  herida  : 
Cayó,  quiso  asegundarle, 
Coando  los  que  ya  veuiao 
Buscando  á  su  capitán , 
En  su  venganza  se  irritan. 
Quiere  defenderse;  pero 
Viendo  que  era  uua  cuadrilla  4 
Corre  veloz;  oo  le  sigue» , 
Porque  todos  detexmipau 
Más  acudir  al  remedio 
Que  á  la  venganza  que  iaoitav. 
En  brazos  ai  Capitán 
Yol  vieron  hacia  la  villa, 
Sin  mirar  en  su  delito; 
Qae  en  las  panas  sucedidas, 
Acudir  determinaron 
Primero  á  la  mas  precisa.     - 
Yo  pues  que  atenta  misaba 
Eslabonadas  y  asidas 
Unas  ansias  de  otras  ansias,    ' 
Ciega ,  confusa  y  corrida, 
Discurrí ,  bajé ,  eorri , 
Sai  luz, sin  norte,  sin  guia, 
Monte ,  llano  y  espesura , 
Hasta  que  á  tus  pié*  rendida, 
Ames  que  me  des  la  muerte 
Te  he  cootado  mis  desdichas. 
Ahora  que  ya  las  sabes, 
Rigurosamente  anima 
Contra  mi  vida  el  acero , 
El  valor  contra  mi  vida; 
Que  ya  para  que  me  mates , 
Aquestos  lazos  te  quitan  Q¿c  df$ata.) 
Mis  manos:  alguno  deilos 
Mi  cuello  infeliz  oprima. 
Tu  bija  soy,  sin  honra  estoy 

Y  tú  libre :  solicita 

Con  mi  muerte  tu  alabanza, 
Para  que  de  tí  se  diga 
Que  por  dar  vida  á  tu  honor, 
Diste  la  muerte  á  tu  hija. 


81 


catato. 

Álzate*  Isabel,  del  suelo ; 
No,  no  estés  mas  de  rodillas; 
Que  á  no  haber  estos  sucesos  . 
Que  atormenten  y  que  aflijan, 
Ociosas  raerán  las  penas , 
Sin  estimación  las  dichas. 
Para  los  hombres  se  hicieron, 

Y  es  menester  que  se  impriman 
Con  valor  dentro  del  pecno. 
Isabel,  vamos  aprisa : 
Demos  la  vuelta  á  mi*  casa; 
Que  este  muchacho  peligra, 

Y  hemos  menester  hacer 
Diligencias  exquisitas 
Por  saber  del  y  ponerle 
En  salvo. 

ISABEL    (Ap.) 

Fortuna  mia , 
O  mucha  cordura ,  ó  mucha 
Cautela  et  esta. 

castro. 


(Vaaatf.) 
Calle  á  la  entrada  del  pueble. 

. ,    rara* a  m. 

CRESPO,  ISABEL. 


¡Vive  Dios  *  que  si  la  fuerza 

Y  necesidad  precisa 
De  curarse ,  tuzo  volver 
Al  Capitán  Ir  la  villa , 

Que  pienso  que  le  está  bien 
Morirse  de  aquaha  herida, 
Por  excusarse  de,  otra 

Y  otras  mil !  que  el  ansia  mia 
No  ha  de  parar*  hasta  darle 
La  muerte.  Ea,  vamos,  hija, 
A  nuestra  casa. 

EBCEHA  nr. 

EL  BSGWBANO.-CBBSPO,  ISABEL. 

E8CWBAK0. 

{Oh  señor 
Pedro  Crespo!  dadme  albricias. 

*'  CttESPO. 

¿Albricias!  ¿De  qué,  Escribano? 

■SCRIBAltO. 

El  concejo  aqueste  dht 
Os  ha  hecho  alcalde,  y  tenéis 
Para  estrena  de  justicia 
Dos  grandes  acciones  boy  : 
La  primera,  et  la  venida 
Del  Rey,  que  estará  boyaqui 
O  mañana  en- todo  et  día, 
Según  dicen ;  es  la  otra, 
Que  ahora  han  traído  á  la  vina 
De  secreto  unos  soldados 
A  curarte  con  gran  prisa , 
A  aquel  Capitán,  que  ayer 
Tuvo  aqui  su  compañía. 
El  no  dice  quién  le  hirió ; 
Pero  si  esto  se  averigua, 
Será  una  gran  causa. 


^  (¿a.  ¡Cielos! 

¡Cuando  vengarse  imagina , 
Me  hace  dueño  de  mi  honor 
La  vara  do  la  justicia  I 
¿Como  podré  deKaqufr 
Yo,  si  en  esta  nota  misma 
Me  ponen  á  mi  por  juez, 

O 


82 

Para  que  otros  no  delinean? 
Pero  cosas  como  aquestas 
No  ¿e  ven  cou  tanta  prisa.) 
En  extremo  agradecido 
Estoy  á  quien  solicita 
Honrarme. 

ESCRIBANO. 

Venid  á  la  casa 
Del  concejo ,  y  recibida 
La  posesión  de  la  vara , 
Haréis  en  la  causa  misma 
Averiguaciones. 

crespo. 

Vamos. — 
A  tu  casa  te  retira. 

ISABEL. 

¡  Duélase  el  cielo  de  mi ! 
¿  No  be  de  acompañarte  ? 

crespo.  ' 

Hija, 
Ya  tenéis  el  padre  alcalde: 
El  os  guardará  justicia. 

(Vanse.) 

Alojamiento  del  Capitán. 

ESCENA  V. 

EL  CAPITÁN,  con  ¡tanda,  como  herido ; 
EL  SARGENTO.    . 

CAPITÁN» 

Pues  la  herida  no  era  nada  , 
i  Por  qué  me  hicisteis  volver 
AqulT 

SARGENTO. 

;Quién  pudo  saber 
Lo  que  era  antes  de  corada  ? 
Ya  la  cura  prevenida, 
Hemos  de  considerar 
Que  no  es  bien  aventurar 
Hoy  la  vida  por  la  herida. 
¿  No  fuera  mucho  peor 
Que  te  hubieras  desangrado  ? 

CAPITÁN. 

Puesto  que  ya  estoy  curado. 
Detenernos  será  error. 
Vamonos ,  antes  que  corra 
Voz  de  que  estamos  aqui. 
i  Están  allí  los  otros?  * 

SARGENTO. 

Si. 

■ 

CAPITAL 

Pues  la  fuga  nos  socorra 
Del  riesgo  destos  villanos ; 
Que  si  se  llega  á  saber 

gue  estoy  aqui ,  habrá  de  ser 
uerza  apelar  á  las  manos. 
• 

E8GBMA  VI. 

REBOLLEDO.  -  EL  CAPITÁN,  EL 
SARGENTO. 

REBOLLEDO. 

La  justicia  aqui  se  ha  entrado. 

CAPITÁN. 

i  Qué  tiene  que  ver  conmigo 
Justicia  ordinaria  ¥ 

REBOLLEDO. 

Digo 
Que  ahora  hasta  aqni  ha  llegado. 

CAPITÁN. 

Nada  me  puede  á  mi  estar 
Mejor  :  llegando  á  saber 
Que  estoy  aqui ,  no  hay  temer 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


A  la  gente  del  lugar ; 

Que  la  justicia ,  es  forzoso 

Remitirme  en  esta  tierra 

A  mi  consejo  de  guerra  : 

Con  que ,  aunque  el  lance  es  penoso, 

Tengo  mi  seguridad. 

REBOLLEDO. 

Sin  duda ,  se  ha  querellado  " 
El  villano. 

CAPITÁN. 

Eso  be  pensado. 

ESCENA  VIL 

CRESPO,  EL  ESCRIBANO,  labrado, 
res.— Dichos. 

crespo.  (Dentro.) 

Todas  las  puertas  tomad , 

Y  no  me  salga  de  aqui 
Soldado  que  aqui  estuviere ; 

Y  al  que  salirse  quisiere ,    . 
Matadle. 

capitán. 

Pues  ¿cómo  asi 
Entráis?  (Áp.  Mas  ¡  qué  es  lo  que  veo!) 
{Sale  Pedro  Cretpo  con  vara,  y  labra- 
dore*  con  él.) 

CRESPO. 

i  Cómo  no  ?  A  mi  parecer, 
La  justicia  ¿  ha  menester 
Mas  licenciad 

CAPITÁN. 

A  lo  que  creo, 
La  justicia  (cuando  vos 
De  ayer  acá  lo  seáis) 
No  tiene,  silo  miráis. 
Que  ver  conmigo. 

CRESPO. 

Por  Dios, 
Señor,  que  no  os  alteréis ; 
Que  solo  á  una  diligencia 
vengo,  con  vuestra  licencia. 
Aquí,  y  que  solo  os  quedéis 
Importa. 

capitán.  (Al  Sargento  y  d  Rebolledo.) 

Salios  de  aqui. 

crespo.  (A  loe  labradores.) 

Salios  vosotros  también. 

(Ap.  al  Escribano. Cow  esos  soldados-ten 

Gran  cuidado.) 

ESCRIBANO. 

Harélo  asi. 
(Vanee  los  labradores ,  el  Sargento , 
Rebolledo  y  el  Escribano.) 

E0GENA  Vm. 

CRESPO,  EL  CAPITÁN. 

CRESPO. 

Ya  que  yo,  como  justicia , 
Me  vali  de  su  respeto 
Para  obligaros  á  oirme, 
La  vara  á  esta  parte  dejo, 

Y  como  un  hombre  no  mas , 
Deciros  mis  penas  quiero. 

{Arrima  la  vara.) 

Y  puesto  que  estamos  solos, 
Señor  Don  Alvaro,  hablemos 
Mas  claramente  los  dos , 
Sin  que  tantos  sentimientos 
Como  han  estado  encerrados 
En  las  cárceles  del  pecho 
Acierten  á  quebrantar 

Las  prisiones  del  silencio. 


Yo  soy  un  hombre  de  bien, 
Que  á-  escoger  mi  nacimiento, 
No  dejara  (es  Dios  testigo) 
Un  escrúpulo',  un  defecto 
En  mi ,  que  suplir  pudiera 
La  ambición  de  mi  deseo. 
Siempre  acá  entre  mis  iguales 
Me  he  tratado  con  respeto  : 
De  mi  hacen  estimación 
El  cabildo  y  el  concejo. 
Tengo  muy  bastante  hacienda , 
Porque  no  hay,  gracias  al  culo, 
Otro  labrador  mas  rico 
En  lodos  aquestos  pueblos 
De  la  comarca :  mi  hija 
Se  ha  criado,  á  lo  que  pienso, 
Con  la  mejor  opinión , 
Virtud  y  recogimiento 
Del  mundo :  tai  madre  tuvo : 
Téngala  Dios  en  el  cielo. 
Bien  pienso  que  bastará, 
Señor,  para  abono  desto, 
El  ser  rico  r  y  no  haber  quieu 
Me  murmure;  ser  modesto , 

Y  no  haber  quien  me  baldone ; 

Y  mayormente ,  viviendo 
En  un  lugar  corto ,  donde 
Otra  falta  no  tenemos 

Mas  que  saber  unos  de  otros 
Las  faltas  y  los  defectos, 

Y  ¡  pluguiera  á  Dios ,  señor, 
Que  se  quedara  eu  saberlos ! 
$  es  muy  hermosa  mi  hija, 
Diganlo  vuestros  extremos... 
Aunque  pudiera ,  al  decirlo, 
Con  mayores  sentimientos 
Llorarlo  porque  esto  fué 

Mi  desdicha.— No  apuremos 
Toda  la  ponxofia  al  vaso; 
Quédese  algo  al  sufrimiento. 
—No  hemos  de  dejar,  señor, 
Salirse  con  lodo  al  tiempo ; 
Algo  hemos  de  hacer  nosotros 
Para  encubrir  sus  defectos. 
Este,  ya  veis  ai  es  bien  grande; 
Pues  aunque  encubrirle  quiero. 
No  puedo;  que  sabe  Dios 
Que  á  poder  estar  Secreto 

Y  sepultado  en  mi  mismo, 
No  viuiera  á  lo  que  vengo ; 
Que  todo  esto  remitiera  \ 
Por  no  hablar,  al  sufrimiento. 
Deseando  pues  remediar 
Agravio  tau  manifiesto . 
Buscar  remedio  á  mi  afrenta, 
Es  venganza ,  no  es  remedio  : 

Y  vagando  de  uno  en  otro. 
Uno  solamente  advierto, 

8ue  á  mi  me  está  bien,  y  á  vos 
o  mal ;  y  es .  que  desde  luego 
Os  toméis  toda  mi  hacienda , 
Sin  que  para  mi  sustento 
Ni  el  de  mi  hijo  (á  quien  yo  • 
Traeré  á  echar  á  los  pies  vuestros) 
Reserve  un  mará  vedi, 
Sino  quedarnos  pidiendo 
Limosna,  cuando  no  baya 
Otro  camino,  otro  medio 
Con  que  poder  sustentarnos. 

Y  si  queréis  desde  luego 
Poner  una  S  y  un  clavo 
Hoy  á  los  dos  y  vendernos, 
Será  aquesta  cantidad 

Mas  del  dote  que  os  ofrezco. 
Restaurad  una  opinión 
ue  habéis  quitado.  No  creo 
jue  desluzcáis  vuestro  honor, 
orque  los  merecimientos 
Que  vuestros  hijos,  señor, 
Perdieren  por  ser  mis  nietos, 
Cañarán  con  mas  ventaja. 
Señor,  por  ser  hijos  vuestros. 


EL  ALCALDE  DE  ZALAMEA. 


Bu  Castilla,  e!  refrán  dice 

Sie  el  caballo  (y  es  lo  cierto) 
eva  U  silla.— Mirad     (De  roéiUo* 
Que  á  vuestros  pies  os  lo  ruego 
De  rodillas,  y  llorando 
Sobre  estas  canas,  que  el  pecho , 
Viendo  nieve  y  agua ,  piensa 
Que  se  me  están  derritiendo. 
¿Qué  os  pido ?  Un  honor  os  pido* 

?ue  me  quitasteis  vos  mesmo ; 
con  ser  mió ,  parece, 
Según  os  le  estoy  pidiendo 
Con  humildad ,  que  no  es  mjo 
Lo  que  os  pido ,  sino  vuestro. 
Mirad  que  puedo  tomarle 
Por  mis  manos ,  y  no  quiero  9 
Sino  que  vos  me  le  deis. 

CAPITÁN* 

Ya  me  falta  el  sufrimiento.. 
Viejo  cansado  y  prolijo, 
Agradeced  que  no  os  doy 
La  muerte  a  mis  manos  hoy, 
Por  vos  y  por  fuestro  hijo; 
Porque  quiero  que  debáis 
No  andar  cou  vos  mas  cruel, 
A  la  beldad  de  Isabel. 
Si  vengar  solicitáis 
Por  armas  vuestra  opinión, 
Poco  tengo  que  temer; 
Si  por  justicia  ha  de  ser, 
No  tenéis  jurisdicción, 

CRESPO. 

¿Que  en  fin,  no  os  mueve  mi  llanto  Y 

CAPITÁN* 

Llanto  no  se  ha  de  creer 
De  viejo,  niño  y  mujer. 

CRESPO. 

¿Que  no  pueda  dolor  tanto 
Mereceros  un  consuelo  ? 

CAPITÁN. 

¿Qué  mas  consuelo  queréis , 
Pues  cou  U  vida  volvéis? 

CRESPO. 

Mirad  que  echado  en  el  suelo. 
Mi  honor  á  voees  os  pido. 

CAPITÁN. 

¡Que  enfado! 

CRESPO. 

Mirad  que  soy 
Alcalde  en  Zalamea  noy. 

CAPITÁN. 

Sobre  mi  no  habéis  tenido 
Jurisdicción :  el  consejo 
De  guerra  enviara  por  mi- 

CRESPO. 

¿En  eso  os  resolvéis? 

CAPITÁN. 

Si, 
Caduco  y  cansado  viejo. 

CRESPO. 

¿No hay  remedio? 

CAPÍTAN. 

Si,elca!far 
Es  el  mejor  para  vos* 

cbespo.. 
¿No  otro?  ' 

Capitán. 
No. 

•  CRESPO. 

Pues  juro  a  Dios, 
Que  me  lo  habéis  de  pagar. — 
¡  Hola !       {Lewaniau  y  Urna  la  vare.) 


)         Labradores.  —  CRESPO, 
EL  CAPITÁN. 

MI  LABRADOR.  (ÜCUtrO.) 

¡Señor! 

CAPITÁN.  (Áp.) 

¿Qué  querrán 
Estos  villanos  hacer  ? 

{Salen  lút  latfraéore*.) 

LABRADORES. 

¿Qué  es  lo  que  mandas? 

CRESPO. 

Prender 
Mando  al  señor  Capitán. 

CAPITÁN. 

¡Buenos  son  vuestros  extremos  I 
Con  un  hombre  como  yo, 
Y  en  servicio  del  Rey,  no 
Se  puede  hacer. 

CRESPO. 

Probaremos. 
De  aquí,  si  no  es  preso  6  muerto, 
No  saldréis. 

CAPITÁN. 

Yo  os  apercibo 
Que  soy  un  capiuu  vivo. 

CRESPO. 

¿Soy  yo  acaso  alcalde  muerto  ? 
Daos  al  instante  á  prisión. 

capitán. 

No  me  puedo  defender : 
Fuerza  es  dejarme  prender. 
Al  Rey  desta  sinrazón 
Me  quejaré. 

CRESPO. 

Yo  también 
De  esotra  :  —  y  aun  bien  que  está 
Cerca  de  aqui ,  y  nos  oirá 
A  los  dos.  —  Dejar  es  bien 
Esa  espada. 

CAPITÁN. 

No  es  razón 
Que... 

CRESPO. 

¿Cómo  no,  si  vais  preso? 

CAPITÁN. 

Tratad  con  respeto... 

CRESPO* 

Eso 
Está  muy  puesto  en  razón. 
Con  respeto  le  (levad 
A  las  casas,  en  efeto, 
Del  concejo;  v  coo  respeto 
Un  par  de  grillos  le  echad 

Y  una  cadena;  y  tened , 
Con  respeto,  gran  cuidado 

?ue  no  bable  á  ningún  soldado; 
á  esos  dos  l  amblen  poned 
En  la  cárcel;  que  es  razón, 

Y  aparte,  porque  después, 
Coo  respeto,  á  todos  tres 
Les  tomen  la  confesión. 

Y  aquí ,  para  entre  los  dos. 
Si  hallo  barte  paño,  en  efeto, 
Con  muchísimo  respeto 

Os  he  de  ahorcar,  juro  á  Dios. 

CAPITÁN. 

¡Ah  villanos  con  poder  í 

(Yante  lo$  labradora  can  el  Capitán.) 


» 


REBOLLEDO,  LA  CRISPA,  EL  ES- 
CRIBANO. —  CRESPO. 

ESCRIBANO. 

Este  paje ,  este  soldado 
Son  a  los  que  mi  cuidado 
Solo  ha  podido  prender; 
Que  otro  se  puso  en  huida. 

CRESPO. 

Este  el  picaro  es  que  canta : 

Con  un  paso  de  garganta 

No  ha  de  hacer  otro  eu  su  vida. 

REBOLLEDO. 

¿Pues  qué  delito  es,  señor, 
El  cantar? 

CRESPO. 

Que  es  virtud  siento, 
Y  tanto,  que  un  instrumento 
Tengp  en  que  cantéis  mejor. 
Resolveos  a  decir... 

REBOLLEDO. 

¿Qué? 

CRESPO. 

Cuanto  anoche  pasé.., 

REBOLLEDO. 

Tu  hija  mejor  que  yo 
Lo  sabe. 

crespo. 

O  has  de  morir. 

chispa.  {Ap.  á  él) 

Rebolledo,  determina 
Negarlo  punto  por  puuto  : 
Serás,  si  megas,  asunto 
Para  una  jacarandina 
Que  cantaré. 

crespo. 

A  vos  después 
También  os  harán  cantar. 

CUMPA. 

A  mi  no  me  pueden  dar 


Tormento. 

crispo. 

Sepamos  pues, 
¿Porqué?  f 

CRISPA. 

Eso  es  cosa  asentada, 
Y  que  no  hay  ley  que  tal  mande. 

CRESPO. 

¿Qué  causa  tenéis? 

chispa. 

Bien  grande. 

crespo. 
Decid,  ¿cuál? 

cuspa. 
Estoy  prefiada. 

crespo. 
¿Hay  cosa  mas  atrevida? 
Mas  la  colera  me  inquieta. 
¿No  sois  paje  de  jineta  ? 

CRISPA. 

No,  señor,  sino  de  brida. 
crespo. 

Resolveos  á  decir 
Vuestros  dichos. 

CHISPA. 

Si  diremos 
Aun  mas  de  lo  que  sabemos; 
Que  peor  será  morir. 


F 


84  COMEDIAS  DB  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

crispo. 

Eso  excusará  á  los  dos 
DH  tormento. 

CHISPA. 

Si  es  asi , 
Pues  para  cantar  nací , 
He  de  cantar,  vive  Dios  : 
(Canta,)  Tormento  me  quieren  dar. 

rebolledo.  (Canta.) 
¿Y  qué  quieren  darme  á  mi? 

CRESPO. 

¿Qué  hacéis? 

CHISPA. 


Templar  desde  aquí, 
Pues  que  vamos  á  cantar. 
(Yante.) 

Sala  en  casa  de  Crespo. 

ESCENA  XI. 

JUAN. 

Desde  que  al  traidor  herí 

En  el  monte ,  desde  que 

Riñendo  con  él  (porqué 

Llegaron  tantos)  volví 

La  espalda ,  el  monte  be  corrido , 

La  espesura  be  penetrado» 

Y  a  mi  hermana  no  he  encontrado. 
En  efecto,  me  be  atrevido 

A  venirme  basta  el  lugar 

Y  entrar  dentro  de  ni»  casa, 
Donde  todo  lo  que  pasa 

A  mi  padre  be  de  contar. 
Veré  lo  que  me  aconseja 

8ue  baga  ¡ cielos!  en  ravor 
e  mi  vida  j  de  ral  honor. 

ESCENA  XII. 

INÉS,  ISABEL,  muy  triste.  —  JUAN. 

MES. 

Tanto  sentimiento  deja ; 

8ue  vivir  Un  afligida , 
o  es  vivir,  matarte  es. 

isavci» 

¿Pues  quién  le  ha  dicho  ¡  «9  Inés ! 
Que  no  aborrezco  la  vida? 

JUAN. 

Diré  i  mi  padre..,  (Ap. :  Ay  de  mi! 

iNo  es  esta  Isabel  ?  Es  llano. 

Pues  ¿ qué  espero ?)     (Saca  la  daga.) 

MES. 

¡Primo! 

ISABEL. 

i  Hermano! 
¿Qué  intentas? 

JOAN. 

Vengar  asi 
La  ocasión  en  que  boy  has  puesto 
Mi  vida  y  mi  honor. 

ISABEL. 

Advierte... 

JUAN. 

¡Tengo  de  darte  la  muerte, 
Viven  los  cielos ! 

ESCENA  XIII. 

CRESPO ,  labradores.  —  Dichos, 
crispo. 

¿Qué  es  esto? 

JOAN. 

Es  satisfacer,  señor, 


Una  miarla,  y  es  vengar 
Una  ofensa  y  castigar. . . 

cuspo. 

Basta ,  basta ;  que  es  error 
Que  os  atreváis  á  venir... 

JOAN. 

¿Qué  es  lo  que  mirando  estoy  ? 

CRESPO. 

Delante  asi  de  mi  hoy,1 
Acabando  ahora  de  herir 
En  el  monte  un  capitán. 

JUAN. 


Señor,  si  le  hice  esa  ofensa, 
Que  fué  en  honrada  defensa , 
De  tu  honor... 

CRESPO. 

Ea,  basta,  Juan.— 
Hola ,  llevadle  también 
Preso. 

JUAN.' 

¿  A  tu  hijo,  señor, 
Tratas  con  tanto  rigor? 

CRESPO. 

Y  aun  á  mi  padre  también 
Con  tal  rigor  le  tratara. 
Mi.  Aquesto  es  asegurar 
Su  vida,  y  han  de  pensar 
Que  es  la  justicia  mas  rara 
Del  mundo.) 

JUAN. 

Escucha  porqué. 
Habiendo  un  traidor  berído, 
A  mi  hermana  he  pretendido 
Matar  también. 

CRESPO. 

Ya  lo  sé ; 
Pero  no  basta  sabello 
Yo  como  yo ;  que  ha  de  ser 
Como  alcalde ,  y  he  de  hafcer 
Información  sobre  eUo. 

Y  hasta  que  conste  qué  culpa 
Te  resulta  del  proceso, 
Tengo  de  tenerte  preso. 

(Ap.  Yo  le  hallaré  la  disculpa.) 

JUAN. 

Nadie  entender  solicita 
Tu  fiu ,  pues  sin  honra  ya , 
Prendes  á  quien  te  la  da , 
Guardando  á  quien  te  la  quita 
(Llevante  pre$o.), 

ESCENA  XIV. 

CRESPO,  ISABEL,  INÉS. 

CRESPO. 

Isabel,  entra  á  firmar 
Esta  querella  que  has  dado 
Contra  aquel  que  te  ha  injuriado. 

ISABEL. 

Tu,  que  quisiste  ocultar 
La  ofensa  que  el  alma  llora, 
¡Asi  intentas  publicarla ! 
Pues  no  consigues  vengarla , 
Consigue  el  callarla  ahora. 

CRESPO. 

No :  ya  que  como  quisiera, 

Me  quita  esta  obligación 

Satisfacer  mi  opinión , 

Ha  de  ser  desta  manera.  (Vate  Isabel.) 

I»  es,  pon  ahi  esa  vara; 

Que  pues  por  bien  no  ha  querido 

Ver  el  caso  concluido, 

Querrá  por  mal. 

(Vaselnes.) 


E8CERA  XV. 

DON  LOPE ,  soldados.  —  CRESPO. 
don  lope.  (Dentro.) 
Para ,  pira. 

CRESPO. 

¿Qué  es  aquesto?  ¿  Quién ,  quién  hoy 
Se  apea  en  mi  casa  asi  ? 
Pero  ¿quién  se  ha  entrado  aqui? 
(Salen  Don  Lope  y  toldado*.) 

DON  LOPE. 

:0b  Pedro  Crespo !  Yo  soy ; 
Que  volviendo  a  este  Jugar 
De  la  mitad  del  camino 

Í Donde  me  trae,  imagino, 
Jo  grandísimo  pesar), 
No  era  bien  ir  a  apearme 
A  otra  parle ,  siendo  vos 
Tan  mi  amigo. 

CRESPO. 

Guárdeos  Dios; 
Que  siempre  tratáis  de  honrarme. 

DON  LOPE. 

Vuestro  hijo  no  ha  parecido 
Por  allá. 

CRESPO. 

Presto  sabréis 
La  ocasión  :  la  que  tenéis, 
Señor,  de  baberos  venido, 
Me  haced  merced  de  contar ; 
Que  venís  mortal ,  señor. 

DON  LOPE. 

La  desvergüenza  es  mayor 
Que  se  puede  imaginar. 
Es  el  mayor  desaliño 

8ue  hombre  ninguno  intentó, 
n  soldado  me  alcanzó 

Y  me  dijo  en  el  camino... 
—Que  estoy  perdido,  os  confieso, 
De  cólera. 

CRESPO, 

Proseguí. 

DON  LOPE. 

Que  un  alcaldillo  de  aqui 
Al  Capitán  tiene  preso.— 

Y  ¡vive  Dios !  no  he  sentido 
En  toda  aquesta  jornada 
Esta  pierna  excomulgada. 

Sino  es  hoy,  que  me  ha  impedido 
El  haber  antes  llegado 
Donde  el  castigo  le  dé» 
¡Vive  Jesucristo,  que 
Al  grande  desvergonzado 
A  palos  le  he  de  matar! 

crespo. 

Pues  habéis  venido  en  balde. 
Porque  pienso  que  el  alcalde 
No  se  los  dejará  dar. 

DON  LOPE. 

Pues  dárselos,  sin  que  deje 
Dárselos. 

CRESPO. 

Malo  lo  veo ; 
Ni  que  baya  en  el  mundo  creo 
Quien  tan  mal  os  aconseje. 
¿Sabéis  por  qué  le  prendió  ? " 

DON  LOPE. 

No;  mas  sea  lo  que  mere , 
Justicia  la  parte  espere 
De  mi ;  que  también  sé  yo 
Degollar,  si  es  necesario. 

crespo. 
Vos  no  debéis  de  atcansar, 


Señor,  lo  que  en  no  logar 
Es  un  alcalde  ordinario. 

borlóme.     . 

¿Será  mas  que  un  villano  te! 

CRESPO. 

Un  viHaooteserá, 

One  si  cabezudo  da 

Bu  que  ba  de  darle  garrote, 

Par  Dios,  se  salga  eoo  ello, 

POH  LOPE. 

No  se  saldrá  tal,  par  Dios; 
Y  si  por  ventura  vos, 
Si  sale  6  no,  queréis  vello, 
Decid  dónde  vive  ó  no. 

CRESPO. 

Bien  cerca  vive  de  aqui. 

DON  LOPE. 

Pues  á  decirme  veni 
Quién  es  el  alcalde. 

CRESPO. 

Yo, 

PON  LOPE. 

¡Vive  Dios,  que  si  sospecho!... 

CRESPO. 

¡  Vive  Dios ,  como  os  lo  he  dicho ! 

DON  LOPR. 

Pues,  Crespo,  lo  dicho  dicho. 

CRESPO. 

Pues,  señor,  lo  hecho  hecho. 


Yo  por  el  preso  he  venido, 
Y  a  castigar  este  exceso. 

CRESPO. 

Pues  yo  acá  le  tengo'  preso 
Por  lo  que  acá  ba  sucedido. 

non  lope. 

¿Vos  sabéis  que  á  servir  pasa 
Al  Rey,  y  soy  su  juez  yof 

crespo. 

¿Vos  sabéis  que  me  robo 
A  mi  bya  de  mi  casa? 

non  lope. 
íVos  sabéis  que  mi  valor 
Dueño  desta  causa  ha  sido  ? 

crespo. 
iVos  sabéis  cómo  atrevido 
Robó  eu  un  monte  mi  honor  1 

non  lope. 
¿Vos  sabéis  cuánto  os  prefiere 
fil  cargo  que  he  gobernado? 

CRESPO. 

¿Vos  sabéis  que  le  he  rogado 
Con  la  paz,  y  no  la  quiere  ? 

RON  LOPE. 

Que  t»  entráis,  es  bien  se  arguya. 
En  otra  jurisdicción. 

CRESPO. 

SI  se  me  entró  en  mi  opinión, 
Sin  ser  jurisdicción  suya. 

DOS  LOPE. 

Yo  sabré  satisfacer, 
Obligándome  á  la  paga. 

CRESPO. 

Jamas  pedi  á  nadie  que  haga 
Lo  que  yo  me  puedo  hacer. 

DON  LOPE. 

Yo  me  be  de  llevar  el  preso. 
Ya  estoy  en  ello  empeñado. 


EL  ALCALDE  DE  ZALAMEA. 

CRESPO. 

Yo  por  acá  he  sustanciado 
El  proceso. 

DON  LOPE. 

¿Qué  es  proceso  ? 

CRISPO. 

Unos  pliegos  de  papel 
Que  voy  juntando,  en  razón  . 
De  hacer  la  averiguación 
De  la  causa. 

DON  LOPE. 

Iré  por  él 
A  la  cárcel. 

CRESPO. 

No  embarazo 
Que  vais :  solo  se  repare , 
Que  hay  orden ,  que  al  que  llegare» 
Le  den  un  arcabuzazo. 

DON  LOPE. 

Como  esas  balas  estoy 
Enseñado  yo  á  esperar. 
Mas  no  se  ha  de  aventurar 
Nada  en  esta  acción  de  hoy.— 
Hola,  soldado,  id  volando, 

Y  á  todas  las  compañías 
Que  alojadas  estos  días 

Han  estado  y  van  marchando , 
Decid  que  bien  ordenadas 
Lleguen  aquí  en  escuadrones, 
Con  balas  en  los  cañones 

Y  con  las  cuerdas  caladas. 

ON  SOLDADO. 

No  rae  menester  llamar 
La  gente ;  que  habiendo  oído 
Aquesto  que  ha  sucedido, 
Se  han  entrado  en  el  lugar. 

DON  LOPE. 

Pues  vive  Dios,  que  he  de  ver 
Si  me  dan  el  preso  ó  no. 

CRESPO. 

Pues  vive  Dios ,  que  antes  yo 
Haré  lo  que  se  ha  de  hacer. 
(Vanu.) 

Sala  dfl  la  cárcel. 

ESCENA  XVI. 

DON  LOPE.  EL  ESCRIBANO,  solda- 
dos ,  CRESPO,  todos  dentro. 

{Suenan  caja*.) 

DON  LOPE. 

Esta  es  la  cárcel ,  soldados , 
Adonde  está  el  Capitán  : 
Si  no  os  le  dan ,  al  momento 
Poned  mego  y  la  abrasad , 
Y  si  se  pone  en  defensa 
El  lugar,  todo  el  lagar. 

ESCRIRAKO. 

Ya ,  aunque  la  cárcel  enciendan . 
No  han  de  darle  libertad. 

SOLDADOS. 

Mueran  aquestos  villanos. 

CRESPO. 

i  Qué  mueran  ?  Pues  ¡qué !  ¿  no  hay  mas  ? 

DON  LOPE. 

Socorro  les  ha  venido. 
Romped  la  cárcel:  llegad , 
Romped  la  puerta. 


ESCENA  XVII. 

Salen  los  soldados  t  DON  LOPE  por 
un  lado;  y  por  otro,  EL  REY,  CRES- 
PO, LADRADORES  1  ACOKPAÍUrIRRTO. 

RET. 

¿Qué  es  esto? 
Pues  ¡  desta  manera  estáis , 
Viniendo  yo! 

DON  LOPE.  . 

Esta  es,  señor, 
La  mayor  temeridad 
De  un  villano,  que  vio  ct  mondo* 
Y,  vive  Dios,  que  á  no  entrar 
En  el  lugar  tatt  aprisa, 
Señor,  vuestra  Majestad  f 
Que  había  de  hallar  luminarias 
Puestas  por  todo  el  lugar. 

rey.  ' 
¿Qué  ha  sucedido? 

DON  LOPE. 

Un  alcalde 
Ha  prendido  un  capitán, 

Y  viniendo  yo  por  él. 
No  le  quieren  entregar. 

REY. 

¿Quién  es  el  alcalde? 

CRESPO. 

Yo. 

RET. 

¿Y  qué  disculpa  me  dais? 

CRESPO. 

Este  proceso,  en  quien  bien 
Probado  el  delito  está , 
Digno  de  muerte,  por  ser 
Una  doncella  robar, 
Forzarla  en  un  despoblado , 

Y  no  auererse  (¡asar 

Con  ella,  habiendo  su  padre 
Rogádole  con  la  paz. 

DON  LOPE. 

Este  es  el  alcalde ,  y  es 
Su  padre. 

CRESPO. 

No  importa  en  tal 
Caso,  porque  si  un  extraño 
Se  viniera  á  querellar, 
¿No  habia  de  hacer  justicia  ? 
Sí :  pues  ¿qué  mas  se  me  da 
Hacer  por  mi  hija  lo  mismo 
Que  hiciera  por  los  demás? 
Fuera  de  (pie,  como  he  preso 
Un  lujo  mió,  es  verdad 
Que  no  escuchara  á  mi  hija, 
Pues  era  la  sangre  igual  *... 
Mírese  siesta  bien  hecha 
La  causa ,  miren  si  hay 
Quien  diga  que  yo  haya  hecho 
En  ella  alguna  maldad, 
Si  he  inducido  algún  testigo , 
Si  está  escrito  algo  de  mas 
De  lo  que  he  dicho,  y  entonces 
Me  den  muerte. 

RET. 

Bien  está 
Sentenciado ;  pero  vos 
No  tenéis  autoridad 
De  ejecutar  la  sentencia 
Que  toca  á  otro  tribunal. 
Allá  hay  justicia,  y  asi 
Remitid  el  preso. 

CRESPO. 

Mal 
Podré ,  señor,  remitirle , 

«  Ha  de  faltar  algo  :  en  otros  mochos  pa 
saies  He  la  comedia  creemos  que  sucede  lo 
mismo,  6  que  está  viciado  el  texto. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDHO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Porque  como  por  acá 

No  hay  mas  que  sola  una  audiencia, 

Cualquiera  sentencia  que  hay, 

La  ejecuta  ella ,  y  así 

Está  ejecutada  ya. 

.REY. 

¿Qué  decís? 

CRESPO* 

Si  no  creéis 
Que  es  esto ,  señor,  verdad , 
volved  los  ojos ,  y  vectto. 
Aqueste  es  el  Capitán. 
{Abre*  urna  puerto*  y  aparece  éado 
garrete  en  una  tilla  el  Capitán  ) 

REY. 

Pues  ¿como  asi  os  atrevisteis?... 

CRESPO. 

Vos  habéis  dicho  que  está 
Bien  dada  aquesta  sentencia  : 
Luego  esto  uo  está  hecho  mal. 

REY. 

El  consejo  ¿no  supiera 
La  sentencia  ejecutar? 

CRESPO. 

Toda  la  justicia  vuestra 
.  Es  solo  un  cuerpo  no  mas  : 
Si  este  tiene  muchas  manos  v 
Decid ,  ¿qué  mas  se  me  da 
Matar  con  aquesta  un  hombre , 
Que  estotra  había  de  matar? 

Y  ¿qué  importa  errar  lo  menos , 
Quien  ha  aceitado  lo  mas? 

REY. 

Pues  ya  que  aquesto  es  asi , 
¿Por  qué,  como  á  capitán 

Y  caballero,  no  hicisteis 
Degollarle? 

CRESPO. 

¿Eso  dudáis? 
Señor,  como  los  hidalgos 
Viven  tan  bien  por  acá, 


El  verdugo  que  tenemos, 
No  ha  aprendido  á  degollar. 

Y  esa  es  querella  del  muerto* 
Que  toca  a  su  autoridad , 

Y  basta  que  él  mismo  se  queje, 
No  les  toca  á  los  demás. ' 

REY. 

Don  Lope,  aquesto  ya  es  hecho. 
Bien  dada  la  muerte  está ; 
Que  errar  lo  menos  no  importa , 
Si  acertó  lo  principal. 
Aqui  no  quede  soldado 
Alguno ,  y  haced  marchar 
Con  brevedad ;  que  me  importa 
Llegar  presto  a  Portugal.— 
Vos,  |>or  alcalde  perpetuo 
De  aquesta  villa  os  quedad. 

caESPo. 
Solo  vos  á  la  justicia 
Tanto  supierais  honrar. 
(Vaee  el  Rey  y  el  acompañamiento.) 

DOS  LOPE. 

Agradeced  al  buen  tiempo 
Que  llegó  su  Majestad. 

crespo* 
Par  Dios ,  aunque  no  llegara, 
No  tenia  remedio  ya. 

DOÜ  LOPE. 

¿No  fuera  mejor  hablarme, 
Dando  el  preso,  y  remediar 
El  honor  de  vuestra  bija? 

CRESPO. 

En  un  convento  entrará; 
Que  ha  elegido  y  tiene  esposo. 
Que  no  mira  en  calidad.. 

BOU  LOME. 

Pues  dadme  los  demás  presos. 

CRESPO. 

Al  momento  los  sacad. 

(Va$e  el  Eocribano.) 


ESCENA  XVIU. 

REBOLLEDO,  LA  CHISPA,  soldados; 
<te«ptt¿*,  JUAN.-DON  LOPg,CRbS- 

PO,  SOLDADOS  V  LABRADORES. 
DON  LOPE. 

Vuestro  hijo  falta,  porqué 
Siendo  mí  soldado  ya , 
No  ha  de  quedar  preso. 

CRESPO. 

Quiero 
También ,  señor,  castigar 
El  desacato  que  tuvo 
De  herir  á  su  capitán ; 
Que  auuque  es  verdad  que  su  honor 
A  esto  le  pudo  obligar, 
De  otra  manera  pudiera. 

RON  LOPE. 

Pedro  Crespo,  bien  está. 
Llamadle. 

CRESPO. 

Ya  él  está  aqui. 
(Sale  Juan.) 

JUAN. 

Las  plantas ,  sefior,  me  dad ; 
Que  á  ser  vuestro  esclavo  iré. 

REBOLLEDO. 

Yo  no  pienso  ya  cantar 
En  mi  vida. 

CRISPA. 

Pues  yo  si, 
Cuantas  veces  á  mirar 
Llegue  el  pasado  instrumento. 

crespo. 

Con  que  fin  el  autor  da 
A  esta  historia  verdadera  : 
Sus  defectos  perdonad. 


LOS  HIJOS  DE  LA  FORTUNA,  TEAGENES  Y  CAMCLEA. 


TEAGENES,  oslan. 
ID  ASPES,  indio,  negro. 
TUMIS  .bandolero ,  galán. 
PETOSIRtS,  su  hermano. 
TERMUTES  i  k    v  i 

CARIÓLES,  nejo. 


PERSONAS. 

CALASIRIS,  nejo, 

NAÜSICLES,  mercader. 

LIBIO  /criado  de  Tedgene*. 

Un  CAPITÁN  t  soldados. 

CARICLEA,rf*i»a. 

PKRSINA,  reina  de  Etiopia,  negra. 

ADMETA  i  reina  de  Ménfis. 


TISBB,  esclava. 

Damas  de  Pusuca  %  negras.  . 

Sacerdotisas  de  Afolo,  músicas. 

Damas  deAdmeta» 

Codo  de  hombres. 

Coro  de  mujeres. 

Bandoleros.  —  Ceme. 


La  escena  es  en  Del f os  y  en  Egipto. 


JORNADA  PRIMERA. 


Vista  exterior  del  templo  de  Apolo  en  Délfos. 

ESCENA   PRIMERA. 

Con  los  últimos  versos  de  la  copla,  ave 
se  empieza  d  cantar  desde  adentro, 
salen  músicas  en  traje  de  sacerdo- 
tisas, con  guirnaldas  de  flores,  y 
detras  CARIÓLES ,  viejo  venerable, 
de  sacerdote  antiguo. 

sacerdotisas.  (Cantando,  dentro.) 

Atended,  moradores  de  Belfos , 
Al  sacro  pregón,  ai  público  edicto', 
Que  para  el  primer  solsticio  de  Junto 
Esparcen  las  ninfas  de  Apolo  divino. 
[Salen.) 

UNA. 

j  Atended! 

TODAS* 

¡Atended  l 

una. 
Que  os  público... 

todas. 

Que  os  publico... 

o*a.  ¡ficio. 

Que  aqueste  es  el  año  del  gran  sacri- 

TODAS.  ¡fidO. 

Que  aqueste  es  el  año  del  gsan  sacri- 

CARICLES. 

Hermosas  sacerdotisas 

De  Apolo,  de  otilen  me  bizo 

Alia  progenie  de  dioses , 

Mas  que  el  mérito,  ministro  : 

Pues  de  cinco  en  cinco  años 

A  nuestro  gran  templo  inapfrio 

Tesalia  en  sagrado  voto 

Sus  holocaustos  previno, 

Bu  nacimiento  de  gracias 

De  aquella  paz  en  que  dimos 

Fin,  entre  Tesalia  y  Délfos, 

A  los  rencores  antiguos , 

Que  á  nadie  costaron  mas 

Que  á  mi ,  pues  el  dia  que  impíos 

Robaron  aqueste  templo. 

Entra  otros  muchos  cautivos, 

A  nunca  mas  saber  del, 

Me  robaron  aquel  hijo 

Que  hasta  hoy...  Mas  ;  aj  infelice ! 

i  Para  qué  ahora  lo  repito?— 

Pues  de  cinco  en  cinco  años 

Tesalia  (otra  vez  lo  digo) 

Bu  desagravio  de  Apolo 

Se  ofreció  á  hacer  sacrificio, 

Y  este  es  el  felix  que  cumple 


El  número  de  tos  cinco ; 
La  solemnidad  cumpliendo 
De  ceremonias  y  ritos, 
Que  á  nuestro  cargo  comete 
La  dignidad  del  oficio; 
Por  calles  y  plazas  digan 
Vuestros  acentos  festivos  : 
Atended ,  moradores  de  Déllb3... 

SACERDOTISAS  ó  MÚSICA. 

Atended*  moradores  de  Délfos... 

CARIÓLES. 

Al  sacro  pregón ,  al  público  edicto... 

MÚSICA. 

Al  sacro  pregón,  al  público  edicto... 
ESCENA  II. 

m 

CALASIRIS ,  de  peregrino.  —  Dichos. 

CAi¿siais.(itepttf>*d0  toqúese  canta.) 

Atended,  moradores  de  Délfos» 
Al  sacro  pregón ,  al  público  edicto,» 

caracúes. 
Que  para  el  primer  solsticio  de  junto... 

MÚSICA. 

Que  para  él  primer  solsticio  de  Junio.*. 

CARIÓLES. 

Esparcen  las  ninfas  de  Apolo  divino» 

MÚSICA. 

Esparcen  las  ninfas  de  Apolo  divino. 

CALASÍBIS. 

Que  para  el  primer  solsticio,  de  junio 
Esparcen  las  ninfas  de  Apolo  divino. 

CARIÓLES., 

Atended... 

MÚSICA. 

Atended... 

CARICLSS. 

Que  os  publico... 

música. 
Que  os  pubüce*.. 

CARIÓLES.  [OcÍO. 

Que  aqueste  es  el  año  del  gran  sacri- 
música.  [ficio. 

Que  aqueste  es  el  aña  del  gran  sacri- 
calasíris.  [ficio. 

Que  aqueste  e*el  año  del  gran  sacri- 

(Vanse  entrando  Carteles  y  tas  sacer- 
dotisas. ) 

CALAsÍRis.  (Pora  si.) 

Este  es  Caricles»en  cuya 

Confianza,  peregrino 

Me  traen  a  Délfos  los  hados, 


8ue  bá  tantos  años  que  esquivos 
e  persiguen ,  de  una  eu  otra 
Patria  vago  y  fugitivo ; 
Mas  ¿qué  muclm,  sí  voy  siempre 
Pisando  de  mi  delito 
La  sombra  !  ¡  Oh ,  memoria ,  cuánto 
Afliges  al  afligido! 
Déjame  pensar  siquiera 
Este  breve,  este  indeciso 
Instante  que  en  hablar  lardo 
A  Carióles,  que  su  pió 
Animo  me  ha  de  albergar. 
Y  pues  á  tiempo  he  venido» 
Que  ocupado  en  este  sacro 
Bando  de  Apolo  le  miro , 
Pon  á  cuenta  de  tus  iras 
La  dilación  deste  asilo ; 
Que  por  solo  dilatarme 
La  piedad ,  pienso  que  dijo... 

él;  i  música,  dentro* 
Atended,  moradores  de  Délfos, 
Al  sacro  pregón ,  al  público  edicto. 

(Vase  Cataslris.) 

ESCENA  IB. 

NAÜSICLES,  TfSBE ;  luego,  música. 

NAUSiCLES. 

No  has  de  seguir  sus  acentos* 

TISRE. 

Si  á  comprarme  en  excesivo 
Precio  en  Tesalia ,  mi  patria , 
Es  lo  mas  que  te  ha  movido 
La  dulce  voz ,  de  que  el  cielo 
Dotar  mi  esclavitud  quiso , 
i  Por  qué  quieres  que  no  goce 
Aqueste  pequeño  alivio 
De  mi  inclinación ,  siguiendo 
La  dulzura  de  aquel  himno? 

NAUSÍCLES. 

Porque  ha  hecho  seBal  de  leva 
El  aprestado  navio 
Que  me  ha  de  dejar  en  Hénfls , 
Donde  tengo  remitidos 
Ya  créditos  y  caudales, 
De  cuyos  puertos  contigo 
He  de  pasar  a  Etiopia, 
Siendo  tú  sola  en  quien  fio 
Mi  mayor  ganancia;  pues 
De  cuantos  tesoros  ricos 
Empleó  la  siempre  avara 
Mercancía  de  que  vivo , 
Ninguna  es  mayor,  si  llego 
( ¡  Mercurio  me  sea  propicio í ) 
A  presentarte  á  Persina, 
Su  reina,  de  quien  he  okle 
Cuanto  músicas  esclavas 


88 

£  ptrler*  rtatioá 

TISBÉ.  (iip.) 

¿Quién 
Te  dijera  ¡  ay  Jebnoii  mió ! 
Ir  tu  Tisbe  Jada  á  negros? 

hausícles. 
Ven. 

TISBE. 

Si  ese  tu  intento  ha  sido , 
Para  tomar  de  Etiopia 
El  nimbo»  ese  adusto  indio 

(Viendo  venir  á  Hispes.) 
Podrá  informarte  mejor 
y  úe  nadie. 

NAOSfCLES. 

Al  verle,  me  admiro, 
En  Délfbs,  por  el  decreto» 
Que  aquestos  días  be  oido, 
De  que  etiope  ninguno 
.Quede  en  todos  sus  distritos. 
La  causa  no  sé ;  y  pues  tengo 
Mi  pasaje  prevenido 
Por  Ménfls,  no  hay  que  informarme. 
Ven,  Tisbe... 

TTSBC. 

Siempre  te  sigo 
Portada ,  y  hoy  mas ;  pues  pierdo 
La  entonación  de  aquel  himno»,. 

ILLA  ;  T  MÚSICA,  dentro. 

et  para  el  primer  solsticio  dé  junio 
arcén  ia$  Mu  fas  de  Apote  divino. 
{Vansé  lo*  dos.) 

.  ESCENA  IV. 

IDASPES;  CARICLEA,  con  un  velo 
en  el  rostro. 

IDASPES. 

No  te  descubra» el  rostro; 
Que  de  sos  rayos  divinos 
Nadie  na  de  «osar  la  lux 
En  todo  el  deMIco  sitio 
Primero  que  Carteles , 
En  cuta  busca  el  camino 
( Siendo  á  Ménís  la  embajada 
Que  Persina  fiarme  quiso) 
Torcí  de  Mentís  á  Délfos , 
Porque  de  sus  prendas  fio 
Kl  reparo  de  las  iras 
Con  qué  sañudo  el  destino 
En  mi  poder  te  amenaza. 

CARICLEA. 

Tan  obediente  te  sigo» 
Que  á  respirar  no  me  atrevo » 
Porque  temó  9  si  respiro. 
Que  la  ley  al  velo  rompa 
El  aire  de  mis  suspiros. 

IDASPES. 

Ven  pues»  basta  que  ocasión 
Haya  de  hablarle. 

CAB1CLEA. 

Imagine 
Que  hasta  quedé  vuelta  ni  templo, 
No  la  habrá. 

idJUinu. 

Poco  hay  pefdldo 
En  Ir  siguiendo  U  tropa. 

«AMClXA. 

Mal  dicen  con  mis  gemidos 
Sus  cláusulas;  que  disuena 
Mucho  oir,  cuando  yo  digo         [lo... 
Que  este  es  eldia  del  gran  desconsue- 

ella;  t  música,  dentro* 

Que  cite  es. eldia  del  gran  sacrifkü. 
Atended ,  moradores  de  Del  fot. 
(Yonsc  hs  dos.) 


COMEDÍAS  ÜE  DON  PEÜKO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Inferior  del  tea|>IS  le  Apala. 

ESCEHA  V. 

Vuelve  CARICLES  y  la  tropa  de 

MÚSICA. 

caricles. 

No  mas;  y  pues  ya  cumplimos 
La  ceremonia ,  podéis 
Todas  á  descansar  iros  • 
A  vuestros  claustros. 

sacerdotisa  1.* 

Primero 
Licencia  de  hablar  te  pido 
De  parte  <Je  todas. 

CARICLES. 

Di. 

SACERDOTISA  L* 

Ya  sabes  que  es  fuero  antiguo 
Que  en  cumplimiento  del  voto 
Qpe  Tesalia  a  Délfos  hizo, 
Toque  á  una  sacerdotisa 
Ministrar  el  fuego  activo 
De  la  antorcha  que  ha  de  dar 
A  las  hogueras  principio , 
Siendo  la  oue  también  dé 
En  el  apolinar  circo 
De  los  olímpicos  juegos 
La  palma  al  que  mas  invicto 
A  todos  pretiera ;  y  como 
A  quien  le  loque  él  oficio 
Ha  menester  prevenirse 
De  joyas  y  de  atavíos , 
Que  en  los  ropajes  y  adornos 
Sean  de  igual  cullo  dignos, 
Queremos  saber  á  quien 
Nombras,  pues  a  tu  albedrío 
Está  encomendar  lo  ajando 
Dignidad  del  sacrificio. 

CARICLES. 

Yo  os  responderé  á  su  tiempo 
Que  ahora  me  tiene  indeciso, 
Siendo  el  mérito  de  todas , 
Ser  de  uní  sola  el  cariño ; 
Y  asi ,  antes  de  nombrarla , 
En  este  usado  retiro 
De  mis  soledades ,  donde 
Suele  Apolo  darme  indicios , 
Ya  en  las  fantasmas  del  sueño, 
Ya  en  iluminados  visos , 
De  lo  que  á  su  culto  importe, 
Me  dejad :  quizá  movido 
De  vuestro  ruego,  podrá 
Ser  que  me  dé  algún  aviso 
Para  la  elección. 

SACERDOTISA  2.a 

Dichosa 
La  que  él  dicte ,  pues  por  cinco 
Apos  queda  superior. 

(Vanse  las  sacerdotisas.)   - 

CARICLES. 

:  Qh  edad !  ¿  qué  importan  los  bríos 

bel  ánimo,,  si  te  mitán 

Los  de  las  fuerzas?  Rendido 

Al  cansancio  de  haber  dado 

Vuelta  á  Délfos,  solicito 

Aqui  repararme  un  breve 

Espacio;  y  porque  perdido 

No  sea ,  be  de  aprovecharle 

En  pedir  me  diga  el  digno 

Sugeto  de  la  elección 

El  gran  dios  á  quien  asisto. 

Pero  aun  para  esto  se  queda 

El  espíritu  vencido 

De  un  grave  profunde  sueno, 

A  cuyo  poder  me  rindo. 

(Quédase  dormido.) 


wMtttun. 


im  figura  de  lá  to'RAPfifISIrtA ,  éúom- 
pañada  de  sus  dabas,  que  se  apare- 
cen á  CARICLES. 

damas.  (Cantan  dentro.) 

¡Qhtu%  sacerdote  de  Délfos ,  escucha 
Los  tristes  gemidos 
De  la  que  hablando  consigo  sin  tí, 
Sin  si  habla  contigo! 

caricles,  (Entre  sueños.) 

¡  De  la  que  hablando  consigo  sin  mi , 
bin  si  haMa  conmigo ! 

( Van  apareciendo  Persina  y  sus 
damas.) 
¿Qué  enigma,  y  qué  negras  sombree 
Son  estas ,  cielos,  que  miro. 
Por  quien  imagen  dos  veces 
De  la  muerte  al  suelto  he  visto? 
¿Qué  queréis  decirme ,  vagas 
ideas  de  mis  sentidos? 

j>amaj,  (Cantan.) 

Que  atiendas,  que  escuches, 
Que  mires ,  que  adviertas 
Los  tristes  gemidas 
pe  la  que  hablando  consigo  sin  ti, 
&u  si  habla  contigo. 

PERSMA. 

;  Oh  tú ,  infellce  hermosura, 
Que  fábula  de  los  siglos , 
Sin  ser  delito,  naciste 
Para  parecer  delito, 
Tanto,  que  por  desvelar 
Malicias,  me  fué  preciso 
Que  la  virtud  se  valiese 
De  las  cautelas  del  vicio ! 
Si  ya  no  fué  tu  sepulcro 
La  primer  cuna  de  un  risco , 
O  siendo  pasto  á  las  aves, 
0  á  las  Aeras  desperdicio; 

Y  acaso  prodigio  vives 

De  fortuna,  habiendo  sido 
También  de  naturaleza, 
Antes  de  nacer,  prodigio; 
Donde  quiera  que  estes,  oye 
(.as  lágrimas  que  te  envió, 
Pues  no  puede  darte  mas 
Que  el  dolor  que  te  habrán  dicho.. 

ELLA  i  T  DAMAS  ,  Cantando. 

Los  tristes  gemidos 

De  la  que  hablando  consigo  sin  ti , 

Sin  si  habla  contigo. 

PERSDVA. 

Y  tú ,  quien  quiera  que  seas, 
El  que  piadoso  y  benigno 
Eligió  el  cielo  en  su  amparo  • 
(Que  á  esto  persuade  el  delirio 
i>e  un  ciego  amor),  oye  ahora 

Lo  que  antes  de  ahora  te  he  escrito. 
Admítela  en  tu  regazo, 
No  la  arrojes  de  tu  abrigo, 
Siquiera  porque  es  amago  ' 
De  Dios  ministrar  auxilios 
A  un  desamparo  inocente ; 

Y  enouéntrente  compasivo... 

ella  ;  t  damas,  cantando. 

Los  tristes  gemidos 
De  la  que  habíanos  consigo  sin  U , 
Sin  si  habla  contigo. 
(Desaparecen  todas,  y  despierta  Ce* 
rieles  asombrado.) 

CARICLES. 

'Oye,  aguarda,  escucha,  espera. 
Atezado  sol ,  que  á  giros 
Me  has  dealumbrado. 


LOS  HIJOS  DE  LA  FORTUNA,  TEAOENES  Y  CARICLEA. 


ESCENA  VII. 


Postrado... 


ID  ASPES,  por  una  puerta ,  y  por  tira 
CALASIRIS.—CARIGLES. 

iftisntft, 

A  tai  plantas 

CALASÍMS. 

A  tus  pies  rendido... 
cajuclis.  (Ap.) 

Desvanecióse  ana  sombra ; 
Mas  dos  en  su  logar  miro. 

CAusJate. 

Que  me  des  audiencia  espero. 

ISAS*». 

Qne  á  solas  me  oigas  te  pido. 

carióles.  (A  Idáspes.) 

¿Qoién  eres,  y  qué  me  quieres, 

Gallardo  etiope  Indio?-  (A  (Mastris.) 

¿Qué  me  quieres,  y  quién  eres, 

Venerable  peregrino? 

Que  a  los  asombros  de  un  sueno 

Concurrís  tan  sucesivos, 

Que  todavía  aun  no  sé 

bi  estoy  dispierlo  ó  dormido. 

IdJUpss. 

Hable  ese  anciano  primero , 
Tanto  per  serle  debido 
Aqueste  respeto ,  enante 
Porque  á  lo  que  yo  he  tenido 
Buscando*,  me  importáis  solo. 

GALASfaiS. 

La  cortés  licencia  admito , 

No  por  preferiros,  pero 

Peroné  presumo  que  os  sirvo 

En  desocuparos :  fuera 

De  que  no  es  secreto  el  roto, 

Pues  mal  podré  yo  callar 

Lo  que  el  mundo  dice  á  gritos. 

Yo  soy  Ca1asiris,yo   . 

Aquel  que  en  Hénfls  de  Egipto, 

Presidente  de  su  diosa 

Isis  (militar  oficio, 

A  quien  toca  asegurar 

Los  puertos  y  los  caminos 

A  cuantos  peregrinaren 

A  su  templo),  al  torpe  hechizo 

Me  ama  hermosura ,  engendrada 

Kn  las  arenas  del  Milo, 

Donde  aprendió,  siendo  hiena, 

Traiciones  de  basilisco, 

Su  altar  profané ;  y  perdiendo 

Dignidad,  y  en  mis  dos  byost 

TiamJsy  Petosiris, 

Auna  y... 

caatctes. 

No  mas  :  ya  he  oido 
Vuestras  fortunas ;  v  si  es 
Ooe  en  mi  presumís  su  asilo ,  s 
no  os  na  de  costar  saberlo 
La  sinrazón  de  decirlo; 
Que  el  que  nn  afligido  ve, 

Y  se  le  deja  afligido 
Avergonzarse,  no  da, 
Sino  vende  el  beneficio. 
Dadme  mil  veces  los  brazos, 

Y  seáis  muy  bien  venido: 
One  no  ha  de  faltar  en  mi, 
Por  el  natural  deslizo 
De  humana  flaqueza,  el  fuero 
De  la  amistad  qoe  tuvimos 
Por  la  comunicación 
De  ciencias,  puestos  y  oficios. 

Y  siendo  asi  qué  alma  y  vida 
Están  a  vuestro  servicio, 

Y  nos  quedamos  a  hablar 
Despacio  en  vuestros  designios, 


Dadnos  lugar  á  que  Hablemos 
Los  dos. 

CAusfats. 

A  esos  plés  rendido, 
Digo  solo  con  el  llanto 
Lo  que  con  la  voz  no  digo.       (Vaso.) 

ESCENA  VIH. 

CARIÓLES,  IDASP&S. 


Ya  estáis  solo :  decid  vos 
Qué  queréis ;  que  discursivo 
Me  tenéis,  porque  no  sé 
Qué  puede  haberos  movido, 
Siendo  etiope,  á  buscarme 
En  ocasión  que  hay  edicto 
De  que  ninguno  entre  en  Délfos, 
A  causa  de  haber  sabido 
Las  guerras  que  allá  se  mueven 
Entre  etiopes  y  egipcios; 

Y  siendo  asi  que  alianza 
Tienen  boy  Deifos  y  Egipto; 
Porque  nunca  se  presuma 

Sue  albergó  á  sus  enemigos , 
anda  que  todos  del  salgan, 
miara. 
Ajeno  dése  peUgro 
Vengo  á  buscaros;  y  es  tanto 
Lo  que  de  vos  necesito, 
Que,  aunque  lo  supiera,  no 
Desistiera  del  motivo ; 
Porque  solamente  en  vos 
Pudiera  un  secreto  mío 
Depositarse. 

CARICLES. 

•  Decid , 

Y  sepa  presto  en  qué  os  sirvo. 

idíspes. 
Yo  soy  mercader  de  piedras 
Preciosas,  y  habiendo  oido 
Que  es  solo  el  sagrado  erario 
De  Apolo  de  algunas  digno, 
Vengo  á  si  queréis  feriarlas ; 

Y  porque  ellas  persuadiros 
Podrán  meior  que  yo,  estas 
Son  :  ved  si  este  es  tesoro  rico. 
(Saca  un  cofrecillo,  en  que  traerá  unas 

joya*,  envuelta*  en  un  tafetán ,  que 
tendrá  unas  letras  de  ore.) 

CARICLES.  • 

Y  tanto,  que  aunque  yo  quiera 
Pooerlas  en  precio,  admiro 

En  ellas  tanto  valor, 
Que  de  su  compra  desisto; 
Pues  no  digo  este  collar 
De  fondos  diamantes  finos , 
Esta  ajorca  de  esmeraldas , 
De  perlas  estos  zarcillos, 
Con  tal  tropa  de  balajes 
Crisólitos  y  zafiros, 
Podré  feriar;  pero  apenas 
El  topacio  desie  anillo , 
En  cuva  labor  estén 
Los  blasones  esculpidos 
De  los  reyes  de  Etiopia , 

?ue  son  el  dragón  marino 
Andrómeda ,  su  deidad. 

IDÁSPES. 

No  el  precio  os  tensa  remiso , 
Pues  tenéis  con  que  pagarlas. 

CARICLES. 

¡Yo!  ¿Dónde  ó  cómo? 
©Asm. 

En  vos  mismo. 

CARICLES. 

i  En  mil 

idAspes. 
Si ;  pues  todo  el  precio 


DesUs  joyas  solo  ha  sido 
El  recibir  otra  joya 
De  valor  mas  exquisito 
Que  todas  ellas; 

CARICLES. 

A  risa 
Casi  me  mueve  el  oirlo. 
¿Cómo  el  recibir  ser  puede 
Precio  del  pagar? 

isásks. 
Sabido 
Qué  se  recibe  y  se  paga.  % 

CARICLES. 

¿Y  qué  lo  uno  y  lo  otro  ha  sido? 
(Vate  ¡dáspes.) 

ESCENA  DL  ' 

Vuelve  IDASPES  con  CARICLEA,  y 
preUntaula  á  CARICLES- 
misres. 
Lo  uno,  este  rico  tesoro; 

(Date  las  jopas.) 
Lo  otro,  este  hermoso  prodigio. 

(Descúbrele  á  Cariclea.) 

CARIÓLES. 

De  una  admiración  á  muchas 
Han  pasado  mis  sentidos, 
Antes  por  lo  que  he  escuchado , 
Y  ahora  por  lo  que  be  visto. 
i  Qué  quieres  decirme,  sombra , 
Que,  a  fuer  de  noche,  has  traído 
Tras  Ü  al  dia? 

•  IDÁSPBS. 

Lo  que  presto 
Sabrás,  si  me  escuchas. 


CARICLES. 

roÁspES. 


Dllo. 


Idáspes  soy,  de  Etiopia 
Noble  sátrapa,  que  altivo 
Por  la  sangre  y  el  caudal , 
Hay  pocos  iguales  míos. 
Una  mañana,  al  aurora 
Saliendo  á  ver  los  ejidos 
De  mis  ganados,  hallé 
¡  Entre  jazmines  y  lirios 
(A  quien,  como  árbol  de  Venes, 
Hada  blanda  sombra  un  mirto) 
Envuelto  en  bellos  cendales 
De  oro  y  seda,  al  pié  de  mi  risco, 
Pequeño  bulto,  que  á  rayos 
De  tornasoles  y  visos 
Brillando,  me  deslumhraba 

Y  alumbraba  á  un  tiempo  mismo. 
A  reconocerle  llego , 

Y  entre  esos  despojos  ricos 

Y  esa  faja  (cuyas  cifras 
Si  hablaron  allá  conmigo, 
Desde  hoy  hablarán  con  vos), 
La  blanca  hermosura  miro 
De  recien  nacida  infante, 

A  cuya  luz  de  Improviso 
Me  asaltaron  las  razones 
De  un  natural  silogismo. 
tSi  en  Etiopia  nacida 
(Dye),  donde  los  estivos 
Rayos  del  sol  mas  ardientes 
Tifien  la  tez  de  sus  hijos, 
¿Cómo  tan  blanca? ¿De  cuándo 
Acá  en  el  mundo  se  na  visto 
Que  en  los  nidos  de  los  cuervos 
Se  alimentan  los  armiños? 
Si  de  alguna  blanca  esclava 
Jlurto  de  amor  has  nacido» 
Tierno  asombro,  ¿cómo  dueño 
De  Untas  riquezas  te  hizo  ?» 
A  estas  dudas  y  otras  qoe 
Tuve  allá  y  aquí  uo  digo, 


DO 

Por  no  pasar  a  que  fuese 
Adúltero  natalicio 
De  quien  principal  y  errada 
Arrojar  á  un  tiempo  quiso 
Coa  las  piedades  de  madre 
Las  sospechas  de  delito ; 
A  estas  dudas  pues,  y  á  esotras 
{Que  sin  querer  las  be  dieho) 
Me  pareció  que  ella  misino 
En  los  no  bien  entendidos 
Idiomas  de  los  gorjeos 
Me  babia  alegre  respoudido » 
Pues  con  una  dulce  risa  » 
De  cuyo  amoroso  estilo 
Solo  lué  intérprete  el  alma , 
Juraría  que  me  dijo... 

ESCENA  X. 

Soldados,  un  CAPITÁN.  —  Dichos. 

soldados.  (Dentro.) 
¡  Muera  el  etiope ! 

otkos.  {Dentro.) 
;  Muera ! 

IDÁSPES. 

Pero  ;  qué  gente,  qué  ruido 
De  voces  y  armas  es  este? 

cabicles.  . 
No  sé. 

(Salen  un  Capitán  y  soldadas.) 

SOLDADOS. 

Aquf  esta  :  ¡muera! 

CARICLES» 

Amigos, 
¿Qué  es  esto? 

CAPITÁN. 

Cumplir  la  ley 
De  parciales  y  de  finos 
Con  los  de  Nenfis,  matando 
A  quien ,  contra  maestro  edicto» 
Se  atreve  á  aportar  á  Délfos. 

CARICLES. 

Deteneos. 

CARICLEA.  (Ap.) 

| Oh  hados  impíos! 
¿Hasta  cuando  no  he  de  dar 
Un  paso  sin  un  peligro  ? 

ID  ASPES. 

Generosos  ciudadanos 
De  Délfos »  ved  que  no  amigos 
Os  mostráis  con  los  de  Mentís 
En  cometer  mi  homicidio. 
Embajador  de  la  paz 
Soy,  que  á  tratar  los  partidos 
Della  voy.  Un  temporal 
De  las  crecientes  del  Nilo 
Me  derrotó  á  vuestros  puertos. 
Sea  Caricles.  testigo ; 
Que  lo  que  con  él  trataba» 
Trance  de  fortuna  ha  sido»  • 
Y  tan  deshecha ,  que  quise » 
Por  mostrarme  agradecido , 
Dejar  a  vuestro  gran  dios 
La  prenda  que  mas  estimo » 
En  fe  de  que  él  solo  pudo 
Asegurar  el  peligro 

§ue  opuesto  me  amenazó, 
para  que  veáis  que  os  digo 
Verdad,  delante  de  todos 
Lo  que  le  decia  repito. 
Esa  prenda  que  os  entrego , 
Dad  al  templo,  en  quien  confio 
Bonanzas  de  la  fortuna » 
Que  aquí  derrotar  me  hizo. 

carióles. 
También  delante  de  todos 
Digo  que  yo  la  recibo 
Para  consagrarla  en  nombre 
Vuestro  á  su  claustral  olimpo. 


COMEDIAS  Dg  DOp  PEDRO  CALDEllON  DE  LA  BAACA. 


I 


CAPITÁN.      . 

Aunque  de  vuestras  razones 
Las  excusas  admitimos , 
Entre  ellas  y  el  bando  es  bien 

Sue  partamos  el  camino  : 
sto  es,  ni  daros  la  muerte» 
Ni  dejaros  aqdl.  Idos 

Y  sea  tan  presto,  que  vean 
Nuestros  parciales  vecinos 
Que  á  la  voz  de  embajador 
Fuimos  fieles,  y  lo  fuimos 
A  las  señas  de  contrario» 
Ño  albergando*. 

soldados. 

Bien  has  dicho; 

Y  para  cumplir  con  todo, 
Vaya  preso  á  su  navio. 

capitán. 
Vaya;  pues  es  no  tratarle 
Como  amigo  ni  enemigo. 

idáspes.  (ACarielea.) 
Adiós,  pedazo  del  alma. 
Pues  con  dejarte  te  libro 
De  las  injurias  del  hado» 

CARICLEA. 

¿Cómo  igvat dolor  resisto ? 
Oye,  aguarda,  escucha,  espera» 
Porque  mas  quiero  contigo 
Morir,  que  vivir  sin  tí. 
(El  Capitán  y  ha  toldados  te  Ihvan 
Idáspes.) 

ESCENA  X». 

CARICLES»  CARICLEA. 

CARICLES. 

Considera... 

CARICLEA. 

Nada  miro. 

CARICLES. 

Advierte,  s. 

CARICLEA, 

Nada  reparo. 

CARICLES. 

Eso  es  decir  que  has  vivido 
Con  él»  y  crecer  sospechas. 

CARICLEA. 

Si  bailándome,  como  él  dijo 
(Por  no  obligarse  á  decir 
Dónde  ó  cómo  me  babia  visto » 
Si  la  justicia  quisiese 
Seguir  el  rastro  al  indicio) » 
Me  crió  con  tal  secreto , 
Que  sola  una  ama  conmigo 
Habitaba ;  y  consultando 
Al  Andrómedo  vestiglo, 
Dios  de  Etiopía»  quién  fuese » 
Escuchó  en  su  vaticinio  : 
t  No  ha  de  saberse  quién  es, 
Hasta  ser  mi  sacrificio;» 
Si  con  aquesta  respuesta » 
Cobarde»  absorto  y  remiso 
Vivió  siempre ,  recatando , 
Al  ver  cuánto  eran  vecinos 
Saberse  de  mf  y  mi  muerte» 
Mi  rostro,  de  nadie  visto » 
Si  nombrado  embajador 
De  Etiopia  á  Ménfis,  quiso» 
Por  apartarme  del  riesgo 
En  untos  hados  previsto , 
Traerme  consigo;  si  oyendo 
Tus  ciencias ,  tu  edad ,  tu  juicio, 
Y  deste  templo  la  fama , 
Resguardarme  en  él  previno 
De  que  no  sacrificada 
Allá  muera,  pues  ya  vimos 

?ue  peligros  cautelados 
al  vez  no  fueron  peligros, 
Porque  en  fin  el  sabio  tiene 


En  las  estrellas  dominio ; 

Si  no  reservando  nada 
(Porque  aquí  deja  coumigo 
Todos  mis  nados);  y  en  Un , 
Si  otro  padre,  si  otro  abrigo 
No  conocí,  ni  otro  amparo; 
¿Cómo,  al  ver  aquel  navio , 
Que  ya  hecho  á  la  vela  deja , 
Desplegando  al  vieuto  el  lino» 
Levando  al  áncora  el  ferro, 
Los  campos  de  espuma  rizos » 
Quieres  que  en  ajena  patria, 
Sujeta  á  ajeno  aliwdrio » 
A  ajenas  leyes  y  fueros, . 
No  esparza  al  viento  suspiros » 
Que  enterneciendo  á  tos  cielos , 
Digan  ( í  ellos  sean  conmigo ! ) 
Que  á  Unto  embate  de  penas  » 
Tanto  tropel  de  martirios, 
Ciega ,  helada ,  muda ,  absorta , 
Al  síncope  parasismo 
De  fiero  mortal  letargo , 
Ser,  vida,  honor  y  alma  rindo? 
(Cae  desmayada  en  las  brazas  de  él.) 

CARICLES. 

j  A  y  ¡«felice!  —  ¡Hola !  ¿No  hay 
Quien  responda*? 

ESCENA  XH. 

CALAS1RIS».  V  después,  dos  saceudo- 
tisas.-  CARJOJBS;  CARICLEA, 
desmayada. 

calasíris. 
Habiendo  oído 
Tu  voz,  ella  sea  disculpa 
De  entrar. 

(Salen  das  sacerdotisas.) 

SACERDOTISAS. 

¿En  qué  te  servimos? 

CARICLES» 

En  ayudarme  á  llevar 

Este  yerto  asombro  frío» 

Donde  procure  que  vuelva 

A  sacarme  del  abismo 

De  los  prodigios  en  que 

Me  han  entrado  sus  prodigios. 

(Uévanla  entre  las  des,  y  vanse  todas.) 

Peñascos  á  la  orilla  del  Nilo. 


T1AM1S»  BANDOLEROS,  GENTE. 

gente»  (Dentro.) 
¡Cielos»  piedad ! 

TÍAMIS. 

En  vano  hallarla  esperan  : 
Seguidlos  pues. 

BANDOLEROS.  (DentTO.) 

Si  se  defienden»  mueran. 

TÍAMIS. 

¡Mueran!  Y  ya  que  aquestas  altas  rocas 
Donde»  hidra  de  cristal » por  siete  bocas 
Respira  el  Nilo  undoso ,  * 

Sirviéndole  de  foso 
A  su  gran  rebellín  esa  laguna, 
Que  alimentaron  las  resacas  de  una, 
Y  á  quien  del  templo  de  Hércules  la  fa- 
Heracleótica  llama,  [ma 

Donde  afloja  la  rápida  corriente» 
Que  menguante  tal  vez,  tal  vez  creciente 
Desde  Etiopia,  en  circuios  de  plata» 
El  Catadupe  á  Méofis  nos  desata , 
Viéndose  su  raudal,  centauro  indiano» 
Nacer  bozal ,  para  morir  jitauo  : 
Ya  que  estas  altas  rocas » 
Patria  de  cocodrilos  y  de  focas» 


LOS  HIJOS  DE  LA  FORTUNA,  TE  A  GENES  Y  CARIÓLE  A. 


?>1 


Nuestro  reparo  han  sillo,  defendidas 
A  un  tiempo  de  malezas  y  avenidas; 
No  llegue  de  la  tierra  pasajero 
Que  no  muera  al  rigor  de  nuestro  acero, 
Ni  del  mar,  peregrino  [destino. 

Que  en  nuestro  horror  no  encuentre  su 
Sienta  el  desden  la  ingrata  patria  mía, 
Con  que  de  si  me  arroja ,  y  me  desvia 
El  tumulto  Urano 

De  un  vulgo  vil  y  de  un  aleve  hermano. 
Si  de  un  parto  nacimos, 
Si  opuesta  inclinación  los  dos  tuvimos 
En  eJ  fatal  horóscopo,  que  fiero 
Perturbó  preminencias  de  primero, 
El  a  los  ocios  de  la  corte  dado, 
Cuando  yo  á  las  latigas  de  soldado ; 
¿Por  qué  el  dia  infeliz  que  una  sospecha 
A  nuestro  padre  Calasfris  echa 
Del  cargo  y  de  la  patria  desterrado, 
Adonde  nunca  del  nos  dijo  él  hado ; 
Siendo  su  dignidad  hereditaria, 
A  él  le  ba  de  dar  la  voz  del  pueblo  varía 
La  posesión ,  llevados  sus  despechos 
Desús  palabras  mas  que  de  mis  hechos? 

Y  pues  desposeído,  a  mi  veriganza 
No  queda  oirá  esperanza, 

Sino  que  cootra  el  mismo  cargo  sienta 
Egipto  los  oprobios  de  mi  afrenta. 
Sufra  el  yugo  cruel  que  en  mi  le  aflige , 

Y  sepa  a  quién  desecha  y  quién  elige. 

ESCENA  XIV. 

TERMUTES.  —  TUMIS. 

TBRHUTES. 

Dices  bien :  tu  valor  al  mundo  asombre, 

Y  muéstrales  robando  que  eres  hombre 
Para  triunfar  de  todos ,  pues  hay  trova 
Donde  hombre  no  es  ni  triunfa  el  que  no 

tíauis.  [roba. 

Locaras  deja,  y  lleva 
Al  lóbrego  secreto  desa  cueva , 
Que  la  gran  Fitooisa  en  la  montaña 
Labró,  y  boy  tiene  oculta  la  maraña 
De  los  riscos,  los  légamos,  los  ramos, 
La  presa  que  á  esos  miseros  quitamos. 

TElutíTES. 

Darésela,  fiada 

Al  silencio,  oon  que  tiene  cerrada 

La  boca  de  una  peila, 

Sin  míe  otro  que  los  dos  sepa  m  tafia 

Qoe  la  desmiente  entre  malezas  tantas. 

(V«e.) 


JEBNON.—  TÍAMIS. 

JEBflOft. 

Dame»  valiente  Tiamis,  las  plantas. 

,  TÍABIS. 

íOh  Jebnoo !  bien  venido.       [sabido ? 
Cuéntame  qué  hay  de  nuevo.  ¿Qué  has 

JCBXQN. 

Por  ser  griego  de  nación, 
Y  que  ni  el  traje  ui  el  habla 
Engendrar  podían  sospechas 
De  militar  en  tus  armas, 
Pues  siendo  asi  que  viniendo 
A  Ménfis  desde  Tesalia , 
Donde  á  Teagenes  servia , 
Joven  ilustre ,  a  quien  llaman 
El  bUo  de  la  fortuna. 
Siguiendo  una  hermosa  esclava , 
Que  receloso  de  mi, 
A  un  mercader  de  Naueracia 
Vendió  so  dueño,  y  quedando 
Conmigo  las  esperanzas 
Perdidas,  en  tu  servicio 
He  quedé  por  mejorarlas ; 
Que  oo  se  mejora  poco 


Quien  de  enamorado  pasa 
A  bandolero ;  pues  mal 
Por  mal,  es  vida  mas  santa ; 
En  fin  (que  esto  no  es  del  caso), 
Viendo  que  ni  traje  ni  habla 
Causar  sospechas  podían , 
Ir  ¿  la  corle  me  mandas 
A  saber  lo  que  hay  de  nuevo ; 

Y  hay  dos  cosas  tan  extrañas , 

8ue  yo  me  holgaré  en  decirlas; 
o  se  si  tú  en  escucharlas. 
Es  la  una,  que  Petosiris, 
Tu  hermano,  está  en  su  privanza 
Con  achaques  delta  misma ,. 
Pensión  que  la  dicha  paga 
Siempre  al  cuidado,  pues  tarde 
O  nuuca  siu  él  se  alcanza. 
El  suyo  es,  que  viendo  el  pueblo 
Que,  arbitro  desús  montanas, 
En  todos  vengas  la  injuria; 
Notándole  como  ¿  cansa 
lie  tus  escándalos ,  dice 
Que  él  a  costa  suya  salga 
(Pues  por  el  puesto  le  toca  ) 
A  desempeñar  la  patria 
Üesla  bandida  opresión : 
Con  que  taacieudo  levas  anda 
De  geute,  para  venir 
A  castigar  tu  arrogancia. 
Es  la  otra,  que  Adoieta,  que  hoy, 
Sin  casar,  á  Mentís  manda , 
Habiendo  teuido  avisos 
Do  que  envía  una  embajada 
Persiua,  reina  de  Etiopia, 
En  orden  á  la  amenaza 
De  las  guerras,  que  boy  las  minas 
Mueven  de  las  esmeraldas ; 
Porque  el  que  la  trae  (que  ya, 
Según  la  noticia,  tarda ) 
No  entre  en  Mentís,  donde  pueda 
Conocer  de  sus  moradas , 
O  la  fuerza  ó  la  flaqueza ; 
Cou  achaque  de  la  caza , 
En  que  la  nalle  divertida , 
A  esa  aldea  se  adelanta ,' 
Que,  á  vista  de  Ménfis,  yace. 
De  aqueste  monte  á  la  espalda  : 
Cuii  que  hoy  la  corte  vecina 
Tenemos; 

tíamjs. 

Y  ¿  en  qué  fundabas 
Que  me  enfadarían  las  nuevas, 
Si  son  en  mi  favor  ambas? 
La  qué  de  mi  hermano  venga 
En  mi  busca,  porque  es  clara 
Cosa  que,  viene  á  traer 
En  su  muerte  mi  venganza ; 

Y  la  del  embajador 

De  Etiopia ,  porque  nada 
Puede  estarme  mejor  que 
Saber  de  una  vez  si  acaban 
De  declararse  estas  guerras. 

Eue  si  a  ver  llego  en  campaña 
os  ejércitos,  ¿quién  duda 
Que  al  que  decreten  mis  armas 
Será  el  que  venza  ?  Con  que 
Vendré  a  tener  la  alabanza 
De  que  a  mi  patria  castigo, 
U  de  que  libro  á  mi  patria. 

Y  pues  me  dará  á  escoger 
La  fortuna  lo  que  baya 
De  hacer  entonces,  ahora 

Lo  que  me  importa  es  que  vayas 
A  saber  mas,  y  yo  obre 
Según  tu  las  nuevas  traigas. 

JBBlfOH. 

Si  haré;  y  no  serán  aquellas 

8ue  el  vulgo  inventa ;  pues  traza 
o  ha  de  filiarme  con  que , 
Sin  sospechas,  entre  y  salga; 
Que  soy  griego  por  la  vida, 


(Vate.) 


Y  jitano  por  el  alma ; 

Y  griego  i  -jitano,  ya 

Se  ve  si  es  la  mescolanza 
Para  no  ser  embustero. 

TÍAMIS. 

¡Oh  si  llegasen  mis  sañas , 
Va  rompiéudose  la  guerra , 
Ya  viniendo  en  mi  demanda 
Petosiris,  á  que  viese 
El  mundo  que !... 

ESCENA  XVI. 


Guste;  después,  TERMUTES.— 
TÍAMIS. 

unos.  (Dentro.) 

¡  A  la  montana ! 
oraos.  {Dentro.) 
¡A  la  marina ! 

tíauis. 
¿Qué  es  eso? 
(SaleTermútes.) 

TERMÜTES. 

Yendo  á  hacer  lo  que  me  encargas , 
Vi  que  donde  desemboca 
En  el  mar  esa  garganta 
Del  Nilo,  ánies  de  doblar 
El  cabo,  no  bajel  amaina , 
Puesto  de  mar  en  través ; 

Y  echando  al  golfo  la  lancha , 
Poca  tropa  arroja  á  tierra , 
Cierta  señal  de  que  él  pasa 
Adelante ,  y  hasta  aguí 

Al  flete  esa  gente  carga  : 
Con  que  nuestras  centinelas , 
Para  nacer  la  presa ,  llaman 
Unas  á  otras ,  diciendo 
En  confusas  voces  altas  «... 

ESCENA  XVTX 

TISBE ,  que  canta  dentro.  —  TIAMIS, 
TEKMUTES. 

nsac.  (Canta.) 

Aunque  por  ¡a  tierra 
Dejase  et  agua . 
Siempre  ion  del  viento 
Mi»  esperanzas. 

TÍAMIS. 

Alegres  la  tierra  toman , 
Pues  que  tan  seguros  cantan. 
Di ,  ya  que  hacia  aquí  caminan , 
Que  nadie  al  paso  les  salga ; 
Porque  me  quiero  informar 
De  quién  son ,  y  adonde  pasan. 
(Vase  Termútes,  u  vuelve  al  punto.) 

ESCENA  XVIII. 

TISBE ,  NAUSICLES ,  y  gente  con  far- 
de Ut  al  hombro.  —  TÍAMIS.  TEU- 
MUTES. 

RAUSÍCLES. 

Pues  ya  el  esquife  de  Ménfis 
Nos  ha  dejado  en  la  playa , 

Y  reconocida,  sé 

Que  detras  desta  montaña 
Está  una  pequeña  aldea, 

Y  ea  forzoso  ir  á  pié  hasta 
Que  en  ella  nos  reparemos ; 
l»ara  divertir  las  ansias 
Del  camino,  canta,  Tisbe. 

m<  viejo. 
Un  pobre  que  caminaba 
A  pié,  á  un  astrólogo  oyendo 
Las  luminares  patrañas 

*  No  se  oyen  esas  voeas  altas  y  coofo- 
sas :  ¿las  suprimiría  el  impresor? 


tft 


De  tus  asiros,  dijo  que 
Habla  hecho  la  Jornada 
Caballero  en  sus  orejas. 

OTRO  CAMBANTE. 

Nosotros  con  meior  cansa 
Lo  diremos,  yendo  á  Tisbe 
Oyendo. 

TISBE. 

Paes  os  agrada , 
Vo  lo  haré ,  si  es  que  quien  llora 
Divierte  con  lo  que  canta. 

Í  Canta.)  Aunque  por  la  tierra 
tejase  el  agua , 
Siempre  son  del  tiento 
Mié  esperanzas. 

tíamis. 

La  Miserables  peregrinos ! 
tetenéos. 

tísbe.  {Ap.) 

En  la  garganta 
Se  me  ha  atravesado  el  tono. ' 

unos».  (Ap.) 
¡  Qué  desdicha ! 

otros.  (Ap.)  ' 
¡  Qué  desgracia ! 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE 

Esto  dicen  que  se  llama 
Afufón,  y  horro ,  Ha  boma. 

(Vanee.) 
tíamis.  (Dentro.) 
Pues  mi  aliento  no  te  atcama, 
Alcáncele  mi  furor. 

NAQsfcLBs.  (Dentro.) 
¡Ay  de  mi  infeliz! 


ESCENA 

Damas,  y  después  la  reina  ADMETA. 

una  dama.  (Dentro.) 

Ataja 
Por  la  ladera  del  monte. 

otra.  (Dentro.) 
¡Al  valle! 

otra.  (Dentro.) 
¡Al  risco! 
otra.  (Dentro.) 

¡A  la  Calda! 

UNAS. 

¡To,  Melampo ! 

otras. 
¡To,  Barcino ! 


(¡luyen  unos  y  otros,  dejando  la  ropa.)   ^Sak  U  rema  Á*J¡¡f¡f*  con  arco  y  pe 

NAOSÍCUES.  (Ap.)  I  ADMETA. 

Aquí  el  último  remedio  I  Aunque  tan  volando  vayas , 

Es  apelar  á  las  plantas.  ( Vase.)   ¿Ue  las  plumas  de'mis  flechas 

tíamis.  (.4  Termales.)  i  Te  estén  sirviendo  de  alas , 

Mientras  sigo  k  los  que  burén ,  '  Cerdoso  espin ,  por  el  rastro 

Tú  esa  ropa  y  mujer  guarda.    (Vase.) !  A e  wguiré  de  las  jaras 

°  ' ,  Que  tu  colmillo  destroza, 

rjrraA  —--. .  O  de  espuma  y  sangre  esmalta ; 

&»uk.hj*  aba..  Qüe  no  |Q  Ba  <je  rematar 

TISBE,  TERMUTES;  detpues, TÍAMIS   2tra  que  yo*  AUi  ,as  ramís 
v  NAÜSICLES.  Mueve,  como  que  cayendo 


LA  BAKCA. 

A  quien  unos  bandoleros, 
Después  que  a  palos  le  matan, 
Le  han  dejado,  como  ves. 
En  su  negra  ropa  blanca. 

ADMfiTA. 

Ya  que  has  sido  mas  dichoso, 
Pues  en  fin  no  herido  escapas 
Como  ese  infeliz,  con  él, 
Por  si  tiene  cura,  carga, 
Hasta  esa  pequeña  aldea. 

IEMI0N. 

¿Yo  metemuertos? 

ADMETA. 

¿Qué  aguardas? 
Llega. 

JEBNON. 

Protesto  la  fuerza. 

NAOSiCLES. 

¡Ayclemi! 

JEBNON. 

¡  Pese  á  su  alma ! 
i  Y  lo  que  pesa  su  cuerpo ! 
(Al  levantarse  vele  la  cara,  y  déjale 

caer.) 
(Ap.  Mas  ¿qué  miro?  i N o  es  la  cara 
Del  que  compró  á  Tlsttecitia  ? 
¿Aun  no  es  muerto,  y  ya  es  fantasma?) 

ADUSTA. 

¿Cómo  le  dejas? 

JEBNON. 

Cayendo. 


TISBE. 

i  Ay  desdichada  de  mi ! 

TERMÚTES. 

No  es  usted  muy  desdichada , 
Pues  queda  en  poder  de  quien 
Sabrá,  por  mujer,  guardarla 
El  dinero  que  llevare. 

TISBE. 

¿Qué  ha  de  llevar  una  esclava, 

Ífue  va  vendida  á  Etiopia , 
<on  fortuna  tan  escasa , 
Que  si  otras  como  unas  negras 
Sirven  á  sus  blancas  amas, 
fUta  á  una  ama  negra  va 
A  servir  como  una  blanca? 

TERMUTES. 

Eso  no  será  en  mis  dias ; 
Que  soy  servidor  de  damas 
Tanto,  que  si  Mancha  hubiera 
En  Egipto,  es  cosa  clara 
Que  áml  me  tocara  ser 
El  Quijote  desa  Mancha. 

Y  como  ucé  á  estar  se  atreva 
Escondida  en  mi  cabana , 

Y  diga  que  por  guardar 

Yo  la  ropa ,  entre  estas  ramas 
Pudo  escaparse,  no  dude 

Sue  la  ponga  libre  y  salva 
n  libertad. 


Por  tenerla? 


Sigúeme. 


(Coge  la  ropa.) 

TISBE. 

¿Qué  no  haré 

TERMUTES. 

Pues  ¿qué  aguardas? 


TISBE. 

Señores  mios, 


Yiene. 

ESCENA 

NAÜSICLES,  herido.  —  ADMETA. 

NAUSÍCLES. 

¡Los  cielos  me  valgan! 

ADMETA. 

Mas  ¿qué  miro  ?  ¡  Ay,  iufelice ! 

MAVSiGUEft. 

Deten,  deidad  soberana, 

El  flechado  arpón,  no  tanto 

Porque  no  es  acción  bizarra 

Emplearle  en  un  rendido, 

Cuanto  porque  mis  desgracias 

No  me  equivoquen  las  señas 

De  nobles  é  infames  armas. 

Una  tropa  de  bandidos. 

Que  de  esotra  parte  anda 

Del  monte ,  al  vencer  ¡  ay  triste ! 

La  cumbre,  desde  esas  altas 

Peñas  herido  me  arroja ; 

Y  pues  á  tus  pies...  Mas  nada  * 

Puedo  decir,  porque  á  un  liempo 

Aliento  y  vidame  íalta. (Cae desmayado. 

ADHGTA. 

¡  Qué  sentimiento !  —  ¡  Ah  del  monte 
Ah  de  la  selva ! 

ESCENA  XXII. 

JEBNON ,  casi  desnudo.—  Dichos. 

JEBNON. 

•    ¿Quién  llama? 

ADMETÁ. 

¿Quién  eres? 

JEBNON. 

Un  pobre  diablo 
(Empiece  aquí  la  maraña), 


) 


ktosiris ,  damas  t  soldados.  — 
Dichos. 

fetosíris. 
Tauto  á  todos  te  adelantas, 
Que  hasta  hallarte  hemos  corrido, 
Señora ,  al  temer  la  infausta 
Pena  de  tu  vida. 

ADMETA. 

Mas 
Será  con  la  que  me  halla 
Vuestra  diligencia. 

petosírk. 
¿Cómo? 

•     ADMETA. 

Como  es  con  la  que  me  causan 

Esas  miseras  desdichas , 

Que  antes  de  ahora  escucharlas 

Pude,  mas  no  me  movieron ; 

Que  es  muy  otra  la  distancia 

Que  hay  del  enfado  de  oírlas 

Al  asombro  de  mirarlas. 

Estas  son  de  vuestro  hermano 

Las  generosas  basañas, 

Que  espero  que  han  de  ilustrarme 

hn  las  lides  que  me  aguardan. 

Y  si  vos  (a  quien  le  tocan 
Los  desdoros  de  su  infamia, 
Por  la  sangre,  por  el  puesto 

Y  porque  fuisteis  la  causa) 
De  enmendarlas  no  tratáis , 
Trataré  yo  de  enmendarlas 
Tan  á  vuestra  costa,  que... 
Pero  esto  que  diga  basta ; 

Y  albergad  á  esos ,  siquiera 
Porque  dieron  á  mis  plantas. 

(Vase,  y  con  eüa  las  damas.) 

ESCENA  XXIV. 
PfiTOSIRIS,  NAÜSICLES,  JEBNON. 

SOLDADOS. 
PETOSÍRIS. 

(Ap.  ¡Que  esto  escuche ,  por  haber 
Quedado  de  la  pasada 


LOS  HIJOS  DE  LA  FORTUNA,  TEAGENES  T  CARICLEA. 


98 


Competencia  de  mi  hermano, 
Tan  empeñada  mi  casa , 
Que  vengan  á  faltar  fuerzas 
A  quien  animo  no  falta ! ) 
Venid ,  extranjeros,  donde 
Os  reparéis ,  mientras  haya 
(Aunque  en  público  mercado 
venda  basta  el  ser,  vida  y  alma) 
Caudales  que  desempeñen 
Mi  hooor  y  vuestra  venganza. 

RAOSiCLES. 

Como  yo  cobre  la  vida 
Que  á  vuestra  piedad  se  encarga, 
Yo  os  ofrezco,  aunque  ahora  aquí 
Tan  pobre  me  veis ,  que  nada 
Os  falte.  Créditos  tengo 
Que  á  desempeñaros  bastan, 
Para  que  paguéis  la  gente 
Que  lleváis  a  la  campaña, 
Si  una  palabra  me  dais, 
prrosíais. 
¿Y  qué  es  Y 

IfAÜSfCLES. 

Cobrarme  una  esclava... 
jbbnon.  (Ap.) 
I  Oídos  que  tal  oyen  i 

NAOSlCLES. 

Que 
Me  robó  la  aleve  escuadra 
Que  me  dio  aquestas  heridas» 

PETOftfMS. 

La  fe  os  doy,  mano  y  palabra , 
Como  me  ayudéis  á  que 
Airoso  al  empeño  salga, 
De  que  la  esclava  sea  vuestra. 

KAUSiCLES. 

Solo  en  ella  se  restauran 
Todas  mis  perdidas. 

(Yanse,  nevándole*) 

JEBXON. 

Antes 
(En  dejando  asegurada 
La  industria  par»  la  vuelta, 
Pues  ya  sé  donde  be  de  bailarla) 
Pondré  y  como  á  Tisbe  atisbe, 
Donde  él  no  pueda  atísbarla,     (Vasc.) 

Templo  de  DéMos. 

ESCENA  XXV. 

CAR  iC  LES,  GALASIRIS. 


.  Callar,  no  querrá  el  amor 
Que  en  pocos  dias  cobré 
A  aquella  hermosura  bella 
Del  mortal  desmayo* 

GALASMIS. 

En  ella 
Desde  entonces  no  os  hablé, 
Por  no  atreverme  á  saber 
Lo  que  no  queráis  decir. 

CABICLKS. 

Pues  oid,  va  que  encubrir 
No  es  posible  mi  placer. 
Esta  perfecta  hermosura 

ÍCómo  en  mis  brazos  la  vi, 
¡s  muy  largo  para  aqui ) 
Es  a  cuya  llama  pura 
El  sacrificio  ha  de  arder, 
No  sin  prodigio  en  que  fuera 
La  que  yo  á  todas  prefiera ; 

Y  llegándola  ahora  á  ver 
De  sus  joyas  adornada, 

De  nuestras  ropas  vestida , 
Diré  que  no  vi  en  mi  vida 
La  luz  del  sol  retratada 
Mas  hermosa ,  rica  y  bella ; 
Tanto ,  que  al  verla,  á  miraf 
Volvi  el  ara  del  altar, 
Por  si  me  fallaba  della. 

Y  tal  regocijo  en  mi 
Causó,  que  mayor  no  fuera 

Si  fuera  este  el  dia  en  que  viera 
Aquel  hijo  que  perdí; 
Pues  todo  su  dolor  ya 
Pienso  que  Apolo  limita , 
De  aquel  hijo  que  me  quita , 
Con  esta  hija  que  me  lia. 
Deslo  tan  gozoso  vengo 
Suenan  dentro  chirimía*  y  oiro$  ins- 
trumentos.) 
Que...  Mas  la  música  Indicio 
Da  de  que  ya  el  sacrificio 
Llega  a  esta  puerta ,  en  que  tengo 
De  esperar,  para  admitir 
La  ofrenda ,  que  siempre  tray 
Noble  joven  en  quien  hay 
Mas  prendas  para  lucir 
Lo  heroico  de  tanta  acción. 


¡Qué  gozo! 


CAUCU5S. 

calas**». 
Alegre  estáis. 


CABICLKS. 

Cuando 
Esta  toda  la  ciudad 
Para  la  celebridad 
Del  sacrificio  esperando 
Solo  á  ver  desembarcar 
Las  gentes  que  con  él  vienen ; 
Cuando  prevenidos  tienen 
Fuego,  pira,  ara  y  altar, 
Y  á  sus  victimas  las  bellas 
Sacerdotisas,  qae  al  viento 
Han  de  endulzar  con  su  acento 
Loe  fieros  bramidos  deilas, 
¿Qué  mucho  que  alegre  esté? 
Aunque,  si  digo  verdad, 
Quiza  es  otra  novedad 
La  de  este  alborozo ,  en  fie 
De  que  otro  no  vi  mayor. 
CAuanus. 

¡Quién  preguntaros  pudiera 
De  qué  nace! 

CAR1CLRS. 

Aunque  yo  quiera 


Suenan  chirimías ,. instrumentos  y  ca- 
jas ,  y  por  una  parte  salen  sacerdoti- 
sas, t  GARICLEA,  con  una  hacha 
encendida,  y  per  aira  loe  músicos, 
TEAGENES  t  gente.—  GARICLES, 
CALASlfilS. 

CALASiaiS. 

Ya  vienen  marchando  al  templo, 

Y  las  ninfas  a  su  ejemplo , 
En  mas  festivo  escuadrón , 
El  aire  alternan  veloces 
Con  las  músicas  inquietas 
De  cajas  y  de  trompetas, 
De  instrumentos  y  de  voces. 

COBO  DE  HOMBRES. 

En  hora  feliz ,  gozando 
La  tranquilidad  del  puerto , 
Salude  el  templo  Tesalia 
De  la  gran  isla  de  belfos. 

COSO  DE  MUERES. 

Belfos  en  hora  feliz 
Admita  el  sagrado  feudo , 
Con  que  Tesalia  guarnece 
Los  umbrales  de  su  templo. 

COSO  DE  HOMBRES. 

Y  todos  ufanos... 

COEO  DE  MUJERES. 

Y  todos  contentos... 

LOSAOS. 

Se  hagan  salva  iguales  r 


Mezclando  d  un  tiempo 
Cajas  y  trompetas ,  voces  y  acentos. 
(Suenan  chirimías  y  cajas.) 

TEÁGEKES, 

Una  y  mil  veces  repitan 
Vuestras  músicas  el  eco, 
Porque  una  y  mil  veces  vea 
El  sol,  que  á  sus  puertas  llego... 

él  y  cono  i.° 
En  hora  feliz,  gozando 
La  tranquilidad  del  puerto. 

CARICLEA. 

Una  v  mil  veces  publiquen 
También  los  cánticos  nuestros 
Su  bienvenida ,  porqué 
En  repetidos  acentos... 

ELLA  T  CORO  1.° 

Belfos  en  hora  felice 
Admita  el  sagrado  feudo. 

TEAGENES. 

Prosiga  el  canto,  porqué 
En  repetidos  acentos... 

ÉL  Y  CORO  1.° 

Salude  el  templo  Tesalia 
De  la  gran  isla  de  Délfos. 

CARICLEA. 

No  cese  la  canción,  oiga 
Apolo  el  rendido  obsequio... 

ELLA  Y  CORO  2.° 

Con  que  Tesalia  guarnece 
Los  umbrales  de  su  templo. 

TEAGENES. 

Diciendo  la  fe... 

CARICLEA. 

Mostrando  el  aféete... 

LOS  DOS  Y  LOS  COROS. 

Con  que  todos  ufaneo , 
Todos  contentos, 
Se  saludan  iguales, 
Mezclando  d  un  tiempo 
Cajas  y  trompetas, 
Voces  y  acentos. 

(Suenan  chirimías  y  cajas.) 

TEAGENES. 

¡Oh  tú ,  emulación  gloriosa 
De  la  coarta  esfera ,  puesto 
Que  tan  casa  del  sol  eres 
Como  ella,  y  aun  mas,  si  atiendo 
Que,  cuando  ella  alumbra  á  rayos, 
Tú  deslumhras  á  reflejos. 
Gozando  en  los  repetidos 
Visos  del  mejor  es|>ejo , 
Si  allá  luces  como  astro , 
Aquí  como  dios ,  incendios  1 
Salve ;  y  salve  ¡ oh  tú ,  piadoso, 
Venerable  anciano !  atento 
A  que  en  Teágenes  habla 
Toda  la  voz  de  su  reino ,  \ 

A  causa  de  que  conozca 
Apolo»  que  á  tus  pies  puesto... 

él  Y  coro  i.4 
En  hora  feliz ,  gozando 
La  tranquilidad  del  puerto... 

TEÁGENES. 

Llega  á  ofrecer  á  sus  aras 

El  antiguo  rendimiento 

Que  votó  á  este  templo,  cuando 

En  religioso  nacimiento 

De  gracias ,  vio  el  arco  hermoso 

De  ia  paz  en  sus  supremos 

Alcázares  tremolar 

La  blanca  bandera  al  viento. 

Y  vosotras,  ninfas  bellas 

Del  sol ,  que  como  luceros 

Suyos  mostráis  que  es  la  taz 

Propio  vasallaje  vuestro, 


o* 


COMEDIAS  DE  DON  PEÜBO  CALDERÓN  VB  LA  BARCA. 


Las  victimas  aceptad 

De  blancas  reses ,  qué  el  aullo* 

Antes  que  al  lazo  del  yugo, 

Dan  al  tilo  del  acero, 

Cuando  al  sagrado  recinto 

De  los  ámbitos  del  templo 

Guarnecen  la  esfera  sobre 

La  leña  en  que  han  de  arder,  luego 

Que  a  la  crueldad  del  cuchillo 

Siga  la  piedad  del  fuego, 

Para  que ,  no  solo  en  voces , 

Mas  también  en  humos  densos... 

ÉL  t  coro  i.° 
Salude  el  templo  Tesalia 
De  la  gran  Uta  de  belfo». 

QARICLEA.  (Ap.) 

Sin  duda  mis  ojos  boy, 
A  una  perfección  atentos , 
Cuanto  ven  son  perfecciones. 
¡Qué  generoso  mancebo! 
Qué  galán,  y  qué  entendido! 
Pues  sucintamente  cuerdo , 
En  poco  dijo  lo  que 
Quizá  en  mucho  fuera  menos. 

sacerdotisa  1.a  (Ap.  A  la  2.a) 
i  En  fin  hemos  de  pasar 
Por  el  desaire  de  vernos 
Preferir  de  una  extranjera? 

SACERDOTISA   2.a 

Si ,  pues  no  hay  otro  remedio. 

CARIÓLE  A. 

Generoso  tesaliauo, 
A  quie*'  por  todo  su  pueblo 
Tocó  hablar,  bien  como  á  mí 
Por  iodo  mi  coro  excelso, 
Salve,  y  admite  también 
La  encendida  antorcha ,  fuego 
Que  de  la  esfera  del  sol, 
Sacrilego  Prometeo 
Hurtada  trajo ;  bien  que 
Le  escarmentó  su  despeño» 
Con  los  desdenes  del  mar,. 
De  los  favores  del  viento. 
Esta  es  pues  la  ardiente  llama 
Que  hasta  boy  conservan  ardiendo 
En  no  apagadas  cenizas 
.  Sus  sacerdotisas ,  siendo 
Las  que  solo  encender  pneden 
En  ella  las  leas ,  á  efecto 
De  que  á  cuantos  á  este  culto 
Rindan  sus  ofrecimientos... 

ELLA  T  COlO  2.° 

Délfos  en  hora  feliz 
Admita  el  sagrado  feudo.,. 

cariclea. 
Y  pues  el  tiempo  ha  llegado , 
Habiendo  llegado  el  tiempo 
De  que  Tesalia  por  vos 
Le  ministre  y  yo  por  Délfbs 
Le  reciba ,  lo  demás 
Diga  el  coro ,  repitiendo 
Cuánto  Délfos  reconoce 
Aqueste  heredado  celo... 

ella  t  coro  2.° 
Con  que  Tesalia  guarnece 
Los  umbrales  de  su  templo. 

CARIÓLES. 

Ya  que  á  la  sacerdotisa 
Dar  toca  la  llama ,  y  luego 
La  inmolación  á  mi ,  á  vos  (A  Tedgenes 
El  holocausto ,  trayendo 
La  antorcha ,  venid  conmigo  T 
Que  ya  llevo  yo  el  acero. 
(Ap.  ¡Válgate  el  cielo  por  joven. 
En  qué  admiración  me  has  puesto! ) 

{Vate. 

CARICLEA. 

Si  hftbeis  de  llevar  la  luz , 
¿Qué  esperáis? 


) 


) 


TEAOENES. 

Cobarde  llego 
A  sus  vislumbres. 

CARICLEA. 

¿Porqué? 

TEÁGENES. 

Porque  no  sin  causa  temo 

?ue  de  Prometeo  ül  delito 
ambien  siga  ei  escarmiento. 

CARICLEA. 

¿Cómo? 

TEÁGENES. 

Como  él  la  tomó 
Del  sol ,  de  vos  yo ,  y  recelo 
Que  aunque  son  dos  las  acciones  * 
Es  uno  el  atrevimiento. 
{Pone  la  mano  en  el  hacha  sobre  la  de 
Cariclea. ) 

CARICLEA. 

Esa  es  la  mano ,  no  el  hacha. 

TEÁGENES. 

Es  verdad;  mas  si  me  siento 
Arder,  y  miro  la  nieve , 
¿Qué  mucho  que  absorto  y  ciego , 
Viniendo  hacia  mi  el  peligro , 
Me  vaya  yo  hacia  el  remedio? 

CARICLEA. 

Tomad  el  fuego ,  y  no  mas. 

TEÁGENES. 

¿  No  es  harto  tomar  el  fuego? 

CARICLEA. 

Si.  {Ap.  Pues  al  quedar  sin  él , 
Siento  yo  no  sé  qué  hielo 
Que  ha  pasmado  mis  sentidos. 
Mas  yo,  si  lo  digo,  miento.) 
Ya  que  el  fuego  tenéis,  idos. 

TEÁGENES. 

Si  haré ;  pues  á  mi  deseo, 
Llevándole  yo,  bastó 
Que  sepáis  vos  que  le  llevo. 

CARICLEA. 

A  mi  me  basta  también 
Saber  vos  que  sin  él  quedo. 

TEÁGENES. 

¿Tan  presto  volvéis  la  espalda? 

CARICLEA. 

Os  engañáis;  que  no  es  presto , 
Cuando  tras  mi  viene  el  daño , 
Irme  yo  tras  el  remedio.— 
Prosigan  vuestras  canciones... 

(A  las  sacerdotisas) 

TEÁGENES.  (A  lOS  tnÚStCOS.) 

Prosigan  vuestros  acentos... 

CARICLEA. 

Diciendo  una  vez  y  otra..* 

TEÁGENES. 

Una  y  otra  vez  diciendo... 

CARICLEA. 

La  unión...  {Ap.  Mejor  diré  el  pasmo...) 

TEÁGENES. 

La  paz...  {Ap.  Mejor  diré  el  riesgo*. ) 

TOROS. 

Con  que  todos  ufanos. 
Todos  contentos , 
Se  hacen  salva  iguales. 
Mezclando  d  un  tiempo 
Cajas  y  trompetas, 
Voces  y  acentos. 


JORNADA  SEGUNDA. 


Galería  interior  del  templo. 

ESCENA     PRIMERA. 

CALASIIUS,  CARICLES. 

CARICLES. 

¡No  hay  consuelo  para  mi ! 

CALASÍRIS. 

Si  una  vez  me  dio  licencia 
De  preguntar  la  alegría, 
Démela  otra  la  tristeza. 

CARIÓLES. 

Si  dará;  pues  que  no  tiene 
El  pesar  mas  preminencias 
Que  tuvo  el  placer ;  y  mas 
Cuando  es  la  causa  una  mesraa. 

CALASÍIUS. 

¿Cómo? 

CARIÓLES. 

Como  es  el  dolor 
De  ver  la  grave  violencia, 
Con  que  una  mortal  pasión 
Trata  la  rara  belleza 
Desta  mujer  prodigiosa. 
Desde  la  hora  primera 
Que  ministró  ei  fuego,  y  dio 
En  la  olímpica  palestra 
Los  premios,  no  hay  cosa  que 
La  alivie  di  la  divierta  : 
Tanto ,  que  habiendo  hecho  y» 
Los  tesal ianos  ausencia « 
No  teniendo  A  qué  dejarse 
Ver,  triste  y  sola  se  encierra 
A  no  salir  de  una  cuadra. 

Y  siendo  asi  que  fué  ella 
La  que,  al  verla  tan  lucida, 

Me  alegró  entonces ,  ya ,  al  verla 
Hoy  tan  postrada ,  bien  clara 
Se  saca  la  consecuencia 
De  que  son  de  un  mismo  caso 
La  pregunta  y  la  respuesta. 

CALASÍRIS. 

Ella  salió  tan  hermosa, 
Tan  bizarra  y  tan  compuesta, 
Que  llevó  tras  si  los  ojos 
De  todos ;  y  alguno*.. 

CARICLES. 

Esa 
En  la  ignorancia  común 
Fuera  razón. 

CALASÍRIS. 

¿Pues  quién  niega 
La  fascinación,  que  es 
Una  envidia  que  avenena 
Los  espíritus,  é  inflama 
El  corazón  de  manera, 
Que  el  aire  con  que  respira , 
Contagiosamente  infesta 
Al  objeto  que  la  causa? 

CARICLES. 

La  razón  dicen  que  es  esa ;    . 
Pero  yo  no  he  de  creer 
Que  baya  mal  de  ojo* 

CALASÍRIS. 

Eso  fuera* 
Negar  á  la  fantasía 

?ue  varios  efectos  tenga 
De  que  yernos  que  divinas 

Y  humanas  historias  Henas 
Están)  de  monstruosidades, 
Si  no  de  aprensiva  fuerza, 
De  vémeute  estimativa , 

gue  aquello  que  mira  engendra. 
I  parecerse  los  hijos 
A  los  padres ,  ¿no  es  presencia 
De  objeto?  El  no  parecerse. 


LOS  HIJOS  DE  LA  FORTUNA,  TEAGENES  Y  CARICLEA. 


05 


¿No  es  diversión  de  la  idea 
Puesta  en  otra  cosa,  á  quien 
Qoiiá  después  se  parezcan  ? 

Y  asentado  ene  principio, 
De  que  hacer  mil  veces  pueda 
Caso  la  imaginación , 

Para  cuando  nos  convenga 
Haberle  asentado,  demos 
A  nuestro  discurso  fuella. 
¿Qué  mujer  es  esta ,  que 
Tanto  tras  su  afecto  os  lleva, 
Que  á  merced  de  su  semblante 
Vivís,  triste  esté  6  contenta?    • 

carióles. 

No  sé  quién  es;  pero  sé 
Que  es  iluminada  prenda 
De  los  hados ,  que  la  echaron , 
Sin  saber  cómo,  á  mis  puertas... 
Verdad  es  que  con  algunas 
Noticias;  mas  un  á  ciegas , 
Que  en  lo  principal  dejaron 
Siempre  la  duda  suspensa. 
Solo  un  instrumento  tengo 
Que  puede  ser  que  me  advierta 
Algo  que  importe;  porqué 
El  que  me  le  dio  con  ella 
(Que  filé  aquel  sátrapa  Idáspes, 
Que  con  vos  me  pidió  audiencia), 
Dyo  que  hablaba  conmigo ; 
Pero  esta  (esto  con  vergüenza 
Os  habré  de  confesar) 
Escrito  en  cifras  y  letras 
De  su  extraño  idioma,  que 
No  entiendo.  Y  no  he  dado  á  lérlas, 
Porque  no  sé  lo  que  pueden 
Contener,  y  es  imprudencia 
Fiar  secreto  á  quien  luego 
Me  na  de  pesar  que  le  sepa. 

CALASÍRIS.  • 

Yo  tuve  curiosidad 

( Demás  de  las  experiencias 

Que  mi  peregrinación 

He  ha  dado)  en  aprender  lenguas, 

Y  podra  ser,  si  queréis 
Piaros  de  mí,  que  le  lea. 

CABICLES. 

¿  De  quién  mejor  que  de  vos  ? 

CALASÍRIS. 

¿Qué  es  del? 

CABICLES. 

En  una  pequeña 
Caja  le  tiene  con  otras 
Joyas... 

CALASÍRIS.  tl 

¿Quién? 

CARICIAS. 

Ella. 

CALASfafS. 

Pues  ella, 
Si  es  su  natural  idioma , 
¿Los  caracteres  que  encierra 
No  os  ha  leido? 

CARIÓLES. 

Crióse 
Sin  maestros  en  la  desierta 
Prisión  de  pobre  alquería. 
Has  venid ;  que,  como  pueda    • 
Sm  que  ella  lo  vea ,  sacarle 
(Porque  no  quiero  que  sepa 
Que  lo  sé,  hasta  saber  yo 
8¡  es  bien  que  lo  sepa  ella), 
Os  le  entregaré.  Aquel  es 
Su  coarto ,  venid. 

(Vanse.) 


Aposento  4c  Carielca*  en  el  templo. 

ESCENA  II. 

CARICLEA,  sentada  junto  d  un  bufe- 
te, en  que  estará  el  cofrecillo  déla* 
J°V<***  V  ella  mirando. una  lámina. 

CARICLEA. 

¡  Que  sea 
Tal  mi  ignorancia ,  que  ya 
Que  llego  a  conocer  que  esta 
Deidad,  que  con  trompas  y  alas 
Tiene  un  pié  sobre  una  rueda 

Y  otro  sobre  un  globo ,  es 
La. Fortuna,  lér  no  sepa 

El  mote  que,  guarneciendo 
La  lámina,  su  orla  cerca! 
Pero  ¿  qué  mucho?  Naci  * 
Para  vivir  sola  y  presa; 
Si  ya  no  es  que  la  Fortuna 
En  mi  ignorancia  se  venga ,    - 
Como  quien  dice  :  ¿No  basta 
Que  desa  inscripción  entiendas, 
Para  que  esperes  felice , 
Que  es  don  que  te  dejó  en  prendas 
Ge  fe  y  palabra  de  esposo , 
El  que?...  Mas  Caricles  entra. 

ESCENA  I1T 

CALASHUS  ir  CARICLES  .que  $e  que- 
dan d  la  puerta.— CARICLEA. 

caricles.  (Ap.  d  Calasíris.) 
No  paséis  de  aquí ,  que  está 
Viendo ,  no  sé  qué ,  suspensa. 
(Cariclea  abre  el  cofrecillo,  echa  en 
él  la  Idmina  y  taca  un  anillo.) 

cariclea.  (Ap.) 

En  mi  acción  ha  reparado, 

Y  que  me  pregunte  es  fuerza, 
Cuando  ocultarlo  me  importa , 
Qué  miraba  tan  atenta. 

caricles.  (Ap.  d  Calasíris.) 
Quedaos  vos.  Has  escuchad. 

CARICLEA.  (Ap.) 

Pero  pues,  la  espalda  vuelta, 
Está  hablando  á  Calasíris , 
A  quien  dejaba  á  la  puerta ; 
Como  que  otra  cosa  fuese, 
Tengo  de  hacer  la  deshecha , 
Con  la  primera  trocando 
La  lámina. 

calasíris.  (Ap.  d  Carteles.) 

Norabuena. 
AHÍ  espero,  recatado 
De  ser  visto.  (Retírase.  \ 

caricles.  (Ueoondo.) 
Cariclea 
(Que  ya  este  nombre  por  mi 
Es  bien  que  como  hija  tengas), 
¿Qué  es  lo  que  imaginativa 
Tanto  te  tiene  y  suspensa? 
Qué  estás  mirando? 

cariclea. 

Este  anido, 
Que  como  me  representa 
La  deidad  que  Etiopia  adora. 
Es  en  quien  hallan  mis  penas 
Mas  Consuelo ,  como  á  quien , 
Dueño  de  mis  influencias , 
Lé  debo  gozar  la  dicha 
De  que  ese  nombre  merezca. 
(Ap.  ¡Si  no  la  hubiera  trocado?) 

caricles. 
No  sé  cómo  te  encarezca 
Cuánto  tus  tristezas  siento. 


CARICLEA. 

Engañaste;  que  tristezas 
Son  las  que  nacen  de  causa, 

Y  no  es  posible  tenerla 
La  que  goza  tus  favores; 

?ue  en  eso  se  diferencian 
listeza  y  melancolía. 

CARICLES. 

A  mi ,  que  uno  u  otro  sea , 

Padecerlo  tú  me  basta 

Para  que  yo  lo  padezca. 

(Ap.  ¿Cómo  la  echara  de  aquí?) 

¿No  habrá  algo  que  le  entretenga? 

CARICLEA. 

Solo  que  me  dejen  sola. 

ESCENA  IV. 

Sacerdotisas.  —  CARICLES.    CARI- 
CLEA. 

SACERDOTISA  2/  (Ap.  d  U  1.a) 

¿Que  á  esto,  Cinlia,  te  resuelvas? 

SACERDOTISA  1.a 

Si ,  que  no  es  justo ,  que  una 
Advenediza  extranjera, 
En  honores  y  cariños 
Tanto  á  todas  nos  prefiera , 
Sin  que  nos  venguemos,  cuando 
La  común  opinión  llena 
Está  de  que  son  mujer 

Y  envidia  una  cosa  mesma. 

SACERDOTISA  2.a 

Dices  bien,  y  pues  tenemos 
La  costa  del  baldón  hecha , 
Hagámosla  verdad. 

CARICLES. 

¿Quién 
Allí  ha  entrado? 

SACERDOTISA  1.a 

Quien  desea 
Que  para  hacerte  un  agrado 
Le  des,  señor... 

CARICLES. 

¿Qué? 

SACERDOTISA  1.a 

Licencia. 

CARICLES. 

Licencia  y  agrado  mió 
¿No  implica? 

SACERDOTISA  1.a 

Viendo  la  pena 
Que  Cariclea  padece, 
Quisiéramos  que  en  la  selva 
Que  entre  el  templo  y  el  mar  goza 
Delicias  de  caza  y  pesca, 
Con  nosotras  esta  tarde 
Su  grave  pasión  divierta; 

Y  como  es  festejo  tuyo, 
Según  la  estimas,  que  en  ella 
Se  alivie,  le  dimos  nombre 
De  agrado. 

CARICLES. 

'Decís  bien.—  Esta 

(A  Cariclea: 
Fineza  has  de  hacer  por  mi. 
Sal  un  ralo  á  esa  ribera, 
Segura  de  no  ser  vista , 
Pues  nadie  sale  ni  entra 
Su  guardado  coto ,  que 
Pena  de  vida  no  tenga. 

TODAS. 

Todas  te  lo  suplicamos. 

CARICLEA. 

ÍAp.  ¡Que  haya  de  ser  esto  fuerza!) 
Cuando  tú  no  lo  mandaras, 
De  agradecida  debiera 
Al  deseo  no  eiousarme. 


96 

{Ap.  Corazón ,  que  aliente  deja ; 

Que  no  sé  lo  que  me  dice». 

Mas  si  sé ,  pues  es  U  ausencia 

Del  que  no  sé  si  á  cumplir 

Su  fe  y  su  palabra  vuelva») 

Vamos,  amigas.  (Vase.) 

SACERDOTISA  2.a  (Ap.  á  l*  1.a) 

Y  ahora 
¿Qué  es  lo  que  conseguir  piensas? 

SACERDOTISA  1.a 

Sn  muerte  y  nuestra  venganza. 
Pues  no  faltará  una  fiera , 
Un  barco  6  un  risco ,  que 
La  culpa  y  disculpa  tenga. 

(Vanse  las  sacerdotisas.) 

CARICLES. 

Bien  sucedió.—  GalasWs.         / 
CALASl&lS.  ^CARICLES. 

CALAftiatS. 

¿Qué  mandas,  Carteles? 
oaucLse. 

Llega; 
Que  ya  bien  puedes  entrar, 

Y  vuelve  a  «errar  la  puerta , 
Pues  solos  nos  han  dejado  : 

•  Con  que ,  sin  que  salga  fuera 
£1  secreto ,  hablar  podemos 

(Saca  el  cendal  del  cafre.) 
Con  mas  seguridad.  Esta 
(Que  aun  la  llave  no  hizo  mita, 
Confianza  ó  descuido  sea 
El  habérsela  dejado) 
Es  la  nómina  de  seda,  . 
En  quien  con  letras  de  oro 
Labró  la  aguja  su  imprenta. 

CAuriais. 
Las  letras  son  etiopisss, 

Y  aun  también  la  frase  <tella* 
Etiope  es. 

CARICLES.. 

¿í  qué  dice  ? 
cavasíbis.  (Lee.) 
«O  tu,  cualquiera  que  seas, 
ȃI  que  piadoso  y  benigno 
«Nombró  el  cielo  en  su  defensa.,.» 

CARICLES. 

¡  Qué  es  lo  que  escucho  ! 

CALASJRIS, 

¿Qué  &  turba! 

CARICLES. 

Nada.  Proseguid.  (Ap,  ¿Qué  pena! ) 

CALAjfcus.  (Ue.) 
«Admítela  en  tu  regazo...  • 

CARICLES.  (Ap.) 

¿Las  razones  no  son  esta*... 
«No  la  arrojes  de  tu  abrigo...» 

CARIÓLES.  {Ap.) 

Que  antes  escuché... 

CALAStais.  (Lee.) 

«Siquiera 
» Porque  es  amago  de  Dios...  » 

CARICLES.  (Ap.) 

A  la  hermosa  sombra  negra? 

CALASÍB*.  (i*#.) 
«Ministrar  auxilios  á  una 
» Desamparada  inocencia.» 

CARICLES. 

¡Válgame  ef  cielo! 

calasJris. 
¿Pues  qué 
Hay  aquí  que  asi  os  suspenda? 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BAftCA. 


CARICLES. 

Hay  las  fantasmas  de  un  sueno* 

«ue  ahpra  me  representan 
usiones,  á  quien  antes 
Oí  esas  palabras  mesmas. 
Y  pues  que  nada  de  nuevo 
Me  dice,  sino  me  acuerda 
Esta  del  hado  ¡.ay  de  mi ! 
Revalidada  encomienda  ,- 
Vuelva  á  quedar  donde  oslaba 
Con  todas  las  demás  señas  . 
Que  trajo ,  bien  como  yo 
Cou  mi  duda  á  quedar  vuelva. 

(Vuelve  las  jopa*  al  cofre.) 

CALASift». 

Ya  que  de  mí  os  liáis ,  y  sé 

Lo  mas ,  permitid  que  sepa 

Lo  menos  ¿Qué  senas  son?  I 

Quizá  inferiremos  deltas  i 

Algo ;  que  es  del  discurso 

Gran  maestro  la  corferenoia. 

CARICLES. 

Dices  bien.  Aquestas  joyas. 

(Echa  tabre  el  oufete  ledas  las  Jopas.) 

CALAftiRtS. 

En  mi  vida  vi  riqueza 
Semejante.  x 

CARICLES. 

Ni  en  mi  vida 
Vi  yo  semejante  pena. 
¡  Ay  de  mi  otra  vez  y  otras 
Mil  veces,  l 

calasíris. 

¿Pues  qué  os  altera? 
¿Nunca  habéis  vistolas? 

CARICLES. 

Pero  nunca  he  visto  entre  ellas, 
O  nunca  la  be  reparado 
Por  mas  pobre  ó  mas  pequeña , 
Esta  lámina ,  basta  ahora. 

CALASiaiS. 

Pues  bien  ,  ¿qué  lamina  es  esa? 

carióles. 
La  que  tanto  mia  desdichas 
De  unas  en  otras  aumenta , 

8ue  hidra ,  si  es  que  hay  hidras  de  oro, 
oere  una,  porque  otra  crezca. 
Arainoe,la  fltonisa 
De  Egipto... 

CALASÍRIS. 

Acuerdóme  della, 
Que  en  las  gargantas  del  Nilo. 
Donde  los  montes  estrecha 
La  Heracleótica  laguna, 
Daba  equivocas  respuestas, 
Del  espíritu  inflamada    . 
De  la  Fortuna. 

CjMUCLM. 

Pues  osa 
Vmo  á  Délfoa  á  ocasión 
Que  á  mi  esposa,  que  ya  reina 
A  par  del  sor,  la  dio  el  parto, 

Y  acudiendo  *  socorrerla, 
Parió  en  sus  manos  Uu  htto : 
Con  que  empeñada  a*  la  ¿leuda 
De  haber  nacido  en  sus  roauos, 
Dijo  á  voces  :  «Este  sea 
El  hijo  de  la  Fortuna. » 

Y  prosiguió  :  •  Tomad  esta 
Lamina,  de  mi  gran  diosa 
Ultimo  don ,  pues  en  ella 
Están  sus  felicidades 
Bien  claramente  dispuestas. 
Al  cuello  del  tierno  infante 
La  poned ;  que  comp  él  crezca , 
Irán  creciendo  sus  dichas. 
Mas  cuidad  que  no  la  pierda ; 
Porque  no  es  posible  que  baya 


Otra  en  el  mundo  alna  efl*,  ■ 

Y  vivirá  desdichado 

Hasta  que  á  cobrarla  vuelva. » 
Con  ella ,  infante  en  la  cuna, 
Me  le  robó  la  interpresa 
Que  hicieron  los  tesalianos 
A  este  templo ,  en  cuya  ofensa , 
Los  sacrificios  que  visteis , 
Son  votada  recompensa. 
Nunca  del  supe,  ni  tuve 
Hasta  hoy  noticia  ni  seña ; 
Ni  aun  hoy  ¡pluguiera  á  los  ciclos 
Hubiera  tenulo  esta! 
Pues  claramente  me  dice 
Que  el  que  robado  le  lleva, 
Pasó  a  venderle  á  Ktfopfa , 
Supuesto  que  de  allá  entre  esas 
Joyas  viene  •  como  en  fe 
De  que  en  etla  esclavo  queda 

Y  desdichado ;  pues  dice 
De  su  explicación  la  letra  : 

«¡  feliz  tú,  mientras  soy  tuya; 
Infeliz ,  mientras  ajena ! » 
calasíbis. 

Absorto  mas  que  «os  quedo ; 
Bien  que  puedo  ser  que  sea 
Dicha  la  que  al  primer  viso 
Desdida  es. 

CARICLES. 

¿Beqtsémaura? 

CARAStUB. 

Si  nunca  nueva  tuvisteis 
Para  intentar  diligencias 
En  busca  suya ,  >  hoy 
Os  baílala  con  mía  nueva, 
Que  por  lo  meaos  induce 
Que  en  Etiopia  está ,  y  si  en  eWa 
Tenéis  al  sátrapa  tdáspes , 
Deudor  de  otras  dependencias , 

Y  á  mi  aquí  á  peregrinar 
Hecho ;  al  ir  con  cartas  vuestras 

Y  la  lámina,  ¿no  puedo 

(Ruido  dentro.) 
Ser?...  Pero  gente  atraviesa 
Los  claustros. 

CARICLES. 

Al  mar  salgamos, 
Pues  hay  por  aquí  otra  pueria ; 
Que  no  es  para  hablada  á  bullo 
Tan  reservada  materia  : 
Fuera  de  que  ha  de  obligarme 
A  dar  voces,  v  es  bien  sea 
Donde  nadie  sino  vos 
Pueda  escucharlas. 

(Vanse.) 

Sefv»  a  ortffis  de?  awfr . 


ESCgftA  VI 

TEAGErtES,  LIBIO,  geste; 

gente.  (Dentro.) 
¡A  fierra  I 
tcAgeües.  (Dentro.) 
¡  A  tierra!  Y  pues- ya  la  nave, 
Sin  doblar  el  cabo ,  queda 
Dada  sobre  el  ferro  fondo, 
De  aquella  cala  encubierta  > 
Lo»  oos  solos  del  esquife 
Salgamos ;  que  entre  estas  pellas 
Importa ,  sin  ser  sentidos ,       (Saltn.) 
Esperar  á  que  anochezca  % 
Para  dar  de  mi  venida 
A  alguno  el  aviso  :  fuera 
De  que ,  de  ser  aquí  vistos, 
Honor  y  vida  se  arriesgan. 

LIBIO. 

Ya  que  habérnosle  aastar 
La  edad  que  á  la  tarde  reata , 
Sea ,  pues  la  conGanza 


LOS  HII05  DE  LA  FOftfÜKA,  TOAftBtftS  V  CAWCtBA. 


9t 


Te  be  debido,  en  qoe  té  deba 
También  to  noticia.  ¿Qué 
Venida ,  señor ,  es  esta  ? 

TEÁSSITCS. 

lincho  mi  pasión  tn  dada. 
Libio ,  agravia ;  que  en  materias 
De  amor  sneie  estar  demás 
Decirlas  para  saberlas. 
Has  ya  qué  á  ta  ociosidad 
De  esperar  es  conveniencia 
La  diversión ,  no  tan  solo 
Diré  el  intento  que  encierra 
Ni  venida ,  mas  la  causa 
Que  á  tanto  empeño  me  alienta, 
Porque  sin  altos  motivos 
Temeridad  no  parezca ; 

Y  mas  a  ti ,  que  ha  tan  poco  .     . 
Que  me  sirves,  por  la  ausencia 

De  Jeboon ,  que ,  sin  saber 
Cómo  ni  dónde ,  se  ausenta. 
Orodántes,  capitán 
Que  fué  en  las  lides  sangrientas 
De  Tesalia  y  Délfoft  «ero 
Asombro  de  toda  Grecia, 
Me  crió  como  hijo-  suyo ; 
Bien  que  casado  no  era  : 
Con  que  padecía  mi  fama , 
No  siií  propiedad,  aquella 
HabfiHa  aoe  decir  suelen  » 
Lo  de  habido  en  buena  guerra « 
Llegó  de  su  muerte  el  día, 

Y  casi  ya  en  la  postrera 
Respiración ,  invocando 

Dioses  y  hombres,  cielo  y  tierra : 

•Teágenes  (d{je),  a  quien  yo 

Crié  desde  infancia  tierna  , 

Cuyo  amor  me  iriso  tener, . 

Por  no  perderte  T  encubierta 

Tu  ilustre  prosapia ,  tanto , 

One  hay  dioses  oe  quien  desdeñaos  ¿ 

Este  agravio  que  te  ae  hecho  , 

Te  restituyo  en  mi  hacienda  4 

De  qne  ornee  heredero 

Te  dejo.  Y  pan  que  puedaa 

Blasonar  -de  lo  que  eres, 

Sin  nota  deque  no- seas 

Alto  y  legitimo,  toma 

Esta  medalla  :  con  eMa 

Ye  á,  a... »  Y  sin  poder  decir 

A  quién  ni  adonde,  la  lengua 

Turbada  truncó  la  vos  : 

Coo  que  mi  dicha  suspensa 

Quedó  cierta  en  ser  verdad  , 

Pero  en  qué  verdad.  Incierta; 

Pues  soto  quién  era  aupe , 

Para  no  saber  quien  era. 

La  medalla  que  me  dio;. 

Era  de  oro,  en  quien  iumreeu 

La  diosa  Fortuna  cataba:    . 

Con  que  desde  alü  me  aprecian 

Por  lujo  de  la  Fortuna, 

Tanto,  que  Tesalia,  atenta 

A  esta  buena  fe  y  é  otros 

Servicio*  que  eu  pai  y  guerra: . . 

Quité  supe  hacer  *  me  oié 

Privilegios  de  nobleza , 

Basta  nacerme  embajador 

ÍQue  es  la  «un»  préuvhieneia) 
DéMos^doodeíayOm*! 
Vi  la  divina  belleza 
De  aquella  sacerdotisa 
Que  me  dty  la  ves  primera 
La  antorcha.,  y  después  la  palma 
Que  en  la  olímpica  palestra 
Gané  a  cuantos  gladiatores 
La  agilidad  y  la  fuerza 
Quisieron  probar  conmigo. 
Dejemos  aqui  qué  al  verla    . 
Absorto  quede:  dejemos 
Que  Carteles  con  terneza*  • 
Con  halagos  y  carillos 

T.  XII. 


Me  agasajó  de  manera . 

?ue  yo  en  mi  joven  edad, 
él  en  su  anciana  presencia, 
Nos  confrontamos  de  suerte* 

§ue  avenidas  las  estrellas, 
in  atender  a  distancias, 
Igualaban  influencias; 

Y  vamos  a  que  este  agrado 
Dio  ocasión  A  oue.  pudiera* 
Entrando  y  íníheiitro  al  "templo 
A  todas  horas,  tenerla 
Para  poder  explicar 
Mi  bien  hallada  dolencia , 
Interpretando  los  ojos 
Los  idiomas  de  la  lengua. 
Entendióme  agradecida ; 
No  por  decírmelo  ella , 
Sino  porque  una  hermosura 
Tan  altamente  suprema , 
Favorece ,  Libio ,  todo 
Aquello  que  no  desprecia. 
Supe  que  tenia  so  cuarto ' 
Sobre  esta  hermosa  ribera  ¿ 

Y  un  mirador:  Con  que  yo; 
Leyes  despreciando  y  penas 
Deque  hombre  en  sus 
Solo  á  idolatrar  sus  rejas    - 
Todas  las  noches  venia. 
Quiso  amor  que  alguna»  denos 
De  los  enmate*  del  mar* 
Saliese  á  gozar  !  a*  fresca»  > 
Auras,  con  quoreantisjbaí» 
Blandas  aromas  las  selvas. :  < . 
Dime  á  conocer » y  no 
Se  retiró  tan  apriesa* 
Que  para  otras  no  quedase 
Consentida  la  licencia. 
En  Un ,  nasaiido  comunes 
Lugares,  que  ellos  se  dejan. 
Discurrir,  con  el  pretexto 
De  haber  de  lograr  en  ella 
De  enrieles  los  agrados , 
Que  favoreció,  dijera , 
Mis  finezas,  a  no  haber 
De  dejar  tle  ser  finezas, 
Dia  que  hay  galán  que  diga 
Que  tiay  dama  que  favorezca. 
En  este  estado ,  de  amor 
Gozaba  la  primavera , 
Cuando  en  sus  flores  envuelto 
Vino  el  áspid  de  la  ausencia, 
Siendo  forzoso  ir  a  dar 
De  gente  y  de  puesto  cuenta. 
Aquella  noche ,  mas  Una , 
Pero  no  meaos  honesta , 
Desconfió  de  que  hubiese 
De  dar  á  Délfos  la  vuelta. 
Yo,  asegurando  la  fe 

De  que  habia  de  ser  y  era 
Su  esposo,  de  mi  fortuna 
La  di  la  lámina  en  prendas, 
Advertida  de  que  estaban*, 
Para  mejor  merecerla , 
En  ella  mis  hados,  cuando 
Dijese... 

ESCENA  VII. 

GARICLEA,  •ACRaaoruMs;  f  luego, 
«NTE.-TEAGBNB8,  LIBIO.  f 

CAMCLEA,  (JXfUlr*.) 

¡Cielos,  demencia! 

SACERDOTISA  4, *  fÚetttfO.) 

Tapadla  la  boca,  y  .vaya 
Donde  desdé  aquellas  peía*  < 
Dé  precipitada  al  pop?, 

.  ftaoams»  •• 
¿Qué  es  esto? 


•i 


Por  fuerza  allí  unas  mujeres 
Traen  á  otra.  >/ 

tzAQZKW. 
Y  eMa  resuelta, 
Mal  desasida  de  todas* 
Hacia  esta  parte  se  acerca*  ~  • 

Cúbrete  el  rostro. 
(Sale  Cariclea  y  las  sacerdotisas  tras 

ella.—  Cübreñte  los  dos  los  rostros , 

y  retir  anee  á  un  lado.) 

SACERDOTISA  2.a 

Aunque  huyas, 
Será  en  vano.  ' 

(¡ARtCtEA. 

¿Habrá  auien  pueda 

De  una  venenosa  envidia  , 

Que  es  la  fiera  de  las  Üeras , 

Defender  mi  vida?  •  '    '    • 
Ttieauati 
'  <  -  Ve]*  » i*  •     >* 


■i 


■i 


¿Quién  f*e>ndeie*u*raerueT«ae?  <  i' 


•«.í 


I 


A  toquen  muestru* 


Quien  sepa  hacer  «toen . 
Escudo  que  la  defienda. 

sacbuuutum  4.1 
Mal  defenderá  otra  vida 
Quien  tanto  la auyu empeña, 
Que  osadamente  atrevido 
Aquestos  limites  .entra.  —  .  :t 

Dad  voces ,  corriendo  el  monte  « 
Para  que  las  guarda»  vengan 
A  dar  muerte  al  que,  embozado 
Amante  de  GarieJea, 
Por  eUa  estas  lineas  rompe. 
ÍAp,  Válganos  una  cautela* 
Pues  no  nos  valió  una  ira,;     (V*u#¿  J 

topas,  {tkntro.)  ,    \ 

(Traición ,  trajeo*  «pe  en  la  selva 
Cariclea  ha  intrqducido 
Gentes  que  su  culto  ofendan!  t 

0*»«*s* 
Miente  vuestro  aleve  voa ; 
Que  á  costa  uo  mi  inocencia , 

8 ulero  salvar  su  delito» -~ . 
ombre ,  quien  quiera  que  seas , 

(Á:7Vdftji¿i*) 
Huye,  antea  que  se  convoquen  ■ 
Las  guardas:  no  mimosa 
La  vida  te  cueste. 

TUA0J3NBS* 

Que  huya  quieres  el  ojue  mm 
La  tuya  al  riesgo  Y      :  o 

CáVOUBfe.  ... 

¿No  es    , 
Peor  sacarlas  verdaderas , 

Y  qnw,  emanado  por  mi, 

Codnrmen  que  por  mj  yeojpast 


No,puesesla»erdtd. 

.<•  caiuouul  ■■    ■  • 
' '   .¿Gomo? 


IH 


Como  soy  yo, Carióle*»  {Descúbrete.) 

Y  habiendo  vista  por  JMUJ     «        >  >..• 
Parte  que  tu  muerte  mientan , 

Y  por  otra  que  te  infaman , .    „ 
i  gomo  he  de  dejarte  exptt&tf 
A  entrambos  peligros  ? 

importar*  oSie  yo  muW-  '*'♦'»  •* 
.Dtflntemque&culpm*'''  •|,/- 
iBuye,Teageneol/i 

TEÁGENES. 

61  esa 
Para  ti  es  buena  racen, 


to- 


pan mi  no  será  buena. 
Yo  no  lie  de  dejarle. 

cauclba.      ••* 
Mira... 

r  SACEBDOTiSAS.  (2>*ftJftf.) 

¡Traición,  traición! 

caos.  {Dentro.) 

¡A  la  selva! 

orcos.  (Dentro.) 
¡Al  falle! 

otros.  (Dentro.) 

¡  Al  monte ! 

limo. 
,  •—»  Por  todas 

Partes  ya ,  sefior ,  nos  cercan. 

cariclea» 
Hoye  tu,  salva  tu  vida. 

TXÍGKRE8» 

Salvarla  sin  tí  es  .perderla. 


60UM¿S  9&WN:t}BARftGA|«PfiBQN  HE  «LA  BARCA. 

TE¿eej«S. 

¡Al  mar! 


Mira-quetehaft  de  dar  muerte»  . 

amkanms 
¿Pues  cuánto  es  mejor  míe  veta 
Que  sé  morir  yo  y  no  hmrí 

'    G*meuu. 
Esto  baz  por  mi. 

-  TEAestm. 
Norabuena : 
Yo  huiré ,  pues  que  tú  lo  quieres ; 
Mas  seré  desta  manera; 

1         CA1ICLIA. 

¿Qué  intentas*     

TEAGClfES. 

Huir,  mas  contigo,  ' 
Acudiendo  a  tu  obediencia ,  ' 

A  tu  vida  y  é  mí  honor.  — 
Libio,  al  esquife  con  ella. 

'  camcuea.  • 

i  Esto  es  obediencia,  honor 

Y  vida? 

TlJÁUENES. 

Si ;  cómo  advierta* 
Los  que  ya  en  mi  alcance  vienen;, 
Que  huyendo  vo  con  tal  presa, 
Ni  en  mi  es  hnmmla  la  fuga, 
Ni  en  li  voluntad  la  Tuerza. 

chigua. 
Ni  aun  á  este  viso  ha  de  haber         •' 
Culpa  en  mi. 

frionas*. 
¿Pues que  hay  que  temas, 
Para  ir  adonde  te  adoren, 
Ir  de  donde  te  aborrezcan , 

Y  mas  llevando  contigo 
Mi  fortuna? 


i  Ay!  que  aun 
En  Deltas  queda:  v     - 

TKÁOftlWS. 

Vea  tú, 
Y  mas  que  todo  se  pierda. 

CAUCLBA. 

En  defensa  de  mi  baos;... 

TEÁODUtS. 

Ya  es  inútil  m  defensa. 

CAMtíLEA.  (Ap.) 

¡  Oh  qué  mal  lidia  el  que  lidia 

Con  gana  de  que  le  venzan!  (Vanse,) 

CMSM a  vm. 

Las  mwAS,  GAVIÓLES,  CALASIR1S, 
TBAGENES,  «eicte,  tata*  dentro. 


jAla  marina  1 


orcos. 
¡  A  la  playa! 


CAtlCLES. 

¡Al  monte! 

CALASiSIS. 

¡A  la  selva!  • 

i 

Bosque. 

atSCEK A  IX 

Suenan  chirimía**  y  guien  por  una  par* 
te  ADMETA  y  **$  damas  ,  y  por  otra 
1DASPES  t  acovfa&imibkvo. 

rpÁSPES. 
i  Felice  el  que  \  de  tantas 
bichas  deudor,  de  vuestras  reales  plan- 
EI  breve  humauo  ciclo  £us 

Tocar  merece. 

* ADUSTA. 

Levantad  del  suelo,    , 

Y  seáis  bien  venido ; 

Que  según  los  avisos  he  tenido, 
Culpé  vuestra  tardanza!  .       , 

ihá&fbs.     ...         i 
De  susto  se  alimenta  la  esperanza  : 
La  que  a  veros  tcaia.  ••  .  ■  ' 

Derrotó  un  temporal  (jay  prenda  mia¿) 
A  Délfos,  donde  del  imufagioigravu  - 
Atormentada  á  ráfagas  la  nave , 
Fué  fuerza  detenerme  a  reparada. 

•AMISTA. 

Ya  que  en  los  bosques  divertida  me  ha* 
Vuestra  venida,  en  ellos  [lia 

Os  habré  de  escuchar. 
idíspbs. 

Los  rayos  bellos 
Del  sol  esfera  harán  cualquier  espacio, 

Y  cualquier  majestad  hizo  palacio. 

ADSETA. 

Deseo  de  saber  qué  es  lo  que' intenta ' 
Persiua,  es  la  razón. 

1DÁSPES. 

Pues  oid  atenta, 
Ya  que  seguros  hablan  mis  temores 
De  que  la  turbación  mude  .colores. 
Perslna,  que  hoy  á  Etiopia, 
Como  vos  á  Egipto,  manda 
(Bien  que  vos ,  por  no  tener 
Igual ,  atenta  a  la  extraña 
Ley  de  cuando  i  Egínto  hereda 
Mujer;  y  ella  por  la  ralla 
Del  rey  su  esposo ,  que  ya 
En  mejor  reino  descausa) ; 
Persiua  pues  de  Etiopia , 
Cuyos  altos  montes  rayan 
Del  sol  las  primeras  luces ,  r 

A  cuya  encendida  saña 
Tostados  sus  moradores 
Tan  fénix  del  sol  se  abrasan. 
Que,  carbones  de  su  hoguera , 
A  su  mismo  humo  se  manchan, 
Salud ,  señora ,'  os  envía : 

Y  para  que  a  mi  embajada 
Entera  fe  prestéis,  esta 
Es  de  creencia  la  .carta.    . 
Dice  pues  que  deseando 
Mantener  la  pase,  que  largas 
Edades  han  mantenido 

Las  dos  confinantes  patrias 
De  Egipto  y  Etiopia,  os  hace 
Sabidora  (en  confianza 
De  no  presumir  que  sea 
Acción  vuestra)  de  que  tratan 
Yuestros  vasallos  Tomperta 
Entrándose  por  su  raya, 
Hasta  robarla  las  ricas 
Minas  de  sus  esmeraldas. 
Una  fortificación 
En  vuestras  fronteras  labran , 

Y  eo  algunos  puertos  suyos 


Han  introducido  barcas, 
Que  con  pretexto  de  amigos, 
Destruyen,  queman  y  talan 
Su  confín  pais;  y  aunque  ella 
Pudiera  impedir  la  entrada , 
Fia  de  vuestra  amistad 
Que  á  enmienda  y  reparo  salga. 
Pues  siendo  asi  que  a  Etiopia 
Debe  Egipto  la  abundancia 
De  sus  campos  (pues  le  debe 
Que  el  Ntlo  en  sus  montes  nazca. 
Desde  donde  el  Catadupe, 
Su  primer  cuna  de  plata. 
Le  despeña ,  a  que  inundando 
Estas  fértiles  campanas , 
Kn  sus  avenidas  pocen 
Sus  mieses ,  frutos  y  plantas 
Terrestres  lluvias,  con  qoe 
No  le  hacen  tas  nubes  falta), 
Claro  está  que  á  tauta  deuda 
No  ha  de  responder  lúcrala , 
Cobrando  en  quejas,  favores 
Que  debe  pagar,  eu  gracias, 

La  justa  atención  essiato- 
De  Perslna ,  eif  (meato  Imsja 
De  nuestra  ftiuifttwi  appeeio,  • 

Y  en  fe  de  suya ,  «si*  «arta 
En  el  corazón  imprimo 

Con  mil  vidas,  coa  mil  almas. 
En  cuanto  á  que  Egipto  debe 
A  Etiopia  las  sagradas 
Ondas  del  Nilo  que  riegan 

Y  fertilizan  sus  plantas, 
Ella  no  le  envía ;  él  se  viene 
Buscando  el  mar:  y  si  pasa 
Por  mis  términos;  ¿qué  mas 
Tiene  que  en.  ios  suyos  nazca, 
Que  no  que  muera  en  los  míos? 
¿  Es  acaso  mea  ventaja 

Nacer  donde  se  despeña, 
Que  morir  donde  descansa  ? 
Fuera  de  que  el  bien  que  hace 
Cuando  en  sus  campos  se  explaya, 
Ya  se  le  agradece  Egipto , 
Pues  le  da  templos  y  «estatuas, 
Por  ser  él  á  quien  lodebey  •■     • 
Pues  ella  no  se  lo  manda. 
En  cuanto  á  que  mis  vasallos 
Roben  sus  muías ,  la  engaña . 
I*a  pasión ;  que  no  las  roba 
Quien  como  suyas  las  gasta. 
Bien  sabe  Persina,  y  bien 
Etiopia ,  qiie  pasadas 
Edades  fueron  los  atontes 
Que  engendran  eo  ras  entrañes 
Las  congeladas  centella* 
De  piedra  y  yerba  (que  «arias 
En  su  enuwmni  participan    • 
Color  y  dureza  4e>amba*>, 
Feudos  de  Egipto  t  con  que* 
Si  sobre  sos  ruinas  labran 
Fortificaciones,  si 
Ocupan  sus  puertos,  nada 
Es  sin  ósdea  :  yo  ta  he  dado, 
Por  pareeerme  qm  basta 
El  tiempo  que  su  dominio 
Las  tuvo  tiranizadas,        .    .. 
Para  que  no  sea  invadirlas 
Lo  qoe  no.es  mas  que  cobraríaa. 

iDAsres. 
Mucho  siento  se*  preciso , 
Señora ,  que  mi  embajada , 
Depuesta  la  conveniencia, 
Pase  á  otra  segunda  mstaudi. 

ADMETA. 

¿Cómo? 

mistes. 
Como  traigo  orden 
De  que,  la  paz  honestada, 

Y  no  admitida ,  os  proteste  : 


LOS  MIJOS  DB  U  FORTUIA,  TttAGBNBS  V  GABICLEA. 


Quenoeseibo^ienUraaga, 
Cuando... 

A  META. 

No  mas ,  y  acortemos 
De  palabras ;  que  palabras 
De  los  reyes  con  los  reyes 
Solo  son...  Nunca  las  cajas 
(Tocan  cajas.) 
A  mejor  tiempo  se  oyeron; 
Y  auuqae  no  sé  quién  las  causa , 
Agradezco  que  me  eieusen 
Hablar  yo  donde  ellas  hablan.  — 
¡Hola!  ¿qué  rumor  es  ese? 


PBTOSIRIS  v  NAUSICLES ,  IEBIÍON 
y  soloapos.  —  Dichos. 

metíais.' 

El  de  quien  hoy  a  dar  marcha 
Castigo  ¿  quien  os  disgusta»     , 
Por  no  decir  os  agravia.  ' 
Dadme  la  mano,  porqué 
Mas  favorecido  vasa-, 
Para  volver  .mas  weboso 
Segunda  vez  a  etas  plantas. 

admita. 
A  buen  tiempo  habéis  venido-.  — 
{Vanee  Petosíris%  NausieUs,  Jetnon 

y  l&i soldadas*) 
Embajador,  yo  pensaba 
Deciros  lo  que  os  han  didic  • 
Eaoa  ecos;  solo  añada 

e  advirtáis  que  á  quien  me  enoje  9 
quien  le  castigue.  Dadla 
Bata  respuesta  á  Persina... 
No  de  mi  parte,  pues  sabia 
La  supo  decir  por  mi 
La  casual  circunstancia 
De  aquetas  cajas  ,  mostrando 
(Sobre  hallarme  en  la  campafia) 
Que  son  frases  de  loa  reyes 
Loa  Idiomas  de  laa  ármate 

¿Eu  flu,  rompéis  la  paat 


ADMITA. 


Ya 


No-  rompo  sino  esta  carta  v 
Que  doy  al  aire ,  bien  como 
Cenlro  de  sus  esperanzas. 

(Vote  con  Jas  damas.) 

¡Buena  jovnadu?  hemos  hecbo  t 
Honor ,  pues  dé  la  jornada 
Lleve*  á  Blbria  uua  guerra* .. 
Y  uVj© en  Dénos  un alma! 

(Ves*  «aira  aoempañümionto.) 


Ccrre;  después  ,  TEA6ENGS  t  CARI- 
CLEA ;  tuenwn  emshéiladaa,  y  ruido 
de  platas  que ruadam  :  Sede*  dentro. 


Mi»  n  presa  nade  ser. 

orno. 
Es  inútil  la  porffa; 
Que  á  mi  me  toca ,  y  es  mi* 

uito. 
Rao»  tirano,  es  romper    ' 
La  fe  que  debes  guardar. 

OTRO. 

Aquí  no  hay  que  discurrir* 


TBAumn». 
¡  Déme  el  cielo  au  favor ! 

CAtICLEA. 

¡  Ay  infelice  de  mi ! 


•    / 


¡Pues  amatar  6  morir! 

oraos. 
;  Pues  é  morir  6  matar  !, 


TIAMIS ,  TERHUTES  T  banüoleuos  , 
oyendo  el  ruido.  —  CAIUCLEA  t 
TEAGENES,  dentro. 

TJAJUS. 

Ninguno  pase  de  aquí 
Hasta  que  de  auuel  rumor 
Que  desde  anocíte  escuchamos , 
\  a  con  el  alba  podemos 
Informarnos;  que  no  habernos 
De  llegar  sin  que  veamos 
{Siempre  el  mida  y  cuchilladas  den- 
tro.) 
Primero  a  lo  lejos  qué 
Armada  gente  de  guerra 
De  auuelDajel salió á  tierra, 

Y  que  causa  en  ella  roa    ' 
La  que  pudo  ocasionar 
Tanto  multar  estruendo; 

Y  mas  cuando  estamos  viendo 
Que  el  bajel  t  virando  al  mar, 
Los  cablea  del  ancla  corta , 

Y  vuelve  al  golfo ,  dejando    - 
A  los  que  traje,  peleando.   - 

TERHtiVfeS. 

Ya  parece  que  reporta 
Sus  estruendos  el  furof , 
Pues  ya  nada  desde  aquí 
Se  oye. 

CABfCLEA.  {Dentro.) 

¡Ay  infeliz  cl¿  mi í      '  ', 

Tiauía. 
¡Triste  toa  l  (Vaw<) 

teAcbnesv  (Dentro.) 
¡Cielos,  favor! 

Orillas  del  NHo. 
C6CKHAXUX 

M 

Descúbrese  una  mesa  derribada,  y  al- 
guno* como  muertos ,  y  entre  ellos 
CARUXpAjYTEAGfcNES,  herido. 
Salen  TUMIS,  TEKMUTES  f  Müto* 
Liaos. 

TÍAUIS. 

Ya  entre  bélicos  despojos. 
De  mas  cerca  percibidos, 
El  terror  de  los  oídos 
Se  va  pasando  á  fas  oíos. 
Unas  mesas,  derribadas 
Sus  viandas  y  vasos»  veo , 

Y  por  misero  trofeo 

De  su  opulencia ,  bañadas 
Todas  en  sangre :  la  aren* 
De  cadáveres  se  ve 
Cubierta.  ¿Qué  teatro  fué, 
En  la  mas  trágica  escenar 
De  cuantas  representó 
La  deidad  dar  htFottamt, 
Mas  horrible?  Apenes  una 
•ida  de  tantas  quedó, 
Que  no  sea  ageókando, 
Sino  sola  una  mujer, 
Cuyo  traje  muestra  ser 
Sacerdotisa  que ,  dando- 
Voces,  k  un  cadáver  vf 
Que  te  abrasa. 

CMICLBA. 

t  Luces  beBaa,. 
Cielo ,  sol ,  luna  y  estrellas, 

Tened  lástima  de  mi, 

|  Que  desde  la  primer  cuna, 


Que  aun  no  llegué  á  merecer. 
Nací  solo  para  ser 
Estrago  de  la  fortuna ! 

TCÁGEircs. 
No ,  no  llores,  Cariclea ; 

Que  no  hav ,  aunque  está  mf  vida 
Postrada  auna  y  otra  herida , 
Ninguna  que  mortal  sea 
Mas  que  tu  voz.  Proseguir 
No  puedo,  no  puedo  hablar. 
¡Mi  bien,  adiós! 

¡Que  aun  negar 
Me  quiere  el  nado  el  gemir  t 
Pero  no  se  alabará 
i  Ay  infelix !  que  quedé 
Viva ;  que  apenas  veré 
Que  el  postrero  «Tentó  da 
Su  vida ,  aunque  en  mi  temer 
Ya  cualquiera  ea  et  postrer*, 
Cuando  con  tu  saeta**  acera 
Sepa  yo..f 

(Toma  el  puñal  fia  Teágeues,  y  ai  ir  d 
herirse,  llega  Tíamis  y  aúllasele* 
quedándose  con  él.)  " 

TÍAUIS. 

Tente,  mujer... 

Si  no  et  que  agravio  te  be  becbo ; 

8ue  tu  traje  v  tu  beldad 
as  parece  o>  deidad; 
Bien  que  deidad  y  despecho 
Implica  contradicción. 

CAaiCLEA. 

También  ttf  hábito  y  lenguaje , 
Pues  no  es  tu  acciou  dése  traje, 
O  ese  traje  de  tu  acción, 

¿Cómo?  '. 

CAHICLEA. 

Como  dice  horror 
Tu  vista ,  tu  acción  piedad. 
Mas  no ,  todo  eres  crueldad  :  1 

Porque  ¿qué  crueldad  mavor 
Que  quitarle  á  un  desdichado 
hl  instrumento  con  que 
Fin  á  sus  desdichas  dé? 

TÍAUIS. 

Por  mas  que  el  verte  me  ha  dado , 
No  sin  causa ,  horror ,  espero 
Que  te  asegures  de  mí; 
Que  aunque  es  verdad  que  naci 
Para  ser  asombro  fiero  , 

Deste monté,  eres  mujer.    '*  i 

Y  eilas  de  mis  iras  son      '"       '     . 
Privilegiada  excepción.      '        '     ', 

casi  cuba. 
Pues  ti  algo  te  be  de  deber, 
Sea ,  ya  que  un  humano 
Estas,  que  á  ese  lastimoso    • 
Juren  valgas. 

TÍAUIS. 

¿Es  tu  esposo? 
caaicucA. 
No ,  señor,  sino  mi  hermano. 
(Ap.  Esto  es  quitarle,  en  crueldad 
Tan  grande  como  en  éf  Hdia . 
El  objeto  de  la  envfdfa , 
Por  darle  el  de  la  piedad.) 

TÍAUIS, 

De  albricias  de  que  lo  sea , 
No  sé  lo  que  hubiera  dado.— 
A  ese  jorco  desdichado 

(A  ka  handeleroe.) 
Llevad,  adonde  te  vea 
En  mi  albergue  y  en  mi  tocho 
Curar. 

ffUatJOTES. 

Yo  le  aplicaré 


10b 


COMEDIAS  DE  DON  PEDIO  CALDERÓN  DE  LA  BARGA. 


Aquellas  yerbas ,  que  fié 
Que  tantas  veces  han  hecho 
Milagros. 

CAftlCLBA. 

Esa  piedad 
¿Con  qué  os  pagaré,  soldado? 
Solamente  me  na  quedado 
Este  anillo,  ese  tomad. 

tUmis* 

Ya  que  es  de  otro  t  bien  podré 
Feriarle  yo  á  este  bolsillo ; 
Que  no  ha  de  ser  de  «otro ,  anillo , 
Señora,  que  tuyo  fué. 
(Da  el  bohiUo  á  Termútet.  y  quéiase 
con  la  iortija.) 

TE*MÚTES. 

Fia ,  que  presto  recito 
Salad. 

(Uevm  átaágeuat.) 

tíauis»  (A  Cmiüaa.) 

¿Donde  vas  tu?  Espera. 

¿AK1CLEA. 

A  morir  adonde  él  muera  9 
O  á  vivir  adonde  él  viva. 

TÍAM1S.    , 

Seguro  va ,  y  cuando  yo 
Tu  pena  Intento  aliviar > 
No  ñas  de  querer  tu  ajámenla* 
La  mía,  siu  ver  que  no 
Es  bien  dejarme  üudanuo 
De  tanto  estrago  funesto 
La  causa.  Qué  na  sido  ésto» . 

Y  quién  eres,  sepa. 

CAE1CLEA. 

Guando 
Te  quiera  en  eso  servir. 
No  sé  ¡ ay  de  mil  si  podré. 
(Ap.  Y  es  verdad ,  porque  no  sé 
Lo  que  tengo  de  decir 
Déste  traje  9  ni  el  intento 
Con  que  navegaba  asi , 
Ni  quién  soy.) 

TÍAMI8. 

¿No  empiesas? 

CARICLSA. 

Si; 
Mas  deja  que  cobre  aliento. 
En  Tesalia ,  de  Diana 
Desde  mis  años  primeros 
Sacerdotisa  viví, 
Votando  á  su  casto  ejemplo 
La  purexa  de  sus  ninfas. 
Mi  padre,  con  otro  acuerdo, 
Darme  esposo  pretendió ; 

Y  como  la  que  baya  hecho 
Voto  A  la  diosa  no  puede 
Admitirle ,  si  primero , 
En  dispensado»  4et  voto. 
Los  sacros  adornos  puestos» 
A  Efeso  no  peregrina , 

En  cuyo  príooipal  templo, 
Depuestas  las  vestiduras, 
Se  tas  consagra,,  pidiendo    . 
Licencia  para  otro  estado* 
Dispuso  mi  padre  9  atento 
A  cumplir  la  ceremonia. 
Que  me  embarcase  en  sus  pueril, 
De  mi  hermano  acompañada. 
Apenas  pues  el  estrecho. 
Desembocamos  del  Ponto, 
Cuando  un  cosario  soberbio, 
Que ,  bandido  deaos  mares , 
Sus  golfos  ftifasia  <Ap.  Esto 
Solo  ¡cielos!  es  verdad:    > 
:0b ,  nunca  llegara  á  eerloi ), 
Dio  con  nosotros  :  de  suerte , 
Que  ganado  el  harioveato, 
Sotaventados  nos  pudo 


Abordar,  en  cuyo  encuentro, 
Aunque  volvió  rechazado 
Alguna  vez,  pudo  fiero 
Entrar  el  bajel ,  de  donde 
Pasando  al  suyo,  primero 
La  gente  y  después  la  ropa. 
Dio  al  ya  saqueado  un  barreno , 
Por  no  dividir  en  dos 
Marinaje  y  bastimento. 
Con  la  presa  pues  ufano, 
Festejar  quiso  contento 
A  sus  soldados  la  dicha ; 

Y  asi ,  a  esta  playa ,  venciendo 
Las  siete  bocas  del  Nllo , 
Arribo,  en  cuyo  desierto 
Mandó  que  á  tierra  sacasen 
Viandas  y  mesas,  haciende 
De  los  hurlado*  tesoros 
Propios  desvanecioaieutos. 

A  su  lado  me  sentó, 

Y  cuando  ya  casi  ajenos 
De  si  el  vino  los  tenia 

(¡Oh  hechizo  que  gana  afectos ! ) ; 

t  Ya  sabéis ,  dijo,  soldados , 

Que  cuanto  se  adquiere  es  vuestro  i 

Y  asi  del  tesoro  de  bey 
Llenad  mallos  y  desees, 
Como  á  mi  me  dejéis  sola 
Esta  deidad  para  dueño, 
Con  quien ,  para  celebrar 
Hoy  mis  bodas,  he  dispuesto 
Este  real  banquete. »  Yo, 
Cuyo  honor  y  cuyo  riesgo    . 
A  cuenta  de  Diana  corre , 

A  ella  acudi.  ¿Cuándo  el  ciclo 
Desfavorece  su  causa  ? 
Díganlo,  en  mi  amparo  puestos 
Todos  los  dioses,  tomando 
Por  no  pensado  instrumento     • 
La  voz  de  un  capitán ,  que 
DQo :  i  Ya  sabéis  que  es  fúer« 
Entre  nosotros,  qué  baya 
De  escoger  de  los  trofeos 
El  que  quisiere  el  soldado 

S)ue ,  abordando,  entre  el  primero 
En  el  apresado  vaso ; 

Y  habiendo  yo  sido,  es  cierto 
Que  a  mi  la  elección  me  toca, 

Y  A  todos  la  del  derecho 

De  que  el  fuero  se  nos  cumpla* 
—  En  vano  seré  fu  intento, » , 
Replicó.  Con  que  de  una 
En  otra  razón,  vinieron 
Tan  á  las  manos,  que  unos 
De  parte  del  arráez  puestos  t 
De  parte  otros  del  soldado, 
Tan  gran  batalla  se  dieron  , 
Que,  como  ves,  no  escapó 
Alguno  de  herido  ó  muerto, 
Hasta  mi  hermano,  que  quiso 
Ponerse  neutra?  en  medio. 
La  gente  de  mar  entonces , 
Gozando  á  trauce  revuelto 
La  ocasión  de  hacerse  suyos, 
Se  hicieron  al  mar  diciendo... 
(Toban  cajas  dentro.) 


Soldados  ,  y  luego,  JEBNON.-r-  Dicaoa. 

soldados.  (Demro.)      -    - 
¡Arma ,  arma!  ¡Guerra,  guerra! 

r    TÍAUtS, 

No  prosigas.—  Ve4  qué  es.  eso, 
(Sale  Jebnoaj     .  ■ 


,  Habiendo,  señor,  Negado 
4  A  tu  hermano  un  extranjero* 
!  Y  dicho  que  una  mujer 
•  A  quien  injurias  det  tiempo 


A  estos  montes  derrotaron 

(Ap.  Quién  es  calle,  pues  con  esto 

Le  obligo  á  que  me  halle  á  Tisbe), 

Es  deidad  de  tanto  aprecio, 

Que  como  le  dé  palabra 

De  |K>nerla  en  salvamento, 

Libre  de  tus  opresiones, 

Le  prestarla  dineros , 

Con  que  pagando  la  gente,  . 

Pudiese,  venir  resuelto 

Contra  ti ;  y  habiendo  ¿I 

Aceptadole  el  concierto 

De  ñoñería  en  libertad, .. 

Y  dársela,  los  dos...  Pero 

¿Para  qué  mi  voz  lo  dice ♦    . 

SI  antes  lo  dice  ese  estruendo?    • 

soldados.  (Dentro.) 
¡Arma ,  arma !  \  Guerra ,  guerra ! 

tíaJps. 
Mujer  en  mi  poder  ¡  cielos ! 
Que  ponga  en  tanto  cuidado. 
Que  obligue  a  hacer  ese  esfumo, 
¿Quién  puede  ser  sino  tú, 
Pues  aqui  no  hay  mas  sugeto 
De  estimación  y  codicia? 
Alguno  de  los  que  huyeron , 
Sacó  del  pasado  robo 
Joyas,  siu  duda,  y  dineros,   > 
Con  que  hizo,  al  ver  une  quedabas 
En  mi  poder,  el  empeño 
De  volver  por  ti.. 

CABiCLKA.  {Ap.) 

Su  enojo 
Faltaba  á  mis  sentimientos. 

soldados.  (Dentro.) 
I  ¡Arma,  arma!  .  . 


EME*  A  XV* 

PETOSÍRIS.  —  tocaos. 

motAmá.(tkntro.) 

Todo  et  monte 
Sitiad  :  no  escapen  huyendo. 

v4ams. 
Haz,  Termo  tés,  que  la  gente 
Vaya  ocupando  los  puestos 
De  todas  las  eminencias 
Y  pasos,  mientras  prevengo 
Yo  una  diligencia,  fio 
Se  han  de  alabar  que  vinieron 
Por  ella ,  y  <que  la  llevara*. 

iiaaulius»  {Ap.) 
Laqueyoeteevididatefijgo, 
No  será ,  pero  tampoco 
La  has  de  bailar:  que  pura  oso 
Servirá  tener  la  doble 
De  la  cueva.  *.  (Vest.) 

tUum.  (A  Jebuen.) 

Ye  con  ellos 
Al  puesto  que  te  tocare. 

Jsanojf. 
Si  haré.  (Ap.  Y  looaráflM  ti  puesto 
De  acechar,  entre  estas  ramas 
Escondido  y  encubierto, 
Dónde  lleva  esta  mujer;. 
Pues  vendré  k  saber  con  eso, 
Dónde  se  guardan  las  otras. 

(Escóndese.) 

tíabis.  (A  Carielea.) 
Ven  tú  conmigo,  .  ■■ 

CADJCtgA. 

'  Si  el  ruego, 
Si  el  llanto... 

TÍAMIS. 

Nada  me  digas. 


LOS  HIJOS  PE  U  FORTUNA*  TEAfiSNBS  Y  CARJCLBA. 


101 


CASICLEA. 

Coa  ni  bermauo... 

tIahis. 
Vea. 


Se  duela  de  mi! 


¡El  del* 


ibais.  (Aa«) 

No  sé 
Qué  amor  ti  mirarla  engendro; 
Qoe  viendo  por  una  parte 
fine  cosió  á  un  amarice  afecto 
Tantas  vidas,  y  por  otra 
Que  hace  «mongo  lo  ntesmo,    ' 
fríes  por  ella  está  mi  gente; 
Ka  mucha  peHgro,  temo 
Que  lo  qoe  empezaba  amor, 
Acabe  aborrecimiento.  ( V*nu.) 


JEBNON*  mirando  hdda  dentro;  deo~ 
pue$9  soldados,  PETOSIRIS.  TlAr 
MI$,NAtJS!CLES. 

JKBKOK. 

Con  ella  á  lo  mas  inculto 
Del  monta  entra ,  donde  abriendo» 
Funesta  boca  una  pena , 
Que  lacü  se  mueve ,  dentro 
La  deja,  y  vuelve  a  cerrarla» 
Partiendo  á  impedir  resuelto- 
La  Invasión  de  la  montaña 
A  los  qoe  ya  van  sabiendo* 

unos.  (Dentro.)  •     • 
¡A  la  cumbre ! 

\  Ea*  soldados  ,. 
Que  boj  el  dia  ba  de  ser  nuestro^  . 

TÍAMIS.  (0*0***.) 

No  será  sino  de  quien  .  / 

Castigue  tu  atrevimiento. 

tonos. 
¡Arma»  arma!  ¡Guerra,  guerra!: 

(Cejas.) 


¡Buena  va  la  fiesta !  pero 
río  para  los  que  han  venid»; 
Porque  como  en  descubierto 
Suben  la  faMn  ,  y  los  otro» 
Detras  de  las  matas  puesto» 
Los  esperas,  á  sus  cargas 
Les  nacen  volver  boyando*  • 
pbtosíbís.  (Dentro.) 
Pues  la  malean  del  menta 
El  mayor  padrastro  es  nuestro 

Y  mayor  defensa  suya. 
Volvámosla  contra  eflos 
Poniendo  fuego  á  sus  troncos» 
Coa  que  los  obligaremos 

A  salar  ala  campaña, 
O  á  vene  abrasados  dentro. 
UAusicLBS.  (Dentro.) 
Dieesbiea ,  el  monte  arda, 

Y  Mueles  el  Incendio. 

JEHVON. 

Como  dispuesta  materia 
Son  brotas  y  ramos  secos, 
Ea  un  matante  la  llama 


tíahis.  {Dentro.) 
|Ab  cobardes,  que  viendo 
Que  para  mi  el  orbe  es  poco, 
Ge  valéis  de  otro  elemento! 
unos.  (Dentro.) 
iQueaie  abogo! 

oraos.  {Dentro.) 
¡Que me  abraso t 


pKTosíAis.  (Dentro.) 
¡Arda  lodo! 

TOSOS  LOS  SOLDADOS. 

¡  Fuego,  fuego ! 

EKENAXVn 

TEAGENE&  —  JEBNOtf;  soldados, 
NAUS1CLB8  T  TUMIS,  dentro. 

Habiendo,  aunque  mal  curado. 
Cobrado  el  perdido  aliento» 

Sue  la  derramada  sangre , 
,    as  que  de  la  herida  el  riesgo > . 
Ocasionó  en  el  desmayo 

2ue  ya  me  iozgaba  muerto  : 
tanto  escándalo,'  ¿  cómo 
Dejar  de  esforzarme  puedo 
En  busca  de  Caridea? 
(U  cafa.) 

Aqueste  soldado,  piensa 
Que  tiene  mi  mismo  humor, 
Pues  tiene  mi  mismo  miedo» 
Y  al  cuartel  de  la  salud 
Se  viene. 

Decidme,  os  ruego* 
Si  por  extranjero -es. 
Posible  que  ikfo  as  merezco» 
Una  mujer...  Has  ¡qué miWií 
¿EsteuoesJebuop.i     . 

jebkoi».  . 
i  Qué  veo-í 
(La  caja.) 
¡.Señor,  tú  áquif  ¿coma? . 

TKÁCEXES. 

Es 
Muy  largo  para  aboraeae.  ' 
Dime ,  ya  que  par  mi  (tteha 
En  esta  parte  te  encuentro, 
Si  una  extranjera  hermosura , 
Que ,  sacros  adornos  puestos  » 
Aquí  arrojó  el  mar,  has  vintcti 

jkbwoh. 
Si ;  por  señas-  que  en  el  antro 
De  una  gruta  está  escondida. 

TCÁGfclYKS. 

Llévame  á  buscarla,   i 

¿«ases. 
..  Eso, 
No  es  fácil ;  porque  las  llama» 
Alimentadas  del  viento, 

(La  caja.) 
Nos  tienen  cerrado  el  paso. 

TEAGESES.' 

Si  el  volcan,  si  el  Moogibelo» 
Si  el  Vesubio  se  opusieran, 
Entrara  por  todos  ellos. 

jaspón. 
Yo  no ;  pero  ven  conmigo ; 
Que  hacia  aquella  parte  creo» 
Ya  del  incendio  ulada , 
Que  habrá  paso. 

TtAaixts. 
Vamos  presto.  ( y  ame.) 
soldados.  (Dentro*) 
¡A  la  laguna  á  ampararnos ! 
pktosíbis.  (Dentro.) 
¡Aellos,Nausic4es! 

haosícles»  (Dentro.) 
¡A  ellos, 
(la  caja.) 
Une  ya  van  huyendo  al  agua ! 

fáuus.  (Dentro.) 
Ya  que  vida  y  bañar  pierdo, 
No  han  da  lograr  su  esperan/a. 


Una  grata. 


I 


ESCENA  XVIII. 

CARICLEA  r  TI&&E,  cada  una  por  su 
lédot  $in  verte. 

camclea.  (Para  */.) 
¿Quién  créra  ¡  piadosos  cielos ! 
Quesea  yolascpuHada, 
Siendo  Teágeues  el  muerta? '  '     '  • ; 
Pues  no  dudo  que  con  él 
Sañudo  se  muestre  y  fiero 
Quien  tanto  lo  fué  comulgo, 
Que  en  el  pálido  bostezo  i 

Desta  gruta  me  encerrase. 

usuiu:(Ap.) 
DQome  que  volvia  luego 
Termu4e»porml,yya  tarda; 
Y  asi  á  buscar  vuelvo  á  tiento 
La  entrada  da  aquesta  cueva , 
Ya  que  el  resquicio  pequeña 
De  una  claraboya  que 
En  lo  alto  está  entreabierto* 
Por  si  era  salida  v  o*a  hizo 
Retirar  deba. 

casiclea.  (Ají.) 

Allí  veo 
Breve  lux  y  mal  dispensada 
De  una  quiebra  :  ver  intento 
Si  es  salida.  (Vo*g 

«  • 

ESCENA  iJOX 

TUMIS,  ae+iemlo  la  p*é*±-+7i&h& 

Tfeuts; 

(Aa. 'Púas  *e  vate 
Contra  mi  de  tanta  fuego.  ■•• 
Que  en  Binas  da  Iwma^  tramo 
Queda  todo  el  maute  ardiendo,    * 
Válgame  cootraeHos  yo  « 
Be  otro  horror,  j  Vivan  las  délos , 

Se  no  bao  de  lograr  al  fin* 
e  en  tanta  ruina  me  ha  puesta! ) 
¡Ab  divina  tcsauaaat 


\Ap.  Ruido  bácia  esu  parte  siento,   „ 
Ypor  mis  senas  me  nombran.) 
¿Eres  tú? 

Tkms.  ' 

¿Quién  podia  serlo. 
Sino  yo?  ¿Donde      '  ' 


{ 


Donde 
He  dejaste. 

tüant. 

tía  la  encuentre. 

TISBI. 

Aquí  estoy,  llega  á  mis  brazos. 

TÍAUtS. 

Para  darte  muerte  en  ellos 
Será,  coa  el  puñal  mismo 

Kie  antes  quité  de  tu  pecho, 
rque  no  me  acuses,  pues 
Lo  que  te  quité  te  vuelvo. 
Muere  á  mi  mano.  (Hiérela.) 

tiste 
¡Ay  de  mi! 
{Coa  TUbe  d  la  boca  de  la  cueva,  u 
Tiamie  deja  caer  el  puñal.) 
tíahis. 
Ahora  llámeme  el  tiempo 
El  mas  cruel ,  mas  tirano, 
Mas  bárbaro,  mas  sangriento 
De  los  hombres ;  que  no  importa, 
81  consigo,  por  lo  menos , 
Quebrar  á  todos  loa  ojos 
De  una  vez,  á  cuyo  afecto, 


. » , 


103 


COMEDIAS  DE  OÓH  PBDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Porque  aun  muerta  tío  la  lleven  ,  I  Acción ,  pues  dice  que  muerto 

La  bóveda  a  cerrar  vuelvo.  '  De  sus  heridas,  me  viene 

(Vate,  cerrando  la  peña.)  [  A  buscar. 

teagenes. 

ESCENA  XX. 


NAUSICLES  t  PETOSIR1S ,    dentro; 
después,  TEAGENES  t  JEBNUN. 

NAUSICLES. 

Esta  es  la  parle  por  donde 
Tiamis  escapo  huyendo. 

petosíris. 
Seguid  su  alcance ,  y  ninguno 
Le  mate  ,•  si  prisionero 
Le  puede  hacer; 

jebnon.  (Dentro.) 
Pues  que  van 
Allí  á  Tiamis  siguiendo , 

Y  esta  esto  cueva,  ¿  qué  aguardas? 
Entra. 

.   TEÁ6CHES.  (DflSfr*.) 

Que  traigas ,  te  ruego, 
Dése  encendido  cañizo 
Uu  hachón. 

jtonom. 

Ya  aquí  le  tengo. 
{Salen,  entreabriendo  la  peña,  Teage- 
nes y  Jetmon ;  este  con  una  hacha  en- 
cendida ,  cubierta  de  yerba.) 
Entra.  —  Mas  ¡  ay  ¡«felice ! 
{Tropieza  Jebnon  en  Tisbe,  cae,  y 
mata  la  luz.) 

'      TEAGENES. 

La  toa,  tropezando,  has  muerto. 

ISWOJI* 

No  es  lo  peor*  sino*q«euw 
En  un  cadáver  l  reptas*  i 
De  mujer*  y  W  pavesas 
Mal  vivas  me  están  diciendo 
Que  á  matarla  ,1a  encerré' 
Aquel  tirano  soberbio. 
Muerta  es ,  Teagenes ,  uv  dama 
Que  trascas,        .    . 

TEA6CXB*.     •  > 

¿  Qué  mucho  ¡  ay  cielos ! 
Que  muera,  Jebnon,  tu  lux, 
Si  la  lúa  del  sol  ba  muerto? 

JEDRON. ' 

Por  otra  iré  para  ver 
Si  es  ilusión. 

TEÁGJSftES. 

¡Oh  qué  necio 
Estas !  ¿Es  desdicha  mia , 

Y  habla  de  dejar  de  serlo  ?  —• 
¡  Cariclea  f  dulce  esposa ! 


(y***) 


CARICLEA.  -  TEAGENES. 

CARICLEA.,  (Ap.) 

La  opaca  lumbrera  viendo* 
Respiración  deslé  asombro, 
Mi  nombre  oi.  Si  no  es  del  miedo 
Fantasía ,  ser  juzgara 
Teagenes. 

teágf.nes. 
¡  Hermoso  due&o ! 
Dulce  esposa !  Prenda  amada! 
Bella  Cariclea ! 

CARICLEA.  (Án.) 

■    El  es  «cierto. 

TEAGENES. 

No  me  acusen  tus  desdichas, 

Sue,  mal  herido  y  muriendo, 
e  olvidé  de  ti,  pues  a  esla 
Prisión  a  buscarte  vengo. 

CARICLEA.  {Ap.) 

Ya  no  le  queda  á  la  duda 


Divino  cielo 
Eclipsado,  donde  quiera 
Que  estés,  oye  mia  lamento*» 

CAR1CLBA. 

(Ap.  Su  espíritu  es.  ¡Oh  qué  mal 
A  responderle  me  alienta  I ) 
Ya ,  Teagenes ,  los  oigo ; 
Mas  no  me  aflijas  con  ellos,    , 
Déjame  morir ,  stn  qué 
Aumenten  mis  sentimientos 
Tus  tristes  voces. 

TEÁ6ENES. 

¿Qué  escucho? 
¿AIU  la  voz  y  aquí  el  cuerpo?    • 
Sin  duda  el  alma  do  se  halla 
Fuera  del.  Mas  si  era  cielo, 
Y  es  centro  el  cielo  del  alma , 
¿Qué  mucho?  Vendrá  á  su  centro. 
¡Cariclea ,  esposa  mia ! 

CARICLEA, 

¡Teagenes ,  mi  amado  dueño! 

TSÁGBNE*. 

Mi  llanto  oye. 

.     CARfCLEA. 

Ya  te  hé  dicho' 
Qne  no  me  aflijas ;  y  puesto 
Que  mas  muerta  estoy  que  tn, 
¿Qué  me  quieres? 

TEAGENES. 

Que  te  quiero, 
Aon  mas  allá  del  morir, 
Entiende. 

CARICLEA. 

Yayo  lo  entiendo. 
Mas  vete  en  pat ,  no  me  afleas 
Otra  vez. 

TEAGENES. 

¡Oh  si  el  Mionto 
Pudiera  abrazar!  {Ásela  de  les  brazas:) 


JEBNON  •  con  un  hachen.  —  Dichos. 

los  ROÍ. 
¿Quién  dio... 

CARICLEA. 

Cuerpo  al  alma  ? 

TEAGENES. 

Al  aire  cuerpo  ? 

CARICLEA. 

¡Qué  asombro! 

TEAGENES, 

¡Qué  confusión! 

JEBROJt. 

Aqui  está  la  luz. 

LOS  DOS. 

¿Qué  es  esto? 

CARICLEA. 

¿  Si  es  i  lusion  del  temor? 

TEAGENES. 

¿Si  es  delirio  del  deseo? 

CARICLEA. 

¡Teagenes  l 

TEAGBREi. 

¡Cariclea! 

CARICLEA. 

¿Que  estás  vivo? 

TEAGEKES. 

¿Que  no  bu  muerto? 

CARICLEA. 

Pues  vive  tú  ?  y  vengan  peaasv 


TEÍGENES. 

Vive  tú,  y  vengan  tormentos.— 

Jebnon ,  pues  toda  mi  dicha 

Fué  el  hallarte  aqui ,  ¿  qué  haremos? 


Salir  de  aqui ;  que  según 
Oi,  Tiamis  va  huyendo, 
E  importa  que  Petosíris 
Os  halle  sus  prisioneros. 

TEAGENES. 

Dices  bien,  de  aqui  salgamos. 

JEBNON. 

Salgamos.  Mas  ¡  ay  inmenso 
Baco,  si  no  dios  divino, 
De -vino  dios! 

CARICLEA.    • 

¿Qué  ha  sido  eso? 

TEAGENES. 

¿En  qué  reparas  atora?  , 

JEBNON.     . 

En  que  si  algo  te  debo, 
Si  algo  te  sobró  del  llanto, 
Queme  lo  prestes,  te  ruego, 
Para  llorar  á  mi  Tisbe.— 
¿Cómo  encarecerte  puedo; 
Dulce  esposa ,  prenda  amada, 
El  gran  gusto  que  me  has  hecho 
En  que  te  halle  muerta ,  pues 
Me  desocupas  de  celos ' 
Y  cuidados  de  buscarte? 

■  TEAGttftRS. 

No  tu  pena»..  Gente  siento. 
Retírate ,  Carielea. 


TERMUTBS,  y  después ,  P&TOSJEUS. 

NAUSICLES  t  soldados.— Dichos. 

TERntfTES. 

A  costa  de  quedar  preso, 
De  donde  á  Tisbe  dejé 
La  be  de  sacar.  Mas  ¡  qué  veo! 
¡  Ella  muerta,  y  gente  aquí ! 
Acudid  todos  corriendo ; 
Que  están  robando  el  lesoro 
De  Tiamis. 

r*?osírjs.  {Dentro.) 
¿Qué  es  aquesto? 
NAoaácLRS.  {Bentrb.) 

En  una  grata  un  soldado 
Voces  da. 

{Salen  Petoetris,  Ifaus(cfésysdMffdos) 

PETOSÍRIS. 

Entrad  todos  aeníro. ' 
¿Quién  es  quien  aqui  se  oculta? 

TEAGENES, 

Infelices  extranjeros, 

A  quien  Tiamis  tenia 

En  el  calabozo  presos  .       t    , 

De  aquesta  obscura  prisión^ 

TEMtrrBs. 
Es  engaño  :  aqui  encubierto. 
De  Tiamis  el  tesoro 
Está,  y  á  robarle  esos , 
Entraron ;  y  á  esa  mujer. 
Porque  no  hablara ,  la  dieron 
Muerte. 

LOS  DOS. 

Señor,  yo... 

PETOSÍRtS. 

No  mas 
¿Quien  a  ésta  mujer  ha  muerto? 

LOS  nos. 
No  lo  sabemos. 

NAUSÍCLES. 

¿Qué  miro? 
Tisbe  ¿no  es  esta? 


<  >.  > 


Prendedlos, 
Hasta  que  teta  crueldad 
El  delito  examinemos. 

•     CAWCIAA. 

¡Qué  poca  edad  tiene  va  gozo! 

TBAGtfRtS.     > 

i  Qué  poco  vive  un  contento  ? 
(Préñenlos.  y Nausiete*  quítale  api- 
>M  á  Tedgestcs.) 

.  jEaqoíf. 
¿Por  qué  &  mi  me  bari  de  prender!  ' 
Tu  soldado  «oy  siguiendo 
A  este  bandido  entré  yo. ' 

peyo&íkis'. 
Después  lo  averiguaremos.  '"  r 

¿Qué  hay  que  averiguar,  si  el  mismo 
Pañal ,  que  está  auuí  sangriento, 
En  labor,  metal  y  Turma 
Conviene  con  el  acero 
Que  á  él  le  quicé? 

teacexes.  (Ap.j 

;  Quién,  creyera .  . 
Une  fuera  mi  puñal  mesmo 
El  que  a  esta  mujer  matara  J 

petosíws. 
Retirad  á  ese  funesto        ■ 
Asombro,  y  esos  soldados 
Con  los  demás  prisioneros 
Lie? ad ,  y  homicidio  y  robo 
Paguen.— Tú,  prodjgio  bello , 
¿Quién  eres?  (ACaricüa,) 

CARtCLEA. 

.  tina  infeliz, 

A  quien  Tfamis  ba  puesto 
En  esta  opresión.      •  - 

HAtJSÍCLtS.^ 

(dp.  Pues,lTisbe 
Muerta ,  una  aunarte»  pierdo, 
No  pierda  otra  easuheJteosure.)  •■- 
La  esclava  es  por  <quien  yo  vengo. 

CARICLEA.       ' 

¿Yo  esclava? 

mosísis. 
M...  Porque  no  baya, 

¡í,é5¡raVoy  e»«eg»inileBto 

fe  TJamis,  sogueóte 

Que  embarace  el  cumplimiento 

De  mi  palabra .  ya  es  tuya*,      (Ffftd,) 

„  "  RAUSÍCLES.     . 

Ven  conmigo. 

TEAGEjfES. 

Hermoso  dueño... 

Duke  esposo..!**1  C^ 
teAgehss. 
.  A  morir  voy. 

-     .     .  ,  CARICLEA. 

U  é  vivir  esclava. 

U>*  DOS, 

o  .._*  ti.  íCletos!   ' 

¿Habrá  hijos  de  la  fortuna 
Que  mas  convengan  cu»  atrio  I 


JORNADA  TERCERA, 

Bataie. 

EhxaoiA  ptammA. 

ADMBTA,  damas. 

asusta. 
¿En  qué  el  horroroso  estruendo 
De  anuas ,  inceodioB  y  voces , 


E8CEXA  H. 

PETOSUNS  t  soldasos .que  ira**  are- 
«w  d JEAGENfiS.  J¿&NON,y  étree. 
—  ADMBTAvuauas. 

HETOSfaiS. 

Dame  mil  veces  las  plantas. 

Porque  con  ellas  corones 

Esta  pequeña  victoria , 

Ensayo  de  otras* mayores , 

Que  espero  que  en  tu  servicio 

Mi  fe  y  mi  ventura  logren 

En  las  lides  que  le  aguardan 

De  los  fieros  moradores 

De  Etiopia;  bien  que  menos 

Haré  en  tu  servicio  entonces , 

Pues  menos  sera  vencer 

Unos  bárbaros  feroces ,' ' 

Que  un  hermano,  en  quien  mí  honor, 

La  dignidad  antepone  - 

A  la  sangre. 

amista. 
.Nunca  menos 
De  vuestras  obligaciones 
Esperé.  ¿  Viene  entre  esos     . 
Bandidos  viles  f  ^dojres, 
TiamisT 

PETOSiajS...  .         .   / 

8ola  esa  dicha  ;,  t 

No  lograron  mis  blasones. 
A  la  laguna  arrojado 
Huyó,  donde  un  barco  .'pobre,  ,     . 
De  velas  y  remos ,  poeto  ' 

Darle  escape.  Has  .no  ignores 
Que  luego  que  de  las  muertas 
Aguas  deje  el  fago,  y  tome 
Las  vivas  aguas  del  Nf lo,  '     ' 

En  sus  corrientes  zozobre , 
Pues  no  podrá  contrastarlas 
Fusta  de  tan  poco  norte. 
A  la  gruta,  en  que  tenia' 
Su  gran  tesoro,  dispone 
Mi  atención  que  en  salvaguardia 
Quede  una  escuadra,  con  orden 
Que  hasta  que  se  entreguen  dé! 
Tus  ministros ,  no  le  roben, ' 
Escarmentado  de  ver 

Íue  quiso  hacerlo  ese  joven , 
compahado  de  esotro, 
De  quien  hay  bastante  fnfbruie 

8ue,  engañando  á  los  dos ,  era 
e  Tianito  espía  doble  : 
A  cuyo  fin  cometieron 
Un  delito  tan  enorme , 
Como  dar  á  una  infelice 
Mujer  muerte,  porque  voces 
No  diera  :  de-  que  testigo 
Es  el  portal  de  su  estoque , 
Que  sangriento  quiso  el  cielo 
Que  junio  al  cuerpo  se  tope. 

ADMETA. 

i  Pues  qué  esperáis  ya  ?  Que  ai  pié 
De  un  tronco  les  den  garrote» 


Por  lo  breve  del  despacho, 
Lo  áspero  perdono. 

tkaoemss.  (Ap.) 

¡Dioses! 
La  falta  de  mi  fortuna 
Bien  mis  hados  reconocen. 
¡Ay  perdida  Cari  dea !    . 


Llevadlos. 


LOS  HUjQS  DE  LA  FORTUNA,  TEAGBNBK  Y  CARICLEA. 

Que  toda  la  noche  olmos 
Desotra  parte  del  monte, 
Parado  habrá? 

DAMA  i.» 

Tai  1a  duda 
Los  formados  escuadrones, 
Que  de  la  cumbre  descienden , 
De  mas  cerca  te  rasponeen.  , 


103 


AOUETA. 


jesuorv 

Hé  son*, señores, 
Lo  que  se  saca  de  que 
Un  criado  á  su  amo  tope 
Descarriado. 


CARICLEA,  ÜAUSICLES.  ~  Díanos. 

•  CAMCLEA.  (DlftJr*.) 

Esperad, 
No  los  llevéis. 

NAOSícLES.  (Dentro.) 

Aunque  corres 
Veloz,  imposible  es  que  buyas. 

AJMETA» 

Aguardad,  y  ved  qué  voces 

Son  estas.  -  • 

( Salen  luck**4o  Corioléo  f***sfcle$.) 

CARICLEA.  ' 

Mas  lo  será 
Que  tú,  tirano,  me  estorbes     , 
Que  defendida  de  ti  * 
A  estas  plantas  no  rae  arroje. 

a»meta. 
¡  Extraña  mujer ,  y  extraño 
Traje!— ¿Quién  eres? 

CARICLEA. 

Vida ,  honor  y  ahna  é  esos  pica^       ' 

Segura  que  si  la  oyes, 

Ni  esas  muertes  se  ejecuten , 

Ni  esas  violencias  se  logren. 

KAjstaias. 
Una  esclava  nua,  señor* , 
Es ,  que  con  supsuetoae» 
Falsas ,  después  tque>  en  mi  casa 
La  crié,  entre  estos  horrores 
Hallada ,  negar  pretende 
Que  lo  ea ,  cuando  hay  razones 
Tan  grandes  que  lo  acrediten, 
Como  que ,  porque  Ja  cobre 
Petosmdef  poder 
De  Tiamis,  te  socorre 
Mi  hacienda  de  cuantos  medios 
Hubo  menester,  en  orden 
A  salir  á  la  campana. 

camclka.  (A  Admeta.) 
Porque  sus  enanos  notes, 

Y  veas  que  quien  te  engaña 
En  esto ,  en  todo  supone 
Engañarte,  una  experiencia 
A  mi  verdad  acrisole , 

Y  su  sinrazón  castigue.— 

(Vuelve  aira»  la*  manos,  y  dice  ' 
4  Nautídes.) 
Si  bá  tanto  qué  me  conoces, 

Y  que  soy  esclava  tova, 
Di ,  ¿qué  delecto  disformo 
Es  con  el  que  señalo, 

Entre  otras  imperfeccione»,   . 
El  cielo  mía  mano  mia , 
Haciendo  que  della  sobre 
Uno  de  los  dedos  que 
Añadidamente  torpe 
Creció  á  mas? 

RADSÍCLBS. 

É Ese  defecto* 
.     ,.    .  ora  ignoro? 
ÍAp.  En  la  derecha,  que  huyendo, 
tale  asir,  no  se  conoce 
Tal  defecto :  luego  ea 
La  siniestra.) 

cariclba. 

„  ,.     .    .  ¿No  respondes 
Cuál  es  la  defectuosa? 


tU4 


couBMifASí  de  don  mam  caloebon  4>g  *íA  muga. 


tf40téCLlS. 

La  siniestra. 
Caaiclea.  (Mostrando  las  wumos, 
Iteeonooe 
Sn  traición ,  pues  en  ninguna 
Hay  tal  defecto ;  y  si  esconden 
Alguno,  es  aqueste  negro 
Lunar,  que  aun  nox  supo.  Abone 
Esta  evidente  ^aritaat^ 
A  cuapto  desde  aquf  obro 
*M  verdad/ de  otro»  eogaflos 
Desmintiendo  1»  trajeioites, 
Si  piadosamente  quieres, 
Darme  licencia. 

ADMETA. 
Di. 

CAIUCLEA. 

Oye. 
Hermana  soy  iofettee 
Dése  desdiebado  joven*  •  . 
No  sé  sJ  diga  eti  Tesalia , 
tto  alta  progenie  de  diosea; 
Que  se  nacen  en  las  desdichas 
Sospechosos  los  blasones, 
A  efecto  me  acompañaba 
(Ap.  A  vaterme  ¡ay  de  mí!  torne 
De  aquella  pasada  industria  : 
¡Oh,  el  dele  me  la  mejore! ) 
Al  gran  templo  de  Diana , 
A  deponer  es  sus  nobles 
Aras  estas  ?esdduras 
De  sacerdotisa ,  en  orden 
A  que,  obediente  á  mi  padre, 
CouyugaJ  estado  tome» 

'  TEA08HU.  (Ap.) 

¿  Dónde  fian  ¿  parar  ¡  cietos !    •• 
Tan  bien  ooinpuettas  tíocloties? 

caucas*. 
Dejo  que  iiunsuo  bajel 

Tirano  corsario  abordtt  ;  .   >  •• 
Dejo  que  ú  lograr  la  pma> 
En  Egipto  ponga  d  norte  ;■• 
Dejo  que  a  tierra  soltando  r  . 
Banderizados icueitionett.  • 
Del  y  los,  suyo»  biciestn 
Trágico  teatro  el  bosque  5 . 
Dejo  que  de  su  tragedia 
Herido  mi  hermano  postre  ■ 
Vida ,  alma  y  sentido  1  dejo 
Que  al  verme  yo  en  aOieoioueav 
Tales,  con  su  puibl  mismo  <  •: 
Me  hubiera  muerto,  &i  onióoees, 
Piadosamente  cruel 
Tiamis,  al  dar  el  golpe,      ' , 
No  me  le  quitara  ;  y  voy 
A  que  trocando  temores, 
A  temores,  ansias  á  ansias, 
Penas  á  penas ,  rigores 
A  rigores,  Iras  a  iras . 
Pasaran  nuestras  prisiones 
De  los  bandidos  del  mar 
A  los  piratas  del  monte. 
Arma  tocaron  loe  tuyos, 

Y  oyendo  qne  quien  le  pone 
En  riesgo  es  una  mujer, 
Pensando  sor  ye»  me  esconde 
En  aquella  tenebrosa 
Obscura  pristo»,  adonde 

Mi  hermano  á  buscarme  ftno. 
( :  Oh  nado !  ¿  qué  no  dispone*  ?) 
SI  en  ella  aquella  infeliz 
Muerta  estaba.  4  loo  atroces 
Sañas  de  otro.,  ¿  cuánto  es  mas 
Fuerte  presunción  que  nombres , 
Que  concibieron  las  sañas 

Y  anortaron  los  rencores. 
La  diesen  muerta,  gire  no 
Quien  triste,  extranjero  y  pobre , 
Sin  saber  que  hubiese  allí 

Mas  tesoro  que  terrones , 
Por  instantes  csjlcrabA 


) 


En  si  y  en  mi  el  mismo  golpe? 
El  Indicio  del  puñaU 
Desvanecido  le  borre 
Kl  que  yo  le  dejé  en  manos 
De  Tfami&vdo  que  informen 
Estos  comp»n>roo  suyos : 
Ellos  lo. dign*  á  vnoe»; 

Y  digan  taMbienate» 
Posible  ser  la  qne  ese  hombre 
Buscó  desd*ayereatttyv§. 

Y  cuando  (antas  razones 

A  urtUYitaano  no  le  amparen,    ! 
No  tewaigan-,  no  Je  abonen , 
La  misma  culpa  que  él  tengo; 

Y  asi  un  mismo  lazo  abogue 
Nuestras  gargantas,  si  ya, 
Destas  roñas  ios  honores ,' ' 
Pues  me  desmienten  de  esclava, 
No  me  acreditan  de  noble,. 
Haciendo  qfte  ida  Diedades, 

La  apebclon  nos  otorgue ,  ' 

Y  en  vez  de  míame  dogaí , 
Templado  acero  las  corte*. 

Para  que  siquiera  digan  (tp  rodillas.) 
Nuestros  trágicos  padrones : 
•  Aquí  yacen  do4  hermanos , 
De  infelices ,  do  de  enorme*.* 

¿META, 

Alza  del  suelo ;  que  cnanto 
No  tuvieran  tus  pasfones 
En  el  primer  fundamento 
Tan  vencidos  los  errores 
De  quien  quiso  hacerte  esclava , 
El  ver  que  osada  antepones 
El  pundonor  I  la  Vida, 
En  obligación  me  pone 
De  creer  tu  ilustre  sangre ; 

Y  asi ,  porque  nadie  toque 
En  si  hice  0  no  hice  Justicia , 
Quiero  que  tu  hermano  goce 
La  inmunidad  de  que  el  reo , 
Que  vio  á  su  rey,  se  perdone. 

teaoeXks. 
Mil  veces  la  tierra  beso    , 

8ue  pisas ,  y  en  ella  posteo   : 
na  vida  que  reoibo , 
Para  que  a  logro  la  torne 
De  mas  noble  muerte  cuando 
Siguiendo  de  tus  pendones. 
Las  militares  insignias, 
Vea  el  ámbito  del  orbe 
Que  al  buril  del  beneficio 
Son  hidalgos  corazones 
Láminas  ae  dos  metales; 
Pues  rebelde  uno,  otro  dócil  * 
Son  de  plomo  al  esculpirlos a 

Y  al  borrarlos  son  de  bronco» 

Y  sepamos»,  ya  que  veo. 

Sin  que  su  esplendor  me  «sombre» 
También  tu  rostro  (por  senas 

?oe  es  un  cielo  con  dos  tolos) ; 
o  que  sé  que  la  que  quiso 
El  señor  presta-donJpoes, , 
Trocar  ¿precio  de  plata» 
Fué  la  difunta  de  cobro  T 
¿  No  be  de  gozar  del  indulto  ? 

adusta. 
Tu  y  cuantos  las  armas  tomen 
En  mi  servicio ,  estáis  libres , 
Sino  es  solamente  ese  hombre 

?ue  osó  mentirme  en  mi  cara. , 
asi  mando  qne  le... 

jfcatf6#. 

ahorquen 
¡Por  amor  de  Dios f  y  no      > 
Se  pierda  por  un  guillote. 
Un  asonante»  que  viene 
Pintiparado  y  ue  molde. 

ADMETA. 

Que  le  confisquen  los  bienes 


Qutf  á  logro  dio,  y  de  mi  corte 
Salga  desterrado. 

jebuoh.  {A  NauHcUs). 
Baga 
Usted  que  á  su  Tisbe  entonen 
Esas  letras,  unes  no  hoy 
Por  acá  kirieleisoaes< 

«AVSi&Bft.  4¿l*>.)     • 

¡gomo  mi  avaréoia. 

adusta.  (A  PeteMris.) 
Vos  haced  que  aquáse  forme 
Comisa  genio  lo  píos» .  ;  . 
De  armas ,  pompe  ya  á  Ja  corto 
No  be  de  retiran»,  boato.  • 
Que  á  ella  victorioso  tome 
De  Persiua,  que  según 
Me  avisan ,  ya  marcha  sobro 
Los  campos  del  Catadope.— 
¿  Cómo ,  extranjera ,  es  tu  nombre  V 

CAMCLSA. 

Cariclea. 

ADUSTA. 

Ven  conmigo , 
Porque  en  mi  servicio  tomes 
La  posesión  def  amparo 
Que  ya  te  dieron  los  dioses 
En  mi  inclinación ,  en  tanto 
Oue  á  tus  peregrinaciones 
Encuentres  pasaje. 

CAMCLSA. 

El  cielo 
Tu  vida  aumente. 

TEAGEJíES. 

Y  coronen 
Tus  siempre  gloriosas  sienes... 

CARICLKA. 

Los  tres  ramos  vencedores... . 

1£ÁGEK£S. 

Cuandq  en  sus  timbro»  guarnezcan... 

CAJUGLEA* 

Cuando  «n  sus  ortos  adornen.... 

TSAGEMBS. 

Triunfos  el  laurel... 

CAMCLSA. 

La  oliva 
Paces..  * 

LOS  DOS. 

Duración  el  roble. 

ADUSTA.  t 

De  flmbos  ló  espero.  (Ap.  ¡Qué  rara 

Belleza !  ¡  Qué  airoso  joven ! 

En  toda  mi  vida  vi 

Semejanza  mas  conforme.)     (Yante.) 


Acampamento  ée  Persiua  en  la» 
de  Etiopia  y  Egipto. 


E0OERAIV. 

Suenan  cajas,  y  salen  MoronanoVaouiÁ- 

DOS  ETIOPES,  DAMAS  T  MÚSICA  ;  »  titegO 

PERS1NA  ¿  1DA&PES,  con  bengalas. 

MURÍA. 

Antes  de  pisar  la  roya 

De  Egipto,  aqui  bagamos  frente 

De  banderas ,  porque  antes 

Sue  yo  sus  términos  ^entre, 
acer  quiero  adoración 
A  Andrómeda,  que  es  quien  tiene 
De  Etiopia  el  auxiliar 
Dominio,  porque  clemente;. 
Asista  o»  mi  amparo  :  i  cuyo 
Fin  mandé  que  me  trajesen 
El  original  retrato , 
Que  en  mi  mas  ocnjio  albergue , 
Sio  que  del  follas*  nunca , 
Tuve  venerado  sJemnite. 


V 


UpÁSHB. 

Ya  tu  tienda  «tinada  está,  !  •  . 

Y  según  de  aquí  pac eee , 
Porque  no  dan  las  campanas  / 
A  llares  mas  reverentes, , 
La  herniosa  imagen  se  mira  . 
Solo  en  el  aire  pendiente.    .     . 
{Descúbrese  un  retrato  d$  Cariokaan 

.  IrojedadéosmJ  * 

atas»*.  > 

Llegad  lodos;  quetoscoltos  : 

No  con  los  adorno*  crecen  ¿  •■ 
Sino  coarta»  nndlmledioa; 

Y  asi  caatilaiaoftfedeatea 
Vuestras  Voces  la  deidad,, 
Mientras  yo  é  lomearla  Mega*. 
(Ap.  Bieu  que  boy  á  distinto  Un 
Del  que  escuchó  untas  'voces , 
Kn  6résn  «.saber*  si  «na 
lufelice  ? ive  ó  muere.) 

idáspes.  {Ap.) 

¡Válgame  el  cielo!  ¡  Qué  miro ! 
i  Vito  retrato  no  ege¿Te  '  * 
I)e  aquella  infausta  termosura? 
aaasuu. 

Do  qué ,  Idáspes ,  te  suspendes ,    - 

'  como  todos  oumtlde 
Veneración  no  la  ofreces  ? 

ttlsrtí. 
¿Quién  á  lanía  perfección 
Habrá  que  absorto  no  quede  ? 
(Ap.  i  Qué  cosa  tan  parecida t) 

P¿tlsW 

¿No  la  hablas  visto  otras  veces? 
inÁsPBS. 

Si  en  tu  retrete ,  señora, 
Cono  bas  dfcbo  9  estuvo  siempre ;    . 
¿Cuándo  pudo  verla  quien 
Nunca  pisó  tu  retrete? 
psastif*. 
Dices  bien/**-  Qmmé  «tautros. 

ipÁsrts*  (M^y         -\  i 
l  Ay  belfa  perdida  ausente ! 
Al  ver  esta  imagen  tuya ,  ' 
¡  Qué  de  memorias  revuelves » 

«tísica. . 

La  diosa  á  quien  Etiopia 

Sus  Mitas  Mpsonet  debe , 

Desee  el  toque  Perno 

Vendé  la  «tarta*  sierpe , 

Celebremos  alegres. 

Puto  auxiliar  el  triunfo  nos  ofrece,. 

PBSSIlfA. 

Sacra  Andrómeda ,  á  qoie»  yo  i 

Desde  mis  tieraas  «ateces 

Tanto  veneré ,  que  ndnoa 

Te  peras  de  vista  en  ese  - 

Di vmo  retrato  tupo, 

Pues  aun  las  horas  que  ausenta    ' 

Te  falté,  aa  nal  «vento»  estaban 

Tan  grabadas  tus  espedios ,    • 

?ue  mas  viva  cave  tu  liento 
e  me  pintaba  mi  mease . 
Admite  el  voto  con  qoe 
Todos  te  aclaman ,  pues  eres... 

bula  x  afanu. 
La  diana  d  quien  Etiopia 
Sus  altos  blasones  debe. 

psasuM. 
Tanto  su  piadoso  eeto 
A  tus  aplausos  se  mueve , 
Que  aun  á  la  sierpe,  que  yace 
A  tus  pies,  por  deidad  tiene : 
Digalo  el  orlar  con  ella 
Desús  armas  los  coárteles, 
Por  blasón  de  sns  escudos, 
Por  timbre  de  sas  paveses... 


.lo*' hijos  m  la  ponrruNA,  teagenes 

CLLA  T  MÚSICA. 

Desde  el  dia  que  Persea 

Venció  la  marina  sierpe. 

afeftSINA. 

La  guerra  á  que  voy,  taii  Justa 

Es  t  que  lio  dignamente 

Que  la  ampares,  pues  la  honestan 

Dos  cansas,  ambas  decentes  : 

Una ,  el  natural  derecho 

l)e  quien  tn  causa,  defiende ; 

Y  otra,  el  debí  Jo  castigo    •   . 
De  quien  mis  cavlaa  desprecie. 

Y  asi ,  porque  mas  benigna 
Me  asistas ,  te  .haga  solemne 
Ofrecimiento  de  que,  , 

La  primer  vida  uae  llegue , 

Hendida  á  mis  pies,,  ganada 
Del  enemigo ,  la  entregue 


Y  CARICLEA. 


165 


(Ya  que  victimas  humanas 

Tu  sacra  deidad  no  acepte) 

A  tu  dragón,  gomó  sea 
í  No  natural  de  mis  gentes . 
i  Porque  cou  ella,  postrando 

Nuestras  vidas,  en  su  muerte..» ' 

olla  v  aúsicA. 

Celebremos  altor** 
La  deidad... 

*    .        ,  .  ■ .       i- 

ESCENA  V. 

T1AM1S.  —  Dichos. 

tUais,  (Dsmtre*) 
¡Cielos,  vatodiae! 
rénsnú.  # 
Esperad.  ¿Qué  trfete  voz', 
Perturbando  el  canto,  hiere 
ti  aire?  * 

isAsks.  . 
Pequeño  barco» 
Qoe  slli,  Nifo  arriba,  viene, 
A  fuerza  de  poco  remo , 
Proejando  con  la  corriente , 
Contrastando  á  los  embates , 
Zozobrando á  los  vaivenes, 
Hozándose  en  una  peña, 
Al  tope  la  quilla  vuelve. 

PBSSINA. 

Corred  aquesa  cortina , 

Y  mandad  que  á  socorrerles    , 
Desa  pesquería  acudan ; 

Que  para  nada  nos  puede 
Dañar  oírlos,  pues  de  Egipto 
Fuerza  es  venir. 

IDÁSPES. 

' '  '  ta'K'gtike 
De  mar  al  agua  se  arroja.    . , 

PESSINA. 

Yo  misma  á  la  orilla  llegue , 
Porque  cou  mi  vista  mas 
fia  su  socorro  «a  aaeatea. 

avispas. 
A  golpes  do  aga*  «aa  ota 
Piadosa ,  entre  otras  crueles, 
Un  nombre  saca  á  la  ovina. 

(Sala  Tlamis,  mofado  y  eaqenéo. 

PERSTIfS. 

Y  aun  i  mis  plantas. 

TÍASXS. 

¡Valedme, 
Cielos! 

W  aaajaapw  ¿aj  «j  m 

Alienta,  ftnfellee, 
Que  ya  ai  tierra  estás. 

ISAStCS-. 

Detente. 
¿Qué  haces?  ¿Tu  lo  das  la  mano? 

pansa?**. 
\  Casuales  aceMentes 


) 


<f 


Ni  deslucen  los  decoros, 
Ni  abaten  las  altiveces.^  • 
Levanta,  «aiabre*  (Ap<  Haa  ¡qué  miro ! 
¿Qué  anillo  ¡cielos! roíste?).  •        » 

IDÁSPtS. 

Yo  le  ayudaré  aiejor  :• 

Aparta,  señora.—  Aliente  (A  TlaaéSj) 

Tu  respiración .  cobrada 

Con  tal  favor.  (Ap.  Pero  déme. 

Esfuerzo  el  valor;  qoe  el  ver 

Este  anillo  me  estremece.) 

TÜBIS. 

De  dos  piedades  me  hallo 
Deudor  á.  un  tiempo,  j  de  suerte 
Extraño  que  baya  una  sola 
Para  mi,  que  es  fuerza  qaede 
Suspenso  con  el  tensor 
De  catando  desaparecen, 
rzasiiu. 
Aunque  obscuras,  no  son  sombras. 
Cóbrale,  y  dinos  quién  eres. 

TtAHIS. 

En  sabiendo  con  quién  hablo, 
Porque  no-  iodo  lo  yerre. 

PEfcKIIU. 

Persina  soy  de  Etiopia. 

TUMIS. 

La  tierra  que  pisas  besé ; 

Y  ya  no  dude  el  milagro, 
Si  está  la  deidad  presento. 
Y*  soy  Téamis,  señora , 
A  quien  injurias  crueles 
De  un  padre  injusto,  una  patria 
Ingrata,  ou  hermano  aleve 
Le  despecharon  á  ser 
En  los  montes  eminentes 
Del  Heracleótico  lago, 
Horror,  escándalo  y  muarte 
De  cuantos  á  sus  umbrales 
(Ya  del  mar  alwrto  fuesen , 
Ya  fuesen  parto  del  monte) 
Airada  arrojo  su  suerte. 
Bandido  pues,  anhelal* 
Mi  alto  espíritu  valiente 
Hasta  mirarme  no  menos 
Que  rey  coronado  en  Méofis, 
Cuando  el  hado,  que  no  quiso 
Que  sin  su  influjo  ate  vengue 
Mi  valor,  en  Eluas  de  humo 
Toda  la  montana  entiende, , 
Obligándome  á  que  el  agua 
Valga  á  quien  el  fuego  ofende* 

Y  pues  lodo  su  rencor 
Solo  á  mi  fuga  se  extiende, 

Y  no  á  mi  vida ,  han  de  ver 
Cuan  caro  el  vivir  les  cueste. 
Pues  si  t&  quieres  triunfar 
De  una  vez,  como  me  entregues 
Algunas  tropas  «**  aína* 
Las  trochas  que  yo  dijere , 
Bien  coino  ladrón  del  monte, 
Las  conduciré  de  anéate 
Por  tan  no  ajilada*  veredas , 
Qu&sioaec  acedas  .Iteguaa 
A  una  aldea ,  donde  hoy 
Admeta  so  corle  tiene, 
En  cuyo  no  defeusable 
Keclnto,  no  dudes  puedes 
Hacerla  tu  prisionera , 
Como  yo  primero  entre 
Poniendo  fuego  al  vHIaje , 

Y  tu  con  la  demás  gente 
Vayas  doblando  las  marchas 
De" retenes  en  retenes} 

Y  cuando  ya  en  confusión 
Estén,  tocando  arma,  cerques 
Sus  contornos ,  impidiendo 
La  retirada  de  Méolis. 


Idáspes. 


PEnSINA 


106 


COMEDIAS  DB  WXi  PH)B0  CALDEHOK  K  LA  BARCA. 


MÁsres. 
¿Qué  es  lo  que  mandas? 
KBSIltA.  (Ap.  loe  dos.) 
(Mr  de  U  qué  te  parece 
Si  será  cordura  ó  no 
Que  ahora  nos  valgamos  deste; 
Que  después  nos  guardaremos. 

idáspes. 
Político  dogma  es  esle 
De  que  cuanto  la  traición 
Agrada,  el  traidor  ofende; 

Y  asi  á  mi  juicio,  señora , 
Será  acertado  que  intentes 
La  iuterpresa,  pues  tan  poco 
En  no  lograrla  se  pierde, 
Supuesto  que  eoh  el  grueso , 
Para  lo  que  sucediere , 

Te  has  de  hallar;  y  mas  vencidos 
Los  estrechos  pasos  fuertes 
Del  monte. 

PEMIXA. 

Tiamis,  yo 
Que  agradecida  me  muestre 
A  vuestra  úneza ,  es  justo , 

Y  fiad  de  mí  que  os  premie 
Si  coa  la  iuterpresa  salgo. 

TÍA  ais. 

Mi  premio  es  el  que  me  vengue. 

PEESIftA. 

Pues  disponedlo  los  dos.— 

Idáspes.  (Entrándoos.) 

IDÁSPES. 

Señora. 

pebsika.  (Ap.  é  él.) 

Atiende. 
En  un  anillo,  que  ese  hombre 
Trae,  hice  reparo  al  verle , 
Por  parecerme  que  en  él 
El  timbre  está  de  los  reyes 
De  Etiopia.  Procurad, 
Gomo  acaso,  sin  que  se  eche 
De  ver  que  es  cuidado  mió , 
Saber  quién  su  dueño  fuese ,     , 

Y  dónde  se  halla ;  y  aunque  es 
Curiosidad  solamente , 

Os  advierto  que  mas  esto 
Que  la  interpresa  me  mueve 
A  dejaros  con  él ,  tanto 
Que  porque  de  vos  no  espere 
Segunda  respuesta  va , 
Lo  he  de  oir  entre  las  redes 
Escondida  desos  ramos. 

IDASPES.  (Ap.) 

¡Bueno  es  que  á  mí  me  encomiende 
Mi  mismo  cuidado ! 

(VauPersmacoMSusdamatywtwtic**,) 

E8CEKA  VI. 

TIAM1S,  IDASPES,  etíopes  ' 

IDÁSPES. 

En  fin , 
¿  Cómo  la  marcha  ha  de  hacerse? 

TÍAUIS. 

Tomando  de  aquí  la  tarde , 
Para  que,  cuando  va  cierre 
La  noche ,  lo  mas  fragoso 
Ocultas  pasen  las  huestes; 

Y  emboscadas,  mientras  yo 
Kl  fuego  de  noche  pegue , 
Den  con  el  alba  el  asalto 

A  lodo  el  pajizo  albergue. 

IDASPES. 

Kstá  bien.  Y  ya  no  extraño 

Que  vuestro  valor  se  muestre 

Tan  fino  con  Etiopia , 

Si  advierto  cuánto  la  aprecie 

Vuestro  cariño ,  que  traiga  I 


Sus  timbres  y 

Anillo. 

TÍAUIS. 

Si  basta  aquí  rué 
Acaso,  Idáspes,  traerle» 
Desde  aqui  será  cuidado. 
Como  vasallo  que  siempre 
Seré  de  Persina. 

IDASPES. 


Le  traéis? 


Si. 


¿Acaso 

TÍAUIS. 


IDASPES. 

Pues  ¿quién  puede 
Acaso  habérosle  dado  ? 
tíauis. 
El  despojo  de  una  aleve 
Hermosa  mujer,  de  quien 
Tantas  ruinas  proceden  , , 
Como  desde  que  la  hallé 
Entre  ansias,  horrores,  muertes 

Y  escándalos ,  desos  mares 
Derrotada,  me  suceden. 

IDASPES. 

:  Aleve  mujer,  hermosa 

V  derrotada !  Quién  fuese, 
¿Supisteis?  * 

.  tíauis. 
Sacerdotisa 
En  Grecia  de  toa  eminente 
Deidad  era. 

IDASPES. 

Y  ¿qué  se  hizo? 

TÍAUIS. 

ÍAp.  Callaré  que  la  di  muerte.) 
En  el  incend\p  espiró , 
Rendida  al  fuego  la  nieve. 

IDASPES. 

(Ap.  ¡  Ay  infeKce  de  mi ! 
¿Este  fué  el  cuidado,  este 
De  Carteles  el  amparo? 
Mas  disimular  conviene.) 
En  mi  tienda  reparad  (A  los  soldados. 
A  Tiamis,  mientras  quede 
Yo  á  distribuir  el  orden. 
TÍAUIS.  (Ap.) 

Nadie  me  acuse  que  intente , 
Pues  que  me  queman  el  mente , 
Que  hoy  el  poblado  les  queme. 
(Vanse  Tiamis  y  los  etíopes.) 

1PCENA  VII. 

PERSINA.- IDASPES. 

IDASPES.      , 

¿  Haslo  oído,  aeiora  ? 

wustfia". 

«i; 

Y  i  pluguiera»  al  cielo  hubiese    < 
Antes  oipo  de  un  rayo         >   . 
El  trueno,  á  cuya  inclemente  < 
Sana  acabara  mi  vida!    .      t  .  . 

PASPES» 

Pues  bien,  ¿tú  desto  qué  sientes? 

PBtSiHA. 

No  sé. 

IDASPES. 

¿Qué  es  lo  que  te  aflige  ? 

PERSUIA. 

No  sé. 

IDASPES. 

¿Tú  tan  impaciente? 
¿Qué  te  importa  esto? 
psasm. 
%  «osé. 


) 


•  i 


lUÁSMDS. 

Poco  mi  lealtad  te  debe. 

PERSINA. 

No  debe;  pues  íberas  tú , 
Cuando  alguno  ser  pudiese, 
El  que  escuchase  de  mi 
Que  todo  el  coro  celeste 
Be  los  dioses  es  testigo 
De  que  el  átomo  mas  leve, 
La  imaginación  mas  raga , 
El  pensamiento»  mas  débil  • . 
Jamas  ofendió  á  mi  esposo» 
Para  que  el  temor  mebicieso 

Sue...  Mas ¿<¡uó  digo?  I*  te» 
nmudezca,  el  ialuoiselle  ; 
Que  á  decoro  como  el  mió 
Aun  la. disculpa  le  ofeude. 

Y  asi  perdóname,  pues 

Ves  que  á  un  mismo  tiempo  quiereov 
Que  lo  cuente  mi  dolor, 

Y  mi  honor  que  no  lo  cuente.   (Vase.) 

atSCErf  A  VtH. 

IDASPES. 

Oye,  aguarda,  escueha,  espera. 
¡Cielos!  sobre  parecerse 
Tanto  á  Andrómeda  la  infausta 
Belleza ,  y  sobre  ponerte  • 
En  cuidado  del  atrille,, 
Lamentar  tanto,  su  muerte,  . 
Mucho  dice  y  mucho  calla.       , .    , 
Pero  á  seguirla  me  esfuerce;  , 
Que  mujer  que  ya  empezó 
Un  secreto,  mucho  tiene 
Andado  para  acabarle: 

Y  viva  ó  muera,  conviene 
A  mi  confusión  saber 
Qué  raro  prodigio  es  este.       ( Vi 

Acamptmeirtb  de  Adátete. 


ADMETA ,  CAMCLEA ;  jamas,**  lux, 

adusta.  (Para  sí.) 
¡Qué  bien  un  cuerdo  decía 
Que  asistencia  y  no  amistad 
Estorba  la  soledad ,  ' 

Y  no  hace  compañía ! 

Digalo  yo ;  que  aunque  quiera , 
Sin  nota,  encerrarme  aquí. 
Para  preguntarme  á  mi 
Si  soy  hoy  la  que  ayer  era , 
No  me  es  posible .  Has  ¿  quién 
Me  lo  quita?  Quien  me  dio 
La  razón  de  sentir»  ¿no 
Me  dio  la  razón  también 
De  quejarme  del  rigor 
Con  que  supo  hacer  mi  agrado 
De  una  lástima  un  cuidado, 

Y  de  un  cuidado  un  dolor? 
{Bueno  es  que  quiera  mi  estrella , 
Sin  ver  quien  soy,  darme  boy 
Pena ,  y  mire  yo  quien  soy 

Para  no  quejarme  deila  1 
Pues  no...— De  aqui  os  id. 

(Aludamos*) 

DABA  1.a. 

Advierte 
Cuánto  á  todos  desconfia 
La  grave  melancolía , 
Que  de  la  dicha  de  verte: 
Los  retira ,  cuando  están 
Solo  con  verte  premiados 
Tantos  valientes  soldados 
Como  alistándose  van 
Para  esta  empresa. 

ADIETA. 

.  Aunque  sea 


Tal  su  fineta.  en  mi  et 
Faena  el  dolor.  Dejad  pues 
La  los  é  ido». 


».  w  Mnuuusua   ajup'uy  uu*#suu'UP^p#  w 

Cariclea ,  '  • 
¿Tú también  te  vas? 

CAUCHA. 

'  Puesto 
De  una  ley  que  en  todas  vi , 
¿  Puedo  ser  excepción? 

ad*et*.  * 
61; 
Que  á  ti  aolameotetop 
Mi  pena  alcanza  topomma. 

CARICLEA. 

I  Por  qué  á  mi  dolor  tan  fuerte?—' 

ADMETA*    . 

Porque  solo  me  divierte 
Que  me  bables  en  tu  fortuna» 
£u  fin,  ¿en  Tesalia  es 
Tu  ilustre  progenie  clara 
De  sus  dioses? 

CARICLEA. 

Mal  osara 
A  mentirte  eo  eso. 

ADMETA. 

Pues 
Como  á  noble  fiarte  quiero' 
De  nü  pena  la  ocasión ; 
Bien  que  una  proposición 
Conviene  asentar  primero. 
Ka  Egipto  hay  una  ley;  - 
Que  cuando  mujer  hereda 
Su  reino,  elegir  no  pueda 
Para  esposo  y  para  rey 
Sayo  principe  extranjero ; 
Porque  su  soberbia  es  tal , 
Que  no  siendo  natural  , 
No  bien  se  domeña  al  fuero 
De  otro  supremo  laurel; 
81  ya  no  es  que  el  que  á  ser  Tenga 
&uespoftoysurev,frevenga 
Naturalizarse  en  el , 
Haciendo  renunciación 
De  otro  derecho  cualquiera 
A  otros  reinos  :  de  manera , 
Que  con  esta  condición 
Apenas  hay  quien  trocar 
uniera  su  patria  a  la  ajena  : 
Con  que  sujeta  á  la  pena 
Viene  la  que  hereda  á  estar 
De  haber  de  elegir  .vasallo. 
En  Egipto  natural.  i 

Y  sieooo  mi  altives  tal,      . 
Que  en  todo  el  reino  no  hallo 
Igual  mió,  porque  vana      % 
Al  partido  no  me  doy 
He  que  quien  me  sirve  hoy 
Me  baya  de  mandaY  mañana, 
He  ha  parecido  poner 
La  mira  eu  quJeu,  sin  dejar 
lteino  suyo,  pueda  dar 
Lustre  á  Egipto ;  pues  con  ser 
De  real  estirpe,  y  tomando 
Su  natiiraleía  eu  W, 
Sin  obligarme  al  cruel ,    , 
Trance  de  ver  igualando 
A  mi  al  que  miré  inferior, 
Tomaré  a  mi  gusto  estado. 

CARICLEA. 

Bien,  señora,  lo  has  pensado. 
Mas  ¿dónde  hay  merecedor 
Sugeto  a  tan  soberano 
Premio  como  el  tuyo? 

amista.         .    . 

Si  hay  r 
Y  quila  el  cielo  le  tray  •        '     • 
Tío  acaso  a  este  fin,     . 


feO&BUOS  Dff  LA  P01TUNA,  TEÁGENES  Y  CARICLEA. 

I  E0CERA  X.  1  Y  es  villana  grosería 

I  Con  un  pésame  pagarte 
TEAGENES  y  PETOSIMS,  que  talen   ¡jn  parabién. 

._v..„^    „, .■  i»i?ii«ina  »  i-i_  *  CARICLEA. 

Dime  pues 


107 


t: 


héblando,  «t*  ver  á  PERS1KA  v  CA 
HICLEA. 

CARICLEA. 

Mi  hermano 
Con  Pelosíris  llegó 
Hablando. 

ADMETA. 

A  buen  tiempo  fué, 
Pues  con  eso  me  excusé 
De  haber  de  nombrarle  yo. 
Tú  le  nombraste.  Y  pues  eres 
Su  hermana  y  capas  estás, 
Dile,  ó  no  le  digas  mas 
De  aquello  que  tu  quisieres. 

CARICIEA.  {Ap.) 

¿Para  esta  desdicha  ¡olí  hado! 
Me  brujuleaste  ttna  dicha  • 
Mas  ¿cuándo  no  fué  desdicha 
La  dicha  del  descuellado* 

PETOSÍRtS. 


Tú  a  mi  primero  el  pesar, 
Porque  le  puede  enmendar 
'  i  ai< 


La  alegría  de  después. 

•   TE4GEHES. 

Antes,  Cariclea ,  es  mejor 
Oír  primero  el  placer; 
Que  sobre  un  placer  caer 
El  pesar,  le  hará  menor, 

CARICLEA. 

Curar  en  salud  es  medio 
(Va*.)   Muchas  veces  de  enfermar. 

TEÁGETtES. 

También  lo  es  de  no  sanar 
El  llegar  Urde  el  remedio. 

cariclea. 
Dejemos  sofisterías ; 
Que  aunque  yo  venciera,  infiero, 


Esto,  Teágenes,  quisiera     {Ap.  á  él.)    Darme  j»or  vencida  quiero. 

Site  mereciera  con  vos  *--•*-*-  ««->  «« .".»•«*  ■«.•»« 

na  amblad  eme  en  los  dos 
Hacerse  inmortal  espera* 
De  Isis,  nuestra  gnu  deidad, 
Militar  caudillo  soy, 
A  cuva  dignidad  hoy 
Se  añade  la  dignidad 
De  general  destn  guerra* 
El  defecto  en  que  cai , 
Cuando  esclava  la  ore! 
(Si  bien  dicen  que  no  yerra 
El  que  con  quien  habla  ignora), 
En  bastante  enmienda  acaba; 
Pues  el  que  la  creyó  esclava, 
La  elige  para  señora. 
Mas  alli  está  :  llegad  vos, 
Pues  como  hermano  podéis 
Decirla...  Mas  vos  sabeis 
Qué  habéis  de  decirla.  Adiós.   (¥ne.) 

|  tEACEÜES. 

1  i,  Qué  dicha  habrá  que  no  sea , 
4  Por  mas  que  mejore  estado , 

IWM»<l¡4*lia  fluí  iIjmmHpIiAiIÁ  ? 


Desdicha  del  desdichado? 


ESCENA 
TEAGENES,  CARICLEA. 

CARICLEA. 

Teágenes. 

teAgkxes. 

Oaridea.  ' 

cariclea. 

Triste  me  respondes. 

TEÁ6E5ES. 

Quien 
Nunca  alegre  estar  espera. 
Mal  puede  de  otra  manen. 


Quizá  con  un  parabién , 
Que  traigo  que  darte  yo, 
Desde  hoy  alegre  estarás. 

TEÁGENES. 

¿Parabién  lúa  mi? 

CARICLEA. 
Si. 

Más 
Con  esto  me  entristeció 
Tu  voi. 

CARICLEA. 

¿Por  qué? 

TEACEIYE8. 

Porque  á  darte 
I  Yo  á  ti  un  pésame  venia , 


Sabrás  iiue  las  penas  mías 
Dichas  desde  hoy  pueden  ser. 

teAueses. 
¿Cómo? 

CARICLEA. 

Parando  en  tu  aumento. 

TCÁUEKES. 

¿Conque? 

CARICLEA. 

Con  un  casamiento 
Que  está  en  tu  mano  el  Itaéer. 

TEÁGERES. 

ÍAp.  Ya  en  Pelosíris  ¡ay  cielos ! 
>lro  ¡trímero  la  hablo ,    ' 
Y  pretende  que  sea  jo 
El  tercero  de  mte  celos.) 
¿Y  es  de  aqueso  el  parabién 
Que  vienes  adarme? 

CARIGLEA. 

si; 

Porque  ¿qué  me  puede  á  mi 
Estar,  Teágenes ,  mas  bien  •• 
Que  verte... 

TEÁGENES. 

No,  no  prosigas, 
Ni  adelante,  ingrata ,  pases, 
pues  no  importa  <iue  te  cases, 
Tanto  como  que  So  digas. 

CARICLEA, 

¡Cómo  casarme! 

TEÁGENES. 

¿Pues  no 
K«  eso  lo  que  me  quieres 
Tú  decir? 

CARICLEA. 

¿De  qué  lo  hirieres? 

TEÁGESES. 

De  lo  que  conmigo  habló 
Petosirís,cuvale    ' 
El crérte  esclava  mejora , 
So  esposa  haciéndote  ahora; 

CAAICLEA. 

Eso  es  lo  que  yo  no  sé. 
teX&xes. 

Si  eso  no  sabes ,  tirano 
Dueño,  ¿cómo,  di,  mi  aumento 
Estriba  en  un  casamiento , 
Que  está  el. hacerlo  en  mi  mano? 

CARICLEA. 

Como  Admeta ,  por  cumplir 

No  sé  qué  heredado  rilo 
Que  es  inviolable  en  Eglto, 
Por  no  obligarse  á  elegir 
Vasallo  esposo ,  me  ha  hablado 


toa 


Eu  que  lú  ¡ay  de  mi !  lo  seas, 

Y  rey  de  Egipto  te  veas  : 
Kn  que  el  parabién  fundado 
Viene  que  mi  amor  te  dio , 
Alentó  á  su  buena  ley ; 
Porque  como  (ú  seas  rey» 
¿Qué  importa  que  muera  yo? 
Goza,  señor,  la  ventura 

Que  AdmeU  a  tus  pies  humilla  : 

>o  me  quedaré  a  servilla, 

Esclava  de  su. hermosura* 

Verdad  haciendo ; ay  «le  mi! 

La  pasada  traición ;  pues 

Verdad ,  '(Vagones,  es 

Que  p;ira  esclava  naei . 

De  quieu  sea  espora  tuya.  > 

Mira  coi»  contrarías  sqii 
Tu  pasión  y  mi  pasluu, 

Y  cual  es  bieu  que  se  arguya 
Mas  tina ;  pues  cuando  vio 

Kl  rostro  i  un  mismo  desden , 
Dándome  tú  un  parabién , 
Te  doy  un  |>ésame  yo , 
Mostrando  que  aunque  te  viera 
Keina  del  mundo ,  mi  suerte 
Siempre  sintiera  perderle. 
cabiclka. 

Y  yo  también  lo  sintiera; 
Mas  consolftrame  el  sef 
Hacer  tuyo  mi  pesar. 

teagekes. 
Eso  es  amar  sin  amar. 

CARICLEA. 

Esto  es  querer  por  querer, 

Pues.no  que  mi  primera  infausta  cuna 

Tronco  infeliz  del  Catadope  fuera... 

teaoenes.  {nadera 
Pues  no  que  en  sombras  mi  esplendor 
Embozado,  a  merced  de  la  fortuna..* 

cadiclea. 
No  que  arrojada  fuese,  donde  una 
Mortal  envidia  me  ultrajase  llera... 

TEÁGEXES. 

No  que  ladrón  pirata  redujera 
Todo  el  mar  i  ana  bárbara  laguna.*. 

CA1ICLEA.  [oCÜpé... 

No  que  enterrada  en  vida,  el  centro 

TEÁGBNES. 

No  que  un  dogal  ahogase  mis  anhelos; 
Ni  el  mar... 

CARICLEA. 

Ni  el  fuego... 

TEÁGEKES. 

El  lago... 

CARICLEA. 

ElCátadupc. 

TEÁGESES. 

Me  dio  temor... 

CARICLEA. 

Me  puso  desconsuelos... 

TEÁGEftES. 

Hasta  que  lo  que  son  los  celos  supes. 

CARICLEA. 

Hasta  que  supo  lo  que  son  los  celos. 

ESCENA  XII. 

JEBNOX.  -  TEAGENES,  CAHICLEifc. 

JEBWOX. 

¡  Gracias  á  Dios  que  te  hallé ! 

tsAgehes. 
¿  Pues  qué  hay  de  nuevo»  Jebnon? 

IBBNOIf. 

El  dar  yo  una  relación, 
Y  tú  no  albricias. 


GüMfcWAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  D£  LA  PARCA. 

CARU¿LE¿  JT  Tfi^fXBS.  SOLDADOS.  (0***0.) 

¿De  qué  Y  ¡  Arma ,  arma !  ¡  Guerra ,  guerra! 

JfcbXO*.  petosíris. 

De  que  un  bajel  que  ha  llegado 


Al  puerto  ( bien  que  hasta  el  día 
La  barra  de  su  bahía , 
Tomando  bordos ,  no  ha  enlrado), 
De  Délfos  trae ,  en  favor    • 
De  Mentís ,  por  la  amistad 
l)e  una  y  otra  Majestad , 
Socorro;  y  su  embajador 
Diz  que  es  uirüustre  anciano* 
Gran  sacermae  ée  Apolo, 
l'oruue  tama  empeño  tolo 
Del  fiara :  coa  que  es  llano. 
Que  él  griego ,  y  que  tú  á  |torlia 
Grieto ,  que  griega  w  hernia*», 

Y  griego  yo /habrá  aiaiaua 
Una  grande  gritgyerb)  ; 
Pues  en  sabiéndose  quién 
Eres ,  es  fuerza ,  señor, 
Crezca  de  Admeta  el  ¿rvor* 

.  los  pos» 
;  Maldígate  el  cielo  »  amen ! 

JfiBNOJI. 

Estas  las  atbNetas  son 

Que  gastan  siempre  los  atóos. 

vtÁotmig. 
En  mayor  peligro  estamos 
De  cuantos  la  indignación 
De  nuestro  influjo  tirano 
Nos  puso;  pues  fuerza  es 
Que  tu  robo  Carteles 
Sienta ,  y  que  no  soy  tu  hermano 
Los  dos. 

CARICLEA. 

Disculpa  bastante 
Tuve ;  que  siempre  a  inl  honor 

Y  traje  estaba  mejor 
Decir  hermano  que  amante. 

TEÁGENES. 

Y  ahora ,  ¿qué  habernos  de  hacer 
Para  salvar  la  mentira , 

Y  guardarnos  de  la  ira 
De  tres  poderosos? 

CAIICLEA. 

Ver 
(Dentro  cajas.) 
Si  habrá  modo  do  saUr 
Huyendo  de  aquesta  tierra, 

ESGEHAZm. 

Soldados,  TUMIS.— Dichos. 

SOLDADOS,  (Dentro.) 

¡Arma,  arma! 

otros.  (Dentro.) 

¡Guerra,  guerra! 

TEÁGENES. 

Mas  ¿qué  es  lo  que  liego  a  oír? 

tíams.  (Jtaafr»») 
Arda  toda  la  campaña* 
Porque  con  las  armas  mesmas 
Que  triunfó  mi  agravio,  triunfe 
Mi  venipuza.  (las  tajas.} 

CARICLEA. 

¡Triste  pena! 

TEÁGEXES. 

¡Fiero  asombro! 

ESCENA  XIV. 

ADMETA,  damas,  PETOSIRIS;«7  /fu, 
PEHS1NA  Y  CARICLEA  >  dtutr*- 
Dichos. 

adusta. 

Acudid  todos 
A  ver  qué  cajas  son  estas , 
Y  quién  sin  orden  las  loca. 


Amparadas  do  la  boche , 
Que  por  no  pisadas  sendas 
Les  dio  paso ,  de  Persisto 
Avanzadas  tropas  negras-, 
Que  al  mismo  mego  que  encienden 
Se  dejan  distinguir,  entran 
Abrasando  los  villajes 
Del  contorno.  Allí  le  espera 
( Pues  ya  ves  cuanto  imposible 
Es  aquí  la  resistencia) 
Un  caballo :  ponte  en  él, 
Y  antes  qué  neguen,  la  vuelta 
Toma  de  Ménfls;  qué  yo , 
Bu  orden  la  gente  puesta. 
Con  que  aquí  te  bailas ,  haré 
En  su  oposito  ♦  que  tengas 
Segura  la  colinda*  <?««.) 

(Tocan  siempre  cajas.) 

TEAGEWES. 

Yo  moriré  en  tu,  defensa ; 


(V«wf) 


.(JK> 


gue  pues  te  debo  la  vida , 
s  bien  pagarte  la  deuda. 

ADIETA. 

¿Qué  es  retirarme?  Una  espada 
He  dad ;  que  yo  la  primera 
Seré  que  al  encuentro  salga. 

CABJCLEA  T  DAMAS, 

Todas,  a  tu  ejemplo  atentas ,  ' ... , 
Moriremos  i  tu  lado. 

unos.  i  •  .    < 

¡Arnm,  ara* !  {Viva  AdaaétaJ  -    - 

OTROS. 

¡  Arma ,  arma !  ¡  Persina  t*Va !     ' 
(Vanse  todos.)        ' 
tíasjs.  {Dentro.) 

Arda  todo. ;  Fuego.,  guerra  I  (CojasiJ 

MOflOfL 

Arma ,  fuego  y  guerra ,  ya 

Es  paso  hecho  en  otra  escena,    . 

Y  no  vale ;  y  si  es  quo  vale. 
También  del  tono  que  en  ella 
Se  cantó,  valdrá  la  fuga. 

A  mi  me  tocó  el  hacerla; 

Y  pues  es  de  mi  papel, 

Le  be  de  hacer  entro  estas  poiaa  , 
Sin  aguardar  al  apunto.  i¥asaJ) 

adieta.  (Dentro.) 

¡Ceda  el  valor  á  la  raería , 

Y  ¿Mentís todos! 

soldados.  (Dentro.) 
¡A  Ménfls! 

persina.  (Dentro.) 
Será  Inútil  diligencia ; 
Que  va  Persina  en  tu  alcance. , 

CAiicLEA.  (Dentro.) 

Y  en  tu  amparo  Cariclea. 

Campo. 
ESCENA  XV. 

PERSINA  t  CARICLEA ,  riñen  do. 

PERSINA. 

El  trance  de  la  batalla, 

Que  sañudamente  fiera 

De  una  y  otra  parte  hacer 

Quiere  ambas  famas  eternas , 

Parece  que  repartiendo 

Triunfos ,  para  mi  reserva 

El  mayor,  pues  que  contigo 

No  sin  vanidad  me  encuentra, 

Porque ,  según  es  tu  esfuerzo , 

En  ti  á  todo  Egipto  tensa.      ((k¡ms.) 

CARICLEA. 

Ya  que ,  como  en  aplazado 


Duelo,  y  no  batalla,  entera 
La  noche  tíos  halla ,  el  día 
Nos  baile  basta  que  amaoezca. 
Pues  soy,  etiopisa ,  el  triunfo 
Que  te  prometes ,  ¿  qué  esperas  ? 
Vuelve  á  embestirme. 

PERS1NA. 

Si  haré. 
(Riñen,  y  retírase  Per$ina.) 
Bien  que  ya  con  las  primeras 
Luces  del  sol ,  mal  distinto 
Tu  rostro,  me  representa 
No  sé  qué  visos ,  qué  lejos  ,    - 

De  una  deidad  %  con  Ul  fuerza*       .    j 
Que  ya  que  no  me  acobarde , 
Me  obliga  á  que  me  suspéndameos*,) 

CASJGLEA. 

No  es  sino  que  al  ver  que  huyen 
Las  obscuras  sombras  negras,       ,   ¡' 
Tu,  como  sombra,  también  '. 
Te  pones  tu  faga, 

rcasutt. 

fita 
JEs  presencien  de  te  beiet 

Y  pera  que  eada  erees' 

?ue  á  mi  me  retira,  pues 
a  sé  que  sois  hechiceras 
Las  iitanas,  y  que  habías  .  . 
En  fantásticas  ideas 
De  aparentes  ilusiones, 
Sabido  tomar  las  señas 
De  quien  pudo  acobardarme, 
Vuelva  uueslro  duelo. 

CAJUCLEA. 

Vuelva* 
{Riñen,  y  retírase  Cariclea.) 
i  Pero  qué  es  lo  que  también 
Miro  yo  en  ti,  croe  flaquea, 
Si  no  el  corase* ,  et  pulso, 

Y  sino  el  valor,  te  faena? 


LÜS.UUOS  DE  La  FCULTUNA,  TEAfiKtySS  Y  CAR IC LEA. 

Nada  repare ,  y  mas  cuando 
En  cualquier  trance  dé  guerra 
Los  fueros  de  embajador 


109 


CASICLEA,. 

¡Qué  oigo! 
PEasm» 
De  Andrómeda,  y  en  ti  e6  fuerza... 


Ver  que  desprecié  tu  hechizo , 
Te  habrá  acobardado. 

CASICLEA. 

Esa 
También  de  tu  esfaeno  es 
Presunción;  y  porque  veas 
Que  tampoco  me  acobarda 
Nada,  vuelva  el  atesto. 


(Cn/s^ 


Vuelva. 

CARICLEA.  (A*.)  '     '        ' 

¡Oh  si  hubiera  modo ,  cielos. 
De  un  ofender  que  no  ofenda ! 

PERS1IU. 

[A?,  i  Oh ,  cielos ,  si  hubiera  modo 
De  algún  vencer  que  no  venza ! ) 
(Meen,  y  cae  Cariclea.) 
k  mis  plantas  has  caldo. 

CARJCLS4» 

No  el  tronce  la  culpa  tenga, 
Soque  tropecé,  pesa  es 
Mas  resera ada  violencia 
La  que  A  tus  plantas  me  arreja, 
Supuesto  que  estoy  á  elas 
Mas  bien  bailada  vencida , 
De  lo  que  quisa  estuviera 
Victoriosa. 

nastHA.  - 
¡  Ay,  lufres 
De  ti !  porque*  aunque  yo  quiera 
Usar  dése  misten  afecte  * 
No  puedo.  De  la  primera 
Cosa  que  viese  rendida  N 
A  sais  pies,  hice  promesa 
Al  menino  monstruo... 


ESCENA  XVI. 

Soldados.  —  PERS1NA ,  CAR VCLEA. 

soldados.  (Dentro,) 
i  Victoria  por  Etiopia! 
otros, 
¡Viva  Persjóa,. su,  reina! 

peasau..    ■ 
Que  se  cumpla  el  voto ,  y  mas 
Cuando  esas  voces  meacuerdan 
Que  me -estase  ia  ^«torie  - 
Porque  le  cumple  la  ofrende. 

sóbaseos.'  (Venir o.) 
Hacia  aquella  parte  está. 

PEftSIXA. 

Y  pues  ya  en  mí  alcance  llegan 
Los  que  llenos  de  despojos 
Vuelven,  es  justo  que  adviertan 
Que  no  sin  ellos  les  salgo 
Al  paso.  Al  rostro  te  echa 
Aquesa  banda,  no  tanto 
Porque  es  ceremonia ,  en  muestra  • 
De  que  condenada  A  muerte 
Vas ,  cuanto  fMwque  no  vea 
Tu  hermosura ,  y  contra  el  voto 
La  lastima  me  enternesca.      •  '  • 
Sigúeme ,  sin  verte.  •  •    •    <  • 
éiaietenj 

¡Dioses, 
Cielos,  sol,  luna  y  estrenas,  *' 

Montes ,  mares,  tronces ,  flores ♦       ' 
Hombres  v aves  *  brutee*  Aeres, 

Tened  vestima  de  mlv  ' 

Al  ver  ya  cumplida  aquella  -     ' 

Amenasa!    .  {Venas;) 

soldado*.  (Dentro.) 
¡  Etiopia  víva ! 

OTROS. 

¡Viva  Pcrsina ,  su  reina! 


ESC£KAXY|l 


«.*« 


Suenan  cajas,  f  tale  CAftfCCES* 
t  CALAStRIS ,  4e**veneVte. 

CALASEIS. 

i  Es  posible  que  escuchando 
estruendo  tan  grande  *  quieras  . 
A  tierra  salir? 

casici.es. 

Si  sebes 

gue  la  pretensión  de  aquesa 
mbajada  fué  fundada , 
A  pesar  de  años  y  fuerzas, 
En  las  noticias  ene  (rajo 
Un  bajel ,  que  i  toda  vehV 
Huyendo  de  aquel  pirata 
Que  me  robó  á  Cariclea 
( Pues  otro  no  pudo  ser, 
Que  el  qnenaestromar  infesta), 
A  Délfos  llegó  diciendo 
Que  dobló  ei  cabo  te  vuelta 
De  Ménfls ,  y  por  cobrarte, 
Creyendo  úue  se  él  la  venda  , 
Al  tesoro  de  sus  hados 
Sabes  que  añadí  mi  hacienda,, 
Reducida  A  tales  joyas, 
Que  ocultas  conmigo  vengan; 
SI  sabes  que  al  mismo  tiempo 
No  menos  la  diligencia 
En  Etiopia  me  importa 
|  Que  hagas  tu  en  orden  a  aquel» 
Lamina ;  ¿qué  admiras  que 
Con  dos  causas  como  estas 


Con  todos  me  privilegian? 

Pues  si  encuentro  con  la  senté 

De  Persina,  diré  que  á  ella 

Vengo,  en  fe  de  la  medalla ; 

Si  encuentro  con  la  de  Admeta, 

Que  el  socorro  es*  que  la  ofrece 

Délfos.  Ven  pues,  y  uo  temas 

El  ser  conocido,  pues 

Tan  desemejado  Uegas 

Al  cabo  de  tantos  anos;  -  i  . 

Y  de  mi  amistad  espera 

Que  no  se  sepa  quien  eres, 

Hasta  que  tu  perdón  tenga. 

Pues  ya  fluftjesas  dos  reseñes 
Te  aseguran,  desde  esta 
Parle  puedes,  retirado , 
Ver  qué  gente  es  la  primera 
Que  marcha  hacia  aquí,  porqué 
Lo  que  te  importe  prevengas. 

ESCENA  XVUI. 

Suenan  caja*,  y  talen  ID  ASPES  can 
ADMETA ,  TIAMIS  can  PETOS! RIS, 
PERSINA  can  CARICLEA,  y  acom- 
pañamiento dk  etíopes  t  utaxos,  y 
entre  ellos  TgAGGN&S  v  JEBNOM.-*» 
CARICLES ,  CALAS1R1S. 

TÍAM1S. 

Este,  que  i  tus  plantas  yace, 
Es  mi  betmsBo,  porque  veas 
Lo  que  me  debes. 

CALAsiais.  (A?,  á -Cariclea.) 
¡Qué  miro! 
Mis  dos  hijos  son, 

CAJuetM.  ÍAp.  ú  CalasirU.) 
¿Qué  Intentas  f 
calasÍris. 

Dar  muerte  al  traidor,  porqué 
Contra  su  patria  no  venza. 

admeta.  Xi  Perrina.) 
Dame  tn  mane.  (Ae.iAquj  pode 
Llegar  mi  fortuna  adversa  l) 

PEBSIÜt.  /. 

Levanta;  que  aquestos,  trances, 
Aunque  deslucen ,  no  afrentan.— 
Alzad  vos.     . 

petosírís,  lAp.) 

,    i  Hasta  aquí  pudo 
Llegar  mi  le  y  su  soberbia ! 

teágsnes.  (Ap.  dJebmn¿ 
No  tanto  el  verme  rendido 
Sieufa,  como  nue  no  vea  ■ 
A  Cariclea  entre  cuantas 
Han  quedado  prisioneras. 
¿Si  habrá  muerto  en  la  batalla»     , 
Jebnon? 

JSBKOIf. 

Si  habrá.  ¿  Mas  qué  pena 
Te  da?  También  murió  Tútbe, 

Y  estaba  muy  linda  muerta.     ., 

TEÁCEXES. 

Calla,  bárbaro,  villano. 
pessiüa. 
Aunque  tas  hazañas  vuestras,  ! 

Son  un  grandes,  no  menor 
Es  la  que  mi  fama  espera. 
(Ap.  ¡Oh  cuáu  á  costa  del  alma 
Siento,  sin  saber  qué  sienta !) 
Pues  es  el  despojo  mió 
Esta  divina  belleza ,        {De t  cúbrela) 

8ue  de  Andrómeda  á  las  aras 
a  destinado  su  estrella , 

Y  no  en  vano ,  pues  debió 


no 


COMEDIÁIS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


De  ser,  do  sin  providencia, 
El  que  fuese  parecida 
A  su  imagen  su  belleza , 
Como  en  venganza  de  que 
Es  bien  su  victima  sea 
Tan  sacrilega  hermosura , 
Que  a  su  deidad  se  parezca. 

'     camclea.  (Ap.) 

¡  Oh !  Lo  que  ba  de  ser,  \  qué  mal 
Se  desvia !  Mas  la  queja 
Cese;  que  tragedia  no  es 
La  que  es  última  tragedia. 

teácexks.  (Ap.) 

¡Qué  miro !  j  Ay  de  mi  iufelice ! 

jebhon.  {Ap.  á  Tedgeneo.) 

Albricias ,  señor,  no  es  muerta ; 
Pero  esta  muy  apretada.  ■ 

1DÁSPES.  (Ap.) 

Mi  Infeliz  beldad  ¿no  es  esta? 

TÍAMI&.  (Ap.) 

¿No  ea  esta  á  la  que  di  muerte! 

pbtosíris.  (Ap.) 
Bastaba  ¡ay  de  mi!  quererla 
Yo,  para. ser  desdichada. 

ABMETA.  (Ap.) 

Bastaba  i  av  de  mi !  tenerla 
Yo  inclinación,  para  ser 
Iufelice. 

cabicles,  {Ap.) 

i  No  es  aquella 
¡Cielos!  la  que  en  sueños  vi, 

Y  la  otra  Cariclea? 

todos  anco. 
¡Qué  confusión ! 

retama. 
No  me  admira 
Que  os  lastime,  que  os  suspenda 
A  todos  ver  su  hermosura 
En  tanto  peligro  puesta. 
Mis  lo  siento  yo  que  Lodos; 
Mas  no  hay  piedad  donde  hay  roería. 

Y  pues  acudir  al  voto 
Es  obligación  primera, 
Con  ella  venia  adonde 
Ante  su  imagen... 

1  rutara. 

Espera;  ; 

Que  esa  mujer  ser  no  debe 
Sacrificada  á  la  fiera 
De  Andrómeda ,  en  fe  del  voto. 

PEBSINA. 

¿Porqué? 

idAspbs. 

Porque,  sf  té  acuerdas, 
Dijiste  que  habla  de  ser  ' 

El  primer  triunfo,  que  ftiera    * 
No  natural  de  tus  gentes ; 

Y  siendo  natural  ella , 

No  debes  cumplir  el  voto. 

1  PERS1NA. 

¿Cómo  es  posible  que  sea 
natural ,  la  que  contraria 
Tanto  es  á  la  color  nuestra? 

loiSPES. 

Como ,  aunque  es  blanca  ,  etiopias    . 
Es.  Yo  la  hallé  entre  unas  penas 
Recien  nacida ,  entre  reales 
Ropas  y  joyas. 

pebsika. 

¿Que  es  deltas? 
Que  como  yo  las  conozca, 
Dirás  verdad. 


IDASPES. 

1  Quién  no  hubiera 
Dádolasá  Carteles! 

CARIÓLES.    ' 

No  el  que  las  tuviese  sientas , 
Pues  viniendo  en  busca  suya , 
Aquí  las  tienes.  ¿Son  estas? 

{Dala  el  cofrecillo.) 

PERSIltA. 

Estas  son  joyas  y  cifras 
Que  mandé  poner  con  ella , 
Cuando...  Mas  ¿qué  ea  lo  que  digo? 
Arrebatóme  la  fuerza 
Del  alborozo  de  hallarla. 

IDASPSS. 


No  el  labio  y  le  vos 
Que  el  oriento  que  djjti 

8ue  victima  habWde,  verla* 
uyo  presagio  creí 
?ue  le  enmendara  su  ausencia , 
amblen  dijo  que  en  el  día 
Que  su  sacrificio  fuera , ' 
Se  habla  de  saber  quién  ea. 

PEBSINA. 

Pues  él  quiere  que  ee  sepa , 
Vasallos ,  deudos  y. amigos* 
Sabed  que  es  mi  bija;  que  ai  verla 
Nacer  Un  blanca,  diciendo 
Que  habla  nacido  muerta, 
La  eché  de  mi ,  por  temer 
Alguna  infame  sospecha 
Contra  mi  honor. 

CALASfaiS. 

Fué  ignorancia 
De  quien  no  ha  estudiado  ciencia*, 

Y  aunque  aventure  la  vida. 
Pues  ya  uo  importa  perderla. 
Dando  muerte  á  un  traidor  hijo, 

Y  abrazaodo  la  nobleza 
De  otro,  yo  soy  Calasiris , 

Y  de  tu  honor  eu  defensa 
Sustentaré  que  hace,  caso 
La  imaginativa  fuerza 
De  la  aprensión. 

1DÁSPES. 

Y  mea  cuando, 
Para  mayor  consecuencia, 
El  concepto  pajrecíd* 
Tanto  ea  á  la  imagen  bella 
De  Andrómeda,  que  es  quien  eiempre 
Retratada  está  en  tu  idea. 

Y  asi ,  etiopes ,  decid , 

En  hallazgo  de  tal  prenda :  • 

¡Viva  Cariclea ,  hija 

De  Persioa,  nuestra  rema! 

PEBSIKA. 

Dame  loa  brazos. 

CABICLEA. 

Ya  otra 
Ves  me  vi  i  tus  pies  contema : 
Pero  no  besé  tu  mano ; 
Ahora  ai. 

.PEBSIB*.. 

Y  aun  esta  seia 
Del  negro  lunar  aflama 
Mas  que  todas  la  evidencia 
De  igual  prodigio. 

teagenes. 

El  primero 
Te  dé  ye  la  norabuena ; 
Porque  como  reines  tú  v 
¿Que  importara  que  yo  muera? 

CABICLES. 

Ya  que  he  sido  el  insiruaaento 
De  tanta  dicha  como  esta» 


l 


i 


Desas  joyas  la  mas  pobre 
Solo  pido  en  recompensa. 

PEBSINA. 

¿Qué  joya  es? 

CABICLES. 

Una  medalla , 
En  quien  la  fortuna  impresa  ' 
Está. 

PEBSINA. 

Esta  joya  no  es  mis , 
Ni  yo  la  puse  con  ellas. 

CABICLEA. 

Ni  puede  dártela  á  ti. 
Porque  hay  dueño  cuya  sea. 

CABICLES. 

¿Pues  cuya  puede  ser? 

TEÁOENES'. 

>  Ufo ' ' 

Y  asá  ea  justo  que  á  mí  vuelva. 
Orodáotes ,  ett  TetahV 
Capitán  de  la  interpresa 

Del  templo  de  Déllbt,  «yo 
Después  que  desde  mi  tierna 
Infancia  me  crió  en  so  caaa , 

?ue  estéo  mis  badea  en  eHa>    * 
que  ella  descubrirla 
Algún  dia  que 'descienda 
De  alto  linaje  de  dioses. 

CABICLES. 

No  mas  :  bastan  estas  seña», 
Sobre  el  natural  cariño 
Que  desde  la  vea  primera 
Que  te  vi  te  cobre,  para  : 

ue  te  recouozca  y  tenga 

or  lujo  mió. 

*  PEMIftA, 

¿Pues  cómo 
De  Tesalia  vino  entre  esa». 
Joyas ,  viniendo  de  lejíos?. 

CAMCUU. 

Como  yo  la  puse  eusra  ellas. 

fumauía* 
¿Pues  quién  te  la«s*ó  á  ti.?  ,  - 

TEAOfiHES, 

Yo, 
Por  sellas  de  que  fué  en  prendas 
De  fe  y  palabra  de  esposo. 
cariclea,    . 

Y  por  señas  que,h*4««da  . 
Conozco ,  aunque  pierda  el  releo. 

•  PEBSI5A. 

No  hay  razón  de  que  le  pierdas , 
Siendo  de  Candes  hijo. 

adveta. 

¿Luego  su  hermana  no  era? 

PETOSÍRIS, 

¿  Luego  no  era  fyejmiaoo  suj o  ? 

Concedo  fa  consecuencia. ; 

Y  pues  cou  esta  alegría 

Ha  de  volver  libre  Admeta , 
Dejando  en  renes»  las  mies» 
Que  ocasionaron- la*  guerra ;  • 

Y  habiendo  de «ers» esposo 
Vasallo ,  ha  de  merecerla 
U  leslud  de  PetosJrls ; 

Y  por  esta  ratón  «tesa**       *   ' 
Han  de  quedar  perdonados, 
Tlamis  de  su  soberbia , 
Calasiris  de  su  error ; 

Yaya  de  baile  y  de  fiesta ; 
Porqpe  sirva  de  remate,    t 
Embebido  en  »  comedia 
De  los  Bljoo  de  Fortuno , 
Teágemtty 


* i  «i 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 


FLORANTE,  galán. 

CELIO,  galán. 

ARNKSTO ,  galán. 

ENRIQUE,  pa/qw. 

AS  rOLFÜ ,  gobernador ,  neje. 

FABIO ,  viejo. 

UN  VEJETE  %  villano. 


PERSONAS. 

SERAFINA,  dama. 

Cazadores. 

LAURA,  dama. 

Músicos. 

MARGARITA,  dome. 

Damas. 

LIBIA,  criada. 

Darzarires 

FLORA,  criada. 

Gentr. 

DIONIS ,  criado. 

Criados. 

FRANCHIPAN,crtoe>. 

La  entena  et  en  Marsella  y  tu*  cercante*. 


* » • 


i  •»  •    i 


JORNADA  PRIMERA. 


\    •. 


>•  lil  i  • 


i    I 


ESCENA    PRIMERA. 

Dentro ,  músicos ;  detpuet , 
FRANCRIPAN. 

MÚSICOS,  {Dentro.) 

En  ¡a  tarde  aleare 
Del  teiíor  San  Juan 
Toda  et  baile*  Im  fierro-,  •    • 
Hética*  el  mar. 

pRAifCfupAii ,  saliente. 

Tt  qoe  mi  amo  o»  quiso 
l  Habiendo  de  un  ieipnoral 
La  amenazada  tormenta 
Obligadonos  á  dar 
Foodo  en  Marsella )  salir 
A  tierra,  y  a  mimé 'da 
Orden  de  que  en  el  esquife  ' 
Con  otros  salga  i  comprar 
Ates  y  dulces  coa»  qo* 
8e  poeda  mejor  jiasar 
Lo  ooe  hasta  Mesiiía  resta , 
Por  Dios  que  me  badeeaoei 
Todo  el  tienmo  que  festiva,, . 
Aquesta  mama  eslfc,., 

tt;  i 


■> 


En  Im  turne  atoar* 
Del  *ener  San  Juan 


••• 


8 


*  y 


FRANCHIPAIT. 

ue  no  hay  razón,  para  que, 

na  vea  en  Franela  ya, 
Deje  dé  ver  el  festejo 
Con  que  en  competencia  igual... 

*/*  Y-RritMjBg .  dentro. 

Teda  e*  ballet  la  tierra. 
Mútioat  el  mar. 

JlUffCUPAK. 

«Oh  cuánias, madajau«ieis*>  * 
Con  e!  airoso  disfra* 
De  las  máscaras,  quedando 
Hermosas  en  la  mitad , 
A  coros  danzan  !  Oh  cuántas 
De  otra  mostea  al  compás. 
Ka  varias  góndolas  cercan 
Y  ano  y  otro  tordo  dan 
Al  extranjero  bajel, 
Diciendo  en  coman  sotas!*.. 

músicos.  (Dentro.) 

Un  la  tarde  aleare 
Del  tener  San  Juan ,  etc. 


ESCENA  IX 

LAURA,  FLORA  r  otras  dos  damas, 
con  mateara*;  músicos  t  dauzarikis  , 
tin  ella*,  aVmsafufo.-FRANCHlPAN, 

.   UDRAt     , 

Ve  mirando  con  cuidado 
Si  á  Sera  Asa  *es*  .ya 
Que  mi  hermane  esta  licencia 
Por  ella*  «ora,  nos  da.    • 

FLORA. 

De  todo  voy  advertida; 
Que  ya  sé  enán  liberal 
Anda  contigo,  porqué 
Des  con  ella  para  hablar 
En  su  amor. 

laura. 

Pues  hasta  hallarla , 
Por  esta  orilla  del  mar   .  "     » 

Cantando  y  danzando  vamos. 
frarchifak.  (A*.) 
Con  estas  sae-be  de  meacisr 
Puesto  que  las  nmearillas 
Son  licencia  general. 

Y  espere  mi  amo,  ó  no  espere* 
Que  el  criado  moa  leal 

Primejros*  afras,  asi 
Qué  no  á  su  señor;  y  _ 
Con  la  disculpa  de  ver 
Que  con  regocijo  tal... 

tu  v  «úneos. 

En  la  tarda  aleare 
Del  tenor  San  Juan,  etc. 
(Vau  e*ta  trema  dañando,  $}Fean> 
chipan  con  ello*.) 

ESCENA  I1T 

FLORANTE ,  PIOMS ;  después,  música. 

morís. 
Terrible  estuviste. 

florarte. 
¿Quién 
Es  tan  feliz  que  templar 
Sepa  cólera  y  cordura, 

Y  mas  perdiendo? 

moma. 

Es  verdad ; 
Mas  con  todo  eso,  que  era 
Debieras  considerar 
Hermano  de  Margarita , 
A  cuyo  favor  estas 
Deudor  de  algunas  finesas. 

FLORARTE. 

En  otro  tiempo  quizá 


En  eso  cayera;  pero 
Si  sabes  que  espiré  ya 
Esa  incliuaciou  á  rayos 
De  la  divina  beldad 
De  madama  Serafina 
(Tras  cuya  esperanza  van 
Mejorados  mis  deseos , 
Si  no  en  la  parte  de  hallar 
Mas  favor  en  sos  desdenes, 
En  el  todo  de  adorar 
Mas  imposible  hermosura , 
Siendo  asi  que  una  beldad 
Sabe  en  cada  agrado  meaos 
Tener  un  mérito  mas), 
¿Qué  me  culpas? 

DJORIS. 

Lo  que  temo 
Es  que  acabado  n»  está 
El  empeño ,  poique  oi 
A  unos  y  otros  murmurar 
Que  tú  no  anduviste  >¡en. 
Mas  que  él  ha  quedado  mal. 

rtORAMTR. 

De  dos  daños  el  menor 
Me  toca ,  puesto  que  ya , 
Sucedido  el  lance ,  éA  tiene   . 

8ue  hacer»  y  yo  no;  y  pues  mas 
ue  ese  cuidado,  Dioois, 
A  la  marina  me  tray 
Kl  haberme  dicho  Laura, 
Mi  hermana  (cuya  amista/l 
Es  tercera  de  mi  amor) , 

Sue  sabe  que  sale  á  dar 
su  urde  Serafina 
A  esu  playa  su  deidad 
'A  cuya  causa,  la  dije 
¡ue  la  saliese  a  encontrar), 
en  á  ver  si  'conocerlas 
Pudiese  entre  las  demás. 

MONIS. 

Bien  empleado  caballero 
A  aquestas  horas  estás, 
Pues  de  empelles  de  Uhur 
Pasas  á  los  de  galán 
Con  tal  prisa ,  que  por  ti 
Decir  puede  aquel  cantar... 

músicos.  (Den&ó.) 

Da  loa  detdenet  de  Géla, 

¡Oh  qué  enferme  amén  Paternal! 

FLORARTE. 

No  es  lo  peor ,  sino  que 
A  todo  me  dice  mal. 


¿Cómo? 


A 

I 

V 


112 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  RAUCA. 


ESCENA  I*.        .      ' 

Otro  coro  de  músicos;  SERAFINA  y 
Ll Ul  A ,  con  mascarían ;  FA  B 10,  y  de- 
tras áh  largo,  CELIO.— FLORANTE, 
DI0N1S. 

FLORANTE. 

Como  aquella  tropa , 
Que  duda,  vieudo  su  mal... 

ÉL  Y  MÚSICOS. 

¿  Cómo  ha  de  sanar ,  si  es  ella 
La  cura  y  la  enfermedad  t 

FLORANTE. 

*  La  de  Serafina  es ; 
Que  no  se  puede  engañar 
La  alma ,  por  mas  que  los  rayos 
De  su  esfera  celestial 
Emboce  la  mascarilla ; 

Y  al  ver  que  tras  ella  va 

Celio,  el  que  juzgaba  encuentro, 
Se  ha  convertido  eo  azar. 

MHMHS. 

Quiera  Dios,  tu  amor  no  pase 
Al  remedio,  que  mortal... 

EL  Y  MÚSICOS. 

Opilado  di  desdenes , 

Le  manda  el  dottor  tomar,,. 

FLORARTE. 

Retírate,  porque  solo 
Mejor  su  luz,  singular 

(Vase  Dionis.) 
Siga. 

cguo.  (Ap.)     ' 

Pu«*s  por  entendido 
No  me  puedo  ¡  ay  de  mí !  dar 
De  que  es  ella ,  mientras  que 
Puesta  la  mascara  va , 
Conténteme  con  seguida» 
Tras  si  llevando  su  mían... 

EL  Y  MÚSICOS. 

Aceros  de  desengaños, 
Que  obran  bien  y  saben  mal. 

CEUO.  (Ap;) 

Y  disimule  el  dolor 

De  ver  que  Florante  esté 
Al  paito ,  por  mas  que  digan, 
Viéndose  á  celos  matar 

Y  á  sinrazones  vivir 

Mis  ansias ,  que  en  pena  igual... 

él  y  MÚSICOS. 

Ella  es  su  muerte  y  su  vida , 

Y  aun  no  se  la  quieran  dar, 

FLOBAMT*.  (Ap.) 

No  darme  por  entendido 
De  quién  es ,  fuerza  será , 

Y  asi,  suframos,  recelos. 

celio.  (Ap.) 
Penas ,  suframos. 

FLORASTE.  (A¿>.) 

Temores!... 

cflLW,  (Ap.)  , 

Mas  ¿ay  sospechas!... 

,  FJ.0ft4ffTE.  (Ap.) 

Que  en  tal  duda»,.  .  \ 

cel*o.  (Ap,) 

En  temor  tal... 

LOS  DOJ»  Y  MÚSICOS. 

¡  Desdichado  del  4m$  nv» 
Por  ajena  voluntad,!. . 

SERAFINA. 

¿  Cual  es  la  góndola ,  Fabio  f 
Que  os  mandé  prevenir ,  ya 
Que  al  ruego  desas  criadas , 


r 


t  Me  be  querido  faisfraufr 
'Esta  larde? 

FABIO. 

Aquella  es 
Del  enramado  tendal , 
Que  ya  en  la  orilla  te  espera. 

SEJUttRA. 

Decid  que  llegue,  y  mandad . 
Quedándds  vos  (porque  menos 
Conocida  goce  el  mar) , 
Que  en  otro  jabeque  sigan 
Esos  músicos  detras.  ' 

músicos'. 
De  los  desden**  de.GUa, 
¡Oh  qué  enfermo  anda  Pascual! 
¿Cómo  ha  de  sanar,  si  es  ella 
la  cura  u  la  enfermedad  T 
Opilado  de  desdenes , 
Le  manda  el  doctor  tomar 
Aceros  de  desenqauasf 

£ue  obran  bien  p  saben  mal. 
fia  es  su  muerte  y  su  vida, 
Y  aun  no  se  la  quieran  dar: 
¡  Desdichado  del  que  vive 
Por  ajena  voluntad! 

(Yanse  Fabió  y  los  músicos.) 


ESCENA  V. 

SERAFINA ,.  LIDIA  .FLORANTE , 
CELIO. 

LIMA, 

Parece  que  mal  hartada  ' 
Con  la  mascarilla  vas. 

SESAFKU.   * 

Temo  que  no  bieo  prendida 
Sobre  los  rizos  está ,        ¡ 
Y  no  quisiera  cjiie  el  aire 
La  corriera ,  ppr  no  dar    ,  '  , 
Ocasión  á  que  esos  necios 
Se  me  declarasen  mas 
Que  á  segufefcae;  pues  aunque 
Tras  mi  no  ignorantes  van 
De  quién  soy ,  mientras  cubierta 
Esté,  fuera  necedad  •        "  ' 
El  darse  por  entendidas.  • 

{Para  prenderte  la  mavtaHltat  Sé quita 

le*  ¡ruantes.) 
Mas  los  guantes  qae  se  catrt      - 
Por  componerla  v  taranta. 
(Cáensela  lo»  fuentes  f  iy  cada  una  de 
los  galanes  lava**  amo¿ 

LOAMOS. 

Aquí  quien  los  alee  hsyv  ' 

SEMAflNA. 


Pues  ¿qué  atrevimiento  es 
El  que  esa  Hteticw  os  ctaf 

vujflkñirn.  •    • 

¿Qué  atrevimiento  es ,  señora , 
En  un  lance  tan  casual) 
Como  ver  un  desperdicio 
Vuestro  en  el  suelo,  llegar 
A  levantarle,  y  asas  quien, 
Sin  conocer  quién  seáis, 
Solo  en  fe  de  dama  os  sirte? 
Y  porque  mejor  veáis 
Que  no  sabiendo  quién  sois , 
No  tengo  por  qué  eatimar 
El  acaso  (pues  no  es 
Favor  el  que  Vos  no  dais) ,    ' 
La  mitad  que  á  mi  me  copo, 
Cortés  os  vuelvo,  én  señal 
De  que  no  hay  merecimiento 
Adonde  no  hay  voluntad.    ' 

CEUO.  ' 

Aunque  yo  tampoco  sé 


>  i 


Quién  sois,  sé  eme  esta  mitad 
Que  me  tocó  del  acaso,1 
Es  vuestra;  y  asi ,  haré  mal 
(Pues  aunque  quién  seáis  no  sé, 
Sé  que  una  dama  seáis) 
En  volvérosla ,  porqué 
Quien  nunca  pudo  esperar 
Que  voluntario  el  favor 
Llegue  a  merecer  jamas , 
Conservarle  del  acaso, 
Sea  cuyo  fuere ,  mas 
Arguye  desconfianza , 
Señora,  que  vanidad. 

FLORASTE. 

Yo  sirvo  a  tina  dama ,  ella 
Sabe  que  la  sirvo ,  y  tal 
El  respeto  es  con  que  adoro 
Su  peregrina  beldad , 
Que  temiendo  que  a  disgusto 
suyo  esta  prenda  ba  de  estar 
En  mi  poder-,  se  la  vuelvo 
A  cuya  es ,  por  mostrar 
Que  es  mi  mayor  placer  no 
Hacerla  el  menor  pesar. 

CEUO. 

Yo  también  sirvo  á  una  dama \ 
Mas  tan  cuerda  que  sabrá 
Estimar  cortesanías    , 
Que  tenga  con  las  demás  : 
Con  que  ser  atento  aquí 
Sera  ser  mas  fino  aHá : 

Sue  aprender  á  ser  galante 
s  lición  de  ser  galán. 

FLORANTE. 

Todo  ese  es  sofistería ; 
Pero  estotro  realidad. 

CEUO. 

Esto  es  estimación ,  j  eso 
Desaire. 

rioRAirrE, 
Yo.„ 

CELM). 
YOw^ 
88*4*1114. 

No  mas', 

Y  si  yo  *e  de  decidir 

La  cuestión*,  entrambos  mal 
Habéis  andado  eormrigo 

Y  con  la  damaqae  amato :. 
Vos,  norqoe  grosero,  prenda  . 
Ya  hallada  una  vez  ¿ernais?.  ,,.,v  - 
Vos,  porque  atrevido ,  hacéis 
Prenda  de  Ia6>e  os  halláis  : 
Con  que  ejle,  por  el  empeño 
Que  sm  ella  baceta,  tendrá 
Razón  de  ofenderse  4  j  ye 

Por  lacÉestsov  de  peasar'  •' 
Que  hay  #****>*  ea  «no  <  cuando 
De  ambos  es  la  culpa  fanal ; 
Vos,  porque  os  quedáis  con  ella, 

Y  vos,  porque  me  la  dais. 
(Toma  el  guante  de  florante  w  se 

retiratuU;  Ubia  9a  s*gm) 

CELIO. 

Por  lo  menos  de  mi  culpa  • 
Consuelo  el  tener  ser*  * 
Hallada  ó  perdida ,  prenda*  ,., 
Que  fué  vuestra/ 

( Yanse  Sera/U*  y  Libia.) 


99 

*  > 


>     ; 


EMENA  TI. 

FLORANTE,  CELIO,  , 

FLOftAXTE.       '   1 

En  eso  hay 
Que  decir,  pues  no  es  dejarla 
Querer  que  con  ella  vais. 


cuuo. 
Pues  ¿quién  lo  podrá  impedir  t 

FLORASTE. 

Quien...   - 

cilio. 


Antes  que  habléis, 

?ue  á  tlsta  estaños  do  mocho», 
riñe  en  fe  de  la  paz 
Qoieti  riñe  en  publico»    - 

FLORAirrs. 

Poe* 

Ved  dónde  queréis  llevar 
El  guante  á  que  yo  te  cobre. 

GALIO* 

El  bosque  de  Miraval 

ÍQue  por  estar  mas  distante 
)e  aquesta  poMteidad  H 
Y  por  ser  de  «**atiaa 
Tleoe  un  requisito  mas) 
Para  nuestro  duelo 
El  sitio* 


Está  bien:  guiad; 
Que  ya  os  sigo  yo. 

ESCENA  Vil, 

margarita,  00»  máscara. — dichos. 

MARGARITA. 

Seior 
Plorante,  pues  os  dará  (Deteniéndote.) 
Licencia  ese  caballero, 
Aqui  aparta  me  escuchad. 

florarte.  (ApJ 

Esto  solamente  ahora 
Me  fallaba, 

MARGARITA. 

¿Qué  esperáis1? 

FLOBARfE»  (¿Jft,  é  CeHú.) 

Ya  veis  que  ser*  poner 
En  sospecho  ol  encasar 
De  hablar  con  aquesta-  dtmt  f 
Y  asi ,  licencia  mo  dad , 
Lo  que  tarde  en  despedirla. 

CRUO. 

A  mi  no  me  toca  mas 
Que  decir  donde  os  espero : 
Vos  rereis  lo  que  os  está 
Mejor,  pues  á  vos  os  toca 
Que  salgáis  6  ao  solgais* 


(tase) 


EKEMAVin. 


MARGARITA,  FLORA^TR 

florarte. 

1  Es  posible,  Margarita, 
Que  contra  üt  autoridad, 
A  vista  de  tauteo ,  quieras  T... 

MARGARITA. 

¡Buen  recato  es,  en  verdad, 
Mirar  vos  lo  que  ao  quiero 
Mirar  yo  f 

ruma*». 

Esto  es  estimar» 
Tu  pundonor;  y  asi»  vete 
Por  Dios ;  que  después  habrár 
Ocasión  en  que... 

MARGARITA. 

Va  entiendo» 
Falso,  aleve,  desleal, 
La  causa  cou  que  apresuras 
Mi  ausencia ,  que  es  por  quedar 

T.  XII. 


EL  ENCARTO  SR»  ENCARTO. 

A  seguir  áSüafioAr 
Tras  cuya  hermosura  vas. 
Pues  no,  no  lia  de  ser;  que  puesto 
Que  á  tantos  agravios  ya 
No  me  queda  otra  venganza 
Que  la.  de  soto  estorbar,    . 
fto  me  he  de  apartar  de  ti 
En  todo  boy. 

florarte. 

Mira  que  estás. 
Sin  razón  quejosa.  Yo 
A  Sera  I)  na  jamao 
Vi  ni  hablé ;  que  á  ti  te  adoro : 

Y  si  disgasto  te  da 

Que  por  esta  parle  vaya , 

Baste  á  tu  seguridad 

Ver  que  ya  voy  por  estotra. 

MAROARIYAv 

Yo  tambiep. 

FLORASTE. 

Todo  eso  es  dar 
Que  decir  á  quien  lo- ve. 

margarita. 

¿Qué  Importa1,  pdés  do  vefti 
Mas  de  que  es  una  tapada , 

Y  con  cuidado  quiza 

De  que  nadie  la  conozca? 

FLORANTE. 

Miro... 

MARGARITA. 

Aquí  ao  hay  que  mirar. 

FLORANTE. 

Advierte... 

MAROARITA. 

Nq  haj  qoo  advertir; 

Que  por  Dios  que  no  has  de  dar 

Paso  sin  mi  todo  el  día, 

(Yendo  ello  /ros  ¿l%  talo  Arsusfo  d 
tiempo  que  él  se  pone  delante ,  de 
modo  que  Ameofonorepara  en  ella.) 

ESCENA  «, 

ARNESTO.  —  MARGARITA, 
FLORANTE. 

ARNBSTO. 

Señor  Florante. 

MAROABTtA,(i4p.) 

Mas  jty 
Infeliz!  Mi  henaaeoeoostAi 

FLOR/nrrv.  (¿p.J 

De  un  pesar  á  otro  pesar 
Van  pasando  mis  desdichas, 

MARGAMftJU  (Api) 

Antes  que  repare  ma4 

En  mi ,  es  fuera»  que  me  áiwenft*, 

Y  no  fie  del  disfraz 
Tanto,  que  aventure  el  ser 
Conocida.  (faie.) 

mastuíx 

FLORANTE,  ARMftSTa 

FLORAItMl. 

¿Qué  mandáis  T 

ARRESTO. 

En  una  porfía  que  hoy 
Tuvimos,  sobre  juzgar 
Una  suerte,  se  quedo 
No  sé  qué  que  averiguar 
Entre  los  dos ;  y  pues  yo 
Soy  el  que  os  Irasco,  mirad 
Vos  ( pues  por  llamado  os  toca 


113 


La  elección )  en  qué  logar 
Menos  publico  queréis 
Que  acabemos  de  ajuotar 
La  porfía. 

FLORASTE.   (Aft.) 

¿Quién,  fortuna, 
Se  vio  en  confusión  igual  ? 
Rehusar  este  duelo  aqui , 
No  mo  e&  posible;  faltar 
Al  que.ya  acontado  tengo,. 
Tampoco. 

ARBUSTO. 

Pues  ¿qué  dudáis? 

FUMAMOS.  (Ap.) 

¿Qué  debo  hacer?  que  decir 
El  otro  empeño,  no  está 
Bien  á  mi  opinión ;  donde  otro 
Me  espera  no  ir,  le  está  mal.  ; 


ARHCSTO. 

Solo  vengo ,  y  solo  espero 
Oue  vos  el  puesto  elijáis, 
luiad  pues  donde  quisiereis 


8: 


FLORANTE. 


Nunca  pnde  yo  dudar 
De  vuestras  obligaciones; 

Y  para  que  lo  veáis 

(Ap.  Esto  ba  de  ser,  vive  Dios , 

?úe  los  tengo  de  juntar, 
riña  el  que  mas  acción 
Tuviere),  de  Miraval 
El  bosque ,  pues  que  de  esotro 
Parte  está  de  la  ciudad , 
Mas  lejos  deste  concurso, 
Sea  el  puesto. 

arresto. 

Bien,  está; 

Y  porque  yendo  los  dos 
No  demos  qne  sospechar 
Al  vernos  junios,  a.  quien- 
Por  ventura  esté  capaz 

De  nuestro  desabrimiento , 
Vos.  por  esta  parte  echad  r 
Mientras  que  yo  pos  estotra   • 
Voy. 

FLORANTE* 

Decis  Mea. 

(Vase  Arno9ta.) 

ESGEOfAYL 

LAURA ,  FLORA,  múncm*  FUAMGHl- 
PAN.  ~  VLOMiNTB. 

ladra.  (Deteniendo  d  Florante.) 

Rato  ha 
Que  te  busco.  Serafina 
En  una  góndola  está 
Embarcada  :  con  que  Rt» 
La  be  podido  ver  ni  baWor 
Hasta  ahora. 

PIARAtt».  , 

Va  losé, 
Laura ;  y  porque  á  mí  el  faltar 
De  aqui  me  importa ,  tu  espera 

Sue  salga:  con  que  podrás 
ablarla  en  mi.  (Ap.  Caballeros 
Son  los  dos:  eHos  verán 
Qué  deben  hacer;  que  á  mi 
Salir  me  loca  »  y  no  mas.)       (Vase.) 

FLORA. 

Vuelva  la  música,  puesto 
Que  aqui  habernos  de  esperar. 

frauchifar. 

Vuelva  ( y  regañe  mi  amo) 
Otra  mudanclta  mas. 

8 


m 

■OSICQS. 

En  la  tarde  alegre 

Del  tenor  San  han  • 

Todo  et  bailes,,, 

( Huido  dentro,) 

feSCENA  391. 

Gente,  LIBIA  y  SERAFINA,  dentro'; 
después,  MARGARITA.—  LAURA-, 
PLORA ,  FRANCHIPAN ,  músicas. 

gente.  (Dentro.) 

¡Qué  desdicha*! 
libia.  {Dentro,) 
¡  Jesús  mi!  veces ! 

serafina.  (Dentro:) 
¡Piedad, 

Cielos ! 

{Sale  Margarita.) 

TODOS. 

¿Qué  ruido  es  aquel? 

MARGARITA. 

A  lo  que  de  aquí  mirar 
Se  deja1,  junto  al  bajel 
Una  góndola  se  va 
A  pique. 

LAURA. 

Ya  del  y  de  otras 
Gente  se  arroja  a  sacar 
¿  los  que  en  tan  gran  desdicha 
Peligrau. 

ESCENA  X1H. 

ENRIQUE ,  sacando  en  brazos  d  SE- 
RAFINA; gente.—  Dichos. 

SERAFINA. 

¡Cielos,  piedad  1 

ENRIQUE. 

Alentad,  señora,  pues 
Estáis  en  la  tierra  ya» 

SERAFINA. 

La  vida  os  debo,  español , 
A  quien  siempre  os  estará 
Mi  valor  agradecida. 

ENRIQUE. 

Mis  deseos  agraviáis;  * 

Que  yo  soy  el  que  me  debo 
A  mi  la  felicidad 
Del  baberos  socorrido. 

LADRA. 

?ue  es  Serafina  :  llegad 
odos. 
(Llegan  sin  reparar  en  Enrique.) 

MARGARITA. 

(Ap.  Llegue  yo  también, 
Porque  aunque  celos  me  da, 
Para  averiguarlos ,  quiero 
Introducir  mi  amistad.) 
Señora..» 

LAURA. 

Amiga... 

todos. 

¿Qué  fat  Sido 
Aquesto? 

SERAFINA. 

No  sé  :  al  tomar 
La  vuelta  de  aquel  bajet... 

LAURA. 

No  es  tiempo  deso  :  llamad 
lina  carroza,  cualquiera 
Que  primero  esté. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


ESCENA  XIV. 

FABIO.  —  Dicnos. 

FA01O. 

Aqui  hay 
Una  :  ven  donde  repares 
Peligro  y  susto,  pues  ya 
Socorridas  las  que  iban 
Contigo ,  de  otros  están. 

(Uévanla  entre  todos ) 

SERAFINA. 

Ingratitud  será  irme, 
Sin  saber  á  quién  pagar 
Debo  la  vida. 

LAURA. 

Después 
Para  todo  habrá  lugar. 

todos. 

Ven  ahora ,  y  no  te  detengas 
A  nada. 

FRRIO. 

DeJfiraval, 
Cochero,  á  la  quinta  -es  donde 
Has  de  ir. 

(Yante.) 

ESCENA  XV. 

ENRIQUE,  FRANCHIPAN. 

FRAN  CHIPAN. 

¡Señor! 

ENRIQUE. 

¡  Frarichipan ! 

FRAKCH1PAN. 

i  Qué  es  eálo"?  De  Manzanares 
Hijo,  y  echarte  %., nadar, 
¿No  implica  contradicción  ? 

ENMQÜB. 

No  sé  si  diga  un  desmán 
De  tai  dicha  6  mi  desdicha . 
,—  Divirtiéndome  en  mirar 
A  la  banda  del  bajel 
Ese  tranquilo  crista) 
(Que  en  enramados  jabeques 
Y  Rondólas  trasladar 

8ulso  á  la  espuma  la  selva , 
on  tanta  festividad, 
Que  era  cada  errante  escollo 
En  la  dulce  suavidad 
De  sus  músicas ,  remedo 
De  las  sirenas  del  mar), 
Estaba»  cuando  dos  barcos , 
Apostándose  á  remar, 
Delante  del  compitieron 
Con  tanta  velocidad , 
Que  uo  se  sabia  si  era 
Nadar,  correr  ó  volar. 
A  este  tiempo  una  enramada 
Góndola,  que  por  detras 
De  la  popa  descubría 
No  bien  su  verde  tendal , 
Se  atravesó  de  manera , 
Que  sin  poder  restaurar 
La  viada ,  que  los  remos 
Tenían  impelida  ya , 
La  chocaron ;  con  que  al  agua 
Dio  con  la  gente  que  tray. 
Yo  viendo  que  eran  mujeres, 
Del  bordo  roe  eché  á  librar 
La  que  pude;  y  pues  tú  bas  sido 
Testigo  de  lo  demás , 
No  hay  que  referirte  que 
Sin  bacer  de  mí  caudal , 
Solamente  de  la  dama 
Cuidaron  eon  prisa  tal , 
Que  nadie  reparó  en  mi. 


V( 


FRANCfilFAN. 

No  es  ahora  eso  novedad. 
¿Quién ,  recibido  el  favor, 
Se  acuerda  de  quien  le  da? 

ENRIQUE. 

Qué  es  del  esquife  ?  porqué 
uelva  al  bajel  á  mudar 
Este  vestido. 

FRANC1UFAN. 

Debió   * 
De  volverse ,  pues  no  está  . 
Donde  le  dejé. 

ENRIQUE. 

Otro  barco 
Busca. 

FRANCHIPAN* 

Lo  mismo  es  buscar 
Hoy  aquí  un  barco,  <jue  un  coche 
En  la  calle  de  Alcalá 
En  el  dia  del  Sotillo. 

ESCENA  XVI. 

Gente,  dentro,  —  Dichos. 

gente.  (Dentro.) 
Buen  viaje. 

otros.  (Dentro.) 

Vira  al  mari 

ENRIQUE. 

¿Qué  es  aquello  ? 

FRANCHIPAN. 

Que  el  patrón, 
Viendo  que  empieza  á  soplar 
Viento  de  tierra,  se  hace 
A  la  vela. 

ENRIQUE, 

Al  ver  llegar, 
Sin  duda ,  al  bordo  el  esquife 
Con  los  que  estaban  acá , 
Creyendo  ser  todos  *  no 
Nos  ha  echado  menos:  haz 
Seña  con  un  llenao. 

franchipan. 
Es 
De  tabaco ,  y  della  harán 
Desprecio,  como  quien  dice  ; 
¡  Mocosa  sena  de  paz  t 

ENRIQUE. 

Da  voces. 

FRANCHIPAN. 

Serán  las  de  un 
Chapetón,  que  eu  alta  rmí 
Decia  :  «Para ,  bajel , 
Porque  quiero  vomitar.» 

ENRIQUE. 

¡Buenos  habernos  quedado , 
En  extranjero  lugar. 
Donde  á  nadie  conocemos , 
Sin  crédito  ni  caudal ! 

FRANCHIPAN, 

Lo  peor  es  que  t»n  ti  cualquiera 
Pena,  según  el  refrán, 
Lloverá  sobre  mojado. 

•     ENRIQUE. 

¿Qué  hemos  de  hacer? 

FRANCHIPAN. 

Pregonar 
Tú  en  remojo » y  seco  yo , 
Pescado,  pues  a  la  par 
Somos ,  criado  abadejo 
Y  caballero  cecial. 


fiüiiiQte. 
¿Ahora  frialdades? 

FRANCHIPAff.        ¿ 
A  ti 

Te  lo  pregunta ,  que  estás 
Tiritando.  Pero  en  lio, 
Aqui ,  señor  mió ,  uo  hay 
Mas  medio,  que  coo  el  poco 
Dinero  que  á  mi  me  das 
Para  las  aves  y  dulces, 

Y  el  moy  poco  que  valdrán 
Tu  bolsillo  y  mi  sisado , 
Tomar  postas  y  pasar  • 
Pop  tierra  á  Mesina ,  á  cuyo 
Faro  va  el  bajel  á  dar, 
Donde  cobraras  tu  ropa , 
Hallándote  doude  vas. 

ENRIQUE. 

Dices  bien  *  mientras  que  yo 
fio  una  hostería  enjugar 
Trato  el  vestido,  las  postas 
Busca  tíu 

francsu>a*. 

Fácil  será 
En  Francia. 

ENRIQUE. 

¿Quién  se  vio  ¡  cíelo»! 
En  igual  pena  jamas? 

franchipan. 

Cuantos  por  sacar  de  ahogos 
A  una  dama ,  pian ,  pian 
Se  van  de  mantas  mojada» 
A  servir  á  un  hospital. 
(Vanse.) 

Bosque. 
MEGERA  XVtL 

m 

CELIO  v  AENESTO,  cada  uno  par  $u 

parte» 

csUo. 

Mucho  Urda  en  despedir 
Aquella  dama  Florante : 

8ue  es  un  aislo  cada  instante  f 
o  debe  de  discurrir, 
A  quien  un  contento  espera  , 
Cuanto  mas  al  que  un  pesar. 

AftNESTO. 

Aqui  es  adonde  esperar 
Me  toca.  ¡  Oh !  el  cielo  quiera 
Que  venga  Flotable  presto; 
Que  mayor  contrario  en  mi , 
Que  en  él  tengo. 

cetro. 

Un  hombre  allí 
viene* 

arnesto. 

¿Síes  él ?—  ¡Cello! 

'  CELIO. 

;  Arnesto ! 

ARNESTO. 

¿Vos  tan  retirado,  día 
De  tan  gran  festividad? 

CELIO. 

¡  Vos  en  esta  soledad , 
Tarde  de  tanta  alegría  í 

ARNESTO. 

Retiróme  una  tristeza. 
ciuo. 

A  mi  una  ciega  pasión) 

Y  pues  parecidas  son 
Tanto  uña  y  otra  estrañeza , 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

Bien  con  la  vuestra  alcanzar 
La  mia  podrá... 

ARNESTO* 

Deoi. 

GIUO. 

Que  de  aqui  os  vais  «porque  aqui 
Solo  me  importa  quedar. 

ARNESTO. 

De  mano  me  habéis  ganado ; 
Porque,  á  haberos  detenido» 
Lo  que  vos  me  habéis  pedido 
Os  hubiera  suplicado ; 
Que  también  solo  quisiera 
Me  dejarais. 

CELIO. 

Tal  vez  lleno 
De  pena,  en  cuidado  ajeno  * 
El  proprío  se  considera* 

escena  xvm»    ; 

FLORANTE.  —  Dicuo*. 

FLORANTE.  (Ap.) 

Ya  los  dos  están  aqui. 

CEUO* 

|  Sepa  yo  lo  que  esperáis. 

¡  ARRESTO. 

I  En  sabiendo  qué  aguardáis. 

I  PLORANTE. 

Yo  á  entrambos  lo  diré.  A  mi. 

LOS  DOS. 

¡  A  vos  ? 

FLORANTE. 
SI. 

ARNESTO.    * 

»      „  ..    ¿Lpego  os  espera 
Para  hallarse  á  vuestro  Jado? 

CELIO. 

¡  ¿  Luego  os  aguarda,  avisado 
I  De  vos? 

FLORANTE. 

I  Tan  de  otra  manera 

!  Viene  á  ser  la  presunción 

$ue  contra  mi  honor  formáis, 
ue  en  la  opinión  que  agraviáis 
Aseguráis  la  opinión. 
Vos,  Arnesto,  estáis  de  mi, 
Si  no  ofendido,  quejoso ; 
Yo,  Celio ,  de  vos  celoso 
Estoy ;  y  siendo  esto  asi , 
Que  á  vos  dije  que  á  quitaros 
Aquí  una  prenda  vengáis  f 
Al  tiempo  que  me  buscáis 
Vos  para  desenojaros ; 
Con  vos  cumpliendo  y  con  vos 
En  lance  tan  importuno , 
Por  no  hacerte  fatta  al  uno, 

§uise  juntar  á  los  dos. 
o  estoy  aqui,  que  os  llamé, 
Celio,  para  este  lugar; 
Yo ,  Arnesto ,  á  quien  vos  llamar 
Quisisteis  para  éf ,  en  fe 
De  mi  honor' estoy  aquí. 
Uno  soy,  dos  os  halláis  : 
Ved  los  dos  cómo  ajustáis 
Reñir  conmigo,  de  mi 
Vos  llamado,  y  yo  de  vos ; 
Porque  mi  opinión  jamas 
Me  pudo  obbgar  á  mas 
Que  á  ponerme  entre  los  dos. 

CELIO. 

Esa  repetida  duda 

De  cuál  mas  esté  obligado, 

El  que  llama  ó  el  llamado , 


11* 

Hoy  á  resolverla  acuda 
El  argumento  mas  fuerte 
Que  basta  boy  este  caso  vio. 

los  nos. 

¿Quién  le  ha  de  proponer? 

CELIO. 

Yo. 

LOS  DOS. ' 

¿De  qué  suerte? 

CELIO. 

Desta  suerte. 
Ya  yo  la  espada  saqué  (Saca  la  espada.) 
Solo  para  vos :  ahora 
Arnesto,  pues  que  no  ignora 
Su  obligación,  verá  qué 
Debe  hacer,  puesto  que  ya 
No  correrá  á  cuenta  mia 
Si  él  hace  la  demasía 
De  embestiros  dos. 

ARNESTO. 

No  está 
Mi  honor  tan  desamparado 
De  razón ,  que  á  esa  razón 
No  baile  la  contradiciou. 

¿Qué  es? 

ARNESTO. 

PonerineyoésUlado,(AV>A*<*.| 
solo  para  embarazar 
Que  le  lleguéis  á  embestir, 
Porque  nadie  na  de  reñir 
Don  el  que  yo  be  de  matar. 

FLORANTE. 

Que  vos  me  defendáis,  no 
Me  está  tampoco  á  mi  bien ; 

Sue  no  ha  de  vaierme  quien 
i  enemigo  es;  y  asi  yo, 
Del  uno  y  otro  apartado , 
Matar  ó  morir  espero, 
Llegue  el  que  llegue  primero. 

arnesto. 
Seré  yo. 

CEUO. 

Puesto  á  su  lado, 
Haré  lo  que  hicisteis  vos. 

FLORANTE. 

¡Bueno  es,  sin  reñir  ninguno, 
No  darme  la  muerte  uoo, 
Por  querer  matarme  dos* 

CELIO. 

Mia  es  la  primera  acción. 

ARNESTO. 

Yo  la  haré  mk  también. 

FLORANTE. 

Yo  acudiré  á  entrambas. 
(Riten  /m  tres.) 


ENRIQUE.  -Dichos. 

Enrique.  (Dentro.) 

Ten 
Los  caballos,  postillón, 
Mientras  quizá  embarazar 
Puedo  un  pesar.— Caballeros,  (Sote.) 
Si  un  español  á  quien  ponen 
Obligaciones  de  serio 
Kn  la  de  mediaros,  puede 
(Cuando  la  Francia  Corriendo, 
A  Italia  pasa ,  y  acaso 
Llega  en  igual  trance  á  veros 
Desde  el  camino  )/ser  parte 
De  ajustar  aqueste  duelo, 


Ha 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARGA. 


Os  suplica  que',  puet  ya 
En  la  campaña  el  {acero 
Desnado  o»  desempefió- 
De  cualquier  acaecimiento 
Que  no  haya  sido  de  honor. 
Deis  plática  á  que  haya  medio 
Que  airosos  pueda  dejaros. 

arnesto. 

No  tan  solamente  siendo  * 
Como  decís,  j  publica 
La  roja  insignia  del  pecho , 
Caballero  y  español , 
Habéis  de  estorbarnos  *  f  pero 
Vos  nos  habéis  de  alentar 
A  reñir  con  mas  esfaeszo 

Y  mas  reputación. 

FLORANTE. 

¿Cómo? 
ttuo* 

• 

La  honrada  cuestión  sabiendo 
De  los  tres ,  para  saber 
De  quien,  como  forastero 
Desapasionado,  puede', 
Sin  llegar  á  conocernos , 
Decir  lo  que  hacer  nos  toe*. 

EHRRJVE. 

Yo  lo  haré ,  como  primero 
De  estar  ¿  lo  que  yo  ¿lenta 
Prométate,  porque  no  quiero 
Dar  consejo  á  quien  después 
Me  desestime  el  consejo. 

LOS  DOS. 

Sea  asi. 

Pues  decid  el  caso* 
florante. 

Yo  llamé  a  este  caballero 

A  reñir:  quiso  mi  suerte, 

Me  llamase  al  mismo  tiempo 

Ese  caballero  á  mi  i 

Yo,  la  concurrencia  viendo 

De  llamar  y  ser  llamado , 

Con  uno  y  otro  cumpliendo , 

Por  no  faltar  á  ninguno, 

Aquf  junté  á  los  dos  :  tilo* 

Son  tan  bizarros  ,  que  no 

Queriendo  embestirme ,  atentos 

A  reñir  cada  uno  solo, 

Ver  quieten  a  quién  primero 

Toca  el  tranco,  aJ  que  llamó, 

O  al  llamado.  + 

ENRIQUE. 

Esa  es  un  duelo 
Que  hasta  hoy  no  está  decidido. 
El  que  tuvo  atrevimiento 
De  llamarme ,  me  obligó 
A  responderle ;  al  que  luego 
Tuve  atrevimiento  yo 
De  llamar,  tambiétt  es  cierta 
Me  obligó  I  esperarle,  v  pues 
Hasta  anuí  es  igual  el  fuero 
De  acudir  al  que  me  ofende 

Y  de  espefif  af  (fué  ofendo , 

Y  hoy  lo  confande  el  aoaat> 

De  haber  sido  todo  á  un  tiempo, 

Sepa  las  dos  ocasione*  : 

Con  que  vendrá,  en  mi  concepto, 

Regulando  calidódes9 

Ultima  ley  del  derecho, 

A  tener  mejor  lugar 

Quien  tenga  mejor  pretexto. 

ARNESTO* 

En  una  conversación 
Sobre  los  lances  def  juego. 
La  espada  empañó ,  y  tomando 
La  puerta ,  salió  diciendo 

*  No  habéis  de  estorbarais. 


No  sé  qué  r  que  no  entendí 
Bien ,  entre  otras  voces; pero 
Como  que  daba  n  entender 

$ue  no  era  para  allí  aquello ; 
asi,  por  si  es  para  aqui , 
Le  busqué  para  deberlo. 

ttníQüt. 

¿De  modo  que  tos  no  oísteis 
Voz  que  os  dejase  mal  puesto? 

florante. 
Ni  yo  la  dljeí. 

fcfttilOtm. 

Con  esta 
Satisfacción... 

florante. 

Deteneos, 

Y  advertid  ana  yo  aquí  no 
Satisfago','  sino  cuento* 

Que  no  la  dije  allá,  he  dicho, 
Porque  no  la  dije ;  pero 
No  porqué  él  f »  dijera , 
La  negara. 

Enrique*. 

Asilo  tfttieadob 

tiaue. 

Yo  sirvo  á  una  danu*  á  guien 
Sirve  también ;  y  sabiendo 

Sue  yo,  sin  voluntad  suya, 
ste  guante  suyo  tengo ," 
Que  le  trajes© *  Mvdjp, 
Conmigo,  dondo soberbio 
De  mi  cobrarle  sabría. 

ENRIQUE. 

.  ¿Eso  dijo?  El  campo  es  vuestro. 

j  ARintSTO. 

¿Porqué? 

Porque  aHá  no  hubo 
Mas  que  el  casual  despecho 
De  un  arrojo  interpretado, 
Que  pudo  serlo  y  no  serlo  ; 

Y  aqui  (sobre  haber  aquf 
Competencia ,  amor  y  celos 
En  quien  lo  dijo  y  lo  oyó) 
Hay  el  expresado  empeño 
De  cobrar  y  defender, 

En  que  yo  atbttrar  no  puedo; 
Porque  es  déUto  con  parte 
Donde  hay  dama  de  por  medio. 

ARNESTO. 

Si  pensara  que  podía 
Ignorar  un  caballero 
Su  obligación  ,  4  de  amor 
A  otro  trance  prefiriendo « 
Cualquiera  que  fuese ,  mane» 
Hubiera  yo... 


¿Cómo  es  eso 
De  ignorar  ntfoWteacloo? 
¡Vive  Dios,  que  fcrdbefe  de  térro*! 

ARNESTO. 

¿Cómo? 

ENRIftOE. 

Si  el  no  reñir  vos , 
Ignorarla  es,  disponiendo 
Que  riñáis. 

AftlfSiTO. 

¿Con  quién? 

miouE. 

Conmigo. 
Solo  está  este  caballero , 

Y  sois  dos  :  con  qtso  veréis , 
Al  lado  del  solo  puesto, 

Y  dándós  con  quien  reñir  » 
Que  al  que  le  elijo  le  dejo, 


I  Al  que  le  sobra  le  aparto, 
;  Y  sé  qué  obligación  tengo. 
,  ¿Qoé  esperáis ,  pues  dos  á  dos 
Estamos  ya  ? 

FlOftAKTE. 

Al  lado  vuestro, 
El  mundo  es  poco. 

(fiiñen  tos  cuatro,) 

ESCENA  XX. 

Gente  t  EL  GOBERNADOR,  dentro, 
después,  FRANCH1PAN.  —  Dichos. 

geste.  (Dentro.) 

Hacia  aquella 
Parte  estéu. 

(Enrique  retira  y  hiere  dentro  á  Ar- 
nesto.) 

ahkesto.  (Dentro.) 
I  Voledme,  délos! 
enrique.  (Volviendo*} 
Ya  el  queme  cupo  cayó. 

gobernador.  (Dentro.) 
Llegad  todos. 

LOS  TRES. 

¿Qué  es  aquesto? 
(Sale  Franchipan.) 

FRAACHIFAN. 

Viendo  el  postillón  que  al  lado, 
De  uno  le  ponías,  corriendo 
Volvió  á  la  ciudad ,  de  donde 
Viene  gran  gente. 

CELIO. 

¿Qué  haremos? 
Porque  es  el  Gobernador , 

Y  bailando  aqui  muerto  á  Arnesto , 
Es  grande  el  riesgo. 

PLORANTE, 

Dejar 
Pendiente  ahora  nuestro  duelo , 

Y  de  mía  parle  los  cuatro.-. 

FRAXCEIFAN. 

;  Qué  cuatro?  que  >•  so?  «show 

Mas  detrás  de  treá  asrr  t*eint*> 
(Pónete  detrae.  -*  Me  el  Gobernador 
V  §****) 

GOftEMOtDOR. 

Daos  ¿  prisión; 

FLORANTE. 

Deteneos, 
Porque  antes  hemos  de  darnos 
Hechos  pedazos,  que  presos. 

GOBERNADOR. 

¿Cómo  sobre  igual  delito 
De  un  desafío ,  en  que  muerto 
Hallo  á  Arnesto « vos « Plorante, 
Vos,  español,  y  vos ,  Celio, 
De  mi  y  de  tamos  libraros 
Podréis? 

LOS  TRES. 

Matando  y  muriendo. 

GOBERNADOR. 

Pues  ellos  dan  el  partido , 

O  maladlos  ó  prendedlos. 

(Riñen  con  ellos ,  y  retir  anee  loe  tres, 

entran  por  una  parte ,  y  vuelven  á 

salir  por  otra*) 

CEUO. 

Tomemos  el  bosque,  donde , 
Pues  que  ya  va  anocheciendo  ♦ 
Será  posible  ocultarnos. 


FLORANTE. 

Decís  bien  :  al  bosque. 

ENRIQUE. 

Vuestro 
A  todo  trance  soy, 

FLORASTE. 

Yo 

Moriré  por  vos. 

goberharo*..  (Dentro.) 

íAaUosi 
No  el  bosque  ierqej). 

FBANCHIPAN. 

Señorea, 
¿Quién  me  ba  metido  6 mi  en  esto? 

[Yante.) 
Sala  as  Ja  quinta  de  Serafina. 


SERAFINA,  LAURA  Y  MARGARITA, 
y  taca  luces  LIMA. 

MARGAJITA. 

Eo  Gn ,  ¿  que  no  bas  querido 
Uu  rato  descansar? 

SERAFINA. 

.    t        ,Sí  ya  el  vestido» 
Como  veis ,  he  mudado , 
Vencido  el  susto,  el  riesgo  reparado» 
¿Qué  mas  descanso  espero? 

Y  mas  si>et»Lneáa*  dos  me  considero , 
A  cuyo  amparo  debo  agradecida 

El  segundo  reparo  de  rn¡  yida. 

(Ap.  ¡  Más  no  se  la  debiera 

Ai  que  me  vine  sm  saber  quién  era! ) 

uüha, 
No  juzgue  ta  belleza 
Que  en  las  dos  pudo  nanea  ser  fineza 
Acción ,  que  otra  cualquiera 
Mujer  en  trance  Igual  nos  mereciera. 

MARGARITA. 

Es  verdad ;  mas  ya  es  dicha, 
Una  vez  sucedida  la  desdicha. 
Ser  tal  sugelo  el  oue  la  logro,  q«e  Aaga 
Que  el  acaso  al  deseo  «atfefega ; 

Y  mas  a  mi,  pues  aunque  no  quisiera 
Que  de  tanto  pesar  la  ocasión  fuera, 
Casi  la  he  agradecido. 
Por  haberme  ofrecido 
La  de  que  conozcáis  que  en  mi.  señora, 
Serafina,  tenéis  la  servidora 
Mas  vuestra  aficionada , 

Y  de  vuestra  belleza  enamorada, 
(áp.  Esto  es  ganar,  recelos, 
Espías  en  el  campo  de  mis  celos*) 

SERAJIMA. 

Ufena  vuestra  mano 

Beso  por  un  favor  Un  soberano; 

Bien  que  yo  ser  debiera 

La  que  el  pasado  riesgo  agradeciera; 

Pues  de  vos  socorrida  y  lisonjeada , 

Dos  teses  vengo  é  ser  interesada. 

LADRA. 

Bien  como  yo  dos  veces  la  celosa,  Esa, 
Pues  ya  en  unión  Uo  dulcemente  hejw- 
¿Qué  acción  queda  á  una  y  otra  amistad 
libia.  (Ap.)  [mía? 

¡  Lleve  el  diablo  la  tal  cortesanía! 

serafina. 
¿Dices  alga? 

URJA. 

«  digo; 
Pero  es  soliloquiando  acá  conmigo  : 

Y  si  be  de  declararme,  j 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

Trato  de  lamentarme. 

Que  habiendo  yo  caldo 

También ,  y  habiendo  rtáe ,  (era, 

No  un  señor,  comp  el  tuyo  dicen  que 

Mi  delfín ,  sino  un  moro  de  galera 

( Bien  que  en  peligro  tanto 

El  tal  moro  jarana  oue  era  un  sauto), 

Y  habiendo,  no  jnodaflo 

Vestido  que  no  tengo,  si  enjugado 

El  que  me  lava  el  mar  y  no  j anona ; 

Al  calor  natural  de  la  persona , 

No  hay  alma  que  me  diga 

Fea  ni  hermosa  ♦  amiga  ni  enemiga. 

ssrafuu. 

Razón  tienes  :  ve  y  ponieaquel  vestido 
Que  para  el  bosque  hice. 

LIBIA. 

Ya  ha  servido 
De  algo  el  hablar. 

MARGARITA. 

Bien  creo 
Que  en  esta  recreación  vuestro  deseo 
Estará  bien  «astado* 

eauamu. 

A  aquesta  soledad  me  ba  retirado 
Por  esta  primavera  [fera 

La  inclinación  del  /campo,  «o cuja  es- 
Pesca  y  caza  tal  vez,  de  mi  sentido... 

E9CEMAXXIÍ. 

Gente,  FLORANTE,  £NBIQUE,EL 
GOBERNADOR  tFRANCBIPAN,  dea- 
tro.  —  Dichas. 

gente.  (Dentro.) 
Todo  el  monte  sitiad. 


m 


„  Pero  ¿qué  ruido 

Es  este?  ¿Qué  es  eso,  Libia? 

LIBIA. 

No  lo  sé,  señora;  pero 
Hacia  la  parte  del  ¿caque, 
Donde  del  palacio  viejo 
Cegadas  minas,  testigos 
Son  de  las  ruinas  del  tiempo , 
Armas  y  voces  se  escuchan , 
Que  en  desordenado  estruendo 
Dicen... 

florante,  (Dentro  <á  f*  ¡Un.) 

Sigúeme,  espaffof; 
Que  mas  tu  vida  deseo 
Que  la  mia. 

EMuoox-  4fimtro>) 

Ya  te  sigo; 
Pero  del  monte 4o  espeso, 

Y  de  la  noche  lo  obscuro 
De  ti  me  apartan. 

GOBERNADOR.  <¿takJrv.) 

A  el  los 

Y  tomad  todas  las  sendas. 
Porque  no  escapen  huyendo. 

SERAFINA. 

Bajen  luces  y  criados, 

Y  sepan  que  ha  sido  eso. 

(Vate  Ulna.) 

LAS  DOS. 

¡Qué  contusión  I 

ortos.  (Dentro.) 

Ala  torre. 
otros.  (Dentro:) 
A  la  espesura. 

franchipan.  (Dentro.) 

Al  infierno. 


u%  TRES. 

¿Qué  puede  habar  sucedido ? 
libia  ,  que  ntetne  huyendo. 

Entrársenos  acá  dentro 
Con  Jas  espadas  desnudas 
Dos  hombres, 

(Salen  Enrique  y  Franchipan.) 

ENRIQUE. 

Si  pe  forastero, 
A  quien  honradas  desdicha*. 
Señoras... 

FRANCBJPAX. 

SI  un  majadero, 
A  quien  botarlas  nphooradaa... 

ENRIQUE. 

Ba  tanto  peligro  fean  puesto , 

8 ue  obligan  á  que  guiado 
e  las  luces  que  salieron 
Desta  casa ,  en  ella  lome 
Derrotadamente  puerto, 
Por  español  os  merece 
Alguna  piedad.., 

SERAfU|A.ÍR*.)    . 

I  Qué  veo ! 
i  Este  no  as  «I  que  la  vida 
Medió? 

WaiQÜE. 

A  -vuestras  plantas  puesto 
Os  suplica... 

gejt*.  (Dentro.) 

Aqui  los  dos 
Entraron. 

gobernar**,  i  Dentro.) 

Pues  W  siguiendo 
A  los  otros,  mientras  yo 
A  estos  sigo. 

LIBIA. 

Peor  es  esto, 
Que  mas  gente  en  casa  ha  entrado. 

BNRIQCEi- 

La  justicia  es,  porque  meaos 
Que  della  no  iuiyera  yo. 

FRAMCVIFAJU 

Yo  si ;  que  buyera  del  perro 
De  San  Roque,  si  ladrara. 

MARGARITA. 

A  todas  toca  el  empeño 
De  que  en  tu  casa  y  á  vista 
Nuestra  le  prendan. 

JLA4RA» 

Es  cierto. 

SERAFINA. 

Retiraos  á  aquesta  cuadra , 
Y  creed ,  ya  que  aqui  el  cielo 
Os  redujo,  que  en  las  tres 
Favor  tengáis. 

enrióos. 

Bien  lo  creo; 
Porque  ¿cómo  ha  de  faltar 
A  nadie  favor  en  templo 
De  tres  divinas  deidades? 

FRANCHIPAN. 

¡  Cuerpo  de  Cristo  1  ¿requiebros 
Ahora,  cuando  entran  ya  ? 
(Escóndeme  los  doten  la  puerta  de 
en  medio.) 

SERAFINA. 

Las  dos  me  ayudad ,  diciendo 
Lo  que  yo  dijere  ;  —  tú, 
Libia ,  escucha.         (Habíala  quedo.) 

usía. 

Ya  te  entiendo.  (Vase.) 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 

serafina.  (Gritando.)  ~  serafina. 

Libradnos  desle  peligro. 

LADRA. 

Amparadnos  desle  riesgo. 

MARGARITA. 

Restauradnos  desle  asombro. 

gobernador. 
¿Adonde  están? 

serafina. 
Allí  dentro. 

GOBERNADOR. 

Tomad  esa  luz  y  entrad 
Conmigo. 


418 


i  No  hay  quien  nos  taiga  y  ampare. 
De  tan  grande  atrevimiento? 

las  dos.  (Repitiendo.) 

¿No  hay  quien  nos  valga  y  ampare. 
De  tan  grande  atrevimiento? 

SERAFINA. 

;  En  mi  casa  esta  osadía ! 
¿No  tengo  criados  y  deudos 
Que  castiguen?... 

ESCENA  Qm 


EL  GOBERNADOR  y  gente  —  SERA- 
FINA, LAURA,  MARGARITA;  EN 
RIQUE  y  FRANCHIPAN,  ¿SGStKfefof. 

gobernador. 

Si  es  conmigo , 
Señora,  el  airado  cello, 
Porque  á  entrar  con  gente  y  armas 
En  vuestra  casa  me  atrevo , 
Perdonad ;  que  aunque  no  ignoro 
El  noble ,  el  jnsto  respeto 
Que  se  debe  á  estos  umbrales, 

Y  mas  cuando  miro  en  ellos 
A  madama  Margarita 

Y  Laura,  sobre  ser  vuestros 

(Ap.  ¿Cómo  que  son  sus  hermanos  y 
Diré,  matador  y  muerto?) ;  . 
Con  todo  eso,  hay  accidentes 
Que  tal  ves  disculpan  yerros 
No  prevenidos. 

serafina. 

No  solo, 
Señor  Asto)ü> ,  mé  ofendo  * 
De  que  asi  entréis  en  mi  casa, 
Mas  que  entréis  os  agradezco ; 

Y  mas  si  es,  como  imagino, 
Eu  busca  y  en  seguimiento 
De  dos  extranjeros  hombres, 
Qne  osadamente  resueltos 
Aquí  han  entrado... 

Enrique.  (Ap.  al  paño.) 

¡  Qué  escucho ! 

FRANCNIFAN.  (Ap.) 

i  Bueua  haoienda  habernos  hecho ! 

las  dos.  (Ap.  d  Serafina.) 
¿Qué  dices? 

SERAFINA. 


ESCENA  XXIV. 

LIBIA.  —  Dichos. 

LIBIA. 

¡Valedme,  cielos! 

(Ruido  dentro  ée  goipes^  y  quiebran 
vidrios.) 

SE*  ATINA. 

¿Qoé  es  eso,  libia? 

LIBIA. 

Asomada 
A  esa  galería  del  cierzo, 
Oyendo  el  ruido  del  bosque 
Estaba ,  cuando  á  los  pechos 
Me  pusieron  dos  puñales 
Y  á  la  garganta  diez  dedos , 
Diciéndome  que  callase. 
Dos  hombres  :  traté  de  hacerlo , 
Hasta  que  oyendo  aqui  gente, 
Soltándome  á  mi  dijeron  : 
t  Mejor  será  que  muramos 
Desesperados  que  presos. » 
Con  que  quebrando  cristales, 
Que  abrir  no  sabían  con  tiento , 
Dejándose  caer  al  monte , 
Me  dejan  tal ,  que  no  creo 
Que  estoy  viva. 

ENRIQUE.  (Ap.) 

Mejoróse 
El  peligro. 

FRANCHIPAN.  (Ap.) 

I  Vive  el  délo, 


(Ap.  d  Laura  »  Margarita.  Pues  los  d, -  '  ?»«  £SS¿£*  á  "*  *SK,adw 


Mostrar  que  no  los  detiendo.)      [lato, 
Con  tan  grande  alevoria , 
Que  desnudos  los  aceros... 
—No  puedo  hablar. 

MARGARITA. 

Yo  tampoco. 

LAURA. 

Y  á  mí  me  falla  el  aliento. 

SERAFINA. 

A  las  tres  amenazando , 
Nos  han  dicho  que  si  hacemos    : 
Ruido  ú  decimos  que  aguí 
Han  entrado,  pondrán  fuego 
A  la  casa. 

FRANCHIPAN.  (Ap.) 

Miente  el  ángel ; 
Que  tal  no  hemos  dicho. 

ENRIQUE.  (Ap.) 

¡  Cielos ! 
¿Qué  es  esto? 

FRANCHIPAN.  (Ap.) 

Las  tres  deidades 
Eu  tres  áspides  se  han  vuelto.   ^ 

<    No  solo  no  me  ofendo. 


Los  aspidillos ! 

GORERRADOR. 

Tras  «tíos 
Al  monte  volvamos. 

SERAFINA. 

No 
Nos  dejéis  con  este  miedo , 
Sin  mirar  toda  la  casa. 

MARGARITA. 

Y  aseguradnos  primero 
De  que  no  quedan  en  ella. 

LIBIA. 

¿Cómo  han  de  quedar ,  si  es  cierto 
Que  yo  arrojarse  los  vi? 

GOBERNADOR. 

Si  ella  lo  afirma  ,  y  yo  pierdo 
Tiempo ,  haré  mal  en  estarme 
Aqui;  y  mas  si  considero 
Que  en  seguirlos  sirvo  a  alguna 
De  las  tres ,  aunque  a  otra  ofendo. 

LAS  TRES. 

¿De  las  tres? 

GOBERNADOR. 

j  Si. 


LASTRES. 

No  habéis  de  iros 
Sin  decirlo. 

GOBERNADOR. 

Harto  lo  siento; 
Mu  ¿qué  importará  callarlo, 
Si  ha  de  ser  fuerza  el  saberlo? 
Florante  y  Celio  reñían... 


¿Mi  hermano?  ¡  Qué  escucho! 

SERAFINA.  (Ap.) 

ÍSi  son  resultas  del  guante 
¡I  reñir  Florante  y  Celio, 


¡Cielos! 


Y  soy  yo  por  la  que  dice 
Que  na  de  sentirlo? 

GOBERNADOR. 

A  este  tiempo 
Aruesto... 

MARGARITA. 

¿También  mi  hermano 
Es  introducido? 

GOBERNADOR. 

Puesto 
AlladodeCetfo... 

LAURA. 

¡  Ay  triste ! 

GOBERNADOR. 

Refiia  con  Florante. 

SERAFINA.  (Ap.) 

Hoy  muero. 

GOBERNADOR. 

Cuando  viendo  dos  á  uno 
Un  español  caballero 
Que  iba  corriendo  la  posta, 
Se  apeó  por  componerlos , 
Según  cuenta  quien  coa  él 
Iba ,  y  fué  á  avisarme ;  y  viendo 
Que  no  bastaba  á  ajustarios , 
Al  lado  del  solo  puesto, 

8ue  era  Florante...  no  sé 
ómo  os  diga...  maté  á  Arnesto. 
Ved  si  sirvo  á  la  una,  pues 
Al  homicida  siguiendo 
De  su  hermano  voy ;  y  ved 
Sí  ofendo  á  la  otra ,  puesto 

?ue  voy  siguiendo  á  su  hermano 
al  español ,  en 'quien  tengo 
De  vengar  igual  desdicha. 

(Y  ase  con  su  gente.) 

ESCENA  XXV. 

SERAFINA,  LAURA,  MARGARITA, 
LIBIA;  ENRIQUE  Y  FRANCHIPAN, 
escondido*. 

MARGARITA. 

Oíd ,  esperad. 

LADRA. 

¿Qué  es  tu  intento? 

MARGARITA. 

Decirle  ose  el  agresor 
Aleve,  cómplice  fiero 
Con  Florante...  (Ap.  ¿No  bastaba 
Qne  á  mi  me  matase  á  celos , 
Sino  a  mi  hermano  á  traiciones?) 
Se  oculta  aqui. 

LACRA. 

Es  vano  intento; 
Que  uo  ha  de  saberlo. 

MARGARITA. 

¿Cómo, 
Si  oigo  que  a  mi  hermano  ha  muerto? 

LACRA. 

Como  he  de  impedirlo  yo, 


Sne  oigo  también  que  le  debo 
aber  amparado  al  mió. 

MARGARITA. 

Es  on  Urano  sangriento , 
Qne  mi  sangre  ba  derramado. 

laura. 

Es  na  noble  caballero, 

Qne  ba  valido  ai  que  vio  solo. 

ENRIQUE.  {Ap,  Ú  8U  Cliaéo.), 

I  Ahora  tenemos  esto  ? 


T  ana  otro  poco  qne  falta. 

SERAFINA. 

i  Laura ,  Margarita  t  (Ap.  ¡  Cielo*! 
¿Qué  debo  hacer  cuando  sé 
Que  es  al  que  la  vida  debo?) 

.   MARGARITA. 

Serafina,  el  qne  dio  muerte- 

A  mi  hermano^  eslAaflui  dentro : 

Tú  has  de  ayudar  mi  venganza. 

LAURfe, 

Serafina,  el  qne  magollo 
La  vida  í  mi  normano  dio, 
Aquí  dentro  está ,  y  espero 
Que  tú  á  su  amparóme*  ayudes* 

SERAFINA. 

Ni  lo  uno  ni  lo  otro  ofrezco; 
Que  bay  tercero  empeño. 

LAS  DOS. 

¿Cómof- 

SERAFINA. 

Como  este  hombre  tomó  puerta 
En  mi  casa,  y  nUh  en  elfo 
Le  bas  de  ofender,  ni  tú  luego  • 
En  ella  le  bas  de  amparar; 
Que  á  mi  me  toca  el  hacerlo. 

LIBIA.  (Ap.) 

También  bay  duelo  en  la*,  damas, 
Debió  decirse  por  esto. 

las  dos. 
¿Cómo  has  de  poder? 

SERAFINA. 

Asi.-* 
¡Hola! 


FABIO.  —  Dichos. 


Señora. 


FABIO. 


SERAFINA. 

Ai  momento 
llanda  poner  dos  caballos 
De  los  qne  en  la  quinta  tengo 
Para  el  servicio  del  bosque , 
Sus  arzones  pro? eyendo 
De  pistolas,  y  sus  fundas 
De  joyas  y  de  dineros, 
Con  que  fe  convoyes  hasta 
Salir  de  los  cotos  nuestros.— 
(Salen  Enrique  y  Franckipau  de  éomie 
-..  e$tab*n.) 

Tú,  español... 

FRANCBIPAN.  (Ap.) 

No  habla  conmigo : 
Yo  debo  de  ser  tudesco. 

SERAFINA. 

Ponte  en  ellos ,  y  pues  ya 
Esta  en  quietud  y  silencio 
Todo  el  bosque,  tu  camino 
Prosigue. 

ENRIQUE. 

No  te  agradezco 
Tanto  que  me  des  la  vida , 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO» 

Hermoso  prodigio  bello, 
Cuanto  ¡ay  cielos!  que  ocasión. 
Me  des  de  que  vaya  huyendo 
El  enojo  de  una  dama 
A  quien  en  ser  noble  ofenda* 
Porque  no  estoy  enseñado 
A  agraviarlas;  y  antes  pienso. 
Que  el  haber  servido  á  alguna 
A  quien  boy... 

SERAFINA. 

No  es  tiempo  deso. 
Idos  pues :  llevadle,  Fablo. 

MARGARITA. 

Idos;  pero  sea  advirtieodo... 

LAURA..  . 

Idos;  ma> sabiendo  sea,.. 

MARGARITA. 

Que  os  han  de  ñafiar  en*  ef  centre 
De  la  tierra  mis  rencores. 

LAURA. 

Que  han  de  hallaros  mis  afectos 
Donde  quiera  que  ella  os  busque* 

■AROAEfTA, 

Y  asi  créd... 

LADRA, 

Y  asi  estad  dono... 

MARGARITA. 

Si  os  acaecieren  desdichas... 

•  LACRA. 

Si  os  sucedieren  contentos... 

MARGARITA. 

Que  madama  Margarita 
Dellos  es  causa. 

LAURA. 

Que  dellos. 
Es  causa  madama  Laura. 

emuque. 
Ni  uno  estimo ,  ni  o^ro  temo> 
Que  lo  que  temo  y  estimo , 
Es... 

SERAFINA. 

Tampoco  deso  es  tiempo» 
Id  con  Dios. 

shrioge. 
Quedad  oon  Dios. 

FRANCHIPAN. 

El  quiera  que  no  encontremos 

Otra  aventura  en  el  bosque. 

(Vanse  Enrique,  Fabio  yFranMpm.) 


i« 


SERAFINA,  MARGARITA,  LAURA, 
LIBIA.  9 

SERAFBL1, 

i  Ahora  que  cumplí  primero 
i  Yo  mi  obligación ,  cumplid 
!  Las  vuestras  las  dos,  supuesto 

8ue  ya,  fuera  de  mi  ca$a , 
o  está  a  mi  cuenta  su  riesgo , 
O  bien  tu  venganza  le  halle , 
O  bien  tu  agradecimiento. 

MARGARITA. 

Tú  lo  verás  cuando  veas 
Cómo  de  un  traidor  me  vengo, 
Y  aun  dos ,  pues  él  y  Plorante 
A  mi  y  a  mi  hermano  han  muerto. 

(Va$e¿ 

AAORA. 

Tú  lo  veras  cuando  oigas 

Cómo  yo  le  favorezco, 

Pues  obligado  mi  hermano, 

Por  si  y  por  mi  sabrá  hacerlo.  (Vate.) 


ESCENA  XXVIU. 

SERAFINA,  LIBIA. 

SERAFINA. 

Ni  uno  ni  otro  veré.—  Libia. 

USÍA. 

¿Qué  mandas? 

SERAFMA. 

nui?L!  Baja  corriendo ; 

Di  á  Fabio  qne  la  deshecha 
Haua  de  que  sale  huyendo, 

Y  sin  decirle  que  yo 

Se  lo  mando,  deje  sueltos 
Los  Caballos  en  el  monte. 

Y  coa  los  dos  vuelva  luego, 

Y  los  esconda  «n 'bu  cuarto. 

liria. 
Pues  ¿  qué  pretendes  ? 

SERAFINA. 

aMMi  ^  i  Piretendo 

Que  ni  una  logre  venganzas, 
Ni  otra  finezas.  (Ap.  El  cielo 
T>Lf t,g?  •  ?¡Pafiól  ▼aliente, 
i  En  qué  obligación  me  has  puesto ! ) 


JORNADA  SEGUNDA, 

Jardín. 

ESCENA    PHIMEBA. 

SERAFINA,  LIBIA. 

LIBIA. 

¿Tao  de  mañana  ai  jardín 
Salir  quieres* 

SERAFINA. 

ri       ^  .      A  *sa  puerta 
Llama  del  cuarto  de  Fabio, 

En  tanto  que  yo  entre  aquestas 

murtas  me  quedo  porque 

No  quiero  que  en  él  me  vean, 

Y  dde  que  estoy  yo  aquí. 

LIBIA. 

Excusada  diligencia 

Ks ;  que  él  sin  duda  te  ha  visto . 

Pues,  con  recato  entreabierta 
La  puerta ,  sale. 

ESCElf  A  n. 

FABIO.  -  SERAFINA  f  LIBIA. 

SERAFINA. 

¿Qué  bay,  Fabio, 


De  nuevo? 


FABIO. 


No  sé  que  sea 
Novedad  que  tú ,  señora , 
Dispongas  y  yo  obedezca. 
Dijo  Libia  aue  en  habiendo 
Hecho  anoche  la  deshecha 
De  irse  ese  español,  con  él 
Diese  a  mi  cuarto  4a  vuelta. 
Rícelo  asi,  y  retirado 
En  la  mas  oculta  pieza 
(Que  es  esa  por  quien  yo  ahora 
Salgo  aun  antes  que  amanezca. 
Con  ánimo  de  pasar 
Al  tuyo),  sin  que  me  vea 
La  familia,  le  be  tenido. 
Mira  pues  qué  es  lo  que  ordenas 
Que  baga  del ,  porque  no  sé 
Si,  en  que  aili  se  oculte,  aciertas. 

SERAFINA. 

Aunque  yo ,  Fabio ,  sé  poco 


ttO 


COMEDIAS  DB  D6Nl»ElHW>  CAL*Éft*M  *B  LA  BARCA. 


Desto,  sé  «rae  el  que  desea 
De  la  justicia  librarse,  . 
Ha  de  ser  en  dos*  rti añeras  : 
O  tan  luego  que  «abrada 
La  ventaja  4  no  le  puedau 
Dar  alcance,  6  lan  después, 
Que  los  que  le  siguen ,  j>ierdan 
Las  esperanzas  de  bailarle; 

Y  siendo  así  que  o>  eeas 
Dos  buidas,  Cae  foraoso 
Valerme  de  b  cimera  • 
Entonces  por  Mangan  ta, 
Previue  después  (atenta 

A  ser  de  noche,  a  estar  taota 
Gente  movida,  la  tierra 
Del  ignorada*  y  sabida 
De  los  demás)  tjue  se  vuelva. 
Para  usar  déla  segunda; 
Pues  como  ahora  s$  detenga 
Escondido  alguaee  4ias , 
Pasada  una  vea  ¿a  priesa 
De  buscarle,  -claro  está 
Que  bá  de  noder  «on  «»a*<cieffta 
Seguridad  use». 

MIÓ. 
•        JfeD 

Estaba  eso,  si  no  hubiera 
Otra  razón. 

6C*AFM*.  ¡ 

¿Quéest 

FABIO. 

Que  viendo 
Que  np  solo  .no  U  «ocuritireti  , 
Pero  fpie  "apenas  del  hallan 
Noticia ,  rastro  ni  «afta 
Los  ministros  de  justicia , 

Y  de  Margarita  bella 

Los  deudos,  y  aun  ellaaalsnan, 
Que  altivamente  soberbia 
Le  sigue ,  no  habiendo  paso 

gue  ya  tomado  no  tenoáu ; 
s  fuerza  que  contra  U, 
Sintiendo  caanio  le  empeñas, 
Por  solo  tema,  en  librarle „ 
Todos  los  indicios  vuelvau, 

Y  que  le  faaHeu  en  tu  casa. 

SERAFINA. 

Y  cuando  eso  nos  suceda» 
¿  Faltará  donde  ocultarle 
De  modo... 

fabio. 

¿Qué? 


Que  aunque  venga" 
No  te  ñafien?  T 

FAWQ. 

¿Dónde  ó  cómo? 

SERAFINA. 

Esa  antigua  fortaleza , 
Que  demolida  del  tiempo» 
Ruina  yace,  ¿no  conseraa     .  < 
En  las  caducas  memorias 
De  su  pasada  grandeza 
Un  torreón  que  antes  fuó 
La  cámara  fuerte  delta? 

FAMO. 

Si,  señora. 

SSmAFBXA. 

A  «ste  ¿no  arrima 
La  hermoea  «fabrica  nueva 
Que  hizo  mi  padre,  dejando, 
De  su  ancianidad  en  muestra , 
Pequeña  puerta,  que  tarde 
O  nunca  Be  lia  visto  abierta  ? 

fAUlO. 

Sí,  señora. 

Sxlt  AWn  A  • 

Pues  ¿quién  quita 


El  que  ñongamos  ea  afta 
Disimulad?  pintara 
De  su  arquitectura  mesma, 
Sobre  dos  quicios  movida , 
Por  donde  dársele  pueda 
La  comida,  con  tal  arte 
Que  el  haber  paso  desmienta? 

FABIO. 

Vengo  en  que  en  ese  secreto 
No  oóat  ¿si  por  las  almenas 
Entraseu  al  fcernepa? 

aeaAFiKA» 

Valdrémonog  de  las  ciegaa 
Minas,  haciendo  que  una 
Que  sale  á  la  orilla  (lesa 
Ria  que  va  al  mar,  se  aclare , 

Y  teniendo  no  boceo  ea  ella 
Siempre  aprestada,  y  la  boca 
Hasta  ese  trance  cubierta 

De  tierra  v  broza,  podrá 
Huir  eu  él. 

¡FABIO. 

tffoé  mas  padieras 
Haber  pensada,  mwmn  > 
En  amñaro  ó  en  defensa 
De  un  nermano.á  quien  hubiesen 
De  cortarle  {a  ?ab¿za 
A  otro  día  ?  Un  exlraujero, 
Por  tema  no  mas,  ;te  cuesta 
Tantos  discursea  I 

mam  a. 

Des  veces 
Me  habéis  dicho  eso  de  tema ; 

Y  aunque  mas  me  ocasionéis» 
No  he  de  deciros  cutí  sea 

La  ocasión  que  á  eso  me  mueve, 
Pues  basta  que  yo  la  tenga. 
{Ap.  Y  es  verdad.,  porque  me  obligo 
A  mucho  el  día  que  safa' 
El  ni  nadie  que  jx>  menos 

?ue  el  vivir  le  estoy  ep  deuda,) 
supuesto  qne  los  dos 
Solos  habéis  de  aer  destas 
Prevenciones  sabidores , 
Con  tal  secreto  y  cautela 
Que  él  no  va  de  aaber-qse  yo 
Lo  sé,  porque  no  quisiera 

8ue  la  bizarría  eapaiola, 
aturalmeua*  soberbia, 
A  otro  efecto  se  persuada ; 
Haced  poner  de  manera 
Aquellas  piezas,  que  acaso 
Pobre  hospedaje  parezcan , 
y  emeed  que  por  esa  mina 

Y  barco  se...  Mas  suspenda 
La  voz;  qae  él  saje  al  |anito* 

SAMO, 

La  puerta  me  dejé  abierta , 
Por  no  presumir  que  babia 
De  atreverse  á  que  le  vieras. 

SERAFINA. 

Pues  va  retirarme  ne  es 
Posible,  decidme  :  él  ¿  llega 
A  saber  que  es  orden  mía 
Elqueescéaqui? 

fmmo. 

Alai  pudiera 
Yo  haberlo  dicho,  si  Libia 
Lo  primero  aue  me  ordena 
Es  que  lo  calle. 

SERAFINA. 

Está  bien , 

Y  ayudadme  á  la  deshecha 
Que  he  de  hacer. 


t&tifcttA.  nx 


ENRIQUE ,  FUaMCUPAN.-Dicvos 

ENRiQce.  {A  FrehcMprtn.) 

fríes  el  anciano 
A  quien  debí  la  fineta 
De  haberme  vuelta  á  este  aleaaar* 
Abierta  deje  la  ¿puerta, 
Y  tarda»  reconozcamos 
Dónde  sale,  porque  sepa  , 
Si  me  buscan,  como  habrá 
O  retirada  ó 


.  ¿■¿NBJPNkS* 

En  toda  milicia  es 
Principio  de  lwena  guerra 
Reconocer  el  terreno. 

■NMOIIB. 

Un  jardín  es,  -Mae  eeeet* ; 
Que  está  aejaii  madama. 


Es  posible  queaea  cüa. 


¿Cómo  no  ?. 

reasumir**. 

{¡amo  no  ae  usan 
En  esta  ni  en  otra  tierra 
Madamas  madrugadoras. 

SERAFINA. 

¿Quién  anda  allí? 

ENRIQUE. 

Quien  quisiera 
Tener,  nfcsta,  aaét  ridas 
Que  dar  á  laa  plantas  vuesltiea<, 
Atento  á_, 

anurouL 

No  mas.— ¿Qué  es  ef»H» , 
Fabío?  ¿Cómo  «iqni  se  queda 
Este  bomire  ?  ¿No  mandé  yo 
Que'Iuego  al  punto  saliera 
Destos  bosques? 

<FAHtO. 

Sí,  señora, 
Pero  la  noche ,  funesta 
Para  él  dos  aeees...  movida 
Toda  la  gente...  la  tierra 
Ignorada... 

aUAMKA. 

Tocto  eso 
No  corría  á  cuanta  vuestra 
Ni  mía ;  pues  ya  una  vex 
Fuera  de  mi  casa,  á  cuenta 
r.orria  de  su  fortuna. 
Y  es  demasiada  aioanria 
Que  en  vuestro  ©eartuu~  ' 


ÉNlflQCE. 

No  Fabío, 
Señora,  la  culpa  tenga... 
Ni  yo  la  tenga  tampoco , 
Sino  el  ser  tales  mis  penas, 
Que  aun  escttlbadas  de  paso , 
No  hay  bronce  que  no  enternezcan , 
Cuanto  mas  el  peche  notrie 
De  un  anciano,  que  al  oir  que  eran 
(Ap.  Fingiré  que  se  las  dije , 
Por  ver  si  ea  ¡enoje  templa.) 
Nacidas  indas  de  haber 
Con  generosa  olesaeacia 
Dado  la  vida  á  una  dama... 

fRAXGWFiARv 

¡  Cargara  el  cKaMo  cen  eKa 
Primero,  pluguiera  á  Dios! 

SERAFINA. 

Nada  me  digáis. 

ENRIQUE. 

Es  fuerza , 


No  por  mi,  sino  por  fabio. 
— Que  ayer  sin  duda  muriera 
Ahogada  en  el  mar,  á  oo 
Arrojarme  á  socorrerla 
De  la  fratría  del  navio 
Que  huyendo  de  una  tormenta, 
Uegó  de  paso  á  albergarse 
£0  la  barra  de  Marsella. 

mío.  (Ap.) 
I  Qué  oigo ! 

ubu.  (A>.  á  tu  ama.) 

Ya  no  hay  que  decirnos 
Lo  que  a  ampararle  te  fuerza. 

i  Que  no  pudiese  estorbar 
Que  mi  obligación  se  sepa, 
Pues  le  bastaba  ser  mía 
Para  -camplir  yo  con  ella 
Sin  testigos?  Pero  ana  bien 
Que  él  ua  ttegacé  a  aabecsa. 

BCllHQUK* 


Y  siendo  asi,  como 
(Aunque  a  repetirlo  vuelta) , 
Que  al  oír  que  mis  desdichas 
Tan  ilu.«tre  origen  tengas  , 
Se  enterneciese,  ¿  qué  culpa 
Fué?  pues  piadosas  trágame, 
¿Qué  espíritu  hay  que  no  iuoliaenf 
Qué  corazón  que  no  muevan? 

Y  mas  cuando  de  tan  noble 
Acción,  tan  hidalga  empresa* 
Resultó  que  con  la  dama 
Apenas  toqué  la  arena  • 
Cuando  otras,  que  disfrazadas 
También  estaban  4e  fiesta, 
En  uu  coche  la  pusieron  , 
Dejándome  en  Ja  ribera 
(Porque  a  este  tiempo  también 
Se  hizo  el  bajel  á  1a  vela) 
Mojado,  pobre  y  desnudo , 
Perdidos  viaje  y  hacienda  , 
Sin  reparo  y  ein  abrigo,,. 

FAANCBIF4K. 

Ni  género  de  moneda , 
Has  que  la  que  yo  tenia 
Para  pollas  y  conservas. 

Con  que  obligado  á  tomar 
Postas,  pude  Ter  desde  ellas 
Que  de  mi  necesitaba 
La  ventajosa  violencia 
De  estar  dea  para  venir 
Con  uno...*—  sin  que  pudiera 
Ajuslarlos,  porque  habla 
No  sé  qué  dama  y  qué  prenda 
De  por  medio.  Y  pues  ¿abéis 
Lo  demás  que  de  aquí  resta , 
Doleos  de  una  fortuna 
Tan  derrotada  y  deshecha , 
Que  aun  vuestra  piedad,  señora., 
Se  ha  hecbcde  piedad  ofensa, 
Perdonando  á  Fabio,  ya 
Que  yo  el  perdón  no  merezca» 

Y  quedad  con  Dios ;  que  yo 
Palabra  os  doy  (aunque  fuera 
Mi  riesgo  el  de  muchas  vidas , 
Cuanto  mas  el  de  una,  y  esa 
Llena  de  tantos  pesajes* 

De  tantas  desdicnas  llena) 
De  no  estar  un  punto  donde 
Vuestra  hermosura  lo  sienta.-» 
Ven,  Francbipan. 

■      °  SSBAFMA. 

£sperad . 
Oíd ,  atended. 

KXAIQDC, 

De  manera , 
Señora ,  me  atemoriza 


EL  ENCANTO  SAN  ENCANTO. 

Vuestro  enojo,  que  aunque  quiera 

No  podré  con  mi  respeto 

Acabar  el  que  se  atreva 

A  miraros  enojada ; 

Que  si  da  muerte  cualquiera 

Belleza  afable,  1  qué  hará 

Airada  vuestra  belleza  ? 

SERAFINA. 

No  es  el  enojo  el  que  ahora 
Os  habla,  sino  el  ver  que  entra, 

Y  por  esa  parte  donde 
Habéis  de  tomar  la  puerto , 
Un  hombre,  que  con  las  ramas 
No  bien  distingo  quien  sea. 
Mas  sea  quien  fuere,  no  tanto 
Por  vos  como  por  mi,  es  fuerza 
Que  esas  murtas  os  oculten. 

Y  procurad  que  no  as  veau  : 
Ni  salgáis  hasta  avisaros* 

ENRIQUE. 

Solo  en  eso  os  obedezca , 
Por  vos,  no  por  tai. 

LIBA. 

Entrad  vos. 

FRAKCniPAM. 

Entraren ;  que  no  son  bestias. 
(Etotndcnu  les  do*.) 

ESCENA  TV. 

SERAFINA,  FAA10,  LIMA ;  ENftJQOE 
T  FRANCHIPAN,  ****#«. 

eBaAJFRH, 

j Tenia ,  Fabio,  razón 
De  ampararle  mi  aoblesa? 
¿Ilazon  mi  vanidad,  Libia, 
Para  que  nadie  lo  entienda  ? 
Pues  en  sabiéndose  ¡  ay  triste  1 
Que  yo  la  vida  le  deba , 
¿Con  qué  tengo  de  pagarle? 
Demás  de  Ja  coatigeacia 
De  que  sabido  una  vez  , 
0  le  maten  ó  le  prendan 
A  mis  ojos. 

*ABJO. 

Dices  biea; 

Y  ahora,  aunque  tu  no  quieras] 
Ampararle ,  tengo  yo 

De  morir  en  su  defensa  ; 

Y  asi,  iré  á  que  luego  al  punto 
Cuanto  importe  se  prevenga 

Para  ocultarle.  (Yate.) 

SKRAFRVA. 

Tn,  Libia, 
Quién  es,  mira,  el  que  atraviesa 
El  jardín. 

utu. 

Clarante  es,. 

Y  viene  hacia  aquí. 

SERAFTOA. 

¡Qué  pena! 

ESCENA   V. 

FLORANTE.  -  SERAFINA ,  LIBIA ; 
ENRIQUE  T  FRANCHIPAN.  ocultos. 

SERAFUU. 

Pues  ¿cómo.  Florante,  vos?.         fia.) 
SI...  cuando  yo  aquí...  (Ap.  Estoy  muer- 

FLORANTE. 

No  mi  venida,  señora , 

Os  disguste  ni  os  ofenda ; 

Que  no  es  la  pasada  culpa 

(En  que  me  arrastró  mi  estrella 
i  A  hacer  del  amor  agravio 
!  Y  á  ofender  con  las  finezas) 

La  que  boy  oara  venir, 


121 


Vida  y  libertan  arriesga, 
A  vuestra  casa  :  mirad 
Cual  será  la  causa  Mera 
Que  á  ella  me  reduce,  pues 
Le  está  de  mas  el  ser  vuestra. 
'A  Fabio* busco,  no  á  vos : 
Dijéronme ,  á  esotra  puerta 
De  su  cuarto ,  que  al  jardín 
Había  salido  por  esla ; 
Y  asi,  entré  a  buscarle,  no 
Persuadido  á  que  pudiera 
Dar  con  vos  á  aquestas  horas  ; 
Mas  ¿qué  ignorancia  tan  necia, 
Siendo  las  ñoras  del  alba, 
No  imaginaros  en  ellas? 
En  fin,  señora,  buscando 
Vengo  á  Pablo,  atn  que  tema 
Ni  enemigos  ni  justicia; 
Que  es  ai  honor  el  que  me  alienta, 
Por  haberme  dicho  Laura , 
Mi  hermana,  ahora  aneen  iglesia , 
Adonde  estay  retraído 
( Por  ser  la  que  haUé  anas  cerca 
Anoche  entra  enano  y  quima ), 
Que  Fabio,  en  la  competencia 
Della  y  Margarita ,  fue 
Quien  con  jnadosa  orden  vuestra 
A  un  caballero  español 

Soe  perdí  entre  la  maleza 
el  monte  sin  corpa  mía 
(La  noche  sola  la  tenga), 
Había  acompañado,  hasta 
Ver  su  vida  en  salvo  puesta. 
Es  el  español  á  quien 
Yo  se  la  debo ;  y  sus  prendas. 
Primero  para  ajustamos 
Generosamente  cuerdas, 
Para  ayudarnos  después 
Discretamente  resueltas , 
Me  han  puesto  en  obligación , 
Sin  reparar  que  me  vean , 
Que  me  prendan  ó  me  maten , 
De  que  le  busque,  y  pretenda 
A  todo  trance  á  su  lado 
Hallarme;  y  asf,  quisiera 
Solo  que  Fabio  me  diga 
Qué  camino  es  el  que  lleta, 
Quién  era,  y  adonde  va , 


Para  seguirle,  y  que  vea 

Que  si  él  empeñó  por  mi 

Su  valor  en  la  pendencia , 

Sé  yo  por  él  empeñar 

Ser,  vida,  alma,  honor  y  hacienda. 

ENRIQUE.  {Ap,) 

Bien  anda  el  francés. 

fran  chipan  .  (Ap.  d  tu  amo.) 

Salgamos, 

Y  válganos  su  nobleza. 

ENRIQUE. 

La  primera  es  Serafina. 
Detente,  loco  :  ¿qué  intentas? 

FBANCMFAN. 

Ver  si  hiciésemos  flux,  pues 
No  nos  vale  la  primera. 

aiaAFINA. 

Ya  que  el  acaso  conmigo , 
En  vez  de  Fabio,  os  encuentra , 
En  vez  de  Fabio  también 
Habré  de  dar  la  respuesta. 
A  ese  español  le  sacó 
De  mis  términos,  v  apenas 
Fuera  dellos  le  vio,  cuando 
(Porque  aqueste  el  orden  era) 
Le  di  10  :  c  Vuestra  fortuna 
Os  valga  »,  y  tomó  la  vuelta. 

Y  siendo  asi  que  él  no  sabe 
Mas ,  idos,  y  tan  á  priesa , 
Que  no  deis  lugar  á  que 
Mas  vuestra  venida  sienta. 


«3 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARGA. 


FLORANTE. 

Sí  haré,  señora,  supuesto 
Que  es  reservada  materia 
Por  ahora  la  de  amor,  hasta 
Que  á  vos  mas  airoso  vuelva , 
Cobrada... 

SERAFINA. 

No  prosigáis. 

FLORANTE. 

Dejad  que  á  correr  me  atreva 
La  máscara  á  mi  dolor, 
Pues  vos  no  la  teueis  puesta. 
— Cobrada... 

SERAFINA. 

No  be  de  oírlo. 

FLORANTE. 

Tengo 
De  decirlo  :  —  aquella  prenda 
De  Celio,  con  quien  me  biso 
Hacer,  si  no  paces,  treguas , 
Lo  preciso  de  ayudarnos 
Uno  a  otro  en  la  resistencia 
Que  hicimos  á  la  justicia. 

Enrique.  (Ap.  á  Franchipan  ) 

¡Vive  el  cielo,  que  por  ella 
El  duelo  fué! 

FRANCSIFAN. 

Y  aun  los  duelos. 

FLORANTE. 

Pero  tiempo  habrá  en  que  pueda 

Blasonar,  pues  no  acabada 

Quedó  la  cuestión  suspensa 

De  que  ó  cobre  vuestro  guante , 

O  pierda  en  tan  digna  empresa 

La  vida,  para  coosuelo 

De  no  haber  sido  en  la  fiera 

Ruina  del  mar  el  dichoso 

Que  pudo  sacaros  della ; 

Pues  cuando  estábades  vos 

A  tanto  peligro  expuesta  , 

No  á  menos  peligro  estaba 

Quien  es  clara  consecuencia 

Os  diera  la  vida ,  pues 

La  daba  á  una  alhaja  vuestra ; 

Y  aun  con  fineza  mayor, 

Pues  siempre  es  mayor  fineza 

Que  el  cobrarla  vos  por  otro , 

El  que  yo  por  vos  la  pierda.      ( Vate.) 

FRANcniFAN.  (Ap.  á  su  ama  ) 

¿Háslo  oido?  ¡Vive  el  cielo, 
Que  también,  señor,  es  ella 
La  que  sacaste  del  mar ! 

ENRIQUE. 

Aun  esa  dicha,  que  fuera 
Desquite  de  otras  desdichas , 
Viene  en  pesares  envuelta. 

FRANCHIPAN. 

ÍEu  qué  pesares ,  si  ahora , 
uro  a  Cristo,  aunque  no  quiera , 
Nos  ha  de  amparar? 

ENRIQUE. 

No  sé 
Cómo  decir  cuánto  sienta 
Ser  la  dama  de  aquel  duelo. 

SERAFINA. 

:  Ay  Libia!  ¡con  qué  vergüenza 
Le  be  de  ver,  al  ver  que  sabe 
Lo  que  le  debo,  y  que  sea 
La  causa  del  desafío ! 

LIBIA. 

Solo  un  remedio  te  queda. 

SERAFINA. 

¿Qué  es? 

LIBIA. 

Irte  sin  que  te  bable. 


SERAFINA. 

Has  dicho  bien  :  en  mi  ausencia 
Haz  tú  que  al  cuarto  de  Fabio 
El  á  retirarse  vuelva. 

UBI  A. 

Vete  t(i  y  déjame. 

ESGENA  VI. 

LAURA.  —  SERAFINA,  LIBIA;  ENRI- 
QUE y  FRANCHIPAN,  escondidos. 

LAURA. 

Hermosa 
Serafina. 

SERAFINA. 

Laura  bella , 
¡Tan  de  mañana!  Pues  ¿qué 
Venida  ¡  ay  cielos !  es  esta  ? 

LAURA. 

Supe  dónde  retraido 
Mi  hermano,  tras  las  refriegas 
De  anoche ,  estaba ,  y  por  no 
Fiarme  de  otro,  me  fué  fuerza 
Ir  yo  á  llevarle,  no  sé 
Qué  dineros  y  joyuelas , 
Para  que  se  ausente ,  en  tanto 
Que  el  tiempo  este  daño  enmienda. 
Dijele  como  por  causa 
Del  lance  del  mar,  en  esta 
Quinta  Margarita  y  yo 
Juntas  concurrimos. 

SERAFINA. 

Cesa; 
Que  ya  él  me  lo  dijo. 

LAURA. 

¿Pues 
Ha  estado  aquí? 

SERAFINA. 

Y  con  tan  necia 
Pretensión,  como  que  Fabio 
Le  dijese  dónde  queda 
El  español. 

LAURA. 

De  su  parle 
Venia  á  eso  yo. 

SERAFINA. 

Su  impaciencia 
No.  le  debió  de  sufrir 
El  aguardar  tu  respuesta. 

LAURA. 

No  te  espantes,  porque  es  mucha 
Su  obligación.  Y  ¿qué  llega 
Fabio  á  decir  del? 

SERAFINA. 

No  mas 
De  que,  dejándole  fuera 
De  los  bosques,  se  volvió , 
Y  él  prosiguió  donde  quiera 
Que  le  lleve  su  fortuna. 

lacra. 

¡  Ob  quiera  el  cielo  que  sea 

A  patria  donde  te  aguarde 

Mas  dicha  que  halló  en  la  nuestra ! 

serafina. 
Pues' ¿qué  te  va  en  eso  á  ti? 

LAURA. 

No  lo  sé ;  pero  si  oyeras, 
;Ay  Serafina!  av  amiga  l 
Lo  que  del  mi  hermano  cuenta 
Cuanto  á  ingenio  en  el  discurso» 
Cuanto  á  brío  en  la  destreza  ; 
Si  hubieras  hecho  reparo 
Al  entrarse  por  las  puertas, 
Cuan  en  si  ayo  que  buia 


(Porque  de  otro  nunca  boyera) 
De  la  justicia ;  si  hubieses , 
Después  de  la  competencia 
De  Marmita,'  advertido 
Con  cuan  cortesanas  muestras 
Dijo  que  solo  sentía , 
Entre  todas  sus  tristezas, 
Dejar  quejosa  á  una  dama ; 

Y  esto  sobre  una  presencia, 
A  la  vista  tan  airosa , 

Al  oído  tan  discreta ; 
No  me  preguntaras  qué 
Me  iba  en  esto,  porque  vieras 
Dentro  detpecho...  No  acierto 
A  decirlo.  Tu  eres  cuerda; 

Y  asi  te  ruego,  si  acaso , 
Bella  Serafina,  llegas 

A  saber  del,  me  lo  avises. 

Y  adiós ;  que  á  hacer  diligencia 
Voy  de  que  le  siga  quien , 

Si  por  mi  dicha  te  encuentra , 
Le  traiga  donde  en  el  centro 
Le  be  de  esconder  de  la  tierra , 
Hasta  que  le  ponga  en  salvo.    (Vos*.) 

ESCENA  VII. 

SERAFINA,  LIBIA;  ENRIQUE 
t  FRANCHIPAN,  oculto*. 

FRANCHIPAN.  (Ap,  Ú  SU  ama.) 

¿Tampoco  á  aquesta  fineza 
Habernos  de  salir? 

ENRIQUE. 

No. 

serafina.  (Ap.  i  ella,) 

¿Has  visto  cosa  mas  tierna 
En  toda  tu  vida,  Libia  ? 

LIBIA. 

También  preguntar  pudiera 
Yo ,  ¿qué  te  va  en  eso  á  ti? 

SERAFINA. 

Si ;  mas  también  respondiera 
Yo  que  no  lo  sé,  pues  solo 
Sé  que  de  todas  mis  penas 
Siento  que  él  haya  entendido 

£ies  nada  importa  que  entienda 
e  baya  ó  no  baya  quien  me  sirva) 
Lo  que  le  debo. 

liria. 

i  Qué  dieras 
Porqne  aunque  To  sepa,  yo 
Hiciese  que  no  lo  sepa  ? 

SERAFINA. 

¿Cómo  es  posible? 

LIBIA. 

No  niegues 
La  calda,  ni  concedas 
El  socorro ;  que  ya  vuelvo. .     ( Vase.) 

ESCENA  VIII. 

SERAFINA ,   ENRIQUE,    FRANCHI- 
PAN. 

serafina.  (ÍAegando  adande  están  es- 
condida Enrique  y  Franchipan:) 

ÍAp.  ¡  Qué  mal  el  dolor  se  alienta ! ) 
a  los  que  entraron  se  han  ido. 
Salir  podréis. 

ENRIQUE. 

Pues  ucencia 
Me  dais,  será  á  proseguir 
La  última  plática  nuestra. 

SERAFINA. 

¿Qué  es? 


ENRIQUE. 

Qne  perdonéis  á  Pablo, 

Y  «dios  quede». 

SERAFINA. 

¿Tan  apriesa? 

ENRIQUE. 

Si  el  hallarme  aqpf  os  enoja  t 

Y  bastaba  esta  primera 
Razón,  ¿qué  hará  la  segunda? 

SERAFINA. 

¿Segunda  bay? 

ENRIQUE. 

Si. 

SERAFINA. 

¿Y  cuál  es? 

ENRIQUE. 

Esta. 
Cuando  de  vos  recibía 
Amparo  que  solo  era 
Dadiva  de  ser  quien  sois, 
Airosa  estaba  mi  pena; 
Qne  es  dar  culto  a  una  deidad 
Aceptar  que  favorezca ; 
Pero  cuantío  el  culto  pasa 
A  ser  otra  cosa,  y  deja 
De  ser  culto,  desairada 
Vendrá  a  estar;  que  es  muy  diversa 
Cosa  que  un  ánimo  nobje, 
El  favor  que  se  le  ofrezca , 
Le  reciba  como  don, 
O  le  cobre  como  deuda. 

SERAFINA. 

No  sé  por  qué  lo  digáis. 

ENRIQUE. 

DI jeos  que  de  mis  tragedlas 
Fué  una  dama  que  del  mar 
Saqué  ayer,  causa  primera, 

SERAFINA. 

Si. 

ENRIQUE. 

Díjós  otra  persona 
Ser  vos,  y  cuanto  le  pesa 
No  haber  ella  sido. 

SERAFINA. 

Si. 

ENRIQUE. 

Pues  vos  socorrida,  ella 
Envidiosa,  y  yo  dichoso , 
Fácil  es  la  consecuencia. 

SERAFINA. 

En  la  góndola  conmigo 
Iban  criadas  y  deudas, 

Y  huno  quien7á  todas,.. 


LIBIA,  conunmemorial.—SER AFINA. 
ENRIQUE,  FRANCHIPA*. 

I4BIA. 

Este 
Memorial  me  dio  á  la  puerta , 
Trayendo  para  venir 
Guarda  de  vista  y  Ucencia, 
Señora,  para  ti  ahora, 


■!•» 


¿Quién? 


SERAFINA. 
UBU. 


El  moro  de  galera 
Que  ayer  te  sacó  del  mar, 
En  que  te  pide  ó  le  acuerda 
La  palabra  que  le  diste 
De  darle  libertad. 

SERAFINA. 

Sea 
La  reapuesta  que  á  él  le  dé , 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

También  para  vos  respuesta. 
Dile,  Libia,  que  yo  estoy 
Con  cuidado,  y  de  mi  crea 
Que  la  obligación  conozco 
En  que  le  estoy,  de  manera 
Que  le  pondré  en  liberta^, 
Si  vida  y  alma  me  cuesta. 
¿  Estáis  respondido  ? 

ENRIQUE. 

Si... 

FRANCBIPAN,  (Ap.) 

Renegó  nuestra  fineza, 
Pues  se  nos  ha  vuelto  mora, 
Antes  que  el  rescate  venga. 

ENRIQUE. 

Pero  no  desconfiado , 
Pues  aun  consuelo  me  deja 
La  diferencia  en  los  dos. 

SERAFINA. 

Y  ¿cuál  es  la  diferencia? 

ENRIQUE. 

Venir  él  por  libertad , 

Y  volverme  yo  sin  ella. — 
Ven,  Franchipan,  procuremos 
En  una  alquería  desas 
(Porque  no  me  he  de  valer 
De  piedad  que  no  sea  vuestra 
Dos  vestidos  de  villanos , 
Que  nos  disfracen  siquiera 
Hasta  la  raya,  pues  basta 

Lo  que  sé  en  lengua  fraucesa 

Para  ir  pidiendo  limosna.  (Vase) 

FRANCBIPAN. 

Y  yo,  que  no  sé  la  lengua , 
Comeré  de  lo  que  él  pida, 

Y  callaré ;  que  no  es  nueva 
Cosa  que  calle  quien  come. 

Y  dígale  usted,  mi  reina , 
Al  moro,  que  yo  le  beso 
Las  manos,  y  que  me  tenga 

Desde  boy  por  su  servidor.       {Va$e.) 

SERAFINA. 

Libia. 

uetA. 

¿  Qué  me  mandas? 

SERAFINA. 

Vuela* 

Y  dile  á  Fabio... 

ESCENA  X 

FABIO.  —  SERAFINA,  LIBIA. 

FABIO. 

A  mi  no  bay 
Que  decirme;  que  ya  queda 
Aclarándose  la  mina 

Y  fingiéndose  la  puerta  , 

Y  en  el  mas  hondo  retrete 
Puestas  dos  camas  y  mesa. 

SERAFINA. 

SI  bay,  Fabio  :  que  le  sigáis , 
Pues  no  tomando  él  aquella 
Del  cuarto,  por  la  del  nosque 
Salió.  Id  tras  él  áque  vuelva. 

FABIO. 

Volando  Iré,  aunque  de  vista 
Se  pierda  ya. 

SERAFINA. 

En  una  desas 
Alquerías  va  á  buscar 
Disfraz  :  tú,  que  tras  mi  vengan 
Monteros  y  cazadores 
Di,  porque  con  la  deshecha 
De  fa  caza  he  de  seguirle , 
No  tanto  ya  por  mi  mesma , 


423 

Cuanto  porque  no  se  loaren , 
O  en  su  favor  ó  en  su  ofensa , 
De  Margarita  las  iras , 
Ni  de  Laura  las  finezas. 
{Y ante. ^ 

Bosque. 

ESCENA  XI. 

MARGARITA,  EL  GOBERNADOR, 
t  gente,  con  armas. 

MARGARITA. 

Si  el  centro  de  la  tierra 

En  sus  duras  entrañas  uo  le  encierra , 

Del  bosque  no  es  posible  haber  salido , 

Según  yo  desde  anoche  acá  he  corrido 

En  todo  su  horizonte 

La  playa  al  mar  y  la  malesa  al  monte, 

Sin  que  la  mas  pequeña 

Noticia  encuentre  del ,  rastro  ni  seña, 

Que  le  haya  en  tierra  ó  mar  dado  pasaje 

Desde  el  menor  hasta  el  mayor  villaje. 

GOBERNADOR. 

Añade,  para  que  salido  no  naya 
Al  linde. de  la  mas  vecina  raya, 
El  ir  á  pié,  pues  sueltos  los  caballos, 
Hoy  al  amanecer  pude  encontrados 
En  aquesa  espesura. 

MARGARITA. 

Toda  mf  pena  y  toda  su  ventura 
Estuvo  en  que  yo  auocue  no  supiera 
Que  el  Jiomtcida  de  mi  hermano  era, 
Hasta  que  te  saliste 
Con  tanta  priesa  que  mi  voz  no  oiste , 

Y  Laura  y  Seralina  me  impidieron 

El  que  fuese  tras  ti :  con  que  pudieron 
Dar  tiempo  á  que  saliese  de  su  casa. 

GOBERNADOR. 

Supuesto  que  los  términos  no  pasa 
De  todo  este  contorno. 
Que  nuestras  gentes  han  corrido  en  tqr- 
Sin  duda  que  escondido  [no, 

Le  tiene  algún  villano,  persuadido 
Del  temor,  de  la  dádiva  ó  del  ruego ; 

Y  asi,  que  solo  es,  á  juzgar  llego 
Ultima  diligencia  fcia) 
¿Pues  no  puede  ser  raga  sino  ausen- 
Taltarle  eu  mil  escudos  á  quien  diga 
üéljque  á  esto  y  mas  el  interés  obliga. 

■ARGARITA. 

Si  basta  aquí  concurrimos 

Juntosporqueá  un  paraje  y  Ou  venimos, 

Bien  que  fuera  el  hallarle , 

Tú  por  prenderle,  y  yo  para  matarle, 

Ya  desde  aqui  es  forzoso  dividirnos , 

Pues  no  ha  ele  convenirnos 

Tan  opuesta  esperanza , 

Que  en  ti  es  justicia,  cuando  en  mi  ven. 

Haz  tú  la  diligencia  [ganza. 

Que  convenga  á  tu  puesto  y  tu  pruden- 

Ya  á  Serafina  culpes ,  ó  ya  á  Fabio,  [cía, 

O  ya  su  vida  talles ;  que  en  mi  agravio 

Yo  sabré  hacer  la  mia , 

Shi  que  se  diga  que  una  alevosía 

Por  justicia  vengué. 

GOBERNADOR. 

Detente ,  espera. 

■ARGARITA. 


¿Para  qué? 


GOBERNADOR. 

Una  razón  oye  siquiera. 


134 


ESCENA  XII. 


ENRIQUE  t  FfUNGHIPAN,  en  . 
de  villanos,  é  un  lado  del  bosque 
Dichos,  al  airo,  sin  verte. 

ENRIQUE. 

¡  Notable  dicha  ha  sido ! 

¡Cuan  presto  la  codicia  del  vestido 

Y  del  poco  dinero 

El  ánimo  movió  de  aquel  primero 

Villano  que  encentramos , 

En  cuyo  albergue  «i  hábito  mudamos! 

FRANCHIPAN.  (BüjO  á  SU  amo.) 

Si ;  pero  pon  4  cuenta  desa  dicha 

¡Ay  señor*  la  desdicha 

De  haber  venido  donde 

Esta  maleza  armada  geste  esconde. 

ENtlOflE. 

81  atleta  dos  retiramos , 

Lo  dirá  el  movimiento  de  los  ramos : 

Mejor  es  atrevernos 

A  que  nos  vean. 

FRANCHIPAN. 

¿Para  qué  es  ponemos 
En  el  riesgo  nosotros? 
Aqui  estemos,  y  büsquennos  los  otros. 

Enrique,  [dos? 

¿No  es  mas  sospecha  hallarnos  escoodi- 

fraucbipajc. 
Buen  remedio  :  GnjámoDos  dormidos. 

mniojtje. 

No  diees  mal ;  que  el  sueño 
Desmiente  los  cuidados  de  su  dueño. 

'      FRANCHIPAN. 

Pues  déjate  caer. 

ENRfQVE. 

Si  haré ,  y  oigamos, 
Por  si  acaso  quién  son  averigiiasuoa. 

(Échense  toe  dos.) 

GOBERNADO*. 

Mira  trae  yo  no  puedo, 

Cuando  advertido  de  tu  sana  quedo, 

No  acudir  á  impediila. 

■ARGABITá. 

Yo  sabré  á  tu  despecho  conseguflta... 

Enrique.  (Ap.  d  Franchipan.) 
En  gran  peligro  estamos. 
La  ofendida  es  la  dama  que  miramos. 

MARGARITA. 

No  solo  eu  el  tirano 
Alevoso  homicida  «le  mi  hermano 
( A  quien  (  si  ya  le  encuentro , 
Ocultaré  de  tí ,  porque  en  el  centro 
De  la  tierra  le  mate,  y  su  malicia 
Vea  que  no  me  veiqgo  por  justicia ), 
Pero  en  el  alevoso .  injusto ,  fiero 
Cómplice « que  asesino,  de  otro  acero 
Le  mató  acompañado. 
"No  digo  Celio,  pues  se  halló  á  su  lado; 
Florante  digo....  (Ap.  En  quien,  viven 

pos  cielos, 
mas  que  mi  sangre  be  de  vengar  mis  ce- 
Puesyasediceque  de  tanta  ruina  [los, 
Fué  origen  el  amor  de  Serafina.) 

(Y ase  con  parte  de  la  gente.) 

GOBERNADOR. 

Aguarda...  Pero  intentos  serán  vanos 
Parar  ira  en  mujer. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDHO  CALDERO*  t>E  LA  BARCA. 

|  •'  ESCENA  XIII.  I  gobeunaoor.  [mos 

traje !  EL  GOBERNADO»,  «este;  ENRIQUE  '  a^8^!0  W^JSEZ"  £°~lene- 

■*.-.  yfranchipan,¿ao^^S    &um^^^ 

dwol  De  ambos  Huajes  empeñar  la  gente. 

Unos  villanal  Sin  que  presente  me  baile , 

Están  aqui  dormidos.  Movido  algún  molin ,  á  repara  1  le ¿ 

KKRiofi*  (A*  a  jev«m».i».'m«..  \  Y  porque  el  baudo  se  eche 

Enrique.  (A»  é  Franchipan.)  D/|a  ¿^    zpTOseche  ó  Uü  apr0veche. 

•  Ay  de  mi ,  si  la  Jengua  y  los  vestidos  ' 


No  bastan  L 

FRANCHIPAN. 

Y  de  mi ,  que  en  lauta  mengua 
Tengo  el  alma  en  el  pico  de  Xa  lengua. 

GOBERNAftOR. 

Despertallos ,  por  ver  si  algo  podemos 
De  líos  saber. 

ojo. 

Villanos,.. 

ENRIQUE. 

^    .  ¿Que  tenemos? 

¿Quién  viene  aUáf 

PRANCUPAN. 

Da,  ba. 

«xcu. 

•  iOnr  u»¿#  ci  ouc 
De  hablar?  ¡Ba,ba! 

FRANCHIPAN.  (Ap.) 

El  de  callar. 

ENRIQUE. 

No  os  pese 
Que  no  os  responda,  hidalgo,  porque  es 
Ese  buen  labrador.  [mudo 

otro. 

Ya  no  lo  dudo. 
Mas  ¿qué  quiere  decir? 

(Franchipan  hace  loe  teñas  que  in- 
vengan arn  h$  vareos.) 


A      .  ¿Q««  Vé  os  obliga 
A  despertar  á  quien  de  su  fatiga 
Un  risco  breve  rato  le  da  cama? 

<n*o.  [ma. 

Ser  el  Gobernador  «I  que  á  ambos  lia- 

«TRIGOS. 

¿Qué  manda  su  merced  ? 

GOBERNADOR. 

Un  forastero, 
En  hábito  español,  y  caballero, 
¿Le  habéis  visto? 

ENRIQUE. 

Mil  gentes  que  han  pasado, 
Eso  mismo,  señor,  han  pescuuado, 

Y  si  vistole  hubiera , 

A  la  primera  vez  ya  lo  dijera. 
( Hace  señan  Franchipan.) 

GOBERNADOR. 

¿Qué  me  quiere  decir  ese  villano? 

Enrique.      {hermano. 
Simple  es  tras  mudo  ;que  á  no  serod 
No  le  sufriera  va.  Dice  que  el  día 
Trabajando  á  la  oriila  de  esa  rfe. 
Nos  vio  en  aquella  obra  [bra 

Que  veis,  y  siendo  labora  que  el  sol  co- 
Mas  fuerza ,  aqui  á  sestear  nos  retira- 

Cm°s; 

Y  pues  á  vuestros  votos  despertamos, 
Le  deis  para  beber. 

G0BEMAO0R. 

Ya  al  ruego  acudo. 
(Dale  d  Franchipan.) 
uno. 
Grandisimo  hablador  es  este  mudo. 


ENRIQUE. 

Los  cielos  guarden  á  sos  «e&orias. 

GOsnmAooR. 

Decid  por  todas  .esas  caserías 
Que  por  el  español  dan  mil  escudos. 
(Vanse  et  Gobernador  y  los  suyos.) 

ESCEHA  XIV. 

ENRIQUE ,  FBATÍCfflPAW. 

FRRJNMIftMt. 

Si  otras  Teces  han  hecho  hablar  fosmtt- 
Esta  callar  al  hablador :  reviento,  {dos, 
Jurado  á  Dios,si  aguardan  un  momento. 

XKRJQVE. 

Bien  sucedió  hasta  aqui. 

FRANCHIPAN. 

Pues  mientras  ramos 
A  encontrar  con  la  senda,  discurramos. 

£fttimjE. 
¿Cómo  es  posible  encasas  taueitcañas? 

TumnwsM. 
Asi  se  recopilan  las  «aranas. 

ENRIQUE. 

En  casa  de  Anarda  bella, 
Ruido  su  esposo  sintió. 

FRANCHIPAN. 

Y  mientras  él  luz  tomó 

Y  espada,  la  puerta  ella. 

EHRieOiL 

Yo ,  que  ;a  en  salvo  b  vi,  ' 
Por  seguirla ,  me  arrojé 
De  un  balcón. 

FRAftCHJPAI. 

Con  qué  ae  fué 
A  un  convento  desee  allá. 

Mi  padre,  quiso «tf  «aird**, 
Supiese  el  lance  cruel. 

FR  ARCHIVAN. 

Y  para  guardarte  del, 
Sin  las  cercanías  «eHa,.. 

JCHftJQUE. 

Partir  me  hito  a  Barcelona , 
Previniendo  que  trocara... 

*R ANCHI  PAN. 

El  Don  Enrique  de  Lara 
En  Don  Félix  de  üardeua. 

ENRIQOE. 

Solo  á  Anarda  la  hice  juez 
Del  nombre  con  que  venia , 
Por  si  tal  vez  me  escribia. 

FRANCHIPAN. 

Y  aun  ella  lo  hizo  tal  vez 

ENRIQUE. 

Pasar  á  Italia  queriendo. 
Vine  á  arribar  á  Marsella... 

FRANCHIPAN. 

Cuando  los  festejos  della, 

Tú  eu  mar  y  yo  en  tierra  viendo... 


ENRIQUE. 

Con  una  góndola  topa 

Un  barco  qae  corrió  el  mar... 

FRANOUIPAN. 

Y  la  gala  del  nadar 

Ku  U  Toé  perder  la  ropa. 

ENRIQUE. 

Juzgué  qae  «na  deidad  era 
La  que  del  golfo  saqué... 

FRANCHIPAN. 

Y  su  perro  de  agua  fué 
lio  morazo  de  galera. 

ENRIQUE. 

Quiso  Dios  que  en  importuno 
Lance  a  ver  á  tres  alcance... 

FRANCHIPAR. 

Y  por  no  perder  el  lance. 
Bu  Use  remató  el  uno. 

ENRIQUE'. 

Donde  una  bermomra  habia. 
Me  amparé... 

FRANCH1PAN. 

Entre  dos  l>eUacas« 
Kn  metáfora  de  bacas, 
lina  zaina  y  otra  pía. 

ENRIQUE* 

Una  obligada,  en  el  centro 
Afirma,  que  ha  de  guardarme... 

franchifan. 

Y  si  yo  puedo  escaparme , 

No  na  de  cogerme  á  mi  dentro. 

EMUQVB. 

Otra  ofendida... 

FRANCMPAN. 

AI  revés 
De  doctor  te  ha  de  buscar, 
Pues  antes  te  ha  de  enterrar, 
Para  matarte  desunse* 

*  ERRJQIt. 

Entre  ambas ,  la  otra  remedio 
Da ;  mas  con  fines  penosos. 

FRARCBIPAN. 

Con  que  bar  extremo*  viciosos, 
Ski  darse  virtud  en  medio. 

ENRIQUE. 

De  su  rigor  ó* su  agrado, 
No  sé  á  cuyas  manos  muero. 

FRANOUPAN. 

Y  eres  tan  gran  majadero, 
Qae  vendrás  enamorado. 

ENRJQW, 

El  guante  de  signa  galán 
Fue  a  darme  peun  bastaste. 

franchipan. 

Cóbrale  tú ,  dame  ef  guante, 

Y  será  de  FrancMpan  : 

Con  que  no  habrá  que  sentir.. 

ENRIQUE. 

tPara  qué  es  querer  conmigo 
ísenrrir  tú ,  si  contigo 
Es  locura  el  discurrir? 

r*A*caD»irt. 

¿Pues  habernos  de  ir  callando? 

ENRIQUE. 

Has  alivio  el  callar  fué , 
Que  oir  á  uu  necio. 

FRANCHIPA*.. 

Harte  callé, 
A  fuer  de  pardillo ,  cuando 
Estuve  en  «rada. 

[Los  dos  fe  patean. ) 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 
ESCENA  XY, 

SERAFINA,  LIBIA,  FABIO,  cazado- 
res, y  un  VEJ  ETE ,  de  villan*.— EN- 
RIQUE y  FH  ANCHI  PAN ,  sin  ver  lo t. 

vejete.  (Ap.  d  Serafina.) 
Bacía  aquí 
Los  vi  echar,  y  aun  llego  &  vellos 
Ya. 

SERAFINA. 

No  te  engañes. 

VEJETE. 

Aquellos 
Los  vestidos  que  les  di 
bou  :  mal  me  puedo  engañar. 

SERAFINA. 

Grande  dicha.  Fabio,  fuera 
Que  sin  que  él  viera  ni  oyera 
Quién  le  llega  a  retirar, 
Le  llevásemos,  porqué 
Nunca  eu  l«  sospecha  entrara 
De  ser  yo ;  pues  eos*  es  clara 
Que  si  a  vos  venir  os  ve 
Por  él,  tras  mi  enojo ,  pueda 
Pensar  que  soy  sabidora. 

FABIO. 

Yo  lo  intentaré  ♦sonora; 

Y  asi ,  aquí  oculta  te  qnéda, 
Mientras  con  los  cazadores 
La  vuelta  tomarle  intento. 

LIBIA. 

Notable  es  tu  pensamiento 
De  que  una  suerte  mejores 
Con  un  susto. 

SERAFINA. 

A  mi  decotfo 

Y  deuda  conviene  asi. 

FRANCBIMX. 

¿Diré  algo  que  importa? 

ENRIQUE. 

Sí. 
pranchipan. 

I  Que  habrá  hecho  Dios  del  morftt 
¿Estara  va  eu  libertad? 
Que  me  nace  conananlao 
Pensar  que... 

(Los  cazadores  se  apoderan  da  Enri- 
que y  Franchipon.) 

CA2AD0RC8. 

Daos  á  prisión. 

ENRIQUE. 

¡  Qué  desdicha ! 

FBANCHIPAN. 

i  Qué  crueldad ! 

FAJMOU 

Tapadles  los  rostros :  un 
Yean  adonde  van, 

(Cúbrenles  los  rostros.) 

«NRIOUtf. 

Nodusto 
Que  a  morir. 

FRANCHIPAN. 

Que  soy  el  mudo 
Adviertan  ustedes ,  yo. 

FAMO. 

¿  Cómo  sois  el  mudo,  cuando 
Oyendós  hablar  estoy? 

FRANCHIPAN. 

¿Cómo  be  de  decir  que  aov 
El  mudo,  si  no  es  hablando? 

FARIO. 

Llevadlos ;  que  asi  han  de  ir, 
O  bien  ó  mal  les  esté. 


4» 

ENRIQUE.  (Ap.) 

;  Ay  infeliz  i  que  no  sé 
Si  a  vivir  voy  ó  i  morir. 
{Los  cazadores,  Fabio  y  el  Vejete  se 
llevan  los  presos») 

uuía. 

Bien  el  intento  has  logrado. 

serafina. 

Ahora  la  dificultad 
Solo  es  que  en  la  soledad 
Pueda  deste  despoblado 
Dar  lugar  a  que  ninguno 
Vea  del  modo  que  van. 

LIBIA. 

Ya  anochece ,  y  cerca  están 
De  la  torre ,  sin  que  alguna 
Lo  baya  visto,  que  no  sea 
De  tu  familia. 

SERAFINA. 

Bueno  es, 

Porque  no  llegue  después 
A  que  en  Margarita  vea 
Rigores,  en  Laura  agrados, 
Que  50»  envueltos  en  temores, 
Le  dé  agrados  y  rfeores. 

LIBIA. 

Déjame  a  mí  esos  cuidados ; 
Que  yo  haré  que  en  confusión , 
O  bien  ó  mal  entendida , 
Sin  saber  si  es  muerte  ó  vida 
La  que  lena?  en  la  prisión, 
En  tantos  delirios  de , 
Que  desvelado  le  tenga» 
Sin  que  en  ti  á  sospechar  venga. 

{Yanse.) 


Cinara  de  tfff  castillo.  —  Está  a  osearas. 

ESCENA  XVI. 

ENRIQUE  *  FRANCHIPAN,  con  los 
ojos  tentados;  FABIO  y  el  VEJETE. 

FARIO. 

Suerte  haber  llegado  fué , 

Sin  haber  gente  encontrado. 

{Ap.  al  Viejo.  Idos,  y  ved  que  el  secreto 

Importa.) 

VEJETE. 

Yo  le  prometo.  (Vase.) 

FABIO. 

•Dichoso  tan  desdichado', 
Que  de  uno  y  otro  el  ©feto 
A  un  tiempo  tocas,  aqui 
Tu  bien  ó  tu  mal  espera. 

ENRIQUE*. 

Solo,  pues  me  hablas ,  quisiera , 
Triste  voz ,  saber  de  tí 
Si  fué  la  justicia  quien 
Me  prendió. 

FARIO. 

Ko. 

ENRIQUE. 

Luego... 

FABIO. 


Di. 


ENRIQUE. 

La  dama  ofendida  es. 

FABIO. 

Si. 

ENRIQUE. 

¿No  la  obligada? 

FABIO. 

También. 


IS6 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


ENRIQUE. 

Pues  ¿cómo  las  dos  ¡  ay  Dios! 
Convienen  en  mi  fortuna  ? 

FAINO. 

Como  son  las  dos ,  que  es  una , 
Y  es  ninguna  de  las  dos  «. 

ENRIQUE. 

Oráculo ,  que  nos  das 
Dudosas  respuestas  hoy, 
¿No  sabré  yo  dónde  estoy? 

FABIO. 

Descúbrele  y  lo  sabrás. 

(Vase ,  cerrando  la  puerta.) 

ESCENA  XVII. 

ENRIQUE ,  FRANCHIPAN. 

Enrique.  {Destapándote.) 

í  Cielos  I  ¿qué  confuso  centro 
Es  este,  donde  se  baHan 
Tan  4  obscuras  mis  sentidos? 

franchipan.  (Destapándose.) 

¡  Jesús ,  qué  lóbrega  estancia ! 

ENRIQUE. 

¡Franchipan! 

FRANCHIPAN. 

Señor. 

ENRIQUE. 

¿También 
Has  venido  tú? 

FRANCHIPAN. 

Te  engañas : 
No  he  venido,  hánme  traído, 
Sin  saber  quién ,  en  volandas , 
Ni  cómo ,  cuándo  ni  dónde. 

ENRIQUE. 

¿Dónde  estas? 

FRANCHIPAN. 

¿Qué  me  faltaba. 
Si  supiera  dónde  estoy? 

ENRIQUE. 

Hasta  aqui  tas  dos  palabras 
De  las  dos  damas,  cumplidas 
Están,  pues  .dijeron  ambas 
Que  en  el  centro  de  la  tierra 
Me  babian  de  esconder. 

FRANCHIPAN. 

¡No  es  nada 
Lo  que  falla  de  saber  I 

ENRIQUE. 

¿Qué  es  lo  que  de  saber  falta? 

FRANCB1PAN. 

Si  es  el  sobredicho  centro 
Donde  la  piedad  nos  guarda, 
O  la  crueldad  nos  aflige. 

{Dentro  suena  ruido  de  cadenas.) 
Mas  ¡  ay !  cadenas  arrastran. 
¿Si  es  el  moro  de  galera. 
Que  tras  nosotros  se  anda 
A  vender  las  suyas? 

ENRIQUE. 

Presos 
Estamos  :  la  voz  me  engaña , 

«  Ea  la  terrera  escena  del  primer  teto  de 
la  comedia  que  Tirso  de  Molina  intituló  Amar 
por  señas,  de  la  cual  se  sirvió  Calderón  para 
escribir  esta ,  se  dicen  estos  versos  en  una 
situación  semejante : 

Estimaras  tu  fortuna 
Cuando  conozcas  quién  es , 
Perqué  es  ana  de  fas  tres , 
Y  de  las  tres  no  es  ninguna. 


Que  dijo  que  no  habla  sido 
La  justicia ,  pues  es  clara 
Cosa  que  es  prisión. 

FRANCHIPAN. 

No  mucho. 
(Suena  te  eadena.) 

ENRIQUE. 

i  De  qué ,  Franchlpan ,  to  sacas? 

FRANCHIPAN. 

De  qué  suena  esta  cadena 
A  manera  de  fantasma. 

ESCENA  XVUl. 

LIBIA,  SERAFINA  t  risica,  dentro. 

—  DtCHOS. 

libia.  (Dentro.) 

¿Qué  hacéis  que  no  les  ponéis 
Los  lazos  a  la  garganta, 
Para  que  quien  mata  muera? 

franchipan. 

En  poder  de  la  tirana 
Estamos. 

serafina.  (Dentro.) 

Para  que  vira 
Quien  favorece  y  ampara, 
¿Qué  hacéis  que  no  consoláis 
Sus  penas  con  esperanza»? 

FRANCHIPAN. 

No  :  en  poder  de  la  piadosa 
Estamos. 

(Dentro  guitarras*) 

ENRIQUE. 

Oye,  que  cantan. 

música.  (Dentro,) 

Súfrase  quien  penas  tiene ; 
Que  tiempo  tras  tiempo  viene. 

ENRIQUE. 

¿Hallaráse  otro  en  el  mundo 
Entre  halagos  y  amenazas , 
A  estas  horas  tan  confuso? 

FRANCHIPAN. 

Si,  yo  y  otro  cantarada, 

ENRIQUE. 

¿Quién? 

FRANCHIPAN. 

El  moro  de  «alera , 
Que  entre  si  alcanza  o  no  alcanza 
La  libertad,  á  estas  horas 
Estará  papando  ansias. 

ENRIQUE. 

I  Qué  locuras! 

(Dentro  mas  cerca  el  ruido  de  te  ca- 
dena.) 

FRANCHIPAN. 

La  cadena 
Se  acerca. 

libia.  (Dentro.) 

Muera  quien  mata. 

serafina.  (Dentro.) 

Viva  quien  socorre. 

ENRIQUE. 

i  Cielos ! 
¿Qué  haré  en  confusiones  tantas  ? 

•úsica.  (Dentro.) 

Súfrase  quien  penas  tiene ; 
Que  tiempo  tras  tiempo  viene. 

FRANCHIPAN. 

¿  Son  cosas  del  diablo  estas  ? 

ENRIQUE. 

Mira ,  loco,  lo  que  hablas. 


FRANCHIPAN. 

¿Cómo  he  de  mirarlo  á  obscuras? 
¡Quién  mosquetero  se  hallara 
A  estas  horas! 

ENRIQUE. 

¿Para  qué,  , 
Necio? 

FHANCHIPA*. 

Para  pedir  hachas. 
(Vuelven  un  tomo  con  dos  bujías,  y  en 

ellas  dos  papeles.) 
Mu  ¡  ay !  apenas  lo  dije , 
Cuando ,  sin  ver  quién  las  saca, 
Luces  veo. 

ENRIQUE. 

En  la  pared, 
Que  es  un  lienzo  de  muralla , 
Hay  un  nicho,  en  gue  las  lucos 
Están ,  sin  ver  quien  las -traiga. 

FRANCHIPAN. 

Señores, ¿qué  encanto  es  este? 

ENRIQUE. 

¿Al  pié,  si  bienio  reparas. 
No  hay  de  cada  candelero 
Un  papel? 

FRANCHIPAN. 

Yo  no  veo  nada. 
Más  dego  estoy  con  la  luz 
Que  sin  ella. 

(Toma  Enrique  los  papeles.) 

ENRIQUE. 

Espera,  aguarda. 
(Lee.)  «Señor  Don  Enrique,  auiiqtie  hay 
» Quien  defienda,  hay  quien  agravia. 
»  Poneos  bien  con  Dios ,  porqué 
•Babeis  de  morir  mañana.» 

FRANCHIPAN. 

Santo  es  el  consejo;  pero 
La  resolución  no  ea  santa. 

ENRIQUE. 

Ven  acá  :  ¿  tú  al  postillón 
Dijiste  que  me  llamaba 
Enrique? 

FRANCHIPAN. 

¿  Cómo  pudiera, 
Si  sé  que  Félix  te  Uamas 
En  esta  ausencia ,  trayendo 
El  nombre  mudado  á  causa 
De  que  con  él  no  Ce  sigan  ? 

ENRIQUE. 

Anoche ,  cuando  entré  en  casa 
De  aquella  rara  hermosura , 
Que  piadosamente  ingrata , 
A  quien  ampara  de  oóespe , 
De  dia  le  desampara , 
¿Dtfe  mi  nombre? 

FRANCHIPAN. 

No  sé 
Que  tal  dijeses ;  que  nada 
Oi  mas  que  «  un  forastero 
Español».  Si  no  es  que  hayas 
Dicholo  esta  noche  á  Fabio. 

ENRIQUE. 

No  le  hablé  en  eso  palabra. 
Veamos  estotro  papel. 

FRANCHIPAN. 

Míratele  tú  y  tu  alma. 

ENRIQUE. 

(Lee.)  «Alentad,  señor  Don  Félix, 
•Y  vivid  con  esperanzas; 
»Que  aunque  baya  quien  os  ofenda, 
•  Hay  también  quien  os  ampara.» 
Félix  me  llama  también. 


FJtAffOfHFAR. 

0  lodo  mi  juicio  falla, 

O  estas  mujeres  lian  hecho 

(Al  ver  que  ni  una  ni  olra  baila 

Camino  de  que  parezcas) 

Uu  mismo  hechizo,  en  que  traían 

Matarte  una ,  ampararte  otra; 

Y  el  familiar,  que  se  halla 
De  ambas  invocado,  viendo 
Que  es  peor  servir  -a  dos  damas 
Que  servir  á  dos  sefiores , 
Cuando  Enrique  le  maltrata , 

Y  Félix  te  favorece, 

Esta  obedeciendo  á  entrambas. 

ENRIQUE. 

¡Muy  lindo  familiar  fuera 
El  que ,  cuando  me  amenaza, 
Me  avisa  de  que  ase  ponga 
Bien  con  Dios !  Barbar» ,  cana , 
Porque  yo  no  he  de  creer 
Que  hechizos  y  encantos  haya ;   * 

Y  loma  esa  luz. 

frapíchipak. 
¿Yo? 

ESMQUE. 

Si. 
Veamos  dónde  es  desta  estancia, 
Por  donde  entramos ,  la  puerta. 

.    fraucjupak. 

Aqui  hay  una. 

«mofle. 

Entra :  ¿qué  aguardas? 

VftAflCWPAH. 

Que  entres  tú  primero. 

■ubique:  (Mironéo  adentra.) 

En  ella 
No  se  ve  mas  que  dos  camas, 
Sin  puerta  alguna.  ¿Por  dónde 
Entraríamos? 

FBAIfCHlPAW. 

.  Las  guardas, 
De  las  hechiceras  suelen 
Ser  puerta  reglar,  á  bita  . 
Be  cañón  de  chimenea. 
Mas  ¿qué  es  esto? 

(Yuehe  el  turno con  una  ezeutokaraja, 
un  ¡ruco  9  u»  pato.) 

EimiOOB. 

¿Qué  te  espanta? 

PBAKCHIPAH. 

Ver  que  las  paredes  den    . 
Luces,  y  después  canastas. 

(Miro  lo  excuoobarmja.) 

EJMIQOS. 

¿Qué  sera  esto?  Dulces  son. ' 

FRAKCHIPAN. 

Con  un  fraseo  y  una  laza. 
Sin  duda  de  azúcar  piedra 
Serán  monjas  que  se  mandan 
Por  torno  de  cal  y  canto. 

EKRIQUK. 

¿Posible  es  que  tengas  gana 
be  comer? 

FRANCHIPAN. 

Y  de  beber. 

ENRIQUE. 

¿Cómo  deso  no  te  extrañas? 

FIARCBIPAft. 

Como  lo  trae  santiguado 
El  reirán  de  muera  María. 

Y  pues  de  una  colación 
Es  lindo  postre  la  cama , 

Y  pues  se  dónde  ella  cae, 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

Sopa  ella  dónde  yo  caiga, 

Y  venga  lo  que  viniere. 

ElfaiQUE. 

También  yo  iré,  no  á  tomarla 
Como  descanso ,  sino    . 
Como  campo  de  batalla 
Que  es  de  los  tristes.  Fortuna , 
¿Qué  consultaré  á  mis  ansias? 

libia.  {Dentro.) 

8ue  os  pongáis  con  Dios,  Enrique; 
ue  habéis  de  morir  mañana. 

serafina.  (Dentro.) 

Que  nada  os  aflija  Félix, 

Y  viváis  con  esperanza ; 

Que  aunque  haya  quien  os  ofenda  • 
También  hay  quien  os  ampara. 

ENR1QCE.   . 

¿Qué  dices  desloj 

FRANCeiPAH. 

Que  si 
Dios  de  aquí  viva  te  saos, 
El  caballero  encantado 
Se  habrá  de  llamar  tu  farsa. 


W 


JORNADA  TERCERA. 


Sala  en  la  qaiata  de  Saraflna. 

ESCENA     PRIMERA. 

SERAFINA:  LIBIA,  ton  luz. 

LIRIA. 

Pues  sin  recogerte ,  toda 
La  noche  en  vela  has  querido 
Estar,  por  si  meuester 
Fuese,  escuchando  algún  ruido, 
Proseguir  con  amenazas, 
O  asegurar  con  alivios , 

Y  ya  amanece ,  señora , 
Sin  que  dentro  se  haya  oído 
Rumor  alguno;  bien  puedes 
Descansar  mi  rato. 

SEAAriKA. 

Implo 
Fuera  para  mí  el  descanso ; 

8ue  si  acompañada  lidio 
on  mis  penas,  ¿qué  haré  á  solas? 

Y  puesto  que  mas  me  rindo 
A  la  confusión  que  al  sueno, 
Discurramos,  ¿qué  habré  sido 

Lo  que  este  hombre  habrá  pensado? 

LIBIA. 

Pues  ya  que  en  eso  te  sirvo , 
Vamos  recogiendo  cabos , 
Que  llaman  sentar  principios. 
Mandasteis  a  aquel  villano , 

Sue  por  donde  iba ,  nos  djjo , 
1  español  [porque  nunca 
En  él  se  hallasen  testigos 
Que  depusiesen  que  lu 
Le  habías  buscado  y  visto) 
Que  te  trajese ,  señora , 
Los  dos  trocados  vestidos; 
Pagándole  a  su  codicia , 
Por  afianzar  de  camino 
Con  llave  de  oro  el  secreto, 
Mocho  mas  de  lo  que  él  quiso. 
Mojada  y  deshecha  bailé 
En  uno  de  sus  bolsillos, 
O  despreciada  por  rota , 
O.  quedada  por  olvido , 
Una  carta  de  quien  ambos 
Nombres ,  el  propio  y  fingido ,         ' 
Supimos :  con  que  no  dudo 
Que  al  bailarse  conocido 


Por  su  nombre  y  eJ  ajeno 
•En  tan  extraño  retiro , 
Ya  amenazado  á  rigores', 

Y  ya  consolado  á  auxilios, 
Esté  el  pobre  caballero 
Perdiendo  esta  noche  el  juicio. 
Pensar  que  él  crea  que  es 
Sobrenatural  hechizo, 

Es  locura ;  porque  como 
Se  ve  que  aqueste  edificio 
Se  mueve ,  ha  de  presumir 
Que  es  mas  estudiado  arbitrio 
Para  ocultarle.  Decir 

?ue  se  persuada  á  que  i  un  mismo 
iempo  puedeu  dos  afectos 
Tan  contrarios  y  distintos 
Como  son  odio  y  amor 
Tenerle  alli,  es  desatino. 
Temer*  que  sospeche  en  ti , 
Tampoco  lleva  camino, 
El  dia  que  de  tu  casa 
Le  dejaste  con  desvio 
Ir,  tan  desimaginado 
De  que  el  socorro  te  hizo. 

Y  asi ,  en  lo  que  él  pensará , 
No  discurro  ni  imagino ; 
Porque  si  a  tí  no  te  entiendo , 
Estando  hablando  contigo , 
¿Cómo  he  de  entender  al  otro, 
Que  apostaré  que  a  si  mismo 
A  estas  horas  no  se  entiende? 

SKRAFfcU. 

Antes  de  ahora  te  be  dicho 
(  Mas  puesto  que  no  me  entiendes , 
¿Qué  importará  repetirlo?) 
Que  si  le  declaro,  Libia , 
Lo  que  le  debo,  me  obligo 
A  mucho:  y  si  le  declaro 
Que  es  no  maa  de  porque  vino 
A  valerse  de  mi  casa , 
Es  un  pretexto  muy  libio 
Para  que  él  no  se  persuada 
Qué  se  yo  á  qué  :  y  si  sabido 
Del  una  vez,  pasa  á  otros , 
¿Qué  ha  de  decir  de  mi  el  siglo, 
Cuya  malicia  entrar  sabe 
Aun  por  menores  resquicios, 
De  que  amparé  un  caballero 
Español ,  advenedizo 

Y  nomicida-,  contra  tantos 
Como  hoy  en  Francia  ofendidos 
Tiene  la  sangre  de  Arnesto? 

Y  siendo  asi  que  es  preciso 
Que  él  lo  que  le  debo  tenor e, 
Ya  que  tu  ingenio  previno 

?ue  aun  sabido  no  lo  sepa , 
que  nadie  tenga  indicio 
Contra  mi  honor,  prosigamos 
Con  tenerle  discursivo, 
Sin  saber  en  qué  poder 
Se  halla,  ya  que  el  cielo  qtriso 
Darnos  para  ello  ocasión , 
Hasta  que  apagando  el  ruido 
De  buscarle ,  pueda  irse  : 
Con  que  á  éf  le. valgo,  y  me  libro 
Yo  de  la  objeción ,  pagando 
Un  peligro  a  otro  peligro. 

LIBIA. 

j  Ay,  señora  •  Si  yo  hubiera 
De  hablar  en  ciertos  caprichos 
Que  acá  me  están  escarbando... 

SESAPIlfA. 

Yo  te  doy  licencia  :  olios. 

LIBIA. 

Temer  tú  de  ti  que  haya 

?uien  murmure  tus  designios, 
a  es  perderte  tu  el  respeto, 
Que  ho  te  hubiera  perdido 
i  Otro  en  el  mondo :  luego  el 
I  Evidente  silogismo, 


1i8 


COMEDIAS  DE  DOW  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


g 


ne  el  coraron  acosado 
s  el  fiscal  de  si  mismo. 

SERAFINA. 

No  sé  qué  te  diga  f  Libia ; 

Y  pues  que  sola  contigo 
Puedo  hablar,  fa  deuda  que 
Dio  á  la  novefa  principio , 
¿Quién  duda  que  se  hizo  agrado  T 
Agrado  que  compasivo 

Llegó  á  verle  en  aflicción 
(Y  mas  sieodo  el  desafio 
También  de  mi  ocasionado), 
¿Quién  duda  que  también  se  hizo 
Lástima  ?  Lástima  luego 

Y  agrado  ¿  no  era  preciso 
Que  se  hiciesen  otra  cosa , 
Que  mirada  á  entrambos  visos, 
Fuese  algo  mas  que  piedad,    ' 

Y  algo  menos  que  cariño? 
En  este  estado  me  hallaba ,. 
Cuando  Laura  ¡ay  de  mí!  vino 
A  encarecerme  cuánto  era 
Galán ,  valieole,  entendido 

Y  cortesano  :  ¿crérás 
Que  asaltada  de  improviso , 
Me  alegrase  de  escucharlo  9 

Y  me  pesase  de  oírlo  t 
Anadióse  a  este,  no  sé 
Si  afecto ,  si  desvario , 
Habiendo  hallado  la  carta 
Que  mal  juntada  leímos, 
Otro  acaso ,  que  siendo  otro  f 
Jurara  yo  que  era  el  mismo. 

«  A  Don  Félix  de  Cardona  » 
Decía  en  el  sobrescrito, 

Y  de  letra  de  mujer 
Empezaba  :  «  Enrique  mío... 
>Que  para  mi  no  hay  mudado* 
»  Nombre ,  pues  fuera  delito 

»  Atreverme  á  darte  celos 
» A  ti,  mi  bien ,  ni  aun  contigo...» 
—A  estas  locuras,  que  deben 
De  ser  en  amante  estilo 
Para  ellos  discreciones , 
Para  los  demás  delirios» 
Proseguían  otras,  qne 
Troncaba  el  panel  rompió*, 
No  sé  si  por  agasaje  y 
O  no  sé  si  por  martirio ; 
Bien  que  por  Indo  seria, 
Pues  á  trozos  dividido, 
Entre  lástimas  de  honor 

Y  temores  de  marido , 
Andaban  los  sentimientos 
Envueltos  en  toe  cariños. 

Y  pues  lodo  esto  no  en  man 
Que  una  exhalación  que  á  giros 
Apenas  vislumbre  nace. 
Cuando  muere  desperdicie, 
Siendo  tan  breve  su  edad  , 

8ue  no  bateé,  Libia ,  solide 
e  casa ,  cuando  no  deje 
De  tanta  ruina  un  vestigio;. 
Para  no  quedar  después 
Vacilando  en  qué  habrá  sfde 
Lo  que  él  baferá  imaginado  v 
¿Que  haremos  para  inquirirlo? 
¿Cómo  sabríamos,  Libia , 
Si  por  ventura  ba  tenido 
De  que  haya  sWoyo 
Algún  rastro ,  algún  Indicio? 
¿Y  cómo,  en  fin ,  este  tiempo, 
Que  baya  de  estar  escondido , 
Haríamos  que  esfinviese 
Consolado ,  y  no  afligido? 

usía. 
¡  Ay !  |  cómo  entiendo ,  señora, 
Todos  esos  parasismos 
De  andar  trabucando  medios, 
Para  no  darte  á  partido 
De!... 


SEBAFISA. 

No  lo  digas,  pues  basta 
'Que  no  me  enojo  y  me  rio 
De  tu  malicia ;  y  supuesto 
( Ya  lo  dije)  que  contigo 
No  importa  hablar,  ¿cómo,  Libia  * 
Sabríamos  (puesto  que  hijo 
De  una  fortuna  este  afecto 
Nació)  si  nació  en  un  signo, 
Haciendo  el  efecto  en  é>    . 
Que  en  mi?  Que  ya  Ibera  nabo» 
Saber,  á  lo  menos ,  que 
A  él  le  sucede  lo  mismo-. 
Mas  sin  que  en  mi  sospechase. 

libia, 

¿Qué  dirías,  si  camino 
Hallase  yo  para  qne 
Le  hables  en  ese  sentido, 
Sin  ser  tú  la  que  le  hables? 
Y...  Pero  Fabio  ha  venido. 
Luego  lo  sabrá*, 

ratrnwi  n. 

{        FABIO.-  SERAFINA  ,  UBÍA. 

i  SERAfiRA. 

¿Qué*  Pablo, 
Traéis? 

FABIO. 

Muchas  penas. 


¿Qué  ha  habido? 
pabia. 

i  Antes  de  amanecer  vuelvo, 

Por  lo  que  importa  el  aviso. 

Celio,  viendo  que  se  cuenta 

Que  riñó  eu  el  desafío 

Acompañado  de  Aroesto , 

Generosamente  altivo  r 

Vengarse  en  Florante  intenta.. 

Presumiendo  que  él  lo  ha  dicho* ; 

A  cuv o  efecto ,  juntando 

Deudos,  criados1  yamigos, 

A  buscar  entró  árloraute 

Donde  estaba  retraído, 

A  tiempo  que  Margarita, 

No  con  menos  saña  y  brío, 

Ni  menos  séquito,  estaba 

Intentando  hacer  lo  mismo  : 

De  suerte  que  un  bando  *  otfO> 

Aunados ,  han  puesto  sioo 

Al  sagrado  que  le  guerd*, 

A  cuyo  encuentre  n*  sasMo 

También  Laura  con  sus  deudos  f 
!  Sin  bastar  á  redocirlon 

Ki  Gobernador  :  de  modo 

Que  dejo  en  comuu  coaflicto 

Cubiertas  calles  y  plazas 

De  presos,  muertos  y  heridos. 

No  sé ,  señora ,  sí  fuera 

Bien  que  á  sombra  deste  ruido 

Se  ausentase  el  español : 

No  haya  (pues  que  no  pudimos 

Sin  testigos  ocultarle, 

Y  mas  villanos  testigos) 
Alguno  que  por  cómela 
De  la  talla ,  baga  atrevido 
Que  venga  á  dar  á  tu  casa 
(HaHáuclose  tan  vecino 
A  esta  quinta  el  retraimiento , 

Sue  casi  se  escucha  el  ruido 
n  ella  de  armas,  y  voces) 
Todo  ese  confuso  abismo. 

suurutA. 
Bien  teméis.  Al  ponto,  Fnbio 
Id  y  traed  dos  vestidos 
i  A  nuestra  moda ,  porqué 
Vayan  mas  desconocidos. 
Prevenid  la  mina  y  barco, 

Y  pues  ya ,  habiendo  rompido 


El  dia ,  no  es  ocasión ; 
Kn  habiendo  anochecido , 
Entrad  por  ella  y  llevadle 
Por  la  na.nasla  «1  navio 
Que  llegó  e§la  tarde  al  puerto. 

FABIO. 

Tú  verás  cómo  te  sirvo.        .  (r*nw.> 

ESCENA  IH. 

SERAFINA,  LIBIA. 

SERAFINA. 

Entre  dos  extremos.  Libia  % 
De  su  reparo  ó  el  mío, 
Lo  primero  es  lo  primero. 
Vayase  y  lleve  consigo , 
Ya  que  una  rea  declarada 
Cou  solo  callar  me  alivio, 
Mis  lagriman  para  ei  mor, 
Para  el  aire  mia  soneiroa; 
Aunque  me  deje  el  dolor 
De  que  no  lleve  sabido 
Que  es  la  que  le  puso  al  dafio 
La  que  le  dio  et  oeueuclo. 

UUIA. 

Eso  y  lo  que  yo  decía. 
Todo,  señora ,  es  lo  mismo. 

Y  pues  al  anochecer 

Se  ha  de  ir,  y  oo  discursivo 

Quieres  que  vaya,  ni  CU 

Quedar  deudora ,  me  obligo  * 

Haciéndole  que  sv  ateto 

Keeoneieae  de  camino, 

A  que  sin  que  tú  fe  liantes, 

Le  nables  tn ;  y  Shi  que  él  contigo 

Hable,  contigo  honre;  y  esto 

Sin  deshacer  ie»  nmiimi 

Que  de  Margarita  y  Laura 

Creyó ,  He  van  do  sabido 

E  ignorado  qnlen  le  d» 

La  vida ,  haciendo  que  nf  mismo 

Tiempo  su  imaginación 

Descanse  en  ef  punto  fijo 

De  la  verdad  Sin  venene1  < 

Llegando  el  ingenio  mío 

A  callarlo  sin  eaviario , 

Y  á  decirlo  sin  deeirtev 


¿Cómo»? 


SERAFÍN». 

fJMa. 


Ven ,  no  píeme*  tiempo  : 
Sabraslo,  mientras  me  visto 
El  disfraz  que  tu  llevaste 
Al  mar,  y  tu  otro  vestido  - 
Mandando  que  otra*  crieos» 
(Pues  no  es  posible  encnntiflo 
Deber)  se»  noovnnnften. 

SBISPIIIA. 


Debo  de  estar,  pues  que  sigo 
Ajenos  pasos,  que  doy 
A  la  elección  dé  otro  arbitrio. 
Pero  j  ay  hifrlto !  ¿  qué  puedo 
Hacer  cuando  T...  Afea  ¿que- digo? 
Vuélvase  al  peonóla  vou, 
Vuélvase  al  alma  el  suspiro, 
Pues  á  despecho  del  labio» 
Solo  el  silencio  testigo 
Ha  de  ser  de  nd  tormento. 
(Vause.) 

Cámara  del  castillo. 

ESCENA  IV. 

ENRIQUE,  PRANCfflPArT. 

ENRIQUE. 

¿  Es  posible  que  has  tenido 
Animo  para  dormir? 


No  hice  tal;  qae  yo  he  dormido 
■a*  que  de  ánimo,  de  miedo. 


¿De  miedo? 


BUkltiOE. 


FRAnemFAif. 


Si  loe  sentidos 
Me  habla  el  sueño  de  embargar 

Y  lo  estaban  cuando  él  vino, 
Claro  está  que  el  miedo  fué, 

Y  oo  el  sueno  i  quien  lo  htto. 

ElfftfQOE. 

Despierta,  pues,  y  veamos 
A  la  luz  del  dia  qué  abismo 
Es  este. 

¿A  qué  taz  del  dia, 
Si  entra  por  tales  resquicios. 
Que  apenas  deja  mirar 
La  lobreguea  dente  sitio? 

cubique. 

Muralla  es,  y  solo  tiene 
En  lo  alto  su  edificio 

Í Cámara  fuerte  sin  duda 
te  heroico  homenaje  antiguo) 
Unas  troneras,  de  quien 
Aun  todo  el  sol  no  es  registro. 

FUANCmPAH. 

Si  de  troneras  lo  fuera 
De  noche,  se  hubiera  visto 
En  tus  cascos. 

imuoik. 

Alosrayot 
Que  dispensa  «al  distintos* 
Aquesta  parte  por  donde 
La  Inz  anoche  nos  vino, 
Reconozco,  si  no  mienten 
Turbados  los  ojos  mios. 
Pintado  muro,  no  proprlo, 
Es  el  que  finge  este  nicho, 
Que  afianzado  por  defuera, 
Por  mas  que  la  fuerza  aplico, 
Blandearse  deja,  no  abrir. 
En  fin,  Francbipan,  ya  dimoa 
Con  el  secreto  que  encierra 
Este  encanto. 

FHAKCfflPAIf. 

¡Vive  Cristo, 
Que  me  alegro !  porque  estaba 
Pendiente  el  alma  de  un  hito» 
Pensando  que  ai  durase. 
Se  hablan  de  ver  repetidos 
Pasos  de  La  Domé  duende % 

Y  es  grao  cosa  que  al  principio 
Echemos  por  otro  fado. 

BUIIQÚB. 

Ya  que  tenemos  sabido 

El  secreto ,  procuremos 

Ver  quién  su  dueño  baya  sido, 

Y  quién,  sabiendo  mis  nombres, 
Confundir  á  un  tiempo  quiso 
Amenazas  y  consuelos. 

raAHcaiFAft. 
¿Como  has  de  verlo? 


Rompido, 
Pues  es  ftcfi,  este  lienzo. 

IBAMCUIPAIf. 

En  la  cesta  hay  un  cúchalo. 

ENRIQUE. 

Tráete. 

FlAHCftlFAJI. 

Toma. 

ENRIQUE. 

Sobre  tablas 

T.  XII. 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

Está  i  en  vano  solicito 
El  lienzo  romper. 

nanouMii. 

Detente; 
Que,  ó  me  engaño,  ó  le  han  movido 
De  esotra  parte. 

ENRIQUE. 

Hasta  verlo, 
Como  que  lo  ignoro ,  finjo. 

ESCENA  V. 

SERAFINA  t  LIBIA,  que  entreabren  un 
bastidor  y  hablan  detrae  de  él.  ~» 
ENRIQUE,  FRANCHIPAN. 

usía.  (Ap*  é  Serafina.) 

Vaya  añora  esto,  mientras  vienen 
Las  demás  que  han  de  asistimos. 
serafixa. 

Por  si  algo  escuchamos,  deja , 
Libia,  entreabierto  un  resquicio; 
Pues  estando  aquí ,  auiique  abrirle 
Quiera ,  es  fácil  impedirlo. 
{Vuelven  el  bastidor  con  lo  que  dicen 
los  versos.) 

raARcniPAn. 

La  vuelta  han  dado,  trayendo 
No  sé  qué,  que  no  diviso 
Dieu. 

ENRIQUE. 

Pues  han  vuelto  á  cerrar* 
Lleguemos  á  descubrirlo. 

FRANCHIPAN. 

¡Quiera  el  cielo  que  sea  algo 
Comestible! 

bumqos. 

A  lo  que  miro, 
pn  tí»  azafate  hay  ropa 
Blauca  sobre  dos  vestidos. 

rUAKCHIPAM- 

*,()li  llevara  el  diablo  !.<.  Pero 
Ya  lo  habrá  hecho  :  decirlo 
No  quiero. 

ENRIQUE. 

¿A  quién  á  decir 
Vas? 

numcsuvAii. 

Al  sastre  que  los  hizo. 

ENRIQUE* 

¿Porqué? 

FRANCHIPAN. 

Porque  meior  fuera 
Que  sobre  dos  paneomoa 
Vinieran ,  señor,  dos  lonjas. 
Entre  dos  fraseos  de  vino ) 
O  ya  que  es  hechizo  este, 
Fuera  pastel  el  hechizo. 
(Enrique  saca  un  papel  que  traerá 
otro  dentro.) 

ENRIQUE. 

Un  papel  hay  aquí,  y  dentro 
Del  otro.  Aunque  mal  distingo 
A  tan  poca  luz  la  letra , 
Dice...  Llega,  llega  á  oirlo. 
[Lee.)  «El  tosco  buriel,  señor 
•Don  Enrique,  hábito  indigno 
»Es  á  tan  gran  caballero; 
»Y  asi  tratad  de  vestiros 
»En  noble  traje,  porqué 
»No  os  vea  el  pueblo  deslucido , 
«Cuando  esta  tarde  salgáis 
»A  morir  en  el  suplicio.  • 

¡  Linda  piedad  de  cristiana ! 


199 


Veamos  el  que  dentro  vino. 
(Lee.)  «Señor  Don  Feliz,  porqué 
>Salgais  mas  desconocido 
iDesa  prisión  esta  noche, 
»En  nuestro  traje  vestios, 
»Con  que,  pues  sabéis  la  lengua, 
»  Podréis  mas  seguro  iros.» 

FRAKCflIPAft. 

Conformad  esos  trebejos. 

ENRIQUE. 

¡Quién  tal  confusión  ha  visto! 
¡Qué  he  de  crér  desto? 

FRANCHIPAN. 

Loque 
Yo,  señor,  dije  al  principio. 

ENRIQUE. 

¿Qué  fué? 

ntAMCmPAN. 

Que  las  dos  madamas , 
Viendo  que  no  has  parecido, 
De  un  mismo  conjuro  usaron ; 

Y  el  demonio,  que  anda  lisio , 
Obedecer  á  los  dos 

Quiere  á  un  tiempo. 

eiuuQue. 

¡Qué  delirio  l 
Yo  no  me  he  de  persuadir, 
Como  otras  veces  he  dicho 
T  djré  infinitaa  veces, 
A  que  hay  encantos  ni  hechizos 

Y  mas  cuando  veo  que  es  medio  ' 
Tan  pensado  y  prevenido 

El  de  esta  prisión ,  pues  veo 
El  fabricado  artificio 
Con  que  se  manda. 

FRANCHIPAN. 

¿Pues  quién 

? oleres  que  les  haya  dicho 
us  dos  nombres? 

ENRIQUE. 

¿Qué  sé  yo? 

FRANCHIPAN. 

¿Ves  entre  tan  varios  juicios? 

Pues  no  estoy  mohíno,  sefior. 
Con  la  que  matarte  quiso, 
En  venganza  de  un  hermano , 
Ni  con  la  que  te  previno 
Amparar  en  favor  de  otro, 
NI  con  la  que  con  desvio 
Nos  arrojó  de  su  casa. 

ENRIQUE. 

Pues  ¿con  quién  estás  mohíno? 

FRANCHIPAN. 

Con  la  qtte  del  mar  sacaste, 
Pues  apenas  del  peligro 
Libre  se  vio,  cuando  solo. 
Cuidando  de  si,  aun  no  dijo : 
«  Ya  que  mojado  quedáis, 
Enjugaos  á  ese  bolsillo.  • 

Y  siendo  asi  que  las  señas 
De  hábito  v  nación,  preciso 
Es  que  la  hayan  informado 

De  ti,  no  ha  hecho  en  tus  couflictos 
Nada  en  favor  tuyo. 

ENRIQUE, 

¿Cómo, 
Si  encerrados  y  escondidos 
Siempre  hemos  andado ,  quieres 
Que  naya,  Franchipau ,  sabido 
De  nosotros? 

FRANCHIPAN. 

Como  esotras. 

I    *  Parece  qas  faltaa  versos. 

9 


130 

Hiciera ,  cuerpo  de  Cristo , 
Otro  encanto,  y  lo  tupiera. 

ENRIQUE. 

Las  damas ,  con  recibirlos, 

Agradecen  los  favores, 

Y  asi,  basló  el  que  me  dijo... 

ESCENA  VI. 

SERAFINA ,  y  luego  música  ,  dentro.— 
ENRIQUE,  FRANCHIPAN. 

serafina.  [Dentro.) 

La  vida  os  debo,  español, 
A  que  siempre  agradecido 
Mi  valor  os  estará. 

FRANCHIPAN. 

¡Vive  el  cielo  que  lo  ba  oído  l 

ENRIQUE. 

*  "«'mismas  razones  fueron , 
ahora  oí ,  las  que  allá  dijo. 

FRANCHIPAN. 

No  nos  fallaba  ahora  mas 
Que  habérsenos  añadido 
Cuarta  dama  á  la  novela. 

ENRIQUE. 

O  lú  que  nie  has  respondido, 
Quien  quiera  que  fueres,  ¿dónde,, 
O  cómo  de  mf  has  tenido 

Noticia  1 

serafina.  {Dentro.) 

¿  Pues  no  bastó , 
Valiente  español  invicto , 
La  que  tú  de  ti  me  das... 

ELLA  Y  MÚSICA.  (DetUfO.) 

En  ¡a  tarde  aliare 
Del  señor  San  Juan... 

serafina.  (Dentro.) 

Guando  para  mi  tragedia 
De  otros  la  festividad... 

ella  y  iiistcA.  (Dentro.) 

Era  baile*  la  tierra , 
Mágicas  el  mar? 

ENRIQUE. 

¿Las  fiestas  de  la  marina, 
Que  fueron  sus  regocijos, 
V  mis  penas  repetidas. 
No  escuchas  ? 

FRANCHIPAN. 

Sin  duda  han  Ido 
En  romería  á  quitar 
Las  cadenas  y  los  grillos 
Al  moro,  y  de  naso  vuelven , 
Porque  no  muden  de  oficio , 
A  echárnoslos  á  nosotros. 

ENRIQUE. 

Franchipan  9  ¿  qué  es  lo  que  oímos  * 

fianchipan;  y  música,  dentro* 

Que  en  la  tarde  alegre 
Del  señor  San  Juan , 
Toda  es  bailes  la  tierra ,    * 
Músicas  el  mar. 

ENRIQUE. 

Festivas  voces,  que  eu  esta 
Prisión  me  habéis  repetido 
Memorias  de  aquella  dicha, 
O  desdicha,  ¿qué  motivo 
Es  el  vuestro  t 

serafina.  (Dentro.) 
Que  conozcas 
Que  soy  quien  soy,  y  no  olvido 
El  beneficio,  pues  vengo 
A  pagarte  el  beneficio. 

ENRIQUE. 

Pues  habíame  claro ,  y  llegue 
A  verlo,  pues  llego  á  oirlo. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


serafina»  (Dentro.) 
No  puedo. 

ENRIQUE. 

¿Porqué? 
serafina»  (Dentro.) 

Porqué... 

ESCENA  VII. 

Damas,  con  mascarillas;  LIBIA,  con  el 
vestido  de  Serafina,  y  SERAFINA 
con  disfraz ;  y  ambas  con  máscaras. 
—ENRIQUE,  FRANCHIPAN. 

DAMAS  Ó  MÚSICA. 

Solo  el  silencio  testigo 
Ha  de  ser  de  mi  tormento. 

ENRIQUE. 

¿Qué  es  esto  {délos !  que  miro? 

SERAFINA. 

El  prodigio  de  un  valor, 
toóos. 

Y  con  ser  tal  el  prodigio... 

MÚSICA. 

Aun  no  cabe  lo  que  siento 
En  todo  lo  que  no  digo. 

LIBIA. 

Y  es  verdad ,  pues  que  me  obKgo... 

música. 

Y  es  verdad ,  pues  que  me  obligo... 

ELLA  Y  MÚSICA. 

A  callarlo  sin  callarlo , 
¥  d  decirlo  sin  decirlo. 

LIBIA. 

Para  que  tristes  horrores 
Diviertan  ecos  festivos* 
Cantando  entran. 

ENRIQUE. 

Mal  podrán 
Divertirse  mis  sentidos. 
Cuando  es  de  igual  confusión... 

ÉL  Y  MÚllCA. 

Solo  el  silencio  testigo. 

ENRIQUE. 

Pues  si  creo  que  es  piedad , 
De  quien  obligada  dijo 
Que  había  de  guardar  mi  vida , 
¿Por  qué  la  duda  ministro... 

ÉL  Y  MÚSICA. 

Ba  de  ser  de  mi  tormento  t 

ENRIQUE. 

Siendo  Un  contrario  estilo 
Que  vea  el  agrado  y  quede 
Tan  mudo  y  tan  suspendido... 

ÉL  Y  MÚSICA. 

Que  aun  no  cabe  lo  que  siento... 

ENRIQUE. 

En  cuantos  varios  delirios 
Forma  un  triste ;  y  si  es  que  hacer 
Pretendo  contrario  juicio , 
De  que  es  quien  me  da  muerte , 
Aun  no  cabe  tanto  implo 
Rigor  como  hacer  lisonjas 
Para  dilatar  martirios, 
En  todo  lo  que  padezco... 

ÉL  Y  MÚSICA. 

Ni  en  todo  lo  que  no  digo... 

ENRIQUE. 

Cabe  tampoco  el  peusar 
Que  obligada  haya  tenido 
Memoria  de  mi  otra  dama; 


Y  asi ,  á  tres  dudas  rendido , 
En  lo  que  entiendo,  oigo  y  veo 
Tan  solo  me  determino... 

ÉL  y  música. 

A  callarlo  sin  callarlo, 

Y  d  decirlo  sin  decirle. 

LIBIA.. 

Señor  Emiqne  de  F$lix , 
Porque  no  tan  discursivo 
La  duda  os  tenga ,  oid ,  sabréis 
Quién  soy,  y  á  lo  que  he  venido. 
¿Conocéis  este  disfraz, 
Este  aparato  festivo 
De  músicas  y  canciones? 

ENRIQUE. 

No ,  señora ;  que  aunque  admiro 

Señas  en  él  de  una  dama 

A  quieo  hice  algún  servicio , 

No  le  conozco ,  porqué 

Yo  luego  al  punto  me  olvido, 

Si  no  de  la  dama,  de 

Las  señas  en  que  la  sirvo. 

LIBIA. 

Pues  esa,  sabiendo ,  Enrique, 
Que  una  que  habéis  ofendido, 
Os  tiene  para  mataros 
En  esta  torre  escondido, 
Cuya  ejecución  dilata , 
Porque  hubo  quien  dio  el  aviso 
A  otra  que  habéis  obligado , 
A  entrambas  se  ha  preferido; 
Porque  siendo  ella  por  quien 
Os  echasteis  del  navio, 
Sin  ella  no  os  lleguen  de  una 
Rencores ,  ni  de  otra  auxilios : 

Y  asi ,  oyendo  á  ese  criado 
Que  osadamente  atrevido 
Pudo  argüiría  de  ingrata . 
Viene  á  veros  en  el  mismo 
Traje  que  admitió  el  favor. 

FRANCHIPAN. 

¡Nunca  yo  lo  hubiera  dicho! 

LIBIA. 

El  cómo  pudo  saberlo, 

Ni  el  cómo  haber  suspendido 

Blandura  y  rigor  de  entrambas , 

Y  entrar  en  este  retiro 
Con  músicas  y  festejos , 
No  tenéis  que  discurrirlo ; 
Que  es  tan  sobrenatural 
La  diligencia  que  hizo 

Por  saber  de  vos ,  que  supo 

8ulén  sois ,  por  qué  habéis  venido 
e  España  mudado  el  nombre , 

Y  que  hay  dama  y  hay  marido 
De  por  medio. 

ENRIQUE.  (Ap.) 
¡Cielos!  ¿qué  oigo? 

FRANCHIPAN.  (Ap.  d  SU  QMO.) 

Di  ahora  que  no  hay  hechizos. 

ENRIQUE. 

No  sé  lo  que  haré  al  creerlo ; 
Mas  mucho  asombra  el  oirlo. 

SERAFINA.  (Ap.  d  Ubia.) 

Habíale  en  mi ,  porque  sepa, 
Si  lo  que  siento  ba  sentido. 

libia.        [rique,  asi 
(Ap.  d  Serafina.  Si  haré.)  Y  siendo,  En- 
Que  es  tan  grande  este  prodigio. 
Que  aunque  ella  presente  está , 
No  es  ella  >  pues  yo  la  finjo, 
No  pretendáis  saber  mas 
De  que  altiva  ha  pretendido 
Sacar  de  un  peligro  á  quien 
La  sacó  de  otro  peligro. 
Un  hombre  entrará  esta  noche. 


Y  no  por  ese  portillo 
Que  dispuso  la  crueldad 
De  quien  encerraros  quiso , 
Sino  rompiendo  á  este  centro 
Las  entrañas  de  su  abismo  : 
Seguidle,  mudado  el  traje, 

Y  donde  os  llevare,  idos 

A  merced  de  mejor  liado ,  • 
A  ley  de  mejor  destino; 
Que  yo  no  pretendo  mas 
Que  a  quien  obediente  asisto 
Servir  en  que  09  vais,  y  en  que 
Llevéis,  Enrique,  sabido 
Que  vais  deudor  de  la  vida 
A  quien  os  la  había  debido , 
Sin  que  un  rencor  os  ofenda « 
Sin  que  os  ampare  un  carino, 

Y  sin  que  podáis  quejaros 
De  la  que  el  desden  os  hizo  ' 
De  arrojaros  de  su  casa* 
Pues  otra  en  su  nombre  vino... 

RLLA  T  MÚSICA. 

A  callarlo  Hn  callarlo  4 

Y  d  decirlo  sin  decirlo* 

ENRIQUE. 

Oid,  esperad. 

LIBIA. 

¿Qué  queréis? 

ENRIQUE. 

Solo  decir  que  aunque  estimo 
A  la  que  sois  ó  ungís 
El  haber  hecho  prodigios 
Tan  grandes  en  busca  mia , 
Me  perdone  no  admitirlos, 
Pues  no  podré  agradecerlos. 

LIBIA. 

¿Porqué! 

EMMQOE* 

La  causa  no  digo» 
Que  dije  á  otra  dama. 

UBI  A. 

¿Qué  es? 

enbique. 

Q*e  yo  favores  do  admito 
Qae  en  paga  vienen,  podiendo 
Venir  solo  en  beneficio. 

LIBUu 

tPor  qué  razón  tan  cortés, 
«cid,  lo  excusáis? 

EmuQue. 

Movido 
De  que  hay  otra  superior. 

USÍA. 

De  no  ser  agradecido 
¿Puede  superior  razón 
Haber? 

BVEIOOE. 

a. 

LIBIAS 

¿Cual  es? 

ENRIQUE. 

_  Que  se  hizo 

Tan  dueño  de  mis  potencias , 
Tan  señor  de  mis  sentidos, 
No  sé  qué  primer  concepto 
De  que  otra  dama  babia  «ido 
A  la  que  habla  dado  vida, 
Que  no  me  deja  albedrio 
Para  que  con  ella  pueda 

Ser  atento;  y  así  os  pido 
Digáis  *  quien  favorece 
Mi  vida,  que  pues  rendido 
A  otra  beldad,  no  me  queda 
Elección,  uso  ni  arbitrio, 
No  me  ponga  en  ocasión 
De  ser  ingrato,  delito 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

Tan  feo  en  un  noble ,  que  á  precio       I 

De  no  serlo ,  la  suplico   , 

Me  deje  en  poder  de  %¡uien 

Me  dé  muerte ;  que  aí  que  ba  sido 

Tan  infeliz  que  no  tuvo 

Aquella  dicha ,  mas  digno 

Amparo  será  dejarle 

Dar  la  muerte,  y... 

LIBIA. 

¿Tan  rendido 
A  esa  dama  estáis? 

ENRIQUE. 

¿Quémncbo, 
Si  aunque  otras  bayau  sabido 
Valerse  de  encantos,  ella 
De  milagros? 

FBARCaiPAlt. 

Y  tan  lindos, 

Sue  fueron  de  aquellos  de 
iíagrosy  basiliscos, 
Pues  no  hizo  con  un  moro 
Lo  que  con  nosotros  hizo. 

serafina.  (Ap.  á  Libia,) 

Prosigue  en  eso,  pues  sabes 
Que  no  me  pesa  de  oírlo. 

LIBIA. 

¿No  será  mejor  que  tú 
Lo  prosigas? 

SERAFINA. 

¿Cómo? 

LIBIA* 

Arbitrio 
No  faltará.— Aunque  no  es  (A  Enrique.) 
Cuerdo  ni  cortés  estilo , 
Donde  bay  dama ,  alabar  otra  5 
Porque  veáis  que  no  ha  habido 
Quien  pueda  á  mi  darme  celos , 
Tan  de  parte  solicito 
Pouerme  de  vuestro  amor, 
Que  auo  en  eso  be  de  serviros. 
¿Qué  me  diérades  por  verla 

Y  hablarla  en  aqueste  sitio, 

Y  que  ella  os  .vea  y  os  hable', 
Diciéndós  en  él  lo  mismo 
Que  si  estuviera  en  su  casa , 
Adonde  os  hubiera  oido 
Tan  amantes  rendimientos? 

ENRIQUE. 

No  sé;  pero  agradecido 
Os  quedara  á  la  fineza. 

USÍA. 

Pues  de  cuantas  han  venido 
Conmigo ,  ved  cuál  queréis 
Quesea. 

ENRIQUE. 

Yo  no  la  elijo. 
La  que  vos  quisiereis. 

LIBIA. 

Pues 
Porque  veáis  cuan  presto  os  sirvo , 
Sea  la  que  está  primera. 
(Quítale  la  mascarilla  d  Serafina.) 

SERAFINA.  {Ap.  d  UÓia  ) 

¿Qué  haces? 

LIBIA. 

Cumplir  lo  que  he  dicho, 
En  que  sin  que  tú  le  hables 
Le  bables  tu ;  y  sin  que  él  contigo 
Hable,  contigo  bable. 

ENRIQUE.  (Ap.) 

¡Cielos! 
¿Qué  es  esto? 

FRANCH1PAN. 

¿Crés  que  hay  hechizos? 


151 

ENRIQUE. 

No  sé  qué  te  diga ;  pero 
Mucho  puede  este  prodigio. 

SERAFINA. 

Hombre,  cuyo  amor  me  ha  puesto 
En  trance  un  exquisito, 
Que  arrastrada  de  un  imperio 
Que  en  mi  ha  cobrado  dominio, 
A  verle  vengo  forzada, 
¿Qué  esperanza  te  ha  podido 
Alentar,  si  á  no  mas  ver 
Aquesta  noche  es  preciso 
Irte  con  el  que  vendrá 
A  sacarte  deste  abismo?  . 

ENRIQUE. 

Hermoso  asombro...  (Ap.  ¡Qué  mal 

Me  aliento  !  Qué  mal  me  animo! ) 

Grosero  fuera  mi  amor, 

Si  se  hubiera  mantenido 

De  esperauzas;  que  el  que  espera 

Interesado,  y  no  fino, 

Complace ,  mas  no  merece ; 

Y  yo...  si...  cuando...  ¿Qué  digo? 
Perdonad,  que  hablar  no  puedo. 

FRANCHIPAN. 

Eso  si,  cuerpo  de  Cristo  3 
Conoce  que  eres  humaoo* 

SERAFINA. 

Cobraos,  y  alentad. 

ENRIQUE. 

Corrido 
De  que  penséis  que  es  temor 
Lo  que  es  respeto ,  os  afirmo 
Que  en  cualquier  parte  que  os  viera  < 
Me  sucediera  lo  mismo; 

Y  asi ,  para  que  veáis 
Que  si  á  vuestro  peregrino 
Sol  rindo  la  turbación , 
No  el  valor  y  ánimo  rindo, 
Tengo  de  ver,  vive  el  cielo , 
Si  es  verdadero  ó  fingido 
Este  objeto. 

serafina. 

Deteneos, 
Porque  en  el  instante  mismo, 
Que  me  toquéis,  no  hallaréis 
Nada  de  cuanto  habéis  visto. 

ENRIQUE. 

Primero  que  de  cobarde* 
He  de  morir  de  atrevido. 
Si  es  fantástico  ó  real, 
¡Viven  los  cielos  divinos  í 
He  de  ver ,  por  mas  que  diga 
Vuestra  voz... 

(Ruido  dentro  de  espadas,  y  disparan 
pistolas.) 

ESCENA  VOt. 

MARGARITA,  LAURA,  CELIO,  FLO- 
RANTE t  gente,  dentro.  —  Dichos. 

MARGARITA.  (DcntTO.) 

Deudos  y  amigos, 
Muera  quien  mi  sangre  ofende. 

laura.  (Dentro.) 

Amigos  y  deudos  mios , 
Viva ,  á  pesar  de  su  saña» 

enrióos. 

¡Qué  confusión ! 

FRANCHIPAN. 

¡Qué  prodigio ! 
Celio.  (Dentro.) 
Muera  el  que  mi  honor  agravia. 


I9S 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


PLORANTE.  (DéñtrO.) 

Pues  ya  que  mal  resistirnos 
Podemos  v  al  monte. 

gente.  (Dentro.) 

,  Al  monte. 

libia.  (Ap.  á  Serafina.) 

No  á  mal  tiempo  ha  sucedido , 
Del  retraimiento  a  campaña 
Haber  los  bandos  salido , 
Para  nuestro  intento. 

SERAFINA. 

Pues 
Aprovechemos  el  ruido 
Para  que  de  aquí  salgamos. 

LIBIA. 

Hombre,  ya  ves  que  bau  venido 
A  buscarte  quien  te  ofende 

Y  quien  te  ampara,  tu  castigo 
De  que  ese  asombro  quisieses 
Tocar;  y  pues  al  caniiuo 
Importará  que  salgamos 

A  estorbar  estos  designios, 
En  paz  queda. 

SERAFINA. 

Y  no  te  atrevas 
Ni  á  tocamos  ni  4  seguirnos. 

ENRIQUE. 

Mucho  mandas ,  bello  asombro , 
Porque  imán  de  mi  albedrio, 
Es  fuerza  que  tras  tí  vaya. 

SERAFINA. 

Porque  os  quedéis ,  antes  de  Iros 
Os  doy  palabra  de  veros. 

ENRIQUE. 

Yo  la  acepto, 

SERAFINA. 

Y  yo  la  afirmo. 
Porque  no  oiga  esotras  voces, 

(A  la*  damas.) 
Vuelvan  acentos  festivos... 

MÚSICA. 

A  callarlo  sin  callarlo, 

Y  á  decirla  sin  toarlo. 

(Yante  las  demat.) 

FRANCBIPAN. 

¿Crérás  que  hay  encanto  ahora? 

ENRIQUE. 

No  sé  :  trae  esos  vestidos . 

Y  en  mejor  trance  nos  baile 
Cualquier  suceso. 

geste.  (Dentro.) 

Seguidlos. 

margarita.  (Dentro.) 

Muera  quien  mi  sangre  ofende. 

ladra.  (Dentro.) 

Muera  quien  lo  ha  pretendido. 

ENRIQUE. 

Mi  vida  y  mi  muerte  ¡cielos! 
Escucho,  y  solo  me  animo... 

música.  (Dentro.) 

A  callarlo  sin  callarlo, 

Y  á  decirlo  sin  decirlo. 

Bosque. 


FLORANTE  y  CELIO,  riñe  nao. 

CELIO. 

Pues  donde  estás  retirado 
Hallarte  supe,  boy  verás 
Si  hubo  menester  jamas  . 


El  reñir  acompañado 
Contigo  mi  valor. 

FLORANTE. 

Yo 
Ni  lo  dije  ni  podía , 
No  siendo  :  engaño  serla 
De  quien  de  lejos  lo  vio. 

Y  si  fué  satisfacción 
Esta ,  ya  de  serlo  deja , 
Pues  uo  la  doy  i  tu  queja, 
Sino  á  mi  reputación. 

CELIO. 

Ni  yo  la  quiero ,  restado 
A  morir  y  matar  boy... 

ESCENA  X. 

LAURA,  por  una  parte;  MARGARI- 
TA, por  otra;  y  por  el  fondo  EL 
GOBERNADOR,  todos  con  gente  or- 
«Mtfa.-FLORANTE,  CELIO. 

MARGARITA. 

Muera ;  que  a  tu  lado  estoy. 

LAURA. 

Viva ;  que  estoy  yo  á  su  lado. 

GOBERNADOR. 

Teneos.  Pues  ¿cómo  asi 
Tan  ciego  vuestro  valor, 
No  ve  que  yo  aquí?... 

CELIO. 

SeSor 
Astolfo  ,  va  yo  os  volví 
La  espalda  una  vez,  en  fe 
Del  gran  respeto  que  os  debo ; 
Mas  tan  bárbaro  me  atrevo 
A  volver  hoy  por  mi ,  que 
Ni  prisión  ni  muerte  temo. 

FLORANTE. 

Ni  yo  tampoco  me  diera 
A  partido*  que  no  fuera 
Pasar  al  segundo  extremo 
De  mi  defensa ,  por  mi 

Y  por  mi  honor. 

(Riñen.) 

GOBERNADOR. 

Deteneos. 

MARGARITA. 

Son  en  vano  tus  deseos.— 
Nobles  deudos,  pues  en  mí 
La  sangre  de  Arnesto  clama , 
Muera  quien  la  causa  rao. 

LAURA. 

Deudos  ilustres,  ved  que 
En  mi  su  defensa  os  llama. 

MARGARITA  Y  UNOS. 

Muera  el  tirano  homicida. 

LADRA  T  OTROS. 

El  fiero  alevoso  muera. 

GOBERNADOR. 

Tente,  Margarita :  espera, 
Laura. 

TOBOS. 

Nada  os  impida , 
Porque  basta  mi  valor 
A  reducirlos. 

(Entrante  ladee  ri&enéó,  y  retirando 
d  Floróme  y  Laurai) 

ESCENA  XL 

FABIO ;  después,  CELIO  r  MARGARI- 
TA, dentro. 

FABIO. 

:  Divinos 
Cielos  í  ¿cuando  los  destinos 


Aplacaran  el  furor 

Con  que  vuelve  a«sta  campana 

El  pasado  horror,  saliendo 

Ya  de  la  ciudad  huyendo 

Los  de  Florante  la  saña 

De  dos  familias,  que  aunadas 

Siguiéndolos  han  venido 

Al  oosque?  En  él  escondido 

Espere  ver  apagadas 

Tantas  iras  de  la  (Ha 

Noche ,  que  también  esta 

Hoy  de  batalla ,  pues  va 

Acabando  con  et  día, 

Para  entrar  yo  por  aquellos 

Dos ,  á  cuyo  fin  la  entrada 

Dejo  á  la  mina  aclarada.  (Vate.) 

celio.  (Dentro.) 

A  ellos ,  Margarita. 

MARGARITA.  (£***>#.) 

A  ellos, 
Celio. 

celio.  (Dentro.) 
Ataja  por  ahí, 
Mientras  yo  por  acá  voy. 

ESCENA  XII. 

MARGARITA,  por  una  parte;  y  por  la 
otra  FLORANTE  herido,  cayendo; 
gente,  dentro. 

MARCASITA. 

Ya  puesta  á  este  paso  estoy. 

FLORANTE. 

¡Ay  infelice  de  mi ! 

MARGARITA. 

A  mis  plantas  bu  caldo, 
Fiero  tirano. 

FLORANTE. 

Y  no  tanto 
Me  pone  horror,  me  da  espanto 
El  llegar  a  ellas  herido , 
Dése  risco  despeñado , 
Cuanto  el  haber  tu  de  ser 
De  quien  me  he  defender. 

MARGARITA. 

Mal  podrás,  cuando  postrado 
A  mis  pies  estas. 

FLORANTE. 

Pues  sea 
Consuelo  de  mis  tiranos 
Hados  morir  yo  á  tus  manos. 
Véngate  pues  en  mi ,  y  crea 
El  mundo  que  si  me  vi 
Rendido,  á  una  dama  fué 

ue  por  querer  adoré , 

siu  querer  ofendí. 

MARGARITA. 

¿Cómo  sin  querer,  tirano, 
Si  á  dos  luces  tu  traición , 
Los  que  agravios  en  mi  son , 
Desdichas  son  en  mi  hermano? 
Bien  uno  y  otro  pudiera 
Vengar,  pues  rendido  estás: 
Pero  he  de  valer  yo  mas 

8ue  yo ;  y  asi ,  pues  que  muera  . 
n  Ingrato  no  es  honor 
De  veoganaa  tan  altiva , 
Como  que  un  ingrato  viva 
A  morir  de  su  dolor, 
De  la  noche  y  la  espesura 
Te  ampara;  que  yo  diré 
Que  no  te  vi ,  y  llevaré 
La  gente  á  otra  parte ,  á  pura 
Fuerza  de  mi  singular 
Valor,  que  á  saber  alcanza 
Que  no  está  en  tomar  venganza, 


í 


Sino  en  poderla  tomar, 
El  desagravio  de  quien, 
Aunque  esté  mas  ofendido, 
No  se  venga  en  el  rendido. 

uso.  {Dentro.) 

A  aqoella  parte  se  ven 
El  y  Margarita. 

MARCASITA. 

¡Cielos! 
Ya ,  aunque  quiera ,  no  podré 
Decir  que  no  te  vi. 

florante. 

En  fe 
De  desenojar  los  celos 

Y  satisfacer  tn  ofensa , 
Ya  que  tan  solo  me  veo 

Y  herido,  salvar  deseo 
La  vida. 

■ARGARITA. 

Huye  pues,  y  piensa 
Cómo  ocultarte  podráis. 

FLORANTE. 

Una  boca  que  veo  alli , 
~~*  sagrado  sea. 


(Yate.) 


CELIO,  GnrrB.— MARGARITA. 

mío. 
Hacia  aqui 
Cayó. 

■ARGARITA. 

Celio,  ¿dónde  tas? 

CELIO. 

Dividiónos  la  maleza 
Del  bosque  \  á  Laura  seguí ; 
Ella  por  huir  de  mi , 
Se  metió  en  la  fortaleza 
De  Serafina,  sagrado 

?ue  no  me  atreví  á  romper ; 
habiendo  visto  caer 
A  Florante  despeñado 
Hacia  aqui ,  y  i  ti  con  él , 
Vengo  en  tu  busca. 

■ARGARITA. 

;  Ay  de  mi ! 
Que  aunque  di  con  él  aquí, 
Quiso  mi  suerte  cruel 
Que  él  de  la  fuga  valido, 
Y  yo  al  cansancio  postrada , 
Más  no  le  siguiese. 

cano. 

Nada, 
Llegando  yo,  habrá  perdido, 
Si  penetrando  lo  espeso 
Del  monte,  encuentro  con  él. 


EL  GOBERNADOR ,  grite.—  CELIO, 
MARGARITA,  gente. 

GOBERNADOR.  (A  l08  8*y0t.) 

Llegad,  que  Celio  es  aquel. 
(Le  prenden») 

CELIO. 

¿Qué  es  esto?  ¡ay  de  mi ! 

GOBERNADOR. 

Que  preso 
Os déls.* soltad  esa  espada.— 
Vos ,  Margarita ,  volved 
A  vuestra  casa,  y  tened . 
No  por  prisión  su  morada , 
Stno  solo  por  retiro, 
Ski  dar  ocasión  á  que 
El  primer  nombre  la  dé. 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

CKUO. 

¡AydemiinfeHce! 

MARGARITA. 

Admiro 
Que  conmigo  habléis  asi. 

«OMINADO*, 

Nadie  mas  que  yo  sabrá 
El  respeto  á  que  os  está 
Mi  sangre  obligada.  Aqui 
No  soy  Astolfo ,  señora ; 
Soy  juez ,  aunque  Astolfo  irá 
Sirviendo*.  Venid,  porqué 
Quedéis... 

ESCENA  XV. 

EL  VEJETE.  —  Dichos. 

VEJETE. 

(Ap.  Llegué  á  buena  hora.) 
Aparte  me  importa  hablaros. 

(Al  Gobernador.) 

gobernador. 
¿En  qué? 

TÉJETE. 

En  si  ciertos  serán 
Los  mil  escudos  que  dan 
A  quien  llegue  á  declararos 
Adonde  está  el  español. 

GOBERNADOR. 

El  sol  mas  cierto  no  es. 
Que  ellos. 

VEJETE. 

Pues  si  alo  francés, 
Escudos  serán  del  sol , 
Sabed... 

GOBERNADOR. 

Hablad  quedo. 

VEJETE. 

Que 
(Hablan  quedo  aparte.) 
En  casa  de  Serafina... 

GOBERNADOR. 

La  voz  bajad. 

MARGARITA.  (Ap.) 

¿Qué  divina 
Poderosa  influencia  lúe 
La  que  en  mi  predominó 
Tanto  en  favor  de  Florante, 
Que  nada  sea  bastante 
A  que  le  aborrezca  yo  ? 

CELIO.  (Ap,) 

ué  fiero  sañudo  hado 
zo  que  tras  mi  viniera 
Astolfo,  y  que  me  prendiera? 

gobernador.  (Ap.  al  vejete.) 
En  fin,  ¿que  está  alli  encerrado? 

VEJETE. 

SI. 

GOBERNADO!. 

Mirad  lo  que  decis. 

VEJETE. 

Que  digo  verdad ,  es  llano. 

gobernador.  (A  tu  gente.) 
Prended  aqueste  villano. 

VEJETE. 

¿Porqué? 

GOBERNADOR. 

Por  si  me  mentís; 
(Ap.  á  el.)  Que  no  porque  no  os  daré , 
Como  verdad  haya  sido, 
Lo  que  el  bando  ha  prometido.) 


136 


i» 


VEJETE.  (Ap.) 

La  codicia  ¡  ay  de  mi !  fué 
La  que  me  engañó. 

GOBERNADOR. 

(Ap.  Hoy  espero 
Todo  enmendarlo ;  que  un  juez 
Debe  acordarse  tal  vez 
También  de  que  es  caballero.) 
No  llevéis  á  Celio.  Aqui 
Vos  oidme  aparte ,  bella 
Margarita.  Si  mi  estrella 
Dispuesto  hubiese... 

MARGARITA. 

¡Aydemí! 

GOBERNADOR. 


Que  al  español  que  mató 
A  vuestro  hermano ,  prendiese , 
Y  del  justicia  os  hiciese , 
¿Seria  buen  medio  yo 
Con  vos ,  para  que  cesase 
Contra  Florante  el  rencor, 
Pues  él  no  fué  el  matador, 
Con  que  el  fuego  se  apagase 
De  los  bandos,  que  encendidos 
Con  escándalos  tan  fuertes , 
Todos  son  iras  y  muertes , 
Entre  tres  esclarecidos 
Linajes?  Mirad  que  está 
En  vuestra  mano  deshecha 
Ver  su  ruina ,  y  satisfecha 

Íuedar  vos,  pues  se  verá 
ue  lo  paga  el  homicida. 
Sea  yo  con  vos  bastante 
A  perdonar  á  Plorante. 

MARGARITA.  (Ap.) 

I  Bueno  es  que  otro  me  pida 
Quizá  lo  que  yo  deseo , 
Desde  que  á  mis  pies  le  vi ! 

GOBERNADOR. 

¿Qué  me  respondéis? 

MARGARITA. 

Que  sí ; 
Pues  si  vengada  me  veo 
Del  matador,  aunque  sea 
Por  justicia ,  puesto  que  hoy 
La  que  querella  no  soy, 
La  remisión  que  desea 
Tu  valor,  otorgaré. 

.    GOBERNADOR. 

¿  Daisme  esa  palabra? 

■ARGARITA. 

Si. 
Pero  ¿dónde  está ,  me  di , 
El  español? 

GOBERNADOR. 

Yo  lo  sé; 
Bien  que  para  ir  á  buscalle , 
Sin  tampoco  atropellar 
Con  otro  respeto ,  usar 
De  industria  con  que  le  halle 
Conviene,  y  esta  na  de  ser.— 
Celio. 

CKUO. 

¿Qué  es  lo  que  mandáis? 

GOBERNADOR.  (Ap.  d  CeUo.) 

Que  como  que  huyendo  vais , 
Os  entréis  á  defender 
De  mi  en  cas  de  Serafina. 
La  espada  tomar  podéis. 
Como  que  en  fuga  os  ponéis. 

CELIO.  (Ap.) 

Aunque  lo  que  él  imagina 
No  se ,  no  me  puede  estar 
Mal  el  que  una  vez  me  ausente. 


154 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


G0BERNA90R. 

¿Qué  hacéis? 

CBLIO. 

Perdonad  que  intente 
Huir,  pues  me  llegué  á  mirar 
Libre  de  quien  me  teuia.  (Vote.) 

GOBERNADOR. 

Pues  su  atrevimiento  veis. 
Seguidle. ..  {Ap.  á  algunos.  Y  no  le  alcan- 
Que  va  con  licencia  mia )  [ceis ; 

(Va$e  la  gente  del  Gobernador.) 

MARGARITA. 

¿Quién  mayor  arrojo  vio? 

GOBERNADOR. 

No  es  mucho.  Seguidme  á  raí 
Vos;  que  esto  conviuo  así. 

MARGARITA. 

¿No  sabré  la  causa? 

GOBERNADOR. 

.  No, 
Hasta  saberla  allá. 

MARGARITA.  {Ap.) 

¡  Cielos ! 
¿Quién  crérá  que  hubo  mujer 
Que  supo  á  un  tiempo  vencer 
Iras ,  venganzas  y  celos? 

(Vane,) 

Cantara  del  castillo, 

ESCENA  XVL 

ENRIQUE « en  traje  de  firance*  galán; 
FRANCHIPAN ,  de  lacayo. 

ENRIQUE. 

No  nos  está  mal  el  traje. 

FRANCHIPAN. 

Bravos  monsiures  estamos. 
Nunca  la  noche  me  Iriso 
En  obscurecerse  agravio 
Mayor  que  boy. 

ENRIQUE. 

¿Porqué? 

FRANCHIPAN. 

Porqué 
Era  gran  gusto  el  mirarnos, 
Una  vea  siquiera ,  corto 
El  talle  y  el  calzón  ancho. 

ENRIQUE. 

Deja  locuras;  que  á  mi 
Nunca  la  noche  agasajo 
Mayor  me  hizo  que  hoy. 

FRANCHIPAN. 

¿Porqué? 

ENRIQUE. 

Porque  estando  hoy  esperando 
Dos  dichas,  cuanto  apresure 
Mas  el  curso  al  veloz  paso , 
Tanto  estoy  mas  cerca  dellas. 

FRANCHIPAN. 

¿Y  son? 

ENRIQUE. 

La  que  en  ver  aguardo 
Aquella  ingrata  hermosura 
Antes  de  irme ,  y  la  de  hallarnos 
Después  fuera  deste  asombro. 

FRANCHIPAN. 

Señor,  que  tú  enamorado     i 
lina  mujer  ver  desees. 
Vaya  :  cosas  son  del  diablo, 
Y  ño  se  altera  el  estilo. 
Mas  que  estés  determinado 
A ,  si  se  rompe  este  centro , 


Irte  con  quien  á  llevarnos 
Entre,  sin  saber,  señor. 
Dónde ,  ni  cómo ,  ni  cuándo , 
Es  cosa  que... 

ENRIQUE. 

Frauchipan , 
Aunque  lo  que  está  pasando 
A  los  dos  f  confieso  que 
Ni  lo  entiendo  ni  lo  alcanzo, 
No  por  eso  persuadido 
Estoy  á  que  aquí  hay  encanto. 

FRANCHIPAN. 

Pues  ¿qué  quieres  que  haya? 

ENRIQUE. 

Enredo, 
Que  yo  á  comprender  no  alcanzo. 

FRANCHIPAN. 

¿Cómo? 

ENRIQUE. 

¿Aqueste  no  es  el  njcho? 

FRANCHIPAN. 

Si. 

ENRIQUE. 

Pues  á  obscuras  estamos, 
No  nos  apartemos  del : 
Verás  que  si  le  guardamos , 
Si  no  es  por  él,  nadie  entra 
Ni  sale. 

FRANCHIPAN. 

Pues  arrimados 
A  él  estemos.      {Pénente  ¡unto  4  él.) 

ESCENA  XVIf. 

FLORANTE ,  lleno  de  tierra,  por  la 

otra  entrada.  —  ENRIQUE ,  FRAN- 
CHIPAN. 

FLORANTE. 

¡  Ay  de  mí 
tnfelice ! 

franchjpan.  (Ap.  ú  Enrique.) 

¡Cielos  santos  i 
¿Qué  ruido  es  aquel? 

ENRIQUE. 

No  sé. 

FLORASTE. 

¿Dónde  me  lleváis  forzado 

A  sentir  y  padecer 

La  violencia  de  los  hados? 

Enrique.  (Ap.  d  Frauchipan,) 

Forzado  dice  que  viene 
Quien  quiera  que  es. 

FRANCHIPAN. 

Eso  es  malo. 
¿Si  es  nuestro  mozo  de  muías? 
Porque  no  hay,  ni  aun  voluntarios , 
Quien  se  averigüe  con  ellos. 

FLORANTE, 

La  gruta  que  por  resguardo 
Tomé,  escondido  me  tuvo 
A  su  boca,  basta  que  pasos 
Senti ;  y  creyendo  que  eran 
Los  que  me  venían  buscando , 
Me  retiré  mas  al  centro , 
Donde  el  rumor  continuado 
Me  vino  siguiendo,  hasta 
Que  con  la  pared  hallando, 
Con  ella  en  el  suelo  di. 
¡  Cielos !  ¿  qué  anchuroso  espacio 
Será  aqueste  ? 


£ 


ESCENA  XVIUL 

FABiO.  —  Dichos. 

FABIO.  {Ap.) 

De  la  mina 

8uitadas  las  brozas  bailo , 
ou  que  la  tenia  cubierta. 
¿Si  habiéndola  visto  acaso 
El  español,  se  habrá  ido? 

enriqve.  {Ap.  d  Franchfyan.) 
¿Sientes  algún  ruido? 

FRANCHIPAN. 

Y  harto. 

FABIO. 

Ap.  Por  si  no  es  lo  que  presume , 

o  bajas  voces  le  llamo.) 
Infeliz  joven ,  á  quien 
Han  perseguido  los  asiros, 
Sin  mas  causa  para  ser 
Tus  delitos  desdichados 
Que  ser  uobles  tus  delitos... 

FLORANTE.  (Ap.) 

¿Quién  conmigo  estará  hablando, 
Que  capaz  de  mis  desdichas 
Aqutesié? 

FARIO. 

Llega  á  mis  brazos; 

Que  amigo  te  busco ,  pues 
Mi  intento  es  ponerte  en  salvo. 

FLORANTE.    (Ap.) 

I  Cielos  I  ¿qué  puede  ser  esto  ? 

ENRIQUE. 

O  tú ,  que  en  horrores  tantos 
Me  buscas  para  librarme 
De  poderosos  contrarios... 

FLORANTE.    {Ap  ) 

Otro  hay  con  quien  habla. 

ENRIQUE. 

Ya 

Que  solicito  en  mi  amparo , 
La  primer  piedad  le  debo, 
De  ti  la  segunda  aguardo. 

FLORANTE.    (Ap.) 

Bueno  es,  no  hablando  ninguno 
Conmigo ,  crér  que  hablan  ambos. 

fabio.  , 

¿En  qué  quieres  que  te  sirva  ? 

ENRIQUE. 

El  bellísimo  milagro 
Que  obedeces ,  pues  que  vienes 
Por  mi  aqui  delta  mandado , 
Me  dijo  que  había  de  ver, 
Antes  de  irme ,  el  soberano 
Cielo  de  aquella  hermosura , 
Que  ya  sabrás  que  idolatro. 
Espera,  antes  que  me  lleves, 
Que  logre  esta  dicha. 

FABIO. 

En  vano 
La  solicitas ;  que  pierdo 
Tiempo.  Ven ,  que  no  da  espacio 
La  prisa  de  que  te  ausentes. 

ENRIQUE. 

Permíteme  un  breve  rato , 
Siquiera  por  ser  postrera 
Esperanza. 

FABIO. 

De  aqui  vamos. 

ENRIQUE. 

No  he  de  ir  sin  que  antes... 

FLORANTE.  (Ap.) 

Fortuna , 


¿  En  qué  parará  e**c  pumo. 
Entre  cu)  o  horror,  por  ver 
Si  le  averiguo,  oigo  y  callo? 

ENRIQUE. 

La  vea. 

FRANCNIFAN .  (Aj>.) 

¡  Bueno  es  ponerse 
A  tú  por  lú  con  el  diablo ! 


LIBIA,  en  el  traje  que  antee,  y  con  mas- 
carilla. —  ENRIQUE ,  FLORANTE , 
FAB1Ü,  FRANG HIPAN. 

LIBIA. 

ÍPara  tf  %  Habiéndose  Laura,  en  casa» 
luyendo  de  sus  eootrarios , 
Eulrado,  Celio  tras  ella , 
Y  el  Gobernador  tros  ambos , 
Con  ¿olmo  de*  micarla. 
Corrido  del  oteo  engaño  i 
Por  si  da  con  el  secreto ,. 
En  el  traje  ojue  me  bailo 
Vengo  á  guiarle  A  la  mina, 
Sin  aguardar  á  que  Fabio 
Le  saque.)  Infehce  joven,,. 

FLORANTE.  (Ap.) 

Otra  voz  se  oye  á  este  lado. 

ENRIQUE.       * 

¿Quién  me  llama? 

LIBIA. 

Quién  aqui 
Te  vieoe... 

franchipan.  (Ap.) 
¡  Ay  de  mi  1 

LIBIA. 

Buscando*.. 

FRANCHIPAN.  (Ap.) 

Otro  demonio  tenemos , 
Hijo  por  eso  el  adagio. 

UBI  A. 

Para  que  logres  la  dicha 
Que  deseas.  Ven  volando 
Conmigo. 

ENRIQUE. 


áVes  cómo  espero 
¡i< 


Segunda  dicha,  no  en  vano? 
Suelta. 

FABIO. 

Has  de  venir  conmigo. 

LIBIA. 

Ven  tras  mi. 

FABIO. 

Sigue  mis  pasos. 
(Cogen  á  Florante,) 

LIBIA. 

¿Qué  esperas? 

ENRIQUE. 

Mi  dicha  espero. 

FABIO. 

¿Qué  aguardas? 

ENRIQUE. 

Mi  bien  aguardo. 

FLORARTE.  (Ap.) 

¡Cielos!  ¿qué  es,  sin  que  ninguno 
Me  busque,  llevarme  entrambos? 


SERAFINA,  LAURA,  MARGARITA  Y 
EL  GOBERNADOR ,  dentro.  —  Di- 
chos. 

ser  afra.  (Dentro.) 

¿En  mi  casa  esta  osadía? 


EL  ENCANTO  SIN  ENCANTO. 

ladra.  {Dentro.) 
¡Y  mas  yo  con  ella  estando ! 

MARGARITA.  (Dentro.) 

¿ Qué  importa,  cuando  con  él 
Veugp  yo  á  vengar  mi  agravio  ? 

los  cuatro.  (Ap.) 
¿  Qué  nuevas  voces  son  estas? 

GOBERNADOR.  {ÜBUtrO.) 

Perdonad ;  que  escarmentado 
Del  engallo  que  otra  vez 
Conmigo  hicisteis,  librando 
A  un  deliucuente,  he  de  ver, 
Cuando  á  oteo  buscar  aguardo. 
Hasta  el  último  retrete.  , 

SERAFINA. 

Eotrad  pues ,  que  yo  os  le  abro. 
(Abren  por  dentro  ¡a  puerta  de  la 
cámara,) 


Í3K 


CELIO,  ceme.  —  Dichos. 

celio.  (Dentro.) 
Menos  Importa  á  tus  pies 
Puesto,  morir  yo  i  tus  manos, 
Que  ver  de  que  Serafina 
El  lustre  ofendas. 

gobernador.  (Dentro.) 

En  vano 
Es  ya.— Trawl  luces. 

(Sale  gente  con  luce**) 

serafina*  {Ap.  saliendo.) 

I  ¡Ay  triste, 

Si  aquestas  horas  no  ha  Fabio 
Sacado  ya  al  español ! 

(Libia  se  acerca  d  su  ama.} 

ENRIQUE.  (Ap.) 

La  palabra  que  me  ha  dado 
Me  na  cumplido,  pues  la  veo , 
Como  antes  estaba ,  al  lado 
De  aquella  á  quien  di  la  vida. 

FABIO.  (Ap.) 

Roto  el  secreto,  ¿  qué  aguardo  ? 

laura.  (Saliendo.) 
¿Qué  retiro  será  este  ? 

■argarita.  (Saliendo.) 
Yo  también  entre  á  mirarlo. 

ENRIQUE.  (Ap.) 

Verdad  es  todo,  pues  veo 

La  que  obligo  y  la  que  agravio. 

FLORANTE.  (Ap.) 

:Qué  miro !  ¿este  el  español 
tío  es? 

ENRIQUE.  (Ap.) 

¿No  es  este  i  cielos  santos! 
Florante?  ¡  Cuánto  le  debo , 
Pues  que  le  debo  el  cuidado 
De  buscarme  Sun  hasta  aquí ! 

(Salen  el  Gobernador  y  Celio.) 

GOBERNADOR. 

Pues  uno  busco  y  dos  hallo, 
Donde  intentar  la  defensa 
Ya  será  imposible,  daos 
A  prisión. 

ENRIQUE. 

¿Qué  mas  prisión, 
Señor,  que  la  que  aquí  paso, 
Pues  preso  de  Margarita , 
Aquí  me  tiene  encerrado 
Para  darme  muerte? 

MARGARITA. 

¡Yo! 
¿Qué  dices,  hombre?  Pues  ¿cuándo 
Pude  yo  tenerte  aquí  ? 


ENRIQUE. 

Cuando  Laura,  embarazando 
Tus  rigores,  ha  impedido 
Su  ejecución. 

LAURA. 

Es  engaño;  " 
Que  si  yo  de  U  no  supe, 
¿Cómo  pude  embarazarlo  ? 

ENRIQUE. 

Esta  deidad ,  si  en  las  señas 
De  la  que  libré  reparo , 
Lo  dirá. 

libia. 

Yo  no  sé  nada 
Mas  de  que  Libia  me  llamo  * 
Criada  de  Serafina. 


86 


ENRIQUE. 

ué  Serafina?  (Ap.  ¿Si  es  vago 
jeto  que  me  la  finge  ? ) 


GOBERNADOR. 


Bien  ve¿,  español,  que  cuanto    > 
Propones»  engaño  es. 

ENRIQUE. 

Bien  puede  ser  que  sea  engaño; 
Pero  yo  la  verdad  digo. 
Margarita  me  ha  ocultado , 
Laura  me  ha  favorecido , 
Y  esta  mujer  ha  estorbado 
Los  intentos  de  las  dos , 
Haciendo  que  vea  el  traslado 
De  la  que  me  echó  de  si 
En  este  horroroso  encanto , 
Adonde  á  buscarme  viene 
Florante  altivo  y  bizarro , 
Por  haberle  yo  en  su  duelo 
Favorecido. 

FLORANTE. 

(Ap.  Pues  hallo 
Buena  disculpa  de  estar 
Hoy  aquí,  della  me  valgo.) 
Yo  supe  que  Serafina . 
De  sus  piedades  usando 
Porque  al  fin  se  valió  della, 
Al  español  ha  ocultado 
En  esta  torre ;  y  porqué 
No  debiese  á  otro  el  amparo » 
Entré  yo  por  él. 

SERAFINA. 

Verdad 
Es  que  yo  su  vida  guardo ; 
Pero  diga  él  si  me  ha  visto , 
Sabido  ni  imaginado 
Si  pudo  nunca  ser  mió 
El  favor,  pues  le  ha  logrado 
Sin  saber  quién  se  le  mese , ' 
Medios  previniendo  extraños , 
Porque  en  mi  no  imaginase. 

MARGARITA. 

¿Qué  sirven  discursos  vanos? 
Tú  la  palabra  me  diste 
De  satisfacer  mi  agravio. 
Muera  el  español. 

FLORANTE. 

Primero 
Que  él  muera ,  á  tus  pies  postrado , 
Bella  Margarita,  yo... 
(Ap.  ¿Qué  he  de  nacer,  della  obligado. 
De  Serafina  ofendido  ?) 
Te  rogaré  que  la  mano 
De  un  esposo  suplir  pueda 
Hoy  la  falta  de  un  hermano. 

MARGARITA. 

Siendo  tu  mi  esposo ,  ¿  cómo 
Puedo  ser  parte,  si  es  claro 
Oue  es  todo  el  que  lo  es  ?  Y  así, 
Ya  de  la  instancia  me  aparto» 
Viva  el  español. 


136 


COMEDIAS  DB  DO*  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


En  fin, 
Serafina ,  ¿tu  recato 
Paró  en  tener  escondido 
En  ta  casa  tiempo  tanto 
Un  hombre? 

9EftAraU* 

Aqueta  malicia 
Tiene  muy  fácil  reparo. 


¿Cual  puede  serlo? 

SERAFlHá. 

Este.—  Cello» 
Un  guante  que  llegó  acaso 
Sin  mi  voluntad  á  tos, 
¿Qué  es  del? 

cftuo. 

Veisie  aqui. 

SBBAFnU. 

Cobrando 
Yo  el  guante,  9  sabiendo  toa, 
Enrique,  que  los  pasados 
Duelos  de  los  dos  no  faéroo 
De  mi  culpa  ocasionados  , 
Pues  eHos  mismos  dirán 


Que  fué  perdido,  y  no  dado. 
Sepa  Astolfo,  y  sepan  todos, 
Que  el  baberos  amparado 
No  fué  con  solo  el  pretexto 
De  haber  en  mi  casa  entrado , 
Que  era  muy  tare ,  sino 
Con  el  de  haberme  librado 
Del  riesgo,  pues  fuisteis  quien 
Me  sacó  deímar  en  brazos, 

FEABCHIPAH, 

;  Cuerpo  do  Cristo !  es|e  si 
Que  es  el  verdadero  encanto. 

bcrafuia. 
La  vida  os  debo,  y  ahora 
Que  puedo  airosa ,  os  la  pago , 
Pues  basta  cobrar  el  guante , 
Desalhajada  la  mano 
Estaba,  para  ser  vuestra. 

mnQts. 
SI  tanta  ventura  alcanzo, 
Felice  yo. 

GOBIBJUDO*. 

Yo  dichoso. 
Que  á  tantos  amenazados 
Riesgos  llego  á  ver  el  fin , 
Que  aun  ha  de  star  otro  lazo. 


FLORANTE. 

¿Qué  ha  de  ser? 

«¿oasáiUDoa. 

Que  i  Celio  dó 
Laura,  Florante,  la  mano, 
Con  vuestro  gusto. 

runARTE. 

Yo  soy 
El  dichoso. 

CELIO. 

Yo  el  que  gano, 
Perdida  ya  Serafina. 

FBAHCHIPAIf. 

Señora  Libia,  sepamos 

Qué  habernos  de  hacer  del  moro. 

UB1A. 

Trocarle  por  un  cristiano. 

raAHcmr*ii. 

Vengo  en  ello ;  pero  ya 
Que  estamos  tocios  casados , 
¿Qué  falta? 

LISIA. 

Solo  dar  fin 
Al  Encante  sin  encanto. 


« "■  ■ 


DARLO  TODO  Y  NO  DAR  NADA 


ALEJANDRO. 

DtOGGNES. 

EKESTKM. 

APELES.. 

ZEUXIS. 


PERSONAS. 

TIMANTES.  .     „^ 

Un  SACERDOTE  DE  JÚPITER. 
ESTATIRA,  infanta. 
SIRÓES,  su  hermana. 
NISE  f  dama. 


la  aceten  pasa  en  la*  cercanía*  de  Atenas. 


GAMPASPE, 
CLORI,  dama. 
CHICHÓN,  gradóte. 
Soldados  t  músicos. 
Damas  t  gente. 


JORNADA  PRIMERA. 


Bosque  próximo  i  Atenas. 

ESCENA  PRIMERA. 

Gente,  música  T  ALEJANDRO,  teda* 
'    dentro  ;  despue*,  DIOGENES. 

i  Suenan  d  una  parte  caja*  a  trompe- 
tas%  y  d  otra  instrumentos  músico*.) 

gente.  {Dentro.) 
I  El  gran  Alejandro  viva ! 

músicos.  {Dentro.) 
¡Visa  el  gran  Principe  nuestro! 

gente.  {Dentro.) 
Cayos  lauros... 

músicos.  (Dentro.) 

Cuyos  triunfos... 
gente.  (Dentro.)    . 
Siempre  invictos... 

músicos.  (Dentro.) 

Siempre  excelsos... 
gente.  (Dentro.) 
A  voces  van  diciendo... 

músicos.  (Dentro.)  [trecho... 

Que  d  su  imperio  ¡eviene  el  mundo  e*- 

todos.  (Dentro.)  [rio. 

Pues  todo  el  mundo  e*  linea  de  su  intpe- 

alejandro.  (Dentro.) 

Haga  el  ejército  alio 
Eii  estos  campos  amenos, 
A  vista  de  Atenas,  griega 
Patria  de  ciencias  y  ingenios. 

unos.  (Dentro.) 

Haga  repetida  salva 
La  música,  cooñindiendo 
En  instrumentos  sonoros 
Militares  instrumentos. 

óteos.  (Dentro.) 
Alto  y  pase  la  palabra. 
(Coya.) 

óteos.  (Dentro.) 
Alto  y  prosiga»  los  versos. 

Tonos.  (Dentro.) 

¡  El  gran  Alejandro  vive  ! 
¡  Vive  el  gran  Principe  nuestro! 
(Sale  Diágenes.  vestido  pobremente,  con 
una  vasija  de  barro  en  la  mano.) 

diógbees. 

¿Qué  contrarias  armonías  *    * 

En  no  contrarios  acentos, 
Aquí  de  estruendos  marciales, 


Aqui  de  dulces  estruendos 

!ii  *TfET¡T  Hftl  ****  ft""»n. 
Hasta  penetrar  el  centro 
Deste  pobre  albergue,  donde 
Yo  reino ,  y  rey  de  mi  mesmo , 
Habito  solo  conmigo, 
Conmigo  solo  contento?     ... 
Mas  ¿quién  me  mete  en  dudarlo? 
Sea  lo  que  fuere»  puesto 
Que  no  me  puede  añadir 
Ni  gusto  ni  sentimiento 
El  saber  con  qué  razón 
La  media  razón  del  eco 
Sueua  en  su  cóncavo  espacio , 
Una  y  otra  vez  diciendo... 

el  i  tomos.        [trecho , 
Que  á  su  imperio  le  viene  el  mundo  es- 

Pues  todo  el  mundo  es  linea  de  su  mpe- 

[rto. 

ESCENA  n. 

CHICHÓN.  —  DIOGENES ;  música, 
dentro. 

CHCHÓN. 

SPara  si.  Por  esta  parte  me  dicen 
¡ue  una  fuente  hay ;  y  aunque  tengo 
i  rabada  lid  con  el  agua 
Por  haber  mi  casa  hecho 
Alianza  con  el  vino , 
La  he  de  buscar,  con  todo  eso ; 

gue  el  cansancio  con  que  entramos 
n  Grecia  marchando,  muertos 
De  sed  y  calor,  bien  puede 
Honestar  la  tregua ,  siendo 
En  Grecia  agua  mi  socorro , 
Mientras  no  nallo  vino  greco. 
¿Por  dónde  irá  la  bellaca  ? 
Pero  aqui  hay  gente.)  Buen  viejo. 
Decidme  hacia  dónde  corre 
Una  fuente,  que  deseo, 
Por  mas  que  corra,  alcanzarla; 
Bien  que  dudando  y  temiendo» 
Cuando  la  busco  rabiando, 
El  que  la  he  de  hallar  riendo. 

UÓGENES.  • 

Venid  conmigo ;  que  yo 
Allá  voy,  á  cuyo  efecto 
Me  halláis  (ya  lo  veis)  cargado 
!  Deste  rustico  instrumento. 

CHICHÓN. 

Moza  de  cántaro,  ya 

Dijo  no  sé  qué  proverbio ; 

Viejo  de  cántaro,  no 

Lo  dijo  basta  hoy.  Pues  ¿qué  es  esto 

i  No  hay  quien  venga  en  vuestra  casa 

Por  agua,  sino  vos? 

MIÓUENES. 

Necio 
Debéis  de  ser. 


CHICHÓN. 

¿Y  de  qué 
Lo  inferís? 

DIOGENES. 

De  que  v  si  puedo 
Servirme  yo  á  mi ,  culpéis 
Que  otro  no  me  sirva ,  puesto 
Que  solo  está  bien  servido 
El  que  se  sirve  á  si  mesmo. 

CHICHÓN. 

(Ap.  ¡  Mal  fardado  y  sentencioso ! 
¡  Pobreton  y  circunspecto !) 
¿Sois  filósofo? 

DIOGENES. 

No  sé; 
Mas  sé  que  quisiera  serlo. 

CHICHÓN.  * 

Pues  en  tanto  que  llegamos , 
Decidme,  así  os  guarde  el  cielo, 
¿Cómo,  cuando  estas  campañas 
Están  con  tantos  diversos 
Aplausos  de  paz  y  guerra 
Cubiertas,  tos  acudiendo 
A  tan  civil  ejercicio, 
Vais  penetrando  lo  espeso 
Destos  montes,  apartado 
De  tanto  heroico  comercio , 
Sin  que  la  curiosidad 
Os  lleve  siquiera  á  verlo  ? 

DIOGENES. 

Pues  ¿qué  hay  que  ver? 

CHICHÓN. 

4  Qué  hay  que  ver? 
Cuando  no  fuera  el  inmenso 
Aparato  con  que  vuelve 
Coronado  de  trofeos 
Un  ejército  triunfante 
De  toda  Persia ,  trayendo 
Prisioneras  á  las  hijas 
De  Darlo,  su  supremo 
Rey,  que  puesto  en  fuga ,  él  solo 
Escapo  la  vida  huyendo ; 
Cuaudo  no  fuera  el  aplauso 
Con  que  le  recibe  el  pueblo 
En  estas  montañas,  donde 
Ha  de  alojar  este  invierno; 
El  ver  no  mu  á  Alejandro, 
¿No  bastaba,  á  cuyo  esfuerzo, 
Como  esas  canciones  dicen , 
Viene  todo  el  mundo  estrecho?... 

él  ;  t  músicos  ,  dentro,     [rio. 
Pues  todo  el  mundo  es  linea  de  su  impe- 

DIÓGENES. 

Necio  te  llamé  una  vez, 
Y  ahora  á  llamártelo  vuelvo. 
Alejandro  ¿es  mas  que  uu  hombre 
Tan  vanamente  soberbio, 
Que  llora  que  hay  solo  un  mundo, 
Para  verle  á  sus  pies  puesto  ? 


138 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Pues  ¿  por  qué  me  ha  de  mover 
;  A  verle,  cuando  mi  afecto 
;  Mas  fuera  si  fuera  un  hombre 
i*  I  Tan  sabio,  prudente  y  cuerdo, 
••     Que  llorara  que  no  bahía 

Otros  muchos  mundos  nuevos, 

Solo  para  despreciarlos 

Mas  que  para  poseerlos? 

Pero  esia  filosofía 

No  es  para  (i ,  á  lo  que  inOero 

De  lu  truje  y  tus  razones. 

CUlCUuS. 

¿  Por  qué  ? 

DIÓGF.KES. 

Porque  al  cuito  atento 
De  ese  humano  dios ,  aplaudes 
Su  ambición ,  no  conociendo 
Que  con  cuanto  puede,  no 
Puede  enmendar  un  defecto , 
Con  que ,  para  desengaño 
De  lo  poco  qne  es  so  imperio, 
Le  dio  la  naturaleza 
En  los  ojos. 

CHICHÓN. 

Yo  confieso 
Que,  atravesados,  es  grande 
La  fealdad  que  tiene  en  ellos; 
Mayormente ,  encarnizado 

Y  lagrimoso  el  izquierdo , 
Sobre  cuyo  nombro  derriba 
La  cabeza  quiza  el  peso 

Del  laurel ;  pero  ¿qué  importa 
Ser  horroroso  su  aspecto, 
Si  no  le  pasan  al  alma 
Imperfecciones  del  cuerpo? 

4  DIÓGENIS. 

Si ;  mas  debiera  sin  ellas 
Pasar  al  conocimiento 
De  que  es  todo  su  poder 
Caduco  y  perecedero ; 
Pues  con  cuanto  puede,  no 
Puede  enmendarse  a  si  metano. 

Y  dejando  para  otra 
Ocasión  el  argumento 
(Que  no  acaso  este  principio 
Quizá  á  mejor  fin  asienlo), 
Aquesta  es  la  fuente  :  loma. 
Kste  vaso  es  cuanto  puedo 
Ofrecerte. 

CHICHÓN. 

¿Para  qué? 

DIÓGBRES. 

Para  que  bebas,  cogiendo 
El  agua  con  mas  descanso. 

chichón. 
Mano  con  que  beber  tengo. 
(Llega  á  un  lado  del  tablado ,  donde 

habrá  entre  flores  agua,  y  bebe  con 

la  mano.) 

Mi  señora  Doña  Clara ,  i  l 

Cuyo  corriente  despejo 
Entre  esotras  flores  viene  .+ 

Buscando  la  flor  del  berro :     / 
En  forma  de  besamanos ,       * 
Como  suelen  desde  lejos 
Los  que  afectan  cortesía , 
A  usted  saludo,  y  protesto 
La  nulidad  de  la  fuerza 
Que  la  sed  me  hace,  advirtiendo 
Que  no  sirva  de  ejemplar 
Para  otra  vez.  {Debe.) 

diógenes.  (Ap.) 

iQné  es  aquello? 
Con  la  mano  al  labio  sirve 
,  M  cristal.  Al  fin ,  es  cierto 
Que  no  hay  loco  de  quien  algo 
¡So  pueda  aprender  el  cuerdo. 
Pues  si  la  naturaleza 
lio  dio  mas  noble  instrumento 


Que  el  deste  barro,  de  quien 
íservirme  pueda ,  no  quiero 
Ofenderla  mas ,  pues  husia 
El  agravio  que  la  he  hecho 
Eu  no  saberlo  basta  ahora. 

(Quiebra  el  barro.) 

CniCHON. 

Yo  be  bebido.  Mas  ¿qué  es  eso?. 

DIÓGENES. 

Iloinper  ese  inútil  barro. 

chichón. 
Pues  ¿  por  qué  ? 

DIÓGENES. 

•  Porque  no  tengo 
De  tener  nada  qne  sea 
Para  la  vida  supérfluo. 
Si  puedo  vivir  sin  él, 
Ya  que  de  tu  sed  lo  aprendo, 
¿  Para  qué  le  quiero  yo  ? 

CHICHÓN. 

¿De  suerte  que  de  provecho 
No  es  lo  que  no  es  tan  forzoso 
Que  no  se  viva  sin  ello? 

diógercs. 
Claro  esta ;  pues  para  sota 
Una  vida  que  tenemos , 
Cuanto  en  ella  está  de  mas , 
Está  en  et  juicio  de  menos. 

Y  ya  que  de  ti  enseñado 
'.Hoy  en  una  parle  quedo, 
Géío  tú  en  otra  de  mi , 
Considerando,  advirtiendo 

i  Qué  caso  bar*  de  Alejaudro 
Ni  de  todos  sus  anhelos. 
Sus  aplausos,  sus  victorias, 
Sus  conquistas  y  trofeos, 
Guien  se  embaraza  con  solo 
Un  tosco  vaso  grosero , 
El  dia  que  llega  á  ver 
Que  no  tenerle  es  lo  mesmo 
Que  tenerle !  Y  porque  mas 
Se  esmere  el  conocimiento 
Desla  verdad ,  di  a  Alejandro 
Que  Dlógenes,  un  viejo 
Mísero  y  pobre,  que  en  estas 
Sojedades  vive  atento 
Masasaber  que  á  adquirir, 
No  solo  va  a  verle 4,  pero 
Por  no  verle ,  al  tiempo  que 
Con  tanto  heroico  festejo, 

(Dentro  instrumentos  y  voces.) 
Según  esas  voces  dicen , 
Viene  atravesando  al  templo 
De  Júpiter,  donde  yace 
El  hadado  nudo  ciego 
De  Uoroio;  huyendo  su  vista , 
Va  penetrando  lo  espeso 
Destas  rústicas  montañas. 

Y  añade  que  si  él  es  dueño 

Del  mundo,  yo  lo  soy  mas,         ' 
Pues  en  contrarios  extremos, 
El  lo  es  porque  le  eslima , 

Y  yo  porque  le  desprecio ; 
Por  mas  que  esas  voces  digan 
Uua  y  otra  vez  al  viento... 

él  i  y  gente,  dentro,  [trecho, 

Que  á  su  imperio  le  viene  el  mundo  es- 

Pues  todo  et  mundo  es  linea  de  su  impe- 

(Vase  Díógenes.)         [rio. 


Haber  dicho  mu*  severo  : 

<  Cnanto  en  la  vida  de  mas 

Está ,  en  el  juicio  de  menos , » 

Se  andará  toda  la  vida 

Por  aquesos  vericuetos  i 

Con  su  filosofía  á  cuestas ,  I 

Padre  conscripto  del  yermo.  ¡ 

(Ruido  dentro.) 
Pero  ¿qué  ruido  es  aquel 
Que  hacen  al  umbral  del  templo 
Alejandro  y  un  anciano 
Sacerdote,  á  lo  que  veo, 
De  un  yugo  asidos  los  dos  ? 

ESCENA  IV. 

ALEJANDRO  t  un  SACERDOTE",  asi- 
dos  de  un  yugo,  enredadas  las  co- 
yundas; gente.  —  CHICHÓN. 


Advierte... 


sacerdote. 

alejandro. 
Yo  nada  advierto. 


?  CHICHÓN. 

Extrañas  borracherías 
Son  las  de  todos  aquestos 
Filósofos ;  pues  por  solo 

1  No  solo  no  va  ¿  varíe. 


SACERDOTE. 

El  agüero  leme. 

ALEJANDRO. 

Aparta ; 
Que  para  mi  ne  hay  agüero. 

SACERDOTE. 

Pues  óyeme,  y  haz  después 
Tu  gusto. 

ALEJANDRO. 

Di,  ya  te  atiendo. 

SACERDOTE. 

Frigia,  esa  parte  del  Asia, 

Sin  rey  se  vio  mucho  tiempo  

Sujeta  á  las  sedicionifS,     %  \K~^ 

Parcialidades  y  encuentros    l  * 

De  tiranos ,  que  queriau , 

Alegando  los  derechos 

De  las  armas ,  serlo  á  cosía        /rt  '  IN 

De  robos ,  muertes  é  Incendios  :  /y    \ 

En  cuyo  común  desorden ,  ) 

Necesitado  el  consejo, 

Mas  que  corregido,  vino 

A  esle  inhabitado  templo 

De  Júpiter  á  pedirle 

En  tantas  ruinas  remedio. 

El ,  ó  agradecido  al  voto, 

O  compadecido  al  ruego , 

En  voz  de  su  estatua  dijo 

Uue  entregasen  el  gobierno 

De  Asia  al  que  eu  un  monte  bailasen 

Labrando  el  inculto  seno 

De  sus  bárbaras  entrañas» 

Dos  blancos  novillos  puestos 

En  el  yugo  de  su  arado ; 

Por  señas  que  en  medio  dellos 

Un  águila  abatiría 

Su  mas  remontado  vuelo  : 

¡Tan  antiguo  es  en  el  mundo     ~ ""* 

El  dar  el  águila  imperios ! 

Sucedió  asi;  pero  apenas 

Los  que  le  buscaban ,  viendo 

El  oráculo  cumplido 

En  Gordio,  un  galán  mancebo, 

A  sus  plantas  se  arrojaron , 

Las  senas  obedeciendo ; 

Cuando  los  novillos,  que  antes 

El  yugo  arrastraban  tiernos, 

Embravecidos  lidiaron 

Por  arrojarle  violentos 

De  sus  cervices:  que  un  bruto 

Aun  se  desdecía  de  serlo 

Et  dia  que  llega  á  ver 

Ctn  majestad  á  su  dueño ; 

Si  ya  no  rae  que  al  jurarle 

Rey,  el  yugo  sacudieron , 

Como  quien  dice  :  «Mas  le  has 


\  1 


Menester  para  otro*  cuellos, 
Pues  ya  los  de  un  vulgo  debes 
Homar  antes  que  los  nuestros.» 
Rompidas  pues  las  coyuudas , 

IDellas  este  nudo  hicieron , 
Tau  sio  principio  en  sus  lazos , 
Tan  sin  fln  en  sus  extremos, 
Que  no  fué  posible  que 
Se  les  desatase  :  y  siendo 
Asi ,  que  a  sacrificarlos 
Entraron  con  él  al  templo , 
Secundo  oráculo  en  él 
Dio  el  gran  simulacro  inmenso ; 
Pues  en  segunda  vos  dijo 
Que  el  que  deshiciese  el  ciego 
Sudo,  no  solo  del  Asia 
TeTnma  el  dilatado  imperio , 
Pero  de  la  ignota  parte 
Que  impide  el  Peloponeso 
Monte  descubrir,  seria 
Monarca  también,  rompiendo 
Lo  impenetrable  de  tanto 
Altivo,  tanto  soberbio 
Escollo  armado  de  yedra , 
Como  se  le  pone  en  medio. 
Con  esta  noble  codicia 
Muchos  de  ser  los  primeros 
Que  abriesen  el  arduo  paso 
Para  esotro  muudo  nuevo , 
El  sirgo  nudo  intentaron 
DesbaceTTOado»;  pero 
No  solo  de  su  ambición 
Consiguieron  el  efecto 4, 
Mas  de  su  ambición  quedaron 
Castigados ;  pues  es  cierto 
Que  nadie  lo  intentó ,  que , 
A  pesar  de  su  despecho , 
No  quedase  desde  alli 
A  müdesjfieba*  expuesto, 
Como  DI  venganza  de  tanto 
Sacrilego  atrevimiento. 
Tradición  es  que  ninguno 
Vivió  feliz ,  v  que  muertos 
*>m  violencia  fueron  todos , 

[a&  la  ira  del  acero , 

ra  a'la  ruina  del  acaso 
O  a  la  traición  del  veneno. 
Y  asi  a  tus  plantas  postrado, 
Humildemente  te  mego 
Adviertas  que... 

ALEJANDRO. 

Calla ,  calla : 
Que  de  escucharte  me  ofendo. 
Por  el  mismo  caso  que 
Es  tan  repelido  el  riesgo , 

(Hace  fuerza  d  desatar  el  nudo) 
Le  he  de  despreciar.—  En  vano , 
En  vano  ( ¡  ay  de  mi ! )  lo  intento , 
Si  ya  no  es  que  haga  la  industria 
Lo  oue  la  fuerza  no  ba  hecho. 

E~"  i  el  oráculo  mas 
ú  que  deshaga  eslc^cjejja 
,  sera  vencedor 
De  ignotas  gentes? 

SACERDOTE. 

Es  cierto. 

ALEJANDRO. 

Pues  vo  lo  seré,  pues  yo 
Dejare  el  nudo  deshecho. 

(Saca  la  daga.) 

SACERDOTE. 

¿Qué  haces? 

alejandro.  (Corta  la  coyunda.) 

Cortarle,  pues  tanto 
Monta ,  para  deshacerlo ,    - 
Cortar,  como  desatar. 

CHICHO*. 

Yo  también  me  hiciera  eso. 
i  yo  consiguieron  el  efecto. 


/ 


DARLO  TODO  Y  NO  DAR  NADA. 

¡  Miren  qué  dilicultad , 
Que  la  hace  cada  día  un  maestro 
De  niños,  coando  el  muchacho 
Se  da  nudos ! 

SACERDOTE. 

¡Oh!  El  inmenso 
Júpiter  quiera  que  sea 
Desde  boy  verdad  el  proverbio 
Del  tanto  monta !  (Vate.) 

ESCENA  V. 
ALEJANDRO,  CHICHÓN,  gente. 


ALEJANDRO. 

Si  hará ; 
Y  para  que  llegue  á  verlo 
El  mundo,  apenas  descanso 
Cobrare  y  cobrare  aliento 
Mi  ejército  en  Grecia,  cuando 
Romperé  4  ese  corpulento 
Gigante  de  piedra  (que 
Con  su  frente  abolla  el  cielo , 
Con  su  peso  hunde  la  tierra , 
Con  su  bulto  estrecha  al  viento) 
El  paso,  hasta  desmentir 
Estos  fatales  agüeros 
Que  amenazaron  á  lautos ;  , 

Porque  ¿  para  quién  el  cielo 
Guarda  un  mundo  sino  para 
Alejandro  ? 

CHICHÓN. 

I  Rueño  es  eso 
Para  un  recado  que  yo 
Te  traigo !  • 

ALEJANDRO. 

¿De  quién? 
chichón. 

De  un  viejo, 
Dialéctico  á  lodo  trance, 
Filósofo  a  todo  ruedo, 
Que  por  no  verte,  señor: 
Como  babia,  de  U  huyendo , 
De  echar  por  aquesoS  trigos» 
Echó  por  aquesos  cerros, 
Diciendo  á  voces  que  es  mas 
Monarca  del  mundo  entero 
Que  tú. 

ALEJANDRO.  ""  ' 

¿Cómo? 

CHICHÓN. 

Como  él 
Hace  del  mundo  desprecio ,  I 
Cuando  tú  ganas  el  mundo.  * 

ALEJANDRO. 

No  dice  mal ,  si  eso  es  cierto. 
Pero  dime  :  ¿por  no  verme 
Fué  por  otra  parte  huyendo 
De  mi  vista? 

CHICHÓN. 

Si ,  señor. 

ALEJANDRO. 

Pues  no  ba  de  lograr  su  intento ; 
Que  si  él  por  altivo  no 
Quiere  verme  a  mí ,  yo  quiero 
verle  á  él  por  desengañado. 
¿Adonde  es  su  albergue? 

CHICHÓN. 

Pienso 
Que  a  la  falda,  dése  monte. 

ALEJANDRO. 

Llévame  alli ;  que  deseo 

Ver  quién  es  dueño  del  momio,  1 

El  dejando  ó  yo  adquiriendo.      I 

CHICHÓN. 

Yo  te  guiaré,  aunque  otra  ves 
Encuentre  con  quien  me  ba  muerto. 


139 

ALEJANDRO. 

Pues  ¿quién  te  ha  muerto? 

CHICHÓN. 

Una  fuente 
Que  al  paso  á  todos  saliendo , 
No  solo  mata  la  sed , 
Pero  la  sed  y  el  sediento. 

» 

ESCENA  VI. 

EFESTION,  con  un  pliego,  —Dichos. 

EPESTION. 

Dame,  gran  señor,  tus  plantas. 

ALEJANDRO.  (Á  ChichOñ.) 

Espera  :  después  iremos ; 
Que  antes  es  esto  que  todo.— 
Efeslioo,  ¿qué  hay  de  nuevo? 

EFESTION. 

Que  ya  Rojana,  de  Chipre 
Reina ,  heredera  de  Venus , 
Tanto,  que  igual  la  sucede 
En  la  hermosura  y  el  reino , 
Es  tu  esposa.  En  este  vienen 
Confirmados  los  conciertos. 

ALEJANDRO. 

Los  brazos  toma  en  albricias ; 
Que  si  la  verdad  confieso , 
Desde  que  vi  su  retrato, 
De  amor  vivo  y  da  amor  muerto 
Quede  a  su  vista ,  sin  que 
De  Marte  el  rigor  jfioleiikL. 
Borrado  de  mi  memoria 
Su  memoria  baya.  Mas  esto 
.No  hará  novedad  a  quien 
Sepa  que  ¿jnor,  niño  tierno, 
En  brazos  creció  de  Marte , 
Desde  la  cuna  teniendo 
Sus  estragos  por  arrullos 

Y  sus  Íraaj>or  gorjeos. 

EFESTION. 

Con  unas  armas  presumo 
Que  quiere  entrambos  afectos 
Amor  confrontar. 

ALEJANDRO. 

Di,  ¿cómo? 

EFESTION. 

Como  si  abrasó  tu  pecho 
Con  un  retrato,  con  otro 
Quiere  en  ella  hacer  lo  mesmo. 
Que  la  envié  el  tuyo,  solo 
Me  mandó ;  y  yo,  previniendo 
No  perder  espacio  alguno, 
Hice  sacar  en  pequeño 
A  tres  pintores,  que  en  Grecia 
Concurren,  en  este  tiempo 
Los  mas  famosos,  de  una 
Estatua  que  está  en  un  templo 
De  Júpiter,  tres  retratos, 

Y  traigo  á  los  tres  con  ellos , 
Porque  tienen  variedad 

En  ideas  y  bosquejos , 
Porque  elijas  tu  el  que  ba  de  ir. 

ALEJANDRO. 

Mucho  me  holgaré  de  verlos. 

EFESTION. 

Timantes,  Zéuzis  y  Apeles 
Son  los  tres. 


ESCENA  TIL 

TIMAN  TES,  ZEUXIS ,  APELES.  — 
Dichos. 

chichón.  (Ap.) 
¡  Qué  es  lo  que  veo ! 


fio 

;  Aquí  Apeles !  ¿ Si  osaré 
Hablarle  ¥ 

ALEJANDRO. 

Noticias  tengo 
De  la  elegancia  con  que 
Los  tres,  sutiles  y  diestros 
Ejercéis  el  mejor  arte , 
Mas  noble  y  de  mas  ingenio. 

TIRANTES. 

Si  los  principes  le  honraran , 
Señor,  como  vos ,  bien  creo 
Que  se  adelantaran  mas 
Sus  arliGces. 

ztaiis. 

Y  es  cierto, 
Pues  sus  estadios  tuvieran 
Vuestros  bouores  por  premio» 

APELES. 

Mayormente  cuando  fuera, 
Gomo  atoora,  su  heroico  emplea 
Vuestra  persona;  pues  ella 
Hiciera  su  nombre  eterno. 

ALEJANDRO.      * 

Veamos  el  vuestro,  Timantes. 

TIMANTES. 

Huélgome  que  sea  el  primero» 
Porque  habiendo  visto  esotros, 
No  hiciérades  deste  aprecio. 

(Dale  un  retrato.) 

ALEJANDRO. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DB  LA  BARGA. 


Cómo? 


Este  no  es  retrato  mió. 

TIMOTES. 
ALEJANDRO. 

Como  en  él  no  veo 
Esta  mancha ,  que  borrón 
Es  de  mi  rostro,  pooiendo 
En  disimularla  todo 
Su  primor  el  pincel  vuestro 
Lisonjero  babefs  andado 
En  no  decírmela ,  siendo 
Casi  traición  que  en  mi  cara 
Me  mintáis.  Infame  ejemplo 
Da  ese  retrato  a  que  nadie 
Diga  á  su  rey  sus  defectos ; 
Pues  ¿cómo  podrá  enmendarlos ,, 
Si  nunca  llego  a  saberlos  ? 
Tomad ,  tomad  el  retrato, 
Castigado  el  desacierto      (fíómpete.) 
De  la  lisonja  :  con  que 
Perezca  por  lisonjero. 

TINA3TKS. 

Señor... 

ALEJANDRO. 

No  mas.  Dadme,  Zéuxis, 
El  vuestro  vos. 

ZEÜXB.  (Ap.) 

Por  lo  menos, 
Yo  en  él  no  le  callo  nada. 

(Dale  un  retrato.) 

ALEJANDRO. 

Mas  parecido  está  el  vuestro ; 
Pero  no  menos  culpado. 

ztoxis. 
4 En  qué,  señor ? 

ALEJANDRO. 

En  que  viendo 
Estoy  mi  defecto  en  él 
Tau  afectado,  que  pienso 

?ue  en  decírmele  no  mas 
ódo  el  estudio  habéis  puesto  : 
Con  que  igualmente  ofendido 
Deste  que  de  esotro  quedo ; 
Pues  lo  que  en  uno  es  lisonja , 
Es  en  otro  atrevimiento. 


Tampoco  aqueste  ejemplar 
Quede  al  mundo  de  que  necio 
Nadie  le  diga  en  su  cara 
A  su  rey  sus  sentimientos ; 
Que  si  especie  de  traición 
Él  callarlos  es,  no  es  menos 
Kspecie  de  desacato 
Decírselos  descubiertos. 

Y  asi ,  perezcan  entrambos , 
Breves  átomos  del  viento , 
El  uno  por  mentiroso , 

Y  el  otro  por  verdadero.— 
Apeles,  vuestro  retrato 
Veamos. 

APELES. 

Con  temor  le  ofrezco. 

(Dale  un  retrato. 

ALEJANDRO. 

¿Por  qué,  si  al  verle,  me  dais 
A  entender,  prudente  y  cuerdo, 
Que  solo  vos  sabéis  cómo 
Se  ha  de  hablar  á  su  rey?  puesto 
Que,  á  medio  perfil ,  esta 
Parecido  con  extremo : 
Con  que  la  falta  ni  dicha 
Ni  callada  queda ,  haciendo 
Qae  el  medio  rostro  haga  sombra 
AI  perfil  del  otro  medio. 
Buen  camino  habéis  hallado 
De  hablar  y  callar  discreto ; 
Pues  sin  que  el  defecto  vea, 
Estoy  mirando  el  defecto , 
Cuando  el  dejarle  debajo 
Me  avisa  de  que  le  tengo. 
Con  tal  decoro ,  que  no 
Pueda ,  ofendido  el  respeto, 
Con  lo  libre  del  oírlo, 
Quitar  lo  útil  de  saberlo. 
Ks:e  retrato  ha  de  ir ; 
Que  aunque  haya  de  saber  luego 
llojana  esta  imperfección , 
Por  ahora ,  por  lo  menos , 
Si  viere  que  se  la  finjo , 
No  verá  que  se  la  miento. 

Y  para  que  quede  al  mundo 
Este  político  ejemplo 

De  que  ha  de  buscarse  modo 

De  hablar  á  un  rey ,  con  tal  tiento , 

Que  ni  disuene  la  voz, 

Ni  lisonjee  el  silencio; 

Nadie  sino  Apeles  pueda 

Retratarme  desde  hoy ,  siendo 

Pintor  de  cámara  mió. 

APELES. 

Humilde  tos  plantas  beso. 

ALEJANDRO. 

Y  tú  á  Zéuxis  y  á  Timantes 
Haz  que  les  den  al  momento 
El  precio  de  sus  retratos ; 
Que  porque  yerre  un  ingenio 
Tal  vez,  no  se  han  de  pagar 
Los  estudios  con  desprecios  : 

Y  para  que  en  mi  servicio 
Entre  con  mas  lucimiento 
Apeles,  haz  que  le  den 
Al  punto  medio  talento 
Por  este  retrato. 

efestion.  (Ap.  á  él.) 

¿Sabes 
Lo  que  monta? 

ALEJANDRO. 

•  No  por  cierto. 

EFESTION. 

Veinte  mil  escudos  son. 

ALEJANDRO. 

¿  No  mas  ?  Pues  dale  otro  medio. 


> 


EFESTlOft. 

Mira  que  es  precio  excesivo 
Para  Apeles. 

ALEJANDRO. 

Galla,  necio; 

Ene  si  él  es  Apeles,  yo 
oy  Alejandro ,  y  midiendo 
La  distancia  desde  mi , 
Nada  es  excesivo  precio. 

APELES. 

Otra  vez  beso  tus  plantas; 
Y  á  tantas  honras  me  atrevo 
A  suplicarte  que  una 
Añadas. 

ALEJANDRO. 

Yo  le  la  ofrezco. 
¿Qué  es? 

APELES. 

Licencia  de  volver 
A  mi  casa  el  breve  tiempo 
Que  Urde  en  traer  mi  familia. 

ALEJANDRO. 

Ve ;  mas  has  de  volver  presto. 
Vos ,  soldado,  mientras  yo 
Abro  en  mi  tienda  este  pliego, 
Aqui  esperad ;  que  hemos  de  ir 
A  aquella  visita. 

APELES.  (Ap.) 

i  Cielos ! 
Gran  dicha  ba  sido  la  mi  a. 

TIMANTES.  (Ap.) 

Corrido  voy. 

zéuxis.  (Ap.) 
Yo  voy  muerto» 

EFESTION. 

Mientras  á  su  tienda  vuelve 
El  César,  id  repitiendo... 

TODOS. 

¡El  gran  Alejandro  viva ! 

¡  Viva  el  gran  Principe  nuestro ! 

( Vanee  todos,  menas  Apeles  y  Chichón .) 

ESCENA  VIII. 

APELES,  CHICHÓN. 

CHICHÓN. 

Aunque  hablarte  había  dudado , 
No  me  sufre  el  corazón 
No  besar  tus  pies. 

APELES. 

¡  Chichón ! 
Tu  seas  muy  bien  hallado. 
¿  Por  qué  no  hablarme  querías  , 
Viéndome  boy  aqui? 

CHICHÓN. 

Porqué 
Como  tu  casa  dejé , 
Pensé  que  de  mi  tendrías 
Queja. 

APELES. 

Cuando  esclavo  fueras , 
Cuanto  mas  criado,  no 
Tuviera  esa  queja  yo: 
Pues  si  bien  lo  consideras, 
Hago  á  Júpiter  testigo 
Que  este  brazo  me  cortara,  . 
Si  este  brazo  imaginara 
Que  no  estaba  bien  conmigo. 

CHICHÓN. 

No  era  estar  contigo  mal 
Pensar  que  estarla,  señor , 
Siendo  soldado,  mejor; 
Bien  que  de  discurso  tal 


Te  han  vengado  mis  laceaos; 
Pues  fueron  necios  errores» 
Por  no  moler  tus  colores , 
Veoirme  a  moler  mis  huesos. 
Locamente  me  dejé 
Llevar  de  la  vanidad , 
Pensando  que  era  verdad 
Esto  de  la  guerra ,  y  que 
A  cuatro  días  seria 
Por  lo  menos  general : 
Hame  dicho  el  dado  mal , 
Tanto  que  la  suerte  mía 
De  mochillero  no  pasa; 
Y  asi,  ya  que  aquí  has  venido, 
Haz  que  aqueste  pan  perdido 
Se  vuelva  otra  vez  á  casa. 
Ya  de  Alejandro  criado 
Eres,  y  un  talento  tienes 
De  hacienda ,  con  que  á  ser  vienes 
Kl  roas  rico  de  tu  estado  : 
Fuerza  es  que  has  de  recibir 
Quien  te  sirva;  pues  ¿á  quién 
Como  i  mi ,  sabiendo  bien 
Lo  mal  que  te  be  de  servir? 

APELES. 

¿Y  esa  es  conveniencia? 

cuelo*. 

Pues 
¿Qné  conveniencia  mayor 
Que  ver  desde  ahora,  señor* 
Lo  que  has  de  pasar  después? 
¿Seria  mejor  qué  entrara 
A  servirte  un  mojigato, 
Que  á  dos  días  de  beato, 
El  tercero  te  robara? 
¡  Cuánto  mas  bien  te  está  que 
Yo  entre,  con  conocimiento 
Que  te  quitaré  el  talento ; 
lias  no  te  le  robaré  I 

APELES. 

¿Aun  todavía  te  estás, 

Chichón ,  de  aquel  mismo  humor  ? 

Humores  lóeos ,  señor , 

No  convalecen  jamas. 

Pero  dime,  ¿en  qué  quedamos? 

APELES. 

En  que  yo  nunca  podré 
Negarte  mi  casa. 

CHICHÓN. 

Pié 

Y  mano  te  beso. 

APBLBS* 

Vamos 
A  saber  lo  que  es  servir. 

CHICHO!*. 

Si  no  lo  sabes,  sospecha 
Que  es  religión  bien  estrecha. 
(Dentro  instrumento*.) 

APELES. 

i  Cómo?  Mas  ¿qué  es  lo  que  á  oh* 

Llego? 

chicho*. 

Un  templado  Instrumento. 

APELES. 

Y  al  compás  suyo  parece 
Que  sonora  vos  ofrece 
Aoevas  cláusulas  al  viento 
Desde  aquella  quinta. 

CHICHÓN. 

Acjtrf, 
SI  no  miente  el  juicio  mío, 
prisioneras  de  Darlo 
Que  están  las  hijas  of : 

Y  como  consigo  tienen 
Las  beldades  soberanas 
De  tantas  damas  persianas, 


DARLO  TODO  Y  NO  DAR  NADA. 

Como  en  su  servicio  vienen , 
Querrán  aliviar  su  pena. 

APELES. 

No  es  novedad  en  su  esquivo 
Hado  cantar  el  cautivo 
Con  el  son  de  la  cadena. 
Oye ;  que  la  simpatía 
Tras  si  arrastrarme  procura , 
Que  tienen  con  la  pintura 
La  música  y  la  poesía. 


ESCENA  DL 

Dahas,  que  cantan  dentro;  ESTA  \\\\ A, 
y  después,  SIRÓES.  —  Dichos. 

voz  1.a  (Dentro ,  en  lo  alto,  d  un  lado.) 

Sobre  los  muros  de  Roma , 
De  quien  es  espejo  el  TiPer, 
Prisionera  de  Aureliano , 
Cenobia  al  aire  repite... 

cono  dr  dahas  husicas.  (Dentro.) 

¡Ay  de  aquella  que  vive 

En  campos  extranjeros  sola  y  triste! 

estatiha.  (Dentro.) 

¡Ay  de  aquella  que  vive 

En  campos  extranjeros  sola  y  triste ! 

CHICHÓN. 

No  conforman  tono  y  letra 
Mal  á  su  estado,  pues  son 
De  Cenobia  á  la  prisión. 

APELES. 

i  Qué  sentido  no  penetra 
La  música? 

CHicnox. 

En  la  batalla    . 
Suele  Alejandro  mandar 
A  sus  músicos  cantar 
Para  animarse* 

apeles. 
Oye  y  calla, 
voz  2.a  (Dentro ,  al  otro  lado ,  en  lo  alto.) 

Aquella  ilustre  matrona. 
Que  no  se  rindió*  invencible 
A  tantas  armadas  huestes , 
A  soto  un  dolor  se  rinde* 

coao  de  música.  (Dentro.) 

¡  Ay  de  aquella  que  me 

En  campos  extranjeros  sola  y  triste  f 

siróes.  {Dentro.) 

;  Ay  de  aquella  que  vive 

En  campos  extranjeros  sola  y  triste! 

APELES. 

Sus  penas  dan  que  sentir. 

chichón. 
Por  eso  debe  de  ser 
Alejandro  no  las  ver. 

APELES. 

Ni  yo  las  quisiera  oír. 

voz  i.*  (Dentro.) 

Y  come  el  llanta  tal  tez 
Templadlo  que  el  mal  aflige... 

voz  3.a  (Dentro ) 

En  lágrimas  y  suspiras 
Al  aire  y  al  agua  dice... 

BSTATIRA  T  SIRÓ».  (Dentro.) 

¡  Ay  de  aquella  que  vive... 

coro.  (Dentro.) 

¡  Ay  de  aquella  que  vive... 

las  dos  t  coro.  (Dentro.) 

í  En  campos  extranjeros  sala!... 
(Dentro  ruido  de  espadas.) 


MI 


CAMPASPE,  un  SOLDADO.— APELES, 
CHICHÓN. 

cahpaspb*  (Dentro.) 

¡Ay  triste! 

un  soldado.  (Dentro.) 

Prendedla,  ó  muera. 

AFBXES. 

Oye ,  espera  : 
¿Qué  es  lo  que  llego  á  escuchar  ? 

CHICHÓN. 

Aqueste  es  otro  cantar. 

cahpaspb.  (Dentro.) 
¡Ay  de  mi! 

soldado»  (Dentro.) 
Prendedla  ó  muera. 

APELES. 

De  unos  soldados  seguida, 

De  aquel  monte,  al  parecer, 

Una  montaraz  mujer 

Baja ,  en  su  sangre  tenida , ' 

Defendiéndose  valiente  % 

De  todos.  (Quiere  ir  adentro.) 

CHICHÓN. 

¿Adonde  vas?     (Detiéncle.) 

APELES. 

¿Cómo  eso  dudando  estás? 
A  socorrerla... 

chichón. 

Detente. 

APELES. 

De  esos  cobardes  villanos. 

CHICHÓN. 

¿  De  qué  sabes  que  lo  son  ? 

APELES. 

De  que  con  infame  acción 
Ponen  en  mujer  las  manos. 

CHICHÓN. 

Ya  no  podrás;  que  en  un  vuelo, 
De  sus  armas  acosada , 
Desde  el  monte  despeñada , 
Da  á  tus  pies. 


CAMPASPE ,  cayendo,  vestida  de  ca- 
zadora rústica,  con  la  espada  en  la 
mano,  ensangrentado  el  rostro,  — 
APELES,  CHICHÓN. 

CAHPASPB. 

¡  Válgame  el  cielo ! 

APELES. 

Hermosa  deidad  del  monte. 
Que  con  despeñado  ultraje , 
A  no  desmentirlo  el  traje 
Te  tuviera  por  Paetonte , 
Pues  te  traes  la  luz  tras  ti 
De  toda  esa  azul  eslora, 
Vive  porque  ella  no  muera. 

CAHPASPB. 

s  Ay  infelice  de  mi ! 
Si  acaso,  joven  gallardo, 
Desdichas  de  mujer  mueven 
Tu  pecho,  v piedad  le  deben. 
Que  me  defiendas  aguardo 
Besa  gente,  que  hoy  espera 
Prenderme  ó  matarme. 

APBLBS. 

En  mi 
Tendrás  quien  te  ampare  aquí. 

CHICHÓN. 

En  mí  no. 


ite 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  B  RCA. 


ESCENA  XH. 


Tres  soldados.  —  CAMPASPE , 
APELES,  CHICHÓN. 

UN  SOLDADO. 

Prendedla,  ó  muera. 

APELES. 

¿Qué  es  prenderla  ni  matarla, 
Habiendo  llegado  donde 
Mi  valor,  que  corresponde 
A  su  obligación,  guardarla 
Sabrá ,  sin  que  de  su  muerte 
Ni  de  su  prisión  logréis 
El  intento  que  traéis? 

SOLDADO. 

¿De  qué  suerte? 

APELES. 

Desta  suerte. 
(Riñen.) 
Ponte,  Chichón,  á  mi  lado. 
chichón. 

¿No  basta  que  sea  Chichón , 
Sino  también  coscorrón  ? 

SOLDADO. 

Muera  quien  libre  y  osado 
Ampara  una  deliocueute. 

(Vante  peleando.) 

Vista  exterior  de  ana  quinta. 

ESCENA  XIII. 
APELES,  CAMPASPE,  CHICHÓN 

T  L08  TRES  SOLDADOS,  HñendO. 
APELES. 

Huye ,  señora ;  que  yo 
Te  guardo  el  paso. 

CAMPASPE. 

Eso  no ; 
Que  restándote  valiente 
Tú  por  mi ,  no  he  de  dejarte. 
Eu  este  umbral  te  mejora. 

(Pénense  á  una  puerta.) 
chichón.  (Ap.) 
Marimacba  es  la  señora. 

SOLDADO. 

Ni  guardarla  es ,  ni  guardarte. 

APELES. 

¿Aydeml!  (Cae.) 

CAMPASPE. 

¿Qué  estoy  mirando? 

APELES. 

Matar  á  un  tiempo  y  morir. 

ESCENA  XIV. 

Dahas,  ESTATIRA,  dentro;  después. 
SIRÓES,  CLORf .  NISE.-DiChos. 

damas.  (Dentro.) 
No  salgas. 

estatira.  (Dentro.) 
He  de  salir. 
(Pásase  Chichón  contra  Campaspe.) 

CHICHÓN. 

Páseme  acá ;  que  van  dando. 

soldado^ 

Ya  ¿qué  defensa  bav  que  aguardes? 
Date ,  pues  que  no  hay  mas  plazos , 
A  prisión. 

CAMPASPE. 

Hecha  pedazos. 
(Satén  Estatira,  Siróes,  Clon  n  Nise.) 


ESTATIRA. 

¡Contra  una  mujer,  cobardes! 

soldado. 
Advierte... 

estatira. 

No  digáis  nada. 
Ese  joven  retirad ; 
Y  si  no  ha  muerto ,  cuidad 
De  su  salud,  albergada 
En  vuestra  guardia ;  y  ahora 
Vosotros  esta  mujer 
Dejad ,  pues  se  llega  á  ver 
En  mi  amparo. 

SOLDADO. 

Ya,  señora, 
Tu  respeto  nos  ha  puesto 
Freno. 

ESTATIRA. 

Retiraos  de  aquí.  (A  Campaspe.) 

CAMPASPE. 

¿Qué  es  lo  que  pasa  por  mí?  (Retirase.) 

ESCENA  XV. 

ALEJANDRO,  EPESTION,  soldados. 
—  APELES,  ESTATIRA,  SIRÓES, 
CLORI,  NISE,  CHICHÓN,  los  tres 
soldados. 

efbstion. 
Aquí  es  el  ruido. 

alejandro. 
¿Qué  es  esto? 

SOLDADO. 

Esto  es... 

ESTATIRA, 

No  prosigáis,  no, 
Villanos;  que  no  ha  de  osar 
Nadie  á  hablar  ni  á  respirar 
Adonde  estuviere  yo. 

EPESTioif.  (Ap.  á  Alejandro.) 

Que  son  las  infantas  mira. 

ALEJANDRO. 

Ya  hablarlas  cosa  es  forzosa.  — 
¿Qué  es  esto,  Siróes  hermosa? 
¿Qué  es  esto,  bella  Estatira? 
Que  ya  mi  valo^apllca 
La  venganza  á  vuestros  pies. 

chicho*.  (Ap,  d  Hite.) 

¿Estatira  y  Siróes? 
¿Son  infantas  de  botica , 
Donde  todo  es  jerigonza  ? 

MISE. 

Asi  una  y  otra  se  llama. 

chichón. 

Pues  dadme  desa  una  drama  ¿ 
Que  esta  ella  dará  una  onza. 

ESTATIRA. 

Esto  es  el  poco  decoro 
Que  debe  a  tu  Majestad 
La  sagrada  inmunidad 
De  la  guerra ,  pues  no  ignoro 
Que  si  á  mi  hermana  y  a  mí 
Prisioneras  nos  tratara 
Conforme  á  la  iíustre  y  clara 
Real  sangre  nuestra ,  no  asi 
Sus  soldados  se  atrevieran 
A  profanar  desleales 
El  respeto  á  estos  umbrales. 
Pero  si  ellos  consideran 
El  despego  con  que  no 

8uiso  hablamos,  quiso  vernos, 
esde  que  llegó  á  tenernos 
En  su  campo,  hasta  que  dio 
Esta  ocasión  el  acaso; 


¿  Qué  mucho  que  á  su  ejemplar 
til  tumulto  popular 
No  haga  de  nosotras  caso , 
Sin  ver  que  el  ser  prisioneras 
No  es  ser  esclavas  ?  que  una 
Cosa  es  mostrar  la  fortuna 
En  nosotras  sus  severas 
Iras ,  y  otra  no  tener 
En  la  ley  de  la  prisión 
El  trato  y  la  estimación 
Que  no  perdió  nuestro  ser 
Con  la  libertad ,  el  dia 
Que  padre  y  patria  perdió; 
Que  aunque  a  Júpiter  juró 
Que  libres1  no  nos  veria , 
A  cuyo  efecto,  en  rescate 
Nuestro  tan  grande  tesoro 
Pidió  eu  piedras ,  plata  y  oro , 
Que  no  es  posible  se  trate 
Cumplir ;  no  por  eso  habla 
Yo  de  dejar  de  ser  yo. 

Y  para  que  vea  si  dio 
Ejemplar  á  la  osadía 

De  sus  soldados;  habiendo 
Oido  en  mi  cuarto  el  rumor , 
Vi  desde  ese  mirador 
Un  infeliz  defendiendo 
{Su  esposa  ó  su  dama  sea) 
La  vida  de  una  mujer ; 
Que  lo  mismo  viene  á  ser, 
Cuando  en  su  amparo  se  emplea 
Para  cumplir  cocí  su  fama ; 
Pues  consecuencia  es  forzosa 
Que  no  defienda  a  su  esposa 
Quien  no  defiende  á  su  dama. 
Robársela  pretendían 
Sin  duda,  pues  al  llegar, 
Que  la  habian  de  llevar 
Ln  altas  voces  deciau  : 
El ,  mirándose  acosado  f    kt 
Para  resguardo  tomó 
Esta  puerta ,  donde  no 
Le  valió  el  noble  sagrado , 
Pues  en  ella ,  y  á  mis  pies, 
Aun  defendiéndole  yo-, 
Herido  ó  muerto  cayo. 

ALEJANDRO. 

Una  y  otra  queja  es 
Muy  digna  de  ti,  y  ahora, 
Respondiéndote ,  primero 

8ue  te  desenoje ,  quiero 
atisfacerte ,  señora , 
A  la  primera  que  das 
fte  no  haberte  visto ;  pues 
Piedad ,  no  despego  ,,es 
Huir  tu  vista ;  que  si  estás 
De  mis  armas  prisionera, 
¿Para  qué  te  había  de  ver , 
Puesto  que  no  había  de  ser 
Que  la  libertad  te  diera? 
Ver  yo  presa  una  beldad 
Para  dejármela  presa, 
Es  cosa  en  que  no  iuteresa 
Crédito  mi  autoridad ; 

Y  mas  si  llorara ,  siendo 
Asi  que  vivo  temblaudo 
Mas  á  una  mujer  llorando, 
Que  á  tfn  ejército  venciendo. 
Si  á  Júpiter  le  ofrecí 

No  libraros,  noble  indicio 
Fué  del  mayor  sacrilicio  . 
Que  hacer  pude;  y  si  pedf 
Perlas  de  tan  gran  valor, 
Fué  de  mi  estimación  muestra ; 
Pues  aun  una  esclava  vuestra 
Valiera  precio  mayor. 

Y  pues  piadosa  mi  acción 
Ya  en  aquesta  parte  deja 
Hoy  respondida  la  queja , 
Paso  á  la  satisfacción. 

¿  Cómo ,  cobardes  villanos  9 


Hacéis  de  delitos  tales 
Cómplices  estos  umbrales? 
Por  los  dioses  soberanos, 
Que  vuestras  vidas... 

SOLDADO. 

Señor» 
No ,  mal  informado  f  des 
Crédito  al  enojo  ,  pues 
No  es  tan  ciego  nuestro  error 
Como  imaginas ;  que  aquella 
Mujer  que  hasta  aquí  llegó 
Y  aquel  joven  defendió, 
No  era  por  ser  dueño  della , 
Sino  porgue  altivo  y  fuerte 
Se  empeñó ,  habiendo  intentado 
Prenderla ,  por  haber  dado 
A  Teagenes  la  muerte. 

ALXJA1CDB0. 

¿Quién  muerte  á  Teagenes  dio? 

SOLDADO» 

La  mujer  que  seguí  fué. 

ALEJANDRO. 

i  Muerte  á  Teagenes !  ¿  por  qué  ? 


CAMPASPE.  —  Dichos. 

CAMPA8PB. 

Eso  he  de  decirlo  jo. 
Invicto  Alejandro,  a  cuyo 
Valor  son  materia  fácil, 
Si  á  tu  duración  aspirau, 
El  bronce ,  el  mármol  y  el  jaspe ; 
Pues  á  tu  sagrado  nombre 
Apellidan  inmortales 
Esculpidas  letras  de  oro 
En  láminas  de  diamante : 
Tu ,  que  desde  los  primeros 
Años  v  de  Untas  campales 
Lides  saliste  bien ,  como 
Brazo  derecho  de  Marte, 
Siendo  en  la  tierra  con  huestes 
Y  siendo  en  el  mar  con  naves 
Siempre  vencedor  de  todos , 
Nunca  vencido  de  nadie  : 
HQo  del  grande  Filipo, 
Esto  que  te  diga  baste; 
Pues  no  hay  que  ser  mas  que  ser 
Hijo  de  Filipo  el  Grande  : 
A  tus  plantas  delincuente 
Hoy  una  mujer  se  vale, 
Más  en  la  fe  de  tus  iras, 
Que  no  en  la  de  tus  piedades. 
No ,  pues  t  generoso  quiero 
Que  me  escuches,  sino  antes 
Severo ,  porque  es  mi  culpa 
Tan  heroicamente  amable, 
Que  á  precio  de  que  la  sepas, 
fio  rehuso  que  la  mandes 
Castigar,  como  el  padrón 
Higa  en  mi  huesa  :  « Aqut  yace 
Quien  osó  morir  valiente , 
Porque  osó  vivir  constante.» 
Htfa  soy  de  Timoclea, 
Griega  matrona ,  á  quien  hacen, 
Como  á  deidad  destos  montes, 
Sacrificios  estos  valles. 
Difunto  su  ilustre  esposo, 
Conmigo,  en  años  infante, 
A  llorar  su  viudedad 
Se  vino  á  estas  soledades, 
Doode  una  hermosa  alquería. 
Que  en  la  cerviz  dése  Atlante , 
Verde  pedazo  de  cielo, 
Begistra  montes  y  mares , 
Fue  so  amerguo  y  fué  mi  cuna , 
Sra  que  nunca  á  ver  llegase 


A  DARLO  TODO  Y  NO  DAR  NADA. 

NI  mas  políticas  gentes, 
Ni  mas  pobladas  ciudades 

gue  estos  riscos  y  estas  breñas, 
n  cuyas  austeridades 
Crecf ,  tan  hijos  del  campo 
Mis  afectos  montaraces, 
Que  pirata  de  la  selva, 
Que  bandolera  del  aire , 
En  dos  elementos  reina 
De  las  fieras  y  las  aves , 
El  nombre  de  Timoclea, 
Ultimo  don  de  mi  madre , 
No  sin  jactancia  al  oírle , 
Me  trocó  en  el 'de  Cam  paspe, 
Como  quien  dice,  campestre 
Deidad  de  uno  y  otro  margen; 
Pero  ¿qué  mucho ,  si  como 
Yo  el  venablo  desembrace, 
Como  yo  la  flecha  vibre , 
No  hay  en  términos  distantes 
Pluma  que  el  abril  matice , 
Ni  piel  que  el  diciembre  manche , 
Que  por  feroz  se  redima 
Ni  que  por  veloz  se  salve, 
Hasta  que  ala  ó  testa  en 
Boreal  venatorio  examen, 
A  mis  umbrales  no  sea 
Adorno  de  mis  umbrales? 
Tanto ,  que  el  que  peregrino 
A  ellos  llega  con  pie  errante, 
Al  ver  colgadas  las  armas 
En  su  frontispicio,  sabe 
Que  como  reina  de  montes 
Tengo  guarda  de  animales. 
Parece  que  del  fracaso 
Que  hoy  á  tus  plantas  me  trae , 
La  digresión  me  retira; 
Pues  no ;  que  para  que  pasen 
Mis  desdichas  á  su  extremo, 
Es  fuerza  preveníanles 

?ue  caen  sobre  sujeto 
an  fiero  y  tan  intratable 
Como  el  mió ,  porque  hay 
Delitos  menos  culpables 
En  unos  sujetos  que  otros ; 

Y  para  haber  de  juzgarse, 
Conviene  que  el  juez  distinga 
Sobre  qué  sujeto  caen ; 
Porque  tiene  no  sé  qué 
Prerogativas  aparte , 
Para  ser  tal  vez  altiva. 
La  que  nunca  ha  sido  facih 

Y  asi,  asentado  que  yo 
Siempre  en  ejercicios  tales, 
Ignoré  de  Flora  y  Venus 
Las  dos  profanas  deidades , 
Tanto  que  Amor  á  mi  oído , 
Si  acaso  le  nombra  alguien , 
Me  suena  como  ruidoso, 
Pero  no  como  suave ; 
Voy  á  que  habiendo  tu  gente 
Alto  hecho  en  este  admirable 
Pais  de  Grecia ,  porque  en  él 
De  tantas  marchas  descanse, 
Una  desmaudada  tropa 
Destos  soldados,  que  infames 
Calificau  lo  que  es  hurto 
Con  nombre  de  que  es  pillaje 
(Como  si  mudara  especie 
La  ruindad ,  por  mudar  frase), 
A  mi  alquería  llegó... 
—Vergüenza  es  que  en  esto  hable ; 
Mas  mejor  están  desnudas 

Sue  vestidas  las  verdades.— 
onde  vilmente  enconados 
Eu  robar  dos  recentales , 
Se  trabaron  de  cuestión 
Con  los  bárbaros  gañanes 
Que  mis  labranzas  cultivan 

Y  que  mis  ganados  pacen. 
A  este  ruido  pues  llegamos 
Casi  á  coocurrir  iguales , 


fio 


Yo ,  que  del  monte  venia, 

Y  uno  de  tus  capitanes, 
Cuyo  nombre  no  le  supe  . 
Hasta  oir  aqui  nombrarle. ' 
Saludámonos  corteses, 

Y  acudiendo  á  reportarles, 
Retiré  mi  gente  yo, 

Y  él  la  suya ,  sin  que  pase 
Mas  adelante  su  duelo , 
Que  no  pasar  adelante. 

¿Quién  crérá  que  nuestras  guerras 
Naciesen  de  nuestras  paces? 
Hasta  dejarme  en  mi  quinta 
Me  fué  acompañando  :  ¡  nadie 
En  lo  galante  señe, 
Porque  suele  lo  galante 
Afeitar  á  lo  traidor 
La  tez ,  bien  como  sagaces 
Las  astucias  de  las  flores. 
Las  asechanzas  del  áspid ! 
Despidióse  de  mi ,  y  cuando 
Tranquilas  seguridades 
De  la  paz  de  mis  sentidos , 
Ociosamente  agradables , 
Me  adormecían  al  son 
De  unos  sonoros  cristales 

gue  en  un  jardín  entonaban 
n  bien  templados  compases 
La  natural  armonía 
De  las  copas  de  los  sauces , 
Sentí  ruido ,  y  vi  por  una 
Pared  de  yedra  arrojarse 
Un  hombre  al  jardín ,  rompiendo 
La  muda  clausura  al  parque. 
Turbóme,  no  conocido 
Primero}  pero  al  justante 
Que  distinguí  de  mas  cerca 
El  rostro ,  persona  y  traje , 
Conocido ,  roe  turbó , 
Por  dar  de  ladrón  señales , 
Que  por  las  paredes  entre 
El  que  ya  las  puertas  sabe. 
•  ¿  Qué  es  esto  ?»  dije ,  y  no  pude 
Proseguir ,  porque  á  la  cárcel 
De  mis  ya  presos  alíenlos 
Torció  el  corazón  la  llave. 
Lo  mismo  debió  ¡ay  de  mi! 
De  sucederle  y  pasarle 
A  él ,  porque  aunque  hablar  quiso , 
Fué  solo  con  el  semblante  : 
De  suerte  que  por  algún 
Espacio  los  dos  iguales 
Hablamos  como  por  señas, 
El  suspenso  y  yo  cobarde ; 
Hasta  que  ya  prorumplda 
En  mal  troncadas  mitades 
La  voz,  vino  á  decir  una 
Para  mi  tan  disonante, 

?ue  él  pensó  que  era  lisonja , 
yo  pensé  que  era  ultraje. 
Amor  fué,  como  quien  pone. 
Cuando  algún  volumen  nace , 
l«a  inscripción  en  el  principio , 
Para  que  ninguno  extrañe 
La  materia  ó  la  cuestión 
Que  ha  de  tratar  adelante. 
No  le  di  yo  tanta  espera , 
Porque  al  ir  á  pronunciarle , 
Veloz  la  espalda  volví ; 
Mas  no  tanto  que  en  mi  alcance 
No  le  valiese  la  acción 
Lo  que  la  voz  no  le  vale. 
La  mano  me  echó ,  y  yo  viendo 
(i Oh ,  aquí  el  aliento  me  falte ! ) 
Que  libertades  no  dichas 
Eran  hechas  libertades, 
Dictada ,  no  sé  de  quién , 
De  mi  honor  ó  mi  coraje , 
Me  hallé  su  espada  en  la  mano , 
Sin  saber  quiéu  se  la  saque 
De  la  cinta...—  bien  que  ahora 
Lo  sé ,  pues  para  acordarme 


144 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Que  fué  él ,  el  corazón , 

Al  ver  que  en  dudar  le  agravie,      , 

Como  quien  dice ,  c  yo  ful , » 

En  mudos  Impulsos  late. 

El  haciendo  licencioso. 

Con  risueñas  falsedades, 

De  mi  amenaza  desprecio. 

De  mi  cólera  donaire , 

Segunda  vez  á  mi  mano 

La  mano  osó;  pero  en  balde ; 

Pues  cuando  pensó  que  eran 

Mujeriles  ademanes , 

La  esmeralda  de  las  flores 

Tino  de  su  rojo  esmalte. 

c  Muerto  soy,  »  dijo ,  y  al  eco 

De  sus  repetidos  «yes , 

Los  que  de  escolta  tenia , 

A  golpes  la  puerta  abren. 

Furiosos  entran ,  y  viendo 

El  desangrado  cadáver, 

Conmigo  embisten.  Yo  entonces 

Por  un  postigo  que  cae 

Al  monte,  me  puse  en  fuga ; 

Ellos  tras  mi  al  monte  salen. 

Tal  vez  lidio  y  tal  vez  corro, 

Hasta  que  sin  que  me  amparen 

Valor  ni  fuga ,  cayendo 

Vine  desde  el  monte  al  valle , 

Donde  un  generoso  joven , 

O  de  honrado  ú  de  arrogante , 

Puesto  en  mi  defensa,  impide 

Que  me  prendan  ó  me  maten , 

Tan  á  loda  costa ,  que 

Fué  su  vida  mi  rescate , 

De  suerte ,  que  de  dos  vidas 

Deudora ,  á  tus  plantas  reales, 

De  dos  muertes  delincuente , 

Me  arrojo ,  para  que  pague , 

No  la  muerte  que  yo  hice , 

Sino  la  que  esotros  hacen ; 

Pues  mas  culpada  en  aquesta 

Que  en  esotra  soy,  si  añades 

Al  blasón  de  la  primera,  (De  rodillas  ) 

De  la  segunda  el  desastre. 

Con  que  a  tus  plantas ,  señor, 

Poniendo  a  un  tiempo  delante 

Sobre  la  sangre  de  uno, 

De  otro  la  espada  y  la  sangre , 

Humilde  te  pido  ( asi 

Del  Peloponeso  pases         (Llorando.) 

Las  siempre  intrincadas  breñas , 

Cuyo  nevado  turbante 

Sobre  sus  penachos  vea 

Tremolar  tus  estandartes , 

Bien  como  el  gran  César  vio 
Teñir  de  purpura  el  Ganges , 

Trascendiendo  desde  el  Tigris 
Su  lábaro  hasta  el  Eufrates ) 

Que  acabes,  señor,  conmigo , 
Para  que  conmigo  acaben 
Tantas  ansias,  tantasjtenas , 
Taotaa  iras,  tantos  males, 
Tantos  estragos  y  Untos 
Escándalos  y  pesares • 
Como  amenazan- mi  vida , 
Y  como  mi  alma  combaten. 

ALEJANDRO. 

Con  llanto  y  valor  a  un  tiempo 
Los  dos  extremos  tomaste 
A  mi  Inclinación ,  mujer, 
Sin  saber  determinarme 
Si  me  obligues  porque  lloras, 
O  porque  matas  me  agrades.  — 
Prended  á  aquesos  soldados. 

{Prenden  á  los  tres  soldados  9  p  quieren 
¡levar  d  Chichón.) 

chicho*. 

A  mi  no ;  que  yo  á  esperarte 
E*taba ,  para  ir  á  aquella 
Visita. 


ALEJANDRO. 

Es,  verdad :  dejadle 
A  ese  solo. 

CHICHÓN. 

Tus  pies  beso. 
(Ap.  El  demonio  que  aquí  aguarde, 
Ni  diga  que  es  su  criado, 
O  muera  Apeles  ó  sane.) 

(Vanee  los  soldados  y  Chichón.) 

ESCENA  XVII. 

ALEJANDRO,  ESTATIR A,  CAMPAS- 
PE  ,  SIRÓES,  CLOKl ,  NISE,  EFES- 
TION. 

ALEJANDRO. 

Mira,  Estatira,  si  fueron 
O  rigores  ó  piedades 
Las  que  usé  contigo ,  pues 
Lo  hice  por  no  obligarme 
A  sentir  si  tú  sintieses , 
Ni  á  llorar  si  tu  llorases. 

Y  pues  con  este  ejemplar 
Respondo  á  las  dos  iguales ; 
De  parte  de  mi  justicia, 
Si  no  te  sigue  otra  parle , 
Perdonada  estás,  mujer : 

Y  para  de  aquf  adelante « 
O  no  mates ,  ya  que  Ñores , 
O  no  llores ,  ya  que  mates.-» 
Ven ,  Efestloñ. 

efkstion.  (Ap.  i  Alejandro.) 
¿Qué  llevas? 
Que  dice  mucho  el  semblante. 

ALEJANDRO. 

No  sé ;  pero  mucho  temo 
Llanto  y  valor  de  Campaspe. 
(Vanee  loe  dos.) 

ESCENA  XVIII. 


RISC. 

Dicha  ha  sido  para  todas 
Tal  huéspeda. 

olori.    • 

De  mi  parte 
Yo  me  doy  la  norabuena. 

CAMPASPE. 

El  cielo  á  las  dos  os  guarde. 

ÍAp.  ¡Oh  qué  de  cosas,  fortuna, 
«levo  que  comunicarte! 
¡Qniera  Júpiter,  no  sea 
A  las  futuras  edades 
La  tragedla  de  aquel  joven 
Asunto  á  la  de  Campaspe! ) 


JORNADA  SEGUNDA. 


Vn^Ki 


ESTATIRA,  CAMPASPE,  SIRÓES, 
CLORI ,  NISE. 

ESTATIRA. 

Aunque  parezca  que  no 
Es  cortesano  hospedaje 
El  que  una  presa  se  atreva 
A  convidar  con  su  cárcel , 
Si  el  horror  de  vuestra  casa , 
O  de  aquestas  soledades 
El  riesgo  en  tiempo  de  guerras 
Permiten  ,  ya  que  llegasteis 
Aquí ,  que  os  quedéis  coumigo  * 
Será  para  mi  de  grande 
Lisonja. 

CAMPASPE. 

Vuestros  pies  beso ; 
Y  pues  que  no  pueble  nadie 
Pagar*  si  no  es  recibiendo. 
El  favor  que  se  le  hace  ♦ 
Le  admito ,  basta  que  de  aquesto» 
Soldados  asegurarme 
Pueda. 

ESTATIRA. 

Con  nada  pudisteis 
Mejor  el  deseo  pagarme. 
Venid.  {Ap.  d  ella.  ¡  Ay  Siróes ! ) 

siróes. 

¿Qué  llevas? 

Que  dices  mucho,  aunque  calles. 

ESTATIRA. 

No  sé;  pero  mucho  temo, 
Imaginándole  antes 
Tan  fiero  á  Alejandro,  ver 
A  Alejandro  tan  afable. 

(Yante  loe  dos.) 


ESCENA   PRIMERA. 
ALEJANDRO,  EFESTION,  soldados 

ALEJANDRO. 

Y  en  fin,  ¿qué  supine? 

EFESTIOft. 

Sope 
Que  piadosamente  bella 
Se  compadeció  Estatira 
De  sus  contada»  tragedias; 

Y  que  porque  oo  volviese 
Por  ahora  a  una  desierta 
'Alquería  donde  estaba , 
Mientras  la  gente  de  guerra 
En  estos  montes  se  aloja, 
A  tantos  riesgos  expuesta, 
La  rogaba  se  quedase 

En  su  compañía  *  y  ella 

Lo  aceptó  i  de  suerte  que    

Donde  noy  Campaspe  se  alberga , 
Es  la  quinta  de  Estatira. 

ALEJANDRO. 

Ambas  anduvieron  cuerdas , 
Una  en  ofrecerlo ,  y  otra 
En  aceptarlo;  aunque  faera 
Mejor  para  mi  que  no 
Anduviesen  Un  atentas. 


Pues  ¿por  qué? 

ALEJANDRO. 

Porque  en  su  casa 
Me  fuera  mas  fácil  verla  J 
pues  no  faltara  ocasión 
Para  entrar  tal  vez  en  eüa 
Con  achaque  de  la  caz». 

EFBtflON. 

Qefeá  está  I»  coorenteoda 
En  I»  dificultad. 

ALEJANDRO. 

¿Cómo? 

EFRSTION. 

Como  las  correspondencias, 
Aun  mas  prendadas ,  se  gastan 
Con  la  lima  de  la  ausencia. 
Pues  siendo  así ,  ¿qué  será 
La  aun  no  prendad»  ? 

ALEJANDRO. 

Eso  fuera 
En  otro ;  pero  no  en  mi. 

EFESTWN. 

¿Por  qué? 

ALEJANDRO. 

Porque  mi  violenta 
>  Condición,  Meo  como  rayo, 


Se  irrita  en  la  resistencia. 
Solo  porque  inconveniente 
Ya  en  el  primer  paso  encuentra, 
Nace  con  mayor  instancia 

Y  crece  con  mayor  faena... 
—Pero  dime,  ¿quién  4  tá 
Te  contó  lo  que  me  cuentas? 

EFESflON. 

Tienen  Siróes  y  Estatira  ' 
Consigo  mil  dama»  bellas, 
Que  á  fuer  de  palacio  tratan 
La  prisión ,  y  no  desdeñan 
Los  públicos  galanteos 
De  algunos  amantes  :  destas, 
Nise,  una  de  las  que  cantan 
Porque  tal  vez  se  diviertan, 
A  título  que  llevaba 
Un  papel  mió  una  letra 
Para  cantar  (que  los  versos 
Suelen  tener  dos  licencias)* 
Me  la  dio  de  hablarla  boy, 

Y  de  una  en  otra  materia, 
Me  dijo  lo  que  te  be  dicho- 

ALEJANDRO 

Pues  tu,  para  que  yo  sepa 
De  Gampaspe,  ñas  de  asistir 
Desde  boy  con  mayor  fineza 
A  esa  dama,  y  disponer 
Que  nos  sirva  de  tercera. 

Enstiofi. 

¿Tanto  la  primera  vista 
De  una  montaraz  belleza, 

Y  mas  cuando  ya  Rojana 
Dicen  que  embarcada  queda, 
Pudo  rendirte? 

alejandro. 

¿Qué  quieres, 
Si,  como  ya  dije,  al  verla 
Una  ves  matando  altiva, 
Otra  vez  llorando  tierna, 
A  mi  animo  y  mi  piedad 
Supo  lomar  las  dos  sendas? 
De  suerte ,  que  el  albedrio 
No  tiene  por  donde  pueda 
Escapar,  pues  A  ambas  partes 
Baila  cerrada  la  puerta. 

ETESTkHI. 

Mejor  asedio  bay. 

¿LEMJisao. 
¿Qué  es? 

BPESTION. 

Queja 
Que  de  Estatira  Ja  queja 
Logró  tus  satisfacciones, 
Las  prosigas,  pues  con  verla. 
Veras  con  ella  A  Gampaspe. 

AUEjiirnao. 

Bien  i  mi  amor  aconsejas; 

Y  asi,  en  viendo  ese  prodigio 
Que  es  odíenlo  de  Atenas ,        ,, 
A  quien  por  curiosidad 

Aun  antes  de  la  primera  ' 
Luz ,  porque  no  buya  de  mi, 
Vengo  buscando  á  esta  selva, 
Me  pasaré  por  la  quinta. 

EPEST10N. 

De  la  boca  de  una  cueva 
Que  á  la  falda  de  aquel  risco 
Melancólica  bosteza , 
Ya  el  soWadíllo  que  fué 
A  buscarle,  sale. 


DARLO  TODO  Y  NO  DAB  NADA. 
I  ESCENA  IX 

CHICHÓN.  —  ALEJANDRO  ,  EFES- 

T10N,  SOLDADOS. 
CHICHÓN. 

Sefior ;  que  en  casa  está  el  viejo* 

Alejandro. 

¿Dijistele  que  á  sus  puertas 
Estaba  Alejandro? 

CHICHÓN. 

Si. 

ALBJAHDaO. 

Piles  ¿cómo  no  sale  á  ellas, 
Habiendo  mi  nombre  oído, 
A  recibirme  siquiera? 

CHICHÓN. 

Como  dice  que  es  temprano, 
Porque  el  sol  aun  no  calienta ; 
Que  en  saliendo  el  sol ,  saldrá. 


04 


ALEJANDRO. 

¿Y  qué  bacía? 

,mm¿     CHCHÓN* 

m,    ,  En  una  media 

Tinaja ,  llena  de  lana , 
Metido  hasta  la  cabeza 
Estaba ,  que  parecía 
Degollado  de  comedia : 
Sin  que  haya  en  todo  el  espacio 
Mas  cama,  silla,  ni  mesa 
Que  un  candil  y  cuatro  libros. 

ALEJANDRO. 

Hombre  que  en  tanta  máaeria 
Vive ,  ¿  de  saber  que  yo 
Vengo  á  verle,  ni  se  altera, 
Ni  se  sobresalta  mas? 

CHICHÓN. 

Y  porque  mejor  lo  veas , 
Oye;  que  vuelvo  á  ñamarle.— 
Señor  Diógenes,  advierta 
Que  viene  a  verle  Alejandro. 


T.  III. 


DIÓGENES.—  Dichos. 
•lócHntas.  {Dentro.) 

¿Hele  dicho  yo  que  venga? 
Pues  si  yo  no  se  lo  be  dicho. 
Que  se  espere,  ó  que  se  vuelva. 

ALEJANMO. 

No  bay  mas  que  decir. 

'      EFESTION. 

o     .     .  *.  O  mucha 

Constancia  ó  locura  es  esta. 

aléjanos*. 

Sea  lo  que  fuere ,  ya 
Hice  capricho  de  verla  : 
Si  es  constancia ,  por  aprecio, 
Y  si  es  locura,  por  fiesta.  — 
Bien  podéis  saGr;  que  ya 
El  sol  sus  rayos  despliega. 
(Sale  Diógenes.) 

DIÓGENES, 

Pues  a  ver  el  sol  saldré ; 

Sue  al  fin  es  el  que  me  atienta, 
e  anima  y  me  vivifica. 

ALEJANDRO. 

iDe  suerte  que  si  no  fuera 
Por  el  sol ,  lo  que  es  por  mi 
No  salierais? 

DIÓGENES. 

Lo  que  hiciera 
No  sé;  mas  sé  que  él  me  trae 


En  la  regular  urea 
De  las  noches  y  los  días 
Esta  luz  hermosa  y  bella, 
Y  que  vos  no  me  traéis  nada. 

auejasmo. 
Si  traigo. 

SIÓGENES. 

¿Qué? 

ALEJANDRO. 

La  respuesta 
De  un  recado,  qne  me  dio 
Vuestro,  ese  soldado. 

DIÓGENES. 

¿Qué  era? 
Que  como  cosa  de  poca 
Sustancia,  no  se  me  acuerda. 


I 


ALEJANDRO. 

¿De  poca  sustancia  es 
Decir  que  en  mi  competencia 
Sois  vos  mas  dueBo  del  mundo 
Que  yo? 

MÓSRHBf. 

_  ¡Ah  si!  ya  se  me 

Es  verdad,  yo  se  lo  dije: 
Y  si  de  escucharlo  os  pesa , 
Perdonad :  lo  diebo  dicho. 

ALEJANDRO. 

Antes  me  huelgo,  y  por  esa 
Razón  vengo  A  visitaros ; 
Pues  es  justo  que  a.  ver  venga 
Alejandro  á  un.  igual  suyo. 

diógenes. 

Pues  como  entre  iguales  sea 
La  visita,  abi  bay  un  tronco : 
Sentaos ;  que  yo  en  es»  pella 
Procuraré  acomodarme. 

ALEJANDRO. 

Agradezco  la  ucencia. 

(Siéntanse,  y  Chichón  hace  que  quita 

un  piejo  d  Diógenes.) 
¿Qué  es  eso? 

CHICHÓN. 

Deste  monarca 
La  caballería  ajera, 

?ue  en  desmandadas  patrullas 
a  saliendo  A  pecorea 
Con  el  día. 

DIÓGENES. 

Quita,  necio. 

CHICHÓN. 

Ya  quito. 

ALEJANDRO. 

Locuras  deja : 

Y  pasando,  como  amigos, 
Del  cumplimiento  A  ja  queja.., 
Dfeenme  que  por  no  verme, 

Echasteis  por  otra  senda. 

,     DIÓGENES. 

También  me  dicen  que  vos 
Por  verme ,  echasteis  por  esta. 

ALEJANDRO. 

¿Y  es  la  misma  razón  huir 
Vos  que  yo  buscar? 

DIÓGENES. 

_  Lamesma; 

Pues  ni  otro  huyera  de  vos 

Sino  yo ,  nj  otro  viniera , 
Sino  vos,  á  verme  A  mi: 

Y  asi  es  clara  consecuencia 

Ke  haciéndolo  por  hacer 
s  dos  lo  que  otro  no  hiciera , 
Ni  en  vos  bay  queja,  ni  en  mi 
Culpa. 

ALEJANaaO. 

Y  eso,  ¿en  qué  se  prueba  ? 
10 


DIÓGENES, 

En  que  esto  de  los  caprichos 
Mas  quiere  mafia  que  fuerza. 

ALEJANDRO. 

No  decís  mal;  pero  vamos 
A  saber  de  que  manera 
Sois  vos  mas  dueño  del  mondo 
Que  yo. 

DIÓGENES. 

Pues  ¿no  es  evidencia 
Que  es  mas  rico  el  que  le  sobra  > 
Que  el  que  le  Talla  la  hacienda? 

ALEJANDRO. 

Claro  está. 

DIÓGENES. 

Luego  si  a  vos 
Sola  una  parte  pequeña 

?ue  os  falta,  os  trae  desvelado, 
no  veis  la  hora  de- verla 
Debajo  de  vuestro  hnperio> 
Y  á  mi  nada  me  desvela, 
Porque  no  se  me  da  nada 

Sue  sea  mía  ó  no  lo  sea , 
as  rico  soy  yo  que  vos; 
Pues  á  vos  os  falta  esa 
Parte  que  deseáis,  y  á  mi 
Me  sobran  todas  aquellas   ^ 
Que  no  deseo.  Y  si  no, 
Pasemos  á  la  experiencia : 
A  ¿cuál  está  mas  contento? 
i  Vos  con  toda  esa  grandeza, 
Majestad  y  pompa,  6  yo 
Con  toda  aquesta  miseria, 
Hambre  y  desnudez? 

alejandro. 
v  No  quiero 

Aventurar  el  apuesta. 
Pero  la  posteridad 
De  una  heroica  fama  eterna , 
¿Será  vuestra ,  ó  será  mia? 

DIÓGENES. 

Será  mia  y  será  vuestra. 

ALEJANDRO. 

¿Cómo? 

DIÓGENES. 

Como  quien  dijere 
Que  vino  Alejandro  a  Grecia, 
Dirá  como  visitó 
A  Diógenes  en  ella  : 
Con  que  en  la  historia  vendremos 
A  correr  los  dos  parejas» 
Vos  por  hacer  la  visita, 

Y  yo  por  no  agradecerla. 
Fuera  de  que,  ¿qué  me  importa 
Que  fama  ó  no4 rama  tenga, 

Si  un  aliento  de  la  vida 
Hoy  calladamente  suena. 
Mas  que<despa*s  todo  el  ruido 
De  sus  trompas  y  sus  lenguas? 

ALEJANDRO. 

Pues  siendo  asi  que  la  vida 
Es  lo  que  se  goza  della , 
Vos  no  la  gozáis, yo  si; 

Y  para  que  lo  veáis ,  sea 
Este  también  mi  argumento,  . 
Para  que  á  escuchar  no  vuelva 
Que  no  vengo  á  traeros  nada. 
¿Qué  queréis  que  mi  grandeza 
Os  dé? 

DIÓGENES. 

Con  que  no  me  quite ,  • 
Ifi  vanidad  se  contentó. 

ALEJANDRO. 

¿Con  que  no  os  quite? 


COMEDIAS  DE  OON  PEDRO  CALDERÓN  DR  LA 


DIÓGENES. 

Si. 

ALEJANDRO. 


Pues 


Decidme ,  porgue  lo  sepa , 
¿Qué  es  lo  que  yo  os  quito? 

DIÓGENES. 

El  sol , 
Que  va  tomando  la  vuelta; 

Y  asi ,  pasaos  aquí :  no 

Me  quitéis  por  vida  vuestra 
Lo  que  no  me  podéis  dar. 

ALEJANDRO. 

Yo  os  estimo  la  advertencia , 

Y  pues  que  ya  os  doy  el  sol , 
Daros  lo  demás  quisiera. 

¿Qué  queréis  que  por  vos  haga? 

DIÓGENES. 

A  tan  general  promesa* 
Liberal  y  generosa, 
Darme  por  vencido  es  fuerza. 
Ahora  bien ,  haced  por  mi... 

ALEJANDRO. 

•Decid :  nada  os  enmudezca. 
¿Qué  queréis  que  haga  por  vos? 
(Levanta  Dio  genes  una  flor  del  suelo.) 

DIÓGENES. 

Sola  otra  flor  como  esta. 

ALEJANDRO. 

Eso  fuera  ser  Criador  : 

No  cabe  eu  la  humana  esfera 

Tan  soberano  atributo. 

DIÓGENES. 

Pues  ¿qué  hay  que  os  desvanezca» 
Si  vuestro  poder  no  basta 
A  hacer  una  inútil  yerba, 
Que  da  el  prado  tan  de  balde , 
~ue  la  pace  cualquier  fiera , 
ue  cualquier  ave  la  pica, 
_'  la  aja  cualquier  huella? 
Id  con  Dios,  y  á  los  que  estudian 
Las  desengañadas  ciencias 
(Que  en  ese  azul  libro  y  ese 
Verde  libro  nos  enseñan 
Ya  caracteres  de  flores , 

Y  ya  imágenes  de  estrellas, 
Porque  aprendamos  á  un  tiempo 
Divinas  y  humanas  letras, 
Investigando  Ingeniosos 
Aquella  causa  primera 

De  todas  fas  otras  causas), 
No  vengáis  á  hacerles  prueba* 
De  qué  quieren  ó  trae  estiman; 
Que  no  hay  que  estimen  ni  quieran 
Sino  solo  desengaños. 

Y  porque  mejor  se  vea 
Cuál  es  mas  rico  tesoro. 
La  majestad ,  ó  la  ciencia ; 
Ya  que  la  primera  huísteis, 
Vaya  la  segunda  apuesta ; 
A  ¿  cuál  necesita  antes , 

O  yo  de  vuestras  riquezas , 
O  vos  de  mi  ciencia? 

alejandro.  (Levántate.) 
Yo 
Quiero,  porque  no  parezca 
Que  ambas  apuestas  rehuso, 
Entrar  satisfecho  en  esta , 
De  que  nunca  necesite 
De  vos. 

ESCENA  IV. 

Gente.—  Dichos. 

unos.  (Dentro.) 
Al  valle. 

otros.  (Dentro.) 
A  la  selva. 

ALEJANDRO. 

Mirad  qué  ruido  es  aquese. 
(Yate  un  toldad*.) 


BARCA. 

WÓGENES. 

Y  ¿qué  perderá  el  que  pierda? 

ALEJANDRO. 

Darse  por  vencido  al  otro. 

9100110». 

Norabuena'. 

ALEJANDRO* 

Norabuena. 

MÓGENE8. 

Pues  adiós.  (V¡s*0.) 

ALEJANDRO. 

Adiós. 

ttCEMA  Y. 

ALEJANDRÓ,  EPESTION, CHICHÓN, 

soldados;  después,  «ente,  dentro. 

SFESTION. 

¿Posible 
Es ,  que  has  tenido  paciencia 
Para  sufrir  este  Joco  ? 

ALEJANDRO* 

Mal ,  Efesifon ,  le  afrentas; 

8ue  si  hubiera  de  dejar 
e  ser  quien  soy,  y  estuviera 
En  mi  elegir  lo  que  habia 
De  ser,  ten  por  cosa  cierta... 

efestion. 
¿Qué? 

ALEJANDRO. 

Que  no  siendo  Alejandro, 
Ser  Diógenes  quisiera. 

EFESTION. 

En  los  bronces  de  la  fama 
Vivirá  en  el  mundo  eterna 
Esa  sentencia. 

CHICHÓN. 

Y  quizá 
Habrá  en  el  mundo  poeta 
Que  della  seria,  diciendo 
Que  es  delirio,  y  no  sentencia , 
Que  celebra  el  lisonjero. 

«ente.  (Dentro,) 

Al  monte. 

onos.  (Dentro.) 

Al  valle. 
otros.  (Dentro.) 

A  la  selva. 
{Sale  el  toldada.) 
soldado. 

Estatira  y  Siróes 

(Como  ya  mandaste ,  al  verlas , 

Aliviarlas  la  prisión) 

Usando  de  la  licencia , 

Al  coto  que  de  su  estancia 

Las  altas  paredes  cerca , 

Dicen  que  á  caza  han  salido. 

alejandro. 

¿  Si  habrá  salido  con  ellas 
Campaspe? 

kfestion. 

Pues  ¿quién  lo  duda , 

Y  que  suya ,  señor,  sea 
Toda  aquesa  montería, 

Y  á  ensenar  el  monte  venga? 

ALEJANDRO. 

Pues  un  caballo  me  dad ; ^ 
Que.  como  acaso,  quisiera 
Satines  al  paso.  (Ap.  Amor, 
Guia  mis  plantas,  y  emplea 
Tus  dos  mejores  alhajas 
En  los  dos,  el  arco  en  ella, 
Pues  cazadora  es,  y  en  mi 
Pues  que  voy  ciego,  la  venda.) 
(Yante  todas,  mena*  Chichón.) 


Af  ?á)le. 


ESCJEHA  VI 

Geste  ,  dentro.  —  CHICHÓN. 

gente.  {Dentro.) 
A  I*  selva ,  al  talle,  al  monte. 

CHICHO*. 

¿Que  haya  en  el  mundo  quien  tenga 
Inclinación  á  la  Caza , 

Y  se  ande  buscando  fieras, 
Habiendo  rabias  y  romas  ? 
Pero  ahora  que  se  me  acuerda 
De  un  amo  que  Dios  me  dio 

Y  me  quitó  a  la  hora  mesma. 
¿Qué  se  habré  hecfeo?  Porqué 
Como  con  tan  grande  priesa 
Mandó  á  su  guarda  Eslatira 
Quitarle  de  su  presencia ,     . 

Y  ellos  alia  le  Helaron* 

A  tiemno  que  en  la  pendencia 
Yo  babia  vuelto  la  casaca , 

Y  disimular  fué  fuerza- 
Ser  mi  amo,  nunca  mas 
Sope  del.  ¿Qué  diligenciar 
Haré?  Pero  ¿quién  me  mete 
En  que  publique  el  hacerla 

Mi  ruindad?  Si  hubiere  muerto, 
Na  hayan  miedo  que  acá  vuelva 
A  acusar  la  rebeldía , 
Ni  á  lomar  la  residencia ; 

Y  si  no,  no  faltarán 
Disculpas  cuando  parezca. : 

Y  así,  es  lo  mejor,  no  darme 

Por  entendido.  {fase.) 

'   gente.  {Dentro.) 
A  la  selva, 
rao.  {Dentro.} 

otro.  (Dentro.} 
Al  monte. 

ttCEMAVUV 

CAMPASPE  r  con  arco  y  flechas: 

CAMPASTE. 

Fortuna, 
Ya  que  á  mi  patria  me  vuelvas 
(Pues  so» mi  patria  los  montes )< 
Permite  ¡  ay  de  mi!  que  sea 
Para  que  halle,  como 
En  mi  propia  esfera  * 
Piedad  en  sus  riscos, 
Blandura  en  sus  peñas; 
En  Unto  que  la  batida 
Hacia  los  puestos  se  acerca, 

8oe  todas  las  damas  ya 
an  tomado-;  aunque  parezca 
Que  centra  mi  mismo 
Natural ,  me  mueva 
A  emplear  mis  desdichas 
Antes  que  mis  flechas ; 
En  esta  escondida  parte 
Desahogar  craiero  la  fueria 
De  una  prisión  voluntaria, 
Que  á  todas  horas  me  niega- 
Poder  aun  coprnigo 
Hablar.  ¡  Ay  de  aquella 
Que  siente,  sintiendo 
Que  ti  sentir  se  sienta»! 

Y  pues  tan  i  todas  horas 
Los  testigos  que  me  cercan 
No  me  dejan  respirar; 

¿Qué  mucho  ¡ay  de  mi !  que  vengan 
Buscando  mis  ansias , 
Buscando  mis  penas 
Para  mis  suspiros 
Aires  de  mi  tierra? 
Troncos,  riscos ,  plantas,  flores , 
Brutos, aves,  peces,  fieras, 
Cristales ,  fuentes ,  arroyos , 


i 


DARLO  TODO.  Y  NO  DAR  NADA. 

Cielo,  sol,  luna  y  estrellas, 
Decidme ,  pues  visteis 
Todas  mis  violencias, 
Si  tuve  yo  culpa, 
O  desgracia  en  ellas. 
Pues  siendo  así  que  desgracia 
Tuve ,  y  no  culpa ,  ¿qué  idea  y 
~ué  aprensión,  qué  fantask, 

ué  ilusión,  qué  sombra  es  esta , 

ue  á  cualquiera  parte 

ue  los  ojos  vuelva, 

aga  me  persigue. 
Vana  me  atormenta? 
De  aquel  infelice  joven 
Que  vi  muerto  en  mi  defensa , 
Tan  vivas  las  seña»  traigo , 
Que  á  todas  partes  las  señas 
Que  están  me  parece 
Con  la  faz  sangrienta , 
Dieiéndome... 

{Ruido  dentro.) 

ESCENA  VIII. 

ALEJANDRO,  ESTATIRA,  SIRÓES, 
t  gente,  dentro.—  CAMPASPE. 

alejandro.  {Dentro.) 

¡  Dioses, 
Piedad! 

«ente.  {Dentro.) 
¡  Qué  tragedia  \ 

CAMPASPE. 

¿Que  voces  ¡ay  infelice! 
Las  que  iba  a  alentar  alientan*, 
Porque  en  el  decirlas  yo 
Aun  ese  alivio  no  tenga? 

estatira.  (Dentro.) 

Acudid  votando. 

siróes.  {Dentro.) 
Socorred  apriesa. 

alejandro.  (Dentro.) 
\  Cielos... 

gente.  {Dentro.) 

¡Qué  desdicha! 

alejandro. 
Piedad  1 

gente.  {Dentro. y 

¡Qué  violencia! 

ESCENA  IX, 

ESTATIRA,  con  oro.— GAlÍPASPE. 

ESTATIRA. 

¿No  hay  quien  su  vida  socorra? 

CAHPA8PE. 

¿Qué  es  esto,  Estatira  bella? 

ESTATIRA-. 

ue  dentro  de  la  batida 

ayo  sitiada  una  fiera 
Desús  que  los  griegos  montes* 
En  sus  entrañas  engendran, 
Salpicada  a  manchas, 
Cuya  lijereza 
Nunca  trae  odiosas 
Ni  garras  ni  presas. 
Los  sabuesos  y  ventores , 
Que  las  traillas  sujetan 
Porque  se  lograsen  antes 

?ue  sus  lides  nuestras  flechas, 
ornaron  el  viento 
De  la  tigre  apenas , 
Cuando  i  los  collares 
Rompieron  las  cuerdas. 
Entre  estos  pues,  dos  lebreles, 
Atados  á  una  padena , 
Salieron  junios  á  tiempo 


{Vote.) 


8 


W 

Que  en  un  cabal!*  atraviesa 
La  sebda  Alejandro, 

Y  hollando  la  senda , . 
A  los  pies  del  bruto 
Se  enlazan  y  enredan , 
De  suerte  que  alborotado 
Se  desboca  y  desatienta , 
Sin  que  el  freno  le  corrija 
Ni  le  gobierne  la  rienda , 
Llevándole  al  choqne 

De  una  y  otra  peña , 
A  dar  donde  el  broto... 

CAMPASTE. 

Oye,  aguarda,  espera; 
Que  primero  que  él  peligre , 
Sabré  peligrar  yo,  atenta 
A  la  piedad  que  conmigo 
Usó. 

ESCENA  X 

ESTATIRA. 

Júpiter  lo  quiera ;    * 

?ue  aunque  es  ni)  enemigo , 
a  en  mas  noble  guerra , 
De  su  vida  el  alma 
Es  la  prisionera. 
Veloz  entre  las  dos  lides 
De  los  canes  y  la  fiera , 

Y  del  caballo  y  los  canes 
Su  agilidad  interpuesta , 
El  arpón  dispara 

De  suerte ,  que  hecha 

Blanco  de  sus  plumas 

Una  mancha  negra ,    . 

Que  entre  el  codillo  y  la  espalda 

Señala ,  bien  como  en  muestra    . 

De  que  esta  allí  el  corazón , 

Le  hiere  en  él.  ¿Quién  creyera, 

Viviendo  con  alas 

El  corazón ,  que  ella 

Le  dé  al  corazón 

Alas  con  que  muera  ? 

A  cuyo  tiempo  acudiendo 

Al  bruto  que  desalienta        * 

La  enredada  lid ,  le  cofia 

Entrambos  pies;  de  manera, 

Que  el  que  amenazado 

Precipicio  era , 

Dlspoue  que  en  fácil 

Calda  se  resuelva; 

Y  tan  fácil,  que  en  los  brazos 
Le  recibe,  porque  tengan* 
Los  celos  siquiera  un  día 
Alguien  que  los  agradezca4 

O  dígalo  yo , 

Que  agradezco  verla... 

ESCENA  XL 

CAMPASPE ,  con  un  cuchillo  de  monte 
en  te  mam»,  y  ALEJANDRO,  cernen- 
do.—  ESTATIRA. 

ALEJANDRO. 

¡El  cíela  me  valga! 

CAMPASPE. 

Descansa  y  alienta ; 

Que  ya  de  entrambos  peligros 

Seguro  estas. 

ALEJANDRO. 


i  Quién  pudiera, 
id, 


Sino  tu  deidad,  Campaspe, 

Ser  quien  dos  vidas  me  ofrezca? 

¿No  bastaba  altiva, 

No  bastaba  tierna, 

Sino  liberal, 

Para  que  no  tenga 

Retirada  el  albedrioT 


m 


COMEDIAS  ÜE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


BMENA  XII. 


SIRÓES,  NISE  y  CLORI,  ton  arcot 

S  (techas.— ALEJANDRO,  ESTATN 
A ,  GAMPASPE ;  después,  EKES- 
TION. 

TOBAS. 

Aquí  está  Alejandro. 

SIRÓES. 

Sean 
Las  albricias  de  la  vida 
Tas  pies. 

{Arrodíllame  todas.) 

ALEJANDRO. 

Alzad  de  la  tierra. 

BSTAT1RA. 

A  todas  nos  toca , 
A  tus  plantas  puestas, 
Darla  a  ella  las  gracias , 

Y  á  ti  norabuenas. 

(Sale  BfesÜon.) 

EFESTIOR. 

Ya  que  seguir  del  caballo 

No  pude  la  lijereza* 

Dame ,  gran  señor ,  tus  plantas ; 

Bien  que  llego  con  vergüenza , 

Al  ver  que  a  vista  de  tantos , 

Te  socorra  y  favorezca 

Una  mujer. 

ALEJANDRO. 

No  toé  tal, 
Sino  una  deidad  suprema , 
Que  en  oposición  de  otras 
Su  divinidad  ostenta , 
Haciendo  que  el  mal 
En  bien  se  convierta ; 
Mas  ¿quién  sino  el  sol 
Venciera  una  estrella? 
El  nudo  rompí  gordiano , 
Cuya  osadía  violenta 
Me  dispuso  á  lo  fatal 
Del  agüero  que  en  si  encierra ; 

Y  pues  que  ya  la  amenaza 
Frustrada  y  vencida  queda , 
¿Quién  duda  que  es  deidad  quien 
Le  (luita  al  bado  las  fuerzas  f 

Y  asi ,  en  nacimiento  noble 
De  gracias,  Cainpaspe  bella, 
Tu  retrato  eo  ese  templo 
Colgaré ,  para  que  sea 
Padrón  a  los  siglos 

Que  diga  á  sus  puertas 
Que  él  solo  la  tabla 
Fué  de  mi  tormeuu. 

CAMPA8MC. 

En  menos  costa,  setter, 
La  vanidad  mia  quisiera 
Que  la  deuda  me  pagaras» 
Si  la  obligación  es  deuda. 

ALEJANDRO. 

¿En  qué  ?  que  palabra  os  doy, 
Que  no  baya  en  mi  obediencia 
Dificultad  imposible. 

GAMPASPE. 

En  que  os  vais  á  vuestra  tienda 
A  repararos,  porqué 
No  habrá  para  mi  fineza, 
Sino  en  la  seguridad, 
Señor,  de  la  salud  vuestra. 

ALEJANDRO. 

Aunque  lo  que  pedís  es 

Tan  a  costa  de  la  ausencia , 

Esto  es  cumplir  mi  palabra. 

Dios  guarde  á  vuestras  Altezas. (Vate.) 

EFBSTtON.  {Ap.  d  ella.) 
Hermosa  Nise,  pues  ves 


Que  Ir  tras  Alejandro  es  fuerza 
Acuérdate  de  mi  amor. 

Nise. 

No  haré  tal ;  que  será  ofensa. 

EPEST10N. 

i  Ofensa  acordarte? 

NISE. 

Si> 
Pues  se  olvida  el  que  se  acuerda* 
{V ase  Efesttoih) 

ESCEH A  XIII. 

ESTATIRA,   CAMPASPB,  SIRÓES, 
NISE ,  CLOR1. 

ESTATIRA* 

Bien  puedes,  Campaspe  (¡ay  cielo!), 
De  tan  noble  acción  como  esta 
Estar  muy  desvanecida. 

SIRÓES. 

Y  mas  si  en  el  templo  llegas 
A  ver  tu  retrato. 

CAMPASPB. 

A  mí 
Nada  hay  que  me  desvanezca , 
Sino  merecer  el  nombre 
De  una  humilde  esclava  vuestra. 
Pero  ya  que  de  mi  poca 
Política  he  dado  muestras, 
Diciendo  cuan  rada  hija 
Soy  destos  troncos  y  peñas ; 
No  por  vanidad,  sino 
Por  noticia... 

ESTATIRA. 

Di. 

GAMPASPE. 

Quisiera 
Saber  qué  cosa  es  retrato. 

SIRÓES. 

¿Nunca  ha  visto  tu  rudeza 
El  primor  de  la  pintura  ? 

campaspe.  . 

Pintura  ya  sé  qué  sea ; 

8ue  en  el  templo  he  visto  tablas , 
ue  de  colores  compuestas , 
Ya  representan  países, 
Ya  batallas  representan , 
Siendo  una  noble  mentira 
De  la  gran  naturaleza ; 
Pero  retrato  no  sé 
Qué  es. 

ESTATIRA. 

Pues  que  es  lo  mismo,  piensa , 
Con  la  circunstancia  mas 
De  que  la  copia  parezca 
Al  original  de  quien 
Se  saca. 

CAMPASPB. 

Y  ¿de  qué  manera 
Se  saca? 

ESTATIRA. 

Veráslo,  cuando 
A  hacer  el  retrato  vengan. 

Y  ahora  quédate  aquf , 
Para  que  á  la  quinta  puedas 
Guiarla  gente,  mientras  yo 
Doy  k  la  quinta  la  vuelta.— 
Clori,  Nise... 

las  dos.  * 

¿Qué  nos  mandas? 

ESTATIRA. 

Para  templar  mis  tristezas, 
Los  instrumentos  bajad  , 
A  los  jardines. 


'  SIRÓES. 

¿Qué  llevas? 

ESTATIRA. 

¿Qué  me  andas  preguntando 
Siempre  ?  Lo  que  fuere  sea. 

SIRÓES. 

IQué  notable  condición! 
(Vanee  las  das.) 

NISE. 

Ven,  probaremos  1$  letra , 
Clori ,  de  aquel  cortesano , 
Antes  de  cantarla. 

CLORI. 

Puerta 
Es ,  Nise ,  que  tu  la  aplaudas , 
Pues  eres  tu  a  quien  celebra. 

NISE. 

La  cortesanía  me  mueve 

Mas  que  la  lisonja  :  fuera 

Que  de  ser  querida,  Clori» 

A  ninguna  mujer  pesa.  (Vase.) 

clorl 

Ni  ninguna  de  ver  que  otra 

Es  la  querida ,  se  huelga.         (Vate.) 

ESCENA  XIV. 

CAMPASPE. 

Ya  que  segunda  vez,  cielos, 
Sola  en  mis  montes  me  dejan , 
Paréntesis  á  mis  ansias 
Lo  que  ha  sucedido  sea ; 

Y  demos*  discurso. 
Segunda  vez  vuelta 
A  aquella  memoria 
Que  tanto  me  cuesta. 

¿Qué  aprensión,  qué  fantasía , 
Qué  ilusión ,  sombra  ó  idea 
(Aqui  quedé)  es  estaque 
A  cada  paso  me  cerca» 
Sin  que  el  claro  día 
Ni  la  noche  negra, 
O  la  luz  me  alambre  t 
O  el  suefio  me  venza? 
Parece  ¡  ay  de  mi!  que  al  dar 
Al  dia  y  la  noche  quejas     • 
De  lo  que  la  una  aae  aflige , 
Lo  que  la  otra  me  desvela , 
Una  y  otra  quieren 
Hoy  satisfacerlas, 
Pues  que  mis  sentidos 
Turban  y  potencias. 
Permite ,  infeiiee  joven , 
Que  horroroso  representas 
Siempre  tu  sombra  á  mi  vista , 
Siquiera  un  instante  treguas 
A  tantos  temores : 
Que  no  te  hago  ofensa. 
Pues  son  muerte  y  sueno 
Una  cosa  mesmaw 

Y  puesto  que  ya  ta  gente 
Toda  á  la  quinta  se  acerca , 

Y  yo  no  hago  falta  joh  tu, 
Intrincado  seno,  alberga 
Vivo  un  cadáver ! 

(Recuestase  en  él  césped,  y  duéntetr.) 

ESCENA  XV. 

APELES.  —  CAMPASPB  ,  dormida 

apeles»  (Sin  ver  á  Campaspe.) 

Fortuna , 
¿Adonde mis  pasos  llevas , 
Sin  saber  qué  puerto 
Elijan ,  ni  tengan 
Tantas  ansias ,  tantas 


Desdichas  j  penas? 

¿Quién  crérá  que  haber  caldo 

Tan  sin  sentido,  en  defensa 

De  aquel  prodigio ;  qne  hallarme 

Sin  saber  á  quién  le  deba 

L:i  piedad,  adonde 

La  humilde  miseria 

De  un  cuerpo  de  guardia 

Herido  me  tenga ; 

Que  haber*  callado  mi  nombre  » 

Porque  Alejandro  no  sepa 

Que  reñí  con  sus  soldados ; 

Que  mal  cobradas  las  fuerzas , 

Salga  á  ver  el  dia , 

Siguiendo  esta  senda 

Sin  guia,  sin  rumbo, 

Sin  norte  ni -estrella : 

Nada  me  aflige,  ni  nada 

Me  turba  ni  desconsuela , 

Sino  solo  no  saber 

Qué  mujer  ¡  cielos!  fué  aquella  » 

Que  el  verla  ( ¡,  ay  de  mi ! ) 

Pagándome  en  verla* 

Hizo  mi  fortuna 

Próspera  y  adversa? 

Decidme,  montes,  pues  fuisteis 

Testigos  de  mis  tragedias, 

Decidme,  aves,  lleras,  plantas, 

Flores,  troncos,  riscos,  penas, ' 

Si  hallaré,  pues  mi  hado 

Perdido  no  encuentra 

8uiendeml  me  diga, 
uien  me  dina  delta? 
¿Murió  en  faltándola  yot 

campaspe.  (Entre  sueños.} 
No... 

Aróte*. 

¿Tuvo,  cuando  ausente  estuve..* 

CAMPASP1. 

Tuve... 

.      APELES. 

Quien  venciese  en  su  disculpa? 

CAMPASPE. 

La  culpa... 

APELES, 

¿Qué  eco  á  mi  toa  respondió? 

campaspm. 
Yo. 

APELES.    * 

;  Cielos !  ¿si  es  verdad  ó  no « 
Que  el  aire  me  ha  respondido  ? 
Pues  ha  sonado  en  mi  oido... 

los  nos. 
No  tuve  la  culpa  yo. 

APELES. 

Si  oi  bien  6  mal ,  ¿habrá  quien.*. 

campaspe. 
Bien... 

APELES. 

Me  diga,  y  si  verdad  fué... 

CAMPAS». 

Que... 

apeles. 

Que  en  mj  desdicha  fué  dicha... 

CAMPASPE. 

La  desdicha.  M 

APELES* 

Tuva  amparo  cuando  anduve  ?x 

OAKPASPtV 

Tuve. 

AfELES. 

Otra  vez  tena  es  que  hube 
De  dudar,  si  es  que  colijo 
Qne  el  eco  otra  ves  me  dijo... 

LOS  DOS. 

Bien  que  la  desdicha  tuve. 


DARLO  TODO  Y  NO  DAR  NADA. 

APELES. 

Mas  no :  ilusión  es  lijera ; 

Que  el  eco  no  habló  en  lo  hueco; 

Pues  ne  me  dijera  el  eco 

Lo  que  yo  no  le  dijera. 

Y  asi,  por  toda  esta  esfera, 

Desta  voz  iré  buscando 

El  dueño.  ¡  Qué  estoy  mirando !  (Vela.) 

¿Cómo  es  posible,  que  siendo 

Ella  la  que  está  durmiendo, 

Sea  yo  el  que  estoy  soñando? 


tlt 


*  Cómo  puede  ser  ¡  oh  bella 
f  si  eres  homicida. 


Deidad 

?ue  yo  te  busque  con  vida , 
que  tu  te  bailes  sin  ella? 
'  Si  á  mi  me  toca  el  perdella 

Y  á  ti  el  haberla  guardado, 
¿Cómo  sin  ella  te  he  hallado? 
Vuelve,  vuelve  en  tu  sentido ; 
Que  el  haberla  tú  perdido , 
No  es  haberla  yo  ganado. 

¿Si  la  despertaré?  Si, 

Aunque  su  enojo  me  asombre ; 

Que  mujer  que  ha  muerto  un  hombre, 

No  es  justo  que  duerma  asi-"* 

Bella  deidad...  (Despiértala.) 

CAMPASPE. 

i  Ay  de  mf  h 
¡.Qué  miro !  (Buge  de  él) 

APELES.  (Ap.) 

¡Qué  mal  anduve l 

CAMPASPE. 

¡.Sombra,  ilusión  !... 

APELES.  (Ap.) 

Necio  estuve. 

CAMPASPE. 

No  me  des  muerte,  pues  no , 
No  tuve  la  culpa  yo , 
Bien  que  la  desdicha  tuve. 

(Buve  ella,  y  él  le  signe.  \ 

APELES. 

¿Quién  te  da  la  culpa  á  ti:, 
Ni  la  desdicha  te  da? 
Pues  nada  es  desdicha,  ya 
Que  otra  vez  tus  ojos  vi. 

CAMPASPE. 

No  me  aflijas ,  pues  no  fui , 

Ni  de  tu  esplendor  la  nube , 

Ni  quien  tu  atiento  detuve; 

Que  si  otro  muerte  te  dié, 

No  tuve  la  tulpa  ye». 

Bien  qne  la  desdicha  tuve. 

Déjame  pues ,  no  el  empeño 

Crezcas  á  mi  fantasía ,       (Huyendo.) 

Pasando  á  la  luz  del  dia 

Las  negras  sombras  del  sueño. 

APELES. 

Hallado  y  perdido  dueño 

De  un  alma,  que  te  ha  buscado 

Tan  A  costa  del  cuidado. 

Que  á  un  mismo  tiempo  na  venido 

A  hallar  lo  que  había  perdido, 

Y  á  perder  lo  que  habla  hallado  : 
No  de  mf  huyas... 

campaspe.  (Cóbrase  un  poco.) 

I  Ay  de  mi ! 

APELES. 

Que  no  soy  Ilusión  yo. 

CAMPASPE. 

¿Liego  no  eres  sombra? 


No. 

CAMPASPE. 

¿Luego  estás  con  vida? 

APELES. 

Sí. 


tí 


CAMPASPE. 

¿No  te  mataron? 

APELES. 

No  fui 
Tan  dichoso. 

CAMPASPE. 

¿Dicha  fuera? 

APELES. 

Morir  por  ti ,  claro  era. 

*  CAMPASPE. 

Pues  yo  ¿  no  te  vi  á  mis  pies 
Muerto? 

APELES. 

Ahora  también  me  ves , 
Aun  mas  que  la  vez  primera. 

CAMPASPE. 

¿Cómo? 

APELES. 

Como  allá  la  herida 
Del  cuerpo  me  deió  en  calma; 
Y  aqui  la  herida  del  alma 
¡Oh  bellísima  homicida ! 
Ha  vuelto  á  darme  hn  vida , 
Para  que  de  una  manera 
Aqui  viva  y  allá  muera, 
Sin  morir  y  sin  vivir. 

CAMPASPE. 

Í Quién  te  pudiera  decir 
,o  que  en  albricias  te  diera 
De  las  nuevas  que  me  das? 

apeles. 

De  cuál  deltas  ?  ¿  de  que  muero , 
"  de  que  vivo  ? 

CAMPASPE. 

No  quiero 
Declararme ,  joven ,  mas  : 
Baste  decir  que  jamas 
Tuvo  mi  hado ,  siempre  esquivo , 
Mu  gozo  del  que  recibo, 
Al  oir  ambas  nuevas  bellas. 

APELES. 

Si;  mas  dime  de  cuál  dellas, 
¿De  que  muero,  u  de  que  vivo? 
(Ruido  dentro.) 

CAMPA8PE. 

No  sé...  Pero  gente  allí 
Hay  :  no  contigo  me  vea. 

APELES. 

¿Será  posible  lo  sea 
El  volver  á  verte? 

CAMPASPE. 

Si. 

APELES. 

¿Dónde  be  de  buscarte? 

CAMPASPE. 

Aquí. 

APELES. 

¿Vendrás? 

CAMPASPE.  (Ap.) 

Hablad ,  alma ,  vos. 

APELES. 

¿Qué  dices? 

CAMPASPI. 

Que  si. 

APELES. 

A  ios  dos 
(Ruido  dentro.) 
Un  hombre  se  va  acercando. 

CAMPASPE. 

Pues  quédate  tu. 

APELES. 

¿  Hasta  cuándo? 


«20 

CAMPASPE» 

Hasta  otra  alba. 

APELES. 

'Adiós. 

CABPASPE. 

Adiós.  {Vate.) 

ESCENA  XVI. 
CHICHÓN.  —  APELES. 

CHICHÓN. 

Aunque  de  lejos  te  vi  f 
Las  señas  no  me  mintieron. 
¿Es  posible  qoe  volvieron 
Mis  ojos  á  verle? 

APELES. 

i  Así, 
Traidor, Indine,  villano c 
Me  recibas,  después  que 
Tan  poca  tu  lealtad  toe , 
Que  dejándome!... 

CflICHOft. 

La  mano 
Ten ;  que  no  me  pagas  bien , 
Después  que  herido  te  vi , 
Lo  que  he  pasado  por  tí. 

APELES. 

¿Tú  por  mi? 

chiohow,   . 

Yo  por  Ü.  i  Quién,  ' 
Al  verte  en  sangre  tenido, 
Como  un  león  embistió 
Con  todos  tres ,  sioo  yo  ? 
¿Quiéu  dejando  á  este  partido 
por  medio  de  un  tajo  tal 
Que  puso  en  puntos  el  arte, 
Pasó  á  este  de  parte  a  parte, 
A  tiempo  que  en  diaconal 
Circulo  aquel  me  embistió? 
¿Quién ,  dando  al  otro  un  hurgón , 
La  herida  de  conclusión 
Hizo  al  que  se  seguía? 
¿Y  quién ,  tomando  á  destajo 
Que  nadie  le  quede  á  vida, 
Le  dio  a  este  fa'zambullida , 
Y  á  aquel  la  de  uñas  abajo  ? 

APELES. 

Oye,  aguarda.  ¿De  qué  modo 

? dii,  si  todos  eran  tres, 
a  seis  los  muertos? 
chichón. 

¿No  ves 
Que  maté  sombras  y  todo? 
En  8n ,  tropezando  ( \  extraña 
Desdicha  es  la  del  tropiezo í ) 
Las  garras  me  echó  al  pescuezo 
El  barracliel  de  campana. 
Rn  un  cepo  me  metió » 
Donde  be  estado  hasta  este  dia. , 
Que  un  amigo  que  tenia , 
La  coartada  me  probó. 

APELES. 

¿La  coartada?  ¿Cómo  asi, 
*i  á  Untos  diste? 

6HICH0H. 

Porqué 
Fué  fácil  el  probar  que 
Les  di  sin  estar  allí. 
De  no  verle  noche  y  dia 
Fué  la  causa  mi  prisión. 

APELES. 

Calla  :  ya  sé  cuáles  son 
Tu  locura  y  cobardía. 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


.  EscaotA  XVII. 

EFESTION  t  ALEJANDRO ,  fin  ver  á 
-APELES  t  CHICHÓN. 

EFESTIO!!.,    ' 

En  fin, ¿vuelves? 

ALEJANDRO. 

¿Qué  be  de  hacer» 
Si  estoy  fuera  de  m'i  centro 
Donde  á  Campaspe  no  encuentro? 
¿Cómo  podría  saber 
Por  dónde  iria? 

EFESTIOff. 

Hacia  allí 
Dos  hombres ,  señor,  están  : 
Ellos  quizá  lo, sabrán. 

ALEMZIMIO. 

Oye,  ¿no  es  Apeles? 

EFESTIOlf. 

Si. 

ALEJANDRO,       t 

Ventura  ea  haber  venido 
A  tan  buen  tiempo. 

apeles,  (A  Chkhon.) 

Crueles 
Son  tus  locuras, 

alejandro, 

Apeles. 

apeles. 

Las  plantas,  señor,  le  pido. 

alejandro. 

Aunque  de  lo  que  bas  tardado 
Queja  pudiera  formar, 
Los  brazos  te  quiero  dar, 
Por  el  tiempo  a  que  bas  llegado. 

apeles.  (Ap.  á  CMch*n%) 

Pues  él  no  sabe  de  mi 
Mas  de  que  me  tuvo  ausente 
Su  licencia ,  nada  cuente 
Tu  voz. 

chichón. 

No  haré. 

apeles. 

Feliz  fui, 
Ya  que  en  la  vuelta  tardé, 
En  venir  en  ocasión. 
Que  ella  me  alcance  el  perdón 
De  la  tardanza. 

alejandro. 

No  sé 
Cómo  encarecerte  cuánto 
Estimo  el  llegarte  á  ver 
Dia  en  que  le  he  menester. 

apeles. 

Mncho,  gran  señor,  roe  espanto, 
Cuando  ser  (u  esclavo  iratq, 

ue  me  recibas  asi. 
¿ten  qué  te  sirvo? 

ALEJANDRO. 

Por  mi 
Hoy  has  de  hacer  un  retrato 
De  latí  hermoso  sujeto, 
Que  no  hayas  menester, 
Como  en  el  mió,  poner 
Perlil  á  ningún  defeto. 

APELES. 

Muy  poco  haré  en  eso  yo , 
Para  lo  mucho  que  escucho. 

ALEJANDRO. 

Aunque  es  poco,  importa  mucho 
Que  lodo  tu  estudio  no 
I  Perdone  al  arte  este  dia 


i* 


La  elegancia  con  que  sueles 
Esmerar  de  tus  pinceles 
La  gala  v  la  valenlia. 
.Una  mujer  has  de  ver, 

Y  esta  me  has  de  retratar 
Con  tal  alma ,  que  el  hablar 
La  falte,  por  no  querer. 
Bien ,  que  en  esta  parte ,  no 
Vendrá  á  ser  tuya  la  palma, 
Pues  si  la  vieres  con  alma ,  . 
Es  que  se  la  he  dado  yo. 

APELES. 

Digo,  señor,  que  pondré 
Al  retrato  tal  cuidado, 

?ue  aun  en  el  lienzo  pintado 
an  fuera  del  lienzo  esté, 
Que  llegue  tu  amor  felfa 
A  persuadirse ,  no  en  vano , 
Que  echarla  puede  la  mano 
Entre  el  cuadro  y  el  matiz. 

CHICHÓN. 

Y  yo,  que  ya  soy  criado 
De  Apeles ,  la  moleré 
Mas  que  á  los  matices. 

ALEJANDRO. 

¿Qué 
Te  obliga  á  no  ser  soldado? 

CHICHÓN. 

Haber  dado  una  menguada 
En  pensar  que  es  peor  estado 
El  ser  moza  de  soldado 
Que  el  ser  moza  de  soldada. 

ALEJANDRO. 

Pues  bien  puedes  prevenir 
Pinceles,  tabla  y  colores; 
Aunque  mejor  á  las  flores 
Se  los  pudiera»  pedir, 
Pues  todas  los  dieran  fieles, 
Mezclando  á  tan  altos  fines 
Entre  rosas  y  jazmíneo 
Azucenas  y  claveles. 

Y  pues  que  ya'no  está  aquí , 
¿Quién  duda  en  la  quinta  está? 
Llévale,  Efestion ,  allá , 

Y  de  mi  parte  les  di 
A  Estatira  y  Siróes 

Que  á  hacer  el  retrato  envío 
Del  templo,  aunque  mi  albedrfo 
No  sé  lo  que  hará  después.— 

Y  lú ,  porque  sea  mejor 
El  primor  de  tu  pintura. 
Píntame  á  mi  su  hermosura, 

Y  píntala  á  ella  mi  amor.  (Vase.) 

efestion. 

Venid  conmigo ,  porqué 
Lo  que  importe  prevenir, 
Se  disponga  áules  de  ir. 

apeles. 

En  todo  obedeceré 
Vuestras  órdenes. 

EFESTION. 

Con  ella 
Podrá  ser  veáis  otra  dama 
De  no  menor  lustre  y  fama , 

Y  quizá,  Apeles,  tan  bella. 

apeles. 

Mucho  me  holgaré...  (Ap.  Aunque  on 
Nada  llenará  mi  idea;  [mi 

Que  no  es  posible  que  sea 
Igual  á  la  que  yo  vi. 

(Yante.) 


Sala  en  la  quinta  de  EsUtirt. 

ESCENA  XVIIL 

ESTATIRA,  CLORl,  NISE,  s**as: 
i  hosicos ,  con  instrumentes. 

ESTATIRA. 

Vuelve,  Nise,  a  repetir 
La  letra;  que  hacerte  quiere 
Bata  lisonja,  si  Infiero 
Que  se  debió  de  escribir 
Por  tí. 


Huchas  hay,  señora, 
De  mi  nombre :  no  seria 
Pur  mi ;  que  la  humildad  mia 
No  se  halla  merecedora 
Deste  aplauso. 

ESTATIRA. 

¿  Coya  es* 


De  un  discreto  cortesano , 
Cojo  ingenio  soberano 
Goza  el  mas  alto  toleres 
Del  crédito  y  la  opinión , 
Por  galán ,  noble  y  discreto. 

kstatuu. 

Bien  fo  dice  en  su  concelo 
El  aire  de  la.caucion» 

RISB.  (Canta.} 

Á  Nise  ador  o,  9  aunque 
La  d^e  mi  frenesí , 

Ni  sé  Hme quiere,  ni 
Per  qué  ha  de  quererme  ai. 


EPESTION  t  APELES,  que  s*qutU 
dan  d  la  puerta.*-  Dieses. 

KFKSTfOlf. 

Esperad:  no  interrumpamos 
Esta  voz,  que  dulcemente» 
Por  la  letra  y  quien  la  canta  f 
Me  ha  suspendido  dos  Teces. 

Aritos. 
Ya  hice  yo  reparo  en  uno 

Y  otro;  que  son  muy  parientes 
Música,  poesía  y  pintura. 

Y  á  lo  que  á  mi  me  parece , 
Si  se  hubiera  de  glosar 

La  canción  4  no  facO  mente 
Se  le  hallaran  dos  sentidos* 

EFESTIOR. 

Escachad;  que  a  cantar  vuelven. 

■ósica. 

Á  Nise  adoro,  a  aunque 
La  düe  mi  frenesí , 
Ni  sé  si  me  auiere%  ni 
Parqué  ha  de  quererme  sé. 

EFESTIOlt. 

Ya  que  han  cesado,  esperad 
Que  á  pedir  licencia  llegue. 

BSTATIBA. 

¿Quién  es  quien  se  entra  hasta  aquí  ? 

EFBSTIOS. 

Quien  con  dos  disculpas  tiene 
Seguro  que  vuestro  enojo 
8o  sagradas  iras  temple. 
La  primera  es  la  dulzura 
Con  que  este  canto  suspende, 
Tanto,  que  no  deja  acción 
Para  que  otra  acción  se  acierte ; 

Y  la  segunda,  venir 


DARLO  TODO  Y  NODAB  NAPA. 

¡  De  parte  de  quien  merece 
Vuestra  audiencia  á  cualquier  hora. 

estatuía. 

¿Quién  en  vuestro  juicio  tiene 
Ese  mérito  ? 

EFESTIOlf. 

Alejandro. 

ESTATUÓ. 

(Ap.  i  Si  tan  feliz  mi  amor  fuese, 
Que  lograse  en  su  memocjfe. 
Algún  alivio  mí  suerte!) 
Pues  bien ,  ¿qué  manda  Alejandro? 

EFESTIOlt. 

Que  deis  licencia  que  llegue 
A  retratar  A  Campaspe 
(Que  ya  sabéis  cómo  tiene 
Ofrecido  su  retrato 
A  las  sagradas  paredes. 
De  Júpiter )  el  no  igual 
Arte  del  divino  Apeles. 

ESTATUÓ. 

(Ap.  Esto  y  lo  que  yo  pensaba, 
Todo  es  uno.)  Decid  que  entre. 
(Acércase  Apeles.) 

AFEUS. 

A  vuestras  plantas ,  señora  * 
Antes  de  veros ,  alegre , 
Feliz ,  contento  y  ufana 
Venia ,  por  pareeerme 

8ue  habla  de  conseguir 
I  empeño  á  que  me  atreve 
La  obediencia  de  mi  duefio; 
Mas  después  de  veres ,  vuelve 
Atrás  mi  esperanza. 

ESTATIRA. 

¿Cómo? 

AP¿LES. 

Como  pintarse  no  pueden. 
Las  perfectas  hermosuras, 
Sin  que  el  crédito  se  arriesgue. 
Cuando  en  un  rostro  hay  lunar 
O  desproporción  que  acuerde. 
Cuando  se  mira  el  retrato, 
De  su  dueño  las  especies , 
Es  fácil  el  retratarle ; 
Mas  cuando  es  tan  excelente, 
Que  no  hay  término  en  sus  partes 

Sue  desordenado,  deje    ' 
species  á  la  memoria, 
No  se  imita  fácilmente  : 

Y  asi  habréis  de  perdonarme» 
Cuando  el  retrato  no  acierte, 
Si  está  en  vuestra  perfección, 

Y  no  en  mi ,  el  inconveniente. 

ESTATIRA. 

Cortesano  sois,  pintor, 

Y  es  preciso  que  me  pese  ] 
Que  vuestra  cortesanía 
Tenga  mas  peligro  que  ese. 

APELES. 

¿Por  qué? 

ESTATIRA. 

Porque  no  soy  yo 
L%  del  retrato ;  y  si  viene 
A  estar  en  lo  mas  hermoso 
El  riesgo  al  no  parecerse, 
Es  mas  hermosa  que  yo  : 
Con  que  vuestro  empeño  tiene 
Mas  que  vencer;  y  porqué 
Lo  veáis,  yo  haré  que  en  breve 
Venga  á  veros  mas  airosa 

Y  mas  prendida  que  suele. 
Porque  tenga  en  sus  adornos 

Yo  alguna  parte.  (Ap.  Esto  es  verme 

Obligada  k  no  mostrar 

La  envidia  que  el  sima  siente; 

Y  para  hacer  la  deshecha 


m 


Mejor,  esto  ha  de  ser.)  Veume, 
Nise ,  cantando  ese  tono ,   . 
Y  vosotras  desde  ese 
Cenador  cantad ,  en  tanto 
Que  la  pintan ,  porque  temple 
La  penalidad  de  estar 
Suspensa  el  tiempo  que  fuere 
Necesario. 

CLORJ. 

Parque  sea 
Todo  á  proposito,  puede 
Ser  el  tono  que  cantemos, 
El  del  retrato  de  (rene. 

\Vanse  los  músicos.) 

.    TUSE. 

{Ap.  á  Efestion.  Fuerza  es  que  tras 
üsperad .  que  si  pudiere  [va 

Volveré  a  veros. 

APELES. 

Yo  en  tanto 
Voy  á  ver  si  Chichón  vieue 
Con  el  bastidor,  el  lienzo, 
Los  matices  y  pinceles. 

ESTATIRA. 

¿No  cantas,  Nise? 


ella 
vaya.) 


(Vase.) 


¿Pues  cuándo 
No  es  mi  oficio  obedecerle  ? 

ESTATIRA.  (Ap.) 

¡Oh  cuan  á  costa  del  alma 
Finge  la  que  calla  y  siente  l 

nise.  (Cania.) 
A  Nise  adero,  y  aunque » etc. 
(Éntrense  EstatírarNise  y  ios  damas, 
cantando.) 

ESCENA  XX. 

EFESTION,  CLORI. 


Por  si  no  volviere  Nise , 
Gomóme  ha  ofrecido,  bacedme 
Merced  de  decirla,  Clori, 
Cuánto  el  alma  la  agradece 
El  que  haya  hecho  tanto  aprecio 
De  cortesanía  tan  leve 
Como  aquel  mole. 

CLORI. 

¿Porqué 
Que  le  cante  os  desvanece? 

EFESTION. 

Porque  es  su  ingenio  él  que  adoro , 
Y  asi  estimo  que  el  mió  precie. 

CLORI. 

¿Y  es  galantería  ó  locura 
Alabar,  cuando  eso  fuese, 
Una  dama  á  otra? 

EFSSTIOFt. 

No  sé; 
Pero  si  es  locura « tiene 
Disculpado  el  frenesí. 

CLORI. 

Pues  sabed,  gue  á  las  mujeres,. 
Sin  que  nos  importe  nada» 
La  ajena  alabanza  ofende. 


Groserías  de  rendido 
Groserías  son  corteses; 
Que  no  os  quita  á  vos  eJ  ser 
Discreta  y  hermosa,  el  verme 
Menos  bien  empleado  en  Nise , 
Que  estuviera  en  vos. 


i 


132 


COMEDIAS  DIS  DON  PEDKO  CALDERÓN  DÉ  LA  BARCA. 


NISE.  —  EFESTION,  CLOIU. 

nise. 

¿No  puede 
Ser  fino  con  ana  dama 
Tin  hombre ,  sin  que  sea  aleve 
fon  otra? 

EFESTIOH. 

Yo,  AL.,  con  Cío.- 
F1...  cuando... 

cloei. 

¿Qué  te  enmudece? 
nisk.    v 
¿Qué  le  turba? 

EFESTIOH. 

No  saber  ♦ 
Pues  una  y  otra  se  ofende 
De  lo  que  quiero  y  no  quiero, 
Cuál  me  olvida  ó  cuál  me  quiere. 

CLOR|. 

Yo  ¿por  qué  había  de  olvidarte?  (Vase.) 


Yo  ¿por  qué  había  de  quererte?  (Xute.) 

Enano*. 
Oye ,  Nise ;  escucha ,  Clori. 

ESCOTA  TOX 

CHICHÓN,  son  todo  aderezo  de  pin- 
tar, t  AMBLES.  —  EFESTION. 

CHICHÓN. 

Ya  están  aquí  caballete, 
Pinceles,  lienzo,  paleta, 
Colores,  piedra  y  aceite. 

apeles. 

Ponió  aquí,  que  hay  buena  luz , 

Y  avisad  vos  que  ya  puede 
Salir  la  dama. 

■FHSnoif. 

{ Ay  de  mi ! 

APELES. 

¿Qué  es  lo  que  ahora  os  suspende? 

EKSTIOM. 

Dijisteis  que  no  era  fácil 
La  glosa  de  aquel  motete; 

Y  ya  se  ha  facilitado 

Con  lo  que  aqui  me  sucede 
Después  que  de  aqui  salisteis 

APÍI.ES. 

«De  qué  suerte? 

EFESTIOH. 

Desta  suerte. 

,  apeles. 

Dejad ,  para  que  la  entienda , 
Que  de  los  versos  me  acuerde* 
A  Nise  adoro,  y  aunque... 

EFESTIOH. 

Hablando  de  Nise  bella» 
Con  Clori,  me  preguntó 
¿Qué  inclinaba  mas  mi  estrella? 
A  que  mi  amor  respondió 
Que  el  ingenio  que  hay  eti  ella : 
Con  que  no  solo  mostré 
Que  adoro  á  Nise ,  shió 
Lo  que  en  ella  adoro ,  en  fe 
De  que  se  sepa  que  yo 
Adoro  á  Nise ,  y  aun  qué. 

APELES. 

La  dije  mi  frenesí. 

EFESTIOH. 

Clori ,  al  parecer  quejosa 


(Que  no  hay  mujer  que  otra  quiera 

8ue  sea  discreta  ni  hermosa) 
de  vaoaó  de  celosa, 
Un  loco  me  dijo  que  era* 
Yo  el  serlo  la  concedi , 
Pues  por  Nise  el  juicio  pierdo; 
Vas  de  tal  locura  en  mi 
Por  lo  menos ,  que  era  cuerdo 
La  dije,  mi  frenesí. 

APELES. 

Ni  sé  ti  me  quiere ,  *f  .*. 

EFESTIOH. 

Oyendo  nuestras  cuestiones , 
Nise  llegó ,  y  yo  quedé 
Tan  turbadas  mis  acciones , 
Que  cuanto  desde  allí  hablé , 
Fueron  troncadas  razones. 
Ni...  (dije)  por  verme  ff... 
ContiT..  á  Cío...  tengo  quejó... 
Y  asi ,  entre  las  dos  parü. .. 
Ni  sé  sí  me  olvida  Cío... 
Ni  sé  si  me  quiere  «  Ni... 

APBLRS. 

Porqué  ha  de  quererme  sé. 

EFESTIOH. 

Ambas,  riéndose  si  ver 

Mi  turbación  singular. 

Falsas  quisieron  saber 

Por  qué  una  me  bu  de  olvidar , 

Por  qué  otra  me  ha  de  querer. 

Yo  respondí :  «Si  amor  rué 

Pino  y  necio  en  declararme , 

Bien  de  una  y  otra  la  fe , 

Pues  sé  porqué  ha  de  olvidarme, 

Por  qué  ha  de  quererme  sé. 

Mas  quédese  aqui  la  tema 

De  si  puede  ó  si  no  puede 

Glosarse;  y  vamos  á  que 

Ya  bacía  aqui  la  dama  viene 

Que  habéis  de  retratar» 


APELES. 


Es? 


¿Cuál 


EFESTION. 

La  que  miráis  presente. 


A  XXIII. 

CAMPASPE ,  vestida  de  gala.^Dmos. 

APELES.  (Ap,) 

¡  Qué  miro !  ¡  Ay  de  mi  infelice ! 
i  No  es  esta  ( j  Cielos ,  valedme !  \ 
En  la  pendencia  y  el  monte 
La  de  mi  vida  y  mi  muerte? 

campas PE. 

{Para  si.  Hasta  ver  lo  que  es  retrato 

El  alma  traigo  rendiente.) 

¿  Sois  el  pintor?     .  (A  EfesHon .) 

EFESTION. 

No ,  sefiora : 
El  que  miráis  es  Apeles. 

campaspe.  (Ap.) 

El  del  monte  y  la  pendencia 

( ¡  Valedme ,  cielos ! )  ¿  no  es  este  ? 

APELES. 

Yo  soy ,  Señora  (Ap  No  acierto 
A  hablar.) ,  el  que  á  copiar  viene 

*  Imposible  hubiera  sido  vencer  la  AHU 
callad  ae  esta  flota,  si  el  poeta  do  hubiese 
acudido  al  recurso  de  los  pies  quebrados. 
Bien  se  entiende  que  el  sentido  de  la  copla 
es  este. 

Ni*¿  (dije),  por  verme  Uno 
Contigo ,  i  Clori  teayo  anejo* J  ; 
Y  asi ,  entre  las  dos  nartitfo 
Ni  sé  si  me  olvida  Clori, 
Ni  sé  si  me  quiere  Nise. 


Vuestra  hermosura ,  porqué 
Como  el  que  una  carta  teme 

?ue  se  pierda ,  y  la  duplica; 
o  asi  es  forzoso  que  intente 
puplicar  vuestra  hermosura. 
Con  temor  de  que  se  pierde. 

CAUPA8PE. 

No  os  endeudo,  ui  sé  cerno , 
Si  el  duplicarse  es  hacerse 
pe  una  dos,  en  la  pintura 
Se  pierda  porque  se  aumente. 

APELES. 

Fuera  fácil ,  con  saber 
Que  en  mi  desdichada  suerte 
Quizá  el  hacer  de  una  dos , 
Es  porque  os  pierda  dos  veces. 

CAMPASPE. 

Vuelvo  á  decir  que  no  sé 
Por  qué  lo  decís. 

APELES. 

No  puede 
Explicarse  mas  el  alma. 

,  <  campaspc. 
Pues  dejad  la  vok  pendiente       [dije  * 
Hasta  otra  alba...  {Ap.  d  él.  Como  os 

'    APELES. 

Ya  no  es  posible  que  espere 
Esa  luz. 

<   campaspe. 
¿Porqué? 

•       APELES. 

Porqué 
Tanto  el  orden  se  pervierte 
De  todo  en  mi,  que  aun  el  ama 

Desde  ahora  rae  anochece. 

CAUPASPB. 

Tercera  vez  no  os  entiendo» 
Pero  sea  lo  que  fuere , 
Mirad  quu  es  fuerza  acudir, 
Siquiera  por  los  presentes, 
A  lo  que  venis. 

APELES. 

Traed 
En  qué  esta  dama  se  siente. 

chichón. 
Aqui  un  taburete  está , 
Y  es  dicha  ser  taburete , 
Porque  quepa  el  guardainfante, 
Ya  que  ellos  son  solamente 
Los  que  medrau ,  no  teniendo 
{trazos. 

(Siéntase  ella ,  ff  él  pene  el  bastidor, 
y  toma  la  paleta  :  Chichón  muele  la* 
colores,  y  pinta  Apeles.) 

campaspe.  (Ap,) 
i  Qué  Jingo  yo  aqui  para  que  él 
pesde  allí  les  represente 
A  otros  mi  imagen  ? 

APELES. 

Nob*gais 
Mudanza ,  para  que  llegue 
A  coger  mas  Ojo  el  aire. 

OAHPASBC. 

¿ Que  no  haga  mudanza  quieres? 

apeles. 
Es  Coerza,  que  si  la  hacéis., 
Todo,  lo  que  pinte  yerre. 

campaspe. 

Buen  arte  es  el  que  no  admite 
Mudanzas  en  las  mujeres.. 

GUIOUÜH, 

Por  eso  otras  que  se  pintan 
De  matices  diferentes , 
No  solo  se  mudan ,  pero 
Se  enmudan  con  los  afeites. 


•       APELES. 

Galla  tu  y  muele,  Chichón. 

CHICHÓN. 

¿Cuándo  callan  los  que  muelen? 

CAMPASPE. 

Pues  ¿ qué  hace  aquel  allí? 

CHICHOS. 

•      Un  chiste 
Te  lo  dirá  brevemente. 
A  una  mozuela  la  dye , 
Kepartiendo  unos  cachetes 
Un  día* entre  sus  mejillas 
Y  sus  labios  y  sus  dientes  : 
•  Mi  oficio  es  moler  colores  : 
Hija  mía  y  no  te  quejes. » 

APELES, 

O  vete  allá  fuera,  ó  calla. 

CHICHÓN. 

Por  mas  fácil  tengo  el  vete.      (V*w.) 

EFESTIOR. 

Eo  tanto  que  vos  pintáis, 
Voy  á  ver  si  hablar  pudiese 
A  Mise  en  eaos  jardines. 


(Vasa.) 


APELES,  CAMPASPE;  luego* música, 
dentro* 

APELES. 

Pues  solo  he  quedado,  atiende ; 
Que  cumpliendo  de  pintor 

Y  de  criado  las  leyes , 
Piolaré  al  olio  tus  gracias 

Y  mis  desgracias  ai  temple. 

música.  {Dentro.) 
Condición  v  retrato 
lemán  de  Irene ; 
Que  ha  de  dar  muerte  á  todos , 
Si  la  parece. 

apeles.  {Pintando.) 

Hermosísima  deidad. 
Que  arbitro  absoluto  eres 
De  mi  muerte  y  de  mi  vida, 
¿Cómo  dices  que  no  entiendes 
Mi  dolor ,  si  mi  dolor 
Hablando  tan  claramente 
Está  en  mis  mismas  acciones, 
Cuando  hay  poder  que  me  fuerce 
A  que  le  Heve  tu  imagen, 
Porque  en  tu  imagen  le  lleve 
El  Ídolo  de  su  amor, 
En  cuyas  aras?... 

CA1PASPE. 

Suspende 
La  vos ;  que  te  entiendo  menos 
Cuando  a  tu  dolor  parece 
Que  se  explica  mas.  ¿Qué  imagen , 
Qué  Ídolo ,  qué  amor  es  ese? 

música.  (Dentro.) 

Cuando  Ubre  el  cabello 
No  la  obedece*. 
Como  d  un  negro  le  (rato, 
Pue$  que  le  prende. 

APELES. 

La  imagen  este  retrato; 
El  idolo  el  ofrecerle 
Alejandro  en  sacrificio 
A  su  amor,  pues  que  pretende 
Que  viva  á  sus  ojos  vayas, 
Con  el  alma  que  él  te  ofrece. 

CAMPASPE. 

¡A  mi  Alejandro! 

APELES. 

¿Eso  dudas? 
Pues  ¿qué  á  pintarle  le  mueve? 


DARLO  TODO  Y  NO  DAR  NADA. 

CAMPASTE. 

Darle  al  templo  por  memoria 
De  que  la  vida  le  diese 

música.  {Dentro.) 
Quien  te  abrata *  g  no  sabe 
Donde  hallar  nieve* 
Sepa  donde  ella  vive , 
Que  allí  está  en  frente. 

APELES. 

¡  Ay !  que  no  es  eso,  porqué 
¿Qué  culto  fuera  decente 
El  dar  al  templo  lu  imagen , 
Si  dirán  cuantos  la  vieren 
(Mas  que  honrando  tus  acciones, 
Disfamando  tus  desdenes ) 
Que  si  á  él  te  diste  la  vida , 
A  mi  me  diste  la  muerte  ? 
Porque  te  adora  ¡  ay  de  mi ! 
Te  retrata. 

CAMPASPE. 

Pues  ¿qué  adquiere 
Para  un  amor  uu  retrato? 

APELES. 

Mentir  las  horas  de  ausente. 

música.  (Dentro.) 

Arcos  son  sus  dos  cejas 
Triunfales  siempre * 
Pues  celebran  las  ruernas 
De  los  que  vence. 

CAMPASPE. 

¡  Qué  mal  has  hecho  en  decirme... 

APELES. 

¿Qué? 

CAMPASPE. 

Que  Alejandro  me  quiere ! 

apeles. 
¿Porqué? 

CAMPASPE. 

Porque  lo  ignoraba, 
Si  tú  no  me  lo  dijeses. 

apeles. 

Antes  bien:  porque  al  dolor 
En  algo  le  lisonjee 
Ser  yo  quien  lo  diga.  . 

•  CAMPASPE. 

¿Cómo? 

APELES. 

Como  la  herida  mas  fuerte , 
Si  propria  mano  la  cura , 
Menos  que  la  ajena  duele. 

música.  (Dentro.) 

Son  sus  ojos  preciados 
Tan  de  valientes * 
Que  al  mirarlos*  entre  ojos 
Traigo  mi  muerte. 

AFBXES. 

Fuera  de  que  ¿cómo  puedo 

Yo  excusarlo»  si  hay  quien  fuerce.. 

CAMPASPE. 

¿A  qué? 

APELES. 

A  que  aquesta  ves  bable. 
Porque  calle  para  siempre? 

CAMPASPE. 

Con  todo  .  que  has  hecho  mal 
Otra  ves  digo ,  si  atiendes 
Que  no  hay  mujer  que  no  quiera 
Ser  querida  :  coa  que  viene 
A  ser  ruindad  de  tu  parte 
La  que  de  mi  parte  puedo 
Ser  vanidad.  . 

APELES. 

Antes  bien; 
Que  oí  que  rendido  padece , 
Cuauto  mas  padece,  goza; 


133 

Y  asi ,  es  Anexa  que  pienses 
Que  quiero  padecer  yo 
Lo  que  á  ti  te  desvanece. 

música.  (Dentro.) 
Un  pleito  d  sus  mejillas 
Mago  g  diciembre 
Ponen*  porque  les  hurta 
Púrpura  g  nieve. 

CAMPASPE. 

Bien  puede  ser  que  fineza 
Sea;  mas  no  lo  parece 
Interponer  un  respeto , 
Que  declarado ,  no  deje 
Albedrfto  á  la  esperanza. 

APELES. 

Eso  será  en  quien  la  tiene; 
Pero  ¿qué  esperanza  ya 
Es  posible  que  le  quede 
A  quien  Alejaudro  na 
Su  amor,  y  no  solamente 
Fia  su  amor ,  mas  le  hace 
Instrumento  de  que  llegue 
A  su  noticia?  ¡  Mal  haya 
Habilidad  Un  aleve. 
Que,  traidoramente  noble, 
Contra  su  dueño  se  vuelve!... 
(Arroja  las  pinceles*  g  ella  se  levanta.) 

CAMPASPE. 

¿Qué  habilidad? 

APELES. 

Esta  mía. 

CAMPASPE. 

i  Contra  ti !  pues  ¿  de  qué  suerte? 

música.  (Dentro.) 
Si  se  enoja  *  g  sus  labios 
Rigores  vierten* 
Allá  van  los  jazmines 
Con  los  claveles. 

APELES. 

Siendo  áspides  para  mi 
Las  puntas  de  los  pinceles , 
Que  entre  Dores  de  matices 
Su  mortal  veneno  vierten. 
|  Mal  haya,  digo  otra  vez. 
Habilidad  que  me  fuerce 
A  que  estudie  tus  facciones, 
Para  que  en  cada  una  encuentre 
Otra  perfección  que  diga 
Cuan  bella  ¡  oh  Cfampaspe!  eres 
Ya  dos  veces  á  mis  ojos, 
Porque  te  pierda  dos  veces! 


¿Dos  veces? 


CAMPASPE. 


APELES. 


Si. 

CAMPASPE.' 

¿De  qué  modo? 

APELES. 

Verdadera  y  aparente. 

CAMPASPE. 

¡  Aparente  y  verdadera ! 
¿De  qué  suerte? 

APELES. 

Desta  suerte. 
Mírate ,  para  que  veas 
Lo  que  pierde  el  que  te  pierde. 
(Panela  delante  del  retrato.) 
música.  (Dentro.) 

Condición  g  retrato 

Teman  de  Irene ; 

Que  ha  de  dar  muerte  d  todos * 

Si  la  parece. 

CAMPASPE. 

:  Qué  es  lo  que  miro !  ¿  Es  por  dicha 
Lienzo  ó  cristal  transparente 
El  que  me  pones  delante? 


154 


COMEDIAS  DE  DON  PEDRO  CALDERÓN  DE  LA  BARCA. 


Que  mi  semblante  me  ofrece 
Tan  vivo ,  que  aun  en  es  Lar 
Mudo  lambieti  me  parece ; 
Pues  al  mirarle ,  la  voz 
En  el  labio  se  suspende 
Tamo,  que  aun  el  corazón 
No  sabe  cómo  la  al  i  eme. 
¿Soy  yo  aquella,  ó  soy  yo  yo? 
Torpe  la  lengua  enmudece, 
Quizá  porque  el  alma  en  medio 
De  las  dos,  dudando  teme 
Donde  vive  ó  donde  anima, 
No  sabiendo ,  a  un  tiempo  entre 
Una  y  otra  imagen  mía , 
De  cuál  de  las  dos  es  huésped. 
¿  Esta  habilidad  tenias?1 
¿  Segundo  ser  darle  puedes 
A  un  cuerpo  ?  Pues  i  cómo ,  cómo , 
Si  tan  divino  arte  ejerces , 
Tan  bajamente  le  empleas, 
Que  para  otro  dueño  engendres 
La  copia  de  lo  que  dices 
Que  amas?  Vete  de  aquí ,  vete ; 
Que  en  ana  parte  me  admiras, 
Y  en  otra  parte  me  ofendes. 


Esto  es  fuerza. 


APELES. 


Bajeza. 


CAMPASPE. 

No  es  sino 

APELES. 

Es  desdicha  fuerte. 


CAMPASPE. 

No  es  sino  culpa. 

APELES. 

Es  violeucia. 

CAMPAftPE. 

Es  ruindad. 

APELES. 

Es  dura  suerte. 

CAMPASPE. 

Es  infamia. 

APELES. 

Es  tiranía. 

CAMPASPE. 

Es  poco  ánimo. 

APELES. 

Es  decente 
Respeto. 

CAMPASPE. 

Es  indigna  acción. 

APELES. 

Es  obediencia. 

CAMPASPE. 

Es  aleve 
Vasallaje. 

ArÉLES. 

Es  rendimiento. 


E>o... 


CAMPASPE. 
APELES. 


Es... 

LOS  DOS. 

Ira  ,  rahia  y  muerte. 

CAMPASPE. 

Gente  viene  ¿  nuestras  voces. 

APELES. 

No  entienda  nada  esta  gente. 

CAMPASPE. 

¿En  qué  quedamos? 
apeles. 

En  que 
Dueño  de  mi  dueño  eres. 
Para  siempre  adiós,  Campaspe. 

CAMPASPE. 

Para  siempre  adiós ,  Apeles. 


JORNADA  TERCERA.    ' 


Campo. 


ESCENA    PRIMERA. 

ALEJANDRO,  EFESTION,  CHICHÓN. 

CHICHÓN. 

Aunque  llamado  de  ti 
,  Vengo ,  los  pies  no  te  pido. 

ALEJANDRO. 

¿Porqué? 

CHICHÓN. 

Porque  los  darás, 
Según  liberal  te  miro, 

Y  estará  mal ,  despeado 
Un  monarca  tan  invicto. 

ALEJANDRO. 

Supla  de  los  pies  la  falta 
Desta  sortija  el  zatlro. 

chichón. 
¡  Oh  mal  baya  el  asonante , 
Que  ser  diamaute.no  quiso! 

alejandro. 
Alza  del  suelo ;  que  quiero, 
Pues  sé  que  estás  en  servicio 
De  Apeles ,  saber  de  ti 
Qué  extraño  accidente  ha  sido 
Este  que  oigo  que  le  ha  dado. 

chichón. 

Pues  i  quién  bastará  á  decirlo  t 
Si  nadie  basta  á  saberlo  ? 
Lo  primero,  anda  aturdido 
Tanto,  que  con  nadie  habla. 
Señor,  que  no  sea  consigo. 
Lo  segundo ,  si  se  viste , 
Es  con  tan  gran  desaliño , 
Que  ni  es  él ,  nf  su  figura. 
Lo  tercero,  su  retiro 
Son  estas  montañas ,  donde 
Solo  se  sale  á  dar  gritos. 
Su  llanto  es  cosa  de  risa , 
Su  risa  cosa  de  vicio, 
Su  comer  cosa  ele  juego, 
Su  llorar  cosa  de  niños , 
Su  dormir  cosa  de  locos, 

Y  nada  cosa  de  juicio. 

alejandro. 
¿No  le  hacen  remedios? 

chichón. 

Cuantos 
Físico  el  arte  previno 
A  su  curación,  se  han  hecho; 
Pues  como  un  poeta  dijo, 
Se  han  puesto  mil  cataplasmas, 
Cataplastos ,  cataplistos , 

Y  no  basta ,  aunque  le  pongan 
Cata  Francia,  Montesinos, 
Para  saber  qué  mal  tiene. 

alejandro. 

Pésame ,  porque  le  estimo 
De  suerte,  que  de  mi  imperio 
Diera  el  medio